Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
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Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
El sol pegaba fuerte en esta mañana en el reino, algo a lo que no me acaba de acostumbrar ni en verdad querría, por suerte el viento soplaba con suavidad lo que aminoraba el calor. Por rutina siempre me doy un par de vueltas por el entorno urbano en busca de cualquier información que me permitiese, de una vez, salir de este maldito sitio; como todo necesitaba unos fondos monetarios de los que actualmente no disponía por lo que tendría que aprovecharme de cualquier oportunidad que la vida me permitiese tener. Esta vez el azar del destino me llevo al puerto que a pesar de estar abarrotado siempre esta mañana estaba más abarrotado de lo normal " Algo interesante se cuece ¿tal vez? " pensé en mi cabeza mientras una media sonrisa se dibujaba en mi rostro. Los marineros se movían sin parar, otros muchos transportaban muchas mercancías, desde algunas tapiadas en grandes cajas de madera, hasta baúles y barriles llenos de posiblemente alimentos y objetos de lujo. Desde luego simplemente haciéndose con ese tipo de cosas ya se podría sacar beneficio pero no, tiene que haber alguna explicación de por hay más marineros de lo normal.
Caminaba sin rumbo, despacio y con tranquilidad intentando descubrir la razón de todo hasta que de repente pude ver cual era el cambio hoy. Unos gritos de unos hombres llamaron la atención de todo el mundo, la mía incluida, que como moscas se acercaron a una zona y rodearon en círculo un pequeño fragmento de uno de los muelles — Te he visto mirar nuestras pertenencias ¿que nos puedes dar a cambio para que perdonemos tu acto? — escuche decir a una voz ronca mientras me abría camino entre la multitud de espectadores, al conseguirlo entendí todo. La razón de esta aglomeración era la aparición puntual de unos piratas, parte de ellos estaban aprovechando su evidente superioridad para abusar de algunos residentes, nada que me pudiese importar menos. Salí de la multitud mientras no paraba de escuchar gritos de suplicas y más exigencias de los piratas, lo ignore y me comencé a buscar con la mirada lo realmente importante, el barco en el que han llegado estos piratas; no existen piratas sin su tesoro, es algo evidente y ese tesoro es el que me podría ayudar a salir de esta prisión terrenal.
La tarea en realidad no fue para nada complicada, el puerto tenía los mueles muy unidos entre sí y las banderas de los barcos se podían ver con cierta facilidad. Solo había uno que tenía una bandera negra con su respectivo símbolo. Abandone la zona de la trifulca y caminé hasta el muelle donde se encontraba anclado sin adentrarme en él y poder inspeccionar que dificultades podría encontrar; el barco no era gran cosa, parecía como si hubiesen comenzado hace poco por lo que el botín tampoco lo sería pero con algo se comenzaba. La entrada al barco estaba vigilada tanto por dos piratas que estaban específicamente colocados como los que no paraban de bajar y subir con diferentes mercancías y eso sin contar los que se encontrasen en el propio navío — Ahora a pensar como puedo entrar allí y salir con parte del botín con la menor dificultad posible — me dije mirando el navío desde una distancia prudencial, no sospecharían de mi pero debía planear algo rápido, no podía saber cuanto tiempo permanecerían aquí.
Caminaba sin rumbo, despacio y con tranquilidad intentando descubrir la razón de todo hasta que de repente pude ver cual era el cambio hoy. Unos gritos de unos hombres llamaron la atención de todo el mundo, la mía incluida, que como moscas se acercaron a una zona y rodearon en círculo un pequeño fragmento de uno de los muelles — Te he visto mirar nuestras pertenencias ¿que nos puedes dar a cambio para que perdonemos tu acto? — escuche decir a una voz ronca mientras me abría camino entre la multitud de espectadores, al conseguirlo entendí todo. La razón de esta aglomeración era la aparición puntual de unos piratas, parte de ellos estaban aprovechando su evidente superioridad para abusar de algunos residentes, nada que me pudiese importar menos. Salí de la multitud mientras no paraba de escuchar gritos de suplicas y más exigencias de los piratas, lo ignore y me comencé a buscar con la mirada lo realmente importante, el barco en el que han llegado estos piratas; no existen piratas sin su tesoro, es algo evidente y ese tesoro es el que me podría ayudar a salir de esta prisión terrenal.
La tarea en realidad no fue para nada complicada, el puerto tenía los mueles muy unidos entre sí y las banderas de los barcos se podían ver con cierta facilidad. Solo había uno que tenía una bandera negra con su respectivo símbolo. Abandone la zona de la trifulca y caminé hasta el muelle donde se encontraba anclado sin adentrarme en él y poder inspeccionar que dificultades podría encontrar; el barco no era gran cosa, parecía como si hubiesen comenzado hace poco por lo que el botín tampoco lo sería pero con algo se comenzaba. La entrada al barco estaba vigilada tanto por dos piratas que estaban específicamente colocados como los que no paraban de bajar y subir con diferentes mercancías y eso sin contar los que se encontrasen en el propio navío — Ahora a pensar como puedo entrar allí y salir con parte del botín con la menor dificultad posible — me dije mirando el navío desde una distancia prudencial, no sospecharían de mi pero debía planear algo rápido, no podía saber cuanto tiempo permanecerían aquí.
