Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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Deber (Tarea - Presente)
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Deber (Tarea - Presente)
MARINA
1.- Deber: Gracias a la acción de la Cipher Pólice se ha logrado dar captura a un capitán pirata aliado de Capone conocido como "Tuerto Pete" y se ha solicitado su traslado a la isla de Loguetown para ser encarcelado y posteriormente redireccionado a Impel Down. Es tarea de un grupo de marines trasladar al objetivo principal a sabiendas que los nakamas de dicho hombre irán a buscarle y muy probablemente busquen liberarle por la fuerza.
Objetivo: Mantener cautivo al Tuerto Pete y evitar su fuga.
Objetivo Opcional #1: Asesinar al Tuerto Pete en caso de fuga inminente.
Objetivo Opcional #2: Arrestar a cualquier nakama del Tuerto Pete que busque liberarlo.
Nivel requerido: 3 o 4.
Mínimo / Máximo de participantes: 2/4.
Restricción: Ninguna.
Cantidad: Única.
Todo era cuestión de tener que ir a escoltar un prisionero, protección y evitar su escape con elegancia sin tener que haber ningún problema ¿Por qué lo enviaron para eso? Era molesto para el rubio en esa mañana tener que soportar el oleaje salvaje por el que pasaban en esos momentos, el barco se estremecía de un lado a otro tratando de surcar olas tan gigantescas como una casa, que salpicaban a todos en cubierta tratando de soportar los mareos entre quejas y maldiciones en el aire. Arturo no era indiferente aquella situación, el navegante del barco era un asco controlando el timón que cualquier otro novato podría hacerlo mejor, hasta el mismo, pero era una suerte que el barco no se hundiera o el mismo haber caído al mar acabando así con su vida.
Podía verse la isla donde finalmente debía arribar, las aguas se tranquilizaban aunque todo el mundo estaba desecho tratando soportar el no vomitar, el capitán corpulento de aquel navío, con su espesa barba gris y sucia de la experiencia como lobo del mar, se asomaba haciendo ruido con esa llamativa pata postiza hecha de marfil. Se reía al ver como no todos soportaban, incluido Arturo, el viaje pero al parecer su trabajo terminaría en cuanto tocaran tierra y aquellos días que pasaron todos como una tripulación trabajando juntos se acabarían. Así era esto de ser un Marine sin división, el recién ascendido Teniente rubio no había estado trabajando en ninguna división pero no por ello su vida era fácil a diferencia de otros parientes de altos mandos, todo lo contrario para el que era enviado a conocer todas las funciones y trabajos de los marines de pies a cabezas en la organización para algún día ser un gran líder, pero ¿Cómo fue que termino su labor en solitario ahora? Era debido a sus grandes poderes que adquirió la razón de ello pero ese dio sería distinto, porque su trabajo seria llegar a donde tenían al afamado Tuerto Pete, un hombre ligado con Capone por lo que sería un gran peligro y trabajaría junto otros Marines, según el informe pero claro que debía llegar primero al lugar donde partirían.
El barco finalmente estaba cerca del muelle de la isla, había mucho movimiento de los tripulantes haciendo los preparativos, parecían mucho mejor y Arturo revisaba un mapa junto al Capitán sobre rutas que debería tomar ahora mismo para poder regresar. –Evite este camino, hay una fuerte tormenta y se ahorraran días si siguen esta otra ruta- Señalando con su dedo, usando herramientas de navegación a las cuales apenas se acostumbraba pero no era por la predicción lo que uso para saber el camino más seguro. El capitán solo le dio una palmada fuerte en la espalda del muchacho antes de despedirse del mientras el barco atracaba, finalmente en la isla seria el momento de trabajar y sonriendo con gran animo mientras descendía de aquel navío con sus cosas en una mochila vieja, Arturo se encontraba mucho mejor cuando finalmente podía pisar tierra firme y observar un pequeño muelle con su poblado costero que había en el, un gran respiro y lo fresco del ambiente mostraba lo joven que era aquel sitio –Bien manos a la obra- Centrado y optimista daba sus primeros pasos por aquella nueva isla hacia el punto de reunión donde debían esperarlo.
Podía verse la isla donde finalmente debía arribar, las aguas se tranquilizaban aunque todo el mundo estaba desecho tratando soportar el no vomitar, el capitán corpulento de aquel navío, con su espesa barba gris y sucia de la experiencia como lobo del mar, se asomaba haciendo ruido con esa llamativa pata postiza hecha de marfil. Se reía al ver como no todos soportaban, incluido Arturo, el viaje pero al parecer su trabajo terminaría en cuanto tocaran tierra y aquellos días que pasaron todos como una tripulación trabajando juntos se acabarían. Así era esto de ser un Marine sin división, el recién ascendido Teniente rubio no había estado trabajando en ninguna división pero no por ello su vida era fácil a diferencia de otros parientes de altos mandos, todo lo contrario para el que era enviado a conocer todas las funciones y trabajos de los marines de pies a cabezas en la organización para algún día ser un gran líder, pero ¿Cómo fue que termino su labor en solitario ahora? Era debido a sus grandes poderes que adquirió la razón de ello pero ese dio sería distinto, porque su trabajo seria llegar a donde tenían al afamado Tuerto Pete, un hombre ligado con Capone por lo que sería un gran peligro y trabajaría junto otros Marines, según el informe pero claro que debía llegar primero al lugar donde partirían.
