Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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[Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
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[Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
¡Sentirán la furia de mi espada!
La llamada a las armas era realmente habitual en los mares infernales que servían de albergue a monstruos y demonios con apariencias humanas, y aunque era siempre la primera opción ante la mas mínima provocación o desacuerdo entre piratas, no había sido jamás tan necesaria y ansiada como lo resultaba justo ahora, justo hoy. ¿Había alguien entre los allí reunidos que no compartiera la sed de sangre que el denominado Azote de Capone prometía saciar? ¿Acaso todos deseaban quemar Lvneel hasta sus cimientos si el viejo reino se negaba a rendirse? Lo más probable es que no todos los futuros invasores eran sanguinarios piratas o malhumorados revolucionarios, pero, lo que estaba definitivamente claro para todos los involucrados es que el mensaje que darían al mundo era claro y efectivo: Someterse o Morir.
El llamado de Capone había llegado a todas las tabernas, sitios de apuestas y navíos que tuvieran alguna simpatía por los piratas, sin importar cuando desagradables fueran, pero, lo cierto es que, como era usual, los rumores corrían sin que su origen fuera claro, y tan solo el nombre de su líder causaba que serviles u oportunistas, los guerreros del mar se apresuraran a reunirse con otras tripulaciones, incluso dejando a un lado, como especie de tregua, las viejas rencillas por barriles robados o puñaladas a traición. Era un secreto a voces que se expandía como el escorbuto o la lepra en un navío de marinos viejos, y aunque todos estaban más que seguros de hablar en un tono de voz bajo y de no soltar la lengua en lugares muy concurridos, no faltaba la obvia sospecha de que incluso las autoridades se enterarían. —¡Que se entere la marina! ¡Mientras más haya en la isla, más podré matar! -Exclamó algún imbécil que fue vitoreado por unos cuantos y azotado por las miradas amenazantes de otros, pues, aunque era cierto que la mayoría anhelaba una gloria presuntuosa y narrar la historia de cómo mató cincuenta y tantos marines, habían otros que eran más cautos y sabían de la enorme posibilidad de ser destruidos como una ola que se arroja contra la roca imperecedera. —¿No has oído de los Caballeros? Dicen que son muy fuertes... -Mascullaba algún tímido tuerto desde un rincón, y mientras otro le escupía y comenzaba una pequeña disputa, las preguntas de verdadero valor se hacían en la tranquilidad de la propia cavilación, cada uno pensando a su propio modo el cómo lograría salir con vida de esa guerra tan poco preparada.
Mientras la noche transcurría, los navíos con insignias temibles se reunían entre el oleaje y los pequeños islotes que ofrecía una vieja isla hundida. Los conocidos celebraban, recorrían las esloras corriendo y brincaban como monos entre las escalas de gatos mientras se saludaban con las maldiciones y los apodos comunes. Habían novatos por montón y abundaban los que ansiaban hacerse un nombre, pero de las dos figuras centrales no se había visto nada. Austin "Rabbit" Jeep, mano derecha de Capone y capitán del Sebastiel no había dado la cara a la agrupación de piratas y criminales que rodeaban su enorme navío en un arco, pero aún así nadie osaba exigir su presencia. Saldría cuando fuera el momento, eso decían todos. Pero la sorpresa caló hondo en todos los rufianes al notar que el afamado Rabbit se encontraba ya en la cubierta de su navío observando la lejana niebla nocturna como si hubiera visto algo que nadie más podía alcanzar a divisar. Era increíble lo viejo que se veía para tener solamente 39 años, pero habían quienes aseguraban que era un hombre canoso desde niño, y que su apariencia era nada respecto a su experiencia en batalla. Si era cierto o no, nadie se atrevía a preguntar nada, y el capitán Jeep tampoco parecía despegar sus ojos de la niebla.
Vermon Crox conocía únicamente en teoría el significado de la paciencia, y es que cuando se luchaba tantas batallas de guerrilla como las que había enfrentado y dirigido el admirable capitán Crox, era fácil perder la compostura al estar tanto tiempo en la vagancia, oculto bajo la roca de Rubeck esperando unas instrucciones que parecían nunca llegar. Todos conocían muy bien su habitual despliegue de impaciencia y determinación, llegando a cometer infracciones directas a sus ordenes pero obteniendo siempre tan buenos resultados que lejos de castigarle con severidad su insurrección se le otorgaba siempre un poco más de poder y libertad, al fin y al cabo, su iniciativa y desempeño militar eran legendarios, aún para quienes jamás habían visto en persona a un verdadero miembro de la Armada Revolucionaria. En aquella ocasión, Vermon "The Bull" Crox nuevamente zarpaba sin una autorización, y con él, un puñado de partidarios decidía acompañarlo a lo que esperaban fuera una misión de conquista.
—¡Apresúrense Caracolitos! ¡La brisa marina debería secarles el sudor! -Exclamaba con increíble fuerza el barbudo y vigoroso Capitán Crox mientras caminaba a largas zancadas por la cubierta, clavados los ojos en la luna extendía la palma hacia el cielo un par de veces antes de enviar alguna orden a los navegantes, pues si bien eran personas capaces y hábiles, entre la neblina que acompañaba esta olvidada zona del North Blue los más inexpertos podían perderse. Su vestimenta consistía en unos serios pantalones negros con muchos bolsillos y unas botas militares, a nivel de la rodilla que relucían como si recién las hubiera lustrado. Su torso estaba apenas cubierto por una chaqueta abierta que dejaba ver algunas cicatrices y el resultado de una vida de entrenamiento y trabajo duro. —¡Deje de mirarme el abdomen y continué cargando esas cenefas, Señorita Hacke! -Dijo claramente ruborizado el capitán que por simple casualidad había sorprendido a la chiquilla admirando su ejercitado y cicatrizado abdomen, y es que como era de bravío, valiente y determinado, era también tímido con las mujeres, por lo que no podía evitar que el rubor le inundara el rostro y tuviera que darle la espalda a la novata, una que ya valía una buena cantidad de dinero, al menos en los mares bajos como lo eran los Blues. Sin embargo tuvo que volver la vista al escuchar un lejano pero constante ruido, como una lejana algarabía que se perdía entre las leguas marinas y la espesa neblina nocturna.
Pronto una tenue luz se hizo evidente en la lejanía, como un punto de luminiscencia débil que danzaba como una llama agitada por un rencoroso viento, pero esa señal, tan débil y apenas perceptible, fue suficiente para el capitán revolucionario, quien dando un par de largos saltos se encaramó en el mástil y haciendo uso de los cabos se mantuvo en las alturas para obtener una mejor visión. De la nada, sin previo aviso y como una señal que hizo sentir escalofríos a los que habitaban del otro lado del banco de niebla, Crox emitió un mugido, profundo, ensordecedor y tan temible que incluso sus propios hombres sintieron un leve temor, era su señal, una que Austin Jeep reconoció de inmediato, y con un movimiento de su mano, hizo aumentar la llama de las múltiples lámparas que iluminaban su navío, haciéndolo brillar como si estuviera engullido por las llamas del mismo infierno.
Cuando ambos navíos estuvieron juntos, lado a lado, el revolucionario invadió al Sebastiel con un poderoso brinco, quedando directamente junto a su serio y temporal aliado, al cual saludó con un gesto informal antes de arrugar un poco su semblante en una extraña mueca. —¿Siempre hay ese olor a ron y orina siguiendo a los piratas? -Dijo mientras cubría su nariz con el brazo y era observado con frialdad por su silencioso colega.
Ninguno de ellos dijo nada por unos cuantos segundos y de la nada, el barbudo pirata se dio media vuelta y dirigió su vista al montón de pelmazos y delincuentes que rodeaban el lugar en decenas de botes, barcos y navíos de diferentes tamaños. —Celebraremos por esta noche... Partiremos con el alba. -Cerró los ojos por un instante y comenzó a tocar su barba en una cariñosa caricia que duró un par de minutos en los cuales nadie se atrevía a hablar, pero de la nada, y como quien recuerda algo importante, abrió los ojos y dispuso el puño derecho sobre la palma izquierda. —¡El que esté demasiado borracho para levantarse será degollado! -Advirtió para desgracia de muchos antes de retirarse a sus aposentos, seguido del Revolucionario de mayor cargo, quien cuchicheando con uno de sus hombres de confianza, dio la orden de mantener los ojos abiertos, pero divertirse en la medida de lo posible.
¡La justicia prevalecerá!
Violencia, desmedida y exagerada, con matices de crueldad tan palpables que causaban arcadas en los más santos pero encendían una llama de ansiedad e impotencia en quienes tenían la justicia como estandarte y salvaguardaban la vida de pobres y ricos de los desagradables y egoístas objetivos de piratas y rebeldes. ¿Habría algún momento paz verdadera? Habían entre las filas de la justicia quienes ansiaban tranquilidad e igualdad en el mundo, pero muchos otros veían el objetivo real como una erradicación absoluta de un mal pútrido y corrupto que se pavoneaba en el océano bajo la falsa premisa de libertad. Para lograr la paz, habrá que librar algunas guerras, tanto como derramar sangre de unos pocos para salvar a tantos muchos, hoy y en un futuro próximo. El trabajo de la justicia jamás descansaba, y cada día traía nuevos retos que ponían a prueba la dureza de los puños y la nobleza del corazón entregado a un objetivo. La derrota no era una opción.
