¿Momentos de relajación o entrenamiento? [Pasado][Priv. Watts Litsz]

Ohara, era el nombre de la isla donde estaba. Tras escapar de aquellos piratas una pareja amable de ancianos me acogió y luego empecé a entrenar, todo para poder alistarme a la marina. Cada día era lo mismo, y hoy no era una excepción. Salí de la casa con la ropa de siempre, esa sudadera blanca y el jinbei azul que tanto me gustaban. Llevaba mi katana a la cintura por si pasaba algo mientras pensaba en que camino tomar ese día. Siempre tomaba el mismo para ir a comprar, así que por desviarme no iba a pasar nada, ¿verdad?

Empecé a caminar por el bosque, prefería ir por ahí antes que por la calle a veces y la razón era sencilla. Para ver si veía algún animal y poder jugar con ellos, aún me era algo difícil acostumbrarme a la gente de la isla además. Apenas hacía cuatro o seis días que me habían acogido, era normal, ¿no? El olor a naturaleza, algo que hacía tiempo que no olía aunque realmente prefería el mar. Quizás podría ir a jugar por ahí o a entrenar un rato por esa zona. De camino compraría los ingredientes que la anciana necesitaba para la comida del día siguiente.

Después de andar un buen rato, llegué a lo que se podría decir la playa de la isla aunque no me importaba. Solo agarré y salté al agua para nadar un buen rato aun con la ropa puesta sin darme cuenta. -Mierda, se me olvidaba...- Salí del agua y deje la bolsa con el dinero en el suelo para evitar que se mojase. Listo, con eso ya no había problema. Dejé que mi cuerpo flotase por el agua, mientras podía oler el olor del agua de mar. No había nada que me relajase tanto, pero no quería tener ningún susto, así que deje de hacer eso y me puse a nadar cerca de la isla por si acaso.

Era gracioso, al parecer no había pensado en lo que conllevaba ser agente del gobierno. -Cualquier persona es suficiente lista como para entender a que conlleva eso.- Dije haciéndome el sorprendido al ver que el otro también lo estaba, aunque por dentro... me estaba riendo a carcajadas. Espadachín-kun... ¿porque era tan difícil recordar mi maldito nombre? Daba igual, el hecho de que dijo eso simplemente me hizo sonreír bastante. -Menos mal, si no te lo complicase, no sería divertido.- Me reí un poco, para luego estirarme en el suelo y tumbarme con la espada tocando el césped. Se estaba bastante bien, y todo eso, pero tendría que levantarme de nuevo mientas el otro no se tumbase.

Y ahora preguntaba que objetivos, y que dejase los misterios. Estaba muy cerca, nuestros rostros apenas se separaban por centímetros... como siguiera así... acabaría con una sorpresa. -No, es divertido verte así... por lo que... cuando los haya cumplido, te los diré si puedo.- Dije estirándole los mofletes o al menos, intenté agarrar estos para estirarselos. -Pero si me das un beso en la mejilla que me golpeaste... me lo pensaré.- ¿Decía la verdad o era mentira? Quien sabe, todo dependía de lo divertido que me resultase ver al contrario hacer eso.

Tras amenazarlo, el otro intentó levantarse y ponerse en posición de combate, para luego soltar un quejido y sentarse en el suelo de nuevo. Me salvé... dijo, la verdad es que tenía razón... porque no habría podido levantarme a tiempo para esquivar cualquier ataque por su parte. -Puede, pero bueno... supongo que nos volveremos a ver cuando yo ya esté en la marina... entonces, tendrás que darme la revancha.- Le sonreí, no se la pedía, le ordenaba que me la diera cuando nos volviéramos a encontrar. Al fin y al cabo, era el único amigo de mas o menos mi edad que había hecho en quince años.

Prácticamente habían llamado tonto a Watts con lo de no entender ser parte del gobierno, así que éste se mosqueó. - Joder... joder... joder... !! Pues no sabía !! - El Mink desconocía todos los sacrificios que eso le conllevaría, pero bueno, había recibido una invitación por demostrar gran dedicación a sus labores como un simple Marine pero esa dedicación se tendría que explotar. Obtener poder era lo primero que buscaría el pequeño ser, con ello podría obtener hilos y controlar a otros para atender sus asuntos y acabar con cierto Pirata, uno al que le tenía el ojo de la muerte bien puesto sobre él y quizás... la facción del Gobierno le brindaría esa ayudita.