El barco finalmente estaba cerca del muelle de la isla, había mucho movimiento de los tripulantes haciendo los preparativos, parecían mucho mejor y Arturo revisaba un mapa junto al Capitán sobre rutas que debería tomar ahora mismo para poder regresar. –Evite este camino, hay una fuerte tormenta y se ahorraran días si siguen esta otra ruta- Señalando con su dedo, usando herramientas de navegación a las cuales apenas se acostumbraba pero no era por la predicción lo que uso para saber el camino más seguro. El capitán solo le dio una palmada fuerte en la espalda del muchacho antes de despedirse del mientras el barco atracaba, finalmente en la isla seria el momento de trabajar y sonriendo con gran animo mientras descendía de aquel navío con sus cosas en una mochila vieja, Arturo se encontraba mucho mejor cuando finalmente podía pisar tierra firme y observar un pequeño muelle con su poblado costero que había en el, un gran respiro y lo fresco del ambiente mostraba lo joven que era aquel sitio –Bien manos a la obra- Centrado y optimista daba sus primeros pasos por aquella nueva isla hacia el punto de reunión donde debían esperarlo.
OFF: Antes que nada un gusto~
- Un Spoiler:
- Explicare un poco el motivo de este comienzo de tema, es el primer Tema presente, no nos conocemos o hemos puesto de acuerdo sobre conocernos y cosas similares. Por esta razón hago un tema de llegada al “Punto de Reunión” donde deberemos encontrar a otros Marines y tendrán preso al Tuerto Pete. Desde luego en ese sitio nos conoceremos y se podrá rolear todo esto. ¿Por qué en Alta Mar? Bien la misión comenta un punto importante.
“se ha solicitado su traslado a la isla de Loguetown para ser encarcelado y posteriormente redireccionado a Impel Down.”
Si no equivoco la primera isla a llegar será Loguetown, asi que desde la isla X donde estamos, comenzaremos a movernos para viajar por el mar hacia la isla, por lo cual el transportar sera en barco por el mar donde ocurrirá esta misión. Por lo pronto es lo que planteo, si tienen ideas o mas cosas no duden en meterlas en el rol para que nos adaptemos entre nosotros y hacer este tema interesante.
Cualquier cosa estoy al pendiente~
InvitadoInvitado
Re: Deber (Tarea - Presente)
Una mañana de rutina como todas las demás. Levantarse a las 5:45 am, comenzar la sesión de ejercicios que, entre otras cosas, incluye 30 minutos de trote, 50 sentadillas, flexiones, barras, abdominales y cualquier otro ejercicio de repetición, levantar pesas de al menos 80kg, Volver a hacer repeticiones... Ya es habitual para mí levantarme de esa forma. De esa forma, podía mantener mi figura musculada que impone respeto. Era necesario, si quiero ser un símbolo de paz y respeto, debo de verme como uno. Además, esa mañana tenía una misión importante. De esta isla, van a transportar a un prisionero reciente, el Tuerto Pete. Mal apodo, pero era peligroso, además de aliado de Capone. Es un peligro, incluso ahora, así que mis ordenes del día son trasladarlo a Loguetown, junto con otros tenientes y rasos en general, a dicha isla. Por ello, me debo de reunir con otros dos sujetos, y el encargado del prisionero, antes de zarpar.
Incluso luego de mi rutina de la mañana, seguía siendo muy temprano para irme. La hora del encuentro todavía no llegaba, así que llegar ahora significaría esperar un largo tiempo sin hacer nada. Pero, está cerca del mercado, así que puedo ir a comprar algo mientras se hace la hora, para llegar al punto. Por eso, salgo de la posada en la que me encuentro, pagando mi cuota, y comenzando a caminar. La gente se me queda viendo al pasar, debido a mi gran altura y complexión musculada, y algunos me reconocerán de algún lado seguramente. Sin embargo, con sonrisa en rostro, solo continuo mi camino. No hay muchas irregularidades en mi camino, solo llego al mercado y comienzo a ver de entre los diferentes puestos de comida. Muchos puestos de frutas, varios de comida rápida y una dulcería, bastante grande de hecho.
Luego de comprar varias frutas y demás para comer en el barco, me dirijo a la dulcería a ver que tienen. Me agacho para poder pasar por el marco de la puerta, y con cuidado intento no romper nada por accidente. - Bu-Buenos días, señor. ¿En qu-qué lo ayudo? - El sujeto se ve bastante nervioso. ¿En serio intimido así? O tal vez esté nervioso como cuando una celebridad entra a una tienda. En cualquier caso, no pude evitar sonreír ante su actitud, y procedí a ver de entre los dulces y caramelos que tenían. Conseguí uno que me atrajo, una barra de granola saludable. Eso ayudaría a mi físico además de ser bastante sabroso.
Luego de comprarlo, le agradezco al encargado y me dirijo al punto de reunion, llegando en tan solo unos minutos, con una bolsa de papel en mano llena de frutas, y una barra de granola en la otra, comiéndola tranquilamente. Me doy cuenta de que soy el primero en llegar, así que tomo asiento en una banca cercana. Luego de un par de minutos, llega un capitán, con el Tuerto Pete esposado y varios reclutas y rasos con el. Me levanto y me acerco para hacer acto de presencia. Hago un saludo militar con la derecha, y me presento. - Teniente Dragon, presente. - El sujeto levanta su mano en mi dirección calmadamente. - Descanse, teniente. Esperemos a los otros. - bajé mi mano de mi frente, y me posicioné cerca de Pete y el capitán, esperando a los demás para poder partir.
