¿Momentos de relajación o entrenamiento? [Pasado][Priv. Watts Litsz]

Ohara, era el nombre de la isla donde estaba. Tras escapar de aquellos piratas una pareja amable de ancianos me acogió y luego empecé a entrenar, todo para poder alistarme a la marina. Cada día era lo mismo, y hoy no era una excepción. Salí de la casa con la ropa de siempre, esa sudadera blanca y el jinbei azul que tanto me gustaban. Llevaba mi katana a la cintura por si pasaba algo mientras pensaba en que camino tomar ese día. Siempre tomaba el mismo para ir a comprar, así que por desviarme no iba a pasar nada, ¿verdad?

Empecé a caminar por el bosque, prefería ir por ahí antes que por la calle a veces y la razón era sencilla. Para ver si veía algún animal y poder jugar con ellos, aún me era algo difícil acostumbrarme a la gente de la isla además. Apenas hacía cuatro o seis días que me habían acogido, era normal, ¿no? El olor a naturaleza, algo que hacía tiempo que no olía aunque realmente prefería el mar. Quizás podría ir a jugar por ahí o a entrenar un rato por esa zona. De camino compraría los ingredientes que la anciana necesitaba para la comida del día siguiente.

Después de andar un buen rato, llegué a lo que se podría decir la playa de la isla aunque no me importaba. Solo agarré y salté al agua para nadar un buen rato aun con la ropa puesta sin darme cuenta. -Mierda, se me olvidaba...- Salí del agua y deje la bolsa con el dinero en el suelo para evitar que se mojase. Listo, con eso ya no había problema. Dejé que mi cuerpo flotase por el agua, mientras podía oler el olor del agua de mar. No había nada que me relajase tanto, pero no quería tener ningún susto, así que deje de hacer eso y me puse a nadar cerca de la isla por si acaso.

Aquel puñetazo que Watts había realizado en contra de su enemigo había satisfactoriamente impactado sobre su mejilla derecha, causando que aquel espadachín retrocediera pero éste no buscó tomarse un respiro, al contrario, aprovechó el movimiento de retroceso para realizar un giro y direccionar la empuñadura directamente a la cintura de Watts. "¿Otra vez?". El Mink siguió con la mirada por breves momentos tal movimiento del arma y volvió a subir la mirada para dedicarle ahora una sonrisa un poco arrogante al joven. - No caeré de nuevo... - La larga cola del Mink automáticamente se trasladó en dirección a la empuñadura del arma y la enrolló para sujetarla y evitar que se aproximara más al sitio donde quería chocarla. En ese momento, Watts preparó una vez más su mano izquierda y la cerró para dirigir un puñetazo directamente al hombro derecho de Akehoshi y luego realizar un segundo puñetazo al centro de su torso con la misma mano. Simultáneamente a su ofensiva, el peludo Mink buscaría retraer con fuerza su cola para despojar al enemigo de su arma, aprovecharía el hecho de haberla sujetado en caso de que lo haya logrado. - Qué divertido ha sido esto - Expresó el Mink, buscando arrojar lejos la espada enfundada por entre unos arbustos desde la cola. Watts manipulaba esa extremidad como si fuera otro brazo, era sencillo y la seguiría usando para ese enfrentamiento.

El primer impacto se logró dar en el hombro del muchacho y el segundo de igual forma en el medio de su torso, causando que el enemigo cayera al suelo y de trasero. Watts se reincorporó y movió de un lado a otro su larga cola mientras inspeccionaba la nueva expresión que estaba adquiriendo el caído. Parecía que iba a llorar, sus ojos estaban decaídos y quizás la desmotivación era el único sentimiento que estaba actualmente dentro de él. Lo próximo que el Mink percibió fueron algunas gotas de lágrimas por parte del sujeto y automáticamente éste se quedó sorprendido, no lo podía creer, su anterior expresión (divertida, orgullosa) cambió a una más calmada y preocupada, los ojos del actual recluta estaban más abiertos de lo normal.