Habían muchas brechas entre los diferentes cuerpos de la justicia que, aunque sirvieran a objetivos similares y entregaran de igual forma sus vidas a la labor, tenían diferencias abismales tanto en ideología como en métodos para realizar sus misiones, unas menos honorables que otras pero que de igual forma se escudaban en el famoso logo que ondeaba en las banderas del gobierno y la marina: Justicia. Pero cuando las facciones trabajaban en equipo, cuando se prestaba ayuda mutua para un fin común, parecía que un rompecabezas enorme se armaba y la visión de lo imposible se alejaba en el horizonte distante, así como las fuerzas, de todos, se mezclaban en un poderoso escudo con filosas púas, para proteger al débil y herir al agresor. —Van a reunirse. -Fue la simple señal que puso en alerta a toda una armada y que causó un revuelo de proporciones colosales en los distintos fuertes y bases de la marine en los cuatro Blues. No se había tenido casos de una amenaza como aquella en muchísimos años, y aunque habían archivados varios planes de contingencia, no habían pensado utilizarlos y mucho menos actualizarlos a la situación que se presentaba con Capone. "Si no da la cara no atacará en serio" pensaban muchos, demostrando ahora estar realmente equivocados, pero como las mejores cosas de la vida, poco duró aquella desesperación momentánea. En la reunión de la marina, que se suponía secreta, hizo aparición, entre un fallo poco usual de energía eléctrica, una silueta cuya voz reconocieron los de mayor rango y más experiencia en la fuerza, cabe destacar que salvo el misterioso invitado, nadie parecía tener ganas de decir palabra alguna, y enfocaban sus cansados ojos en los diferentes planes, carpetas y documentos mientras el recién llegado comenzaba a tararear una rara canción. —Vamos amigos, no hagan como si no se supieran la tonada~ -Dijo mientras comenzaba a tararear con un poco más de fuerza antes de ser interrumpido por un sonoro manotazo que uno de los más jóvenes de los allí reunidos daba a la mesa, atrayendo la atención de todos. Nuevamente, y en un tono cargado de jocosidad y tranquilidad, habló el misterioso caballero de la puerta, refugiado en la luz intensa tras de sí y la oscuridad que invadía la habitación. —Capitán Ishio-bishio. Si no le gusta mi canción puedo entonar otra... A mi, Nobody-chan, se le conoce por saberse todas las canciones~ -Masculló con fingida preocupación que hizo al joven de castaña cabellera levantarse de su lugar con digno enfado y control sobre su ser para no hacer una escena, y haciendo un saludo militar si dirigió a la entrada para abandonar la habitación, siendo detenido por la mano del misterioso intruso que le puso contra el pecho una carpeta de color negro y que marcaba la insignia del Gobierno Mundial en blanco. —Tómese la vida menos en serio, Capitán. Le espero al amanecer, con sus mejores soldados. -Susurró la voz antes de apartarse y dejar que el marine, quien lucía anonadado tras abrir la carpeta, se alejara a pasos temblorosos de la habitación, pues aquella información, era ciertamente algo para tener miedo.
La tarde pasó con rapidez para los marines, caballeros de la guardia real y cuanto cazador de recompensas acudía al llamado que se hacía con toda la poderosa maquinaria de propaganda que el Gobierno podía ofrecer en aquellos momentos. Poco a poco la isla parecía llenarse de la vida y algarabía cotidiana pero en vez de ser los ciudadanos y comerciantes quienes llenaran las calles abarrotadas de mercancía, ahora eran uniformados, misteriosos y sobrios hombres de armas, puliendo espadas, preparando cañones y morteros y repartiéndose el trabajo mientras las ordenes eran dictadas y obedecidas. Habían grupos bien diferenciados entre todos los que estaban preparándose para la batalla, los marines eran los más abundantes y aparentemente los que tenían la mayor carga física y labor de preparación, mientras que, por otro lado, los extraños sujetos de traje y sombrero se dedicaban a emitir comunicados, recibir y analizar cartas traídas por murciélagos y realizar algunos movimientos que, a ojos de civiles no eran del todo importantes o significativos. Sin embargo y a pesar de que los caballeros presumían las relucientes armaduras del glorioso reino de Lvneel, el grupo que más llamaba la atención era la de unos cuantos hombres de extrañas apariencias, que pulían y afilaban armas tan horribles que parecían ser incapaces de hacer un corte limpio pero desgarrarían con facilidad a un hombre de un solo golpe, por sus vestimentas carentes de símbolos aparecía la marca del crimen, por decirlo de algún modo, y la única explicación a que no fueran arrestados se debía, quizá, a que eran caza-recompensas que llegaban con la intención de hacerse con algún pirata y bañarse en dinero un tiempo.
Entre ellos había uno cuyos atavíos resultaban simplemente escalofriantes para los más cardíacos, y echado sobre el tejado de una pequeña casa de pesca cercana al atiborrado puerto parecía descansar mientras limpiaba unos relucientes cuchillos dentados. Este muchacho, de quien nadie tenía conocimientos ni mucha información, fue abordado con prontitud por una figura severa y pulcra, un marine según se veía en el logotipo de su uniforme, pero la escolta que le acompañaba era suficiente para dejar en claro el hecho de que pertenecía a un rango ciertamente considerable, de lo contrario andaría tan ocupado y sudado como todos los demás que correteaban por la isla en busca de cubrir las debilidades de la misma. —Aikawa ¿Correcto? Ya ha sido registrado apropiadamente y se le ubicará según las necesidades del plan defensivo. Acompáñeme por favor. -Su tono de voz era bastante neutro, y aunque hablaba en una voz relativamente baja, no parecía que nadie tuviera problemas para oírlo por su pronunciación y elegante manera de hablar. No pareció que en el Capitán hubiere ni un ápice de ese desprecio que muchos marines sentían por los caza-recompensas, ni aún oculto, y la forma en que le miró y trató fue como si viera a un igual. El castaño se dio la vuelta y comenzó a andar sin fijarse si el misterioso muchacho le seguía o no, pero con un ademán atrajo la atención de tres de sus cinco guardaespaldas, quienes de inmediato se apresuraron a escuchar lo que tenía que decir. —Cabo Percey, lleve al joven Aikawa y al Teniente Ashworth a las habitaciones de la empalizada 3-22. -Ordenó a un calvo marine que de inmediato se puso firme y comenzó a andar, deteniéndose luego para esperar a los dos sujetos que les había encomendado su superior. El capitán se giró a donde estaba el alto teniente y con una fraternal pero limitada palmada en la espalda fue despedido por el castaño de sobrias maneras. —Gracias por acompañarme en la caminata Teniente. Ya conversaremos mas tarde. -Y con la mirada fija y el entrecejo arrugado en un gesto entre fastidio y preocupación, se enfocó ahora en los dos soldados que aguardaban instrucciones aún. —Cabo Bisher, vaya al puerto y escolte a los hermanos Ichinose. Por favor, que sus apariencias no le apacigüen el buen juicio, ambos son orgullosos oficiales de la marina. Llévelos también a la empalizada 3-22. -Cerró la boca hasta que Bisher se hubo alejado lo suficiente y observó con preocupación al Cabo restante, de apellido Phills, quien comenzaba a sudar por aquella penetrante mirada. El capitán metió la mano en su bolsillo y entregó al joven un Den-Den Mushi de color negro, con anteojos y una corbata negra. —Cerca del muelle y junto a los pescadores habrá un joven de melena verde y traje. Entrégale esto y dile que presione el botón para escuchar la canción. -Al parecer, decir esta rima le desagradó al marine quien se frotó el entrecejo mientras su asustadizo subordinado marchaba hasta perderse entre el tumulto de gente. El capitán Ishio estaba un poco nervioso, pero su determinación y valentía opacaba todo sentimiento contrario a su deber, y reforzaba absolutamente toda debilidad.
Esa noche las puertas de la empalizada 3-22, como llamaban a una vieja fortaleza marine que había sido remodelada, se abrieron para recibir al honorable Capitán Ishio, quien observando a todos los que allí estaban regaló por primera vez en mucho tiempo una honesta sonrisa. Era un grupo curioso aquél, conformado mayormente por marines pero cubiertos sus agujeros y debilidades morales por un Cipher Pol y un caza-recompensas, el más serio del que se tenía registro, o eso se esperaba. Ishio tomó asiento en una silla elegante que le fue traída por un par de regordetes reclutas y con los brazos cruzados pareció meditar un instante mientras miraba al suelo. —Señores. Señorita. Quiero ser franco con ustedes... La situación no pinta muy bien. Los caballeros se limitaron a cubrir solo el palacio y las casas de los nobles y la presencia de la Cipher Pol en los Blues es mínima, aún con las fuertes amenazas revolucionarias... Hemos tenido que utilizar incluso los servicios de justicieros independientes, como el señor Aikawa, para reforzar esta ciudad. -Suspiró, y de pronto una sonrisa apareció en su rostro, y resopló mientras reía en baja voz, como recordando un viejo chiste. —Nosotros seis cubriremos el puerto este de la isla, y contaremos con apoyo de los morteros principales en caso de que avancen a través de nuestra barrera. No hace falta recordarles el honor, prestigio y beneficios económicos que obtendremos si logramos perseverar, así como tampoco aclararles que probablemente la muerte se lleve a alguno de nosotros. -Su sonrisa no se borraba y parecía, por la forma en que sus ojos brillaban, que estaba más determinado que nunca. Se levantó de su asiento y chasqueó los dedos, haciendo que retiraran su silla y le dejaran a solas con el grupo que habitaría, por esa noche, aquellas habitaciones. —Sean amables los unos con los otros, pues mañana solo nos tendremos el uno al otro... Según la Cipher Pol, los malditos atracarán mañana a primera hora. No duerman demasiado profundo. -Y dicho esto, abandonó el recinto, dejando a los cinco elegidos libres para que se conocieran o descansaran.
Instrucciones (Generales)
- Como se ha aclarado ya, a partir de este momento comienza el Arco #1, y por ende los post realizados a partir de ahora contarán como el Presente de cada individuo, dejando cualquier otro tema desplazado a un Pasado de los permitidos. En este arco cabe la posibilidad de ser herido, dañado, robado o asesinado, por lo que el usuario puede elegir salir del evento en cualquier momento aunque no sea recomendable para su beneficio a nivel de Experiencia/Reconocimiento. Click Aquí para mayor información.
- Tendrán a partir de este momento un total de 48 horas para realizar sus respectivas respuestas, de igual manera se tendrá como tiempo máximo permitido las 48 horas. El orden en el que comenten no afectará a la ronda, pero se limitará a una respuesta por ronda de cada usuario.
- Aquél usuario que no responda a una ronda en el tiempo determinado se verá víctima de la situación, pues se tomarán las decisiones en su lugar, y, en caso de estar en combate, recibirá daño no-letal como primer resultado. Una segunda falta de respuesta le pondrá directamente en un de inconsciencia o muerte. Ciertas excepciones aplican según el caso.
- Es completamente opcional el responder e interactuar con los NPCs de la historia, pero recuerden que este es un foro de rol interpretativo, y por ende se tomará en cuanta la calidad de su narrativa tanto o igual que la calidad interpretativa. Los NPCs tienen también personalidad y pueden aportar beneficios en el rol a nivel interpretativo/Narración.
- Se recomienda limitar el uso del Spoiler. Las dudas que no puedan ser aclaradas por un administrador/moderador en el chat pueden ser expuestas en Spoiler al final de su post y el narrador encargado la responderá a la brevedad posible. Se recuerda también que el Spoiler es una buena forma de describir con mayor tecnicismo las técnicas o habilidades utilizadas en la respuesta.
- En el caso de que la ronda se complete antes de las 48 horas pausadas, podría ser que el narrador continúe sin esperar que transcurran las horas restantes. En base a eso, se recuerda que la ronda terminará el día Lunes 30/01/2017 a esta misma hora. Sin prórrogas.
Venganza (Ofensiva)
- Al inicio de tu respuesta debes poner la palabra Venganza. Rojo, tamaño 18 y fuente Courier New, así me facilitarás el identificar con rapidez a que bando pertenece cada cual.
