Trabajando con madera [Fic´s de carpintería]

Barco pequeño sumergible / 1127

Hacia algún tiempo ya que había concretado la construcción de unos cuantos botes pequeños, pasando a los medianos de vela y seguidamente a los de doble vela, fueron semanas que estuvo bastante ocupado pero pudo pulir lo suficiente sus habilidades como para recuperar los años perdidos, poco a poco había ido juntando materiales así como cada una de las herramientas que necesitaba, además que podía usar los arboles del bosque de aquella isla y de momento nadie le decía nada por ello, esperaba no llegar a tener problemas mas adelante, aunque con la venta de esos pequeños trabajos iba juntando una cantidad no tan mala de dinero estaba con ansias de mas, no de dinero o al menos no era esa su finalidad, sino de conocimiento, deseaba saber que mas podría hacer, su padre le enseño lo básico, le conto además que había barcos que podían volar, otros que podían sumergirse, incluso aquellos que podrían hacer ambas cosas, pero no le había enseñado ningún método para construir uno, dudaba que fuera por no saber hacerlos pues su padre era bastante bueno en su trabajo, quizás le había faltado tiempo para enseñarle, sin duda seria eso. Habiendo comprado algunos libros sobre fabricación de navíos de todo tipo y que le fueran útiles comenzó su lento pero constante aprendizaje, comenzando a elaborar pequeños planos en una libreta comprada casi al mismo tiempo, diseñando motores, la figura, ideando de que manera podría un barco sumergirse sin tanto problema y a una profundidad razonable, aun no lo sabia y en aquellos libros no venía descrita ninguna forma, tan solo daban el nombre del Archipiélago Sabaody y que ahí era posible hacerlos sumergir, pero eso no le era de ayuda. Finalmente en el tercer libro lo encontró, era la única manera que quedaba, un barco-submarino, la mejor forma seria hacer la quilla de madera, así como los baos de cubierta y las cuadernas, sin embargo para el forro exterior planeaba usar placas de metal, no muy pesadas para evitar que la nave se hundiera sin mas, debía encontrar el metal perfecto para ello, además del motor y el mecanismo que le permitiera a quien navegara la nave el poder dirigirla sin mucho problema, además de eso el otro problema era el como impulsar el barco para ganar mayor velocidad, en la superficie podría ser usando un motor de vapor, pero hacer eso bajo el agua conllevaba un riesgo enorme para quien se atreviera a ello…pensando un poco y preguntando a un par de conocidos llego a la idea de usar un motor electro el cual además en caso de llegar a quedarse sin combustible podría ser cargado mediante un dispositivo similar a una bicicleta con cuatro asientos para cargarla aun mas rápido, estando esta unida a la batería que aguantaba (bien cargada) varios días. Una vez arreglado el método en que aquella nave podría alcanzar una buena velocidad. Había decidido dejar de lado el problema de que metal usar para el forro exterior a un amigo metalúrgico suyo quien le proporciono las placas y materiales necesarios a un precio bastante barato, consiguiendo un buen espacio donde trabajar en la zona mas apartada de la playa comenzó su labor, no podía empezar con un barco grande pues sus materiales eran limitados, y gastarlos en varios pequeños seria igualmente un desperdicio, por lo que haría uno pequeño sin serlo del todo, uno en que cupiera un número limitado de personas pero que pudiesen viajar cómodamente. Empezando por revisar bien sus planos, realizo un par de correcciones al mismo antes de darse a la tarea de trabajar en la quilla, al final de esta le dio la forma de una cola grande de pez, siguió entonces con las cuadernas de la nave, tardándose un poco mas en estas de lo que hubiera pensado, después de todo el curvar correctamente la madera y darle la forma que deseaba no era un trabajo fácil, esto paso exactamente igual con el Trancanil y los baos, pero poco a poco, con el pasar de los días, su pequeño submarino estaba quedando, al cabo de unos pocos días en los que durmiera mucho menos que un par de horas por noche el esqueleto estaba finalizado, ahora venia la parte que menos confianza le daba, el emplear metal en el forro, con ayuda de aquel herrero comenzó uniendo una placa delgada de hierro usando tanto un adhesivo especial que el herrero le aseguraba no lo dejaría despegarse como además un tipo de tornillo rosca chapa para asegurar que la unión fuera lo mas exacta posible, después de eso