Watts Litsz se sintió culpable por ello y sin pensarlo dos veces clavó las dos rodillas sobre el suelo y comenzó a inclinarse ante el espadachín, pegaba su frente contra el césped, subía y volvía a bajar, una y otra y otra y otra vez, solicitando el perdón. - ! Lo lamento... ! - Repetía ese movimiento de arrepentimiento - ! Lo lamento... - Una vez más - ! Lo lamento ! - Lo repitió y lo repitió hasta que Akehoshi habló, fue en ese momento en que el Mink aún inclinado, alzó su vista para centrarla en él. De verdad ese individuo deseaba formar parte de la Marina, lo podía lograr. "No te desanimes joven humano-pájaro". Pensaba Watts mientras escuchaba todas y cada una de las palabras. Se puso de pie y se acercó lo más rápido hacia su ahora compañero de entrenamiento y le extendió ambas manos para que éste se pudiera apoyar y poner finalmente de pie. - Vamos... vamos... no te rindas. Pudiste golpearme, eso te hace lo suficientemente capacitado para intentar la prueba de ingreso a la Marina... - Sonrió de punta a punta y para animarle aún más, Watts introdujo una de sus manos dentro de los bolsillos de su short y sacó la insignia de la Marina que lo acreditaba como actual Marine. - ¿Ves? -

El entrenamiento que llevaba Watts era calificado, por él mismo, como salvaje, pero tuvo que responder al susodicho. - Llevo el entrenamiento de "La Ley del Más fuerte". El herbívoro muere por el carnívoro... y el carnívoro lucha en contra del tiempo. !! El tiempo es vital !! - Expresó Watts, mientras guardaba su credencial. En ese momento el Mink dio medio giro y caminó en dirección donde había arrojado la espada enfundada del humano-pájaro y rebuscó por entre un montón de maleza y arbusto hasta finalmente hallar lo que deseaba hallar. Tomándolo con ambas manos del suelo, se devolvió hasta quedar al frente del joven y en ese momento le ofreció su armamento cortante con un poco de respeto. - Aquí tienes humano-pájaro... -

Me sorprendí, bastante, cuando vi al otro disculparse. ¿Porque se disculpaba? Me limpié las lágrimas de los ojos un momento viendo al joven y soltando una pequeña risa. -¿Porque te disculpas? Fui yo el que te pidió el entrenamiento y el que fue iluso al pensar que podría usar el mismo truco dos veces.- Dije sentado en el suelo observándole. ¿Me intentaba animar? Porque si era así... lo estaba consiguiendo, a ratos. Vi su insignia que lo identificaba como a un miembro de la marina, eso hizo que me sonrojase un poco.

¿Como pude dejar que viera eso un posible compañero de trabajo? -Podrías haberlo dicho antes... ahora estoy avergonzado de haber mostrado esa parte de debilidad...- Dije observando al contrario de arriba a abajo, el cual dijo cual era su forma de entrenamiento. Lucha por la supervivencia... era un buen modo, pero no sabía si eso sería suficiente para llegar a ser mas fuerte. Necesitaba serlo mucho más, llegar a ser alguien tan fuerte como para hundir un solo barco pirata.

¿Humano pájaro? Eso era nuevo... pero bueno, se lo iba a perdonar por haberme intentado animar. Cogí la espada con una sonrisa, tenía los ojos rojos por haber llorado, pero nada más. -No hace falta que me llames humano-pájaro, llámame Touyu y ya, que para algo tengo ese nombre.- No quise ser borde, y de hecho, no creía que lo hubiera sido en ningún momento. Los lugares donde había recibido los golpes dolían... bastante aunque logré hacerle algo de daño al contrario no fue suficiente.

-Pero bueno, dejando todo lo demás de lado... creo que la próxima vez sabré mas o menos que tipo de acciones tomar contigo... al fin y al cabo, no me esperaba lo de la cola.- Dije con una sonrisa señalando esta, si volvía a pelear contra él, debería ir con cuidado y saber cuando atacar, y cuando defender. También cuando esquivar porque por lo visto, con alguien que tiene como tres manos... era mejor esquivar y vigilar todas sus acciones.

Watts era uno de esos seres vivos que decía lo que pensaba, no se había arrepentido por nada del mundo de haberse disculpado ante el muchacho, por lo que tuvo que contestar. - Sentí que debía hacerlo, eso hacen los humanos al equivocarse ¿no? - Una confusión apareció en la mente del joven peludo, no comprendía el por qué su prójimo no aceptaba las disculpas, o más bien, decía que no eran necesarias. Estas eran las cosas que hacía pensar mucho a Litstz pero no quiso agrandar más la duda.

