Arco Argumental #3 [Tarea #3 - Alguien Ayudeme - ]

Info de la Tarea:

Reviviendo todas las escenas que lo habían llevado hasta aquel momento era sencillo para una persona como Sinclair, quien usualmente se sume en sus propias cavilaciones y regresa a los instantes que incluso su mente ha tratado de esconder, presenciar como su voz pronunciaba las preguntas que incomodaban a ese sujeto al final de la barra, hasta el punto en que se levantaba y caminaba hacia el albino para posteriormente tomarlo y lanzarlo hacia fuera del establecimiento, no sin antes vociferar como solo se trataba de piratas reuniéndose para obtener poder y gloría, algo que ciertamente no era extraño entre aquellos que ansiaban navegar a lo más lejano del Grand Line o que incluso aspiraban alguna vez cruzar al nuevo mundo. Tales palabras en cierto modo, sino en todos, explicaban completamente la paz y la gran concentración de individuos en la isla, aunque ciertamente aquella enorme cantidad era inconcebible y jamas escuchada, debía haber alguien de gran importancia o de gran renombre presente allí como para que tantos fuesen a prestar sus servicios. Más no había más información para Henry, quien tras haber sido enviado hacia la nieve, logro percatarse de como Eden giraba en la esquina, por lo que levantándose con rapidez le seguiría. Hacerlo solo implicaría lo inevitable, verse involucrado en una situación que claramente no comprendía, motivado por un sentido del deber que probablemente no necesitaba tener hacia un individuo que si bien conocía, no poseía una relación especial o significativa con el mismo. Obvio era, que tuvieron un instante en el pasado donde intercambiaron información y se nutrieron mutuamente, más en la actualidad, tras un año de vida, ambos habían crecido y el mundo era distinto, mucho más amplio y complejo, el juego de niños había terminado y el hecho de encontrarse allí no implicaba que pudieran retomar su relación pasada, en cambio, podía significar completamente lo opuesto, aunque estos no eran deseos del Albino.

Ciertamente era incomodo tener que andar tropezando con la nieve a todo momento, correr en esa situación era prácticamente lo opuesto a ideal, sin embargo, si fuese para una clase de entrenamiento o preparación aquel escenario sería más que perfecto para desarrollar habilidades especiales, no solo para la esgrima sino para cualquier arte de combate. Era gracioso como cualquier cosa podía transformarse en algo util y a la vez ser lo peor que le había sucedido hasta aquel instante al albino. En ese mismo tenor, andar detrás de Silverman como un perro faldero o como un acosador no le iba a funcionar, así como dejar a la chica marcharse sin más tampoco parecía hacerle gracia al otro albino, de modo que Henry opto por eliminar el punto intermedio y aumento su velocidad, a lo que podría llamarse su velocidad "real" significando que ahora si deseaba toparse con el Samurái y posarse a su lado para hablarle además de realmente asistirle en su tarea de alcanzar a la fémina frente al dúo. El primer paso en realizar tal acción era proyectar su presencia en el lugar así que habló con una voz que pudiera atravesar la distancia que le separaba de Eden pero no tan fuerte como para expandirse a los alrededores de manera innecesaria. -Silverman!- vociferó mientras continuaba aumentando su velocidad, no le suponía un problema hacer eso pues estaba acostumbrado a acrecentar su paso constantemente no solo en batalla sino también en el diario quehacer, habiendo pronunciado el nombre de su aliado continuó el monologo para que no hubiese dudas de su identidad. -Pareces distinto al año pasado- comentó transformando la interacción en algo mucho más casual para luego presentar una de sus razones para seguirlo. -Debemos hablar, Eden- Confesó al final, estando a penas a unos pasos de alcanzarle y posarse a su lado.

La energía le estaba siguiendo todavía, era rápida, casi tanto como Eden, eso ya le hacía suponer que en caso de una batalla no sería tan sencillo huir de la misma, no es que fuese cobarde, pero como su maestro Oku aseguraba, la mejor pelea era aquella que no luchabas. La nieve complicaba un poco sus pasos aunque gracias a su entrenamiento en Shimotsuki -en fango- estaba acostumbrado a eludir ambientes de ese tipo, era ahí cuando se notaba que aquella isla preparaba a un samurái para todo momento y situación, de ese modo poco a poco iba sacando ventaja, quizás si mantenía ese ritmo podría dejarle atrás en breve, pero ahora estaba el otro problema, la mujer estaba cada vez más cerca, si el extraño de atrás era un hostil necesitaba neutralizarlo antes de hablar con esa mujer, después de todo no podía arriesgar la vida de una civil.