Última edición por Rikku Fabool el Lun Abr 03, 2017 1:08 pm, editado 1 vez
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
La mañana había empezado como otra cualquiera. El sol calentaba en lo alto y una suave brisa marina recorría las calles. Invitando a la gente a salir a dar un paseo o para realizar sus tareas, aunque luego estaba yo. Sin nada que hacer y aún encerrado en esta isla que solo cortaba mis sueños de volar. Cierto era que para salir de este lugar podía hacer caso a mis familiares y ponerme a trabajar... Pero qué pereza. Todo lo que tuviese que ver con un trabajo físico y que no fuese una pelea, no me interesaba. Realmente lo que llamaba mi atención era el mar, no trabajar de marinero ni mucho menos, sino llegar a surcar los mares bajo una bandera negra.
Llevaba ya meses dándole vueltas a esa idea. No tenía problema en luchar y robar. Era en los pocos momentos que me sentía vivo y por ello tras debatirlo con la almohada durante varias noches decidí dar el paso. Necesitaba algo de dinero para salir de aquí y de ahí que me encontrase paseándome por los muelles una vez más. Dado al clima había dejado mi habitual gabardina en casa, dejando a la vista una camiseta de tirantas color negro que hacía juego con mis pantalones largos del mismo color, haciendo que el rojo de mi cabello e iris resaltase aún más. Era como una gran tea que danzaba entre los barcos mercantes que venían de fuera para dejar sus enseres y llenar sus arcas, pero siempre me encontraba con alguna traba que me impedía dar el golpe. En todo eso iba pensando cuando un barullo no muy lejano me sacó de mi ensimismamiento. Un grupo de gente se encontraba arremolinada en algún tipo de trifulca y no dudé en acercarme a preguntar al primero que vi por allí cerca.
Se trataba de una joven algo apartada de los demás. Parecía sumida en sus pensamientos mirando hacia los navíos como yo mismo tanta veces había hecho, quizás incluso no tuviese ni idea del asusto, pero no pensaba perder la oportunidad de hablar con una preciosidad así.
-Perdona - llamé la atención de la rubia en traje de baño. -¿Sabes qué pasa ahí? - pregunté mientras lucía una de mis mejores sonrisas.
Llevaba ya meses dándole vueltas a esa idea. No tenía problema en luchar y robar. Era en los pocos momentos que me sentía vivo y por ello tras debatirlo con la almohada durante varias noches decidí dar el paso. Necesitaba algo de dinero para salir de aquí y de ahí que me encontrase paseándome por los muelles una vez más. Dado al clima había dejado mi habitual gabardina en casa, dejando a la vista una camiseta de tirantas color negro que hacía juego con mis pantalones largos del mismo color, haciendo que el rojo de mi cabello e iris resaltase aún más. Era como una gran tea que danzaba entre los barcos mercantes que venían de fuera para dejar sus enseres y llenar sus arcas, pero siempre me encontraba con alguna traba que me impedía dar el golpe. En todo eso iba pensando cuando un barullo no muy lejano me sacó de mi ensimismamiento. Un grupo de gente se encontraba arremolinada en algún tipo de trifulca y no dudé en acercarme a preguntar al primero que vi por allí cerca.
Se trataba de una joven algo apartada de los demás. Parecía sumida en sus pensamientos mirando hacia los navíos como yo mismo tanta veces había hecho, quizás incluso no tuviese ni idea del asusto, pero no pensaba perder la oportunidad de hablar con una preciosidad así.
-Perdona - llamé la atención de la rubia en traje de baño. -¿Sabes qué pasa ahí? - pregunté mientras lucía una de mis mejores sonrisas.
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
Desde luego estaban más organizados de lo que aparentan, de vez en cuando se veía salir a un pirata a la cubierta del barco desde posiblemente la bodega, por los gestos que hacía y lo poco que se podía ver de su rostro desde aquí parecía estar tan concentrado en su tarea que no se daría cuenta de lo que pasaría en los muelles, podría aprovechar eso para mi propio beneficio. Cuando ya me encaminaba a entrar en el barco una voz cercana llamo mi atención, un hombre pelirrojo con unos ojos de un color bastante exótico se estaba dirigiendo a mi, la verdad era bastante más alto que yo por lo que no podía evitar sentir intimidación al tenerlo cerca aunque por su forma de hablar no parecía un mal hombre, al menos por ahora — ¿Allí? — señale con mi dedo índice al lugar donde aún se encontraba arremolinada la gente ante la trifulca entre los piratas y el civil — Nada, lo de siempre, piratas que hacen cosas de piratas, ya sabes — le dije amistosamente, de hecho no paraba de pasarse por mi cabeza la idea de aprovechar de este hombretón aunque eso signifique tener que repartir el botón, no me gusta la idea pero mejor compartir que no tener nada.
— ¿Eres nuevo por esta zona? Soy Rikku, un placer — le dije educamente mirandolo directamente a los ojos con una media sonrisa dibujada en mi rostro. Justamente pasaron a nuestro lado dos piratas del buque del que quería robar cargando unas cajas de un tamaño considerable donde podrían entrar varias personas entra las mercancías, apachurrados pero entrarían; dejaron las cajas junto a otras preparandolas para ingresarlas en el barco pero al parecer tenían tantas ganas de aparentar ser poderosos que no dejaron centinelas vigilando las cajas por lo que no iba a desaprovechar la oportunidad, pero no antes de intentar conseguir un poco de ayuda del nuevo — Como sea, lo mismo no eres de este tipo de personas pero me arriesgaré — dije en voz alta al hombre a mi lado al mismo tiempo que señalaba el galeón pirata — Ese barco tiene un botín seguro pero yo sola no podre desenvolverme en el interior, tengo un plan sencillo ¿te interesa hombreton? — intenté convencerlo haciendome sentir indefensa ante la situación.
