¿Puedes encontrar la diferencia? [Pasado] {Priv. Ezarel}

Hay varios lugares que resultan difíciles de creer y en el cierta rubia se encontraba en aquel momento, era uno de esos lugares. Ante aquellos iris esmeraldas desprendían un brillo sin igual, simplemente todo lo que podía ver era completamente blanco y aquello parecía maravillarle; era tan blanco como su ropa que simplemente podía pasar casi como una especie de camuflaje en todo aquel lugar. A dónde fuera que voltease todo era blanco, las calles, los edificios, todo, absolutamente todo lo que podía ver era de un bello tono blanco puro. -Es casi como si sobre toda la ciudad hubiera nevado… aunque mucho mejor porque no hay frío.- Parecía niña pequeña, todo lo veía con asombro y esplendor, si bien era claro que las personas tal cual no iban de camuflaje con la ciudad; no obstante ella sí que podía camuflajearse con cualquier pared de los edificios y de más construcciones blancas; era de su completa impresión y agrado, sobre todo porque no había frío como sus palabras habían descrito.

Recorría las calles con relativa tranquilidad, parecía ser un lugar pacífico y animado, ni en sus mejores sueños se había ocurrido que Flevance podía ser tal cual lo veía ahora. -Me habían dicho que era bello, pero no creí que lo fuera tanto…- Recordaba historias que en su antigua tripulación le habían relatado; ella había esperado poder tener la oportunidad de conocer Flevance con ellos, no obstante esa ocasión nunca se dio y ahora lo hacía por cuenta propia.

En su andar, pudo escuchar las campanas de la iglesia sonar, aunque no parecían ser el típico tonar de las campanas anunciando alguna misa, sonaba algo distinto y como realmente no estaba muy lejos del lugar, pudo escuchar risas y felicitaciones; aquel sonar de las campanas le había hecho recordar su pasado, sintió el miedo aunque al mismo tiempo el impulso de correr hasta aquel lugar a ver lo que pasaba. Primero estaba maravillada, aunque aquel amargo y traumático recuerdo rondaba por su mente en todo momento, le frustraba todo aquello y realmente llamaba un poco la atención en aquella boda con su traje que, sin duda alguna recordaba al de una novia, novia como la que se casaba en aquel momento; eso sin mencionar la gran espada de casi el tamaño de la rubia, que iba sobre la espalda de la misma.

Había un par de marines que eran seguramente invitados de aquella boda, el miedo la invadió una vez más, sentía como si lo que ella había vivido, fuera a ocurrir una vez más. -No puedo dejar que eso pase…- Murmuró para sí misma mientras aprovechaba el color de su atuendo para ir avanzando entre la blancura del lugar y colarse hasta aquella boda pues la recepción no parecía estar muy lejana y la multitud, luego de haber visto salir a los novios feliz de la iglesia, parecían encaminarse al lugar donde la fiesta se daría y todos a pie irían de lo más joviales.

Observaria por... tercera o cuarta vez?, no recordaria exactamente que numero de vez seria esa, en la que veia el mapa que ya hacia en sus manos, el mismo se lo habia entregado su hermana para que pudiera saber un poco mas de la isla que visitaban, en realidad agredecia que ella fuera mas detallista en ese tipo de cosas, pues el era demasiado descuidado en ese tipo de cosas, aunque justo en aquellos momentos se tuvieron que separar por questiones de... ehm, bueno, por obra de ella, pues aparentemente tenia algo que hacer, cosas de mujeres a su ver, pero bueno, el mapa no era preciamente para que supiera un poco mas de la isla -lo cual aunque no fuera para tal, agradecia- ¿el motivo del mapa?, era mas que nada para que el se pudiera llegar a ubicar en la isla y, de aquella forma, reunirse de alguna forma con Lilian despues, aunque a fin de cuentas ninguno de los dos sabia algo de la isla, y por como es que se veia la misma.... no era muy colorida, y lo decia de forma literal, pues mirara para donde mirara, el color blanco era lo que predominaba en el lugar, pero bueno, suponiendo que podria encontrar algo diferente despues, por lo que simplemente continuaria con su exploracion por la isla, aunque viera por donde el viera, el color blanco predominaba el lugar, lo cual era un poco fastidioso, pues algunas cosas obviamente no se podrian llegar a ver con facilidad, y por ende era por ejemplo, problematico el poder pisar bien en algunas zonas.

Suspiraria el rubio, para posteriormente comenzar a caminar por las calles de aquella isla, aunque pronto se comenzaria a escuchar el inconfundible sonido de las campanas de una iglesia, extrañado o guiado por la curiosidad del momento, el rubio comenzaria a caminar hacia donde es que provenia el sonido de las campanas, ¿por que caminar hacia el lugar?, curiosidad por sobre todo, pues si todo era blanco en el lugar, ¿como es que serian las personas en el lugar?, ¿irian vestidas del mismo color?, era muy probable, para nada estaba seguro de ello, no obstante no por ello no haria, pues pronto tambien comenzaria a caminar hacia el lugar. Tardaria mas que unos cuantos minutos para poder llegar hasta e lugar, encontrando en el mismo una gran cantidad de personas, el por su parte tambien iba de blanco, o bien, al menos llevaba una capucha de color blanco que le cubria completamente el cuerpo, por lo que podi pasar desapercibido, aunque al acercarse, pronto seria arrastrado por las personas, y posteriormente llevados con ellos.-Demonios, debo de salir de aqui.-Se quejaria el rubio mientras que se movia de un lado a otro, intentando salir de ahi, aunque no podria, pues seria arrastrado por las personas, aparentemente iban de camino a la fiesta, por lo que podria hacer mucho el en aquellos momentos mas que dejarse llevar por la fuerza de las personas.