Al escuchar su nombre abrió un poco los ojos y saltó con una pirueta en el aire para caer de frente al otro que estaba siguiéndole, desenvainó una de sus katanas y la apuntó al frente amenazante, eso al menos hasta que pudo reconocer al otro -¿Eres Henry?, ha pasado un tiempo- envainó la misma con mayor tranquilidad y se giró mirando sobre su hombro a la nada aparentemente, pero gracias a su percepción podía notar que igualmente la mujer iba disminuyendo su ritmo, seguramente estaba cansada. -La verdad no esperaba encontrarte aquí, pensaba que estabas buscando la otra espada en los Blues- retornó la mirada al contrario y se cruzó de brazos, todavía recordaba bastante bien las palabras del mismo, ¿habría cambiado de opinión y ahora estaba allí para reclamar la espada que portaba Eden?, pues en ese caso tendría que decepcionarlo pues como dijo en Spider Miles…no se la podía entregar antes de cumplir una promesa.

-Pues claro, el cambio es normal, han pasado dos años, o algo así, ¿no?- mostró una tenue sonrisa confiada, no tanto por pensar que podía con Sinclair sino por el hecho que ahora a diferencia de ese momento estaba más abierto a aceptar a la gente, quería creer que no todos eran malos y que se podía tener buenas intenciones, igualmente ahora era menos ingenuo y era más fuerte, nunca pensó llegar a ser tan poderoso pero a veces la vida daba sorpresas. -No sé si es el mejor momento para hablar- apuntó rascando su cabellera para retirar de nueva cuenta los copos de nieve indistinguibles que se iban estancando en la misma -Estoy a mitad de algo y además, ¿no has notado algo extraño en esta isla?, hay muchos piratas al parecer, incluyéndote si es que se te puede considerar así- no tenía miedo de hacer aquella referencia, para Silverman el espadachín no podía ser un criminal solamente por su pasado, empero, no estaba seguro si había continuado un camino de rectitud, la experiencia le decía que un pirata catalogado como tal solo tenía la opción de seguir dicho camino, aunque eso no necesariamente le convertía en alguien malvado.

Obviando la primera reacción de Eden, el cual inicialmente apunto con el filo de su espada al otro peliblanco, y obviando completamente el como a pesar de hacer su mejor esfuerzo, Henry continuaba quedando detrás en términos de avance frente a la chica y al mismo Silverman, obviando de igual modo el como la conversación que tuvo el par de albinos se concluyo en una clara referencia a como no era el momento más acertado para hablar, obviando todo lo anterior entonces seriamos capaces de centrarnos en los eventos posteriores y desglosar más detalladamente lo sucedido. Un comentario del Samurái con relación a la gran concentración de piratas en la isla hizo eco dentro de la mente del escucha el cual simplemente asintió y presentó una sonrisa a modo de respuesta para posteriormente articular unas palabras. -Aún soy llamado de ese modo- dijo sabiendo que el contexto sería sobreentendido, hablaba de como a pesar de no parecer uno, este era un pirata y de ese modo lo consideraba el mundo. De manera casi inmediata volvió a alzar la voz para realizar otro comunicado. -Podemos hablar en otro momento, pero pronto- su tono era ligeramente demandante considerando que se trataba de una información que consideraba de vital importancia para el otro sujeto, en especial por el motivo de que aun cargaba con aquella espada en su cintura. Otra cosa que notaba mientras hablaba era como la fémina comenzaba a disminuir el paso, era posible que se encontrara cansada, un leve movimiento de su cabeza en dirección a la misma con la intención de informar a Eden de la situación fue suficiente como para que el mismo centrara su atención en lo que la joven hacia, pronto hablaría de nuevo.

-Y, ¿seguirla es lo que haces? O ¿existe algún otro motivo por el cual estas aquí?- Era una interrogante valida más eso no implicaba que debía ser realizada, aún así Henry la pronunció y espero por la respuesta de su conocido al tiempo que empezaba a caminar lentamente en dirección a la chica, si tenían que seguirla era mejor no gastar más tiempo conversando y empezar a moverse hacía la misma, aun si mientras lo hicieran intercambiaran palabras. Habiendo colocado el tema que le mantenía curioso sobre la mesa, lo único que faltaba por hacer era traer el tema que le había llevado a seguir al cazador, más ambos acordaron hacerlo más tarde de modo que no tenía más de donde seguir, al menos no momentáneamente lo que significaba que se encontraba a la merced de los temas o acciones que propusiera Silverman, a todo esto una rápida mirada a su siniestra le revelo que su acompañante se encontraba silente, la espada había optado por dormir, tal vez era la compañía de otro espadachín o tal vez era la nieve o algún otro elemento del escenario que le rodeaba, más podía físicamente sentir la calma y la libertad, como si un peso se hubiese elevado de su corazón y ya no estuviese más, era extraño en especial por los conocimientos adquiridos por el albino en los últimos meses, aquella rápida mirada pronto se deslizo hacía la espada de Eden y posteriormente retorno a la suya, la duda invadía su cabeza ¿Acaso su arma estaba susurrando ahora? Le era difícil por no decir actualmente imposible discernir si el metal estaba "hablando" en especial aquel tipo de metal que era superior al ordinario. Un prolongado suspiro le saco de aquel ensimismamiento y le permitió retornar a esa tranquila caminata (al menos de su parte) para alcanzar a la mujer que tenían enfrente y que habían estado persiguiendo desde hace un rato atrás.

