Una vendetta personal (pasado)

El caos se hacia presente en todo nuestro entorno, gritos y golpes continuos de todo tipo, la mano derecha de Jeff quedaba medio paralizado por el miedo y la impotencia de no saber que hacer, mas aun tras la destrucción de su arma quedando unicamente con sus propias manos. Un potente sonido de un disparo de una escopeta irrumpió enormemente en todo el edificio provocando incluso que aquellos piratas que huían presos del pánico se quedasen quietos mirando a sus espaldas ante aquel estruendoso sonido, incluso yo me sorprendí ante algo así contemplando con mis propios ojos el impacto directo en la pierna del desconocido pero casi como si nada hubiera pasado, una cojera y la visibilidad de algunos circuitos y engranajes del hueco que dejo el disparo, pero eso no impidió en nada el salto del tigre sobre Jeff con un grito e insultos variados que apenas se entendieron con el inmediato romper de la silla y la sucesión de continuos puñetazos.

No pude evitar esbozar una sonrisa de medio lado, remarcada en la mejilla izquierda, incluso llegaba a cruzarme de brazos segregando sin parar dicho liquido morado cubriendo cada parte de mi cuerpo. Una bonita explicación, una historia de pasión, amor, desamor y venganza... Bueno de amor quizás no tanto. Todo ello era contado entre puñetazos. Sometiéndolo a una tortura hasta el punto de destrozar sus dedos, Jeff trataba de forcejar de intentar librarse del desconocido pero le resultaba imposible quedando unicamente sus alaridos que provocaban que nuevamente el grupo de piratas que antes huían, se pararon en seco por el disparo, volviesen a reanudar sus respectivas carreras para huir hasta quedar vacío el edifico salvo el propio Jeff y su mano derecho, donde este daba lentamente un paso tras otro para ir alejándose.

Finalmente este se dio la vuelta buscando tratando de emprender carrera justo cuando todo debería estar tranquilo. -Woo wooo, ni hablar.- Mis oídos escucharon aquel rache en el suelo para iniciar a correr, cuando lleve mi mano derecha a mi cintura agarrando mi cadena de la cintura impregnada en ese veneno corrosivo. Era increíble que la ropa y mis armas no se viesen afectada por mis poderes de Akuma, algo que no entendía. Dicha arma a modo de látigo fue zarandeado hacia aquel sujeto de espaldas en plena carrera enganchándose la cadena en su tobillo derecho donde acababa dando un fuerte tirón provocando que se cayese de boca contra el cemento del suelo. -Ven con papi anda.- Agarrando la cadena empezaba a arrastrarlo hacia mi ayudándome de la mano derecha, luego la izquierda en un movimiento constante, este clavaba sus uñas en el suelo queriendo aferrarse. -¡No por dios, déjame marchar!- Suplicaba por su vida. -¡¡¡WUAJAJAJAJAJA!!!- Reía como un autentico genio del mal, con esa voz grave propia de un malvado, aunque sin necesidad de serlo, pero si que disfrutaba. -¡Escuece mucho joder, me correo la pierna!- La cadena que se engancho a su tobillo, traspasó la ropa, llegó a la piel causando una abrasión continua que podría resultar agónico. Una vez quedó cerca de mi usé la cadena para inmovilizar sus pies y manos en un mismo nudo perfecto con dicha cadena quedando sus extremidades atadas a la espalda, su pecho quedaba pegado al suelo como un cerdo. -¡Esto me las pagaras maldito Caza-recompensas!- Con su cuello girado mirándome hacia arriba, quedando mi cuerpo ensombrecido y mis ojos blanquecinos resplandeciendo. -Soy un Cazador. Y ahora a dormir.- No me consideraba un Caza-recompensas como tal, sino un Cazador, al menos yo lo veía diferente. Alcé mi bota derecha y estampé mi suela en su cabeza contra el suelo para dejarlo noqueado.