Los piratas seguían trayendo más cajas de un tamaño variable a la que llamó mi antención y las iban dejando en la misma zona sin vigilancia, seguramente pronto comenzarían a subirlas al galeón, teníamos que actuar pronto o el tiempo nos atraparía.
— ¿Eres nuevo por esta zona? Soy Rikku, un placer — le dije educamente mirandolo directamente a los ojos con una media sonrisa dibujada en mi rostro. Justamente pasaron a nuestro lado dos piratas del buque del que quería robar cargando unas cajas de un tamaño considerable donde podrían entrar varias personas entra las mercancías, apachurrados pero entrarían; dejaron las cajas junto a otras preparandolas para ingresarlas en el barco pero al parecer tenían tantas ganas de aparentar ser poderosos que no dejaron centinelas vigilando las cajas por lo que no iba a desaprovechar la oportunidad, pero no antes de intentar conseguir un poco de ayuda del nuevo — Como sea, lo mismo no eres de este tipo de personas pero me arriesgaré — dije en voz alta al hombre a mi lado al mismo tiempo que señalaba el galeón pirata — Ese barco tiene un botín seguro pero yo sola no podre desenvolverme en el interior, tengo un plan sencillo ¿te interesa hombreton? — intenté convencerlo haciendome sentir indefensa ante la situación.
Los piratas seguían trayendo más cajas de un tamaño variable a la que llamó mi antención y las iban dejando en la misma zona sin vigilancia, seguramente pronto comenzarían a subirlas al galeón, teníamos que actuar pronto o el tiempo nos atraparía.
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
Una sonrisa un tanto maliciosa surcó mi rostro cuando la chica mencionó que la trifulca estaba producida por piratas. Esta podía ser la oportunidad que estaba esperando para dar el primer paso para salir de estaba insulsa isla. Varias opciones se abrían ante mí que hasta ahora no habían sido posibles, pero lo que no esperaba es que fuese a tener ayuda de alguien a quien acababa de conocer. La rubia tras presentarse no tardó en proponerme que me uniese a ella para robar a los piratas. No podía creer que por una vez tuviese la suerte de encontrar a alguien dispuesto a robar a otro para conseguir sus propósitos. Puede que llegase a caerme bien la tal Rikku.
- Encantado Rikku, soy Hibiki - me presenté yo también.- Dime que has pensado preciosa, porque de momento me gusta lo que oigo - contesté mirando fijamente a mi nueva compañera mientras mi sonrisa pasaba a otra más pícara. Ya podía notar como la emoción me inundaba.
Desde luego era toda una belleza andante. Piel bronceada, una bonita sonrisa y figura, una mirada espectacular y lo más importante. Parecía llena de ideas de lo más interesante. -Ojalá me hubiese encontrado alguien así antes... - pensé mientras esperaba la contestación de la joven y echaba un vistazo a mi alrededor con más detenimiento. Desde luego en la cubierta del barco había el suficiente trajín como para descartar un enfrentamiento directo. Me gustaba pensar que era un tipo duro, pero siendo realista eso estaba fuera de mis capacidades. Como la rubia no tuviese un gran potencial escondido eso no sería factible, por lo que comencé a pesar que el plan tendría que ver con otra cosa. ¿Quizás algún tipo de distracción espectacular? Fuese lo que fuese, estaba deseoso por averiguar de que se trataba.
- Encantado Rikku, soy Hibiki - me presenté yo también.- Dime que has pensado preciosa, porque de momento me gusta lo que oigo - contesté mirando fijamente a mi nueva compañera mientras mi sonrisa pasaba a otra más pícara. Ya podía notar como la emoción me inundaba.
Desde luego era toda una belleza andante. Piel bronceada, una bonita sonrisa y figura, una mirada espectacular y lo más importante. Parecía llena de ideas de lo más interesante. -Ojalá me hubiese encontrado alguien así antes... - pensé mientras esperaba la contestación de la joven y echaba un vistazo a mi alrededor con más detenimiento. Desde luego en la cubierta del barco había el suficiente trajín como para descartar un enfrentamiento directo. Me gustaba pensar que era un tipo duro, pero siendo realista eso estaba fuera de mis capacidades. Como la rubia no tuviese un gran potencial escondido eso no sería factible, por lo que comencé a pesar que el plan tendría que ver con otra cosa. ¿Quizás algún tipo de distracción espectacular? Fuese lo que fuese, estaba deseoso por averiguar de que se trataba.
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
Sonreí al escuchar la rápida respuesta de aquel hombre al igual que su intento de cortejo, Hibiki ¿eh?, vaya vaya al final sera cierto que en este basurero hay gente ambiciosa — Así me gusta — exclamé golpeando suavemente su brazo a modo de aceptación — La cosa es la siguiente; como puedes ver no paran de colocar en este pequeño rincón cajas de un tamaño considerable, tenía pensado meterme dentro de una de ellas y así tener una forma de entrar sin que me vean ni sospechen nada — los piratas que se encargaban de colocar las cajas en esa zona volvieron a pasar delante nuestra volviendo a colocar unas pequeñas cajas más, desde luego estaban sacando un buen botín aquí o actuaban de contrabandistas, desde luego eso era lo de menos — El problema, mi nuevo compinche, es que haré una vez entre en el barco — señale el barco pirata y continué rápidamente — Se puede ver desde lejos las patrullas de piratas en la cubierta y seguramente haya unas pocas más en la bodega, bien, ahi entras tu — el barco no era muy grande por lo que solo estaría compuesta de la cubierta y de una bodega, no sería demasiado complicado comprobar si estaba vacío — En un primer momento pensé en llevarme solo el tesoro, pero teniendo ayuda ¿porque no nos llevamos también el barco? — respondí con una sonrisa pícara ante las oportunidades que se estaban abriendo ante mi.