-No has cambiado nada- una tenue sonrisa se formuló en su rostro y avanzó cuando Henry le indicó que la chica estaba disminuyendo la carrera, igualmente pudo sentirlo y por ende avanzó con mayor tranquilidad. Sinclair siempre parecía estar acelerado, en busca de algo como un perro que furiosamente desea arrancar carne de un buey, podía entenderlo, de hecho, hasta le recordaba a Natsumi en ese sentido, ella era igual, algo imprudente incluso, pero a final de cuentas divertida, ese sujeto tenía su gracia también, alguna vez Oku le había dicho que todos podían ser graciosos si se comportaban de una manera original, al parecer estaba en lo correcto.

La mujer al ver que aquellos dos hombres se estaban acercando anduvo de nuevo, pero cada vez se adentraba más en la nieve y esto le hacía ir más y más lento hasta básicamente avanzar como un caracol atorado en la tierra seca. Eden simplemente se giró rumbo al otro sujeto que portaba espadas y argumentó -Vine buscando otra cosa, pero al parecer se ha montado algo raro en la isla y he decidido quedarme a ver qué pasa, soy algo curioso- en parte era cierto, aunque igualmente se estaba reservando la información del tesoro, Henry no le parecía una mala persona, de hecho incluso si debía considerarlo un pirata le caía mejor que varios cazadores o incluso que algunos miembros del gobierno o de la marina, no obstante, eso no significaba que confiase en el como si fueran viejos conocidos, buscar un tesoro podía desatar los más viles deseos de la mente humana, la codicia estaba siempre presente y Silverman lo tenía claro, a veces era mejor no entrometer asuntos de dinero con los allegados.

-¡Oye chica, calma, no te haremos nada, solo queremos hablar!- elevó la voz aunque la mujer pareció no hacer mucho caso, eso al menos hasta que la misma se hundió completamente en la nieve y empezó a pedir ayuda, al parecer iba a ser labor de los dos albinos sacarla de aquel problemilla. -Yo me encargo- aseguró el samurái acercándose con cuidado al agujero en la nieve, al parecer la mujer había tropezado con un declive, así que Eden simplemente le acercó una de sus katanas enfundadas para que ella se sujetase y al hacerlo la elevó sin ningún problema sacándola de aquel sitio para colocarla al lado de los dos hombres. -Ya está, ahora, ¿quién eres?- Eden tomó asiento y se cruzó de brazos esperando una explicación, la mujer dudó por unos instantes ladeando sus ojos de forma constante, casi como buscando un hueco por donde escapar, aunque al final terminó por confesarlo todo e implorarles ayuda para dar con el paradero de su padre.

La situación se notaba un poco complicada, Drumm no era precisamente un lugar lleno de vida, era más bien un yermo congelado que, salvo algunas estancias, era tan mortífero como cualquier bestia salvaje. Pese a lo anterior, dejarla a su suerte sería peor, si no le ayudaban estaba seguro que ella comenzaría de nuevo a buscar apoyo y probablemente en esa ocasión no estaría allí para defenderla de posibles abusos, una pequeña vocecilla le aconsejaba que la dejase a su suerte, no ganaría mucho ubicando al viejo, empero, ya estaba acostumbrado a esos pensamientos malvados y ahora mismo muy poca mella le hacían.  -Descuida, buscaré a tu padre, si lo encuentro te avisaré, pero debes volver a casa y mantenerte segura, ¿vale?- le pidió.

