"¿Alianza o Rivalidad?" | Con Hella | Pasado.

por Invitado Mar Ene 17, 2017 11:48 am

"¿Alianza o Rivalidad?" | Con Hella | Spider Miles.

Eran las 6:20h de la mañana, el ambiente se encontraba muy a gusto, ni muy calor ni muy frío, como siempre acostumbraba ser durante la estación actual del año. Damon, se levantó de su cama por la mañana y comenzó a prepararse para nuevamente salir y recorrer la isla como lo había hecho con anterioridad. El joven Mishima salió de su casa y se dirigió a un lugar bastante extraño, "Spider Miles", Ciudad Industrial para ser más específicos, se hacía llamar el lugar, resulta, que Spider Miles era una especie de terreno de deshechos, lleno de reciclaje y donde había tratamientos de aguas negras.

Quizá para una persona normal, era en pocas palabras un lugar lleno de "Basura" directamente, mas, si se aprovechaba bien, pasaría de ser basura, a cosas de buena utilidad, mas, el objetivo de Damon no era comenzar a reciclar nada ni algo por el estilo, simplemente, reconocer la zona adquiriendo así conocimiento geográfico de como eran los al rededores de su apreciado Hogar, y ahora, que ya eran las 7:15 y estaba ya de día, sería mucho mejor. Anteriormente, aquel chico de cabellos verdes llamado "Paradox" que había conocido varias semanas atrás, le había comentado sobre una Cyborg llamada "Hella", el joven Damon todavía sentía una gran intriga por saber de quien se trataba, y quizá, aprovecharía la oportunidad de buscarla durante sus viajes, si Paradox había dicho que había conocido a una Cyborg unos días atrás, posiblemente, ésta se encuentre en la misma isla que Damon, o eso esperaba, la verdad...

>Vaya, que lugar más vacío, de momento, no he visto a nadie montando guardia, eso me da mala espina, pero nada grave realmente...< Pensaba el joven mientras caminaba y observaba cada rincón del lugar.... ¿Que pasaría allí? ¿Habría un combate contra criminales nuevamente? o... ¿Se encontrará con alguna clase de sorpresa?, todas estas preguntas, pasaban por la cabeza del joven Mishima, que sin duda, pronto iba a descubrir las respuestas...

por Invitado Mar Ene 17, 2017 12:22 pm

El día rompía con un nuevo olor a petrol. El barco se acercaba al puerto de Spider Miles, una isla de deshechos con un gobierno regido por el único y común peso del dinero. Pero eso, la joven cyborg no lo sabía. Sus ojos se abrían lentamente con cada rayo de sol que entraba por el trozo de cristal roto de su camerino. Se estiró tan fuerte que la hamaca en la que dormía, dio un par de volteretas, tirándola al suelo de madera aceitoso del barco. -Itai... - susurró entre los dientes. La caída parecía haberle golpeado la frente contra el piso, aunque ahora se llevaba una de sus manos metálicas a tocarla con suavidad para inutilizar el dolor. Se había acostumbrado a no sentir nada al tocar con sus manos, o a sentir la frialdad del metal al tocar sus partes humanas. Había aceptado eso como parte de ella. Como algo que la hacía sentir completa, y, si alguien le hubiese propuesto ser humana de nuevo, no sabría si decir sí o no. Desde los catorce, su cuerpo se veía reducido poco a poco, para después ser sustituido con varias piezas de metal. Primero, un dedo, después una mano, para acabar con las cuatro extremidades totalmente roboticas.

Increíblemente, lo había aceptado a este punto. Antes, se sentía algo extraña en el templo. Todo el mundo era normal menos ella. Pero después, de alguna forma, empezó a encontrarse todo tipo de seres extraños, mercenarios, o simples idiotas que gastan el oxígeno en vano; y bueno, comenzó a sentirse más integrada en la normalidad. Aún así, nunca había conocido a nadie como ella. Un cyborg. O un robot. La mayoría de la gente se la quedaba mirando preguntando "¿Qué eres?". Eso la hacía sentir más extraña. Que nadie conozca lo que es, y, al fin y al cabo, la verdad es que ella tampoco sabía mucho de los cyborgs. Una cosa estaba clara, como su maestro le había dicho anteriormente, la habilidad de los cyborgs se limita a la imaginación. Es decir, casi todo es posible. Pero, para eso, necesitas conocimientos. Y eso era lo que aún le faltaban.