Incluso luego de mi rutina de la mañana, seguía siendo muy temprano para irme. La hora del encuentro todavía no llegaba, así que llegar ahora significaría esperar un largo tiempo sin hacer nada. Pero, está cerca del mercado, así que puedo ir a comprar algo mientras se hace la hora, para llegar al punto. Por eso, salgo de la posada en la que me encuentro, pagando mi cuota, y comenzando a caminar. La gente se me queda viendo al pasar, debido a mi gran altura y complexión musculada, y algunos me reconocerán de algún lado seguramente. Sin embargo, con sonrisa en rostro, solo continuo mi camino. No hay muchas irregularidades en mi camino, solo llego al mercado y comienzo a ver de entre los diferentes puestos de comida. Muchos puestos de frutas, varios de comida rápida y una dulcería, bastante grande de hecho.
Luego de comprar varias frutas y demás para comer en el barco, me dirijo a la dulcería a ver que tienen. Me agacho para poder pasar por el marco de la puerta, y con cuidado intento no romper nada por accidente. - Bu-Buenos días, señor. ¿En qu-qué lo ayudo? - El sujeto se ve bastante nervioso. ¿En serio intimido así? O tal vez esté nervioso como cuando una celebridad entra a una tienda. En cualquier caso, no pude evitar sonreír ante su actitud, y procedí a ver de entre los dulces y caramelos que tenían. Conseguí uno que me atrajo, una barra de granola saludable. Eso ayudaría a mi físico además de ser bastante sabroso.
Luego de comprarlo, le agradezco al encargado y me dirijo al punto de reunion, llegando en tan solo unos minutos, con una bolsa de papel en mano llena de frutas, y una barra de granola en la otra, comiéndola tranquilamente. Me doy cuenta de que soy el primero en llegar, así que tomo asiento en una banca cercana. Luego de un par de minutos, llega un capitán, con el Tuerto Pete esposado y varios reclutas y rasos con el. Me levanto y me acerco para hacer acto de presencia. Hago un saludo militar con la derecha, y me presento. - Teniente Dragon, presente. - El sujeto levanta su mano en mi dirección calmadamente. - Descanse, teniente. Esperemos a los otros. - bajé mi mano de mi frente, y me posicioné cerca de Pete y el capitán, esperando a los demás para poder partir.
- Off:
- Pues siguiendo lo dicho por Arturo, narro como me encontraba de antes en la isla, y de como llego a la zona de encuentro después de haber pasado por el mercado. Debido a que nosotros no atrapamos al Tuerto Pete, asumo que algun superior lo hizo así que incluyo a un capitán con nosotros (el mismo lo puede controlar cualquiera), aunque la idea es que el nos entregue al prisionero y vayamos nosotros solos en el barco.
Igual, estoy abierto a ideas, así que cualquier cosa ustedes propongan que yo dispongo
InvitadoInvitado
Re: Deber (Tarea - Presente)
Era una mañana tranquila en este lugar. Me encontraba tan animado y carismático como acostumbro. Dando pasos firmes con la frente en alto, como si el mundo fuera pequeño para mi, después de todo no puedo negar que soy un fanático de la aventura. -¡Bien!- Dije finalmente al llegar al puerto, donde habían dos filas de reclutas parados en paralelos mirándose las caras con sus armas en mano; además de dejar una espacio en el centro para poder caminar, mas adelante al final se encontraba una rampa la cual conecta un navío de la marina con el puerto. Mientras hacia mi acto de presencia, los hombres notarían mi llegada al lugar y gritarían. -¡Atención! ¡Saludo!- Acto seguido todos elevarían sus diestras a su frente. –Hacen un estupendo trabajo chicos, recordad sonreír siempre. ¡Siempre mantener ese ánimo y espíritu!- Decía con gran entusiasmo mientras entraba a la nave. Bien, la situación era simple, el cuartel había hecho llamado para encargarme junto con otras personas de igual o menor rango para transportar a un criminal a Loguetown, parece una tarea fácil, pero si involucran gente con estrellas en el pelotón puede que no sea todo color de rosa.
Una vez en la nave, me percataba de que todo estuviera en completo orden, soy alguien precavido pese a mi edad, y bueno, recientemente la marina ha estado poniendo sus ojos sobre mi y no puedo fallar, ellos confiaron su justicia a mi criterio y no los defraudare. –Bueno, creo que todo esta bien, de todos modo revisa bien las celdas, es un criminal algo peligroso.- Decía a un recluta que me daba detalles del barco, este se pararía firme con saludo militar y se retiraría a revisar las celdas. Todo estaba en orden, ahora solo faltaría esperar a la otra parte del pelotón quienes transportan al criminal de las oficinas centrales hasta aca. Sentía un poco de nervios y excitación por esta misión, de niño siempre soñaba y fantaseaba con estas cosas…. Y finalmente se hace realidad, debo mantener mi postura, no quisiera ser tachado de infantil o algo por el estilo, seguro que mis compañeros serán tipos rudos o serio, no un simple muchacho como yo… -¡Venga venga! ¡Animo!- me decía a mi mismo para alejar esas voces de duda y negatividad de mi mente.