Los comentarios y revelaciones de Eden le sentaban bien a Henry, al menos de forma mental pues eran una evidencia de que aquel hombre era mucho más maduro y tenia mucho más mundo que el propio peliblanco. No se trataba de un asunto de edades o habilidades o nada similar, se trataba del modo en el cual percibían el mundo y la vida misma. Entre los dos espadachines existía cierto desdén por la violencia innecesaria y por lo "malo" en general, más sin embargo, ninguno de ellos temía ensuciarse para conseguir lo que buscaban o para defender algo que consideraban preciado, era posible que ese fuera un elemento esencial en la razón por la cual aquel metal que les acompañaba se tornaba tan especial en su presencia, otra mirada a su propia siniestra y el silencio continuaba, le parecía extraño pues habían transcurrido horas sin que el filo despertara e hiciera de las suyas, no entendía la razón y su bloqueo para percibir si la contraria hablaba era a falta de una mejor expresión, desesperante. Pero tales cosas eran fácilmente sustituibles con una buena interacción entre dos o más personas, en este caso, escuchar a Eden hablar sobre sus motivos para encontrarse en aquella isla le permitía olvidar ciertos aspectos y enfocarse simplemente en aquello que se encontraba a su alcance. Según las palabras de Silverman, y con ligeras o tal vez incluso bien marcadas y notables distinciones, el par había llegado a la isla con una idea e intención preparada más una vez allí, habían cambiado de parecer y encontrado otro asunto que demandaba su atención y cosquilleaba su curiosidad.

A pesar de la evidente libertad con la cual conversaban, algo que era perceptible en el tono de voz y en la forma en la cual se dirigían al otro, algo le decía a Sinclair que no estaba recibiendo toda la verdad, sin embargo, no pretendía presionar a su conocido ni tomar atribuciones que no le correspondían. Esto se vio reflejado casi de inmediato cuando el cazador empezó a dirigirse a la mujer, afirmando que no se le haría daño y que las únicas intenciones que poseían eran las de hablar, el tono era cálido y pretendía sonar confiable y sincero, dos cosas que ciertamente era sin lugar a dudas, más considerando que se trataba de un completo extraño, de dos completos extraños para ser más especifico desde los ojos de la chica, ningún tono sería el correcto para llamar a su atención y evitar que continuara intentando huir. La joven no parecía querer parar y aún así, no tuvo otra opción debido a que de un momento a otro desapareció entre la nieve y comenzó a pedir ayuda, una prueba de su voluntad de vivir, incluso temerosa de aquellos dos, sus ansias de continuar respirando eran tales que se atrevía incluso a implorar por asistencia a aquellos de los cuales pensaba escapar segundos antes, tal realidad hizo que Henry esbozara una sonrisa, era realmente una niña en un cuerpo mucho más adulto de lo que eran sus acciones.

Silverman se ofreció a ser quien lidiara con la fémina, no solo para sacarla del aprieto sino también para entablar la conversación con la misma, de modo que Sinclair se mantuvo al margen, optando por sentarse en lo que parecía una roca cubierta por nieve, no pretendía desperdiciar el cómodo cojín helado formado por la naturaleza pero a la vez, no deseaba ser congelado mientras aguardaba de modo que se sentó "sobre" su propia gabardina, significando que no tenía contacto tan directo con la nieve reduciendo las molestias. Mientras se encontraba allí, prestaba atención a la interacción del cazador con la joven, inicialmente a pesar de haberla salvado y de en cierto modo haber tenido que ganarse su confianza con el acto desinteresado de rescatarla, la chica no parecía pensar en otra cosa que no fuera escapar, sus orbes viajaban por todo el lugar buscando salidas, puntos a reforzar, puntos a explotar, etc. Analizar la situación de una manera sumamente lógica era un modo de lidiar con lo desconocido y aun más, un modo de sentirse segura nuevamente. El oji-azul lo noto sin hacer comentario alguno, dejando que la mujer se aclimatara a la presencia del dúo para que pudiese comenzar a confiar en ellos y eventualmente abrirse sobre los problemas que le agobiaban, la misma con el paso de los momentos reveló que su conflicto era la desaparición de su padre, a lo que el dúo reacciono a su propio modo, para Henry que nunca había conocido a su padre y que tenía poco sino nulo interés en conocerle, más a la vez, deseaba tener toda la información acerca del mismo siempre y cuando esta le pudiese revelar la verdad sobre su pasado y sobre el pasado de su madre, para este albino que se encontraba en esa dualidad de sentires sobre su progenitor, la reacción fue poco visible externamente pero profundamente marcada en su interior, todo el mundo debería tener la oportunidad de tener a la gente que ha afectado en su vida cerca, de modo que puedan entender su propia existencia y su razón de ser.