- ¿Como empezar si soy Pirata? ¡Muy fácil! Deberás narrar el cómo te enteraste de la reunión y de donde vienes (Tu último tema presente), además, podrás interactuar con diferentes NPCs o usuarios que sean de tu mismo bando en un principio. Luego de que llegue el navío revolucionario, puedes ir a echarle un vistazo o dedicarte a tus asuntos.
- ¿Como empezar si soy Revolucionario? ¡Muy fácil! Deberás narrar el cómo llegaste a Rubeck y tomaste la difícil decisión de apoyar la impulsividad del Capitán Crox, además, podrás interactuar con diferentes NPCs o usuarios que sean de tu mismo bando en un principio. Luego de que llegues al punto de reunión, puedes ir a echarle un vistazo a la fiesta o dedicarte a tus asuntos.
- Tengan siempre consciencia que sus acciones serán tomadas en cuenta (Aún las pequeñas) para las narraciones posteriores, por lo que si quieres apuñalar hasta la muerte a un pirata cuyo ojo de vidrio te molesta, tal vez debas considerar que puede tener amigos peligrosos.
Justicia (Defensiva)
- Al inicio de tu respuesta debes poner la palabra Justicia. Azul, tamaño 18 y fuente Courier New, así me facilitarás el identificar con rapidez a que bando pertenece cada cual.
- ¿Como empezar si soy Marine? ¡Muy fácil! Deberás narrar el cómo se te ordenó asistir a Lvneel y de donde vienes (Tu último tema presente), además, podrás interactuar con diferentes NPCs o usuarios que sean de tu mismo bando en un principio. Luego de que seas escoltado a la empalizada y llegues a la alcoba podrás interactuar con el grupo o dedicarte a tus asuntos.
- ¿Como empezar si soy CP o Cazador? ¡Muy fácil! Deberás narrar el cómo se te ordenó/aconsejó asistir a Lvneel y de donde vienes (Tu último tema presente), además, podrás interactuar con diferentes NPCs que sean de tu mismo bando en un principio. Luego de que seas escoltado a la empalizada y llegues a la alcoba podrás interactuar con el grupo o dedicarte a tus asuntos.
- Tengan siempre consciencia que sus acciones serán tomadas en cuenta (Aún las pequeñas) para las narraciones posteriores, por lo que si quieres desobedecer las órdenes del capitán al que fuiste asignado porque simplemente te molesta su cabellera, piensa en el hecho de que podría mandarte a encerrar o te degrade, si eres de la Marina.
- Mención especial: Kuma, al ser el único CP recibes la llamada directa de "Nobody-Chan" el líder del Cp en los Blues. Al contestar la llamada él responderá con "Sale la espuma, es noche de bruma~ Y el que siempre resta y suma es mi amigo, kurikukuma." De ahí en adelante el dialogo es libre recordando que se referirá a ti siempre bajo el mote de Kurikukuma-chan. Además, parece que siempre canta o habla en rima.
- Mención especial: Aikawa, al ser el único cazador, el capitán ha tomado interés en ti por verte menos sádico y ansioso que el resto. Sin embargo puedes elegir desobedecer su orden y largarte de la empalizada durante la noche, al fin y al cabo, no puede degradarte pues no trabajas para la marina.
© Tablilla Realizada por Yosuka Akane. Exclusivo OPBS
InvitadoInvitado
Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
~ Bueno... En unas horas comprobaré el resultado de los entrenamientos ~
Era lo que pensaba el joven peliblanco sobre su humilde bote de doble vela. Era de madrugada, y Kazama ansiaba con poder llegar y esperar allí. Pues odia los viajes por el echo de que no puede hacer nada para entretenerse, además de ir solo, el bote no tiene muchos lujos y el joven no se conforma solo con pensar y reflexionar, pero bueno, no podía aspirar a más por el momento. Al menos por delante tendría una guerra a la cual apoyar. Kazama, el joven espadachín y usuario de la Sakkaku No Mi quería buscarse un nombre, aunque realmente se daría a conocer por su habilidad de samurái y no por sus habilidades extra especiales, más que nada porque no quiere desvelarlo tan temprano, si le pillan le daría igual, pero sino, prefería evitarlo simplemente. En dicha guerra sabía que participaría contra marines y agentes de la Cipher Pol, el peliblanco se había concienciado de ello. Bien es cierto que el peliblanco tiene un ligero problema al tratar de herir a alguien, pero si se ve en apuros no dudará en defenderse ni lo más mínimo.
Por otro lado, Kazama no iba para ayudar a Capone, de echo le cae mal, lo ve muy bravucón, cuando en unos años el joven espadachín de 18 años podría darle caza perfectamente, aún era joven e inexperto. ¿Y qué hace en una guerra entonces? Simplemente quiere probar sus habilidades que ha ido desarrollando. Si está por encima de la media lo probable es que sobreviva, de lo contrario perecerá en el intento y esto lo sabía de sobra el peliblanco, quien comenzaba a ver la isla bajo la luz de luna ~ Se acerca el show ~ Frase que aludía a la capacidad de crear espectáculo por parte de los magos.
Por otro lado, Kazama no iba para ayudar a Capone, de echo le cae mal, lo ve muy bravucón, cuando en unos años el joven espadachín de 18 años podría darle caza perfectamente, aún era joven e inexperto. ¿Y qué hace en una guerra entonces? Simplemente quiere probar sus habilidades que ha ido desarrollando. Si está por encima de la media lo probable es que sobreviva, de lo contrario perecerá en el intento y esto lo sabía de sobra el peliblanco, quien comenzaba a ver la isla bajo la luz de luna ~ Se acerca el show ~ Frase que aludía a la capacidad de crear espectáculo por parte de los magos.
- Info.:
- Resumen: Posteo el tramo que me queda hasta llegar a Lvneel. Ya que vi que los barcos "importantes" aun no llegaron.
Mi personaje no va realmente a favor de la invasión, simplemente pretende meterse en el embrollo por su cuenta y tratar de ver su poder con respecto a los demás. Cree que tiene que buscarse un nombre, su wanted ya es de 50 millones y quiere destacar un poco más.
Kazama sería capaz de pelear contra un miembro de la tripulación de Capone
InvitadoInvitado
Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
Justicia
¿Justicia? ¿Paz? ¡Ja! Esas eran cosas en las que Harumi no creía para nada, poco le importaba si un pirata se llevaba todo el tesoro de un noble o si mataba civiles que no tuvieran relación con ella. Poco le importaba la vida en general o las cosas que le rodeaban, pero no podía demostrar tal desinterés y ahí es cuando entra esa falsa personalidad que siempre suele usar, ese personaje bastante callado, con palabras justas para la situación, una persona completamente seria y que tenia la aparente premisa de llevar al mundo el ideal de justicia de la marina. Un ser completamente falso para la vista de tercero.
Dejando de lado eso, la peliazul había llegado junto a su hermano al muelle de aquella isla tras terminar una misión de rescate en una isla del West Blue lo cual daba un viaje realmente largo para cumplir con otra de las encomiendas que les eran entregados al par de Ichinose. El puesto tan bajo de la cadena alimenticia de la marina les obligaba a cumplir con las tareas por muy exigentes que las mismas fueran -Recuerdame que cuando sea Capitana mande a la gente desde algún Blue hasta el Nuevo Mundo solo por pan- Solo por maldad o para que supieran que tan horrible era viajar desde un lado a otro -Recuerdame también comprarme un traje mas cómodo- Estilo la camisa blanca desabrochando el botón inicial lo cual genero un enorme escote a la par que tomaba algo de aire, como si la misma le estuviera oprimiendo.
-¡Al fin! ¿Sabes cuanto tiempo llevamos esperando? ¡Dos horas!- El pobre Cabo que había sido enviado a buscarles se había llevado la desgracia de tener que encontrarse con ella primeramente y para colmo de gracia, sin que intentara esconder esa actitud arrogante suya mandando con bastante furia a la par que gracia la idea de que les fueran a buscar tan tarde. Por suerte para él todo el equipaje que tenia la fémina eran sus dos enormes espadas vendadas a su espalda y no había manera de que fuera a dárselas para que las llevara por ella por lo que se dejo guiar hacia la base de aquella isla.
Y no fue hasta la noche, unas cuantas horas después, que comenzaría la reunión para explicar porque un grupo de soldados había sido reunido en aquel sitio terminando finalmente por resumirse en tres palabras: Fuerzas de Defensa. La peliazul se rasco ligeramente la cabeza mientras miraba las armas y el lugar entero que iban a defender sin contar la poca cantidad de personas que eran, era casi ridículo por lo que dejo escapar una fuerte risotada de diversión antes de secarse unas pequeñas lagrimas que se habían acumulado en sus ojos -Solo tengo una sugerencia, digan que clase de flores quieren para sus tumbas, de esa manera los vivos tendrán algo que hacer con las tumbas de los muertos. Yo personalmente prefiero la Lobelia- Defender ese lugar iba a suponer la muerte de algunos, para ella y su manera extraña de ver las cosas, no estaba para nada mal pedir algún tipo de flor por si moría (aunque no tenia pensado hacerlo) y si morían los demás iba a tomarse el lujo de llevar las flores pedidas a sus tumbas.
Dejando de lado eso, la peliazul había llegado junto a su hermano al muelle de aquella isla tras terminar una misión de rescate en una isla del West Blue lo cual daba un viaje realmente largo para cumplir con otra de las encomiendas que les eran entregados al par de Ichinose. El puesto tan bajo de la cadena alimenticia de la marina les obligaba a cumplir con las tareas por muy exigentes que las mismas fueran -Recuerdame que cuando sea Capitana mande a la gente desde algún Blue hasta el Nuevo Mundo solo por pan- Solo por maldad o para que supieran que tan horrible era viajar desde un lado a otro -Recuerdame también comprarme un traje mas cómodo- Estilo la camisa blanca desabrochando el botón inicial lo cual genero un enorme escote a la par que tomaba algo de aire, como si la misma le estuviera oprimiendo.
-¡Al fin! ¿Sabes cuanto tiempo llevamos esperando? ¡Dos horas!- El pobre Cabo que había sido enviado a buscarles se había llevado la desgracia de tener que encontrarse con ella primeramente y para colmo de gracia, sin que intentara esconder esa actitud arrogante suya mandando con bastante furia a la par que gracia la idea de que les fueran a buscar tan tarde. Por suerte para él todo el equipaje que tenia la fémina eran sus dos enormes espadas vendadas a su espalda y no había manera de que fuera a dárselas para que las llevara por ella por lo que se dejo guiar hacia la base de aquella isla.
