FB|| Sabes lo que busco - Jagger

He llegado a este lugar buscándolo de nuevo. Mi viaje inició hace poco sabiendo que el haber desertado de la marina no era la idea más cuerda que digamos, pero aún a pesar de eso y de aquella huida lo vuelvo a buscar. Sé que no es lo indicado, no debo ser tan insistente pero me ha dicho que ser parte de la revolución sería la idea más indicada para mí, para una rebelde que no hace caso a su familia a pesar de que está llena de lujos y riquezas.

Vamos que esa vida no está mal, pero yo quiero algo más y al parecer ha llamado completamente mi atención el intentar atraerme a la revolución. Que aproveche antes de que tome una decisión o simplemente me iré viajando por el mundo esperando encontrar un nuevo camino, quien sabe, quizás la vida empezaba a abrirme nuevas perspectivas para mí.

Es así como llegó a esta isla, refugio de todos aquellos que intentan esconderse de la ley. Cuando escapamos él me dijo que tenía que verlo en este lugar, encontrarme con él haría cambiar mi forma de ver el mundo y no sé cuántas patrañas más me dijo pero aunque pensé en solo irme algo me ha llamado a estar aquí. ― Veamos que ha tiene en mente.  ―Es lo único que pienso mientras me adentro a la isla notando como algunos bares son al aire libre lo que me hace preguntarme si se debía al canto de las golondrinas del lugar, el único atractivo turístico de esta isla de refugiados.
Sin pensarlo mucho me siento en uno de aquellos bares al aire libre para después esperarlo llegar, solo espero esta vez no se le ocurra enviar a cualquier otra persona que no sea él o simplemente aquello de lo que intentaba convencerla no iba a ser nada sencillo.

“¿Qué tiene de especial esta Isla?” Preguntaba sin dejar de caminar, hacía pocas horas había desembarcado en las costas de Swallow, había llegado en un pequeño barco con el cual podía moverse entre los mares cardinales sin problema alguno, guiándose por una brújula y los mapas convencionales era capaz de viajar sin dificultad, esta vez su destino siendo decidido por sus superiores marcaba como X aquel sitio, desconocía el por qué, ya que después de todo el territorio era bien conocido por fungir como refugio para criminales, a este punto Jagger aun no era capaz de ver entre los matices, para él solo existía negro o blanco y dentro de si pensaba que los piratas eran alimañas, pero debía ser tolerante lo más que pudiese, como Archibal hubiese querido.

Por minutos deambulo en lo que parecía ser un sendero en las orillas de la costa, viéndose a lo lejos una arbolada y sobre ella una considerable cantidad de golondrinas que revoloteaba, desde donde estaba observo el paisaje por unos minutos al punto en que incluso detuvo su caminar…- Es bastante tranquila, al menos en eso me agrada – Reanudo su andar hacía el lugar visto, y después de andar por unos metros logro llegar a su destino, por costumbre y gusto el encapuchado se movía por los lugares donde menos gente se concentraba, veía a primera instancia los sitios a donde llegaba, por si la ocasión lo arrinconaba tuviese que esfumarse sin dificultad, a veces prefería evitar problemas.

-El Coronel me dijo que en este lugar encontraría gente que quizás pueda sumarse a la causa ¿pero cómo hago para saber a quién hablarle? – Se preguntó a si mismo deteniéndose por unos instantes, segundos después siguió caminando observando los negocios que alrededor yacían, uno en especial calo su atención al punto en que el guerrero decidió acercarse, no era por la vista del establecimiento ya que no tenía paredes, se trataba de un bar al aire libre, con árboles que servían para reclinarse y alguna que otra mesa con sillas improvisadas…- ¿Y ahora? – Ladeo el rostro de derecha a izquierda, sin pensarlo decidió sentarse.

Las aves revolotean sobre mi yendo de un árbol a otro mientras yo intento ser paciente por un tiempo esperando ansiosa su llegada pero mi falta de paciencia comienza a atacarme. Intento pedir algo para beber, una simple cerveza, no pienso embriagarme sin ver a ese tipo. Y es cuando en medio de mis pensamientos vuelvo a recordar aquel momento en que la idea de desertar de la marina fue impuesta en mi mente.