El barco estaba preparado para navegar, en las condiciones defensivas y técnicas de en caso de un encontronazo… Nunca se sabe con los piratas, y en el mar estamos más indefensos, ya que nadie sería tan idiota como para invadir en una base de la marina. Ahora todo estaba decidido, solo era de esperar. Mi emoción por conocer a mis compañeros en esta misión era tan grande, que incluso me quede de pie cerca de la entrada de la nave (La que conecta con la rampa) para recibirlos con un caluroso saludo.
Una vez en la nave, me percataba de que todo estuviera en completo orden, soy alguien precavido pese a mi edad, y bueno, recientemente la marina ha estado poniendo sus ojos sobre mi y no puedo fallar, ellos confiaron su justicia a mi criterio y no los defraudare. –Bueno, creo que todo esta bien, de todos modo revisa bien las celdas, es un criminal algo peligroso.- Decía a un recluta que me daba detalles del barco, este se pararía firme con saludo militar y se retiraría a revisar las celdas. Todo estaba en orden, ahora solo faltaría esperar a la otra parte del pelotón quienes transportan al criminal de las oficinas centrales hasta aca. Sentía un poco de nervios y excitación por esta misión, de niño siempre soñaba y fantaseaba con estas cosas…. Y finalmente se hace realidad, debo mantener mi postura, no quisiera ser tachado de infantil o algo por el estilo, seguro que mis compañeros serán tipos rudos o serio, no un simple muchacho como yo… -¡Venga venga! ¡Animo!- me decía a mi mismo para alejar esas voces de duda y negatividad de mi mente.
El barco estaba preparado para navegar, en las condiciones defensivas y técnicas de en caso de un encontronazo… Nunca se sabe con los piratas, y en el mar estamos más indefensos, ya que nadie sería tan idiota como para invadir en una base de la marina. Ahora todo estaba decidido, solo era de esperar. Mi emoción por conocer a mis compañeros en esta misión era tan grande, que incluso me quede de pie cerca de la entrada de la nave (La que conecta con la rampa) para recibirlos con un caluroso saludo.
- Off:
- Buenas, espero que no les moleste que hiciera mi post asi, me parecio mas logico, ya que muchos oficiales transportando a un prisionero, al menos uno debia quedarse en el barco vigilando mientras lo traen. Bien. Yo les seguire la corriente y si se me ocurre algo lo aporto. Aqui les dejo musica para que se inspiren (?) CLick para musica
InvitadoInvitado
Re: Deber (Tarea - Presente)
Zona del Capitán & Dragon R. Ashworth
Aquel día a pesar de su encanto la labor era hostigosa, el marine que tenía en ese momento la custodia del Tuerto Pete era uno con una edad bastante avanzada quien lideraba la Isla. Con atuendos clásicos marines de su respectivo rango pero lo que más denotaba en él, además de sus claras canas que luchaban con el negro de su cabello y arrugas en la frente, era el espeso y cuidado mostacho en su rostro el cual cubría su boca por completo evitando ver lo el movimiento de sus labios y solo el cómico bigote se movía cuando hablaba. Se encontraba frente a su escuadrón de marines rasos armados hasta los dientes con rifles y espadas, todos con buena condición física y centrados sin hablar entre sí o ser más humanos, al parecer el Capitán tenía bajo control no solo la isla sino también a sus hombres pero a una persona no tenía bajo control.
Las cadenas tiraban entre si tratando de romperlas o zafarse, era extraño poder distinguirlo con los movimientos erráticos de sus extremidades encadenadas por grilletes en los brazos, las piernas, incluso tenia pesas en cada pierna del tamaño de un balón de soccer, su cuello no era la excepción junto a la cintura, todas conectadas entre si por las cadenas que hacían un estruendo metálico con cada movimiento suyo pero 2 soldados marines jalaban las cadenas evitando pudiera moverse y dejara sus inútiles esfuerzos. –Si no quieren que sus miserables vidas acaben, mas vale que me dejen ir. Es la última oportunidad que les doy maldito jejejeje- Sonriendo mientras continuaba forcejando con una mirada llena de confianza, sin miedo y desafiante, no era el clásico preso que sería llevado y se notaban golpes en la carne que no escondían sus ropas, había sido golpeado hasta el cansancio pero a pesar de eso no podía dominar al Tuerto Pete.
Un sonido de llamada del Den den mushi y alguien de los marines contestaban para informar rápidamente a los dos de más alto mando presentes en el lugar. –Capitan, tienen el barco listo para partir en el muelle ¿Desea ya partir?- El capitán solo fruncía su seño al ver que todo iba bien pero sin embargo faltaba un encargado más, observaría la hora en su reloj de sol antes de hablar. –Teniente Dragón por favor haga el favor de acompañarnos, soldado establezca contacto con la persona que hace falta y de aviso del cambio de ubicación. Sería peligroso tardarnos más- Con sabias palabras encabezaría el grupo esperando por el Teniente le acompañara mientras los demás marines le seguían y llevaban arrastras al preso, desde luego cubriéndolo en todo ángulo posible para evitar algún intento de escape.
Zona de Arturo.
