FB|| Sabes lo que busco - Jagger

He llegado a este lugar buscándolo de nuevo. Mi viaje inició hace poco sabiendo que el haber desertado de la marina no era la idea más cuerda que digamos, pero aún a pesar de eso y de aquella huida lo vuelvo a buscar. Sé que no es lo indicado, no debo ser tan insistente pero me ha dicho que ser parte de la revolución sería la idea más indicada para mí, para una rebelde que no hace caso a su familia a pesar de que está llena de lujos y riquezas.

Vamos que esa vida no está mal, pero yo quiero algo más y al parecer ha llamado completamente mi atención el intentar atraerme a la revolución. Que aproveche antes de que tome una decisión o simplemente me iré viajando por el mundo esperando encontrar un nuevo camino, quien sabe, quizás la vida empezaba a abrirme nuevas perspectivas para mí.

Es así como llegó a esta isla, refugio de todos aquellos que intentan esconderse de la ley. Cuando escapamos él me dijo que tenía que verlo en este lugar, encontrarme con él haría cambiar mi forma de ver el mundo y no sé cuántas patrañas más me dijo pero aunque pensé en solo irme algo me ha llamado a estar aquí. ― Veamos que ha tiene en mente.  ―Es lo único que pienso mientras me adentro a la isla notando como algunos bares son al aire libre lo que me hace preguntarme si se debía al canto de las golondrinas del lugar, el único atractivo turístico de esta isla de refugiados.
Sin pensarlo mucho me siento en uno de aquellos bares al aire libre para después esperarlo llegar, solo espero esta vez no se le ocurra enviar a cualquier otra persona que no sea él o simplemente aquello de lo que intentaba convencerla no iba a ser nada sencillo.

Ante su primera pregunta simplemente elevo los hombros, me agrada que algunas cosas queden al aire pero sabía que mientras siguiera así no aparentaría ser un peligro palpable para el joven encapuchado. Igual no es como que me interese hacerme de enemigos ahora, las cosas ni siquiera están claras para mí por lo cual vería innecesario. Pero al parecer volvía a hacer de las mías cuando esa extraña sensación de creer que él tiene una conexión con otra vida me hace sacar aquel comentario fuera de lugar lo que obliga al joven detenerse mientras yo continuo con mi paso. Entiendo que no pueda ver ese vínculo, en si ni yo sé por qué puedo hacerlo, solo sé que así se divierte más esa persona que maneja mi vida, gracias por hacerme ver como una desquiciada pero es que es imposible ahora que se me salga de la mente aquella imagen y peor aún, con aquella capa cubriendo incluso su rostro no puedo dejar de imaginarme que bajo de aquellos extravagantes atuendos se encuentra aquel chico rubio. ¿Cuál era su nombre?

Por un momento intento recordarle pero prefiero que solo venga a mi mente, así es cómo continuo con el tema por el cual estábamos “paseando” por el terreno. Sin darme cuenta hablo de Derian, del estúpido que me trajo aquí diciendo que vendría y que aún no había dado luces de su presencia dejándome ahí en espera y con la deuda de una cena. ― ¡Él no me planto! Yo soy quien lo deja plantado pues no pienso esperarlo más. ― Y sin darme cuenta había gritado la primera frase encrespándome toda con ganas de golpear a Derian por su falta de profesionalismo. Grrrrr si pudiera en este instante le daría un buen golpe en la cara por haberme citado en un lugar que nunca llegó y ¿Todo para qué? Para hablar de la revolución y de la buena pieza que sería si entraba, blah, blah, blah.