Mi brazo baja a mi pantalón sacando de su bolsa lateral una moneda algo extraña. La observo atenta sin perderla de vista para ver un lado y luego el otro encontrando aquel punto donde la bala le había golpeado. “ser la vaga que sigo siendo hasta ahora o la revolución” Aquellas palabras aparecieron en mi mente junto con esa sonrisa que tanto odiaba, aquella sonrisa que me había hecho salir de mi comodidad para buscar algo más fuera de la marina. ― ¡Eres un completo idiota! ― Me siento totalmente enojada con que aquella moneda siendo el recuerdo ferviente de aquel joven revolucionario y la apuesta que había ganado cuando tomé el revólver y disparé al momento en que lanzó la moneda al cielo.

No entiendo aún que hago en este lugar, la apuesta la había ganado yo por lo cual no tenía que escuchar más de sus palabras, pero mírenme ahora, estoy aquí buscando una excusa para darle sentido a mi nuevo camino. Quizás eso es lo que más me frustra sabiendo que dentro de mi busco algo más que darle sentido a mi vida. ― La revolución es una estupidez.― Sin darme cuenta lanzo dichas palabras tras de tomar un trago de aquella cerveza helada mientras sin darle importancia alguien se sienta en mi mesa. Me da igual, pero se que aquel hombre no es a quien busco si no aquel despreciable amigo que al final de la noche solo se atrevió a dejar una nota en medio de ese bar para encontrarnos aquí. ―Y bien, al menos espero tu tengas una buena excusa para decirme lo contrario. ― Ahora me dirijo al chico que se sienta frente a mí, no tengo ni idea de quien pueda hacer, pero ya que está sentado aquí al menos que sirva como compañía mía y me entretenga un poco hasta que pueda verlo, si es que llega o si no me obligara a buscarle y lanzarlo a mitad del mar por dejar esperando no solo a una chica, sino también a una amiga.

¿Qué esperaba encontrar en aquella Isla? Ni siquiera el mismo lo sabía, simplemente el ser enviado sin motivo ni lógica era la razón por la cual se encontraba allí, en una isla abandonada por todos, por la revolución e incluso por el gobierno, sin leyes de ningún tipo, ni siquiera aquellas impuestas por los propios principios de un hombre libre, y aunque el caos pudiese reinar cuanto quisiese no parecía ser así…- Estoy perdiendo el tiempo – Decía en sus adentros cubierto su rostro por la peculiar capucha que vestía, no quería ver a nadie ni quería que nadie le viese, le hablase o incluso prestase atención a la existencia que quería disimular, las ropas para eso servían después de todo, verse como un vagabundo o una persona cualquiera, pero no… no se podían quedar las cosas así, la paz era algo difícil de conseguir y ahora es que se daba cuenta de ello. La estridente voz de una fémina con la que se encontraba compartiendo mesa le sacó de su trance de calma, por sus propias normas no volteo siquiera a verla, pero las palabras que emanaban de la boca ajena causaban cierta intriga, realmente causaron más que eso pues siendo Jagger afín a la causa de la revolución le molestaba escuchar a las personas cuando se expresaban así.

En su cien una pequeña pero imperceptible vena se marcó, hervía por dentro, las ganas de soltar a la cara de la mujer un sinfín de verdades eran latentes, pero sabía bien que verse como un fanático en aquellos tiempos y más en las aguas de los mares cardinales era peligroso, por el contrario prefirió mantenerse al margen de la situación, dejando que la mujer hablase y como el resto de los comensales… ignorarla, pero no era tan fácil, no cuando al compartir mesa la eufórica mujer dirigía ahora sus embravecidas palabras contra él ¿Qué le había hecho la vida? Antes de responder medito por un instante, ¿era aquella pregunta una especie de trampa?, a sabiendas de que un porcentaje de los presentes podía ser un pirata o criminal, e incluso agente del gobierno o marine, prefirió hablar en voz baja antes de exaltarse como era realmente el plan…- ¿Te dejaron plantada o algo así? – Antes las oportunidades para convivir con mujeres eran contadas, pero a pesar de ello Jagger no tenía dificultad alguna para entablar conversaciones, eso sí… era bastante crudo cuando conocía a alguien nuevo…- Será mejor que no sepas lo que pienso acerca del tema – Giró su cuerpo levemente ante la espera del mesero.