La reacción de Eden fue distinta, este pronuncio unas palabras tras unos instantes de cavilación, donde afirmo que buscaría al sujeto y de paso le exigía a la mujer que se fuese a casa, esta se encontraba negada en toda su razón de dejar que dos extraños comandaran la búsqueda. quien sabe que sucedería en el camino o si lo encontraban con vida y luego le asesinaban solo por diversión, así otros miles de escenarios llenaron la mente de la joven provocando que su rostro se mostrara alterado, si bien las intenciones del par de Albinos era buena en esencia, no había razón real para creer en los mismos, dado que en primer lugar no se habían acercado juntos a la chica, no parecían haber andado juntos, quizás eran conocidos eso era obvio pero no era como si estuviesen trabajando en conjunto, fuera de todos estos detalles, eran totales extraños y lo que pedía era algo sumamente personal, el rescate de su padre. Sinclair decidió acercarse a la escena e intentar calmarla, lo primero que hizo tras colocarse a una prudente distancia fue sentarse sobre la fría nieve mientras su espada yacía pacifica a su diestra. -¿Cual es tu nombre? Inquirió el muchacho mientras continuaba su monologo. -El mio es Henry- afirmó mientras centraba su mirada en la fémina. -¿Y tu padre? ¿Cual es su nombre?- A estas alturas la mujer parecía sorprendida por la clase de interrogantes que eran pronunciadas por el oji-azul, más este pretendía obtener información que fuera de utilidad a la vez que pretendía calmar a la mujer realizando preguntas sencillas y desviando de al menos una de las problemáticas. -Donde lo vieron por ultima vez?- En este punto el pirata no lograba idear mas preguntas así que volvió su rostro hacia Silverman para que continuara indagando mas la chica empezo a hablar y estos dos a escuchar. -Marella, mi nombre es Marella. Mi padre es Allende, el es Minero saben? Luego de salir del Bar de la ciudad, nadie logró verlo o al menos no me dicen nada. Nadie me ayuda y ya han pasado dos días- En este punto la chica comenzó a llorar nuevamente, ciertamente estaba afectada por el suceso y dependía de Eden y Henry resolver aquel dilema. La mirada del pirata se centro nuevamente en el otro espadachín a espera de que realizara una pregunta o algún comentario previo a la partida para iniciar la búsqueda.

En un momento de la conversación Henry se unió preguntando algunas cosas básicas que eran necesarias para la búsqueda de aquel hombre. La mujer admitió que su padre ya llevaba dos días extraviado y eso preocupó más al albino quién cerró sus ojos y restregó los mismos con signo de problema, no le gustaba admitirlo, pero eso en una isla como Drumm era casi una señal inequívoca de que estaba ya muerto o en el mejor de los casos bastante adentrado en la isla como para pensar que sería sencillo encontrarle. Aunque muchos tachaban a Eden como un cazador, la verdad es que sus habilidades de rastreo no estaban tan desarrolladas, generalmente capturaba a la gente porque se topaba frontalmente con los mismos o bien, porque en determinados casos eran los propios criminales los que daban con él pensando que se trataba de un idiota que se podía asesinar sin mayor problema.

-Entiendo, igualmente no te preocupes, lo encontraremos- era arriesgado asegurar aquello, la realidad es que las probabilidades no estaban de su parte ni tampoco de parte de Sinclair, aunque quizás él tuviese más experiencia buscando cosas, después de todo si mal no recordaba en su encuentro en Spider Miles este había mencionado que buscaba algunas cosas de su pasado, para encontrarlas necesitaría haber desarrollado alguna capacidad de rastreo especial, eso esperaba. -Pero, sigo diciendo que solamente lo haré si te vas a casa- eso para el samurái no estaba a discusión, no era su intención poner en riesgo la vida de una civil y por otra parte, también era una forma de asegurarse que no tendrían retrasos, pues permitir que la chica les acompañase sería de alguna forma cargar con un peso que poco o nada les iba a retribuir en un momento dado si las cosas se ponían color de hormiga.

Así, se colocó en pie limpiando sus ropajes y dirigió su mirada a todos lados, pretendía ver que nadie les estuviese viendo, aunque también se estaba preguntando cual ruta sería la más idónea para comenzar, según tenía entendido en el interior de la isla existían algunas cabañas, probablemente si su padre no era imbécil se ocultó en alguna de ellas, con algo de suerte ningún criminal se topó con este y estaba simplemente esperando ser rescatado. -Ahora vete, nos encargamos a partir de aquí- para algunos, Silverman podía llegar a ser algo agresivo o hasta descortés en esa clase de situaciones, a él no le parecía así ya que solamente estaba velando por la seguridad de una persona indefensa, era preferible ser un poco grosero que cargar con la muerte de un inocente, eso lo aprendió hace unos años.

Una vez que la chica -no del todo convencida de irse- se retiró, se acercó a su compañero y negó suavemente -La verdad no creo que siga vivo- dijo sinceramente cuidando que aquella que se estaba retirando no le alcanzase a oír -Empero, ya le dije que lo buscaría, así que eso haré, no tienes por qué buscarlo si no quieres- obligar al otro a ayudarle era algo que no se podía permitir por sus principios, como todo samurái estaba consciente que la ayuda solamente podía ser otorgada de manera voluntaria.