Y no fue hasta la noche, unas cuantas horas después, que comenzaría la reunión para explicar porque un grupo de soldados había sido reunido en aquel sitio terminando finalmente por resumirse en tres palabras: Fuerzas de Defensa. La peliazul se rasco ligeramente la cabeza mientras miraba las armas y el lugar entero que iban a defender sin contar la poca cantidad de personas que eran, era casi ridículo por lo que dejo escapar una fuerte risotada de diversión antes de secarse unas pequeñas lagrimas que se habían acumulado en sus ojos -Solo tengo una sugerencia, digan que clase de flores quieren para sus tumbas, de esa manera los vivos tendrán algo que hacer con las tumbas de los muertos. Yo personalmente prefiero la Lobelia- Defender ese lugar iba a suponer la muerte de algunos, para ella y su manera extraña de ver las cosas, no estaba para nada mal pedir algún tipo de flor por si moría (aunque no tenia pensado hacerlo) y si morían los demás iba a tomarse el lujo de llevar las flores pedidas a sus tumbas.
- Spoiler:
- ~Ropa~ No lleva espadas de manera visible, como se ve en la imagen lleva un enorme paquete que envuelve ambas armas.
No hago nada de interés ademas de molestar un poco al pobre Cabo que mandaron al muelle para buscarnos y en la reunión nocturna me rió del comentario de morir del Capitán y propongo la idea de decir el tipo de flores que quieren para sus tumbas en caso de morir (Si, es una locura pero va con mi personaje, déjenla ser ;c).
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Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
Justicia
12 horas antes
El peliverde se encontraba fuera de un pequeño hotel en donde se hospedaba ubicado en las islas Organ. Hoy era el día en el que se marcharía de aquel lugar por suerte para Kuma, no había sido la experiencia mas divertida de su vida, había sido atacado por una borracha y regañado por un superior pero por fin podría tomarse un descanso. O eso pensaba, la dueña de la posada le llamo diciendo que tenia una llamada. Demasiado extraño que lo llamaren específicamente a el, estaba seguro de que eran nuevas indicaciones de sus superiores. El joven echo un suspiro y fue a atender el den den mushi-Al habla Kuma Souls ¿Que se le ofrece buen hombre?-Respondió la llamada amigablemente-Tienes trabajo, dirígete al puerto, un barco te estará esperando, se te explicara todo a bordo-Luego de eso la persona corto la llamada, hablaba con bastante seriedad sobre el asunto y parecía ser secreto ¿En que lio le iban a meter ahora?No tardo mucho en llegar al puerto donde un hombre le llamo indicándole que se subiera al barco para partir-Puede llamarme Paradox buen hombre ¿Deberíamos partir ya?-Comento con amabilidad al señor el cual se limito a asentir en señal de afirmación. Ya arriba del barco el caballero pudo notar que no era el único pasajero, había varias personas que supuso eran parte de la cipher pol al igual que el.
Mientras caminaba fue parado por una chica un poco mas baja que el de pelo rosa casi tan corto como el suyo, también era bastante plana, si no fuera por las ropas que llevaba seguramente la habría confundido con un chico-¿Usted va a explicarme a donde estoy siendo enviado señorita?-Intentaba sonar lo mas amigable posible aunque la chica parecía bastante seria y poco interesada en una charla-Señor Souls, usted esta siendo enviado al reino Lvneel para participar en la defensa contra el ataque de los piratas de Austin “Rabbit” Sheep y los revolucionarios de Vermon “The Bull” Crox. Contara con la ayuda de la marina para eliminar a las cabezas de ambos bandos y recuerde seguir las indicaciones que se le den-La chica hablaba en un molesto monótono. Luego de decir todo eso la chica procedió a marcharse dejando a Kuma solo por el resto del viaje en el cual intento entablar conversación con otros agentes fallando miserablemente.
Lvneel
Luego de un viaje aburrido y pesado Kuma por fin había llegado a su destino, había desembarcado en el puerto junto a los pescadores y a lo lejos podía ver a varios marines, cazadores y agentes. Mientras observaba el lugar fue sorprendido por un marine llevando un Den-Den Mushi de color negro, con anteojos y una corbata negra, se veía bastante divertido a los ojos del peliverde que no pudo contener una pequeña risa-Señor, cabo Phills, un gusto. Se me ha pedido que le entregue este Den-Den Mushi, por favor presione el botón para escuchar la canción-Le llamo la atención la rima del final aunque decidió no comentar sobre eso y simplemente dar una reverencia y agarrar el Den-Den Mushi.Siguió las indicaciones del cabo y apretó el botón para escuchar una voz. Segundos después del mensaje el peliverde estaba totalmente petrificado en su lugar, no movía ni un dedo de la confusión ¿Con quien demonios estaba hablando?-K-Kuma Souls al habla ¿Con quien tengo el placer de comunicarme?-Intentaba sonar amigable para no meterse en problemas pero la voz solo le confundía aun mas, solo hablaba en rimas y cánticos que le costaban entender e incluso le llamaba Kurikukuma ¿Que clase de insulto es ese? Era la primera vez que lo escuchaba. Las siguientes palabras le confundieron aun mas-Nobody-Chan aquí hablando, Kurikukuma ¿estás escuchando? ~. Una sola misión tienes, y sin alteraciones, debes finalizar la vida de dos. Kurikukuma, no olvides los bandos~ Kukukuku. Los líderes desaparecerán, la espuma se perderá, la bruma se esfumará, y la conversación se acabará ~-Entonces la persona corto la llamada, el chico de traje se quedo unos minutos pensando en lo que le dijo Nobody-Chan mientras seguía al cabo Phills hacia el punto de reunión.
No tardo mucho en llegar al lugar aunque se ve que era el ultimo en hacer su aparición. Podía observar 5 personas aparte de el, pudo reconocer al capitán Osaku Ishio aunque no conocía a los demás. Dio una reverencia en forma de disculpa y prosiguió a tomar su lugar para escuchar las palabras del capitán. Pero que discurso tan repugnante, por supuesto que los caballeros solo defenderían el palacio y a los sucios nobles, deberían tirarlos a todos al campo de batalla para que sirvan de distracción, al menos así darían utilidad a sus vidas llenas de lujo, por supuesto Kuma no iba a revelar sus pensamientos en aquel lugar, solo se mantenía con una sonrisa y sus ojos cerrados mientras escuchaba al capitán hablar. Al parecer debían ocuparse del punto este, no le importaba mucho el honor o el prestigio que recibieran de esta misión, el ni siquiera había tenido la opción de elegir si unirse o no, desde su punto de vista Kuma estaba atrapado en medio de un conflicto en el que no había elegido participar pero al menos podría intentar matar algunas personas sin que le dieran un castigo, aunque le gustaba mas cuando sus victimas no podían defenderse de el.
Entonces escucho las siguientes palabras del capitán, aparentemente los piratas atacarían a primera hora, que situación tan molesta, incluso tenia que intentar caerle bien a las otras personas que se encontraban en el lugar. Luego de que el capitán se fuera el joven trajeado se levanto de su asiento y realizo otra reverencia-Saludos dama y caballeros, pueden referirse a mi como Paradox, es un placer conocerlos, por cierto, yo prefiero una ricino en mi tumba-Kuma intentaba sonar tan amigable como podía, al menos el comentario de la mujer le había parecido divertido, supuso que si se ganaba la amistad de alguno de sus compañeros tendría mas posibilidades de sobrevivir, después de todo su vida estaba antes que la de los demás.
- Info:
- Kuma va vestido de traje y lleva siempre una sonrisa en la cara con sus ojos cerrados aunque no se ve como alguien capacitado para pelear xD
No hice nada importante mas que presentarme y responder al comentario de Harumi
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Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
Justicia. Revolución!!
Aquel trabajo que había sido encargado por el destino para el par de hermanos era realmente errático, problemático y molesto realmente, el hecho de que sean aquellos que defienden la paz que reina en aquel mundo... Simplemente, aquella definición dejaba a las claras que clase de sistema era aquel, siendo que, era algo que poco le importaba al masculino y a su hermana realmente, el trabajo era eso, un trabajo. Siendo que en este simplemente deberías de mostrar hacía terceros tu manera galante de proteger al prójimo y de incentivar a los muchachos a luchar por la justicia y la paz, tal cuál un caballero que va con su espada contra las viles fauces del mal. Aquel encargo que se les había encomendado en otro de los Blues había finalizado, simplemente para que sean enviados de manera casi inmediata a otra isla completamente alejada y en otra sección el océano.
- ¿Sólo por un pan?... Prefiero mandarlos por un tipo de tarta con un nombre que se pueda confundir al decirlo rápido, como "fresa" y "cereza"... De esa manera lo harás volver de nuevo a cambiarla. - Expondría para su hermana, obviando aquellos temas de tiempo que claramente, volverían con una tarta completamente en mal estado, no obstante, aquello sería otro motivo para hacerle ir nuevamente en busca de aquel mítico refrigerio. Sería así, como su hermana haría una acotación de su traje, seguido a que desabrocharía parte de mismo para tener mayor libertad, generando que una muca de disgusto se plante en el rostro del masculino. - ¿Es necesario?... - Aquella vena de cuidador innato se desplazaría poco a poco en escena, siendo que aquel sería el primer comentario, y el primero en lanzar una mirada se convertiría en una leve tostada en cuestión de segundos.
La llegada de un masculino para la búsqueda del dúo Ichinose se efectuó con un largo retraso, siendo que este sería claramente echado en cara por parte de la fémina. Sólo pasarían segundos en los que el dúo avanzaría hasta el lugar designado, aquella base completamente remodelada y dejada casi en el olvido, la poca fuerza militar que se veía rondando la base marcaba el porque de fuerzas externas a la misma. - Será un conflicto absurdo... - Comentaría mientras sus pasos seguirían a los de su hermana, siendo que este dirigiría su vista a la misma. - Lo defenderán para mantener su figura pública, esto está en ruinas prácticamente. - Expulso mientras verificaría como un par de hombres realizarían unos ajustes en diferentes sitios del área.
La llegada hasta la habitación en la cuál se quedarían aquel corto lapso de tiempo sería mostrada al llegar a la base, siendo que el masculino tendría la 206 y su hermana tendría otra en el lado opuesto de las instalaciones, no obstante, por aquellas riñas impuestas día y noche, esta logro la hazaña de dejarla en aquel lugar junto al masculino. Algo innecesario, sin embargo, era algo por aquella noche después de todo. Tras un par de horas, aquel gigante de fuego desapareció completamente del horizonte, dejando un leve reflejo azulado en las tranquilas aguas que rodeaban el trozo de tierra, sinceramente, el hecho de que llegaran tan temprano y el que hayan tenido que esperar hasta entonces, era realmente molesto, no obstante, no quedaba de otra.
