No puedo creer esto... [Pasado. Priv]

No me agradaba este lugar tan lúgubre y gris, era como ver los pecados y la vergüenza de la humanidad hecha ciudad. La ciudad industrial de Spider Miles… O más bien, el “Basurero Miles” Uno de los tantos lugares que apuntare en mi lista de los no deseados, pero aun asi mi labor aquí no es social si no más bien laboral. Me encontraba con un puñado de 10 hombres, pues, este lugar olvidado de dios suele ser el sitio ideal para reuniones criminales. –Estén alertas chicos, no sabemos que podamos encontrar.- Decía mirando fijamente a todas parte, no dejaba hueco alguno, siempre me permanecía en este lugar, algo me dice que las cosas no serán tan sencillas. Bien, la misión es simple, se nos informo avistamiento de revolucionarios en estas zonas… No me gusta tratar temas de la revolución, pero al parecer era el único oficial de turno en aguas cercana y bueno, parece ser importante, parece que habrá una especie de reunión donde se notaran oficiales de la revolución. “Esto me da tan mala espina, que ni siquiera puedo mantener una sonrisa” Pensaba mientras me adentraba en el lugar rodeado de chatarras por doquier, cuando se trata de revolución y cazadores… Por alguna razón se hace un nudo en mi estomago. “Una razón la cual no quiero indagar a fondo”

Mi fiel mascota y amigo de toda la vida, boota, un cerdo topo quien salía de los interiores de mi capa para pararse en mi hombro derecho. –Vaya, alguien ha despertado hoy.- Decía con una sonrisa en mi rostro mientras acariciaba a mi querida mascota. -¡Teniente! ¡Por ahí vi algo!- Grito uno de los rasos alarmados mientras cargaba su arma con torpeza, rápidamente apunte mi mirada al sitio, solo era una rata. Me acerque al hombre y coloque mi mano en su hombro para calmarlo. –Tranquilo  hombre, solo era un roedor, será mejor que sostenga bien eso, recluta.- Dije con una sonrisa y voz amable al sujeto, el mismo se rascaba la cabeza un poco apenada por el acto. –No se preocupen muchachos, que no es nada serio, solo es un patrullaje para ver ue la zona esta bien.- Luego con mi pulgar apuntara a a mi pecho parándome con gran espíritu ante mis hombres y decir unas palabras mas. -¡Después de todo! ¡Yo! ¡El teniente Teppelin! ¡Os Protegeré porque son hombres valientes e importante! ¡Y también se que me protegerán como yo los protegeré! Creo en ustedes. ¿Creen en mi?- Luego los hombres se pararían firme y animados, algunos lagrimearon con mis palabras y con sus manos en sus frentes gritarían al unisonó. -¡Estamos listo señor!- Una sonrisa se formaría en mi rostro y continuaría mi marcha.- ¡Bien! ¡Adelante!- Dije con gran espíritu encabezando el pequeño escuadrón. Esas palabras ayudaron a aliviar su miedo y llenarles de espíritu, aunque no funcionaron mucho conmigo, seguía sintiéndome mal…

Era un día común y corriente en Spider Miles. La pobreza y suciedad inundaban el lugar y un sin fin de almas en pena lo habitaban. Yo me encontraba en esta isla para animar un poco las cosas, para darles una razón por la cuál luchar y enfrentar el maltrato que han recibido por parte del corrupto gobierno. Puede que no fuera capaz de brindarle una sonrisa a todo el pueblo pero al menos podía hacerlo por unos cuantos ciudadanos.

Me encontraba en uno de los callejones repletos de basura, separada del grupo de revolucionarios que se encargaban de reclutar a ciudadanos cansados de los malos tratos para poder aportar a la revolución. Yo, por mi parte, me encargaba de tranquilizar a la gente y repartía suministros ya sea desde agua potable hasta comida enlatada. Me encontraba con una sonrisa, justo como mi padre solía hacer siempre, saludando a todo aquel que veía y jugueteando de vez en cuando con algún grupo de niños que se me acercaban debido a que la espada que portaba les llamaba la atención.

