Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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White Rose (Presente)
One Piece Blue Sky :: Los Cuatro Azules :: East Blue :: Islas Organ :: Orange
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White Rose (Presente)
No tenía realmente un asunto en particular en la ciudad de Orange. Tenía tiempo libre de sobra y no sabía como aprovecharlo. Así que me dije: ¿Por qué no disfrutar un poco de tiempo a solas con una buena lectura y una taza de té? Había pasado mucho tiempo desde que tuve tanto tiempo libre y debía aprovecharlo antes de volver a ponerme a trabajar.
La presencia de piratas y cazadores era bastante notable en la ciudad, pero mientras estos no hicieran nada ilegal o sospechoso, yo no haría ninguna acción ofensiva contra estos. Además, unos pocos marines patrullaban cerca de las calles así que seguramente las cosas estaban bajo control por el momento. A menos que uno de aquellos piratas fuera lo suficientemente estúpido como para realizar algo que llamara la atención de los marines. Pero ahora que lo pensaba, la cantidad de marines era muy reducida a comparación de otras ciudades. Un pequeño grupo de piratas podría acabarlos fácilmente.
Pasé a un pequeño local, en este servían té. Lo que me gustaba del lugar es que tenían mesitas al aire libre, así podía disfrutar del clima mientras tomaba una taza de té. Me encontraba cruzada de piernas con un libro en mi siniestra, era un libro acerca de una historia de amor entre ninjas. No es la mejor lectura pero era lo mejor que tenía por el momento. Aunque claro, había cambiado la portada de esta por que no podía permitir que alguien me viera leyendo esa clase de libros.
Mientras estaba centrada en la lectura y mi taza de té. Un gran estruendo llegó a mis oídos repentinamente, era el sonido de lo que parecía ser una ligera explosión. Enseguida me puse de pie y dejé todas mis cosas en la mesita, llevándome sólo mi estoque. ¿Qué habrá podido hacer tal escándalo? Tenía que averiguarlo antes de que algún inocente terminara herido.
La presencia de piratas y cazadores era bastante notable en la ciudad, pero mientras estos no hicieran nada ilegal o sospechoso, yo no haría ninguna acción ofensiva contra estos. Además, unos pocos marines patrullaban cerca de las calles así que seguramente las cosas estaban bajo control por el momento. A menos que uno de aquellos piratas fuera lo suficientemente estúpido como para realizar algo que llamara la atención de los marines. Pero ahora que lo pensaba, la cantidad de marines era muy reducida a comparación de otras ciudades. Un pequeño grupo de piratas podría acabarlos fácilmente.
Pasé a un pequeño local, en este servían té. Lo que me gustaba del lugar es que tenían mesitas al aire libre, así podía disfrutar del clima mientras tomaba una taza de té. Me encontraba cruzada de piernas con un libro en mi siniestra, era un libro acerca de una historia de amor entre ninjas. No es la mejor lectura pero era lo mejor que tenía por el momento. Aunque claro, había cambiado la portada de esta por que no podía permitir que alguien me viera leyendo esa clase de libros.
Mientras estaba centrada en la lectura y mi taza de té. Un gran estruendo llegó a mis oídos repentinamente, era el sonido de lo que parecía ser una ligera explosión. Enseguida me puse de pie y dejé todas mis cosas en la mesita, llevándome sólo mi estoque. ¿Qué habrá podido hacer tal escándalo? Tenía que averiguarlo antes de que algún inocente terminara herido.
InvitadoInvitado
Re: White Rose (Presente)
-¡Hermosoo!- Gritaba a los cuatro vientos desde la barca mercante que se acercaba mas y mas a esta isla. –Es un gran lugar, y últimamente llegan muchas personas de distintas facciones, por lo que es ejemplar para transportar mercancía.- Decía un señor de edad de cabello blanco y bigote del mismo color, portando una pipa en sus manos. -¡Bien! ¡Suban las velas, pronto desembaracemos!- Era un tipo de lo más genial y buena onda que puedes encontrar en los mares, fue amable conmigo y me dio el aventón a hasta esta isla de North Blue. Desde que me separe de mi familia y la revolución me ha sido difícil bandearme por mi cuenta, pues, nunca he estado acostumbrado a hacer muchas cosas sola. He estado sobreviviendo de isla en isla y barco en barco, veces me llevan otras simplemente me meto a escondidas al igual que con la comida. No me importa robar, soy una pirata hehehe.
Finalmente estábamos llegando a las costas de la isla. Me sentía tan emocionada, el viento se deslizaba con suavidad acariciando mis cabellos y haciendo que se movieran al igual de mi capa. –Eres una niña muy interesante pero aun te falta mucho que aprender. Debes pensar bien lo que haras.- Decía el hombre apuntando con su pipa al lugar, había algunos marines y además de que ella poseía esa guadaña de gran tamaño. -¡Gracias por todo Oji-san! ¡Pero se cómo cuidarme sola! ¡Vamos! ¡Ya verás cómo no sabrán que los golpeó!- El hombre encogía sus hombros mientras suspiraba, solo me dio las buena suerte y en el momento indicado salte de la punta del barco hasta aterrizar en el puerto. –Oye mira. ¡Hey tu la chica de la guadaña! ¿Quién eres? No lo se, no me das buena espina.- Decía uno de los marines que pasaba cerca del muelle, yo simplemente estaba con mis ropas comunes y pues mi rostro cubierto por la capa roja. -¡Bien! ¡Estoy de buen humor y es una linda mañana! ¡Vamos chicos, muéstrenme lo mejor que tienen!- Sacaba mi arma y comenzaba la batalla.