comenzaron a soldar las piezas poco a poco, cuidando de no dañar la estructura de ninguna manera, en cuanto hubieron terminado esto vino el hacer la cabina donde se dirigiría aquella, primero uniendo el timón a la aleta para poder cambiar de dirección según lo deseado, además de una palanca unida al motor en caso de querer aumentar la velocidad que llevaran. En cuanto esto estuvo terminado puso manos a la obra en construir un par de habitaciones mas, dividendo la parte baja de la nave para poder crear el cuarto de baño y un pequeño almacén, además de la habitación en que irían los motores, de momento estaba quedando bastante bien para ser su primera vez, pero algo le faltaba…pensando un poco en ello uno de sus compañeros le sugirió el ponerle un par de cañones, al escuchar eso Kato sonrió de lado, eso era, una nave y mas aun un submarino no podía quedarse sin un buen par de cañones, creando un par de cabinas con tamaño suficiente para ser operada por una persona cada una coloco así un cañón de cada lado, diseñado de tal forma que pudiese ser posible recargar munición sin el riesgo de que se llegase a filtrar el agua al interior en casi de estar sumergidos, además de esto coloco un par en la cubierta y uno mas al frente de la nave. En cuanto hubo terminado la mayoría del trabajo solo quedaba algo por hacer, la prueba de oro, decidió probar la nave una vez hubieran cargado perfectamente la batería eléctrica, una vez sumergido se adentró en el mar, sumergiéndose cada vez mas y mas esperando no encontrarse con ningún rey marino, probando que tanto podía llegar a adentrarse en las aguas marinas, en cuanto llego a los 300 y algo metros de profundidad pudo sentir la nave comenzar a emitir una ligera vibración, al parecer su límite serían los 300 metros, nada mal para un barco mediano, una vez estuvo de regreso anclo este a la parte en que trabaja, yéndose a festejar con sus compañeros tras un par de semanas de intenso trabajo el haber culminado la creación de su primer barco sumergible.

Barco Pequeño Mixto/1193

Habían pasado alrededor de tres semanas desde la última vez que tomase un martillo y sus demás herramientas para elaborar algo, había estado gastando casi cada minuto del día en sus diseños, dado que la creación de aquella nave sumergible había sido un éxito quería probar ir más allá de eso, llegar al siguiente nivel de golpe, su padre lo había mencionado una o dos veces y en aluna ocasión el marine pudo contar con la suerte de dar reparaciones básicas a alguna de aquellas naves que ahora trataría de construir, una mixta, una verdadera nave todo terreno capaz de surcar los mares, ir debajo de estos e incluso por encima volando a considerable altura evitando así algunos obstáculos que podrían darse en mar abierto, evitando así también el encuentro con los reyes marinos en caso de no tener ganas de lidiar con estos (o de no poder, sea cual fuere el caso), con ayuda de algunos conocidos suyos y de su padre que fue encontrando con el paso de los años y dado que poco a poco había regresado al mundo de la carpintería naval en aquellas tres semanas había trabajado sin descanso en el diseño de dos naves, dejando una tercera como proyecto a futuro teniendo estas como base para ello. Dirigiéndose a una zona apartada y solitaria de la isla Trueque (lugar donde consiguió la mayoría de sus materiales para este proyecto en particular), con el iban un pequeño grupo de siete personas (entre ellos cuatro antiguos ayudantes de su padre, un chico que estaba trabajando en un tipo de motor especial que podría irle bien a su diseño siendo este conocido de los últimos dos integrantes de aquel peculiar grupo, uno de ellos herrero también y el ultimo carpintero que ayudo con algunos puntos del plano al marine) - ¿Tienes lo necesario para trabajar en el motor? – pregunto Kato a aquel joven, obteniendo una respuesta afirmativa de su parte casi de inmediato, este chico no le daba demasiada buena espina, pero los otros parecían confiar en él y eso había sido suficiente para él (eso y que si no era el no tendría a nadie que contribuyera con ese motor indispensable para lo que tenía planeado) – Muy bien, ustedes pónganse con el motor entonces, si necesitan algo háganmelo saber de inmediato para no tardar en conseguir las piezas – murmuro señalando a ambos herreros, quienes tomando las piezas e instrumentos que necesitarían se fueron del lugar, ellos trabajarían aparte en una pequeña herrería de la isla que había accedido a prestar