Tras acabar de pensar por varios minutos sobre esa duda de que si era viable o no el disculparse, Watts tuvo que volver en sí y llevar ambas manos a los hombros de Touyu, quien acababa de decir su nombre y que se sentía apenado de haber mostrado su lado débil. - !! Tú !! ! No te rindas nunca ! - Le sonrió, luego cerró sus ojos y chocó los dos puños entre sí para demostrar mucho positivismo - Solo hay que entrenar todos los días, seguir el camino de la rectitud... y... y... !! Comer mucha carne !! - ¿Carne? Bueno, Watts era un carnívoro, estaba emparentado con dos animales mortales y capaces de posicionarse en el tope de la cadena alimenticia, a todas estas, el recluta no era muy bueno recordando nombres por lo que existía la particularidad de olvidar el del espadachín. Abrió los ojos y dio un paso atrás para luego girar y caminar directamente hacia los arbustos por los que había salido anteriormente y jaló de allí la enorme hoja naranja que llevaba varias cosas pesadas que solo tenían el fin de dificultar a Watts el arrastre de la susodicha.

La trajo consigo y la soltó a pocos metros de distancia de Akehoshi, por lo que sacudió sus manos y se pasó el antebrazo derecho sobre su frente para secarse el sudor. - Fiuuu... - Era divertido aquel mote del hombre-pájaro, pero no seguiría diciéndolo, o tendría que volver a disculparse con él y volvería a caer en esa confusión de antes. - Si llega a haber una segunda vez, tendrás que estar atento. - Sonrió maliciosamente mientras movía de un lado a otro la cola. Watts evitaría decir su propio nombre, no gustaba hacerlo, sin embargo, debía decirle algo mientras volvía a tomar aquella hoja naranja del extremo. - Por cierto, no creo que dure mucho más tiempo en la Marina - Apretó sus dos manos y jaló con fiereza el tallo y caminó muy lentamente hacia un camino que daba directamente a una pradera. ¿No iba a durar mucho en la marina? ¿A qué se refería Watts a eso? - !! Vamos, acompáñame !! - Gritó el Mink mientras jalaba más y más la hoja, el sudor se notaba a leguas y se veía bastante agotado por el esfuerzo

Sentí que debía hacerlo... je, no pensé que siendo yo él que pidió el entrenamiento acabase viendo como se disculpaba sin motivo. Era extraño, normalmente odiaba el contacto físico, pero cuando entrenaba con alguien, todos mis males se despejaban en un instante y mi cabeza solo tenía lugar para una cosa. El entrenamiento o combate, fuera lo que fuera, eso podría explicar porque cuando recibí esos puñetazos no sentí tantas ganas de matar como lo hacía a veces. Sería mejor intentar ocultar ese lado de mí, ya uno lo había visto y me cubrió, pero era mejor así.

Al fin y al cabo, nunca estaba de más tener un aliado que supiera bastante de ti. -Odio el contacto físico... así que... si te golpeo ya sabes porque es.- Dije notando sus manos en mis hombros y mirando a este con un ceño fruncido solo para luego girar el rostro y murmurar un gracias por animarme. Lo siguiente dicho por el joven no hizo que desapareciese mi sonrisa de siempre, es más, solo hizo que tuviera ganas de entrenar un poco más. Pero sería difícil sin descansar un poco. -¿Comer carne? Bueno, no diré que mantener una buena alimentación no sea bueno, pero... no me lo esperaba eso.- Dije soltando otra pequeña risa, era bastante divertido y de hecho... parecía tener casi mi edad así que... ¿podía ser un amigo?

Aunque no entendía los procedimientos exactos para conseguir amigos, en algunos libros había leído que algunos se hacían a través de los puños, y que otros, cuando no te dabas cuenta ya los podías considerar así. Era muy extraño, pero mas lo fue ver como empezaba a caminar arrastrando esa hoja naranja. Digamos que eso encendió una pequeña chispa e hizo que intentase levantarme aun con todos esos golpes que había recibido. Acabé golpeándome con fuerza en la pierna derecha solo para hacer que esta reaccionase y así poder levantarme del todo. -Si llega a haber una segunda vez, estaré atento y te venceré.- Le sonreí mientras seguía escuchando lo que decía aquel chico.