Volviendo a la realidad, el espadachín se reía de todas las caras y reacciones que Watts asumía pero éste muy poca importancia le dio. Akehoshi se negó rotundamente a decirle sus objetivos, insistir sería ilógico, así que calló... aún más cuando éste buscó estirar las mejillas del Mink, quien se mostró sorprendido y confuso. No se ruborizó, ni sonrió, nada de eso, simplemente se dejó tomar tal parte de su rostro. Akehoshi soltó cierta cosa de su boca, relacionado a dar un beso. Watts inclinó un poco su cabeza hacia la derecha y se mostró más que confuso. - ¿Qué rayos te sucede? - Mostró sus dientes y le empujó con ambas manos para hacerle retroceder, su expresión se veía tosca y ordinaria, más aún con sus brazos cruzados. - Ustedes humanos sí que dicen cosas sin sentido... - Llevó luego su mano derecha a su cabeza y se la rascó así mismo, prosiguiendo con sus palabras. - ... creo que te ha picado el mosquito de la locura o algo por el estilo. No mal entiendas nada de esto, soy apenas la cría de un animal, mis pensamientos son erráticos y totalmente salvajes e inhumanos. Mostrarme cariño o proponerme cosas de humanos es como si le hablaras a la pared... !! No tiene sentido !! - Watts subió el tono de voz en esas últimas palabras mientras hacía una X con sus propios brazos para dejar en claro que se negaba y no compartía los lazos de afecto o físicos que muchos humanos se daban entre sí. Cayó en cuenta de repente de cierta cuestión, y comenzó a reírse, rascando una vez más su cabeza y dejando entrever una inocente forma de ser. - ... pero eres humano ¿verdad? Porque esas alas no me dejan en claro lo que eres... jejeje.... - Tonto Watts, no entendía aún la verdadera raza de ese espadachín después de haber lanzado toda esa explicación de afecto, cariño contacto físico, o inclusive la diversión o las bromas, aún estaba muy pequeño para ello y no lo entendía del todo.

Una revancha quedaría como deuda entre ambos, Watts buscaría ponerse de pie, sonriendo y olvidando todo lo anterior. - Entonces tienes fe de que me volverás a ver. Pues... el mundo da muchas vueltas. Quizás sí pase... más sin embargo, debo regresar pronto a la base Marine. Debo presentarme con mi Teniente, tomar una ducha y vestirme apropiadamente ya que tengo una estúpida reunión de gala... !! ODIO LAS FORMALIDADES ARGHHH !! - Watts se agarró el pelo de su cabeza y sacudió la misma, al son que movía su cuerpo de un lado a otro, mostrando una actitud de molestia e incomodidad. Odiaba esos eventos, y tener que estar firme o mostrarse respetuoso entre tanta muchedumbre no era lo suyo, quería simplemente arreglar todo a los golpes, eso era lo que él más entendía.

Era demasiado divertido meterme con ese chico, y sus mejillas eran suaves... tanto que me daban mas ganas de estirarlas, pensando si eran falsas en verdad. Eso acabo cuando me empujó hacia atrás y me enseñó sus dientes, haciendo que me cayera al suelo pero por la risa que tenía. Al parecer no sabía lo que significaba ser parte del gobierno, pero bueno, mejor para mi. Era mas fácil manipularle si era un poco... tonto... aunque tampoco creía llegar al extremo de manipularle si no me cabreaba. Mosquito de la locura o algo por el estilo... vaya, era divertido verlo hablar a veces también, serviría para entretenerme suponía. -¿Realmente creías que iba a dejar que me besaras o iba a hacerte algo? Eres muy divertido chico de la cola.- Él me había llamado espadachín-kun, estaba en mi derecho de ponerle un mote también.

-Digamos que soy un híbrido, tengo parte de humano y también parte de una raza con alas, aunque solo son un adorno, no sirven para volar. Es parte de mi cuerpo, así que ni se te ocurra arrancarme las plumas.- Le dije con una sonrisa, amable y gentil, pero llena de malas intenciones si llegaba a intentar hacerme alguna cosa. Y ahora debía irse pronto a la base marine por algo de una fiesta o alguna cosa así entendí. -Ya somos dos en ese aspecto, aunque en mi caso es mas bien que odio ir vestido con cualquier camisa de botones, en serio... ¿quien decidió que para ir formal tenías que llevar traje? No lo entiendo, pero cuando me toque participar en estas cenas de gala o lo que sea, cuando esté en la marina, no podré quejarme...- Dije soltando un suspiro poniéndome de pie. Aun me dolían los golpes, y era malvado y cruel a veces, pero no lo suficiente como para pedirle que me arrastrase junto a su hoja naranja a mi casa. -Eso me recuerda que yo también debería empezar a irme, no quiero preocupar mas a los ancianos o acabarán prohibiéndome salir al bosque y esas cosas.- Dije con una sonrisa mientras observaba al joven, el cual afirmó ser la cría de un animal.

-Nos vemos cuando esté en la marina, ah, y no creas que la próxima vez me podrás vencer de tres golpes, necesitarás darme cien para tumbarme.- Le dije, exagerando un poco, pero bueno. Esperaba que entendiera que no se la iba a dejar tan fácil la siguiente vez y mucho menos iba a vencerme, lo derrotaría si o si. Para ello tendría que aumentar los tiempos de entrenamientos al menos.