su espacio y herramientas que a los jóvenes les faltaban a cambio de algunos objetos que en la isla no eran muy comunes – En cuanto a nosotros, yo trabajare en la quilla para empezar por algo, ustedes comiencen a dar forma a las cuadernas – le entrego una copia de los planos a los otros ahí presentes, entre tantos habían logrado transportar las piezas de madera desde el aserradero en poco tiempo y muy pocos viajes, en los planos venían especificadas las medidas que tenía planificadas para cada parte de aquella nave, aunque estaba abierto a cualquier tipo de sugerencia tal como su padre en los años que este viviera – Se ve muy bien Kato….pero ¿y los cañones? – pregunto uno de los ayudantes ante lo cual el joven sonrió y saco una pieza extra de sus planos que paso a cada uno, en este venían dibujados alrededor de cuatro cañones, cada uno distribuido a lo largo y ancho del navío, esta vez equiparía el mismo con pequeños filtros que drenarían el agua conforme se fuera cargando cada cañón, para que en caso de estar bajo el agua la nave no se inundara, este tipo de mecanismo estaría igualmente en manos de los herreros por lo que de momento no debían preocuparse por ello – Vamos, manos a la obra muchachos – murmuro antes de ponerse de pie, vestido con un pantalón ligeramente holgado con diversos bolsillos a lo largo del mismo, esto para poder guardar sus diversas herramientas y no tener que detenerse a cada momento en busca de alguna en específico, además de esto iba sin playera para poder mover con mayor libertad la parte superior de su cuerpo además deseaba evitar el acalorarse de mas, colocándose un paliacate y amarrando el mismo en su cabeza evito así que su cabellera callera en su rostro permitiéndole tener siempre la vista despejada y ligeramente libre de sudor. Finalmente cuando la noche se cernía sobre ellos el marine había acabado de dar forma a la quilla, y utilizando de base su anterior trabajo a la parte que controlaría la dirección cuando estuvieran en el agua (ya fue en la superficie como sumergidos) le había dado la forma de la cola de un pez – Bien chicos, dejémoslo así esta noche, vayan a descansar que los siguientes días serán un poco más duros – y era cierto, habían avanzado un poco en lo básico, pero el problema vendría después. En los días siguientes montaron la cascara del barco, su esqueleto básico antes de comenzar a trabajar en las separaciones de cada habitación con que contaría la nave, desde una pequeña cocina, un cuarto de baño, tres habitaciones además del cuarto de navegación donde irían los controles del navío, una vez terminaron con esto vino lo difícil de aquello, unir metal y madera, aunque la última vez había sido únicamente usar placas metálicas no muy pesadas para el forro exterior, esta vez fue en toda la nave, el forro, los baos de cubierta, los pisos, habitaciones, todo, tardaron alrededor de cuatro días en ello, por suerte habían dado con un metal ligero pero resistente, sin problemas superaría a su hermano mayor en la profundidad alcanzada. Tras alrededor de una semana y media finalmente los herreros regresaron con las piezas que debían construir, dos motores de tamaño medio con una hélice de tres aspas cada uno, estos mismos parecían brazos pues tenían un mecanismo que les permitía cambiar de posición, esta sería controlada desde el interior por quien manejase la nave, los motores apuntaban hacia abajo para emerger a la superficie así como para elevarse antes de apuntar hacia arriba y sostenerse en el aire, hacia atrás para ganar mayor velocidad ya fuera en el agua como debajo de esta y hacia el frente si se deseaba retroceder, en cuanto esto fue colocado solo quedo sumar los cañones que había mandado construir junto con los motores, en cuanto terminaron con esto podían dar por terminado el trabajo, aunque quedaba probarlo por lo que cinco de los ayudantes y Kato subieron a la nave, comprobando su máximo de profundidad, comprobando que en efecto resistía mucho más que su anterior nave, seguidamente se pusieron a prueba los motores para ir por encima del mar, podían elevarse bastante aun cuando sobrepasaban un poco el peso normal de la nave al haber metido varias de sus herramientas así como materiales sobrantes – Bien hecho chicos, vayamos a celebrar, en una o dos semanas iniciaremos el siguiente proyecto – susurro el marine una vez que habían dejado anclada y amarrada la nave, dirigiéndose a la villa para conseguir comida y bebida por el trabajo realizado.