El cuestionamiento de si había  sido plantada o no me hizo que al fin prestará atención  a la persona delante mía, parecía  que mis palabras no eran tan bien  recibidas por mi interlocutor, aunque en un principio dichos argumentos sólo  los solté  al aire en espera de buscar un alivio ¿Eso significaba que realmente había sido plantada? Al parecer así  había sido, que fastidio, aunque  ahora me compadezco de aquel incauto que acabo  de contestar  en un susurro, al parecer sería  mi nueva distracción porque dudo que “D” realmente venga aquí.  

―  Interesante observación chico encapuchado ― mi mejilla se recarga sobre mi mano mientras mi codo se mantiene sosteniendo el peso de mi rostro. ― Realmente no veo porque debas susurrar en esta mesa, no es como si alguien más  esté interesado en esta charla de dos personas plantadas y sin nada que hacer― Pues supongo que si él  tampoco  está acompañado es porque también  a sido  dejado por la novia ¿verdad?

―Yo no se cuales sean tus argumentos sobre la revolución, en si, realmente  no creí que pudiera haber un argumento válido para poder defender dicha causa. Actualmente todos los que toman un bando creen estar en lo correcto, ambos pelean por el bien de la “justicia” cuando la definición  de dicha palabra es tan burda que cualquiera puede definirla a su conveniencia. ― Mi mirada se centra en el chico mientras siento esa necesidad de un cigarrillo el cual sacó de la bolsa derecha de mi chaqueta colocándolo en mis labios mientras le hago una señas  a mi acompañante esperando el tenga con qué encenderlo.

―   Mira… Yo no se cual pueda ser tu opinión. ― Mastico un poco el cigarro mientras acomodo mi cabello para que quede tras de mis hombros. ― Pero creo ya haber escuchado  todas las excusas que usan para justificar sus actos y no creo que haya alguna diferente. ― Finalizo con aquella frase mientras mis ojos brillan con un extraño  resplandor de desafío.  Ahora quiero  ver si aquel chico es tan interesante como la apariencia que quiere dar tras esconderse bajo una capa.

Flexiono sus piernas con tal de levantarse y alejarse de la mujer, esperaba que con las palabras dichas esta no tuviese interés alguno en él, pero para su mala suerte fue todo lo contrario, la intención de andar con un perfil bajo se desvaneció como el polvo al aire en un soplido, en su cabeza intento relajarse para no perder la calma, apretó con fuerza en sus adentros buscando en las raíces que eran sus valores y ética como asesino hasta que por fin fue capaz de mantener la calma y no enaltecerse, ya que ahora aunque ella no pudiese dar de cuenta, la mirada de alguno que otro curioso fue atraída, y su experiencia cuando pasaba eso siempre le llevaba a problemas.

Cubierto su rostro el encapuchado no tuvo problemas para tomar aire, no tenía ninguna dificultad incluso para figurar alguna mueca de desagrado, quería mantener el perfil bajo como era su costumbre, hablar con quién sea lo mínimo y después continuar, ¿pero hacía a dónde iría? Tal parecía ser que a pesar de que podía ser capaz de pensar rápido, el tiempo era algo que siempre estaba por encima de él, y esto quedaba demostrado por su forma de actuar e idear, iba rápido de un lugar a otro, para una vez llegado a ese sitio volver a huir a quien sabe dónde, aunque a decir verdad en ese momento en aquella isla, no tenía absolutamente nada que hacer, entonces… quizás solo se preocupaba demasiado.