El camino hasta el lugar donde se llevaría a cabo las reuniones no se haría esperar, siendo que tardarían realmente poco en reunirse en el mismo sitio, pocas personas estarían presentes en el lugar, no obstante, el dúo Ichinose se mantendría junto en todo momento, verificando aquel lugar con su vista, observaría a cada uno de los presentes, siendo el responsable un tanto... ¿Extraño?... - Creo que se le movió algo dentro. - Le susurraría el masculino a su hermana mientras agachaba un poco su cuerpo para llegar al oído de la contraría, justo al momento en el cuál aquel encargado de la defensa se reía entre sus palabras.
Dicho esto, los comentarios expuestos por su superior serían interrumpidos por su hermana, quien marcaría aquella personalidad que la caracterizaba. - No planeo mover un dedo por ellos... Después de todo, si murieron, así lo quisieron. - Diría de forma cortante, con una voz que transmitiría casi un sentimiento sombrío, pero realmente, aquel sería un aspecto de su pensamiento, todo aquel que caía en combate, era porque así lo prefería, ya que se puede recurrir a un sin fin de estrategias incluyendo aquella huida que dejaba "sin honor" a más de una persona, algo realmente estúpido...
Su mirada se prendería en aquel desconocido que había contestado a las palabras de su hermana, siendo un tanto peculiar, de traje y con un semblante completamente inexpresivo para el masculino, era alguien que definitivamente debería de mantener bajo lupa. ¿La razón?... El gobierno es lo suficientemente inteligente como para no mandar a alguien de su camada sin tener una tercera mano en la espalda con diferentes planes, los cuales podría involucrar al dúo.
- ¿Sólo por un pan?... Prefiero mandarlos por un tipo de tarta con un nombre que se pueda confundir al decirlo rápido, como "fresa" y "cereza"... De esa manera lo harás volver de nuevo a cambiarla. - Expondría para su hermana, obviando aquellos temas de tiempo que claramente, volverían con una tarta completamente en mal estado, no obstante, aquello sería otro motivo para hacerle ir nuevamente en busca de aquel mítico refrigerio. Sería así, como su hermana haría una acotación de su traje, seguido a que desabrocharía parte de mismo para tener mayor libertad, generando que una muca de disgusto se plante en el rostro del masculino. - ¿Es necesario?... - Aquella vena de cuidador innato se desplazaría poco a poco en escena, siendo que aquel sería el primer comentario, y el primero en lanzar una mirada se convertiría en una leve tostada en cuestión de segundos.
La llegada de un masculino para la búsqueda del dúo Ichinose se efectuó con un largo retraso, siendo que este sería claramente echado en cara por parte de la fémina. Sólo pasarían segundos en los que el dúo avanzaría hasta el lugar designado, aquella base completamente remodelada y dejada casi en el olvido, la poca fuerza militar que se veía rondando la base marcaba el porque de fuerzas externas a la misma. - Será un conflicto absurdo... - Comentaría mientras sus pasos seguirían a los de su hermana, siendo que este dirigiría su vista a la misma. - Lo defenderán para mantener su figura pública, esto está en ruinas prácticamente. - Expulso mientras verificaría como un par de hombres realizarían unos ajustes en diferentes sitios del área.
La llegada hasta la habitación en la cuál se quedarían aquel corto lapso de tiempo sería mostrada al llegar a la base, siendo que el masculino tendría la 206 y su hermana tendría otra en el lado opuesto de las instalaciones, no obstante, por aquellas riñas impuestas día y noche, esta logro la hazaña de dejarla en aquel lugar junto al masculino. Algo innecesario, sin embargo, era algo por aquella noche después de todo. Tras un par de horas, aquel gigante de fuego desapareció completamente del horizonte, dejando un leve reflejo azulado en las tranquilas aguas que rodeaban el trozo de tierra, sinceramente, el hecho de que llegaran tan temprano y el que hayan tenido que esperar hasta entonces, era realmente molesto, no obstante, no quedaba de otra.
El camino hasta el lugar donde se llevaría a cabo las reuniones no se haría esperar, siendo que tardarían realmente poco en reunirse en el mismo sitio, pocas personas estarían presentes en el lugar, no obstante, el dúo Ichinose se mantendría junto en todo momento, verificando aquel lugar con su vista, observaría a cada uno de los presentes, siendo el responsable un tanto... ¿Extraño?... - Creo que se le movió algo dentro. - Le susurraría el masculino a su hermana mientras agachaba un poco su cuerpo para llegar al oído de la contraría, justo al momento en el cuál aquel encargado de la defensa se reía entre sus palabras.
Dicho esto, los comentarios expuestos por su superior serían interrumpidos por su hermana, quien marcaría aquella personalidad que la caracterizaba. - No planeo mover un dedo por ellos... Después de todo, si murieron, así lo quisieron. - Diría de forma cortante, con una voz que transmitiría casi un sentimiento sombrío, pero realmente, aquel sería un aspecto de su pensamiento, todo aquel que caía en combate, era porque así lo prefería, ya que se puede recurrir a un sin fin de estrategias incluyendo aquella huida que dejaba "sin honor" a más de una persona, algo realmente estúpido...
Su mirada se prendería en aquel desconocido que había contestado a las palabras de su hermana, siendo un tanto peculiar, de traje y con un semblante completamente inexpresivo para el masculino, era alguien que definitivamente debería de mantener bajo lupa. ¿La razón?... El gobierno es lo suficientemente inteligente como para no mandar a alguien de su camada sin tener una tercera mano en la espalda con diferentes planes, los cuales podría involucrar al dúo.
- Resumen:
- Ahora si.:
- Guren no hace nada relevante, la primera parte va de la llegada a la isla, y lo siguiente hace referencia a como llevan la reunión, siendo que dirige unas palabras tras las de Kuma, y tras esto centra su mirada en este último por unos segundos.
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Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
Venganza
El negro océano, frio como el corazón de una dama despechada, guiaba el pequeño barco del moreno en mitad de la noche. Con la gruesa gabardina, el artillero se encontraba sentado, su espalda apoyada en el mástil de aquel barco de una sola vela. Iba dormitando, abriendo el ojo de vez en vez, para ver hacia donde se dirigía y saber que debía cambiar el rumbo. La información que le había dado Gothaur lo había llevado a aquella parte alejada del mar del Norte, literalmente al otro lado del mundo, ¿La razón? En realidad habían dos: Si bien el llamado de Capone era de por si algo atractivo, trabajar para el hombre mas influyente de los mares cardinales era un merito por si solo, para Antony aquello no era lo mas importante, sino el objetivo; por supuesto que había escuchado del Reino de Lyneel, en especial después de su visita al Reino de Briss, era un reino protegido por el Gobierno Mundial. Si bien no sentía un gran aprecio hacia Capone y sus objetivos, el hecho de que pudiera darle un golpe directo a uno de esos reinos donde la opresión era ley, era suficiente motivación. Muchos consideraban que el muchacho bien podrían unirse a la Armada Revolucionaria, por su especial despreció hacía el gobierno y todos sus representantes, pero la realidad es que tampoco era a fin a aquella organización Anarquista.
El bamboleo de las olas eran agradables, tanto en compañía como en transporte: El susurrar de las aguas era casi como una voz y el vaivén era abundante. Con aquella serenidad que lo caracterizaba, cerro de nuevo los ojos, dejándose llevar un poco mas. El viaje desde Baterilla había sido demasiado largo.
Llego al desierto lugar de encuentro: Una hundida y desolada isla que ahora parecía mas una roca que una isla. Al momento de llegar la pequeña nave del moreno, si bien no era el barco mas pequeño, si era opacado por las naves de doble calavera que ahí se encontraban, pero aquello no fue suficiente como para intimidad a Antony, el tamaño de un barco no decía nada. Avanzo en silencio, ambos ojos atentos, su revolver en mano, en caso de algo sucediera; ato su nave a un pequeño tronco que hacia las veces de muelle. No había razón por la cual quedarse en su barco, esperando en momento de avanzar. Determinado, con tranquilidad, comenzó a andar entre el mar de gente que en aquel momento se reunían; la mayoría de los rostros le eran desconocidos, algunos familiares pero solo era una ilusión, la ilusión de familiaridad en medio de una multitud. La mayoría de los rostros eran salvajes, se notaban que eran guerreros; ningún pacifista a la vista.
Aunque no lo sabía, el buque que ahora llegaba al puerto, el mismo que había llamado la atención de muchos, entre ellos Antony, era la nave en la que viajaba la Armada revolucionaria; uniéndose a otro de los enormes buques, ambas naves se vieron convertidas en el centro de atención. Todo quedo sumido en silencio, un gesto de respeto, o tal vez de miedo, o tal vez de ambas. La voz tronadora de un hombre, hizo que los toneles de sake, ron y demás manjares fueran abiertos. El momento del festejo. Así que aquellos dos barcos eran los mandamases. Deslizandose entre la multitud, el moreno busco llegar allá, al barco donde el hombre de Capone se encontraba. Si bien la misión era atractiva, no sabía mucho de ella. Al llegar al barco, con la voz mas fuerte que pudo expulsar, el artillero se hizo notar.
- ¡¿Cuál es el plan al llegar a Lyneel?! – Tal vez aquellos hombres no supieran o no quisieran compartir esa información, pero nadie podía negarse que era una pregunta bien justificada. Con su mirada penetrante, Antony espero; su revolver se encontraba en guardado en su bolsillo.
El bamboleo de las olas eran agradables, tanto en compañía como en transporte: El susurrar de las aguas era casi como una voz y el vaivén era abundante. Con aquella serenidad que lo caracterizaba, cerro de nuevo los ojos, dejándose llevar un poco mas. El viaje desde Baterilla había sido demasiado largo.
Llego al desierto lugar de encuentro: Una hundida y desolada isla que ahora parecía mas una roca que una isla. Al momento de llegar la pequeña nave del moreno, si bien no era el barco mas pequeño, si era opacado por las naves de doble calavera que ahí se encontraban, pero aquello no fue suficiente como para intimidad a Antony, el tamaño de un barco no decía nada. Avanzo en silencio, ambos ojos atentos, su revolver en mano, en caso de algo sucediera; ato su nave a un pequeño tronco que hacia las veces de muelle. No había razón por la cual quedarse en su barco, esperando en momento de avanzar. Determinado, con tranquilidad, comenzó a andar entre el mar de gente que en aquel momento se reunían; la mayoría de los rostros le eran desconocidos, algunos familiares pero solo era una ilusión, la ilusión de familiaridad en medio de una multitud. La mayoría de los rostros eran salvajes, se notaban que eran guerreros; ningún pacifista a la vista.
