¿Momentos de relajación o entrenamiento? [Pasado][Priv. Watts Litsz]

Ohara, era el nombre de la isla donde estaba. Tras escapar de aquellos piratas una pareja amable de ancianos me acogió y luego empecé a entrenar, todo para poder alistarme a la marina. Cada día era lo mismo, y hoy no era una excepción. Salí de la casa con la ropa de siempre, esa sudadera blanca y el jinbei azul que tanto me gustaban. Llevaba mi katana a la cintura por si pasaba algo mientras pensaba en que camino tomar ese día. Siempre tomaba el mismo para ir a comprar, así que por desviarme no iba a pasar nada, ¿verdad?

Empecé a caminar por el bosque, prefería ir por ahí antes que por la calle a veces y la razón era sencilla. Para ver si veía algún animal y poder jugar con ellos, aún me era algo difícil acostumbrarme a la gente de la isla además. Apenas hacía cuatro o seis días que me habían acogido, era normal, ¿no? El olor a naturaleza, algo que hacía tiempo que no olía aunque realmente prefería el mar. Quizás podría ir a jugar por ahí o a entrenar un rato por esa zona. De camino compraría los ingredientes que la anciana necesitaba para la comida del día siguiente.

Después de andar un buen rato, llegué a lo que se podría decir la playa de la isla aunque no me importaba. Solo agarré y salté al agua para nadar un buen rato aun con la ropa puesta sin darme cuenta. -Mierda, se me olvidaba...- Salí del agua y deje la bolsa con el dinero en el suelo para evitar que se mojase. Listo, con eso ya no había problema. Dejé que mi cuerpo flotase por el agua, mientras podía oler el olor del agua de mar. No había nada que me relajase tanto, pero no quería tener ningún susto, así que deje de hacer eso y me puse a nadar cerca de la isla por si acaso.

Ha pasado una semana desde que Watts llegó a Ohara. Ha permanecido allí a la intemperie  y se ha sabido arreglar por su cuenta. Esta criatura suele viajar a muchas islas donde la naturaleza predomina más que la propia civilización, evitando que las horas de trabajo como Marine choquen con las de ocio. Lleva una sudadera de color azul marino con detalles negros y unos shorts que le llegan a sus rodillas, son del mismo tono que su sudadera. Su rostro está lleno de mugre y se ve completamente desaliñado, toda la melena de su cabeza tapa parte de sus ojos amarillentos y no le importa en lo absoluto.

Las muñecas del pequeño se ven lastimadas, sus brazos de igual forma y sus piernas poseen varias raspaduras. Watts se había dedicado desde la semana anterior a entrenar intensamente y a hacer muchas cosas que una pequeña criatura no debería, pero es algo que debe hacer ya que es parte de su propio estilo de vida. - !! Vamos !! - Exaspera Litsz, quien se encuentra jalando el extremo de una enorme hoja de color naranja la cual sirve como un pequeño "trineo" a un montón de madera y roca que están sobre la susodicha. Las gotas de sudor recorren desde su frente, hasta su barbilla. Sus dientes,demás de esos 4 particulares colmillos denotativos, se ven a la vista ante el gran uso de fuerza a la hora de jalar todo aquello. Varios pájaros y ardillas se quedan mirando cómo ese interesante Mink lucha con todas sus ganas para arrastrar eso, pero más que llevar más bien lo que necesita es reforzar sus músculos y fuerza. Su cola la mueve de lado a lado y puede apreciarse cómo reacciona ante el esfuerzo que éste conlleva. - ! Caramba ! - Grita con mucha desesperación, soltando el extremo de la hoja naranja y acercándose lentamente al tronco de un árbol, el cual usa para recostar su espalda y luego dejarse caer de trasero sobre el césped. - Fiuuuu... - Con su mano derecha se retira parte del sucio de su cara y del sudor, y comienza a jdear, calmando así la secuencia de varios jadeos ante el agotamiento físico.

Nadé un rato más hasta que consideré que había sido suficiente. Luego salí del agua con las ropas mojadas... quizás debería dejar que se secasen, pero bueno. Estiré mis brazos hacia arriba para luego soltar un bostezo. Eso solo significaba una cosa... ¿que era hora de descansar? Para nada, necesitaba entrenar como fuera, para hacerme mas fuerte y poder alistarme a la marina. Recogí la bolsa con el dinero, mientras empezaba a andar buscando un sitio donde poder entrenar, seguro que habría algún lugar por la isla que iría bien para ello.