Pero entonces no pudo resistirlo más, mando todo al carajo en sus adentros denotándose aquello cuando en su cara cubierta por la capucha una expresión de desagrado se figuró, negó con el rostro apenas moviendo el mismo, entonces giro sutilmente su cadera para quedar de lado hacía a ella, inhalo un poco de aire y lo fue soltando lentamente a modo de suspiro, como si con aquello se tranquilizaría por la pocas ganas que tenía de hablar…- A mí nadie me ha plantado – Dijo con calma, viendo de reojo la postura en que ahora la fémina se colocaba – Ahora que lo dices… para una mujer debe ser algo vergonzoso – Llevó la diestra hasta su rostro acariciando sutilmente su barbilla, como si estuviese pensando parecía.

Luego las palabras de la mujer, cargadas de lo que creía Jagger era falta de convicción llenaron sus oídos, pero el guerrero ni siquiera se inmutaba, sabía que la opinión de varios podía ir en contra de aquella por la cual la causa se mantenía, sin embargo eso no será suficiente para mellar sus intenciones, aun si su concepto de libertad y justicia apenas si se comenzaba a sostener…- Las personas necesitan creer en algo, eso es lo que mueve al mundo, tan simple pero complejo a la vez – Comentó con calma, llenándose ahora sus pulmones del humo de cigarrillo que de poco a poco iba haciendo acto de presencia…- ¿Eres alguna clase de mujer política o algo así? – Pregunto, quizás esa era la forma correcta de comenzar a conocer personas.


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Pareciera que aquel joven sólo se había  sentado en el lugar incorrecto. Mis palabras no fueron gratas a sus oídos, incluso en un momento se levantó dispuesto a marcharse -lo que,admito, me dio gracia- pero al final su cuerpo se giró para quedar justo a mi lado. Mi mirada seguía cada movimiento de aquel joven mientras enciendo el cigarro que masticaba en mi boca. La primera  bocanada salió de mis labios mientras aquel joven comentaba que el ser plantada por alguien  podria  ser vergonzoso para una chica, esa frase  me hizo sonreir. - Claro que lo sería, si es que esta hubiera sido una cita sentimental y no de negocios. – vuelvo a probar del cigarro disfrutando esta vez del sabor a tabaco que emana de él  dejando que la bocanada sea más  profunda.  

Era obvio que aquella reunión tampoco era de negocios, al menos no para mi, al final quien estaba interesado en que yo me uniera a la revolución  era Derian y al parecer había  olvidado el día  o el lugar, o se había  perdido en el trayecto. ¿Me pregunto si esta será herencia de sus antepasados? Vaya y yo creía que no tomaría  nada de genes de su abuela, al menos creí que mejoraría con la sangre de su padre biologi… Será  mejor me concentre de nuevo en mi acompañante  o si no este puede escapar.

Las siguientes palabras me hicieron enarcar una ceja siendo que su comportamiento era similar al de Derian en algunos aspectos ¿Este chico pertenece también a la revolución? - Qué romántica es su definición. Pero no creo que sea lo suficiente como para convencer a alguien aqui – De un momento a otro se escuchan algunos murmullos. Al parecer no soy la única centrada en la conversación, lo que me hace sentir de cierta forma desconfiada de ellos. Odio a los metidos en pláticas  ajenas.

-No soy nada de lo que tu crees. – Me levanto de la mesa estirando un poco mis brazos y apagando el cigarro. - Estoy aburrida de este lugar y la gente de aquí no parece tan interesante como tu, chico revolucionario. – lo último  lo digo casi en un susurro. Me arriesgaba a que esté  no fuera perteneciente a, pero quería  ver si picaba el anzuelo. Si así  fuera, quizás  él podría darme informes de Derian. - Entonces ¿Podrías escoltar a una dama por los bosques del lugar? ¿O es que piensas que puedo ser más  peligrosa de lo que me veo? – Sin más  no espero su respuesta, comienzo a adelantarme a sus pasos, nunca me a gustado esperar a nadie y si Derian llegaba en estos momentos, lástima  para él.  Para que no llega a tiempo.