Aunque no lo sabía, el buque que ahora llegaba al puerto, el mismo que había llamado la atención de muchos, entre ellos Antony, era la nave en la que viajaba la Armada revolucionaria; uniéndose a otro de los enormes buques, ambas naves se vieron convertidas en el centro de atención. Todo quedo sumido en silencio, un gesto de respeto, o tal vez de miedo, o tal vez de ambas. La voz tronadora de un hombre, hizo que los toneles de sake, ron y demás manjares fueran abiertos. El momento del festejo. Así que aquellos dos barcos eran los mandamases. Deslizandose entre la multitud, el moreno busco llegar allá, al barco donde el hombre de Capone se encontraba. Si bien la misión era atractiva, no sabía mucho de ella. Al llegar al barco, con la voz mas fuerte que pudo expulsar, el artillero se hizo notar.
- ¡¿Cuál es el plan al llegar a Lyneel?! – Tal vez aquellos hombres no supieran o no quisieran compartir esa información, pero nadie podía negarse que era una pregunta bien justificada. Con su mirada penetrante, Antony espero; su revolver se encontraba en guardado en su bolsillo.
- OFF:
- Bueno, pues llego, no interactuo demasiado. Me intento acercar lo mas posibles al barco del hombre de Capone para buscar respuestas.
Un revolver simple, con su respectiva municion, y un traje negro; solo eso llevo
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Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
Justicia
Defender a los inocentes, proteger a las personas indefensas, hacer un esfuerzo por hacer el mundo un poco mejor. Esos son los ideales que me motivaron a tomar un puesto en la marina, y por los que cualquier marine debería regir sus acciones dentro de la organización. En el mundo existen personas extraordinarias, fuertes, poderosas, influyentes, y muchos no utilizan su fortuna para el bien. Una muestra de ello era la situación que me traería al Reino de Lvneel. Capone, uno de los piratas más famosos, y alguien a quien le habíamos capturado muchos hombres hace poco, al parecer no se lo tomó del todo bien, pues todavía sin salir de las sombras, hemos sabido de un ataque planeado para esta isla el día de hoy. ¿El motivo? Poco se y poco me importa, sin embargo no lo podía permitir, y afortunadamente para mí, me asignaron esta misión, la de proteger al reino junto con las fuerzas residentes.
Ya estaba en la isla desde hace varias horas, tanto de hecho, que el capitán Osaku Ishio me había encontrado de antemano. Me pidió que lo acompañara, mientras hacía unos recados dentro de la isla. Caminando con él, me di cuenta que todos se tomaban su trabajo en serio, y que no era para menos. Muchísimos hombres y mujeres se esforzaban por prepararse para la batalla, y la cantidad bruta de personas era bastante abrumadora, afortunadamente. Pero… ¿dónde están los caballeros? Creería que al ser su isla, se preocuparían más que nadie por la seguridad, pero solo veo marines y agentes del gobierno. ¿Qué está pasando? Todo esto es bastante extraño, y preocupante.
Luego de un rato, nos encontramos con un caza-recompensas, uno que me había informado el capitán nos va a ayudar a defendernos. Bueno, al menos algunos no solo les importan el dinero, al parecer. Luego de un breve encuentro, llega la hora de separarnos, e ir al lugar de reunión posterior. – No me agradezca, es un honor, mi capitán. – Levanté mi mano derecha para poner el dedo índice y el dedo medio en mi frente, como un saludo militar, pero menos estricto, y dejé que el Cabo me escoltara al lugar de encuentro junto con el cazador. En el camino, no pude evitar hablar con el que no es marine. – Teniente Dragon Ashworth, un gusto. No quiero sonar mal, pero… ¿qué le incentivó a ayudarnos? No es común que un caza-recompensas nos preste una mano en situaciones como esta. – Por supuesto, mi sonrisa nunca dejó mi rostro, sin embargo se podía escuchar cierta confusión en mis palabras, como si en verdad fuera algo sumamente extraño.
Luego de unas cuantas horas, ya me encontraba junto a otras cuatro personas en la fortaleza, esperando nada más la aparición del capitán, la cual se dio acabo pero fue bastante corta la verdad. Unas pocas palabras y ya. Sin embargo, no sería el único con ganas de hablar. Los Ichinose y Kuma, un agente de la Cipher Police, decidieron dar su opinión, opiniones que sin embargo no eran agradables al oído. Interrumpí la conversación antes de que se alargaran más los temas negativos. - ¡Oigan! ¡Oigan! ¿Qué es todo esto de morirse? Ninguno va a morir, porque nos protegeremos los unos a los otros el día de mañana. – Me levanté de la silla, mostrando mi imponente figura y tamaño. – Soy el teniente Dragon Ashworth, y es un gusto conocerlos a todos. Escuchen, no les mentiré al igual que el capitán, pero si todos damos lo mejor de nosotros, no vamos a morir, y no tendrán que conseguir flores para sus tumbas. Vamos, que con esa actitud no conseguirán un ascenso. – Reí un poco, para seguir hablando. – Recuerden lo que dijo el capitán cuando estén allá afuera, arriesgando sus vidas. Si ganamos, el honor, prestigio y beneficio económico será elevado, y no se refería a la marina. Ustedes se harán un renombre entre nuestras filas. Así que ánimos, ¡ellos no tienen nada que no podamos soportar! – Puse mi puño derecho, cerrándolo con fuerza, en frente de mí, tratando de dar un aura de determinación, más que de muerte y preocupación. Mañana, ganaremos, estoy seguro de ello.
- Resumen:
- Pues nada muy importante, digo como me encuentro al capitán antes que los demás, y el encuentro con Aikawa antes de ser escoltado a la fortaleza marine. Ahí, narro mi reacción a las palabras de los demás y mi respuesta.
Sin equipamiento.Como los machos de verdad (?)
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Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
Venganza
Un hilo fino de aquella ambrosía de los dioses expresado en cerveza curvó la esquina de su boca hasta llegar a su cuello poco a poco y bajar lentamente hasta manchar su pecho, manchando su camisa blanca, con aquel ultimo trago la pirata terminó su segunda jarra de cerveza. Bajó el vaso con toda la soltura que le permitía su educación de antaño, pues a pesar de ser una mujer libre nunca había olvidado las lecciones de etiqueta de su familia ni el modo para comportarse en público, aunque a veces se le salía un poco de las manos y le daba muy igual seguir la tradición o no. Después de todo ya no tenía a su madre supervisándola a un lado de la mesa, mientras comía o mientras se emborrachaba, eso había quedado en el pasado, tan lejano que a veces incluso llegaba a olvidar cosas, detalles de su estadía en Sabaody.
Cuando dejó el vaso sobre la mesa cruzó una pierna sobre la otra y se cruzó de brazos debajo de los pechos esperando a que el mesero le llevara la siguiente jarra de cerveza la cual no tardó en llegar puesto que el mesero tenía los ojos bien puestos en ella, cuando depositó aquel contenedor de vidrio sobre la mesa May asintió al mesero como un gracias y se llevó de nuevo el borde del baso a la boca mientras que el muchacho se alejaba de espaldas lentamente viendo como esta comenzaba a dejar caer el líquido en su boca, pero esta vez solo dio un sorbo y paró casi en seco ya que a sus oídos había llegado algo sumamente interesante.
—¿Ya oíste? Parece que “El Padrino” ha decidido lanzar su ataque contra la Isla de Lvneel… — dijo un viejo hombre a otro mientras daba un sorbo de su cerveza y un mordisco a su pollo frito, prosiguió hablando con la boca llena mientras que el segundo lo escuchaba atento pegándose de una botella —Será la mayor batalla de la historia, esos marines tienen merecido lo que les espera— dijo el vejestorio y el otro soltó una carcajada seguido de un “¡Si señor!” de convencimiento. ¿Por qué le apostaban tanto a Capone?, estaba bien que tuviera poder y tropas, pero la marina podía ser tan temibles como el mismo o peor “Yo que ustedes no estaría tan confiado” pensó ella con una sonrisa mientras que dejaba una moneda en la mesa con un manotazo y salía de allí sin haberse terminado la cerveza, con las manos en los bolsillos y caminando a su ritmo y estilo. Ya tenía planeada su siguiente localización.
A May le hubiera encantado que su nuevo tripulante fuera con ella, pero le había perdido el rastro después de haber salido de la isla Goat en su última entrega, así que hasta que no lo localizara de nuevo volvían a ser ella y “El gran salón” aquel barco que le había entregado Ezekiel hacia bastante, cuatro años para ser precisos.
La pirata partió al North Blue después de haber sacado más información de donde estaba, lo justo como para saber localizaciones concretas y lugar de ataque, así serán las cosas; ella si bien no participaría en el ataque en si por que el problema no era muy de su incumbencia… pero si aprovecharía para hacerse con unas cuantas cosas por si acaso, cualquier ocasión que incitara al ultraje y a su profesión (que ejercía frecuentemente) era bien tomada y aprovechada.
A May no le costó mucho encontrar las naves de los aliados de Capone, incluso, logró colocarse detrás de las filas de ataque de Capone con su barco esperando el momento perfecto, la hora de desembarcar y después es eso… que iniciara la cacería...
Cuando dejó el vaso sobre la mesa cruzó una pierna sobre la otra y se cruzó de brazos debajo de los pechos esperando a que el mesero le llevara la siguiente jarra de cerveza la cual no tardó en llegar puesto que el mesero tenía los ojos bien puestos en ella, cuando depositó aquel contenedor de vidrio sobre la mesa May asintió al mesero como un gracias y se llevó de nuevo el borde del baso a la boca mientras que el muchacho se alejaba de espaldas lentamente viendo como esta comenzaba a dejar caer el líquido en su boca, pero esta vez solo dio un sorbo y paró casi en seco ya que a sus oídos había llegado algo sumamente interesante.
—¿Ya oíste? Parece que “El Padrino” ha decidido lanzar su ataque contra la Isla de Lvneel… — dijo un viejo hombre a otro mientras daba un sorbo de su cerveza y un mordisco a su pollo frito, prosiguió hablando con la boca llena mientras que el segundo lo escuchaba atento pegándose de una botella —Será la mayor batalla de la historia, esos marines tienen merecido lo que les espera— dijo el vejestorio y el otro soltó una carcajada seguido de un “¡Si señor!” de convencimiento. ¿Por qué le apostaban tanto a Capone?, estaba bien que tuviera poder y tropas, pero la marina podía ser tan temibles como el mismo o peor “Yo que ustedes no estaría tan confiado” pensó ella con una sonrisa mientras que dejaba una moneda en la mesa con un manotazo y salía de allí sin haberse terminado la cerveza, con las manos en los bolsillos y caminando a su ritmo y estilo. Ya tenía planeada su siguiente localización.