El encapuchado iba a comentar algo más de dicho tema cuando de pronto el olor a humo comienza a crecer. El interés del tema se pierde para intentar averiguar lo que ahora pasaba y aunque no era de mi interés decido acompañarle pues ahora mi curiosidad estaba en saber que iba a decir aquel chico antes de que el humo nos interrumpiera.
Veo como sus pasos se apresuran y yo lo sigo adentrándonos más en el humo del bosque buscando su procedencia hasta que unos pasos se escuchan además de los nuestros. Esto comienza a ser muy raro para mí pues aquellos pasos se escuchan acercarse a nosotros como si corrieran de forma contraria y entonces un grito resuena en el lugar y se apaga en ese instante. Aquello me hace detenerme en seco, no lo que esté pasando pero aquel grito no me traer un buen presentimiento lo que hace que me esconda en la vereda de árboles cuando escucho que los pasos están más cerca, no pude detener a mi acompañante antes, ni siquiera hubo tiempo de comentar algo debido que lo perdí de vista en el momento en que el grito resonó y me quedé estática. Ahora estaba esperando no ser descubierta aprovechando el humo para no ser vista tan fácilmente pero justo cuando pienso que se han ido y me asomo por aquel árbol veo como una persona es atacada por la espalda enterrando una gran espada que atraviesa su pecho, me quedo impactada por que aquella persona que le ha matado uso algo que había visto pocas veces cuando aún estaba en la marina y solo era dominada por personas “especiales” un movimiento de gran velocidad, creo haber escuchado le llamaban “soru”. Escucho más pasos lo que me obligan a dejar de ver para esconderme entre aquellos troncos esperando no ser vista. Saldría de mi escondite en el momento en que escuchara que aquellas visitas inesperadas se largaran de ahí, mientras tanto solo podía esperar a que aquel hombre que se encontraba tirado no fuera mi acompañante, sería una pena debido a que estábamos teniendo una plática demasiado interesante.

Lo que parecía ser una conversación tranquila entre un hombre y mujer de buen ver que se internaban al bosque oscuro termino cual película de terror cuando el denso humo grisáceo se fue alzando en las inmediaciones, el olor a quemado por las corrientes de aire que surcaban el espacio llego hasta sus fosas nasales alertándolo enseguida, por instinto se puso en marchar hacía aquel lugar en donde pensaba necesitarían ayuda, sus piernas se echaron a correr entre el frondoso bosque sin pensar siquiera sobre lo que haría su compañera, se movía con gracia entre los árboles y ramas quitando de lado la preocupación sobre ser visto, ya que por los rumbos donde deambulaba solo podían vislumbrar sus ojos la considerable cantidad de animales que corrían despavoridos en dirección contraria, se podía sentir un ligero temblor conforme avanzaba, los gritos se hacían más audibles y la fauna que corría seguía en contra de su anterior destino escapando de las abrazadoras llamas, las pupilas del guerrero se dilataron por la adrenalina, entrando en razón cuando a escasos metros de llegar a donde se disponía fue que observo la silueta de un personaje totalmente desconocido para sí, los reflejos bien pulidos le hicieron actuar para salvaguardar su presencia, sus rodillas se flexionaron y de un salto en el que prácticamente se desvaneció quedo postrado sobre una rama que aún no estaba al alcance del fuego…- ¿Qué cojones se supone que pasa aquí? – Su adiestrada pupila puso atención a las cosas que suscitaban y allí se encontraban, estatuas y estructuras de tamaño mediano con formas que desconocía, pero entre todo ello la escena que se desenvolvía era lo peor que pudo haber imaginado encontrarse en la aparentemente pacifica isla.

