Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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Ratón de biblioteca
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Ratón de biblioteca
Recuerdo del primer mensaje :
El Señor Tic Tac había pedido su traslado a Ohara, donde corría el rumor que había un libro para cada arte o ciencia que existiera ahora, en el pasado o, algunos juraban, que sentaban las bases del futuro en todos los campos. Era una verdadera suerte que ahora estuviera bajo el control de la marina, pensaba él, dado que así terminaría siendo un importante beneficio para todos.
Se encontraba yendo hacia el árbol gigantesco que presidía la isla donde se encontraba la extensa colección de libros que tanto interés había despertado en él. Era un buen día, el sol calentaba sin quemar, el viento refrescaba sin helar. Un día tibio que disfrutar al exterior pero que, por sus planes, se perdería entre páginas. Hacía tiempo que la profesión de inventor había calado hondo en Johan, tan hondo como podían hacerlo sus prótesis, claro. Siempre había sido un hombre creativo pero su transformación a cyborg había convertido una posibilidad en una necesidad así que decidió especializarse en la mecánica, la dinámica de fluidos y los sistemas de combustión. Sin embargo, tenía la intención de ver cómo substituir su sistema por uno menos peligroso: que por tus venas corra alcohol puro no es una buena idea si piensas llevar una vida como marine donde tu integridad puede peligrar en cualquier momento. ¿Por qué se hizo marine? Porque sintió el llamado, así de simple. Debía proteger a la gente, traerles un mundo mejor en el que habitar sin preocuparse por cosas como los piratas o la corrupción así que encontró su camino en la marina.
Como fuera, a veces para poder ayudar a los demás uno debía ayudarse a sí mismo y eso estaba dispuesto a hacer. Sin mencionar que, ahora que formaba parte de una tripulación, debía encontrar métodos para mejorar también el navío. Tenía algunas ideas de cómo llevarlo a cabo pero necesitaría estudiar mucho para entender todo aquello que necesitaba saber para hacerlo.
El Señor Tic Tac había pedido su traslado a Ohara, donde corría el rumor que había un libro para cada arte o ciencia que existiera ahora, en el pasado o, algunos juraban, que sentaban las bases del futuro en todos los campos. Era una verdadera suerte que ahora estuviera bajo el control de la marina, pensaba él, dado que así terminaría siendo un importante beneficio para todos.
Se encontraba yendo hacia el árbol gigantesco que presidía la isla donde se encontraba la extensa colección de libros que tanto interés había despertado en él. Era un buen día, el sol calentaba sin quemar, el viento refrescaba sin helar. Un día tibio que disfrutar al exterior pero que, por sus planes, se perdería entre páginas. Hacía tiempo que la profesión de inventor había calado hondo en Johan, tan hondo como podían hacerlo sus prótesis, claro. Siempre había sido un hombre creativo pero su transformación a cyborg había convertido una posibilidad en una necesidad así que decidió especializarse en la mecánica, la dinámica de fluidos y los sistemas de combustión. Sin embargo, tenía la intención de ver cómo substituir su sistema por uno menos peligroso: que por tus venas corra alcohol puro no es una buena idea si piensas llevar una vida como marine donde tu integridad puede peligrar en cualquier momento. ¿Por qué se hizo marine? Porque sintió el llamado, así de simple. Debía proteger a la gente, traerles un mundo mejor en el que habitar sin preocuparse por cosas como los piratas o la corrupción así que encontró su camino en la marina.
Como fuera, a veces para poder ayudar a los demás uno debía ayudarse a sí mismo y eso estaba dispuesto a hacer. Sin mencionar que, ahora que formaba parte de una tripulación, debía encontrar métodos para mejorar también el navío. Tenía algunas ideas de cómo llevarlo a cabo pero necesitaría estudiar mucho para entender todo aquello que necesitaba saber para hacerlo.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
Johan ríe con el comentario que hace Touyu sobre los ancianos con gusto pero sin tono burlesco. "Vaya, así que el joven se preocupa por sus cuidadores. De verdad es un buen muchacho. Aunque me hace cuestionarme por qué no está con sus padres... Pero, una vez más, ya habrá tiempo para eso.
Cuando dice que huele a quemado, él ya estaba empezando a olfatear el aire preguntándose si era el único que sentía eso. Sigue al muchacho hasta que ve que solo es una hoja la cuál este pisa hasta apagar las llamas. La agarra intentando leer el contenido de la misma, al menos las partes que todavía son legibles. Escucha las indicaciones que hace Touyu a los marines sonriendo y pensando que posiblemente se convierta en un buen general aunque por ahora el tono es un tanto impertinente para un niño que no es ni recluta. Esto último, claro, se lo calla por respeto. Los marines lo observan a él sabiendo que es un recluta y él les hace un ademán como que el chico tiene razón y hay que cubrir bien las posibilidades. Hecho esto, sigue al chico interesado también en descubrir qué ocurre en el lugar.