La situación empezo a desarrollarse nuevamente tras las palabras de Henry, inicialmente con las respuestas de Marella y posteriormente con las reacciones y palabras de Eden, este ultimo consiguio convencer a la chica de marcharse a su morada de modo que no tuviesen retrasos en su avance, aunque llegado el punto en el cual los Albinos se encontraban solos, Silverman hizo un comentario que claramente todos ya habían sopesado, el hombre difícilmente continuara con vida. Posterior a esto, afirmo que iría en búsqueda del mismo, así fuese simplemente para hallar su cuerpo y traer algo de paz a la chica, y a la vez, decía que no había necesidad de acompañarle, a lo que Sinclair simplemente sonrió antes de hablar al respecto. -La figura paterna siempre me ha parecido un misterio, me interesa encontrar a este hombre y me gustaría hallarlo con vida. Conocer a un "Padre" sera toda una experiencia- Por alguna razón hablar con el Cazador era sencillo, quizás porque compartían algunas cosas o tal vez por de cierto modo provenir desde un origen similar, la verdad no podría explicarse el motivo más tampoco reparaba en ello, simplemente disfrutaría ese sentimiento de libertad.  Poco después de decir esto, se levanto del suelo y limpio sus ropas, así como también su cabello que se encontraba casi completamente cargado de nieve, un suspiro se libró de su cuerpo y luego una sonrisa se dibujo en sus labios. -Es mejor apurarnos, ¿Que tal si visitamos el bar como punto de partida?- Era una sugerencia dirigida a la búsqueda de información, si bien no pudieran encontrar a nadie dispuesto a hablar, estando en aquel lugar podrían ver los alrededores e intentar discernir la dirección tomada por un viejo sobrio o borracho, según fuere.

Tras la sugerencia y estando finalmente de pie, y limpio momentáneamente de toda la nieve, Henry empezó a dar unos pasos, pero los realizaba de forma lenta pues aun no escuchaba la respuesta de su compañero, lo cual le recordó nuevamente el motivo por el cual se encontraba allí y lo pronunció por tercera o quizás incluso cuarta vez. -Ademas, como te dije. Necesitamos hablar- Su tono se tornaba serio al decir esto, era claro y evidente que lo que deseaba comunicar le parecía sumamente importante y relevante, aspiraba a tener un momento en el cual pudiesen hablar tranquilamente aunque considerando que recorrerían la isla en tal búsqueda, bien podría usar aquel tiempo para relatar la situación y sus descubrimientos, así como escuchar las versiones del cazador. En la mente de Sinclair, el silencio de su espada era un indicador de que algo inmenso se avecinaba y temía en la misma medida por Eden, pues si lo que había aprendido era cierto, entonces Silverman se encontraba en peligro y era posible que ni siquiera se percatara de ello.

Eden no comprendía demasiado la curiosidad que tenía Henry sobre el padre, es decir, llegaba a comprender que por su historia -al menos la conocida. Podía serle algo problemático, sin embargo, le era difícil entender al cien por ciento cuales eran sus objetivos en sumarse a dicha búsqueda, era obvio que Sinclair no lo estaba haciendo por buena fe sino por ese “interés” ajeno, aunque a final de cuentas daba lo mismo, la ayuda era bien recibida. -Supongo que no tenemos más opción, la isla es demasiado grande para ir de una zona a otra- pensó un momento que quizás en su forma completa y junto al poder de percibir las energías podría hacerlo volando en unas horas, no obstante, en realidad eso era imposible pues para hacerlo necesitaría conocer la energía de aquel que buscaba de una forma exacta, algo que era hasta el momento imposible para él, probablemente a futuro pudiese, pero ahora no.

Avanzó junto al otro y este hizo referencia a que necesitaban hablar una nueva ocasión, ¿acaso estaba sucediendo algo grave?, no recordaba que Henry tuviese tanta prisa por hablar con él, estaba interesado en encontrar cosas de su pasado, pero Eden ya no sabía mucho del tema, aunque ahora que lo pensaba podía darle nueva información referente a lo ocurrido en Shimotsuki, era un tema que no le agradaba demasiado, pero el tiempo le hizo entender que a final de cuentas nunca habría podido eludir aquel destino, como alguna vez el propio Oku le comentó, a veces las cosas pasan simplemente por mala fortuna o una serie de factores incontrolables, pensar que de haber hecho algo distinto el resultado sería diferente era como desear que tras plantar un durazno emergiese una uva…el pasado ya no se podía modificar y no valía la pena detenerse a mirarlo demasiado para culparse.