No dejé de andar hasta que vi un lugar con césped, ideal para entrenar. Ahí desenvaine mi katana y puse mi pie izquierdo delante mientras que el otro atrás. Alcé la espada con mis dos manos, y empecé a mover el pie derecho hacia delante cuando golpeaba haciendo un arco descendente, y atrás cuando volvía a poner la espada arriba de mi cabeza. Así sucesivamente, el anciano dijo que era una buena forma de acostumbrarme a mi espada y de paso podía mejorar mi fuerza. Y quizás tenía razón, puesto que pasado unos momentos, el sudor empezaba a recorrer mi frente y mi cuerpo, algo que solo hacía que tuviera ganas de seguir una y otra vez. No iba a parar, necesitaba hacerme mas fuerte, mucho mas fuerte, para evitar mas tragedias como la que sufrí aquella vez. Y además, cuanto antes me volviera fuerte, antes podría alistarme a la marina.

Watts se levantó y de inmediato tomó el extremo de aquella enorme hoja naranja para volverla a arrastrar con todas sus fuerzas. - ! Vamos, vamos ! -

Al cabo de varios minutos, sus finos sentidos auditivos le brindaron la facilidad de percibir el sonido de la hoja de un arma cortante siendo ondeada de un lado a otro. Alguien entrenaba o luchaba. Cambió de inmediato de dirección y se dirigió hacia el sitio, era cerca, así que se dedicó a llevar la enorme hoja con él para aprovechar de entrenar de igual manera. Varios arbustos separaban el área donde estaba Watts del sitio donde provenía el ruido, el cual se intensificaba más. Soltó la hoja y atravesó parte de su rostro por los arbustos hasta que su visión pudiese apreciar lo que pasaba. Un chico, cabello negro y vestimentas celeste o azules, cual fuese el color. Aquel chico estaba entrenando con una katana y hacía cortes al aire, se veía ridículo. Watts permaneció entre los arbustos, curioseando y esto era debido a que hacía tiempo desde que no lograba entablar una conversación con alguien en la isla de Ohara. "¿Quién rayos será?" Su primera interrogante apareció en su mente y luego llevó su mano derecha a su barbilla para acariciarla y quedarse muy pensativo. Tras varios segundos de análisis, decidió quedarse allí entre la vegetación para esperar a que se fuese. Una parte de Watts deseaba averiguar quién era ese espadachín, pero otra simplemente quería evitarlo. Tratar con civiles no era algo que le gustara a Watts, ya que debía dar explicaciones sobre su permanencia en Ohara y pues... odiaba dar explicaciones.

Diez, veinte, treinta... no paré de hacer el mismo ejercicio aunque quizás con cien habría bastante. Cuanto mas tiempo agitaba la espada, mas se notaba el cansancio que llevaba hacer esa clase de ejercicio. Y no era para menos, pues la fuerza que debía hacer al ondear esta hacia abajo tenía que ser toda la que pudiera. Si no, de poco serviría ese entrenamiento y solo parecería que estuviera haciendo el ridículo. Cincuenta, sesenta... empezaba a tener calor pero aún así no iba a parar. Debía hacerme mucho mas fuerte, y si para ello debía acabar reventado y tumbado en el suelo con apenas fuerzas para moverme, me daba igual.

Noventa, cien... al fin... después de un rato logré hacer las cien repeticiones para solo estar muerto de calor. Acabe quitándome la ropa de mi parte superior aunque era bien reacio a mostrar mi ala a veces... habían otras veces que simplemente no podía evitarlo. Me estiré un poco mientras me sentaba en el suelo después de envainar mi espada. Cogí algo de aire y luego lo solté, para descansar un poco. Hasta que consideré que había descansado bastante. -Bien, veamos, ¿como me entreno ahora?- Dije para levantarme pero caer al suelo y luego reírme un poco. -El anciano tenía razón, quizás me sirva de entrenamiento aunque parezca ridículo...- Intenté levantarme aunque era algo difícil, estaba demasiado cansado pero al menos logré sentarme en el suelo en vez de estar tumbado como antes. Cuando hubiera descansado un poco volvería a ocultar mi ala, y como apenas había gente que se acercaba al bosque no tenía problemas para evitar que alguien viera mi ala. No me avergonzaba de ella, ni mucho menos, era solo que... podía causarme molestias a lo mejor. Por lo que de momento, lo ideal era ocultarla.