Los ojos del rubio brillaban con singularidad mientras caminaba, se había distraído una vez más mirando e inspeccionando el sitio de forma inútil, ya había observado lo que sucedía en el punto de reunión pero no pudo evitar investigar la isla con un sobrevuelo de su mirada quedándose sentado sobre una banca de aquel poblado, tal vez tenia uno de los poderes más preciados o útiles en el mundo pero su uso llevaba un poco de tiempo en terreno nuevo. El Den den mushi resonaba sacándolo de sus pensamientos cuando contesto para darse cuenta que las cosas habían cambiado. -¿Esperen de verdad? Diablos, voy en camino- No midió el tiempo de nueva cuenta y llegaría elegantemente tarde al sitio de nuevo, tomando sus cosas y corriendo hacia el nuevo sitio donde debía presentarse.
Punto de Reunión Final – Muelle : Barco de Simón D.Teppelin
En el transcurso del camino el Capitán y Teniente pudieron tener una conversación pero finalmente se encontrarían en cara con el barco que llevaría al prisionero, todo un barco para un solo prisionero, así pensó la marina sería más fácil de escapar o pasar inadvertido a diferencia de sus enormes barcos y desde luego ser más rápido. Pronto los 3 tenientes encargado de esta misión se encontrarían, sobre todo aun el rubio de ojos azules no podía llegar y el Capitán entregaría la información respectiva hasta se presentaran los 3 pero eso no le evitaba hablar sobre el preso o como debían hacer su trabajo, incluso consejos o simplemente formalidades pero Arturo aun corría sin ver su presencia por el lugar aún.
Aquel día a pesar de su encanto la labor era hostigosa, el marine que tenía en ese momento la custodia del Tuerto Pete era uno con una edad bastante avanzada quien lideraba la Isla. Con atuendos clásicos marines de su respectivo rango pero lo que más denotaba en él, además de sus claras canas que luchaban con el negro de su cabello y arrugas en la frente, era el espeso y cuidado mostacho en su rostro el cual cubría su boca por completo evitando ver lo el movimiento de sus labios y solo el cómico bigote se movía cuando hablaba. Se encontraba frente a su escuadrón de marines rasos armados hasta los dientes con rifles y espadas, todos con buena condición física y centrados sin hablar entre sí o ser más humanos, al parecer el Capitán tenía bajo control no solo la isla sino también a sus hombres pero a una persona no tenía bajo control.
Las cadenas tiraban entre si tratando de romperlas o zafarse, era extraño poder distinguirlo con los movimientos erráticos de sus extremidades encadenadas por grilletes en los brazos, las piernas, incluso tenia pesas en cada pierna del tamaño de un balón de soccer, su cuello no era la excepción junto a la cintura, todas conectadas entre si por las cadenas que hacían un estruendo metálico con cada movimiento suyo pero 2 soldados marines jalaban las cadenas evitando pudiera moverse y dejara sus inútiles esfuerzos. –Si no quieren que sus miserables vidas acaben, mas vale que me dejen ir. Es la última oportunidad que les doy maldito jejejeje- Sonriendo mientras continuaba forcejando con una mirada llena de confianza, sin miedo y desafiante, no era el clásico preso que sería llevado y se notaban golpes en la carne que no escondían sus ropas, había sido golpeado hasta el cansancio pero a pesar de eso no podía dominar al Tuerto Pete.
Un sonido de llamada del Den den mushi y alguien de los marines contestaban para informar rápidamente a los dos de más alto mando presentes en el lugar. –Capitan, tienen el barco listo para partir en el muelle ¿Desea ya partir?- El capitán solo fruncía su seño al ver que todo iba bien pero sin embargo faltaba un encargado más, observaría la hora en su reloj de sol antes de hablar. –Teniente Dragón por favor haga el favor de acompañarnos, soldado establezca contacto con la persona que hace falta y de aviso del cambio de ubicación. Sería peligroso tardarnos más- Con sabias palabras encabezaría el grupo esperando por el Teniente le acompañara mientras los demás marines le seguían y llevaban arrastras al preso, desde luego cubriéndolo en todo ángulo posible para evitar algún intento de escape.
Zona de Arturo.
Los ojos del rubio brillaban con singularidad mientras caminaba, se había distraído una vez más mirando e inspeccionando el sitio de forma inútil, ya había observado lo que sucedía en el punto de reunión pero no pudo evitar investigar la isla con un sobrevuelo de su mirada quedándose sentado sobre una banca de aquel poblado, tal vez tenia uno de los poderes más preciados o útiles en el mundo pero su uso llevaba un poco de tiempo en terreno nuevo. El Den den mushi resonaba sacándolo de sus pensamientos cuando contesto para darse cuenta que las cosas habían cambiado. -¿Esperen de verdad? Diablos, voy en camino- No midió el tiempo de nueva cuenta y llegaría elegantemente tarde al sitio de nuevo, tomando sus cosas y corriendo hacia el nuevo sitio donde debía presentarse.
Punto de Reunión Final – Muelle : Barco de Simón D.Teppelin
En el transcurso del camino el Capitán y Teniente pudieron tener una conversación pero finalmente se encontrarían en cara con el barco que llevaría al prisionero, todo un barco para un solo prisionero, así pensó la marina sería más fácil de escapar o pasar inadvertido a diferencia de sus enormes barcos y desde luego ser más rápido. Pronto los 3 tenientes encargado de esta misión se encontrarían, sobre todo aun el rubio de ojos azules no podía llegar y el Capitán entregaría la información respectiva hasta se presentaran los 3 pero eso no le evitaba hablar sobre el preso o como debían hacer su trabajo, incluso consejos o simplemente formalidades pero Arturo aun corría sin ver su presencia por el lugar aún.