Lo poco que queda rescatable de la hoja le hace pensar que se trataba de algún tipo de atlas o un libro de historia antigua, algo relacionado con la vieja civilización por lo que indica a Touyu que lo siga hacia la sección indicada.
Comienza a buscar huecos en las estanterías hasta hallar un espacio considerablemente ancho y recto como para haber albergado un libro recientemente. Pasa el dedo por la madera pero no hay polvo en ese lugar así que, lo que hubiera allí antes, hacía poco que se había retirado. Tras consultar con el bibliotecario, la posibilidad pasa a ser la evidencia de un crimen. Alguien robó un libro y, no solo eso, quemó unas páginas del mismo. ¿Quién y por qué haría algo así?
Cuando dice que huele a quemado, él ya estaba empezando a olfatear el aire preguntándose si era el único que sentía eso. Sigue al muchacho hasta que ve que solo es una hoja la cuál este pisa hasta apagar las llamas. La agarra intentando leer el contenido de la misma, al menos las partes que todavía son legibles. Escucha las indicaciones que hace Touyu a los marines sonriendo y pensando que posiblemente se convierta en un buen general aunque por ahora el tono es un tanto impertinente para un niño que no es ni recluta. Esto último, claro, se lo calla por respeto. Los marines lo observan a él sabiendo que es un recluta y él les hace un ademán como que el chico tiene razón y hay que cubrir bien las posibilidades. Hecho esto, sigue al chico interesado también en descubrir qué ocurre en el lugar.
Lo poco que queda rescatable de la hoja le hace pensar que se trataba de algún tipo de atlas o un libro de historia antigua, algo relacionado con la vieja civilización por lo que indica a Touyu que lo siga hacia la sección indicada.
Comienza a buscar huecos en las estanterías hasta hallar un espacio considerablemente ancho y recto como para haber albergado un libro recientemente. Pasa el dedo por la madera pero no hay polvo en ese lugar así que, lo que hubiera allí antes, hacía poco que se había retirado. Tras consultar con el bibliotecario, la posibilidad pasa a ser la evidencia de un crimen. Alguien robó un libro y, no solo eso, quemó unas páginas del mismo. ¿Quién y por qué haría algo así?
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
Aunque tomé la iniciativa porque me preocupaba, el contrario hizo su trabajo como recluta. Estaba bien poder contar con un aliado tan listo y de verdad, era bastante ingenioso. No me dijo nada malo por lo que hacía, es mas, simplemente me estaba ayudando y eso me iba perfecto. Llegamos a la estantería donde antes estaba ese libro, y ahora faltaba adivinar quien habría hecho algo como eso y porque. -Si es sobre historia antigua y supiéramos de que trata podríamos conseguir pistas sobre quien es el que lo ha hecho.- Comenté en voz alta mientras me rascaba un poco la barbilla intentando pensar exactamente como hacer las cosas.
-Siempre hay la posibilidad de que se hubiera equivocado de libro y volviera aquí... pero dudo mucho que sea tan tonto como para regresar al lugar del crimen.- Dije mientras empezaba a avanzar hacia fuera del árbol. -Diría de dividirnos, y que uno fuera hacia el puerto y el otro hacia la playa... pero ni siquiera se sabe si es solo una persona o mas de una... solo encuentro desventajas...- Dije soltando un suspiro para volver a avanzar hacia los marines, era bueno que ellos también supieran mas o menos lo que pensaba y mis teorías.
El lado bueno es que nosotros conocíamos la isla mejor que esa gente, a no ser que esta hubiera estado oculta durante años y entonces si que tendría problemas. -Preparad cubos de agua por si acaso, si esa gente tiene recursos para incendiar un papel, quizás planeen incendiar el bosque también para asegurarse de que se escapan.- Dije con una sonrisa mientras empezaba a adentrarme hacia el bosque sin hacer ruido y le pedía a Tic Tac que viniera conmigo también. No tardé mucho en localizar al autor del crimen, pues era un solo hombre con pelo negro y ojos marrones. Llevaba una túnica marrón por encima y llevaba uno de esos caracoles que servían para comunicarse. Le hice a Tic Tac una seña para que se mantuviera en silencio y así averiguar que era lo que pasaba.
