D - Demonios & Tesoros (Tarea)

por Invitado Dom Feb 26, 2017 12:40 pm

Recuerdo del primer mensaje :

“Las historias y rumores corrían con velocidad por los mares, los periódicos lo cantaban como la proeza de la semana mientras las noticias se expandían de isla en isla solo dentro del East Blue, piratas de Capone siendo vencidos y los mismos huyeron hacia un lugar desconocido, se daban recompensas aquellos que capturaran a los sobrevivientes o si los veía en sus islas o al menos es lo que se anunciaba en aquel periódico mostrando el Wanted de algunas cuantas identidades.” –Se vuelve interesante ¿No lo cree señor?- Argumentaba Tian mientras estaba sentado sobre la silla del capitán del barco leyendo el periódico de ayer dentro de la cabina del timón, hombres amarrados yacían por un lado mientras otro estaba atado de manos al timón con su boca amordazada y de pie todo este camino guiando la ruta, el pirata sin fama que era el falso tuerto había secuestrado ese navío en el mar donde nadie se habría de enterar o dar cuenta pero curiosamente encontró entre las noticias más reciente que pudo obtener, información sobre un asunto que había ocurrido en Altamar, un fuerte botín que no fue recuperado por las autoridades que continuaban buscando aquellos hombres y pequeños indicios sobre que rutas estarían aunque por geografía había una isla que no había sido mencionada y estaba cerca del lugar donde fue el combate.

-Isla Kumate…- A pesar de no saber nada sobre una correcta navegación el cabellos negros azulados, si sabía sobre mapas y su geografía por historias de su niñez, larga historia para contar ahora pero usaba lo que tenían en el barco y el objetivo era ese, ¿Una isla no mencionada en el reportaje por la Marina? Que novedad ocultar la información, en ese lugar seguro deberían haber llegado los piratas de Capone con el tesoro lo daba por seguro si es que el botín era muy bueno como para dejarlo ir, lo ocultarían en un sitio antes de tratar de huir hacia otros lugares. Esa fue la historia de cómo habría de llegar el trajeado criminal de corbata y chaleco hacia esa isla que a la distancia había mucha vegetación como para ver un muelle o un pequeño atisbo de vegetación, mas sin embargo debía encargarse de otra cosa primero. Lo siguiente que se vería seria a Tian empujando con su pierna un bote de remos dentro del mar desde la isla, en el bote había hombres de la tripulación del barco, mejor dicho toda la tripulación del barco mientras el pirata les deseaba un buen viaje despidiéndose de ellos, había cumplido su promesa de no matarlos si se portaban bien pero el barco se quedaría con el ¿O como transportaría el tesoro? Entre maldiciones y odios, aquellos sujetos no podían bajarse de la barca por estar amarrados y pegados como a los remos, llegarían algún lado de seguir remando y así es como Tian se internaría hacia el interior de la isla caminando entre el follaje y hojas verdes, moviéndolas con sus brazos que delataban los protectores de brazos que poseían, al igual que sus piernas generaban un pequeño ruido metálico por poseer también protectores, mostrarían que era un sujeto que luchaba cuerpo a cuerpo pero era mejor que no tener protección contra los que tenían armas.

Así comenzaba la entrada y aventura de Tian por la cálida Isla Kumate, había llegado a leer sobre esta isla muy poco excepto que los lugareños eran muy agresivos, por esa razón no había mucha información y era bastante desactualizada, ya que lo que sabía era de hace 10 años por lo menos, de cualquier modo solo habría un modo de saberlo mientras se internaba más y más dentro de la isla peleando contra los mosquitos dando algunos cuantos aplausos para matar los malditos que querían su sangre.