- Datos Extras:
• "El Tuerto Pete": Imagen del Pirata (~Senji)
• Arturo usa Especificacion Akuma y Pasiva para observar la Isla donde estamos por habito:
"->Puede incrementar la visión a varios kilómetros pudiendo percibir cosas que de otra forma serían imposibles. Es incluso capaz de observar lo que sucede en otras islas siempre que mire en la dirección adecuada y la distancia no sea muy grande (esto con permiso administrativo). "
1.->Seringan ("Clarividencia"): [Pasiva]
La fruta del diablo permite Arturo aumentar su campo de visibilidad en todas direcciones de forma kilométrica como ver a través de las cosas y otras habilidades de percepción (Especificaciones Fruta). Es así como ha sido puesto su empeño por mejorar el usuario entrenando su poder del diablo con su mente y cuerpo, en conseguir usarlas mientras combate o realiza distintas actividades de forma natural sin problema alguno para lograr usar cualquier técnica y/o especificación de la fruta directamente con sus ojos, sin la necesidad de usar las manos u otro elemento de por medio, dando una gran facilidad de acción como reacción. Es así como también ha conseguido lograr gracias a esta forma pasiva de usar sus poderes de mezclar cualquier especificación y/o técnica entre sí, al solo usar las manos de forma adicional sobre los ojos (Sus ojos usan una habilidad o técnica + Las manos usando otra) permitiendo tener la mejora combinada de sus poderes como una sola técnica usada, por supuesto que esto necesita de mayor concentración y no moverse por cuenta propia para lograrlo con éxito. Pasiva Especial.
InvitadoInvitado
Re: Deber (Tarea - Presente)
Las palabras y acciones del prisionero, quien daba más lástima que miedo desde mi punto de vista, se hicieron del resonar en aquel sitio. Por mi cuenta seguí con una sonrisa impecable en mi boca, sin hacerle caso. No pretendía darle el beneficio de una respuesta a un ser tan sucio como él. Si venían por él, me encargaría de sus nakamas y ya. Si por el contrario intentaba escapar por cuenta propia, mi puño izquierdo y mi puño derecho se encargaran de dejarlo en su lugar. Y no lo decía en broma. Tengo un poder extraño, uno que libero cuando hay la necesidad, y el cual no dudaré en usar contra este sujeto si se lo busca. Mi fuerza no era normal ya de por sí, pero esa fruta que me comí hace ya años me permite crecer de tamaño a uno inhumano, aumentando mi fuerza en el proceso, convirtiéndome en un verdadero monstruo.
Las ordenes del capitán se hicieron escuchar, a lo que tomé postura militar un segundo. - Sí, señor. - Luego de esto, justo al lado del capitán, comencé a caminar. El pirata como era obvio seguía forcejeando y moviéndose erráticamente, escupiendo como nos iba a matar cuando llegara el momento y otras estupideces. Ignorándolo, pues no merecía de mucha atención, comienzo a hablar con el capitán. Capitán, si no es molestia puede indicarme ordenes mientras nos dirigimos al puerto. - El canoso hombre parecía complacido por la proactividad mía, pues a pesar de no ver su boca, su frondoso bigote reveló una sonrisa. - No se preocupe, teniente, las ordenes son simples. El prisionero se quedará con usted y otros dos tenientes, y lo trasladarán en barco a Loguetown. No debe de haber mucho problema, sin embargo, si llegase a pasar, tienen permitido usar fuerza letal en el prisionero y cualquier otro infractor. - Todo era muy claro, pero un detalle hizo que mi curiosidad asomara. - Espere, ¿usted no viene con nosotros, capitán? - Con la cabeza el hombre dio una señal negatoria, mientras entrecerraba los ojos por un segundo. - Me temo que no. No puedo abandonar la isla, la dejaría muy vulnerable. Yo me quedaré, pero confío en que usted y los demás harán un buen trabajo. - Al siempre estar sonriendo, era difícil saber qué sentía solo con verme, pero de ser normal tendría una expresión de comprensión. - Entiendo. No se preocupe, capitán, nos encargaremos. -
Al llegar al puerto, y acercarnos al barco, varios hombres se posicionaron en la entrada del barco, cerca del notablemente entusiasmado teniente que nos recibía. El capitán tomó la delantera, acercandose al sujeto, mientras entra a la cubierta del barco. - Teniente Simón, acompañe a estos hombres a la celda donde tendrán al prisionero, por favor. Dragon te dará más instrucciones. - En eso, unos reclutas comenzaron a llevar al Tuerto Pete a dentro del barco, esperando a que Simón les mostrara el lugar. Mientras, yo comencé a subir al barco, a lo que el capitán me detuvo un segundo. - Esperen al teniente Arturo y zarpen lo antes posible. Ahora me retiro. - Le di un saludo militar, que también sirve de despedida, y procedí a acercarme a uno de los bordes del barco. Me recosté cruzado de brazos a que volviera Simón o apareciera el tal Arturo para zarpar. Entonces en verdad habrá empezado la misión.