Me daba la vuelta para observar a Jeff dando vueltas sobre su propio eje alzando sus manos entre chillidos y lloros. -¡¡Ehhh!! Tu.- Traté de llamar la atención al desconocido que se dio la vuelta enfundado su arma para marcharse, no había terminado. -¿De verdad crees que así no te olvidará? Los huesos... se regeneran, uno puede curarse. Para que no te olvide debes hacerle una herida que pueda verla de por vida.- Un paso fue dado hacia Jeff, escuchándose el resonar de mi bota en el edificio ya desolado y mas o menos en silencio, un segundo paso llegando a el. -Deja que te ayude, novato.- Agarré de una forma ruda a Jeff con la izquierda para alzarlo y estamparlo contra la mesa, quedando boca arriba. -¡Dejame! Ya he tenido bastante.- Jeff trataba de suplicar pero seria inútil, concedería el deseo del desconocido, yo lo llamaría “la buena acción del día”. Sin remediar palabra mi garra derecha impregnada en veneno corrosivo fue dirigida hacia el rostro del Jeff hasta posarla y apretar, abrasando su rostro con mi garra, donde el dolor seria tan grande para el que gritaría sin fin alguno como si fuese su pesadilla, a pesar del forcejeo de este, yo seguía apretando continuamente, mis ojos lentamente se desviaron hacia el desconocido que esperaba que la escena la estuviese contemplando ¿El como? Ya dependía de él, mis ojos buscarían los suyos, teniendo mi cuencas abiertas de par en par, con la mirada siniestra por mis ojos blanquecinos, mi rostro totalmente serio, sin ninguna sonrisa, no mostraba piedad alguna. Esto dejaría una marca de por vida a Jeff donde incluso dejaría de poder mirarse al espejo, unicamente ver su rostro corroído, quemado... Un verdadero recuerdo.

Mis ojos fijos en el desconocido no de apartaron ni cuando esté se atrevió a coger mi muñeca que se posaba sobre el rostro de Jeff, un acto muy valiente de la sensación de corrosión y daño en su metálica composición, no tardo en verse los efectos. -Demasiado valiente... Eso un día te llevará a la muerte.- Un simple consejo, aún le quedaba mucho mundo por ver y desde luego tenía que andarse con ojo o el día menos pensado sería su fin por este tipo de insensateces. 

-Ohh... Un Marine ¿Es lo que ven mis ojos?- Una pregunta retórica ante la mención por su parte de ser miembro de la Marina, un hombre máquina promovido por la venganza. Mi garra finalmente se separaba del rostro del pirata y mi veneno desaparecida de todo mi cuerpo hasta buscar una aproximación casi total a él, cara a cara. -¿¡Crees que has hecho Justicia?! ... Señor Marine.- En un tono algo elevado y con cierto desafío hacia el, con mis ojos abiertos como platos. -¿Es esto la Justicia de la Marina?- Extendí mi diestra a la derecha para señalar a Jeff berreando sobre la mesa como si fuese un cerdo para degollarlo. -... O ¿la tuya?- La misma diestra fue conducida hacia el pecho del Marine para posar mi dedo índice sobre el para dar énfasis a mis palabras.

-Wuajajajaja....- Me aparte raudamente de el para reírme a carcajadas como un malvado hasta pararme del todo en esa risa siendo quizás una actitud preocupante. -He hecho tú trabajo sucio... Las autoridades se lo llevarán, rara vez entrego una presa fallecida, tu no tendrás culpa y Jeff sufrirá como tanto has deseado.- Extendía ambos brazos a cada lado. -Te estoy haciendo un favor.... Sino... Incluso podría meterte en problemas si me voy de la lengua.- Sacaba la lengua de lado y ligeramente la mordía mirándole con cierta... Picardía, si, le estaba haciendo chantaje. -Me deberás un favor- Alce la cabeza sonriendo de lado. -Un favor que con el tiempo se podrá ir viendo en que cobrarlo.- No sería algo inmediato, sino algo más a largo plazo por un prevenir.