No entendía, pero a lo mejor su objetivo ya lo había cumplido así que no quería preguntarle mucho más por si le era tedioso hablar de ello. Y me decía que lo acompañase, entonces mi primera idea era la de subirme encima de la hoja naranja y de hecho estuve por hacer eso con la excusa de que si se sentía culpable me arrastrase al lugar, pero no estaba seguro de si hacerlo o no. Que demonios, me puse encima de la hoja naranja junto a las demás cosas que llevaba arrastrando, seguramente podría con un poco mas de peso y mas siendo que no pesaba mucho. Le sonreí con malicia mientras lo observaba tirar de la hoja naranja. -Aunque, si te sientes tan culpable... siempre puedes arrastrarme al lugar que quieres, ¿no?- Era una pequeñita venganza por haberme tocado los hombros antes, si, pero bueno, aun no había madurado así que no pasaba nada por tomarme la molestia de actuar como un crío.

Entonces al espadachín no le gustaba mucho el contacto físico, algo muy raro pensó Watts. - ¿Enserio? No volverá a pasar - Le sonrió para dedicarse a lo que hacía. Jalaba y jalaba aún más aquella enorme hoja naranja, mostrando su gran fuerza y determinación. De un momento a otro, Akehoshi se subió a la hoja y el Mink sintió más peso, causando que se resbalara y cayera boca arriba. Se golpeó fuertemente la cabeza y luego se levantó para quedar sentado, usando ambas manos para sobar el área donde se había dado aquel tremendo golpe. - !! Auch auch !! - No podía creer lo que acababa de pasar, así que giró su cabeza para echarle un ojo a la hoja y llevarse la sorpresa de que el espadachín se había subido. - ! O-Oye ! - Poniéndose de pie y acusando al prójimo con su mano derecha, comenzó a quejarse de que no debía subirse, era muchísimo peso y que estaba culminando su entrenamiento pero luego escuchó que si de verdad Watts se sentía así de arrepentido por lo que había pasado momentos antes con aquel pequeño enfrentamiento debía de verdad arrastrarlo.

- Bien... si lo pones de esa manera... - Miró a otra dirección, mostrándose cabizbajo y herido de orgullo. Tomó con ambas manos el extremo del tallo de la hoja naranja y comenzó a jalar y a trasladar tanto al hombre-pájaro como el resto de las cosas. Mover tantas cosas le costaba mucho, su rostro se ponía rojo y apretaba mucho los dientes, impulsando su cuerpo hacia adelante y jalando con todas las ganas del mundo aquel tallo.

Salir del bosque llevó unos 10 minutos, 3 minutos fueron tomados para que Watts recuperara el aliento, pero ya estando en esa bella pradera el Mink simplemente soltó el tallo y se lanzó contra un bello pastizal verdoso, para quedar boca abajo y con los brazos extendidos. Estando en esa posición, recordó lo que el espadachín dijo acerca de que llegue a existir una segunda vez. -!! Por supuesto, puede llegar a darse !! - Giró sobre el suelo para quedar boca arriba y esta vez dijo algo con un tono de voz más tranquilo. - Pero para entonces, ya estaré cumpliendo mi labor como Agente del Gobierno. - Suspiró un poco el Mink y cerró sus ojos, dejando que la fuerte brisa corriera por donde quisiera.

Haberme subido fue lo mejor que hice en todo el día, solo para ver como el contrario se resbalaba para darse un golpe en la cabeza. Vi como me señalaba con el dedo y empezaba a quejarse, pero entonces le dije aquello. Deje que me arrastrase por el bosque junto a aquella hoja y la verdad, a mi me iba perfecto y esperaba que no descubriera la razón. Me dolían las piernas, y todo el cuerpo, difícilmente podía moverme así que era un buen modo de conseguir que no se diera cuenta y que me llevase a donde quería.