-Siempre hay la posibilidad de que se hubiera equivocado de libro y volviera aquí... pero dudo mucho que sea tan tonto como para regresar al lugar del crimen.- Dije mientras empezaba a avanzar hacia fuera del árbol. -Diría de dividirnos, y que uno fuera hacia el puerto y el otro hacia la playa... pero ni siquiera se sabe si es solo una persona o mas de una... solo encuentro desventajas...- Dije soltando un suspiro para volver a avanzar hacia los marines, era bueno que ellos también supieran mas o menos lo que pensaba y mis teorías.
El lado bueno es que nosotros conocíamos la isla mejor que esa gente, a no ser que esta hubiera estado oculta durante años y entonces si que tendría problemas. -Preparad cubos de agua por si acaso, si esa gente tiene recursos para incendiar un papel, quizás planeen incendiar el bosque también para asegurarse de que se escapan.- Dije con una sonrisa mientras empezaba a adentrarme hacia el bosque sin hacer ruido y le pedía a Tic Tac que viniera conmigo también. No tardé mucho en localizar al autor del crimen, pues era un solo hombre con pelo negro y ojos marrones. Llevaba una túnica marrón por encima y llevaba uno de esos caracoles que servían para comunicarse. Le hice a Tic Tac una seña para que se mantuviera en silencio y así averiguar que era lo que pasaba.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
La situación le resultaba francamente extraña, el chico volvió a hablar sobre el libro pero Johan se hacía una idea de qué clase de libro sería, incluso de qué facción estaría interesada. La armada revolucionaria tenía todos los papeles para ser parte de ese crimen, podía ver huellas de ellos por todas partes: desde el motivo hasta el método. Cuando pasaron junto a los marines, el Señor Tic Tac comentó con los guardias que, aunque lo de los cubos era buena idea, que alertaran ellos mismos al puerto y a las patrullas porque era probable que todo fuera obra de un revolucionario. Ambos pasaron directamente a modo alerta al escuchar la teoría y comenzaron a poner en marcha los preparativos necesarios.
Después de esto, tuvo que correr un poco para poder seguir el ritmo al joven. Una vez a su lado, pasó su mecanismo a lo que él llamaba el modo sigilo. No le gustaba que un chico que aún ni siquiera era marine y que, probablemente, rondaba los quince años, se metiera en problemas como estos ya que podría salir herido, pero, de todos modos, él no conocía la isla y necesitaba un guía para bien o para mal. Con una mano en la empuñadura de su bastón, acompañó a Touyu hasta que se detuvieron cerca de un hombre de aspecto sospechoso. ¿Qué clase de persona se va al bosque a hablar por Den Den Mushi? Entonces, Tic Tac vio el ejemplar maltratado colocado a un lado, sobre un tocón. Hizo señal al chico para que se quedara quieto mientras escuchaba la conversación. Aquel hombre mencionaba algo sobre la localización de unas ruinas o algo así, pero no era capaz de entender por completo la conversación. "Como sea, una vez lo capture conseguiremos la información necesaria para detener sus planes, sean cuales sean estos."
Acostumbrado a entrenar con Lance, un joven extremadamente rápido, usó la longitud de sus piernas para posarse al lado del sospechoso colocando el filo de su espada en el cuello. El revolucionario le daba la espalda así que el marine no podía ver el rostro que ponía al sentir el frío acero en su garganta.
- Despídete amablemente y cuelga,- dijo en un susurro - o tendrás que despedirte abruptamente atragantándote con tu sangre.
El marine se aseguró que el que estaba al otro lado de la línea no lo escuchara. Por ahora, parecía que todo estaba saliendo bien.
Después de esto, tuvo que correr un poco para poder seguir el ritmo al joven. Una vez a su lado, pasó su mecanismo a lo que él llamaba el modo sigilo. No le gustaba que un chico que aún ni siquiera era marine y que, probablemente, rondaba los quince años, se metiera en problemas como estos ya que podría salir herido, pero, de todos modos, él no conocía la isla y necesitaba un guía para bien o para mal. Con una mano en la empuñadura de su bastón, acompañó a Touyu hasta que se detuvieron cerca de un hombre de aspecto sospechoso. ¿Qué clase de persona se va al bosque a hablar por Den Den Mushi? Entonces, Tic Tac vio el ejemplar maltratado colocado a un lado, sobre un tocón. Hizo señal al chico para que se quedara quieto mientras escuchaba la conversación. Aquel hombre mencionaba algo sobre la localización de unas ruinas o algo así, pero no era capaz de entender por completo la conversación. "Como sea, una vez lo capture conseguiremos la información necesaria para detener sus planes, sean cuales sean estos."