“La noble pirata Red Rose, una infante noble que ha sido vista tanto en actos delictivos como con la Armada Revolucionaria.” Y nunca dicen nada de mi hermosa sonrisa…. ¡Ahí vamos! La batalla estaba interesante, los reclutas estaban agotados y yo un poco, pero puedo con esto. –Por que… No te rindes…- Decía uno de ellos. –Ven por mi lindo. ¿Es todo lo que tienes? Que aburridos son…- Comenzaría a correr rodeándolos aprovechando que están exhaustos. –Oye Esper…- Dijo el recluta al ver el regalo que le deje. Había un papel prendido en llamas sobre un pequeño barril de pólvora. -¡Maldita red rose! ¡Corran!- Decían los reclutas, eso sería suficiente para evitar que me sigan. La explosión alarmo a toda la zona… Creo que lo mío no es esto de la discreción. -¡Diablos! Ahora todo sabrán de mi… Bueno… HAHAHAH.- Decía riendo con una sonrisa tan grande, mientras corría en las calles como si fuera un simple juego, debo escapar a una zona segura, aunque con mi arma y apariencia es difícil no llamar la atención. -Esa niña no escucho nada de lo que le dije...- Decia el hombre ladeando su cabezza para culminar con un suspiro, mientras colocaba tabaco a su pipa.
Finalmente estábamos llegando a las costas de la isla. Me sentía tan emocionada, el viento se deslizaba con suavidad acariciando mis cabellos y haciendo que se movieran al igual de mi capa. –Eres una niña muy interesante pero aun te falta mucho que aprender. Debes pensar bien lo que haras.- Decía el hombre apuntando con su pipa al lugar, había algunos marines y además de que ella poseía esa guadaña de gran tamaño. -¡Gracias por todo Oji-san! ¡Pero se cómo cuidarme sola! ¡Vamos! ¡Ya verás cómo no sabrán que los golpeó!- El hombre encogía sus hombros mientras suspiraba, solo me dio las buena suerte y en el momento indicado salte de la punta del barco hasta aterrizar en el puerto. –Oye mira. ¡Hey tu la chica de la guadaña! ¿Quién eres? No lo se, no me das buena espina.- Decía uno de los marines que pasaba cerca del muelle, yo simplemente estaba con mis ropas comunes y pues mi rostro cubierto por la capa roja. -¡Bien! ¡Estoy de buen humor y es una linda mañana! ¡Vamos chicos, muéstrenme lo mejor que tienen!- Sacaba mi arma y comenzaba la batalla.
“La noble pirata Red Rose, una infante noble que ha sido vista tanto en actos delictivos como con la Armada Revolucionaria.” Y nunca dicen nada de mi hermosa sonrisa…. ¡Ahí vamos! La batalla estaba interesante, los reclutas estaban agotados y yo un poco, pero puedo con esto. –Por que… No te rindes…- Decía uno de ellos. –Ven por mi lindo. ¿Es todo lo que tienes? Que aburridos son…- Comenzaría a correr rodeándolos aprovechando que están exhaustos. –Oye Esper…- Dijo el recluta al ver el regalo que le deje. Había un papel prendido en llamas sobre un pequeño barril de pólvora. -¡Maldita red rose! ¡Corran!- Decían los reclutas, eso sería suficiente para evitar que me sigan. La explosión alarmo a toda la zona… Creo que lo mío no es esto de la discreción. -¡Diablos! Ahora todo sabrán de mi… Bueno… HAHAHAH.- Decía riendo con una sonrisa tan grande, mientras corría en las calles como si fuera un simple juego, debo escapar a una zona segura, aunque con mi arma y apariencia es difícil no llamar la atención. -Esa niña no escucho nada de lo que le dije...- Decia el hombre ladeando su cabezza para culminar con un suspiro, mientras colocaba tabaco a su pipa.
InvitadoInvitado
Re: White Rose (Presente)
Era en momentos como este que me arrepentía de tomarme una vacaciones. No importaba a donde fuera, los problemas y criminales siempre llegaban de un modo u otro hasta mi. ¿Que rayos tiene que hacer una chica para conseguirse su merecido descanso? Parece que los Blues no son la respuesta a esa pregunta.
Mientras corría hacía la dirección en la que el sonido había provenido, pude escuchar a lo lejos los sonidos del acero chocando. ¿Un acto terrorista tan temprano? Realmente los piratas no perdían el tiempo. Una vez que llegué hasta el lugar del estruendo, era mas que obvio que todo fue provocado por una explosión. Habían muchos marines heridos pero parecía que ninguno de ellos había perecido. Por fin una buena noticia.