No calculaba bien el tiempo, pero tras un buen rato viendo como el otro estiraba con todas sus fuerzas por culpa del peso añadido, llegamos a lo que parecía un bonito prado. Era precioso, y el pobre chico con cola estaba reventado. Que pena... si alguien se hubiera esperado a darme la patada al menos cuando estuviera descansado del todo... eso no hubiera pasado. -No digas puede, di que pasará directamente.- Dije con una sonrisa gentil y amable, mientras descendía de la hoja naranja y me sentaba en el suelo. Viendo al otro boca arriba y escuchando sus palabras. ¿Agente del gobierno? Vaya, eso si que no me lo esperaba pero bueno.

-Entiendo, yo seguramente declinaría la oferta de ser un agente del gobierno, no creo que me dieran mucha libertad y seguramente tendría que hacer muchas cosas molestas, y tampoco podría moverme con demasiada libertad.- Dije con una sonrisa observando al contrario. -Y para mis objetivos, no me serviría de mucho que digamos... dejando eso de lado, ¿que tal estuvo el arrastrarme junto a tus demás cosas?- Sonreí con algo de malicia, pensando en como seguir molestando un poco al contrario, al fin y al cabo, aun me dolían los lugares en los que recibí los golpes. -Pero bueno, supongo que ahora entiendes porque es mala idea disculparse conmigo o tocarme... ¿no?- Iba con segundas si, era una amenaza, también, ¿haría caso? Ni idea, pero por su bien, mas le valía.

Touyu tenía razón en sus palabras; se debería evitar siempre el decir "puede", si no todo lo contrario, hay que siempre tener en mente la palabra "se va a dar", nada de "quizás" o "probablemente", esas eran estúpidas definiciones que hacían desmotivar a quien sea. El Mink se había detenido momentos antes para asentir y darle la razón al espadachín quien no se había movido a lo largo del trayecto, pero qué desconsiderado.

En aquel prado, ya tras haber completado la travesía, el Mink estaba sentado sobre el suelo y miraba de vez en cuando los cielos y señalaba algunas nubes que se formaban allá arriba. Soltó una risilla y luego bajó la vista para posarla directamente en Touyu, quien hizo lo mismo que él; tomar asiento y conversar. Habló y habló, y fue en ese momento en que Watts se quedó sorprendido, soltando un sonido de sorpresa y de atención, como si una bomba le hubiera explotado ante él. - ¿Quéeeeeeeee? - La palabra "no hay mucha libertad" fue el detonante de la alarma mental de Watts, quien se mostró inquieto y tuvo que inclinarse hacia al frente para quedarse en 4 patas y cara a cara ante Touyu, viéndose dulce pero a la vez tonto e inocente. - !¿LO DICES ENSERIO?! - Practicamente le gritó a sus oídos, quizás se molestaría, quizás se echaría hacia atrás por el fuerte sonido generado por la voz del Mink y sus radicales acciones. Luego de tomarse un par de segundos para pensarlo, Watts se echó para atrás y volvió a sentarse de trasero con los brazos cruzados y sus ojos totalmente cerrados, asintiendo una y otra vez, acompañando tales acciones con un "Jum jum" para finalizar con cierta interrogativa. - Me la has complicado ahora espadachín-kun -

Aquel tema ya sería zanjado a su tiempo pero, Litsz escuchó cómo el compañero mencionaba algo de unos objetivos, algo que lo motivaba y lo impulsaba como marine, ya que como agente del gobierno lo lo lograría. - ¿Qué objetivos? - Refunfuñó y le señaló, con cara graciosa y enojada. - ! Deja los misterios y habla espadachín-kun ! -

¿Escuchó bien? Watts movería sus orejitas para pararse de golpe y ponerse en posición de combate. - Ehh... ¿eso fue una amenaza? - Sin embargo, sintió una fuerte punzada en la cintura y cayó de rodillas, mostrándose dolorido. - Arghh... ¿! ves lo que haces?! - Así era, todo el esfuerzo que Watts había hecho con la hoja más aquel fatídico golpe que recibió con la empuñadura del arma, estaban cobrando ya factura. El recluta marine se acomodó en el suelo para quedar sentado en forma de indio y cruzarse de brazos. - Te salvaste esta vez - Miró a otro lado, quejoso del dolor para que no se diera cuenta el joven de cabellos negros. Toda la actitud de Watts no era amenazante ni peligrosa, simplemente soltaba sus palabras como pensaba y actuaba acorde a tales pensamientos, nunca tuvo la intención de lastimar física o psicológicamente al chico con alas blancas.