Las ordenes del capitán se hicieron escuchar, a lo que tomé postura militar un segundo. - Sí, señor. - Luego de esto, justo al lado del capitán, comencé a caminar. El pirata como era obvio seguía forcejeando y moviéndose erráticamente, escupiendo como nos iba a matar cuando llegara el momento y otras estupideces. Ignorándolo, pues no merecía de mucha atención, comienzo a hablar con el capitán. Capitán, si no es molestia puede indicarme ordenes mientras nos dirigimos al puerto. - El canoso hombre parecía complacido por la proactividad mía, pues a pesar de no ver su boca, su frondoso bigote reveló una sonrisa. - No se preocupe, teniente, las ordenes son simples. El prisionero se quedará con usted y otros dos tenientes, y lo trasladarán en barco a Loguetown. No debe de haber mucho problema, sin embargo, si llegase a pasar, tienen permitido usar fuerza letal en el prisionero y cualquier otro infractor. - Todo era muy claro, pero un detalle hizo que mi curiosidad asomara. - Espere, ¿usted no viene con nosotros, capitán? - Con la cabeza el hombre dio una señal negatoria, mientras entrecerraba los ojos por un segundo. - Me temo que no. No puedo abandonar la isla, la dejaría muy vulnerable. Yo me quedaré, pero confío en que usted y los demás harán un buen trabajo. - Al siempre estar sonriendo, era difícil saber qué sentía solo con verme, pero de ser normal tendría una expresión de comprensión. - Entiendo. No se preocupe, capitán, nos encargaremos. -
Al llegar al puerto, y acercarnos al barco, varios hombres se posicionaron en la entrada del barco, cerca del notablemente entusiasmado teniente que nos recibía. El capitán tomó la delantera, acercandose al sujeto, mientras entra a la cubierta del barco. - Teniente Simón, acompañe a estos hombres a la celda donde tendrán al prisionero, por favor. Dragon te dará más instrucciones. - En eso, unos reclutas comenzaron a llevar al Tuerto Pete a dentro del barco, esperando a que Simón les mostrara el lugar. Mientras, yo comencé a subir al barco, a lo que el capitán me detuvo un segundo. - Esperen al teniente Arturo y zarpen lo antes posible. Ahora me retiro. - Le di un saludo militar, que también sirve de despedida, y procedí a acercarme a uno de los bordes del barco. Me recosté cruzado de brazos a que volviera Simón o apareciera el tal Arturo para zarpar. Entonces en verdad habrá empezado la misión.
InvitadoInvitado
Re: Deber (Tarea - Presente)
-¡Finalmente! ¡Han llegado! ¡Saludo!- Dije con gran entusiasmo al ver la figura del capitán de la isla hacer acto de presencia en la nave, luego todos los reclutas y rasos y por su puesto mi persona, terminamos elevando nuestras diestras hasta nuestra frente con orgullo. Escuchaba con atención las ordenes del capitán y los detalles sobre la misión además las consideración. -¡Perfecto! ¡Un placer conocerle, teniente! Como ya ha visto, mi nombre es Simón D.Teppelin, un placer. Bien, salude de mi parte al teniente Arturo si llega, ire a chequear y asegurar al prisionero.- Digo que me había salido de fabula esas frases, quería sonar lo más serio e importante posible, es como una película o historia y este momento para mi es épico… Bueno, debo calmarme un poco, solo estamos resguardando a un prisionero de clase media, nada serio.
Comenzaría a tomarme mas enserio la situación cambiando mi semblante a uno más serio. Me pare diferente al prisionero para mirarlo fijamente. –Bien, es simple, no intente nada y no pasara nada. ¿Okey? – Vi como el hombre sonriente asentía con la cabeza, aunque su cara sonriente no me daba confianza, parecía que no se tomaba nada de esto enserio. –Bien, podemos proceder a mover al prisionero.- Dije con un tono normal, ni fuerte ni bajo. Pronto los reclutas comenzarían a jalar al prisionero para que este caminara, este seguía con esa sonrisa como si nada estuviera mal. Por otra parte me encontraba encabezando el pequeño grupo, una vez llegado a las celdas, habían dos soldados parados firmes esperando y al llegar abrirían la celda. El hombre entraría y se tiraría al suelo para sentarse con sus piernas cruzadas, aun seguía con esa sonrisa. –Cualquier movimiento extraño o acontecimiento raro que suceda, no duden en usar la fuerza así como también informar a cualquiera de los oficiales. – Los reclutas elevarían sus manos a sus frentes para responder con fuerza. –¡Si señor!- ¡Ese es el espíritu que me gusta ver en la gente!