Me acerqué a uno de los muchos heridos pero de los pocos que se mantenían conscientes. -¿Qué pasó en este lugar? ¿Donde esta el causante de esto?- El hombre herido, señaló con su dedo hacía la dirección donde había escuchado anteriormente el sonido del acero. -Red...Rose...- El hombre quedó inconsciente antes de poder decir algo mas. Yo centre mi mirada en la dirección indicada con el ceño fruncido. Después, la ayuda llegó para ponerse manos a la obra y yo seguí con mi camino para atrapar al causante de esto.
Mientas corría por las calles, me repetía a mi misma una oración en lo que buscaba al perpetrador. -Que no sea Ruby, que no sea Ruby, que no sea Ruby.- Luego, me gire a la derecha para tomar otra calle y ahí estaba. -Ruby.- La ciudad no tenía muchos marines y la mayoría se encontraba ayudando a los heridos de la explosión. Tenía al menos unos pocos minutos para tratar de dialogar con la tonta.
-Ruby...- Cualquiera esperaría un encuentro emotivo, quizás un abrazo o probablemente lagrimas. No obstante, mi caso fue diferente. Con el ceño fruncido y mis brazos cruzados, espeté molesta. -Ruby Rose, ¿En que estabas pensando? Había escuchado los rumores pero no podía creerlos. Pero ahora... solo puedo preguntar una cosa.- Me acerqué a ella, la distancia en la que estábamos no era precisamente corta ni la ideal para conversar. Claro, si es que se puede conversar con ella. -¡¿Ruby, estas demente?! ¿¡Armada Revolucionaria?! ¡¿Peleas y robos?! Ruby, ¿Que te pasó?- Pase mis manos por mi rostro por mera frustración, el camino que Ruby había tomado era demasiado irresponsable. Si, yo igual me rebelé contra mi padre y me uní al gobierno pero al menos me comportaba como una persona civilizada y de bien. Ruby por otro lado...
InvitadoInvitado
Re: White Rose (Presente)
-¡Wojoooo! ¡Vamos chicos podéis hacerlo mucho mejor!- Decía mientras esquivaba con facilidad el ataque de estos reclutas, la verdad ninguno tenía la capacidad de enfrentarme. Pequeñas llamas cubrían el lugar de la explosión, por lo que la mayoría de los marinos se encontraba ocupado con ello como para perder su tiempo peleando. -¿Ehh? ¿Nadie más?- Decía al ver a otros marines huir quedando solo 3 cansados hombres. –Maldita Red Rose… Actuas como si esto fuera un chiste, de verdad eres de lo peor, acabaremos contigo… Y meteremos tu trasero a impel down. ¡Tendrás unas lindas vacaciones en el nivel 2!- Dijo el hombre para intentar atacarme nuevamente, y como los demás ataques. Este fue esquivado con facilidad. Aun mantenía esa sonrisa radiante en mi rostro, me estaba divirtiendo con estos chicos.
-¡Ya falta poco chicos! ¡Un poco mas de presión y podéis vencerme!- Se que no debería perder mi tiempo jugando con ellos y aprovechar a huir, pero, se ven tan lindos tratando de vencerme, realmente están muy enojados. Luego de cruzar y chocar los metales de nuestras armas, estos 3 quedarían derrotados tras recibir leves cortes y golpes con mi armas, claro, nada serio, asesinar no es lo mío. -¿Eso es todo chicos? Estoy muy decepcionada… Realmente esperaba más de ustedes…- Decía mientras agachaba mi cabeza totalmente frustrada, para luego poner mi arma en mi espalda y ladear mi cabeza. –Bueno… Supongo que no queda de otra. ¡Tengo hambre! Ire a robar algún postr…- Dije para luego escuchar mi nombre con un tono de regaño, como si fuera una hermana mayor o madre o algo así. –Esa voz…- Dije mientras detenía mi paso como si me hubieran atrapado con las manos en la masa. –Realmente… ¿Sera ella?- Volteaba poco a poco y la vi… ¡NO PUEDE ER ES ELLA ES ELLA SIII ES JILL!! -¡JILL! ¡ERES TU!- Salte de emoción, la cual era tanta que no sabía si reír y llorar, la verdad había pasado tanto tiempo, pero se, que dada mi fama era imposible que ella no supiese de mi, así que no era como estar muy alejadas. Además, la otra vez intente buscarla en loguetown y no pude saber mucho de ella…
Veía como la peliblanca se acercaba un poco incomoda a mi, pero con un carácter especial.. ¿Desde cuando tiene carácter? Metía mi dedo meñique en mi nariz mientras escuchaba sus regaños con mala cara. -¿Eh? Deberias estar feliz por mi ¿No? Y en lugar de ello me gritas… Y en frente de los chicos. – Apuntaba a los marines caídos. –Púdrete rose…A hh…- Dijo uno de ellos para terminar inconsciente luego. –Pues es la aventura de la que te hable. ¡Vamos lo has olvidado! Cuando soliamos charlar, cantar, pintar, correr y bailar juntas soñando de cómo serian nuestras vidas cuando grande. ¡Esto realmente lo disfruto Jill!- Comenzaba dar unos pequeños giros de valet mientras decía esas cosas. –Pero… Realmente he estado por todos lados buscándote… Hace poco escape de los revolucionarios. Y…- Me acerque a la peliblanca abrazandola con fuerza, pegando mi barbilla sobre su hombro. –Realmente te extrañaba JIll… Nunca he podiod olvidar nuestra amistad, ningún viaje, aventura o locura que haya hecho podrá separarme de esa idea.-