Acostumbrado a entrenar con Lance, un joven extremadamente rápido, usó la longitud de sus piernas para posarse al lado del sospechoso colocando el filo de su espada en el cuello. El revolucionario le daba la espalda así que el marine no podía ver el rostro que ponía al sentir el frío acero en su garganta.
- Despídete amablemente y cuelga,- dijo en un susurro - o tendrás que despedirte abruptamente atragantándote con tu sangre.
El marine se aseguró que el que estaba al otro lado de la línea no lo escuchara. Por ahora, parecía que todo estaba saliendo bien.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
Al menos ahora podía respirar tranquilo, todo podría salir bien y seguramente mandarían a gente a vigilar el pueblo. Los ancianos se iban a preocupar por mí, pero no había nada que pudiera hacer para remediarlo. El otro me siguió y justo cuando estábamos al lado de este, me dijo que me quedase quieto. Era rápido, eso sin duda, aunque no creía que hubiera solo uno, y así era, observé a un hombre con un rifle subido en la rama de un árbol. No podía matarlo, pero estaba apuntando a mi compañero... mierda, mierda, mierda... ¿no había algo que pudiera hacer?
Si hablaba ahora, para avisarle, el contrario quizás cambiaba de objetivo y me apuntaba a mi. Solo había un modo de arreglar eso... mantener la calma, y dejar que las cosas siguieran su curso. No parecía que fuera a disparar en cualquier momento... y tampoco parecía que el otro se hubiera dado cuenta de mi presencia... si desenvainaba la espada haría ruido y el otro estaría alerta. Pero si no hacía nada, acabaría disparando... la mejor opción, tirarle algo y rezar para desviar el tiro. Desenvainé lo mas rápido que pude y le lancé la vaina de mi espada al francotirador, golpeando el rifle solo para después lanzar la espada con toda la fuerza que tenía y logré clavársela en la cabeza. El hombre cayó al suelo y yo saqué la espada, limpiando la sangre de esta con la ropa.
No mostraba arrepentimiento, ni siquiera culpa por haberle arrebatado la vida a una persona. El hombre, o mas bien, rehén, hizo un chasquido con la lengua al observar a ese hombre muerto. Eso confirmaba que solo eran dos personas las que habían llegado a la isla. -No encontraba ninguna solución mas efectiva, todas las demás acababan con tu o yo muertos.- Sonreí acercándome a ellos mientras observaba al contrario el cual acabo despidiéndose amablemente y colgó después de ver a su compañero muerto.
-Por favor, mantén este pequeño incidente entre nosotros... me iría mal para unirme a la marina.- Dije, ¿quizás era raro que un joven pudiera arrebatar la vida a una persona? A lo mejor no, pero mi meta era vengarme y acabar con la vida de esos hombres, así que, debía estar preparado tanto para dar mi vida como para acabar con la de otros. Aunque lo primero no sería hasta acabar mi venganza, mientras, podrían llamarme cobarde o todo lo que quisieran.
Si hablaba ahora, para avisarle, el contrario quizás cambiaba de objetivo y me apuntaba a mi. Solo había un modo de arreglar eso... mantener la calma, y dejar que las cosas siguieran su curso. No parecía que fuera a disparar en cualquier momento... y tampoco parecía que el otro se hubiera dado cuenta de mi presencia... si desenvainaba la espada haría ruido y el otro estaría alerta. Pero si no hacía nada, acabaría disparando... la mejor opción, tirarle algo y rezar para desviar el tiro. Desenvainé lo mas rápido que pude y le lancé la vaina de mi espada al francotirador, golpeando el rifle solo para después lanzar la espada con toda la fuerza que tenía y logré clavársela en la cabeza. El hombre cayó al suelo y yo saqué la espada, limpiando la sangre de esta con la ropa.
No mostraba arrepentimiento, ni siquiera culpa por haberle arrebatado la vida a una persona. El hombre, o mas bien, rehén, hizo un chasquido con la lengua al observar a ese hombre muerto. Eso confirmaba que solo eran dos personas las que habían llegado a la isla. -No encontraba ninguna solución mas efectiva, todas las demás acababan con tu o yo muertos.- Sonreí acercándome a ellos mientras observaba al contrario el cual acabo despidiéndose amablemente y colgó después de ver a su compañero muerto.