Cuando los suministros se habían terminado, comencé a caminar hacía la dirección donde se encontraban mis compañeros. No obstante, una linda chica me llamó la atención en mi caminata y decidí acercarme a esta para invitarla en mi barco. ¿Qué puedo decir? Según las historias de mi mentor, mi padre coqueteaba con chicas todo el tiempo. Eso no significa que fuera un mujeriego, después de todo, él se casó eventualmente. Así que por eso yo seguía su ejemplo, mi sueño era convertirme en alguien tan noble como mi padre.


Lamentablemente, cuando estaba a punto de acercarme a la chica, uno de mis compañeros se acercó a mi a toda prisa. Este se veía agitado y su rostro denotaba preocupación. Coloqué mis manos en sus hombros para tranquilizarlo y con una sonrisa le pregunté que pasaba. -¡Tranquilo, Nate! Vamos, quita esa cara larga. ¿Qué pasó?.- Nate tomó un largo respiro y contestó con prisa. -¡La marina! ¡Creo que saben que estamos aquí! Arkos, necesitamos que uses tus trucos raros y nos des tiempo para escapar.- Mi sonrisa se mantenía en mi semblante. -¡Por supuesto! Yo me encargo de esto, no se preocupen por mi, los alcanzare en mi barco.- Nate asintió con la cabeza y se fue corriendo del lugar a toda prisa. Ahora era hora de encargarme de la marina.

Comencé a caminar hacía el lugar que Nate me había indicado. No tardé mucho tiempo en localizar al escuadrón de marines debido a sus llamativos uniformes. Yo recargaba mi espada en el hombro y la sujetaba del mango con mi diestra mientras me dirigía hacía ellos. Una vez que llegué a punto lo suficientemente cercano como para poder realizar un corte perfecto, decidí llamar la atención de ellos con mi característica sonrisa. -¡Buenos días damas y caballeros!.- Al decir eso, clave mi espada en el suelo y coloqué mi diestra arriba del mango para recargarme. -No es nada personal chicos, pero necesito que se larguen de este lugar.- Luego, arranque la espada y apunte a ellos con ella mientras les guiñaba el ojo. -A menos que quieran divertirse un poco, en ese caso, estaría encantada de bailar con ustedes.- Irónicamente, soy pésima bailando.

No podía quitarme el mal sabor de la boca, sentía algo dentro de mi como si algo no iba bien, el tema de la revolución es algo que siempre he querido evitar, pero hoy no podrá ser así. -¿Se encuentra bien teniente?- Dijo uno de mis hombres colocando su mano en mi hombro, yo le mire con una sonrisa gentil. –¡Claro claro! Me siento bien, solo me he distraído un poco.- Luego comenzaba mirar a todas partes, por unos segundos me había desconectado de la realidad, cosa común en mi. ¡Tengo que concentrarme rayos! ¡Debo olvidar y superar el pasado! ¡No fue mi culpa! ¡Las cosas han cambiado, y la revolución es mi enemiga, asi que debo mostrar agallas en esto! Comenzaría  a estar mas atento al lugar y los hechos, miraba con cuidado a todas partes siguiendo movimientos pero eran mas que ratas nada por el estilo. Hasta que… -¡Teniente! ¡Vi a alguien! ¡Con uniforme!- Decía uno de los reclutas, esta vez no era miedo, ya que también lo vi. –Parece que  estamos cerca de los lobos. ¡Escúchenme! ¡No se que pudramos encontrar! ¡Pero estáis conmigo y yo con ustedes! ¡¿Oyeron?! ¡Animo!-  Los hombres elevarían sus puños con un gran grito de ánimo. Luego se prepararían para marchar más rápido, incluso pasando por delante de mi, a pesar de que yo debería estar al frente, yo solo daba unas carcajadas y comenzaba a seguirlos.