La última vez que sentí el aroma de Jill, y su suave cuerpo entre mis brazos, fue cuando abandone Loguetown para perseguir mis sueños… Realmente si hay alguien a quien amo en este mundo, es a Jill. Ella están especial para mi, siento que parte de lo que soy se lo debo a ella. Habré cambiado y ella igual, pero se que jamás dejaremos de ser amigas. –Jill…- Dije en voz y suave… -Hemos cambiado mucho…- Si… Realmente hemos cambiado… -Tus pechos aumentaron dos tallas desde que eras una niña de 15 años… Estoy tan orgullosa de ti Jill…-Decia con una vocecita picara. Pero, realmente estaba emocionada... Frotaba mi cuerpo en el de ella de la emoción… -¡Por ahi esta!- Escuche a lo lejos, eran los chicos.. -Rayos.. No se rinden.. ¿No son lindo~?- Decidi soltar a Jill y alejarme de ella. Pues, no era el momento adecuado para el rencuentro, además que otro barril de pólvora acababa de explotar asi que los marine estaban por todas partes como locos… -Mira, no es un lugar adecuado… Nos vemos en unas horas en una pequeña cabaña subiendo la montaña, cerca del rio. ¡No faltes Jill! Realmente tenemos mucho de que hablar…!- Guiñaría mi ojo para luego comenzar a correr, los guardias comenzarían a llegar disparando y gritando mi nombre, frustrado por mi escape.
-¡Ya falta poco chicos! ¡Un poco mas de presión y podéis vencerme!- Se que no debería perder mi tiempo jugando con ellos y aprovechar a huir, pero, se ven tan lindos tratando de vencerme, realmente están muy enojados. Luego de cruzar y chocar los metales de nuestras armas, estos 3 quedarían derrotados tras recibir leves cortes y golpes con mi armas, claro, nada serio, asesinar no es lo mío. -¿Eso es todo chicos? Estoy muy decepcionada… Realmente esperaba más de ustedes…- Decía mientras agachaba mi cabeza totalmente frustrada, para luego poner mi arma en mi espalda y ladear mi cabeza. –Bueno… Supongo que no queda de otra. ¡Tengo hambre! Ire a robar algún postr…- Dije para luego escuchar mi nombre con un tono de regaño, como si fuera una hermana mayor o madre o algo así. –Esa voz…- Dije mientras detenía mi paso como si me hubieran atrapado con las manos en la masa. –Realmente… ¿Sera ella?- Volteaba poco a poco y la vi… ¡NO PUEDE ER ES ELLA ES ELLA SIII ES JILL!! -¡JILL! ¡ERES TU!- Salte de emoción, la cual era tanta que no sabía si reír y llorar, la verdad había pasado tanto tiempo, pero se, que dada mi fama era imposible que ella no supiese de mi, así que no era como estar muy alejadas. Además, la otra vez intente buscarla en loguetown y no pude saber mucho de ella…
Veía como la peliblanca se acercaba un poco incomoda a mi, pero con un carácter especial.. ¿Desde cuando tiene carácter? Metía mi dedo meñique en mi nariz mientras escuchaba sus regaños con mala cara. -¿Eh? Deberias estar feliz por mi ¿No? Y en lugar de ello me gritas… Y en frente de los chicos. – Apuntaba a los marines caídos. –Púdrete rose…A hh…- Dijo uno de ellos para terminar inconsciente luego. –Pues es la aventura de la que te hable. ¡Vamos lo has olvidado! Cuando soliamos charlar, cantar, pintar, correr y bailar juntas soñando de cómo serian nuestras vidas cuando grande. ¡Esto realmente lo disfruto Jill!- Comenzaba dar unos pequeños giros de valet mientras decía esas cosas. –Pero… Realmente he estado por todos lados buscándote… Hace poco escape de los revolucionarios. Y…- Me acerque a la peliblanca abrazandola con fuerza, pegando mi barbilla sobre su hombro. –Realmente te extrañaba JIll… Nunca he podiod olvidar nuestra amistad, ningún viaje, aventura o locura que haya hecho podrá separarme de esa idea.-
La última vez que sentí el aroma de Jill, y su suave cuerpo entre mis brazos, fue cuando abandone Loguetown para perseguir mis sueños… Realmente si hay alguien a quien amo en este mundo, es a Jill. Ella están especial para mi, siento que parte de lo que soy se lo debo a ella. Habré cambiado y ella igual, pero se que jamás dejaremos de ser amigas. –Jill…- Dije en voz y suave… -Hemos cambiado mucho…- Si… Realmente hemos cambiado… -Tus pechos aumentaron dos tallas desde que eras una niña de 15 años… Estoy tan orgullosa de ti Jill…-Decia con una vocecita picara. Pero, realmente estaba emocionada... Frotaba mi cuerpo en el de ella de la emoción… -¡Por ahi esta!- Escuche a lo lejos, eran los chicos.. -Rayos.. No se rinden.. ¿No son lindo~?- Decidi soltar a Jill y alejarme de ella. Pues, no era el momento adecuado para el rencuentro, además que otro barril de pólvora acababa de explotar asi que los marine estaban por todas partes como locos… -Mira, no es un lugar adecuado… Nos vemos en unas horas en una pequeña cabaña subiendo la montaña, cerca del rio. ¡No faltes Jill! Realmente tenemos mucho de que hablar…!- Guiñaría mi ojo para luego comenzar a correr, los guardias comenzarían a llegar disparando y gritando mi nombre, frustrado por mi escape.