Se adelantó tras percatarse que estaba demasiado alejado de aquel sujeto, una vez que se colocó a su par se dirigió al bar, no estaba demasiado lejos según recordaba, empero, necesitaban tener cuidado, aquel bar se notaba -incluso desde antes- que no era un buen sito para tomar una copa tranquilamente y con tantos piratas rondando en la isla era casi seguro que se toparían con barbajanes buscando problemas y quizás incluso causantes de ciertas desgracias. Por otro lado, ahora que tenía un momento para meditar se preguntaba donde habrían acabado todos aquellos que fue conociendo durante sus aventuras, desde ese sujeto llamado Dante hasta aquel monstruo llamado Ras, ¿acaso estarían también avanzando?, eran cosas que le gustaría averiguar en algún momento.

El camino se hizo un poco más extenso de lo esperado, salvo toparse ocasionalmente con algún lobo que apenas verles se alejaba, la verdad es que la ruta carecía de cualquier cosa llamativa, así que prefirió hablar para conocer un poco más el recorrido del otro espadachín, a final de cuentas le caía bien -Dime Henry, ¿qué ha sido de ti?, para ser honesto pensaba que seguirías en los Blues buscando información del pasado, la última vez parecías demasiado interesado en eso- buscó entre sus ropajes una cajetilla de cigarros y la sacó, no estaba seguro si podría encender alguno debido al clima pero nada perdía con intentarlo -Aunque claro, de eso ya hace tiempo, nunca creí volverte a ver aquí, en la Grand Line- se colocó un cigarro en la boca y se preparó para encenderlo.

Por extraño que pareciera, la caminata hacía el bar fue realizada relativamente en silencio, era posible que ambos estuvieran sumidos en sus pensamientos o que simplemente indirectamente hubiesen decidido que no era el mejor momento para conversar de temas pesados, lo cierto era que Henry poseía cierta prisa en comunicarle las cosas a Eden porque se sentía ligeramente responsable, en gran parte por no haber explicado mejor la ultima vez que se habían visto, el como su "espada" le hablaba pues al parecer se trataba de algo más profundo. Si bien era cierto que aun no conocía todo el asunto o toda la verdad, ahora poseía una mayor claridad sobre la historia y el "poder" de aquel trió de espadas, por lo que considerando como aquel cazador poseía una de las mismas, deseaba comunicarle sus descubrimientos e indagar más a fondo los efectos que pudiera haber tenido o pudiera estar teniendo ese filo en la cotidianidad de aquel Albino.

Sinclair continuaba pensando en como abordar el tema y como llevarle la noticia a su compañero cuando escucho la voz de este y se propuso responder de modo que la conversación pudiera continuar fluyendo y quizás entonces pudiese presentar el comentario y partir de allí. Fue una pregunta simple, seguida de un par de comentarios que hicieron al pirata sonreír, eran reales aquellas suposiciones, en términos normales y bajo situaciones convencionales, el albino continuaría en los blues buscando a ciegas más había descubierto que su objetivo, ambos objetivos, se encontraban en la grand line, tanto su pesadilla como su salvación, y de paso, el elemento extra, aquel tercer espadachín también yacía en aquellas aguas por lo que no había razón para continuar vagando por los mares menores, era tiempo de "retornar a casa" para el ex presidiario y eventualmente lo haría, cuando la corriente lo llevase hasta allí, aunque no tenía prisa pero a la vez, ya no temía su retorno. Detrás de aquella sonrisa inicial y sin reparar en todas las ideas, pensamientos y demás que cruzaron por su mente, henry respondió de inmediato a las palabras de Silverman. -He indagado más sobre el secreto de los metales que cargamos, de eso debo hablarte- Afirmó al tiempo que se percató que en cierto modo había forzado el tema por lo cual se desvió a algo un tanto más personal y referido a los comentarios de su compañero. -Por otro lado, escuche que lo que busco se encuentra en el Grand Line, todo lo que busco. No había razón para permanecer allí- Mientras decía esto, recordaba que la ultima vez Eden afirmaba no poder retornar la espada a causa de una promesa por lo cual habló por tercera vez con rapidez para informarle que no pretendía reclamar el arma, ni ahora ni nunca. -No he venido a reclamarla, he venido a advertirte sobre algo- El chico pretendía continuar más el dúo ya se encontraba cercano al bar y al parecer una pelea se desataba frente al mismo, un par de sujetos se golpeaban entre si mientras otros parecían estar apostando a uno o a otra con tal de hacer algo de plata.