Si se estaba metiendo o no en algún problema, lo cual era muy seguro, sinceramente no le importaba mucho en aquel momento puesto que lo único que le importaba era comprobar que aquella boda no resultara en tragedia como había sucedido con la boda propia. Tal vez haya sido algo estúpido de pensar de parte de la rubia, pero ¿cómo esperas que reaccione si tiene un gran trauma con las bodas que involucren a los marines?, sinceramente, creo que hasta estaría con cierta paranoia por la misma razón, no obstante, la chica, lejos de tener la típica idea de cualquier pirata de “boda = regalos costos = excelente botín”, sin duda alguno, inclusive ese hubiera sido el pensar más normal hasta en la misma, no obstante, como ya se dijo, un trauma es un trauma y eso le estaba haciendo mucho ruido en la cabeza imposibilitándole el pensar de un modo “claro”.

¿Te digo una cosa curiosa?, nadie hubiera pensado que la típica vestimenta de la rubia le fuera tan útil en aquellos momentos, es decir, el lugar en sí era blanco y su ropa lo era de igual forma, no obstante la espada negra llamaba mucho la atención, pero ¿qué podía hacer?, dejarla arrumbada por algún lado no era para nada una opción, era una reliquia familiar y la única cosa que le quedaba de recuerdo de su familia junto con el candado que no se podía quitar de su garganta con aquella cadena negra, pero como fuera, la mayoría de su atuendo le hacía lograr confundirse entre los edificios y paredes de aquel lugar haciendo que, mezclado con la alegría de las personas que iban directo a la fiesta, la chica pasara completamente desapercibida entre tanta genta.

Una vez que hubiera llegado al lugar donde aquella gran fiesta se llevaría a cabo, localizó sin gran esfuerzo a los marines, su mirada verde era prácticamente asesina hacía aquellos hombres uniformados. -Bastardos…- Susurró para sí misma mientras con enojo tomaba la empuñadura de su gran espada, cuando estaba a nada de desenfundar aquella gran arma, se pudieron escuchar los aplausos y ovaciones para los novios que recién llegaban al lugar. La rubia frunció el ceño, estaba feliz por los novios, pero estaba molesta porque le habían cortado el momento de echarse al otro mundo a aquellos marines. -…vale… tengo que pensarme un poco mejor las cosas…- Escondida tras un pequeño árbol de decoración del lugar y tras dar un gran suspiro intentando tranquilizarse, rascó su cabeza como fastidiada por todo eso, no estaba realmente segura de lo que haría. -Tal vez sería más fácil si estuviera el capi o uno de los brutos.- Una breve mueca de risa mezclada con nostalgia se dibujó en sus labios al recordar a aquellos tipos con los que había vivido largo tiempo, no obstante ahora tenía dos cosas en mente luego de haber dado un rápido vistazo a la mesa de los regalos y habían muchas cosas que brillaban y que la chica sin duda alguna quería, el problema estaba que era ella sola para tantas cosas que quería hacer en esa boda.

A como podria, el rubio se intentaria salir del numeroso grupo de personas que, en su total contra le llevaban hacia algun lugar del cual es que el no conocia nada, aunque en si, el no conocia nada de aquella isla, por lo que, ya de por si era bastante tonto y estupido ello, pero bueno, al final de cuentas y de varios golpes y patadas, el rubio se terminaria por dar por vencido, pues no podia hacer mucho contra todo el numeroso grupo de personas, simple y sencillamente se dejaria llevar por estos, solamente deberia de asegurarse de no perder el mapa que tenia entre los bolsillos de su gabardina, fuera de eso lo demas le daba un poco igual, aunque especulaba que su hermana, de llegar a estar con su persona o con el en aquellos momentos, muy seguramente se atercaria a que le acompañara el tambien a aquella fiesta... asi que fuera como fuera y aunque ella estuviera, era casi fijo que hubiera terminado ahi si o si, pero bueno, no habia mas. Observaria con intriga, como es que llegaba hasta un lugar donde habia un numeroso grupo de gente, parecian ser un largo y amplio lugar lugar, aunque para colmo y todas las demas cosas que estaban en aquella isla, era de un completo color blanco, para su persona era un fastidio, pues tanto color blanco era simplemente... cansado, pero bueno, gustos de ellos, tampoco se iba a poner a criticar los gustos de los demas, pues no le gustaria ello hacia el.

Una vez en el lugar, se sacudiria un poco la ropa, patear gente e intentar salir corriendo de ahi no le habia ayudado mucho, por lo que deberia ahora de acomodar un poco su ropa, a fin de cuentas estaba en un lugar lleno de color blanco, por lo que minimo deberia de seguir viendose del mismo color.-Bueno... ahora, ¿que debo de hacer?.-Se preguntaria el Rubio, intentando pensar que podria hacer en un lugar en el cual no estaba invitado y no sabia ni como salir -pues la gente no le dejo ver ni por donde entro-. Sin embargo, su mirada se desviaria un poco, pues notaria como es que una mujer vestida completamente de blanco y con un velo de novia caminaba cercas de la mesa de regalos, ¿seria la novia?, lo dudaba, pues deberia de estar la misma con el novio, aunque, viendo en lo que se habia metido, ¿no era mejor sacarle provecho?, por ello caminaria hasta la mesa de regalos, quizas podria hacer como que miraba la misma acompañando a la dama pero, con el objetivo de robar algunas cosas de ahi.