InvitadoInvitado
Re: White Rose (Presente)
Ruby me había reconocido, a juzgar por su tono de voz, estaba bastante emocionada de verme. Me sentía contenta por eso, hacía mucho tiempo desde la última vez que la había visto e incluso quería abrazarla pero el simple hecho de recordar todos los crímenes alocados que a estado cometiendo por los Blues me ponían un poco molesta con ella por meterse en tantos problemas. ¿Que puedo decir? Estaba preocupada por Ruby y no me gustaba que se pusiera en peligro solamente por diversión.
Escuchaba la explicación de Ruby, mi semblante denotaba una clara molestia. Estaba a punto de regañarla e incluso la hubiera arrestado si seguía hablando como una pequeña tonta pero luego me abrazó y me quedé sin palabras. -Ru-Ruby...- Finalmente cedí y le regresé el abrazo. -Me tenías preocupada, tonta.- El abrazo ya había durado bastante pero no quería que terminara. No había ni un solo día que no pensara en aquella dulce amiga que me inspiró a rebelarme contra mi tonto padre. El aroma de Ruby seguía siendo el mismo de siempre, ese aroma que tanto me fascinaba. Sonaré como una pervertida o una especie de acosadora. Pero una vez había cortado un mechón del cabello de Ruby para... vale, mejor no sigo.
-Entiendo que quieras ser libre pero... ¿Realmente es necesaria la violencia? En aquellos tiempos hablábamos de explorar el mundo juntas y de luchar contra malhechores. ¿Pero marines?- Estaba a punto de seguir con mi platica pero repentinamente, Ruby hizo un comentario bastante atrevido mientras frotaba su cuerpo con el mío. -¿Q-QUÉ?- De repente, Ruby me había soltado para concentrarse en sus perseguidores. Me dio unas indicaciones y salió huyendo de las autoridades. -¿En que te has convertido, Ruby?- Palabras que decía al ver como mi antigua heroína violaba la ley.
Paso el tiempo y yo ya me encontraba afuera de la cabaña que Ruby había mencionado. Estaba un poco nerviosa, no sabía que le diría a Ruby si esta me invitara a sus locas aventuras. O mas bien, no sabría como rechazarla. Ahora trabajaba por el gobierno y mi meta era ganar influencias por mi cuenta para ser igual de poderosa que mi padre sin la necesidad de su dinero o ayuda. No obstante, esas metas se veían borrosas ahora que Ruby y yo nos habíamos encontrado. ¿Que puedo decir? Ruby es la única persona que me quería por lo que era y no por mi apellido. Ruby era alguien que... quería bastante.
InvitadoInvitado
Re: White Rose (Presente)
Había sido un poco tormentoso escapar de los chicos de la marina, pero… ¡Soy la gran Red Rose! ¿Realmente creían que sería capturada por reclutas? Necesitan de un almirante para atraparme~. En fin. Estaba alrededor de la cabaña donde había decidido encontrarme con Jill, estaba ansiosa de que llegara pronto, contaba cada segundo y minuto del tiempo que le había dicho para vernos. Finalmente la peliblanca haría acto de aparición, cosa que llenaría de alegría mi pecho. Me acercaría sigilosamente por detrás de la chica para luego tapar sus ojos con mis manos. –Adivina quién es.~- Para luego quitarlos y acercar mi rostro por su costado derecho. -¡Asi es! ¡Yo.- Terminaría abrazando a Jill por la espalda soltando pequeñas carcajadas, adoro abrazar a Jill… Tenía tanto tiempo que no lo hacía, la extrañaba deberás… Terminaría por alejarme de ella y pararme cerca de la cabaña, para de manera sumisa decirle. –Supongo que… ¿Bienvenida a casa?- Decía para bajarme del techo aterrizando en el suelo con mucho cuidado. Terminaría mostrando una gran sonrisa para luego volver a la realidad. –Lo olvidaba, bienvenida a Red Rose’s House #11. Una de mis tantos escondites secretos.- Lugo acercaría mi mano a mi boca para susurrar algo. –No el digas a nadie.-
Comenzaría a bajar mi arma y dejarla posada en la pared de la cabaña, movía un poco mi cuello y estiraba mis brazo constantemente. –Huir de marines y cazadores siempre me deja agotada…- Es una tarea tediosa y difícil, pero es el costo de la fama… ¡Bueno! Realmente no es que me importe mucho, total, lo importante es que mi mejor amiga esta justo enfrente de mí y es lo único que me importa. –Aun no puedo creer que te este mirando en estos momentos… ¡Mira! ¡Aun lo conservo!- Diría para subir un poco la manga de mi brazo izquierdo, en el, tendría una pequeña pulserita la cual tenía adornos muy adorables y juntos formaban el nombre de jill, además de “amigas por siempre” Comenzaba a mirarlo con tanta nostalgia. –Cada noche que paso, siempre observo este objeto que hicimos juntas de niñas. Realmente es uno de mis mayores tesoros.- No puedo evitar ser una tonta sentimental… Realmente soy de las que atesoran estas cosas, en especial porque… Por que ha sido el primer regalo que alguien me ha dado de manera tan pura como lo hizo Jill… Realmente cosas asi son las que me ayudaban a tener fuerza en momentos difíciles, momentos en los que… Solo tenía que mirar mi pulsera y pensar que había alguien en otro lado que estaría ahí y además, que seria de importancia para la vida de esa persona.