Se incorporó con pereza, rascándose una nalga. Sacó de su bolsa hecha de su misma bufanda, un pan de estilo bagguette, largo y estrecho, que tenía carne en la mitad. Se acicaló la túnica pequeña y el pantalón corto, y chequeó dos veces el bolso, para ver si en realidad tenía agua con ella. Ya había salido varias veces sin agua, y todas habían sido un desastre. No sabía lo que se iba a encontrar en Spider Miles. Quizás era una isla desértica sin humanos. No quería morir de sed y hambre hasta que el próximo barco viniera. Con el pan en su mano, salió de su escondrijo, mirando desde el puerto la isla que se extendía en su frente. - ¿Es esto Spider Miles? - preguntó. El navegante asintió con la cabeza y añadió que ahí para a repostar en esta ruta, así que no puede estar equivocado. Puso algunos berries en la mano del hombre, y empezó a caminar de manera despreocupada.

A la izquierda, o a la derecha. De frente o hacía atrás. Ningún alma. Nada. Vacío. Desolado. Pilas y pilas de deshechos, todo tipo de objetos extraños. Pero ahí, en la lejanía, se notaba algo moviendo. No podía perder la oportunidad, quería hacer su presencia notar antes de que la figura se aleje más aún. - Oooooooi!!!!! - exclamó, poniendo sus manos en forma de cuenco sobre su boca, haciendo que la barra de pan tocase su cara, dejando que el olor a carne picante moviera su nariz. Gritó nuevamente, esta vez agitando los brazos, y con ellos, su bocadillo. Empezó a caminar de rápido, hasta corriendo, acabando a unos diez metros del hombre. Notó algo diferente. ¿Se trataba de un humano? - ¿Hola? - preguntó indecisa.

por Invitado Mar Ene 17, 2017 12:46 pm

Siete y veinte de la mañana y aún no aparecía nadie, por ninguna parte, todo el tiempo que ha estado caminando, recorriendo el lugar, simplemente era ver basura, chatarra, residuos reciclables, pero nada más, ninguna forma de vida por ningún lado. Damon se estaba aburriendo de estar allí, pues, sin recorrer ni la mitad de todo el lugar, prácticamente ya lo había visto todo, por lo que éste se resignó y simplemente decidió irse a recorrer a otro lugar más acogedor, ¿Mal hora mal momento? quizá, el joven Mishima no creía que este lugar esté vacío a toda hora, no tendría sentido, aún así, se dió media vuelta para enseguida, atinar a comenzar a caminar rumbo a algún lugar, que aún ni él sabía donde.

— ¡Ggh! Cuando el joven Damon estaba a punto de retirarse, enseguida se detuvo de repente muy sorprendido mientras alzó levemente sus manos hasta tenerlas a la altura de su abdomen, pues, desde la lejanía, había escuchado una exclamación, que a juzgar por el tono, era la voz de una chica, el Mishima, se dió la vuelta para saber de quien se trataba dicha exclamación, pues, la persona que la había hecho ya se encontraba corriendo hacia él, no parecía con intensiones de atacar, por ende, el joven Damon se limitó a quedarla mirando un poco sorprendido. Se trataba de una bella chica de cabello lacio, largo y rubio, ésta, poseía sus extremidades echas a juzgar por su apariencia, de acero, Damon se sorprendió aún más...

>Una chica... Extremidades de acero... ¿Hella?< Pensaba el Cyborg mientras la veía venir, ¿Será Hella aquella chica bonita que se acercaba con prisas hacia él? una pregunta que debía encontrar la respuesta pronto. Al final, cuando la chica había llegado hasta quedar frente al joven a 10 metros de distancia entre ambos, pronuncio "Hola" con un tono de pregunta, o quizá, de forma insegura... Damon, con amabilidad, respondió. — B-Buenos días, señorita... ¿Qué tal? preguntó, también de forma un poco insegura, pues, no sabía que decir en ese momento, todo pasó de repente...

Mientras tanto, observaba sus extremidades cubiertas de metal y el bocadillo que llevaba en su mano, sin duda, se trataba de una chica Cyborg, y había una gran posibilidad de que sea la Cyborg quien el joven Mishima estaba buscando y esperando con ansias conocer...

por Invitado Mar Ene 17, 2017 1:08 pm

Por un momento dudó que la persona fuese real. Osea, que fuese una persona. Sabía que existirían robots, máquinas que son creadas por el hombre, así que porqué no iba a ser él uno de esas máquinas. Igual, al verle la cara parecía bastante humano, aunque su cuerpo estaba más modificado que el de la rubia, eso saltaba a la vista. Pero entonces, el moreno empezó a hablar, despejando todas las dudas que pudiese haber tenido al principio. Una sonrisa iluminó su rostro, y ladeó la cabeza hacía un lado con los ojos cerrados. Estaba feliz de encontrar alguien respirando en aquel sitio. - ¿Parece que todo está abandonado, no? - preguntó de manera retórica. - Pensaba que iba a encontrar aquí alguna información sobre los cyborgs pero...- miró hacía un lado para luego volver a ojear al hombre. ¿Era humano, no? - Disculpa la pregunta pero... ¿Eres cyborg? La verdad es que nunca he visto a otro aparte de mi, así que más vale preguntar que equivocarme.