— Tu trabajo sería llamar la atención de los piratas todo lo que te sea posible una vez hayan transportado la caja donde me encuentre yo al barco — dije señalando de nuevo una de las cajas protagonistas de este plan de apropiación de bienes — Enfrentate a ellos, entretenlos, derrotales o matalos, el resultado da lo mismo; lo importante es que consigas que se centren en ti todos los posibles e, incluso si es posible, que salgan algunos de los que se encuentren en el barco a detenerte, el orgullo de los piratas les hace hacer tonterías — la verdad al explicarlo el plan era más extenso de lo que ocupaba en mi mente, esperaba que Hibiki entendiese todo ya que tendría que ganarme el tiempo suficiente para asegurarme que en el barco no quedaba nadie y para poder poner el navío en marcha — Una vez veas que el barco se pone en movimiento zafate de los piratas y sube como puedes, no podré parar porque nos atraparían, ¿entendido? bien — dije sin esperar respuesta.
De nuevo los transportistas de los piratas colocaron unas cajas nuevas, una vez se alejaron lo suficiente corrí hacia una de las cajas y con agilidad la abrí y me metí dentro; le hice sonriendo un gesto de un círculo con los dedos índice y pulgar a Hibiki para darle a entender que todo salió hasta el momento y que siguiese con el plan, tras eso cerré la caja y espere en silencio entre las mercancías a que los acontecimientos pasasen si todo iba tal y como lo había planeado.
— Tu trabajo sería llamar la atención de los piratas todo lo que te sea posible una vez hayan transportado la caja donde me encuentre yo al barco — dije señalando de nuevo una de las cajas protagonistas de este plan de apropiación de bienes — Enfrentate a ellos, entretenlos, derrotales o matalos, el resultado da lo mismo; lo importante es que consigas que se centren en ti todos los posibles e, incluso si es posible, que salgan algunos de los que se encuentren en el barco a detenerte, el orgullo de los piratas les hace hacer tonterías — la verdad al explicarlo el plan era más extenso de lo que ocupaba en mi mente, esperaba que Hibiki entendiese todo ya que tendría que ganarme el tiempo suficiente para asegurarme que en el barco no quedaba nadie y para poder poner el navío en marcha — Una vez veas que el barco se pone en movimiento zafate de los piratas y sube como puedes, no podré parar porque nos atraparían, ¿entendido? bien — dije sin esperar respuesta.
De nuevo los transportistas de los piratas colocaron unas cajas nuevas, una vez se alejaron lo suficiente corrí hacia una de las cajas y con agilidad la abrí y me metí dentro; le hice sonriendo un gesto de un círculo con los dedos índice y pulgar a Hibiki para darle a entender que todo salió hasta el momento y que siguiese con el plan, tras eso cerré la caja y espere en silencio entre las mercancías a que los acontecimientos pasasen si todo iba tal y como lo había planeado.
- Spoiler:
- Sientete libre de controlar a los piratas y de añadir nuevos personajes o sucesos, si quieres claro
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
La rubia comenzó a hablar como si acabasen de darle cuerda. Contándome un extenso plan de la forma más detallada que podía en el menor tiempo posible. Su capacidad pulmonar era admirable, yo no me veía capaz de mantenerme tanto tiempo haciéndolo, aunque eso no era lo más admirable de Rikku, sino el ímpetu con el que había diseñado dicho plan. Estaba bien encontrarse a alguien con quien compartir aficiones, pero cuando dicha afición es robar... Había que tener cuidado.
El plan si salía bien era perfecto, aunque sobretodo para ella. Si la cosa se desentrañaba como la muchacha quería era yo quien más riesgo corría. Pretendía que me echase encima al mayor número de piratas, hecho que no me supondría un gran problema, aunque quitármelos de encima a tiempo sería otra cosa. Cierto es que no son demasiados y que yo conozco mejor la zona al ser natural de aquí, pero aún así eran muchos riesgos que correr... Por no hablar que tenía que fiarme completamente de la joven, ya que en ella residía mi mayor problema. Si Rikku decidía quedarme en tierra una vez se hubiese iniciado todo, no sabría si podría salir indemne de la situación, así que comencé a pensar en alguna alternativa plausible... Pero cuando quise darme cuenta era demasiado tarde. La chica dio por hecho que iba a aceptar su plan y en unos segundos consiguió adentrarse en unas de las cajas.
Siempre podía pasar de todo y marcharme de allí dejando a su suerte a Rikku, pero llevaba demasiado tiempo queriendo salir de esta isla como para no tomar ciertos riesgos. -¿Quién no juega no gana?[i] - pensé auto convenciéndome tras corresponder a la señal de la rubia mientras cavilaba en como no arriesgar demasiado el pellejo. Me separé de la zona de carga ideando un plan, cuando un grupo de niños andrajosos casi me llevan por delante. En cualquier otra ocasión me hubiese limitado en acordarme de sus madres sin más, pero una peculiar idea acudió a mi mente de forma instantánea.