-Por favor, mantén este pequeño incidente entre nosotros... me iría mal para unirme a la marina.- Dije, ¿quizás era raro que un joven pudiera arrebatar la vida a una persona? A lo mejor no, pero mi meta era vengarme y acabar con la vida de esos hombres, así que, debía estar preparado tanto para dar mi vida como para acabar con la de otros. Aunque lo primero no sería hasta acabar mi venganza, mientras, podrían llamarme cobarde o todo lo que quisieran.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
Por evitar meter en problemas al joven no había sido capaz de analizar bien la situación... "Ese hombre, podría haberme matado." Contempla al joven analizando cada movimiento. Puede escuchar como se excusa por lo ocurrido mientras el marine se pregunta si se siente bien tras haber matado a alguien. Sin embargo, el chico no presenta estar aturdido, confundido ni emocionado. Eso era, definitivamente, un mal signo. No importaba qué lo llevaba a matar a un hombre sin mostrar arrepentimiento, no podía ser bueno. De todos modos, no le tocaba a él educar al chico y, siendo honestos, acababa de salvarle la vida. ¿Qué podía decirle?
- Me parece bien, yo cargaré con eso. Ve por mis compañeros para que me ayuden a llevar a este buen hombre a la cárcel. Un hombre que se portará muy bien en lo que llegan los demás, ¿verdad? Solo, antes, dame mis esposas, las llevo en el bolsillo izquierdo y no llego desde aquí, luego pónselas por detrás para que no pueda moverse a gusto. Una vez hayas avisado a la marina, ve a casa. Esta clase de eventos corren de boca en boca como la pólvora y tus cuidadores se preocuparán por ti. Cuando tengamos a este hombre bajo control me encargaré de ir por la hierba para llevarla a tu casa, joven Touyu, es lo menos que puedo hacer. Así podré tranquilizarles un poco, si le parece bien.
Tras esto, espera a que el chico haga lo que se le ha pedido y se marche. Una vez están solos, Johan, quien sigue apuntando al cuello del hombre con su espada, deja que el filo se hunda levemente haciendo que un hilo de sangre brote. La herida no es profunda pero el mensaje queda claro.
- Esto que le acaba de pasar a tu compañero quedará entre tú y yo. Te conviene, no es porque te amenace sino porque nadie querrá saber que un revolucionario fue asesinado por un crío, ¿verdad? Y disculpa si te hablo de tú pero a las ratas no les ofrezco ningún respeto. Ahora, tienes dos opciones: me cuentas con quién hablabas y para qué queréis el libro o esperas a que lleguen mis amigos mientras te tatúo cien veces en la piel la frase "No quemaré libros en la biblioteca". Te sugiero que pienses bien antes de responder, es una frase larga.
- Me parece bien, yo cargaré con eso. Ve por mis compañeros para que me ayuden a llevar a este buen hombre a la cárcel. Un hombre que se portará muy bien en lo que llegan los demás, ¿verdad? Solo, antes, dame mis esposas, las llevo en el bolsillo izquierdo y no llego desde aquí, luego pónselas por detrás para que no pueda moverse a gusto. Una vez hayas avisado a la marina, ve a casa. Esta clase de eventos corren de boca en boca como la pólvora y tus cuidadores se preocuparán por ti. Cuando tengamos a este hombre bajo control me encargaré de ir por la hierba para llevarla a tu casa, joven Touyu, es lo menos que puedo hacer. Así podré tranquilizarles un poco, si le parece bien.
Tras esto, espera a que el chico haga lo que se le ha pedido y se marche. Una vez están solos, Johan, quien sigue apuntando al cuello del hombre con su espada, deja que el filo se hunda levemente haciendo que un hilo de sangre brote. La herida no es profunda pero el mensaje queda claro.
- Esto que le acaba de pasar a tu compañero quedará entre tú y yo. Te conviene, no es porque te amenace sino porque nadie querrá saber que un revolucionario fue asesinado por un crío, ¿verdad? Y disculpa si te hablo de tú pero a las ratas no les ofrezco ningún respeto. Ahora, tienes dos opciones: me cuentas con quién hablabas y para qué queréis el libro o esperas a que lleguen mis amigos mientras te tatúo cien veces en la piel la frase "No quemaré libros en la biblioteca". Te sugiero que pienses bien antes de responder, es una frase larga.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
Uff, realmente, mi corazón latía a cien por hora, no porque hubiera matado a ese hombre, si no porque el contrario me había visto hacerlo. Le parecía hasta bien, agh... contacto físico... era solo para sacar las esposas, era solo para sacar las esposas... me repetía a mi mismo mientras sacaba las esposas y las ponía a ese hombre, dejando sus manos atadas. Y ahora me tocaba ir a por sus compañeros, bueno, asentí ya que me hacía un favor al haberle salvado y empecé a caminar hasta llegar a donde estaban los demás marines. Les conté casi todo lo ocurrido, obviando claramente la parte en el que el francotirador era asesinado por mí.