• Trabajo:

3.- Jungla de Sangre: En uno de los enfrentamientos de la Marina contra los piratas de Capone estos últimos al verse contra las cuerdas decidieron buscar refugio con tal de reagruparse y asegurar el botín obtenido, en una de las islas próximas incursionaron sin conocer el destino al cual habían llegado, superados en número los hombres del pirata para su mala fortuna entraron a Isla Kumate, siendo víctimas a las pocas horas luego de su cometido por un grupo de cannibales que ahora los tienen cautivos, listos para degustar.
Objetivo: Ir a la búsqueda de algún sobreviviente aliado a Capone con tal de obtener la información sobre la ubicación del tesoro escondido.
Objetivo Opcional #1: Generar una oportunidad de distracción para realizar la encomienda.
Nivel Requerido: 1 a 3.
Mínimo / Máximo de participantes: 2/4.
Restricción: No llamar atención indeseada de los cannibales.

por Invitado Vie Mar 03, 2017 3:47 pm

Solo bastaba una chispa para poder incendiar una cabaña, el fuego se agalopaba mientras Kaelia y Tian salían al exterior donde si bien, aunque incomodo, estaban pegados por una soga observando el caos que empezaba a desatarse, Tian aun poseía su antorcha en mano que arrojaba y esta volaba hasta caer encima de algún lugar donde comenzara otro incendio, con eso podria bastar para entretenerlos aunque también el sonido de mas armas y cañones sucedían en el lugar. La marina habia llegado y el sitio seria una lucha donde solo uno predominaría pero por ahora lo importante era largarse de ahí antes que los demás salvajes se dieran cuenta de su presencia. –Vamos, vamos, vámonos- Tratando apresurar a la chica para que pudiera sacarlos de ahí en el acto, de algún modo no pudo evitar sorprenderse cuando sus pies comenzaron a separarse del suelo y notar como la chica al girar a verla realmente estaba girando su cuerpo para poder volar ¿Cómo era físicamente eso posible? Era una mezcla de terror y fascinación por el hecho que ahora estaban volando, algo que jamas hubiese soñado el falso tuerto poder tocar los cielos como las aves pero ambos se empezaban alejar, algunas lanzas y armas les eran lanzadas, no pasaban inadvertidos el hecho que volaran, y Tian debía protegerse por lo menos usando sus protectores al interponerlos y repeler un par de estas armas.

Finalmente estaban realizando un escape del lugar e ir hacia donde habia indicado el cabellos negros azulados, una parte alejada donde el rio que pasaba por dentro de la ciudad se desembocaba en distintas cascadas pero al final llegaba hasta una donde llevaba hacia una pequeña playa que se dirigía al mar. –Ahí vamos- Ambos deberían descender o al menos Kaelia para que pudieran tocar la arena de la playa, el mismo tuerto se quitaría la soga rápidamente y corriendo directo al agua mientras se quitaba los zapatos y la camisa, solo dejando el pantalón antes de lanzarse con velocidad hacia el agua comenzando una pequeña búsqueda submarina. Un sitio claro aunque algo profundo, aquel lugar done el agua llegaba, por encima el caótico movimiento de la cascada pero abajo era solo calma. Tian buceaba empezando a buscar por sus alrededores hasta poder llegar al fondo, notaba que el flujo de corriente arrastraba varias cosas pero al final podia verlo o darse cuenta de algunos objetos que se movían.

Pasaron casi 10 minutos hasta que una melena y cabeza se asomaban del agua, era Tian quien parecía tener problemas pero nadaba hasta llegar al borde y empujando un cofre hasta sacarlo totalmente del agua, respiraba de forma agitada pero rápidamente volvia a sumergise antes de dar otro respiro y meterse al agua ¿Qué estaba haciendo? Si Kaeila revisaba ese cofre encontraría varios tesoros que habia en el, mojados pero tesoros al fin y al cabo que darían una buena cantidad de berries, nuevamente Tian emergería, essta ocasión en menos tiempo llevando otros dos cofres de menor tamaño pero 2 al final antes de tirarse en la arena. –Fue todo…. El resto se los llevo la corriente….- Respiraba agitado, llego a escupir agua pero al menos sabia que habia recuperado parte del botin de aquellos piratas, esto ya era un gran logro solo dando una sonrisa a su compañera mientras trataba de respirar aun.