-Estaba segura que dada a tantas noticias podrías saber de mi. Hace poco acudi a loguetown intentando saber de ti, pero no encontré nada mas que problemas. ¡En Fin! ¡Debo mostrarte algo!- Correría hasta Jill para tomarla de la mano y jalarla hasta dentro de la cabaña. Era algo rustica por dentro, pero gracias a mi buen gusto tiene su toque hogareño y acogedor. –Le perteneció a un buen hombre quien trabajaba con vinos. Durante tiempos difíciles me ayudo a ocultarme. Cuando falleció me dejo el lugar y todos sus secretos. Asi que en honor a el, lo volvi una de mis bases. ¡Cuando los historiadores hablen de mi, deberán de hablar de el! ¡De que la gran Red Rose tomo en cuenta su humilde propiedad para su mas grandiosa y fabulosa base secreta!- Lo primero que haría seria lanzarme de espalda sobre una pequeña cama la cual se veía muy cómoda. –Esto es vida, realmente necesito unas vacaciones de todo esto…- En el lugar se podía apreciar varios tipos de objetos sacados de tiendas de recuerdos, en su mayoría eran gatitos y abajo el nombre de la ciudad o isla. Que puedo decir, cada uno tiene sus pasatiempos ¿No? Además que en una esquina del lugar habían pequeños dibujos, dibujos antiguos que solía hacer con Jill cuando era niña. El arte era una de las cosas que mas me apasionaba. Se podía notar un retrato bien hecho de Jill. En este ella estaba sonriendo sin razón aparente, solo se que dibujarla asi me hizo sentir muy bien… -¡Bueno! ¡Esta es tu casa! Es de ambas, asi que sientete libre de hacer lo que gustes~-
Comenzaría a bajar mi arma y dejarla posada en la pared de la cabaña, movía un poco mi cuello y estiraba mis brazo constantemente. –Huir de marines y cazadores siempre me deja agotada…- Es una tarea tediosa y difícil, pero es el costo de la fama… ¡Bueno! Realmente no es que me importe mucho, total, lo importante es que mi mejor amiga esta justo enfrente de mí y es lo único que me importa. –Aun no puedo creer que te este mirando en estos momentos… ¡Mira! ¡Aun lo conservo!- Diría para subir un poco la manga de mi brazo izquierdo, en el, tendría una pequeña pulserita la cual tenía adornos muy adorables y juntos formaban el nombre de jill, además de “amigas por siempre” Comenzaba a mirarlo con tanta nostalgia. –Cada noche que paso, siempre observo este objeto que hicimos juntas de niñas. Realmente es uno de mis mayores tesoros.- No puedo evitar ser una tonta sentimental… Realmente soy de las que atesoran estas cosas, en especial porque… Por que ha sido el primer regalo que alguien me ha dado de manera tan pura como lo hizo Jill… Realmente cosas asi son las que me ayudaban a tener fuerza en momentos difíciles, momentos en los que… Solo tenía que mirar mi pulsera y pensar que había alguien en otro lado que estaría ahí y además, que seria de importancia para la vida de esa persona.