Era mejor no contar nada acerca de ese asunto, y al hombre se le ocurriría una buena excusa. Tras ver como los marines se alejaban, empezaba a andar hacia la casa de los ancianos hasta que me di cuenta de algo... el chico, ¿sabía donde vivía? Solté un suspiro antes de entrar y contarle a los ancianos que un amigo me iba a llevar la hierba ya que habían asaltado el árbol del conocimiento y tuve que irme para no preocuparles. Aunque el anciano sabía que podría defenderme con la katana, la anciana era bastante reacia a ello.
Tendría que haber matado a ese hombre también, o torturado para asegurarme de que no se le escapase nada... no, hubiera sido peligroso y más estando el otro ahí. Salí de casa y me puse a esperar al señor Tic Tac en la entrada del pueblo... así cuando viniera podría guiarle al claro también antes de irnos y quizás podría volver al árbol... no, mejor no, no me iban a dejar entrar con lo ocurrido.
Era mejor no contar nada acerca de ese asunto, y al hombre se le ocurriría una buena excusa. Tras ver como los marines se alejaban, empezaba a andar hacia la casa de los ancianos hasta que me di cuenta de algo... el chico, ¿sabía donde vivía? Solté un suspiro antes de entrar y contarle a los ancianos que un amigo me iba a llevar la hierba ya que habían asaltado el árbol del conocimiento y tuve que irme para no preocuparles. Aunque el anciano sabía que podría defenderme con la katana, la anciana era bastante reacia a ello.
Tendría que haber matado a ese hombre también, o torturado para asegurarme de que no se le escapase nada... no, hubiera sido peligroso y más estando el otro ahí. Salí de casa y me puse a esperar al señor Tic Tac en la entrada del pueblo... así cuando viniera podría guiarle al claro también antes de irnos y quizás podría volver al árbol... no, mejor no, no me iban a dejar entrar con lo ocurrido.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
El hombre llevaba ahora ya cinco frases, la sexta estaba inconclusa pero había comenzado a cantar como un pajarito, cosa que le había facilitado la situación. Bueno, ya que llegaban los marines les explicó la situación, les comentó que, bueno, se habían producido "heridas" de batalla pero que el hombre había decidido colaborar porque, al parecer, tenía un buen fondo. Los reclutas lo miraron nerviosos. La tortura no estaba precisamente aceptada en la marina pero habían fallado en su misión al dejar que aquellos se infiltrasen. No uno si no dos de la armada revolucionaria. No solo eso, habían conseguido su objetivo, si bien el revolucionario había sido apresado, la información fue entregada de todos modos así que su falta había conllevado a un fracaso sonoro del que no querrían tener que hablar. El Señor Tic Tac los observa con serenidad activando, sin siquiera moverse, el sonido habitual de sus relojes. Los marines lo observaron sorprendidos momentáneamente ante ese detalle. Los contemplaba en silencio absoluto con una mirada vacía y seria que los estaba poniendo cada vez más serios. Cuando finalmente habló, casi gritaron del susto pero pronto se fueron tranquilizando ante las palabras del joven marine.
- Jóvenes, han hecho un excelente trabajo al apresar a estos revolucionarios. No solo eso, la información obtenida ayudará enormemente a nuestra milicia, un detalle que sin duda será notado por sus superiores. Tristemente, alguna especie de hombre desquiciado lo ha herido repetidas veces... Seguramente algún loco por los libros o algo parecido. Nunca lo sabremos...- hunde levemente la espada dejando que el filo entre un centímetro, lo justo para que duela pero que no cause ningún tipo de problema real - ¿Verdad, señor revolucionario?
El hombre contestó exasperado de manera afirmativa. El sonido de aquel reloj había estado sonando durante las cortadas y solo lo había apagado cuando vieron llegar a los marines. Ahora, el tic tac sonaría en sus peores pesadillas junto a ese rostro frío y distante carente de emociones.
- Jóvenes, han hecho un excelente trabajo al apresar a estos revolucionarios. No solo eso, la información obtenida ayudará enormemente a nuestra milicia, un detalle que sin duda será notado por sus superiores. Tristemente, alguna especie de hombre desquiciado lo ha herido repetidas veces... Seguramente algún loco por los libros o algo parecido. Nunca lo sabremos...- hunde levemente la espada dejando que el filo entre un centímetro, lo justo para que duela pero que no cause ningún tipo de problema real - ¿Verdad, señor revolucionario?