Una gran tanda de repeticiones fueron realizadas por parte de aquel jovencito. Lo hacía con mucha vigorosidad y de vez en cuando soltaba palabras al aire, estaba hablando solo. "!! Cielos santo, está loco !!". Por entre los arbustos, Watts tuvo que permanecer bastante quieto y callado, fue paciente y analizó cada una de las cosas que él realizaba. Hay que ser honestos, aquel chico lo hacía muy bien y no se distraía por nada. El Mink giró su cabeza y observó atrás la enorme hoja naranja que había dejado y luego volvió a posar sus orbes en las acciones ajenas.

Pasaron varios minutos, el sol estaba bien intenso pero gracias a los enormes árboles de aquel bosque, los rayos del sol no se hacían sentir. Repitió, repitió y siguió repitiendo esos movimientos cortantes al aire con su arma, mostrando mucha habilidad y dominio, digno de admirar.

Un par de alas blancas se hicieron notar en la espalda del individuo, era raro ver algo como eso. Watts se quedó estupefacto, incluso su boca quedó semi abierta, aparentando ser un completo bobo. Dio un paso al frente y poco a poco salió de entre los arbustos, manteniendo aquella expresión anterior, se quedó estático a pocos metros del espadachín, sus brazos estaban totalmente relajados y sus ojos simplemente estaban centrados en ese par. - !! Asombrosas alas !! - Gritó muy eufórico el pequeño Mink, flexionando un poco las rodillas y alzando un puño en forma de alegría y emoción.

Parecía que iba a poder relajarme un poco estando ahí... grave error, pero muy grave. Pues alguien salió de los arbustos solo para decir lo asombrosas que eran mis alas... ¿acaso había visto bien? Solo tenía una ala... y parecía que ese joven era alguien... como decirlo, fácil de impresionar. Le sonreí amablemente intentando levantarme de nuevo... pero aun no había reposado bastante. -Gracias, aunque solo tengo una ala y... no es nada asombroso, de seguro debe haber gente con otras características o algunos animales que si mi ala te deja con la boca abierta... imagínate lo demás.- Volví a mencionar intentando levantarme de nuevo, consiguiendo esto pero teniendo que usar la espada como apoyo un momento.

Me crují los dedos mientras volvía a respirar tranquilamente para descansar un poco. Bien, era hora de volver al entrenamiento. -Oye, ¿te gustaría ayudarme a entrenar? Quiero hacerme mas fuerte para entrar a la marina.- Le sonreí con amabilidad, solo para luego perder el equilibrio y caer al suelo rendido de nuevo. No pude evitar reírme. -Pensé que ya estaba suficiente descansado pero veo que aun no puedo ni levantarme...- Fijándome bien en su melena negra y en sus ojos ámbar... era la primera vez que lo veía en la isla.

-¿Eres nuevo en la isla, no? No reconozco tu cara, así que, si tienes cualquier duda o problema, no dudes en pedirme ayuda... aunque claro, viendo que estoy tirado en el suelo así... no debo inspirar mucha confianza.- Rasqué mi mejilla mientras lo observaba, e intentaba descansar para poder levantarme de nuevo y seguir con el entrenamiento.

¿Un ala? Parece que Watts había visto mal y todo a causa de su gran asombro. Callado, procuró escuchar lo que el pequeño decía; se refirió a que había otro tipo de "gente" que las podía poseer, pero ¿cómo era eso posible? Solo los animales eran capaces de tener alas. "Lo más probable es que este chico sea Mink... " Subió su cabeza y tomó su propia barbilla para quedarse pensativo, luego movió de un lado a otro su cabeza peluda para aclararse así mismo sobre algo erróneo en su pensamiento. "!! Es imposible !! Todos los Minks deberían tener más pelo, tal como yo." Cerró sus ojos, permitiendo cierto silencio incómodo hasta que los abrió de golpe y lanzó cierta exclamación. - !! Eres entonces un humano pájaro !! - Watts mostró una gran sonrisa, sus ojos se iluminaron como dos focos y posó su mano derecha sobre la palma abierta de la izquierda, justo como si hubiera dado perfectamente en el blanco con su curiosidad con respecto a esas alas y su posible raza.