Los cuerpos caían tendidos al piso sin vida, algunos apuñalados siendo que otros terminaban consumidos por las flamas hasta los huesos, la peste de la carne fue haciéndose presente inundando los sentidos del guerrero que sin siquiera cubrirse continuaba observando sin poder hacer nada, apretó su puño carcomido por la ira y la impotencia, solo podía ser espectador ya que tenía bien sabido que sus habilidades no podían compararse con las que veía, arriesgarse a morir de esa forma no le serviría a nadie…- Maldición…- Apretó con fuerza su puño diestro al punto en que la palma de su mano sangro, sus ojos se encendieron y su garganta tragaba seco, hasta que después de unos instantes, así como llegaron las figuras se desvanecieron dejando todo destruido…- No pude hacer nada – Bajo del árbol con un gesto de derrota, acercándose a los cuerpos muertos tendidos en el suelo, se puso en cuclillas lamentándose por unos momentos, hasta que la llegada de su acompañante le saco del trance…- Acabaron con todos…- Inclino el rostro antes de sacudirlo con levedad, posterior a ello deambulo cerca tomando una pala para escarbar, poniéndose manos a la obra con tal de dar digna sepultura a los recién asesinados.

Después de haber presenciado tan mórbida escena me quedo en silencio intentando estar atenta de mi entorno esperando la amenaza siguiera su curso y se alejara de aquella zona para continuar. No puedo preguntarme si mi compañero aún se encuentra bien, por ahora me preocupa ser encontrada por aquellas personas que escasas veces tuve contacto, las únicas que si llegaban a imponerme temor frente a los Marines. Mi respiración fue tranquilizada en escasos minutos y al pasar el tiempo y notar que no había sido descubierta decido retomar el camino de forma cuidadosa.

Sigo los rastros que dejaron aquellos agresores comenzando a sentir el fuerte olor a madera quemada y el dulce de la carne. Por un momento me siento mareada con ese nauseabundo olor hasta que llego al punto del origen notando la masacre que acaban de hacer. Mis ojos se abre ante la cantidad de muertos que hay bajo los árboles mientras las estatuas se ven manchadas de la sangre de quienes habitaron en su tiempo este lugar. Camino buscando algún sobreviviente con un rostro serio hasta que encuentro a unos metros unas palas, sin dudarlo las tomo entre mis manos y me dirijo hacia mi compañero a quien preferí darle su espacio desde mi llegada. Mi mano se posiciona sobre su hombro para mirarlo por un instante. ― De nada sirve lamentarse en este lugar. ― Dicho esto le entrego una de las palabras para comenzar a escavar en el claro más grande.

Lamentaba la muerte de estas personas, pero desde hace mucho sabía que es imposible salvar a todos, por lo cual la muerte no era un factor que me afectara, pero con aquel sentimiento de justicia del cual mi compañero tenía fuertemente aferrada sus convicciones, sabría que ver tal masacre le haría perder la compostura. Ahora quisiera saber que pasa por su mente pero prefiero solo darle ese espacio antes de que se le ocurra una locura como ir tras los autores de dicha masacre.

Tardamos un poco en enterrar a los cadáveres y apagar el fuego antes de que este se extendiera. Miro a mi compañero esperando que él sea quien eleve una oración por ellos mientras al final solo puedo comentarle lo que acabe de ver esperando este calmado. ―Esto no fue obra de simple vandalismo… El gobierno tuvo que ver con esto. ― Aun en mi mente puedo ver la velocidad con la que el hombre se acercó al anciano para atravesarlo con la espada. ― Agentes del gobierno, supongo así les dicen. ― Y entonces por mi cabeza vuelve a cruzar el nombre de la persona que busco lo que me hace girarme para ver a mi acompañante de quien aún no sabía su nombre ―Ahora necesito saber. ¿Lo conoces? Si él está en esta isla sería bueno que me cerciorara que se encuentra bien. ― Se que sueno preocupada pero lo que realmente siento en ese momento es ese sentimiento de peligro, algo malo estaba pasando en este lugar y mientras más me alejara me sentiría mejor.