Aquella  persona de la armada revolucionaria se nos había escapado, mis hombres mantenían un paso acelerado, incluso dejándome atrás. Hasta que… -¡Teniente Teniente!- Grito uno de ellos haciendo que todos pararan su marcha. –Una…. Una chica!- Luego los marines alzarían su espada. - ¿Largarnos? ¿Tienes idea a quien le hablas niña? Sera mejor que se quite del camino.- Decía  el  hombre apuntando con su arma. En ello yo comenzaba a pasar entre ellos, la pude observar. –Que tenemos aquí…- Dije hasta terminar de cruzar a travez del grupo de marines y pararme frente a ellos, quedando a mis espaldas y mirando a la chica que estaba a unos 5 metros apuntándonos con su espada. Una pequeña carcajada salió de mi, mientras se dibujaba una sonrisa picara. –Señorita, no estamos aquí para pelear, solo hemos venido a revisar el lugar.- La miraba de pies a cabeza, me parecía linda, además de que su sonrisa era hermosa. –Es hermosa… ¡Si si cierto!- Susurraban o eso intentaban hacer parecer los reclutas, se podía escuchar lo que murmuraban.


Yo suspiraba al ver la poca seriedad aportada por los reclutas… En fin, comenzaba a ajustar mis guanteteles como si me preparara para pelear… O más bien eso hago. –Si nos estas pidiendo que nos retiremos, quiere decir que estas encubriendo algo y….- Comenzaba a quitarme mi capa azul alargada tirando al suelo, boota estaba ahí, aunque se me olvido, quería hacer una  escena impresionante, saben a qué me refiero. Quedarían mis hombros  brazos y pechos desnudos, mostrando algunas definiciones musculares  (no muchas) –Y si estas encubriendo algo, quiere decir   que no eres de los buenos, por lo que o eres una criminal o…- Esa ultima palabra me costaba un poco decirla… Parece que finalmente había llegado  el dia que tanto he evitado, enfrentarme cara a cara con la revolución. –Un miembro de la armada Revolucionaria. – Los hombres se pararían a mi lado para apuntar a la chica. -¡Estamos con usted teniente! ¡No tendremos piedad con ella solo porque es linda y adorable!... ¡Olviden es…. ¡ah! ¡Da  igual, estas enfrentando a la marina!- Me pararía firme cruzando mis brazos y quedando mirando con una cara seria y sonrisa en mis labios. – Sera mejor que se rinda señorita, no hemos venido a tener problemas, pero no nos marcharemos.- Aunque  mis  palabras eran firmes como  lo serian mis acciones, en el fondo sentía que esa sensación y nudo en mi estomago, se hacían mas presentes. Finalmente… El dia que tanto he querido evitar… Lo siento mucho… Señor Jason…

Los marines no tardaron mucho en identificarme como miembro de la Armada Revolucionaria. No era de extrañarse, para este tipo de cosas los entrenaban. Sea como fuere, eso no significaba que iba a retirarme. Necesitaba darle tiempo a mis camaradas y por suerte, era muy buena haciendo eso. Debía distraerlos primero con un poco de charla sin sentido y luego utilizaría mi ROOM para provocar pánico en estos. Con suerte, sería suficiente para que todos lograran evacuar. Lo que me preocupaba era lo que haría después, necesitaba escapar también y si me iba en barco seguramente me alcanzarían debido a que el mío no era demasiado bueno. No obstante, los ciudadanos de Spider Miles sabían quien era yo, estos podrían darme refugio para esconderme de los marines por si las cosas no salían como las planeaba.

Era muy evidente quien era el líder del escuadrón, un hombre que poseía el rango de teniente a juzgar por las palabras del resto de los hombres. Este pedía que me rindiera, cosa que por supuesto no iba hacer. Al ver como aquel teniente decía que no se marcharía, una sonrisa se mostró en mi semblante. -¿Rendirme? Buen chiste.- Las palabras del marine causaban que una sonrisa un poco mas soberbia se dibujara en mi rostro. -Pueden mandarme un pelotón, un escuadrón, un ejercito y ni siquiera así me voy a rendir.- Cerré mis ojos, sintiendo la brisa del viento en mi rostro. Recordando a mi padre, su sonrisa, sus ideales.

Al abrir mis ojos, dije unas palabras con un tono apacible y tranquilo. Luego, volví a abrir estos. -Bueno, es hora de bailar.- Como acto seguido, abrí la palma de mi mano izquierda para crear un ROOM. Finalmente, realicé un corte con mi espada al aire con el objetivo de cortar a todos los marines a la mitad con los efectos del ROOM, esto no sería letal pero sería suficiente para ganar tiempo a mis aliados. Al fin y al cabo, no tenía nada en contra de la marina. Estos son solo sujetos que se quieren ganar la vida de una manera "noble". ¿Qué podría tener contra ellos? Además, escuché que mi padre había tenido muchas amistades con marines en su época dorada. 