-Estaba segura que dada a tantas noticias podrías saber de mi. Hace poco acudi a loguetown intentando saber de ti, pero no encontré nada mas que problemas. ¡En Fin! ¡Debo mostrarte algo!- Correría hasta Jill para tomarla de la mano y jalarla hasta dentro de la cabaña. Era algo rustica por dentro, pero gracias a mi buen gusto tiene su toque hogareño y acogedor. –Le perteneció a un buen hombre quien trabajaba con vinos. Durante tiempos difíciles me ayudo a ocultarme. Cuando falleció me dejo el lugar y todos sus secretos. Asi que en honor a el, lo volvi una de mis bases. ¡Cuando los historiadores hablen de mi, deberán de hablar de el! ¡De que la gran Red Rose tomo en cuenta su humilde propiedad para su mas grandiosa y fabulosa base secreta!- Lo primero que haría seria lanzarme de espalda sobre una pequeña cama la cual se veía muy cómoda. –Esto es vida, realmente necesito unas vacaciones de todo esto…- En el lugar se podía apreciar varios tipos de objetos sacados de tiendas de recuerdos, en su mayoría eran gatitos y abajo el nombre de la ciudad o isla. Que puedo decir, cada uno tiene sus pasatiempos ¿No? Además que en una esquina del lugar habían pequeños dibujos, dibujos antiguos que solía hacer con Jill cuando era niña. El arte era una de las cosas que mas me apasionaba. Se podía notar un retrato bien hecho de Jill. En este ella estaba sonriendo sin razón aparente, solo se que dibujarla asi me hizo sentir muy bien… -¡Bueno! ¡Esta es tu casa! Es de ambas, asi que sientete libre de hacer lo que gustes~-
InvitadoInvitado
Re: White Rose (Presente)
Mientras esperaba a Ruby afuera de la cabaña, me encontraba bastante preocupada. ¿Qué iba decirle cuando la viera? Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que nos vimos y la angustia me invadía. Entonces, Ruby hizo su aparición. Cubriendo mis ojos y haciendo una broma bastante infantil para enseguida abrazarme una vez más.
Ruby comenzaba a explicarme la forma en la que se sentía respecto a toda la situación mientras se relajaba. Yo me limité a cruzarme de brazos y observarla con una mueca de duda en mi semblante. -Ruby, yo...- Me detuve al ver que Ruby aún tenía aquella fea pulsera que habíamos hecho de niñas. De hecho, una sonrisa se había mostrado en mi rostro cuando vi que aún poseía dicho objeto. -No eres la única que porta recuerdos- Como acto seguido, recorrí mi manga y le enseñé una pulsera igual pero la mía tenía su nombre en lugar del mío.
Después, Ruby tomó mi mano para mostrarme el interior de la cabaña. Quería regañarla, realmente quería decirle que estaba cometiendo un error al involucrarse en tantos actos criminales pero el entusiasmo en su voz no me dejaba hacerlo. Cuando esta se lanzó en la cama, yo comencé a caminar por la cabaña mientras observaba con detalle el alrededor. Entonces, miré algo que me llamó la atención; era un dibujo en la pared hecho por Ruby; un retrato mío. ¿Realmente me extrañaba tanto? No es que me molestara, la verdad es que me encantaba que Ruby me tuviera tanto cariño pero la verdadera pregunta era: ¿Qué tipo de cariño? No soy tonta, me conozco bien y sé que mis sentimientos por Ruby desean algo mas que una amistad. Así siempre a sido y así siempre será. No obstante, Ruby era... muy diferente a mi, y algo me decía que los asuntos románticos no eran su fuerte.
Finalmente, me acerqué a Ruby y me senté en la cama, justo al lado de ella mientras yo veía la pared con los dibujos. -Ruby... estas haciendo una locura. Sé que nada de lo que diga te va convencer para que dejes esta loca oleada de crímenes pero quiero pedirte algo.- Me gire para ver a Ruby y coloque mi mano en la suya. -Cuídate, ¿Quieres? Desde que escuché que estabas cometiendo esas locuras, la angustia que sufrí fue terrible. Todo el tiempo estuve preguntándome si estabas bien y ahora que te veo... solo quiero que te cuides y si algún día estas en un aprieto me gustaría que acudieras a mi para resolverlo juntas, yo siempre estaré aquí para ti, Ruby. No lo olvides- El tono de preocupación era bastante notable en mi voz pero ver a Ruby recostada me hacía sonreír.
InvitadoInvitado
Re: White Rose (Presente)
¡Era genial tener a Jill de vuelta conmigo! Aunque la notaba un poco incomoda… Bueno, yo solo estaba acostada en mi cama mirando el techo, mis brazos estaban paralelos a la altura de cabeza. Notaria como Jill miraba mi dibujo, espero que le guste mucho. Lo hice hace un buen tiempo. Escapaba de las garras de cazadores asesinos, realmente estaba sola y asustada, así que decidí dibujar para despejar un poco mi mente. Dibujar el hermoso rostro de Jill sonriente, fue suficiente para calmarme en ese momento, me sentía tan segura y tranquila… Y horas después, los cazadores se habían marchado. Por ello, atesoro el dibujo. La peliblanca luego se sentaría en un extremo de la cama, realmente se veía preocupada… ¿Qué le ocurrirá? ¿Algo malo habrá ocurrido? ¿Alguien le estará haciendo algo malo a Jill? ¡Si es así iré a patearle el trasero sea quien sea!