A May le hubiera encantado que su nuevo tripulante fuera con ella, pero le había perdido el rastro después de haber salido de la isla Goat en su última entrega, así que hasta que no lo localizara de nuevo volvían a ser ella y “El gran salón” aquel barco que le había entregado Ezekiel hacia bastante, cuatro años para ser precisos.
La pirata partió al North Blue después de haber sacado más información de donde estaba, lo justo como para saber localizaciones concretas y lugar de ataque, así serán las cosas; ella si bien no participaría en el ataque en si por que el problema no era muy de su incumbencia… pero si aprovecharía para hacerse con unas cuantas cosas por si acaso, cualquier ocasión que incitara al ultraje y a su profesión (que ejercía frecuentemente) era bien tomada y aprovechada.
A May no le costó mucho encontrar las naves de los aliados de Capone, incluso, logró colocarse detrás de las filas de ataque de Capone con su barco esperando el momento perfecto, la hora de desembarcar y después es eso… que iniciara la cacería...
- Off:
- Resumen: Buneo May escucha los rumores como todos y decide ser parte del ataque no para ayudar a Capone si no para su propio beneficio, de modo que termina encontrando las naves y se une a ellas para ir a "atacar" junto con ellos.
Objetos: El barco y la espada que lleva siempre con ella (aunque esta se me olvidó colocar esto en el registro por que en si mismo no es un objeto que haya comprado)
Última edición por May Ragnak el Lun Ene 30, 2017 10:36 pm, editado 1 vez
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Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
Justicia
Una vez salido del basurero donde vivía descubría un mundo totalmente inmenso, ejercer la profesión de cazarecompesas brindaba muchas posibilidades de encontrar batallas y a la vez conseguir dinero; una manera totalmente entretenida de pasar el tiempo para una persona como yo, sabiaba mi sed de peleas y daba emoción cada batalla.
En la ultima misión que nos habíamos propuesto mi compañero y yo, lograbamos cazar a una buena presa; el tipo nos había dado batalla y el premio por derrotarlo fue grande, una vez cobrada la recompensa nos fuimos a la típica taberna donde se reune toda clase de escoria para encontrar una nueva presa y conseguir una buena información de los movimientos de peses gordos. Entre muchos delirios de borrachos, peleas e insultos, logramos escuchar ciertos susurros de un pequeño grupo - Ya te enteraste? La pequeña guerra que habra Lvneel - decía un pirata al grupo que lo acompañaba en tragos - ese maldito de capone, con es plan nos facilitara todo, la marine y el gobierno se reuniran en Lvneel y nos dejaran el mar libre - empezaban a reir y maldecir al aire con su repugnante aliento. La información era muy circunstancial y nada clara, Capone era conocido como el pirata más peligroso del area y si de verdad habría una guerra allí sería un buen lugar para ir, con todas esas cabezas que valdrían una fortuna, pero el riesgo era igual por lo que mi compañero decide no ir y solo yo me aventuro al mar con dirección a los problemas.
Al llegar a los puertos en mi pequeño bote, diviso una gran cantidad de marines y agentes del gobierno, aún cuando la información no era exacta parecía que había llegado al lugar correcto, esto se veía exactamente como un futuro campo de guerra; al no saber nada decidía acercarme a un compañero cazarecompensa y este me cuenta todo lo que sabe, ya que la amenaza era inmensa el gobierno había dado puertas abiertas a los de mi clase para actuar a su favor debíamos seguir las ordenes de la marine para no entorpecerlos; era claro como el agua que se podían sacar ganancias solo estando al marguen y recoger uno que otro cadaver, pero prefería la acción.
Al no saber a que marine debía seguir me subía a un tejado a contemplar la vista, esperando ver a una belleza por el area, pero en vez de eso aparece un marine que conocía mi nombre y me pedía seguirlo; no dudaba en hacerlo conocer la formación de batalla seria útil aún cuando no fuera a seguirla si era necesario, en el camino se nos une otro marine que se notaba bastante amigable y aparentemente para romper el hielo comienza a hablarme – Teniente Dragon Ashworth, un gusto. No quiero sonar mal, pero… ¿qué le incentivó a ayudarnos? No es común que un caza-recompensas nos preste una mano en situaciones como esta. – decía de momento a otro, ya que no era fanático de contar mis asuntos resumo al máximo mi respuesta - Mi nombre es Aikawa, teniente, y por parte de la otra pregunta, simplemente es por la emoción de una buena batalla que me haga sentir mas vivo que nunca y el aditivo de sacar algo de dinero - no tenía ninguna intencion noble, a mi pensar los cuidadanos eran débiles por su propio capricho, se dedicaban a hacer vanidades sin preocuparse por mejorar su fuerza y habilidad aún sabiendo que siempre están en peligro.
Seguiamos a una vieja fortaleza que aparentemente estuvo un tiempo abandonado, las reparaciones eran evidentes pero esto me daba totalmente lo mismo a mí; dentro de ella ya se encontraba unas cuentas personas, toda mi atención se centraba en una bella marine que daba una cierta impresion de sadismo en su rostro, o tal vez solo era mi imaginación. Un capitán de la marine enpieza a hablar, le presto la devida atención auditiva aunque mis ojos no se dirigen hacía él; al terminar de hablar la bella marine dice una grandes palabras y trataba la muerte como si fuera un chiste, algo que hacía que me agradara más, por último nos da un poco más de buena vista, lo que me hace sonreir ligeramente; aunque al hacerlo me percataba de otro marine con un aura de bastante molestia. Un sujeto demasiado bien vestido para la ocasión tambien empieza a habla en respuesta a la chica, se notaba bastante amigable, pero viendo el lugar en que estaba era más que obvio su motivo de estar aquí, el gobierno también estaba tomando parte.
El marine que daba una impresión de molesto tambien entraba a la conversacion.
Para no parecer el típico tipo que se queda en una esquina decido responder a la pregunta - por mi el tipo de flor no es un problema, mientras la entregue alguna preciosura - daba una pequeña risa al final y justo despues el marine que me había acompañado empezaba a regañarnos bastante molesto por estar jugando con el hecho de que íbamos a una gran batalla, tras unas palabras cambia el modo de hablar a uno más amigable y yo por mi parte empiezo a buscar un tumulto de cajas o algo alto para subirme y acostarme.
- Off:
- bueno de antemano disculpo la demora, bueno en el caso de que el post no pueda ser tomado como valido pido que aunque sea se tome que aikawa siguio al marine hasta el lugar aun cuando no diga o haga más nada en el camino.
Equipamento: 2 cuchillas de cazador negras y dentadas, la vestimenta habitual brinda algo de defensa al tener partes dd hierro no muy grueso, como las botas y las rodilleras.
InvitadoInvitado
Re: [Arco Argumental N°1] La Invasión Roja
¡Sentirán la furia de mi espada!
La brisa marina se mezclaba con un aroma profundo a ron y el bullicio de quienes celebraban, quizá prematuramente, la victoria aplastante que les esperaba en la isla de Lvneel, y es que en verdad pocos eran los que podían llegar a pensar que aquella enorme armada podía tener alguna probabilidad de fallo, sumándole el hecho de que incluso contaban con un afamado capitán de la armada revolucionaria y el mandamás quien solo recibía ordenes de Capone. Eran ambos sujetos intimidantes a su propio estilo y forma, sus maneras eran distintas y curiosas, pero en sus ojos, idénticos en brillo y profundidad, se notaba una profunda amargura que solo traía la experiencia, y que, lejos de generarles emoción la noche previa a la batalla, les causaba un estrés que se resolvía con una metódica charla y profunda planificación. Sería una lástima que aquellos caballeros no pudieran ingresar con rapidez a sus camarotes y dedicarse a la lectura y debate, pero entre tantas voces que celebraban y se deleitaban, sobresalía una que cuestionaba los métodos y proceder de la invasión que no tardaría en comenzar. El barbudo pirata de frente arrugada frunció el entrecejo y desvió su mirada hasta encontrar el origen de la queja, pues de esa manera la veía, y al localizar a un chico de patillas rizadas simplemente chasqueó los dedos y tres de sus tripulantes le rodearon en espera de órdenes.
Lo que dijo a sus servidores solo ellos lo saben, pues hablaba en susurros silenciosos y casi no movía la boca cubierta por su espeso bigote, pero, lo que sucedió al instante fue visible para todos los presentes, pues los tres hombres, cubiertos de pies a cabezas por capuchas y capas de pieles oscuras se arrojaron del navío, el imponente Sebastiel, y aterrizaron junto al chiquillo quien apenas y podría reaccionar a tiempo, asumiendo que hiciera una locura como actuar con agresividad. —Buena pregunta. -Susurró uno al joven Antony al tiempo en que se erguían sobre su altura, una nada desdeñable de dos metros y tantos cada uno, dejando ver a la mayoría de los que allí estaban como gente de tamaños promedios o inferiores al promedio. Austin "Rabbit" Jeep observaba con severidad desde arriba, y de la nada comenzó a aplaudir, lentamente y sin mucha fuerza o intensidad, pero un aplauso que acalló las fiestas y los aullidos de emoción de quienes ardían sus gargantas con licor. —Por fin alguien que usa la cabeza y hace preguntas. -Dijo el viejo pirata mientras observaba de manera lóbrega a todos los presentes, y de nuevo los ojos, profundos y experimentados se clavaron en el rodeado Antony. —En unas horas partiremos, pero al estar en aguas de Lvneel nos dividiremos en tres bandos. Yo encabezaré el bando primero, que atacará directamente el frente. Crox encabezará el segundo bando que atacará las empalizadas y los Hermanos Trehm, los tres que están con mi curioso amigo, encabezarán el respaldo, quienes atacarán la puerta trasera... Cuando comiencen a dispararnos, nos separaremos. Yo mismo hundiré el navío que no se acople a este plan, y gracias al joven del sombrero y su curiosidad, habrán más advertidos de lo que creí. -Sonrió, por primera vez esbozó una sonrisa ante la idea de hundir a cañonazos los diminutos barcos de sus colegas que no se acoplaran a alguno de los tres grupos, y es que, en particular, a Rabbit le encantaba hundir piratas, matarlos y torturarlos, ya que de todos los seres del mundo, eran siempre los más arrogantes.
Crox se aproximó al borde del navío y tocó el hombro del mayor para atraer su atención, murmurando a su oído mientras los ojos de ambos se posaban sobre algunos grupos y permanecían, por algunos instantes, en una hermosa pirata de cabellos oscuros a quien parecía tener especial interés el viejo revolucionario, pero sin decir nada más, ingresaron por fin en los camarotes, lejos del bullicio que ahora era un silencio sepulcral.