En el fondo quería que la chica se rindiera y se intimidara con mi presencia y apariencia prepotente. “No sirve, parece que es como yo, ama las aventura y los retos” Pensé para mi luego de mostrar una sonrisa de satisfacción, al menos se que mi oponente no es alguien bárbaro y malo como dicen de la revolución.. –Admiro tu valentía y lo respeto. Supongo que personas como nosotros con grandes espíritu, no pueden irse sin más. ¡Pues daré lo mejor de mi en esta batalla!- Me colocaba en posición de combate para continuar mis palabras. –No creas  que por mis halagos y eres mujer tendré piedad. Te respeto como guerrera, pero eres mi enemiga.- En ese momento los hombres comenzaban a gritar y hacerme barra. -¡Vamos teniente! ¡Usted puede!- No soy de lo que empiezan las batalla, por lo que eso se lo ganaría nuestra querida amiga. Pronto veria como una algo se generaba de su mano. -¿EH?- Decía con confusión, en un instante esa bola de energía nos rodearía a todos, la chica se prepararía para hacer su ataque. -¡Cuidado chicos, salid de aquí!- Algo no me daba buena espina, pero era demasiado tarde, estábamos dentro de esta extraña cúpula y no se que cosas podrían pasar dentro de ella.

La chica blandiría su espada lanzando un corte visible. -¡CUIDADO CON ESO!- Grite con desespero mientras daba un salto de unos 3 metros y luego repetir otro en el aire y asi hasta salir del rango del ataque y de la cúpula. Saltando en el aire tome mi distancia. Pronto vería algo que me abriría mis ojos como platos. -¡Chicos!!!- Grite al ver a mis hombres cortado por la mitad y desesperado del dolor. -¡NOOO!!!- Aparte mi mirada de la horrible escena, no podía creerlo…. Era todo tan repentino, ósea… No imagine ni espere esto. -¡Maldita! ¡Te mata!....- Pronto vería que los hombres se estaban… ¿Moviendo sin sangrar y todo normal? –¡Teniente!! ¡Sálvenos! ¡¿Qué nos ocurre?! No duele… No siento nada… ¡Pero mi cuerpo esta separado de mi!- Un semblante de confusión dominaría mi rostro, no entendía nada e nada… ¿Habían sido cortados? Pero… No están sangrando ni sufriendo, pero sus cuerpos están partidos por la mitad. ¿Qué está pasando? –Que demonios…. ¡¿Qué clase de brujería o magia es esta?! ¡Responde! – Dije con enojo y confusión a la chica.

-No se que rayos esta pasando o que extraña habilidad sea esa… Pero es mi  turno.- Dije mientras concéntrame mi energía en mi cuerpo. –Soru.- Dije y en un instante desaparecería. Ante los ojos de los reclutas había desaparecido, pero no estoy seguro ante los ojos de la chico. Terminaria apareciendo a su costado derecho en un instante. -¡Dije que pagaras lo que has hecho! ¡Regresa a mis compañeros a la normalidad! –Dije para preparar el ataque de un rodillazo a su estomago con mi mano rodilla izquierda. Yo me encontraba a su costado derecho.

Todos los marines habían sido cortados a la mitad con el poder de mi ROOM, ahora solo debía concentrarme en el líder. Parecía que este había logrado esquivar mi ataque aunque no pude ver bien la forma en la que lo hizo. No obstante, al menos ahora sabía que me metía con alguien un poco mas experimentado ya que sus reflejos fueron bastante grandes esta vez.

Luego, el hombre decía unas palabras mientras se encontraba en el aire. ¿Cómo pudo saltar tan alto? Era evidente que este me tomaría un poco mas de trabajo derrotar. ¿Pero realmente quería ganarle? No, debía concentrarme en ganar tiempo para los muchachos. Fue entonces, con una sonrisa en mi rostro, que contesté a la pregunta del muchacho en el aire. -Si, es magia, ¿Asustado?.- Mi tono de voz era bastante pícaro, incluso le guiñe el ojo al muchacho para darle a entender que no estaba muy preocupada, para transmitirle incertidumbre mediante mi aparente confianza excesiva.