Si la mujer hablaba o no era algo a lo que poco le ponía atención, es más su mente parecía incrédula ante lo visto, todo fue tan rápido, tanto que ni siquiera los afilados ojos del revolucionario pudieron distinguir las fugaces figuras de los sujetos que arrebataron la vida de los ya muertos, ahora solo quedaban vestigios de cuerpos quemados por el fuego y uno que otro que con suerte fue cegado por un arma de fuego o filo ahorrándose la agonía de oler su propia carne al quemarse, el olor invadía aun las fosas nasales del guerrero, quien se podría decir estaba acostumbrado a ver la muerte, pero no a como lo acontecido, no contra individuos desarmados que no lo merecían…- Tsk… - Apretó los dientes cuando la pala de madera se encajó una vez más en la tierra, sus brazos movían el instrumento con prisa, llenando con tierra la última de las tumbas que albergaba al monje ya muerto…- La pregunta es ¿Por qué? – Lejos de sentirse derrotado por lo experimentado, la mente de Jagger en sus adentros ya se encontraba procesando diferentes pensamientos a raíz de lo vivido, pero sin pistas no se podía hacer nada…- Es indignante – Clavo el filo del objeto contra la tierra dejando que allí permaneciera, reclino su peso sobre el mismo y girando un poco la cadera echó a andar su mente para recordar sobre el paradero del otro revolucionario.

-Hasta donde recuerdo… - Por unos segundos se mantuvo en silencio, dejando que a su cabeza llegasen las memorias una tras de otra, viéndose así mismo frente a un tablón en donde las encomiendas eran puestas para los tenientes, algunas opcionales, otras asignadas por x o y, en este caso, la situación del compañero de la mujer era ciertamente delicada…- Maldición…- Trago un poco de saliva frunciendo el ceño ligeramente – Hasta donde he de recordar, tu amigo fue asignado a vigilar Flevance, hay algo sobre un noble explotando a las personas, él fue enviado allí a investigar – Se reincorporo a la brevedad sacudiendo sus prendas por la tierra que pudo haber caído en ellas, miro a la mujer y luego el sitio en donde se encontraban, lamentándose una vez más por los acontecimientos suscitados Saberhagen hizo un ademan con sus brazos a modo de plegaria por las almas de los muertos, volteando su vista hacía la mujer por última vez – Si vas a ir a buscarlo, te recomiendo tener cuidado… según he escuchado Flevance se encuentra bastante protegida – Afirmo con la mirada –En todo caso, si el destino es generoso conmigo nos volveremos a encontrar, debo seguir mi camino, hasta luego... Desconocía la verdadera razón del porque se había sido enviado a esa isla, pero ahora con el fuego de su causa creciendo con fuerza tenía que continuar con su propósito, así fue que a paso lento comenzó a moverse, perdiéndose entre el bosque hacía el lugar por donde llego.

Puedo mirar en su rostro como su enojo incrementa al ver lo sucedido en esa escena pero no puedo decirle algo, nunca he sido buena con las palabras y ver esto simplemente me es algo indiferente y hasta eso, afortunados somos de que nosotros no quedamos en medio de esta guerra que no es nuestra. Suena mal, lo se, pero por algo no decidí ir del lado de la revolución, prefería evitar este tipo de problemas.

Si por mi fuera regresaría, pero no puedo irme sin que me de santo y seña de donde se encontraba dicha persona y es así como después de las preguntas él comienza a contestarlas. ―¿Un noble eh? No me sorprende ―Aquel chico le encantaba ser el justiciero, pero no me importa, ahora tenia que pagar esa deuda y más por dejarme plantada en esta isla sin destino alguno. ―Siento mucho por lo que acabas de presenciar... ― No puedo decirle más mientras yo me alejo dejando que él entierre a los muertos, no soy de largas despedidas ni de sentimentalismos, ahora debía reunirme a otro lugar donde aquel chico que empezó todo este viaje me debe una deuda de honor.


―Espero volvamos a vernos, pero si no, recuerda que siempre habrá una loca rondando por estos lugares. ―Y así finalizo mi participación en este tema donde un joven, que antes era rubio, se quedó con aquel peso de conciencia mientras yo me encaminaba a una larga marcha que podría atravesar mundos. Keegan a través de los mundos, no suena tan mal ¿Verdad querido publico?