-[i] ¡Eh chavales! Esperad un segundo - grité a los jóvenes para llamar su atención. Al principio parecieron dudar, pero una vez comencé a mostrar una actitud más amable terminaron acercándose para oír que tenía que decirles. - Muy bien chicos ¿Queréis ganaros unas monedas? - pregunté mientras enseñaba una reluciente moneda. Algunos asintieron y otro arrugaron el entrecejo, pero al final tras una ardua negociación terminaron aceptando en el momento justo. Dos hombres acaban de agarrar la caja donde estaba la rubia y comenzaban a introducirla en el pequeño navío. Una vez me asegurase de que no descubrían a la chica comenzaría mi estúpido plan.
El plan si salía bien era perfecto, aunque sobretodo para ella. Si la cosa se desentrañaba como la muchacha quería era yo quien más riesgo corría. Pretendía que me echase encima al mayor número de piratas, hecho que no me supondría un gran problema, aunque quitármelos de encima a tiempo sería otra cosa. Cierto es que no son demasiados y que yo conozco mejor la zona al ser natural de aquí, pero aún así eran muchos riesgos que correr... Por no hablar que tenía que fiarme completamente de la joven, ya que en ella residía mi mayor problema. Si Rikku decidía quedarme en tierra una vez se hubiese iniciado todo, no sabría si podría salir indemne de la situación, así que comencé a pensar en alguna alternativa plausible... Pero cuando quise darme cuenta era demasiado tarde. La chica dio por hecho que iba a aceptar su plan y en unos segundos consiguió adentrarse en unas de las cajas.
Siempre podía pasar de todo y marcharme de allí dejando a su suerte a Rikku, pero llevaba demasiado tiempo queriendo salir de esta isla como para no tomar ciertos riesgos. -¿Quién no juega no gana?[i] - pensé auto convenciéndome tras corresponder a la señal de la rubia mientras cavilaba en como no arriesgar demasiado el pellejo. Me separé de la zona de carga ideando un plan, cuando un grupo de niños andrajosos casi me llevan por delante. En cualquier otra ocasión me hubiese limitado en acordarme de sus madres sin más, pero una peculiar idea acudió a mi mente de forma instantánea.
-[i] ¡Eh chavales! Esperad un segundo - grité a los jóvenes para llamar su atención. Al principio parecieron dudar, pero una vez comencé a mostrar una actitud más amable terminaron acercándose para oír que tenía que decirles. - Muy bien chicos ¿Queréis ganaros unas monedas? - pregunté mientras enseñaba una reluciente moneda. Algunos asintieron y otro arrugaron el entrecejo, pero al final tras una ardua negociación terminaron aceptando en el momento justo. Dos hombres acaban de agarrar la caja donde estaba la rubia y comenzaban a introducirla en el pequeño navío. Una vez me asegurase de que no descubrían a la chica comenzaría mi estúpido plan.
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
Mi parte ya estaba hecha por ahora, dependería ahora de Hibiki si quería hacer lo que yo dije o no. En parte no le deje responder por cierto temor a que no quisiese seguir mi plan, un plan en el que por supuesto la persona que menos riesgos corre en este robo soy yo; lo siento por el chico, parece majo pero obviamente buscaré mi propia seguridad antes que la de un desconocido. El tiempo ahí dentro se me hacía interminable, los segundos parecían minutos y la paranoia inundaba mi mente ¿que pasaría si al cargar la caja notasen más peso? era inevitable pensar en el fracaso aún sin haber comenzado. Intentando calmarme un poco recordé que no me había percatado de lo que había en esas cajas, estaba oscuro y la única luz que entraba era entre las rendijas de la madera por lo que en gran parte tendría que valerme del tacto para intentar descubrir que es lo que guardaban ahí, al menos hasta que pudiese salir de la caja. Era un tacto suave, metálico, no podía saber que material era pero si pude notar que eran, en gran parte, diferentes artilugios decorativos como un candelabro que pude notar.
Mientras esperaba a que viniesen los piratas y transportasen la caja pude oír una voz conocida gritando a los cuatro vientos, Hibiki estaba gritando pero lamentablemente no pude entender desde dentro lo que estaba diciendo por lo que aún no sabía si estaba de mi lado. Ensimismada en mis propios pensamientos la caja comenzó a alzarse y a moverse de un lado a otro zarandeandose, pude suponer que los piratas ya me estaban llevando al barco por lo que, sujetandome a las paredes de la caja, intentaría no moverme en absoluto y mucho menos hacer ruido. Pude notar cuando comezaron a subir por la rampilla hacia el barco ya que todo el contenido de la caja y la propia caja se inclinaron hacia un lateral, iban más lentos debido al efecto de la gravedad pero en unos minutos todo volvió a la "normalidad". Lo siguiente que noté fue como soltaban la caja sin cuidado en lo que intuía que era la cubierta del barco, todo pareció ir bien sin sospechas, pero esperaría un poco a que todo se tranquilizase.
Por el sonido cerca de la ubicación de mi caja aparecieron unos piratas, no podía saber su número pero escuche dos voces hablando sobre algo que ocurría en el puerto — Hay un tipo gritando en el muelle, vayamos a echar un vistazo no queremos más ralentizaciones — dijo la voz desde la cubierta del barco recibiendo un si de alguien que le acompañaba. Los pasos sobre la madera me permitieron saber que estaban de camino al muelle, aún así seguramente no serían los únicos, esperaría por si Hibiki decidía traicionarme.