El hombre contestó exasperado de manera afirmativa. El sonido de aquel reloj había estado sonando durante las cortadas y solo lo había apagado cuando vieron llegar a los marines. Ahora, el tic tac sonaría en sus peores pesadillas junto a ese rostro frío y distante carente de emociones.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
Mientras seguía en el pueblo la señora de antes vino conmigo a preguntarme si les había entregado las manzanas. Respondí afirmativo, mientras se acercaban las demás señoras... genial, ya estábamos todos al completo. Siempre que se paraban a hablar conmigo dejaban ir algunos rumores y cosas que podían servirme incluso de información. -¿Habéis escuchado? Dicen que uno de los turistas se comporta de manera extraña... es una pena, ya que parece bastante apuesto...- Dijo soltando un suspiro mientras yo sonreía, debía referirse a uno de los que habíamos atrapado.
-Bueno, yo me quedaría con uno de los marines que guardan la entrada al árbol del conocimiento... parece tan varonil y es tan apuesto.- Dijo otra mientras yo empezaba a hablar también, para socializar un poco y aprender como comportarme con las demás personas también. -Bueno, yo prefiero a un recluta que han asignado aquí... me debe sacar mas de diez años, y su vestimenta puede llegar a ser algo extraña, pero por el resto parece mi tipo.- Dije con una sonrisa amable mientras todas y yo, seguíamos hablando sobre los hombres de la isla.
Haciendo algo de broma, e incluso alguna de las casadas también se ponía a opinar. Cuando ya habíamos hablado un poco, cada mujer se fue a hacer sus recados y algunas a trabajar. Yo por mi parte, empecé a preguntar a los demás si podía ayudarles con algo. Uno de los hombres, me pidió que le fuera acercando las herramientas, así que eso hice mientras seguía esperando al señor Tic Tac.
-Bueno, yo me quedaría con uno de los marines que guardan la entrada al árbol del conocimiento... parece tan varonil y es tan apuesto.- Dijo otra mientras yo empezaba a hablar también, para socializar un poco y aprender como comportarme con las demás personas también. -Bueno, yo prefiero a un recluta que han asignado aquí... me debe sacar mas de diez años, y su vestimenta puede llegar a ser algo extraña, pero por el resto parece mi tipo.- Dije con una sonrisa amable mientras todas y yo, seguíamos hablando sobre los hombres de la isla.
Haciendo algo de broma, e incluso alguna de las casadas también se ponía a opinar. Cuando ya habíamos hablado un poco, cada mujer se fue a hacer sus recados y algunas a trabajar. Yo por mi parte, empecé a preguntar a los demás si podía ayudarles con algo. Uno de los hombres, me pidió que le fuera acercando las herramientas, así que eso hice mientras seguía esperando al señor Tic Tac.
InvitadoInvitado
Re: Ratón de biblioteca
Los marines quedaron satisfechos con el trato implícito que acabábamos de acordar de manera silenciosa. El mérito fue suyo, sí, pero yo tenía la información que necesitaba y había conseguido cubrirle las espaldas al niño quien no tenía necesidad de cargar con el muerto, literal y metafóricamente.
Buscó por el bosque la hierba que necesitaba, no fue muy difícil tomando en cuenta que Johan estaba acostumbrado a largas caminatas buscando materiales para sus investigaciones, sus ojos se habían acostumbrado a buscar de manera sistemática, su memoria a recordar detalles concretos sobre aquello que necesitaba. Era un buen recolector, no el mejor, no uno profesional pero como novato estaba haciendo un excelente trabajo.
Una vez conseguida la planta, se va hacia el cuartel para revisar que todo esté en orden. Se presenta informando que ha escuchado rumores de un suceso posterior al asunto de la biblioteca para que así le comenten lo que pasó a posterior. De este modo, su coartada tendría más pruebas a favor. El paripé estaba hecho.
Regresó al pueblo preguntándose dónde viviría su joven amistad, su intención era preguntar por todas partes hasta dar con el domicilio pero al final no hizo falta. Touyu se encontraba asistiendo en un taller a un anciano. No estaba seguro de si debía o no intervenir en aquello, ciertamente parecía atareado y no quería ser molestia. Sin embargo, como mínimo debía entregar la hierba, cosa que hizo acompañado de lo siguiente:
- Aquí está la planta, joven Touyu, y no se preocupe, ya hablé con mis compañeros sobre la información que usted tenía. Dos marines apresaron a un revolucionario y tuvieron que reducir a un segundo. El asunto fue resuelto todo gracias a la información que nos dio. Muy amable.