De repente, el chico se movería como una rápida sombra. ¿Acaso se había transformado? Era bastante veloz en esa modo, apenas podía percibirlo. Repentinamente, esta sombra llego a mi costado. No pude reaccionar a tiempo, el hombre estaba a punto de darme con su rodilla. No obstante, aproveche que el muchacho estaba en mi derecha ya que era el lado donde mi espada estaba empuñada. En cuanto el chico me diera el rodillazo, yo haría un simple movimiento con mi espada en vertical de abajo hacía arriba para despojarlo de su pierna sin hacerle daño.

Una vez que esa acción estuviera hecha, retrocedería un metro con un salto. Cansada por el ataque del muchacho, le dije unas palabras con un poco de agitación en mi voz. -Eres bueno, bastante bueno.- Como acto seguido, utilicé una de mis técnicas para confundir a mi enemigo. De repente, todos los objetos en el alcance de mi ROOM llegarían hasta mi para hacer un pequeño domo a mi alrededor. Esto incluía las armas de los marines a los que había logrado cortar. Luego, una vez que estuviera cubierta de todos los objetos, usaría mi habilidad de teletransportación para aparecer detrás de aquel marine. Luego, todos esos objetos regresarían a mi para impactar en mi enemigo.

Resumen:

La chica parecía estar tranquila, incluso por nada dejaba de lado esa sonrisa. Yo por otra parte quise imitar esa actitud, por una parte me agradaba esta batalla, aunque aun me sentía asustado por lo de mis compañeros… ¿Estarán bien? Digo, no es que yo sea doctor, pero están vivos y no parecen sangrar ni sufrir algún dolor. Había utilizado mi técnica típica del Rokushiki, el soru, la cual  me permite moverme a velocidades extremas. El efecto de mi  habilidad hacia ver como si hubiese desaparecido y aparecido a su diestra, de manera que al llegar ahí, me tome la libertad de efectuar un rodillazo con mi pierna derecha. La chica reaccionaria ágilmente intentando usar su espada contra mi pierna, wow que reflejos, si no la detengo me hará un gran corto. Mi cuerpo comenzó a endurecerse de una manera sobrehumana, de hecho, solo yo puedo notar la diferencia, es una de las habilidades extrañas que he adquirido. Busoushoku no haki, este poder de voluntad me permite dominar la misma como una armadura invisible, aunque dicen que si entreno mas, podre desarrollar nuevas capacidades.

Mi pierna había chocado con su espada como si de piedra o metal esta fuera, por lo tanto la misma solo rebotaría como si ella intentara golpear un bloque de metal. –¡Jei!- Dije sonriendo al conseguir éxito en bloquear su intento de rasgar mi pierna, vaya, esta chica es peligrosa, vamos iniciando y ya me quiere apuñalar. -Veo que también eres fuerte, no debo subestimarte. Pero las cosas se pondrán feas, asi que mejor ríndete, no quiero lastimarte.- Decía manteniendo mi sonrisa picara, realmente estaba disfrutando la batalla, y esta chica también reconoce mi empeño. Aunque pronto esta comenzaría otra de sus raras habilidades, notaba como los objetos comenzaban a cubrirla, supongo que quiere evitar que la lastime. Por otra parte no me sentía preocupado, pues el efecto del haki aun estaba activo, por lo que me siento más confiado por el incremento de dureza de mi cuerpo. –Ahí vas otra vez, supongo que no me dejaras más opción que pelear con todo.-