Intentó decir sin maleza, sabía que la gente se podía tomar mal las preguntas que hacía a veces, y por eso intentaba tener el máximo cuidado posible. - ¿Vives aquí? Acabo de venir del puerto, no me encontré con nadie a mi paso. - intentaba tener alguna información de la isla, pero por desgracia ahí donde ha estado anteriormente nadie sabe de la existencia del Spider Miles, así que venía un poco perdida. Miró, de nuevo, con curiosidad, las partes que parecían metálicas en la figura ajena. era muy diferente a ella, lo que le hacía parecer interesante. Tenía muchísimas preguntas personales que hacer, aunque no sabía si podía o no hacerlas aún, y nadie la había enseñado cuando era el momento adecuado a preguntar extraños cómo se convirtieron en lo que son. Dio un par de pasos hacía a él, acortando la distancia entre los ambos, ya que no parecía presentar ningún peligro.

Su mano se extendió, mientras que su sonrisa seguía de la misma forma. - Mi nombre es Hella. Vengo de la isla de la golondrina, Swallow. Dudo que nadie la conoce, pero igual me presento. - Su mano apretaría la ajena en caso de que él respondería de la misma forma, de lo contrario no le daría la menor importancia. Había aprendido que la gente tenía un estilo personalizado para introducirse unos a los otros, y la rubia no era quisquillosa en absoluto. - ¿Qué haces aquí?¿Has encontrado algo interesante? Pensaba que iba a encontrar una idea para mis prótesis mecánicas.- añadió de nuevo, tomando una bocada de pan y mirando a las pilas de basura y reciclajes que habían a sus alrededores. Aquella isla era, sin duda, la más extraña que había visto hasta el momento.

por Invitado Mar Ene 17, 2017 1:46 pm

La joven de cabello rubio sonrió mientras ladeó su cabeza hacia un lado al mismo tiempo que cerraba sus ojos, ésta, comenzó a comentarle a Damon que pensó que iba a reunir información sobre los Cyborgs, mas, dudando, le preguntó si él era un Cyborg, pues ella al parecer nunca había visto uno además de a ella misma, Damon, asintió levemente con su cabeza mientras respondió. — En efecto... Soy un Cyborg, y no, no te preocupes, haces bien en preguntar. Decía con amabilidad, pues, según el joven Damon, la pregunta de la chica fue de buena educación, a comparación de aquél idiota de pelo verde que se las pasó llamando "Robot" a diestra y siniestra, pero eso es otro tema aparte... De repente, la chica extendió suavemente su mano hacia él, mientras se comenzó a presentar, y ahí fue cuando todas las dudas del Cyborg albino se respondieron en un instante, ella, era la chica Cyborg a la que se refería Paradox, aquél sujeto de pelo verde con el que Damon se había encontrado, finalmente, Damon la encontró.

Al escuchar sus palabras con atención, Damon toma la mano de Hella con delicadeza, aunque realmente no lo sintiera al tener brazos de metal, mientras levemente sonrió mientras la miraba a los ojos. — Mi nombre es Damon, un gusto en conocerte, señorita Hella. Mencionó con educación, luego de saludarla por un rato, Damon soltó la mano de la chica sin realizar movimientos bruscos. — Y si, vivo en esta isla, te doy la cordial bienvenida, aunque, no creo que este sea el mejor paisaje para recibir visitas, de todas formas, espero que tu estadía en la isla sea buena. Finalizó. Por otro lado, la joven Hella le preguntó con curiosidad, si el Cyborg había encontrado algo interesante por el lugar, y además, remarcó que ella había venido en busca de una idea sobre sus prótesis mecánicas, lamentablemente, el joven Damon no encontró nada de su interés, pues, en ese lugar no había nada que pudiera sorprender a Damon más que la gran cantidad de basura que nunca haya visto jamás.