El bullicio y la alegría aparecieron tan rápido como se fueron los jefes de los allí reunidos, y entre canciones, conversaciones y planes varios se escurrieron las largas horas que preceden al amanecer, pintando sobre las nubes un tenue color violeta que abría paso a un rojo de color sangre, augurio de una batalla sangrienta. A primera hora un cañonazo retumbó por el lugar, y pareció que todos despertaron de golpe, hasta los más borrachos, pues, apenas habían pasado un par de minutos cuando el Sebastiel levantaba anclas y dejaba ondear su bandera, trazando la ruta a seguir. El viaje había comenzado tan pronto que apenas y daba tiempo de seguirle el paso, pero tras una hora de navegación, el verdadero inicio del plan se hacía realidad, pues la silueta de Lvneel aparecía ante sus ojos y los navíos se separaban en tres grandes grupos que no tardaron en atracar, entre silbantes disparos y sonoros disparos de cañón y morteros.
La guerra acababa de comenzar.
¡La justicia prevalecerá!
Muchas eran las cosas que pasaban por la mente de todos y cada uno de los hombres y mujeres que se encontraban en Lvneel, al menos los que estaban dispuestos y preparados tanto física como psicológicamente para enfrentar una arremetida de tales magnitudes y amenazas, e incluso la idea de dar la vida por un ideal como la justicia y la protección al débil parecía no calar demasiado profundo en las nuevas generaciones, que descaradamente osaban transmitir en voz alta sus verdaderas intenciones, y encima a un superior directo. En otras circunstancias el serio Capitán Ishio habría acallado las risas y los insípidos comentarios, degradado a los responsables y forzados a limpiar toda la empalizada con un cepillo de dientes, pero en vista de que aquellos pocos eran su equipo de trabajo y que la moral en sí no estaba demasiado alta no tuvo mayores opciones que simplemente arrugar el entrecejo en un gesto bastante amenazante. —Les recomiendo, jovenes, que no olviden bajo ninguna circunstancia que la marina es un ente organizado y serio. A mi me da más o menos lo mismo, pero la próxima vez, Oficiales, guárdense sus comentarios idealistas y recorten sus escandalosas risas... Aquí podría llegar un superior en cualquier momento, y no creo que haga falta decirles lo pueriles que están siendo en este momento. -Estaba mosqueado, no completamente molesto pero si un poco enfadado, cargado de decepción y dudas ante la idea de que este par de jóvenes y oficiales fueran quienes le acompañarían en su peligrosa labor el día de mañana. Y es que si bien el honrado y decidido capitán Osaku Ishio no dudaba de sus habilidades, dudaba y mucho de sus capacidades para respetar la autoridad, más aún de controlar la lengua frente a superiores que no dudarían en matarlos o exiliarlos del cuerpo de justicia. Sin decir nada más, se fue con el grupo que había venido.
El silencio reinó en la habitación durante un instante y luego el bullicio del exterior volvió a colarse hasta los oídos de quienes se deleitaban con el rugido de los cañones y el filo de las espadas al rasparse contra la lija que les daría filo. Era sin lugar a dudas el sitio previo a un campo de batalla donde el ganador sería quien tuviera la ventaja clara, y en el caso de los defensores, esta ventaja era representada por el lugar donde se batirían en duelo, y la forma en que prepararan la isla para una batalla de dichas proporciones titánicas. Purupuru puru~ Puru Purupuru~ Sin embargo un curioso y constante ruido apareció de pronto, y tras un instante se hizo claro, el llamado de un Den-Den Mushi que vibraba en el bolsillo del autonombrado Paradox, ansioso, ruidoso pero elegantemente vestido se hallaba el caracol que no pararía de sonar hasta ser contestado, y del otro lado de la línea, una voz que solamente Kuma reconocería, aunque de oído solamente... Ni él mismo había visto jamás a Nobody-chan.
Kurikukuma-Chan, adivina adivinador a quien escuchando están~ Vamos amigo, no seas mal educado, no me gusta hablar si tienes amigos al lado. Vete a un sitio privado que tengo cosas que contarte, y para que nadie sospeche, les diré, solamente hablaremos de arte. -La voz melodiosa y aterciopelada de Nobody-Chan invadió la habitación con rimas y risas ahogadas, y en cuando el Cipher Pol se hubo alejado lo suficiente de los demás como para que no le escucharan la voz del líder apareció nuevamente ante su servidor de verdes hebras. Tengo una misión mucho muy importante, tendrás que darle prioridad, antes que el gallo cante~ Deberás ir solo o de ser posible con el cazador, al fin y al cabo, en vez de una dos cabezas es mejor.Los marines no deben saberlo y no deben verte mañana, tu tarea es mucho mas importante que jugar a héroes y ranas, así que date prisa y convence al bravucón, necesitarás estar en el puerto, a las 5 am con una buena canción. -Luego de eso, el Den-Den Mushi se apagó y la conversación acabó por completo.
El resto de la noche pasaría como todas las demás y cada uno haría lo que le plazca, desde hablar hasta colaborar con los que afuera trabajaban, pero lo cierto es que los ánimos se caldeaban y los nervios aumentaban considerablemente mientras comenzaba a amanecer, hasta que el silencio fue rasgado por una imponente y ensordecedora alarma que inició a las 6 de la mañana y que puso a todos a trabajar en un santiamén. Desde donde fuera se veían los diferentes navíos y como se dividían en tres partes, siendo que parecían querer rodear la isla por completo. Sobra decir que el Capitán Ishio apareció de inmediato ante los que estaban aún en la habitación y con un gesto de sobriedad y valor saludaba de manera militar a los marines y todos los presentes. Los tres grupos de navíos entrarían por las cercanías del área vigilada por Ishio y su gente, y conforme los piratas descendían los grupos se hacían más notorios en la distancia, requiriendo la atención de los allí presentes. ¿Izquierda? ¿Derecha? ¿Al frente? Muchas opciones para comenzar a pelear, y los marines debían elegir.
Instrucciones (Generales)
- Como se ha aclarado ya, a partir de este momento comienza el Arco #1, y por ende los post realizados a partir de ahora contarán como el Presente de cada individuo, dejando cualquier otro tema desplazado a un Pasado de los permitidos. En este arco cabe la posibilidad de ser herido, dañado, robado o asesinado, por lo que el usuario puede elegir salir del evento en cualquier momento aunque no sea recomendable para su beneficio a nivel de Experiencia/Reconocimiento. Click Aquí para mayor información.
- Tendrán a partir de este momento un total de 48 horas para realizar sus respectivas respuestas, de igual manera se tendrá como tiempo máximo permitido las 48 horas. El orden en el que comenten no afectará a la ronda, pero se limitará a una respuesta por ronda de cada usuario.
- Aquél usuario que no responda a una ronda en el tiempo determinado se verá víctima de la situación, pues se tomarán las decisiones en su lugar, y, en caso de estar en combate, recibirá daño no-letal como primer resultado. Una segunda falta de respuesta le pondrá directamente en un de inconsciencia o muerte. Ciertas excepciones aplican según el caso.
- Es completamente opcional el responder e interactuar con los NPCs de la historia, pero recuerden que este es un foro de rol interpretativo, y por ende se tomará en cuanta la calidad de su narrativa tanto o igual que la calidad interpretativa. Los NPCs tienen también personalidad y pueden aportar beneficios en el rol a nivel interpretativo/Narración.
- Se recomienda limitar el uso del Spoiler. Las dudas que no puedan ser aclaradas por un administrador/moderador en el chat pueden ser expuestas en Spoiler al final de su post y el narrador encargado la responderá a la brevedad posible. Se recuerda también que el Spoiler es una buena forma de describir con mayor tecnicismo las técnicas o habilidades utilizadas en la respuesta.
- En el caso de que la ronda se complete antes de las 48 horas pausadas, podría ser que el narrador continúe sin esperar que transcurran las horas restantes. En base a eso, se recuerda que la ronda terminará el día Viernes 03/02/2017 a esta misma hora. Sin prórrogas.
Venganza (Ofensiva)
- Al inicio de tu respuesta debes poner la palabra Venganza. Rojo, tamaño 18 y fuente Courier New, así me facilitarás el identificar con rapidez a que bando pertenece cada cual.
- ¿Que hacer si soy Pirata? ¡Muy fácil! Deberás narrar el cómo elijes uno de los tres barcos insignias para seguir con tu propio navío (Austin Jeep, Vermon Crox o los Hermanos Trehm). Luego de que llegues al punto de ataque, puedes ir matando NPCs o roleando lo que haces con detalles.
- ¿Que hacer si soy Revolucionario? ¡Muy fácil! Deberás seguir el navío del Capitán Crox sin excepciones. Luego de que llegues al punto de ataque, puedes ir matando NPCs o roleando lo que haces con detalles.
- Tengan siempre consciencia que sus acciones serán tomadas en cuenta (Aún las pequeñas) para las narraciones posteriores, por lo que si quieres apuñalar hasta la muerte a un pirata cuyo ojo de vidrio te molesta, tal vez debas considerar que puede tener amigos peligrosos.
Justicia (Defensiva)
- Al inicio de tu respuesta debes poner la palabra Justicia. Azul, tamaño 18 y fuente Courier New, así me facilitarás el identificar con rapidez a que bando pertenece cada cual.
- ¿Como empezar si soy Marine? ¡Muy fácil! Deberás ayudar al Capitán Ishio a defender el lugar eligiendo entre las tres posibles rutas, izquierda, derecha o central.
- ¿Como empezar si soy CP o Cazador? ¡Muy fácil! Podrás ayudar al Capitán Ishio a defender el lugar eligiendo entre las tres posibles rutas, izquierda, derecha o central, o cumplir con los objetivos personales.
- Tengan siempre consciencia que sus acciones serán tomadas en cuenta (Aún las pequeñas) para las narraciones posteriores, por lo que si quieres desobedecer las órdenes del capitán al que fuiste asignado porque simplemente te molesta su cabellera, piensa en el hecho de que podría mandarte a encerrar o te degrade, si eres de la Marina.
- Mención especial: Kuma, al ser el único CP recibes la llamada directa de "Nobody-Chan" el líder del Cp en los Blues. Se te ordenó convencer a Aikawa para que te acompañe a las 5 am al puerto y de ser posible sin nadie más. Si decides obedecer la orden estarás en el puerto recibiendo una pequeña caja justo cuando suena la alarma. El puerto cuenta como la elección "Central". No podrás abrir la caja sin autorización de Nobody-Chan.
- Mención especial: Aikawa, al ser el único cazador, el capitán ha tomado interés en ti por verte menos sádico y ansioso que el resto. Sin embargo puede que seas tentado por un colega a desviarte de la misión principal con la promesa de más dinero. De querer, podrías acompañarlo sin que afecte tu personaje, sin embargo tus acciones si que pueden afectar tu reputación. El puerto cuenta como la elección "Central".
© Tablilla Realizada por Yosuka Akane. Exclusivo OPBS
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