El evento a las afueras del establecimiento no necesariamente debía alterar los planes del par, podría incluso facilitar su paso por el lugar, adentrándose al lugar y hablando con los más "cuerdos" en vez de centrarse en los perdidos bajo litros y litros de alcohol. La idea no era mala, y recien se le ocurría al muchacho por lo cual en vez de continuar su verbo sobre la advertencia se desvió a esta sugerencia para escuchar lo que pensaba su aliado. -¿Te parece si intentamos ingresar al bar, y ver si hay algún sobrio o cuerdo que pueda darnos información? ¿O posees un mejor método para iniciar nuestra búsqueda?- Mientras realizaba la pregunta, Henry se detuvo a unos metros del establecimiento, considerando que las apuestas y el evento "principal" se encontraba fuera del mismo, de igual modo se encontraba a pocos metros de aquel suceso, sin embargo no parecía molestar a nadie en esa posición y simplemente aguardaba por una reacción de Eden, por su palabra u opinión al respecto. La nieve volvía a acumularse encima de su cuerpo por lo cual habiéndose detenido, aprovecho para deshacerse de la misma de manera calmada.

-Estamos en una situación similar entonces- comentó el chico mirando al frente, era curioso pensar que todos estaban moviéndose a la Grand Line, al parecer las cosas se estaban movilizando a favor de aquella corriente, desde los llamados revolucionarios hasta los Oukas, lo más interesante estaba en el “paraíso”, al menos así lo pensaba él. Era cierto, el Nuevo Mundo se mostraba como un desafío para los más osados, una prueba para los verdaderos monstruos y en toda regla el mar deseado para el crimen, con apenas leyes que los pudiesen regir eran el libertinaje en su máxima expresión, sin embargo, careciendo de la presencia marine o del gobierno así como con pocos Oukas rondando de forma normal, aquellas aguas salvo por los mismos emperadores piratas eran menos vistosas para aquel samurái, era mucho más interesante pensar en encontrase un día con alguien famoso en la Grand Line.

Ahora, dejando lo anterior de lado, para bien o mal un objetivo de Eden estaba en aquel infierno pasando la Red Line, además ya se estaba preocupando, llevaba ya casi toda la corriente recorrida y no existían pruebas de Mat, nadie le reconocía y lo más que sacaba de las personas eran comentarios como “lo conozco, creo que es un piratilla de los Blues, parece que a futuro puede ser peligroso pero de momento es un pobre diablo”, aquello, lejos de causarle enfado le satisfacía pues significaba que lejos de su creencia su hermano no estaba tan perdido, ahora incluso sopesaba la posibilidad que se estuviese escondiendo, tratando de cambiar de vida o algo similar, eso era preferible, empero, mientras no se topase con él para saber exactamente que estaba sucediendo en su vida no estaría conforme, por no mencionar el hecho que necesitaba también resolver el asunto del infierno.

-Jo…siempre que alguien me advierte cosas tengo mala suerte- comentó en un tono claramente cansino, la verdad es que era como una especie de maldición, cuando un sujeto, fuera por buena intención o no, le advertía de un evento o situación, al final acababa pagando los platos rotos de alguien o metiéndose en un problema que no le era propio, Natsumi llamaba a eso “la marca del salvador”, pensaba que Silverman era como un atractor de desastres y que siempre alguien estaba esperando que le ayudase, o bien, depositaba las culpas sobre el mismo para que este las resolviese de la mejor manera que le daba a entender la vida. -Mierda, bueno, ya no queda de otra, ¿qué es?- logró finalmente tras varios intentos encender su cigarrillo y exhalar el humo al viento, ahora su rostro reflejaba la inconformidad, no estaba molesto con Henry, aunque debía admitir que acababa de convertir un día relativamente bueno en algo terrible, ya se estaba ahora esperando que en cualquier momento alguien le disparase, le lanzase una bomba o hasta que hubiese una avalancha masiva que lo enterrase vivo, desde los Blues ya cargaba con ciertos pecados que no eran propios, ¿por qué?, eso mismo le gustaría saber.

Afortunadamente, llegaron a la entrada del bar sin muchos contratiempos salvo alguna ardilla que por razones poco lógicas estaba intentando atacar a Eden, suerte que pudo ahuyentarla con un movimiento de sus manos. -No se me ocurre nada mejor, para ser honesto con lo que me has dicho no tengo muchos ánimos de pensar las cosas, lo mejor será acabar con esto de la forma más rápida posible, preguntemos, alguien debe saber algo- y con ese simple comentario se adelantó ingresando en el bar, apenas abrir las puertas pudo ver todo un jolgorio en el sitio, hombres cantando, bebidas volando de una mano a otra y hasta varias mujeres de una forma indecorosa sin la parte superior de sus ropajes bailando y animando lo que a todas luces era una celebración cien por ciento pirata, eso era de reconocer, los piratas de menos sabían cómo divertirse.