Abandono las respuestas previas que tenía a las palabras vacías de la mujer, los pensamientos banales y sin poca importancia se desvanecieron apenas escucho de la boca ajena articular nuevas letras, Jagger se acomodó mejor incluso sin darse cuenta postrando el codo diestro sobre el taburete de madera, quedando de frente a ella pero sin dejar a la vista su rostro se dedicó a procesar la información que llegaba a su mente ¿pensamiento romántico? Si para el guerrero solo era la verdad que le hacía seguir, no se ponía a ver entre los matices pues no le concernía en la actualidad, apenas siendo un teniente sus opiniones carecían de importancia frente a sus superiores, mejor callar…- No estoy tratando de convencerte, si fuera eso… tengo mis métodos – palabras carentes de valor que exclamaba con la misma tranquilidad de siempre, sin embargo algo imposibles ya que para que Saberhagen pudiese convencer a alguien de unirse a la causa tenían que pasar bastante tiempo.

Encontrándose inmerso en la conversación, el sicario podía percibir gracias a sus sentidos las miradas ajenas que se comenzaban a posar sobre ambos, detestaba atraer la atención pero tal parecía que el tema que ambos sostenían servía de interés para los cercanos, pronto el repentino levantar de la mujer saco al encapuchado del pequeño trance en el que se quedó hace unos segundos, este también abandonó su asiento acomodando sus ropajes levemente…- ¿Chico Revolucionario?, tsk – Apretó los dientes frunciendo el ceño con levedad, su ceja se arqueó con igual intensidad pero no importaba, después de todo su rostro era poco visible, sin afán de responder Jagger asintió echando un último pero disimulado vistazo a su alrededor…- No sabes en cuantas cosas he pensado que eres – Soltó una ligera risilla – En realidad, soy un agente del gobierno, y es mi deber acompañar a un dama, aunque parece que no lo necesita – Se giró sin decir más, emprendiendo un suave caminar por un sendero que guiaba al bosque.

-¿Qué te hizo creer que se trataba de un Revolucionario? – Habiéndose alejado del bullicio y las personas curiosas, Jagger se dignó a abrir sus labios una vez más, esta vez con mayor confianza pues en sus adentros se preparaba para cualquier cosa que pudiese pasar, ¿amiga o enemiga? Lo descubriría no tardando.

¿Acaso aquella frase fue una amenaza? Era gracioso pensarlo de esa forma siendo que no tomaba nada en serio y todo a la ligera, cosa por lo cual me habían amonestado en la marina, pero que aún no puedo dejar dicha costumbre. Me hubiera gustado preguntar cuáles eran esos “métodos” a los cuales se refería, pero prefería solo dejar eso a la imaginación.

Sin dar previo aviso comenzamos a caminar por el bosque. Su reacción ante la frase del “chico revolucionario” le hizo chasquear la lengua mientras yo sonreí ladinamente sabiendo que había picado aunque no esperaba su siguiente frase ― Interesante, dime ¿Qué piensas que soy? ― Aquella frase me hizo sentir más interés por su plática mientras comenzaba a caminar de espaldas aunque el contacto visual era totalmente nulo gracias a sus prendas, vaya no entiendo por qué tanto misterio si antes te gustaba roncar en la embarcación mientras una rubia se quejaba de que no podía dormir por dichos rui… ¿De dónde me suena eso?

― Dime que al menos tu no roncas tan fuerte. ―Interrumpo la charla de golpe casi gritando lo último de forma exagerada ¿Fuera de lugar? Sí, pero tenía que cerciorarme de que no estaba viviendo una clase de Dejavú… ― Como sea… ―Crucé mis brazos deteniéndome por un momento para negar a lo que decía mientras suspiraba. Había trabajado con personas del gobierno y marines también, pero él no encajaba en dicho perfil, les encanta presumir, más que un revolucionario pues aman el poder y ni hablar de su uniforme.