Los objetos tomados de todas partes formarían una cúpula o barrera, pero luego estas comenzarían a venir hacia  mí, no lo entendía. -¡Rayos!. No tenía tiempo de reaccionar a eso, solo se que eso  iba a doler aunque no tanto, mi haki me protege a gran medida. Los objetos colisionarían con fuerza. Yo simplemente me cubriría el rostro con mis brazos, pues en esto además de tener la protección de mis guanteletes, los mismos estarían cubiertos de haki al igual que todo mi cuerpo. Permanecía resistiendo a gran medida el golpeteo de objetos, dejando algunas marcas en mi cuerpo, aunque si no fuera por el haki serian fracturas y heridas graves. Aunque algunos objetos rebotaran, otros tenían la dureza  y poder de impactar a gran medida y obligarme a retroceder impulsando mi cuerpo hacia atrás. Pronto sentiría que el mismo golpearía algo detrás de mi. ¿Qué era? No tenía idea, pero terminaría cayendo sobre eso. -Ahhh Mi cabeza, me duele tanto...-

Me sorprendía que mi espada no hiciera efecto en el hombre de la marina. Mi técnica nunca antes había fallado de esa forma. Mi rostro mostraba mi clara sorpresa, simplemente me parecía difícil de creer. Al realizar mi técnica en donde me cubría con los objetos cercanos y me teletransportaba detrás del marine. Este termino retrocediendo, era el momento perfecto para aprovechar que estaba distraído y cortarlo a la mitad sin matarlo. No obstante, me lleve una gran sorpresa cuando vi la espalda del muchacho. No sabía por qué, pero algo en sus prendas me resultaba demasiado familiar.

Debido a que me encontraba perdida en pensamientos, el tipo termino cayendo de espaldas y me tiró al hacer esta acción. Pensé en pararlo con ambas manos pero eso conllevaría a cerrar el ROOM. Sea como fuere, una vez que impacté en el suelo, termine cerrando el ROOM por accidente ya que coloque mi mano izquierda en mi nuca para no golpearme con tanta fuerza. Ahora, mi espada estaba al lado mío, pero debido al peso del tipo no pude ser capaz de safarme y alcanzarla. La posición en la que estaba era humillante, tenía a un hombre de espaldas arriba de mi y no podía salir.

Luego, abrí mi siniestra una vez mas para abrir un ROOM y poder cambiar de posición con mi espada. Una vez que me alejé del sujeto, use el ROOM para volver a tener mi espada en la diestra y luego comencé a correr lejos del área con el objetivo de escapar. Me sentía exhausta, pues, había usado mucho el ROOM y ya no estaba en condiciones óptimas para enfrentarme a alguien de tan alto calibre.

Mientras estaba corriendo a dirección a mi barco, pude notar que ya no había rastro alguno de los barcos revolucionarios de mis amigos. Esto me sacó una sonrisa, mi misión estaba completada y mis camaradas lograron salir con vida. Ahora debía concentrarme en perder al marine y en alcanzar mi barco antes de que fuera tarde.

Ahhh…. Eso si fue dolorosa la verdad, inclusive con mi haki pude sentir los fuertes  impactos como simples golpes. Me sobaba mi cabeza, bueno al menos caí sobre algo suave y cómodo tal vez es un colchón o algo así. Pero pronto aquello que había amortiguado mi caída se había quitado y mi espalda pego completamente el piso, aunque note que esa cúpula había desaparecido y ahora volvió a aparecer. -¿Qué demonios?- Dije mirando a todas partes, cuando  noto a la chica a mi lado derecho.  -¡Ahí estabas! Bueno… ¿En qué momento…? ¿Qué rayos pasa con tus poderes que, qué clase de loca eres?- Rápidamente me puse de pie con un veloz movimiento impulsándome con mis piernas hacia adelante y parándome de canclillas para luego enderezar mi postura.

No lo tenía claro pero algo me hace pensar que lo que tenía en mi espalda era… ¡Bueno! No es algo importante, debo concentrarme en mi misión que es detenerla. –Ni creas que te dejare escapar.. ¡Oye no corras!- Dije molesto al ver como la chica se iba en carrera, de verdad no se toma enserio mi jurisdicción como oficial, pero ya verá, le  hare respetar la ley. Decidí usar mi movimiento de velocidad nuevamente. –Soru!- Así, puedo acortar distancia y estar más cerca de la chica que no se negaba a parar, supongo que tengo que ir mas enserio… Creo que tendré que empezar a pelear enserio, la verdad siento que la chica no es malvada…. Ni nada por el estilo. -¡Teniente no nos abandone!- Decían los reclutas. –¡Lo siento! ¡Volveré con un doctor! ¡La capturare y hare pagar! ¡No pierdan sus extremidades!- Para ser honestos no  sé cómo ayudare a los chicos… La  verdad no entiendo que poderes hace esa chica y como lo hace, pero debo llegar al fondo de esto.