Para este punto, el joven espadachín lanzó aquella idea de entrenar y de ayudarle, incluso soltó esa información de mejorar físicamente para obtener un ingreso en la Marina, lo más asombroso de aquello es que Watts ya era parte de la Marina y esto hizo que sonriera maquiavelicamente, inclinando su cabeza hacia abajo y dejando que parte de su melena tapara sus ojos. - La Marina... Jooo... - Musitó el Mink y alzó su vista para centrarla únicamente sobre el pequeño. - Haberlo dicho antes. - Relució aún más esa sonrisa, sus colmillos se pudieron apreciar al igual que el resto de su dentadura y tronó sus nudillos para luego chocarlos, indicando que se preparaba para algo, y fue en ese momento en que se lanzó en carrera en contra de su nuevo colega de entrenamiento. Ignoró todas las siguientes preguntas, no respondió nada con respecto a si era nuevo en la isla y ni siquiera le permitiría levantarse para recuperarse de su anterior sesión de entrenamientos. El único pensamiento del Mink para ese momento era el de distraerse, divertirse y jugar un poco con su nueva víctima, sin embargo, no se sobrepasaría, evitaría daños preocupantes y daría lo mejor de sí para que, tanto él como su contrincante se prepararan físicamente.

Acortar la distancia entre ambos fue algo sencillo, no los separaba mucho, al fin y al cabo solo estaban a unos 3 o 4 metros con respecto al otro. "Esto es mejor que dar explicaciones". Al entrar en rango de ataque, Watts aprovecharía el impulso que había tomado para lanzar una fulminante patada directamente al torso del joven de ropas celestinas, y buscaría girar sobre su eje apoyándose sobre el otro pie y así reincorporarse en una postura flexionada y emocionada de pelea, eso sí, buscaría siempre estar frente a frente ante él, evitando darle la espalda.

Aquella patada había impactado directamente en el torso del ajeno, causando que retrocediera por todo el suelo.Se levantó y preparó su arma, procurando solo causar heridas contundentes y no cortantes, algo bastante esperado por el Mink ya que estaba dispuesto a usar sus garras en caso tal de que el pequeño espadachín fuera enserio. Watts no dejaba de sonreír, se sentía muy inspirado por el combate, esperando ahora a que el contrincante se preparara para contraatacar. Él soltó ciertas palabras y el pequeño recluta tuvo que contestar. - ! Si... esto es lo que quiero. ! - Retrajo sus dedos y los devolvía a su posición anterior para realizar el mismo movimiento una y otra vez, tratando de englobar un mensaje a señas: "ven a por mí".

El chico se fue acercando, realizando cierto movimiento de abajo a arriba con el arma que claramente fue percibido por la visión del Mink, quien dejó de sonreír para llevar hacia al frente sus dos manos, una sobre la otra y usar ambas como un pequeño escudo para detener el movimiento ascendente y evitar que impactara sobre su barbilla, sin embargo, fue engañado y sus ojos se abrieron como platos cuando percibió el brusco cambio de dirección que el enemigo realizó directamente hacia su cintura. El arma impactó de lleno sobre el lado izquierdo de su cintura y tras sentir tal, dio tres pasos atrás, posando su mano izquierda sobre la zona del golpe solo para asegurarse qué tan fuerte había sido... sí, fue un buen golpe. Watts mostraba una expresión bastante ajetreada, sus dientes eran visibles y el sudor recorría sus mejillas, no lo podía creer. - Te felicito... - Respiró profundamente, tomándose una breve pausa. - ... esto no acaba aún. - Retiró la mano izquierda del área de impacto y corrió una vez más contra el individuo.

Corrió con mucha energía, reduciendo velozmente la distancia entre él y Akehoshi, hasta finalmente apoyar un pié sobre el suelo para ahora emitir un pequeño impulso hacia adelante y enviando directamente su puño izquierdo justamente a la mejilla derecha, buscaba darle un buen puñetazo y así reincorporarse plácidamente tras aquel ataque.