Mientras esperaba a que viniesen los piratas y transportasen la caja pude oír una voz conocida gritando a los cuatro vientos, Hibiki estaba gritando pero lamentablemente no pude entender desde dentro lo que estaba diciendo por lo que aún no sabía si estaba de mi lado. Ensimismada en mis propios pensamientos la caja comenzó a alzarse y a moverse de un lado a otro zarandeandose, pude suponer que los piratas ya me estaban llevando al barco por lo que, sujetandome a las paredes de la caja, intentaría no moverme en absoluto y mucho menos hacer ruido. Pude notar cuando comezaron a subir por la rampilla hacia el barco ya que todo el contenido de la caja y la propia caja se inclinaron hacia un lateral, iban más lentos debido al efecto de la gravedad pero en unos minutos todo volvió a la "normalidad". Lo siguiente que noté fue como soltaban la caja sin cuidado en lo que intuía que era la cubierta del barco, todo pareció ir bien sin sospechas, pero esperaría un poco a que todo se tranquilizase.
Por el sonido cerca de la ubicación de mi caja aparecieron unos piratas, no podía saber su número pero escuche dos voces hablando sobre algo que ocurría en el puerto — Hay un tipo gritando en el muelle, vayamos a echar un vistazo no queremos más ralentizaciones — dijo la voz desde la cubierta del barco recibiendo un si de alguien que le acompañaba. Los pasos sobre la madera me permitieron saber que estaban de camino al muelle, aún así seguramente no serían los únicos, esperaría por si Hibiki decidía traicionarme.
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
Ya llevaba un buen rato escondida en aquella caja y estaba en silencio para poder intuir que pasaba fuera. Los gritos seguían desde el muelle y desde hace un rato no se oían ningún tipo de pisadas en la cubierta del barco, pensé que ya llegaba la hora de salir de mi refugio; subí ligeramente y lentamente la cubierta de la caja dejando una rendija para poder ver, la luz del sol me cegó durante unos segundos tras los cuales comencé a observar lo mejor posible mi alrededor por la rendija. Al parecer todos los piratas de la cubierta habían salido del barco, la táctica de Hibiki pareció tener resultado por lo que sin hacer ruido levante la cubierta por completo y salí de la maldita caja " Menos mal " pensé no queriendo volver a repetir la experiencia claustrofóbica. Una vez fuera me agazape y busque rápidamente la puerta a la bodega, la cual estaba cerca de la barandilla del barco. Curiosa miré al muelle y vi a muchos piratas cerca de Hibiki así como a nuevas caras que curioseaban la situación, mejor no tardar mucho.
Tras curiosear abrí lentamente la puerta mirando antes por la rendija nada más abrirla, tras ver que no había nadie alli entre en la nueva sala. Consistía en una habitación cuadricular pequeña con una escalera que llevaba abajo; mis pasos hacían resonar la madera del suelo por lo que iba con pies de plomo de no fastidiar la situación. Al bajar pude ver el almacén donde se encontrarían el resto de cajas que fueron metiendo con el tiempo, es decir, mi tesoro a robar. Lamentablemente no todos los piratas salieron fuera, aún quedaban más o menos tres o cuatro patrullando entre aquel laberinto de cajas. Aquel desorden podría servirme para poder eliminar a los piratas con sigilo sin que nadie se de cuenta hasta que fuese demasiado tarde.
Antes de actuar tendría que saber que rutas seguían en la mayoría de los casos los vigilantes que veía desde las escaleras donde aún me encontraba. Me quedaría esperando un poco para memorizar sus trayectorias antes de "limpiar" el almacén.
OFF:
No hice doble post, Kazama posteo pero al parecer borro el post. Lo dejo aquí puesto por si alguien se pasa.
Tras curiosear abrí lentamente la puerta mirando antes por la rendija nada más abrirla, tras ver que no había nadie alli entre en la nueva sala. Consistía en una habitación cuadricular pequeña con una escalera que llevaba abajo; mis pasos hacían resonar la madera del suelo por lo que iba con pies de plomo de no fastidiar la situación. Al bajar pude ver el almacén donde se encontrarían el resto de cajas que fueron metiendo con el tiempo, es decir, mi tesoro a robar. Lamentablemente no todos los piratas salieron fuera, aún quedaban más o menos tres o cuatro patrullando entre aquel laberinto de cajas. Aquel desorden podría servirme para poder eliminar a los piratas con sigilo sin que nadie se de cuenta hasta que fuese demasiado tarde.
Antes de actuar tendría que saber que rutas seguían en la mayoría de los casos los vigilantes que veía desde las escaleras donde aún me encontraba. Me quedaría esperando un poco para memorizar sus trayectorias antes de "limpiar" el almacén.
OFF:
No hice doble post, Kazama posteo pero al parecer borro el post. Lo dejo aquí puesto por si alguien se pasa.
Última edición por Rikku Fabool el Mar Abr 04, 2017 12:57 pm, editado 1 vez
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
Cuando planteé mi plan a los chavales algunos quisieron echarse atrás de que se enteraron que tenían que distraer al grupo de piratas que se encontraba ahí reunidos, pero por suerte el mismo joven que se mostró valiente la primera vez, volvió a serlo.
- No os preocupéis chicos, será igual que cuando molestamos al señor Morgansten, pero esta vez encima cobraremos - dijo dicho chico animando a los demás mientras sacaba un pequeño artilugio bastante peculiar.
Ese coraje y valor era envidiable en un chaval de su edad y por ello me encontré haciendo un acto que no esperaba, pero el muchacho se lo había ganado.