―Yo solo lance el señuelo y parece que tú, chico rubio, has picado. ― El camino por el bosque me hace sentir más en confianza, se puede distinguir gracias a ese poder extraño que proviene de la chica que no tiene nada que hacer y controla mi vida. ― A decir verdad. Hay un chico que es muy similar a tu forma de pensar, quizás lo conozcas pues pelea del lado de la revolución. Derian Danae. ― Un pequeño toque de nostalgia llega a mí y entonces recuerdo su sonrisa y lo perdido que es y el cómo no había llegado a su tan importante negociación. ― ¡Ese estúpido revolucionario! ― La sonrisa se desvaneció por un grito salvaje, claramente se notaba que él era el que me había dejado esperando en tan espantoso lugar y estaba tan enojada que comenzaba a echar humo por todos lados, oh espera, no este es humo real… ― ¿Uh? ― No entiendo de donde sale esto pero es imposible que provenga de mi pues se ve claramente el rastro que recorre la mayoría del bosque, pues en mi posición estaba tan desvanecido que apenas y se podía distinguir. ― ¿Algo se quema? ― Es lo único que puedo decir.

Distraído en lo que era la extraña conversación con la mujer desconocida Jagger no se percataba de algo, ¿Cuál era su misión? ¿En dónde estaba? ¿Cuál era el motivo de su estadía en aquella isla abandonada por incluso el gobierno mundial?, todas esas preguntas se desvanecieron desde el momento en que llego a ese extraño comedor taberna al aire libre donde busco descansar, pero quien sabe por qué ahora yacía dialogando con una mujer de quien no sabía nada, podía tratarse de una agente del gobierno encubierta, un marine, un cazador de recompensas que llevaba a su fin, e incluso un pirata, cualquiera que fuese el caso, los instintos del guerrero le permitían estar en sus asuntos sin alertarle que se encontraba en peligro, era eso o la mujer sabía ocultar muy bien sus intenciones…- ¿Preguntas por curiosidad? ¿o hay algo más de lo que no me he enterado? – Alzo la ceja levemente, sin detener el ritmo del suave andar que llevaba a lado de la fémina de piel oscura.

Pero de pronto un extraño comentario proveniente de los labios ajenos dejo fuera de lugar al guerrero encapuchado, confundido se detuvo figurando en su rostro una expresión de confusión que gracias a la sombra de la tela la fémina no podía ver, negó con su cara antes de volver a caminar con tal de alcanzarla, sin saber de qué trataba lo dicho anteriormente, sin embargo no presto demasiada atención al ligero desvió de la conversación, siguió andando con ella hasta que se detuvo, repitiendo la acción Saberhagen enarco la ceja ante lo que escuchaba, cuando de repente cayó preso de la jugarreta que le pusieron de frente, llevo la mano diestra hasta su barbilla acariciando suavemente, como si estuviese en el proceso de pensamiento antes de responder la cuestión sobre si conocía al revolucionario de nombre raro.

-Ese nombre…- Llevo la mano izquierda hasta su nuca cambiando la postura con la que estaba acomodado, reclino el peso de su persona sobre su pierna izquierda flexionando la derecha, echo la vista hacia arriba observando los enormes arboles antes de intentar hablar - ¡Ah! – No pretendía engañar a la mujer de cabellos oscuros, pero por la voz en su exclamación así parecía ser que sucedería…- ¿Ese es el tipo que te dejo plantado? – Contuvo la pequeña carcajada que estaba por escapar de su boca, el hecho de ver a la mujer estallando de aquella forma violenta era el freno necesario para no caer en un accidente, la desconocía, pero no buscaba enfrentarse a nadie por un simple problema de novios, o al menos pensaba que de eso trataba todo…- Ahora que lo dices, creo…- Se quedó callado cuando el ligero vestigio al olor del humo fue inundando el espacio, Jagger giro la mirada a su acompañante, antes de alzar la voz – Tenemos que ir, alguien puede necesitar ayuda – En ocasiones se olvidaba de ser prudente, algo enseñado por Archibal pero que ignoraba la mayoría de las veces.