Buscó por el bosque la hierba que necesitaba, no fue muy difícil tomando en cuenta que Johan estaba acostumbrado a largas caminatas buscando materiales para sus investigaciones, sus ojos se habían acostumbrado a buscar de manera sistemática, su memoria a recordar detalles concretos sobre aquello que necesitaba. Era un buen recolector, no el mejor, no uno profesional pero como novato estaba haciendo un excelente trabajo.
Una vez conseguida la planta, se va hacia el cuartel para revisar que todo esté en orden. Se presenta informando que ha escuchado rumores de un suceso posterior al asunto de la biblioteca para que así le comenten lo que pasó a posterior. De este modo, su coartada tendría más pruebas a favor. El paripé estaba hecho.
Regresó al pueblo preguntándose dónde viviría su joven amistad, su intención era preguntar por todas partes hasta dar con el domicilio pero al final no hizo falta. Touyu se encontraba asistiendo en un taller a un anciano. No estaba seguro de si debía o no intervenir en aquello, ciertamente parecía atareado y no quería ser molestia. Sin embargo, como mínimo debía entregar la hierba, cosa que hizo acompañado de lo siguiente:
- Aquí está la planta, joven Touyu, y no se preocupe, ya hablé con mis compañeros sobre la información que usted tenía. Dos marines apresaron a un revolucionario y tuvieron que reducir a un segundo. El asunto fue resuelto todo gracias a la información que nos dio. Muy amable.
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Re: Ratón de biblioteca
Seguía atendiendo al anciano en su taller, y de hecho, ya estábamos a punto de acabar cuando vino mi compañero por así decirlo. Me entregó la planta y dijo una mentira como una casa, pero yo también lo hubiera hecho. Le sonreí mientras lo observaba y algunas mujeres empezaban a comentar, cosas como que era el hombre al que me gustaba... podrían hacerlo mas bajito al menos... Pero bueno, no creía que a ese hombre fuera a molestarle. -No, no, gracias a ustedes por seguir protegiendo la paz de la isla.- Dije con una sonrisa mientras agarraba las hierbas y pensaba en que hacer.
Aquel hombre quería que lo acompañase hasta el claro, ¿no? Entonces no veía motivo para no ayudarle. Le hice una señal para que me siguiera mientras empezaba a hablar de nuevo. -Querías ir al claro, ¿cierto? Sígueme.- Dije con una sonrisa, la caminata fue algo larga pero tras unos minutos llegamos al claro atravesando el bosque. -Ha sido un placer conocerle Señor Tic Tac, espero que en el futuro me siga ayudando y pueda ayudarle yo mismo con lo que pueda.- Sonreí para girarme de nuevo y empezar a andar hacia el pueblo otra vez, no sin antes añadir alguna cosa más.
-Por favor, no haga caso de lo que hablan las mujeres, puede ser mi tipo, si, pero no pienso hacer ningún movimiento mientras no vea que tenga alguna posibilidad... debería volver a mi hogar antes de que sigan preocupados y ayudar a la anciana a preparar la medicina con la hierba, muchas gracias por todo.- Sonreí para irme ahora ya si, de una vez a casa, le caería una buena reprimenda al anciano por parte mía y de la anciana por hacernos trabajar mas de la cuenta.
Aquel hombre quería que lo acompañase hasta el claro, ¿no? Entonces no veía motivo para no ayudarle. Le hice una señal para que me siguiera mientras empezaba a hablar de nuevo. -Querías ir al claro, ¿cierto? Sígueme.- Dije con una sonrisa, la caminata fue algo larga pero tras unos minutos llegamos al claro atravesando el bosque. -Ha sido un placer conocerle Señor Tic Tac, espero que en el futuro me siga ayudando y pueda ayudarle yo mismo con lo que pueda.- Sonreí para girarme de nuevo y empezar a andar hacia el pueblo otra vez, no sin antes añadir alguna cosa más.
-Por favor, no haga caso de lo que hablan las mujeres, puede ser mi tipo, si, pero no pienso hacer ningún movimiento mientras no vea que tenga alguna posibilidad... debería volver a mi hogar antes de que sigan preocupados y ayudar a la anciana a preparar la medicina con la hierba, muchas gracias por todo.- Sonreí para irme ahora ya si, de una vez a casa, le caería una buena reprimenda al anciano por parte mía y de la anciana por hacernos trabajar mas de la cuenta.
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