- Esa es la actitud chaval. Toma, cógela que te la has ganado ya - apremié al muchacho poniendo la única moneda que me quedaba en sus pequeñas manos. - Ahora id a por ellos... Y que no os cojan.
Los chicos con energías renovadas y encabezados por su pequeño líder, comenzaron a distribuirse por parejas sacando todos pequeños objetos similares. Parecía algo sencillo, se compone de un simple palo con forma de "Y" al que tienen atadas unas especies de cuerdas. Parecía algo inofensivo a simple vista, pero cuando comenzaron a usarlos me quedé sorprendido del uso que hicieron los jóvenes de él. Lanzaban pequeños objetos con una fuerza y precisión temibles, que no tardaron en enfurecer a los piratas cuando se vieron avasallados por los proyectiles. No hizo falta si quiera que el cabecilla de los piratas diese la orden de darles un escarmiento, ya que las piteras que le saldrían a más de uno fue más que suficiente para enfurecerlos, al igual que no hizo falta que el líder de los niños diese la orden de retirada. Ellos solos comenzaron a desperdigarse entre las calles del puerto, como si estuviesen acostumbrados a ese tipo de juego.
El plan estaba saliendo a la perfección pues salieron todos los piratas que quedaban de la pequeña embarcación para ayudar a sus nakamas, pero el maldito capitán a pesar de estar cabreado como una mona tuvo un momento de lucidez y mandó a dos de ellos a quedarse vigilando la entrada del navío antes de sumarse a la persecución.
-¡Mierda - espeté entre dientes malhumorado al comprobar que no todo sería tan fácil.
Tampoco podía perder la calma y echarme atrás ya que estábamos tan cerca de conseguir nuestro objetivo, aunque tampoco quería perder el pellejo a la primera de cambio. Debía pensar algo que hacer, pero el cronómetro ya había empezado a contar. Solo era cuestión de minutos que los muchachos diesen esquinazo a los piratas y estos volviesen aún más cabreados, por lo que terminé decidiendo que la improvisación era mi último recurso.
- [b]¡Eh tíos! Que mamones esos niños, ¿verdad?/b] - comencé a decir mientras me acercaba a ellos tan tranquilo y echaba un vistazo a mi alrededor por si había alguien que pudiese ayudarlos.
Algunos se habían quedado a mirar como una joven pareja, una anciana y un joven con un aspecto bastante peculiar. Fui yo a criticar... Pero ellos no eran importantes, sino los dos guardias que se encontraban cortando mi paso. ¿Podría valerme yo solo para esto? Quizás con un poco de suerte Rikku saliese a mirar.
- No os preocupéis chicos, será igual que cuando molestamos al señor Morgansten, pero esta vez encima cobraremos - dijo dicho chico animando a los demás mientras sacaba un pequeño artilugio bastante peculiar.
Ese coraje y valor era envidiable en un chaval de su edad y por ello me encontré haciendo un acto que no esperaba, pero el muchacho se lo había ganado.
- Esa es la actitud chaval. Toma, cógela que te la has ganado ya - apremié al muchacho poniendo la única moneda que me quedaba en sus pequeñas manos. - Ahora id a por ellos... Y que no os cojan.
Los chicos con energías renovadas y encabezados por su pequeño líder, comenzaron a distribuirse por parejas sacando todos pequeños objetos similares. Parecía algo sencillo, se compone de un simple palo con forma de "Y" al que tienen atadas unas especies de cuerdas. Parecía algo inofensivo a simple vista, pero cuando comenzaron a usarlos me quedé sorprendido del uso que hicieron los jóvenes de él. Lanzaban pequeños objetos con una fuerza y precisión temibles, que no tardaron en enfurecer a los piratas cuando se vieron avasallados por los proyectiles. No hizo falta si quiera que el cabecilla de los piratas diese la orden de darles un escarmiento, ya que las piteras que le saldrían a más de uno fue más que suficiente para enfurecerlos, al igual que no hizo falta que el líder de los niños diese la orden de retirada. Ellos solos comenzaron a desperdigarse entre las calles del puerto, como si estuviesen acostumbrados a ese tipo de juego.
El plan estaba saliendo a la perfección pues salieron todos los piratas que quedaban de la pequeña embarcación para ayudar a sus nakamas, pero el maldito capitán a pesar de estar cabreado como una mona tuvo un momento de lucidez y mandó a dos de ellos a quedarse vigilando la entrada del navío antes de sumarse a la persecución.
-¡Mierda - espeté entre dientes malhumorado al comprobar que no todo sería tan fácil.
Tampoco podía perder la calma y echarme atrás ya que estábamos tan cerca de conseguir nuestro objetivo, aunque tampoco quería perder el pellejo a la primera de cambio. Debía pensar algo que hacer, pero el cronómetro ya había empezado a contar. Solo era cuestión de minutos que los muchachos diesen esquinazo a los piratas y estos volviesen aún más cabreados, por lo que terminé decidiendo que la improvisación era mi último recurso.
- [b]¡Eh tíos! Que mamones esos niños, ¿verdad?/b] - comencé a decir mientras me acercaba a ellos tan tranquilo y echaba un vistazo a mi alrededor por si había alguien que pudiese ayudarlos.
Algunos se habían quedado a mirar como una joven pareja, una anciana y un joven con un aspecto bastante peculiar. Fui yo a criticar... Pero ellos no eran importantes, sino los dos guardias que se encontraban cortando mi paso. ¿Podría valerme yo solo para esto? Quizás con un poco de suerte Rikku saliese a mirar.
- Off:
- Perdonad mi tardanza. Tuve problemas con internet.