por Invitado Vie Mar 03, 2017 4:16 pm

La ciudad empezaba a iluminar la noche que se cernía sobre la isla como el oráculo de lo que debía ocurrir a continuación. Sus llamas se alzaban aquí y allá: unas fruto de los intentos de Tian, otras causadas por las batallas que iban propagándose a lo largo de la urbe. Cuando finalmente descendieron, Kaelia quedó encandilada al ver cómo el joven se quitaba la ropa de modo que comenzó a imitarlo y, cuando había llegado a estar en ropa interior, cayó en cuenta que el otro se preparaba para zambullirse. Desilusionada, comenzó a vestirse nuevamente a esperarlo. El tiempo pasaba y el chico no subía a la superficie. "O se ha muerto o el tío tiene unos pulmones de acero..." Empezaba a pensar que tendría que meterse ella misma a rescatar lo que fuera que quedase del botín cuando la melena azul oscuro brotó del río para luego aparecer Tian jalando hacia tierra firme un enorme cofre. Su estancia fue fugaz, apenas había dejado la carga, regresó al río. Kaelia lo contemplaba admirada por su tenacidad y fuerza. "Creo que he encontrado al señor de Nezaros..."

Ahora tenían dos cofres pequeños y uno grande. Solo faltaba, bueno, la huida. Comenzó a elevarse junto a una palmera para localizar los barcos de la marina sin ser vista. Como imaginó, había algunos no muy lejos de una playa que estaba atravesando un poco de jungla. Al descender, le comenta a Tian que, probablemente, estarían vigilados por algunos marines. No creía que estuvieran vacíos así que, si querían escapar, debían hacer algo para que no los siguieran.

Comenzaron a arrastrar los cofres hasta la playa por dónde había visto que quedaban los navíos. Ahí mismo, unas barcas yacían encalladas en la costa. Kaelia arranca algunas hojas verdes de las palmeras cercanas, se las pasa a Tian quedándose ella otras tantas. Cubiertos por estas, comienzan a arrastrarse por la playa hasta alcanzar una de las barcas, la voltean para poder sumergirla usándola para respirar bajo el agua. Por suerte, el joven va sobre aviso y coloca a Kaelia en la parte que queda entre los asientos y el suelo de la barca para que no se ahogue debido al efecto que tiene el agua marina en los usuarios de la fruta. Una vez encuentran las áncoras, comienzan a elevarse por ellas usando todavía la barca para respirar. En cuanto llegan a superficie, Tian ayuda a Kaelia a introducirse por uno de los laterales del navío, aprovechando las escotillas por las que debían asomar los cañones. Estaban en el barco de en medio. En total eran tres. Prepararon todos los cañones apuntando a la parte baja de las naves aledañas para asegurar su hundimiento. Recorrieron el interior de un extremo a otro encendiendo a la vez todos los cañones ya cargados. El retumbar los hizo temblar. Una serie de gritos de terror y sorpresa se escucharon desde diversas direcciones. Los corsarios se observaron un momento como si hicieran un pacto silencioso entre ellos mientras sacaban sus respectivas armas. Los reclutas bajaron sobresaltados espadas en alto pero los recibieron un par de filos directos en el cuello.

Minutos después, Kaelia contemplaba a los marines alejarse en una barca mientras ellos dirigían el barco hacia la playa donde esperaba su botín. Lo siguiente fue sencillo, solo tuvieron que cargar una barca con los cofres, regresar hacia el barco que Tian dejó encallado en el otro extremo de la isla. Ahora, cada quién con una parte del tesoro y un navío propio, zarparon en direcciones distintas satisfechos por las hazañas que habían logrado. Comenzaron como desconocidos, quién sabe qué depararía el destino a estos nuevos y extraños compañeros.

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