Llego un punto en que la mujer se detuvo a mirar al mar en la lejanía. Supongo que es hora de que ella tome enserio los problemas en los que esta por  atacar a un teniente de la marina… Di saltos en el aire para  tomar vuelo como unos 5 metros  de altura. -¡Rankyaku!- Dije al momento que lance una potente patada al aire y una hoja de aire comprimido salía expulsada, aunque solo la apunte a una distancia prudente de la chica, no quería lastimarla si no prevenirla de lo que le espera si  no se rinde. La hoja impacto con el suelo destruyendo parte de el, incluso dejando una gran marca, había sido  tan potente como para dejar marcas de cortes gruesos. Finalmente termine por aterrizar y pararme a unos 10 metros de la chica. –El jueguito termino. Fue una advertencia. Realmente no quiero lastimarte, pero no me la pones fácil…- Decía  con una seriedad total, ya esta vez estaba decidido a pelear realmente enserio, pero ese nudo seguía estando en mi estomago. –Tu decisión definirá tu futuro. Mira… Realmente no quiero hacer esto. Si decides combatir, será una pelea a Muerte. No  pienso dejar escapar a una criminal, con tu capacidad debo suponer que no eres un simple raso de la revolución. No es nada personal  para ser honestos… No es que me agrade hacer esto, pero prometí defender la justicia, prometí traer paz y equilibro al mundo. – Luego cerré mis ojos parándome firme   elevando el puño tan alto  apuntando al sueño. -¡¿QUIEN DEMONIOS CREES QUE SOY?! ¡La justicia jamás será destruida! ¡No mientras guerreros como yo se levanten cada día a luchar!- Que en un silencio total esperando la respuesta de la mujer. Realmente todas las células de mi cuerpo gritan que se rinda, no quiero herir a nadie, menos a una chica que no tiene o parece tener malas intenciones.

Mientras trataba de escapar de aquellos marines con una sonrisa en mi rostro, pude sentir una enorme fuerza de viento pasar por mi lado. Esta fuerza provocó que una gran parte del suelo se destruyera. ¿Que clase de movimiento destructivo era ese? Sin embargo, traté de no pensar en ello y seguí corriendo en linea recta sin mirar atrás. No obstante, mi escape se vio frustrado una vez mas por aquel marine con claros problemas de justicia extrema.

Me detuve en seco, el hombre estaba a una distancia relativamente cercana con intenciones claramente hostiles. Como acto seguido puse mis manos arriba, estaba cansada pero aún tenía la capacidad de crear otro ROOM y tratar de mantenerlo ocupado. Pero no lo hice, mantuve mi puño izquierdo cerrado y tomaba con fuerza mi espada en la diestra. -¿Qué te parece esto? Yo voy a irme de este lugar y así evitaremos un combate Todos felices, todos contentos.- Mis palabras fueron dichas con un tono de voz sereno y apacible, la verdad no quería tener otro enfrentamiento. Sin embargo, aquel marine claramente pensaba que yo era una criminal que merecía la muerte.

-¿Justicia? ¿Paz? ¿Eres idiota, verdad?.- Mi ceño se encontraba fruncido, pero la sonrisa característica de mi ser aún se mantenía orgullosa en mi semblante. Según mi padre, la sonrisa y la esperanza son lo último que morían. -Hablas de paz y equilibrio. Pero aún así... ¿Me persigues para combatirme en lugar de tratar a tus hombres? Esta claro que tu concepto de justicia es de lo mas extraño. Además, ¿Acaso me has visto cometer algún crimen o tienes la evidencia de ello? Si miras a tus hombres, notarás que están sanos y a salvo.- Sin mas preámbulo, me adentré a las calles para evitar un combate innecesario. Si el marine realmente había analizado mis palabras, no se arriesgaría a seguirme en un lugar lleno de civiles para luchar... o al menos eso quería creer.