InvitadoInvitado
Re: Pirata que no ve, pirata que no siente [Pasado]
La situación fuera estaba teniendo resultado, cada vez se escuchaban más gritos desde los muelles lo que me daría tiempo para actuar. Estuve observando la ruta de los guardias un par de minutos, los suficientes para pode aprenderme la ruta de dos de ellos que eran los más visibles desde las escaleras. Ágil y veloz baje las escaleras y me uní a ellos en ese laberinto de cajas de mercancías, agazapada fui avanzando sin hacer ruido pegada a las cajas, me coloqué en la esquina de una bifurcación y esperé ya que por allí iba a pasar uno de ellos y así fue. Comencé a escuchar como el sonido de sus pasos se iba dirigiendo hacia mi posición hasta que la cercanía era la suficiente como para saltar sobre él cayendo ambos al suelo pero sin hacer ruido debido a que el primer impacto que se llevo fue el de una de mis dagas al cuello. Con uno silenciado seguí avanzando y básicamente con la misma táctica me coloque esperando al siguiente pirata pero de repente escuche un sonido de detrás de mi y lo próximo que sentí era como alguien me agarraba del cuello y me lanzaba contra una de las cajas — Se ha colado una rata! — gritaba al resto de los guardias, el ruido que provocado fue el suficiente como para que el resto de los guardias comenzarán a venir hacia mi ubicación pero no me enfrentar a todos, debía actuar.
Aún tenía mi daga en la mano y aquel pirata, con arma en mano, comenzó a realizar un corte descendente hacia mi. Aproveche mi agilidad para realizar un corte en la pierna haciendo que se desmoronase al suelo, luego desenvaine mi segunda daga y se la clavé en el pecho al momento que todo el suelo con lo que acabe con el primero de ellos, ahora faltaban otros tres. En cuestión de segundos aparecieron dos de ellos y me rodearon en el pequeño pasillo del laberinto; se abalanzaron sobre mi, intenté bloquea y esquivar dentro de lo posible pero cuando estaba centrada en uno recibí un corte en la zona del vientre que me desestabilizó — Mierda — mientras caía lancé una de mis dagas al rostro de unos de los piratas, no se esperaba que atacase mientras caía por lo que cayó fulminado con la daga clavada en su frente. Caí de espaldas al suelo y la herida estabas haciendo mella, ya no tenía tanta capacidad de reacción como antes, esuchaba los pasos de otra persona dirigiéndose allí más lentamente que los otros dos, pronto estaría con otro enemigo más.
El otro pirata que quedaba a mi alrededor no dejo que me recuperase, en cuanto toque el suelo se abalanzó sobre mi y puso sus manos sobre mi cuello apretando con toda su fuerza intentando estrangularme con una mirada y un rostro de puro odio y sed de sangre. Mis armas estaban desperdigadas por el suelo, había una cerca de mi por lo que comencé a estirar el brazo poco a poco pero con prisa o acabaría conmigo. En su afán de demostrar su superioridad física comenzó a moverme por el suelo y el muy idiota me pasó por mi daga, no desperdicié esa oportunidad y la conseguí recuperar para instántaneamente clavar la daga en el costado del pirata y seguidamente con un corte desgarrar su cuello cayendo fulminado. Coloqué mi otra mano libre en la herida escuchando como se acercaba el último de ellos, me escondí entre unas cajas pero había dejado un rastro de sangre, estaba debilitada pero podría tenderle una trampa sino tenía demasiadas luces.
Aún tenía mi daga en la mano y aquel pirata, con arma en mano, comenzó a realizar un corte descendente hacia mi. Aproveche mi agilidad para realizar un corte en la pierna haciendo que se desmoronase al suelo, luego desenvaine mi segunda daga y se la clavé en el pecho al momento que todo el suelo con lo que acabe con el primero de ellos, ahora faltaban otros tres. En cuestión de segundos aparecieron dos de ellos y me rodearon en el pequeño pasillo del laberinto; se abalanzaron sobre mi, intenté bloquea y esquivar dentro de lo posible pero cuando estaba centrada en uno recibí un corte en la zona del vientre que me desestabilizó — Mierda — mientras caía lancé una de mis dagas al rostro de unos de los piratas, no se esperaba que atacase mientras caía por lo que cayó fulminado con la daga clavada en su frente. Caí de espaldas al suelo y la herida estabas haciendo mella, ya no tenía tanta capacidad de reacción como antes, esuchaba los pasos de otra persona dirigiéndose allí más lentamente que los otros dos, pronto estaría con otro enemigo más.
El otro pirata que quedaba a mi alrededor no dejo que me recuperase, en cuanto toque el suelo se abalanzó sobre mi y puso sus manos sobre mi cuello apretando con toda su fuerza intentando estrangularme con una mirada y un rostro de puro odio y sed de sangre. Mis armas estaban desperdigadas por el suelo, había una cerca de mi por lo que comencé a estirar el brazo poco a poco pero con prisa o acabaría conmigo. En su afán de demostrar su superioridad física comenzó a moverme por el suelo y el muy idiota me pasó por mi daga, no desperdicié esa oportunidad y la conseguí recuperar para instántaneamente clavar la daga en el costado del pirata y seguidamente con un corte desgarrar su cuello cayendo fulminado. Coloqué mi otra mano libre en la herida escuchando como se acercaba el último de ellos, me escondí entre unas cajas pero había dejado un rastro de sangre, estaba debilitada pero podría tenderle una trampa sino tenía demasiadas luces.
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