Escucharía con atención lo que Jill tenía que decir, parece que es muy importante para ella… Era sobre mi seguridad… Pienso que Jill es tan dulce, nos encontramos luego de tanto tiempo y solo se preocupa por mí~. ¿No es linda? La peliblanca me miraría preocupada a demás de tomar mi mano, realmente está muy preocupada por mi situación… ¿Por qué? ¡Soy muy fuerte! Debo hacer algo… No me gusta verla así. Inclinaría hacia adelante mi torso, despegando mi espalda de mi suave cama. Miraría a Jill con una sonrisa sincera y gentil, realmente sus palabras son tan dulces… Me acomodaría de manera que me sentaría sobre mis talones, muy cerca de Jill, simplemente, terminaría abrazándola con mucho cariño, pegando su cabeza a mi pecho. –Eres una tonta- Decía con una voz suave mientras acariciaba los mechones de su frente. - Por supuesto que estaré bien y me cuidare. ¿Qué aun no sabes quién soy? ¡Soy la gran Red Rose! Nadie podrá detenerme. Derrotarme no será tarea fácil – Dije con palabras mas entusiasmadas, y un poco engreídas. Volvería a hablar con un tono suave y sereno - Y si necesito algo de ti, no dudare en llamarte. Eres mi mejor amiga Jill, tenerte cerca me hace sentir tan feliz y segura.- Comenzaría a acariciar su cabello con mi mano derecha… Por esas lindas palabras y pensamientos, Jill es una de las personas más importante en mi vida, se que ella estará para mi y por su puesto yo estaré ahí para ella.
Pasaría un momento en esa posición con Jill. El silencio dominaría el lugar, yo continuaba acariciándola. Recuerdo que cuando éramos niñas, siempre que Jill se lastimaba o estaba triste, un abrazo como esto y acariciar su suave cabello era suficiente para arreglarlo todo. Luego me soltaría de Jill y rápidamente me sentaría a su lado. Estaba demasiado cerca.-¡Dime! ¿Qué has hecho estos últimos años? No hace falta contarte de mí, creo que ya muchos lo saben… ¡Pero quiero saber de ti! ¡Imagino que debe ser algo sorprendente!. ¡Siempre fuiste la mas lista y responsable de todos!- Mi cara denotaba ansias y emoción por escuchar lo que Jill tenía que contarme, mi imaginación no dejaba de volar, había tantas cosas que la peliblanca era capaz de lograr con sus dones, estoy muy segura de ello. Luego pondría una cara picara y comenzaría a soltar unas carcajadas. –Mira lo atractiva que te has puesto… Seguro tienes muchos admiradores o tal vez ya tienes a alguien. Jujujuju.-Soltaría una leve carcajadas tras decir eso con una voz burlona.
Escucharía con atención lo que Jill tenía que decir, parece que es muy importante para ella… Era sobre mi seguridad… Pienso que Jill es tan dulce, nos encontramos luego de tanto tiempo y solo se preocupa por mí~. ¿No es linda? La peliblanca me miraría preocupada a demás de tomar mi mano, realmente está muy preocupada por mi situación… ¿Por qué? ¡Soy muy fuerte! Debo hacer algo… No me gusta verla así. Inclinaría hacia adelante mi torso, despegando mi espalda de mi suave cama. Miraría a Jill con una sonrisa sincera y gentil, realmente sus palabras son tan dulces… Me acomodaría de manera que me sentaría sobre mis talones, muy cerca de Jill, simplemente, terminaría abrazándola con mucho cariño, pegando su cabeza a mi pecho. –Eres una tonta- Decía con una voz suave mientras acariciaba los mechones de su frente. - Por supuesto que estaré bien y me cuidare. ¿Qué aun no sabes quién soy? ¡Soy la gran Red Rose! Nadie podrá detenerme. Derrotarme no será tarea fácil – Dije con palabras mas entusiasmadas, y un poco engreídas. Volvería a hablar con un tono suave y sereno - Y si necesito algo de ti, no dudare en llamarte. Eres mi mejor amiga Jill, tenerte cerca me hace sentir tan feliz y segura.- Comenzaría a acariciar su cabello con mi mano derecha… Por esas lindas palabras y pensamientos, Jill es una de las personas más importante en mi vida, se que ella estará para mi y por su puesto yo estaré ahí para ella.
Pasaría un momento en esa posición con Jill. El silencio dominaría el lugar, yo continuaba acariciándola. Recuerdo que cuando éramos niñas, siempre que Jill se lastimaba o estaba triste, un abrazo como esto y acariciar su suave cabello era suficiente para arreglarlo todo. Luego me soltaría de Jill y rápidamente me sentaría a su lado. Estaba demasiado cerca.-¡Dime! ¿Qué has hecho estos últimos años? No hace falta contarte de mí, creo que ya muchos lo saben… ¡Pero quiero saber de ti! ¡Imagino que debe ser algo sorprendente!. ¡Siempre fuiste la mas lista y responsable de todos!- Mi cara denotaba ansias y emoción por escuchar lo que Jill tenía que contarme, mi imaginación no dejaba de volar, había tantas cosas que la peliblanca era capaz de lograr con sus dones, estoy muy segura de ello. Luego pondría una cara picara y comenzaría a soltar unas carcajadas. –Mira lo atractiva que te has puesto… Seguro tienes muchos admiradores o tal vez ya tienes a alguien. Jujujuju.-Soltaría una leve carcajadas tras decir eso con una voz burlona.
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