— Vaya, has venido por una razón interesante, por mi parte, había venido para adquirir conocimiento geográfico de la zona, uno de mis hobbys es la exploración, y decidí comenzar por mi isla natal, recién estoy comenzando mis viajes, pues... Digamos que tuve una vida... "Movidita"... Decía, refiriéndose a los acontecimientos de su pasado, aunque claro, Hella quizá no entienda lo que él quiere decir, pero quizá en otro momento si... — Hella, me alegra mucho haberte encontrado, suena extraño, si, pero, déjame decirte que he estado buscándote. Tenía la esperanza de encontrar a algún Cyborg más además de mi, y un sujeto extraño me había comentado ya anteriormente sobre tí... Mencionó manteniendo una leve sonrisa plasmada en su rostro mientras continuaba viendo a los ojos a Hella.

— Seguro que te acuerdas de un bufón con cabello de color verde, es bastante difícil olvidarse de ese molesto individuo, si no mal recuerdo, se llamaba "Paradox", dijo que te enviaba saludos y... Con un tono más amenazador, dijo que estaba ansioso por volver a verte. Damon, tras terminar de hablar, se cruza de brazos esperando la respuesta de Hella, quien por fin, la había encontrado, y se alegraba mucho de que no sea otra de tantas simples mentiras de aquel extraño sujeto.

por Invitado Mar Ene 17, 2017 5:39 pm

Sus ojos azules recorrían el cuerpo del albino con curiosidad. Tantos hierros juntos y, aún así, se trataba de un simple humano convertido en casi máquina. Se le hacía horroroso el sufrimiento que constaba tener sustituidas tus partes por metales, y más curioso como alguien que había sufrido tanto no se había vuelto loco. O eso pensaba, puesto que sus palabras tenían bastante coherencia, pero eso uno nunca sabe. Después de una introducción rápida, descubrió que Spider Miles era la isla de procedencia del Cyborg. Le hubiese gustado escuchar la terrible historia detrás de su transformación, pero incluso ella misma no había comentado nada sobre ello a nadie. Ni siquiera su maestro sabía, a ciencia cierta, que pasaba en la cámara del terror, donde un monje retorcido aplicaba castigos severos a los que se intentaban alejar del templo. "El camino de Buda" decía. Pero aquello no era el momento de recordar la terrible etapa, puesto que había otro gran problema sobre el cual no tenía ni idea.

El contacto con el metal al darse las manos le pareció extraño, y triste a la vez. Dudaba mucho que las prótesis del hombre fuesen estéticas, y que se tratara de un accidente. Por lo que parecían, mucho más agresivas que las suyas, habían sido colocadas a propósito, igual que las de Kotori. - Gracias por la bienvenida, la isla no se ve acogedora que digamos pero... quizás encuentre algo. ¿No hay nada sobre los Cyborgs aquí? ¿Tienen mercado de piezas? Vaya... me esperaba a algo así. En los deshechos siempre se pueden encontrar cosas interesantes, especialmente mecanismos y metales. - dijo con cierta decepción, mientras roía un tanto de la gran bagguette. Le parecía extraño que alguien la hubiese buscado. Vamos, si nadie la conocía. O nadie la conocía lo suficiente para buscarla, que digamos. ¿Sería Kou? Hubiese sido un poco extraño, quizás él ya la ha olvidado, así que no pensaba que fuese así.

Pero ahí escuchó el apodo del idiota. Pareció que la comida, de pronto, tenía un sabor tan malo que no quería pasar más de la garganta, haciendo que la muchacha se atragantara y empezara a toser hasta el punto de darle las lágrimas. Sacó de su bolsa rosada la cantimplora de agua y bebió unos tragos. Suspiró. Por lo visto, el cyborg no parecía tenerle mucho cariño, la forma de la que hablaba era... bueno. Enemistosa. - Vaya, parece que hice un error dejarlo vivo. - se arrepentía de verdad. No es que ella fuese una asesina ni mucho menos, pero al menos entregarlo a la marina no hubiese sido mala idea. Al fin y al cabo era un ladronzuelo cobarde y altruísta, aparte de un mentiroso compulsivo. - ¿Qué te ha dicho el imbécil de mi? Te puedo asegurar que nada es cierto, es un pedazo de escoria sin coraje que convierte todas las verdades en mentiras. Es una nenaza. - No lo decía con coraje, ni con odio. Simplemente unos verdades como puños, aunque ella aún estaría a la espera de la reacción ajena. ¿Será su amigo? ¿Será que Paradox la había mandado a matar? Lo dudaba mucho, aunque desde el principio se preguntó porque alguien tan adinerado trabajaría en los viñedos de Micqueot.

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