Echaría un ultimo vistazo al criminal con una mirada sospechosa, la verdad no puedo entender cómo puede seguir como si nada, bueno, allá el. Al volver a la borda del barco, podía ver a los soldados correr de aquí para allá, asegurando los amarres, las redes, preparando todo lo necesario para del despegue de la nave. Yo me sumaria a lo mismo, estaba tan emocionado que quería hacer de todo, aunque claro, no podría. -¡Estamos listos para el despegue señor!- Decía uno de los reclutas, yo lo detendría. -¡Perfecto! Pero tenemos un problema, seguimos a la espera del Teniente Arturo. Solo eso nos falta y podemos despegar sin ningún problema.- Aquel hombre quien era el navegante asentiría con su cabeza y se retiraría a la sala de navegación.Yo me pararía firme con mis brazos cruzados observando todo. Con esa chaqueta azul oscuro con bordes rojos y dorados en ciertas zonas, además de ese sello rojo con forma de flama con gafas oscuras. Mi pantalón azul oscuro que hace juego con mi chaqueta por ser del mismo color, botas negras, corcel negro de metal. ¡Ah y por supuesto! Mi cadena con forma de taladro dorado. –Gwunnn- Oh y como olvidar a mi fiel mascota. Boota, esta se paraba firme también en mi bomro derecho
Offf: Click para ver mascota bootaComenzaría a tomarme mas enserio la situación cambiando mi semblante a uno más serio. Me pare diferente al prisionero para mirarlo fijamente. –Bien, es simple, no intente nada y no pasara nada. ¿Okey? – Vi como el hombre sonriente asentía con la cabeza, aunque su cara sonriente no me daba confianza, parecía que no se tomaba nada de esto enserio. –Bien, podemos proceder a mover al prisionero.- Dije con un tono normal, ni fuerte ni bajo. Pronto los reclutas comenzarían a jalar al prisionero para que este caminara, este seguía con esa sonrisa como si nada estuviera mal. Por otra parte me encontraba encabezando el pequeño grupo, una vez llegado a las celdas, habían dos soldados parados firmes esperando y al llegar abrirían la celda. El hombre entraría y se tiraría al suelo para sentarse con sus piernas cruzadas, aun seguía con esa sonrisa. –Cualquier movimiento extraño o acontecimiento raro que suceda, no duden en usar la fuerza así como también informar a cualquiera de los oficiales. – Los reclutas elevarían sus manos a sus frentes para responder con fuerza. –¡Si señor!- ¡Ese es el espíritu que me gusta ver en la gente!
Echaría un ultimo vistazo al criminal con una mirada sospechosa, la verdad no puedo entender cómo puede seguir como si nada, bueno, allá el. Al volver a la borda del barco, podía ver a los soldados correr de aquí para allá, asegurando los amarres, las redes, preparando todo lo necesario para del despegue de la nave. Yo me sumaria a lo mismo, estaba tan emocionado que quería hacer de todo, aunque claro, no podría. -¡Estamos listos para el despegue señor!- Decía uno de los reclutas, yo lo detendría. -¡Perfecto! Pero tenemos un problema, seguimos a la espera del Teniente Arturo. Solo eso nos falta y podemos despegar sin ningún problema.- Aquel hombre quien era el navegante asentiría con su cabeza y se retiraría a la sala de navegación.Yo me pararía firme con mis brazos cruzados observando todo. Con esa chaqueta azul oscuro con bordes rojos y dorados en ciertas zonas, además de ese sello rojo con forma de flama con gafas oscuras. Mi pantalón azul oscuro que hace juego con mi chaqueta por ser del mismo color, botas negras, corcel negro de metal. ¡Ah y por supuesto! Mi cadena con forma de taladro dorado. –Gwunnn- Oh y como olvidar a mi fiel mascota. Boota, esta se paraba firme también en mi bomro derecho
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Re: Deber (Tarea - Presente)
¿Tan rápido se alejaba el Capitán? Ahora si la había hecho Arturo con su impuntualidad, por cosas como estas es que no lograba tener alguna buena fama o estar presente su nombre entre los altos mandos de su facción, no era algo que le interesara mucho pero ser parte de la Marina era más que solo estar en solitario y se trataba de trabajo en equipo. Con el tiempo habría podido llegar finalmente hasta el muelle donde ya se podía ver el barco y algunos marines tanto dentro como fuera observando el arribo del llegado Teniente, respirando hondo por la carrera y sudor en su frente que limpiaba con la manga de su chaqueta Marine que mostraba los galardones de su rango, finalmente había llegado pero volvía a tomar su compostura en pocos segundos y empezando a caminar con serenidad como si no hubiese sido nada el correr, o solo fingía, los de menor rango a el lo saludaban mientras que el también respondía con su mano en la frente y continuaba caminando –Teniente Arturo Pendragon, descansen, siento la tardanza pero infórmenme lo sucedido- sin detener su caminar seguía adelante.
Algunos soldados se le acercaron para informarle sobre lo sucedido pero en su mayoría ya lo conocía el rubio quien empezaba abordar el barco y con eso todos los marines a moverse, los tripulantes correrían avisar a su capitán del barco como también seguir las ordenes propias en alistarse para navegar y salir hacia el mar, preparando las velas como sus puestos. Por su cuenta el rubio caminaba en la borda hacia una dirección en particular observando a una persona en particular, sus ojos presentaban un brillo como el anterior aunque de color distinto, sus habilidades con sus globos oculares habían cambiado y es que finalmente había llegado donde requería pero debía presentarse adecuadamente. –¿Usted es el otro Teniente con quien trabajaremos?, oh lo siento. Teniente Arturo Pendragon, un gusto conocerlo Teniente Dragon R. Ashworth - Se acercaba al marine Dragon R. Ashworth, aunque el no conocía su nombre ni tampoco fama alguna, ya lo había visto con el Capitán de la Isla en el punto de reunión, solo fue deducción mientras hablaba como el hecho que los otros marines rasos le dijeron el nombre de los presentes, nada del otro mundo mientras ofrecía su mano para saludarlo.
Una presentación, un nombre, algo formal estaría bien para empezarse a conocer pero el ojos azules ya iba tomando la delantera con eso, sus ojos miraban el interior de su compañero a forma emocional, lo que sentía y que tan cierto era, lo que le daría una rápida forma de conocer detalles que no se veían a simple vista sobre él, sus habilidades para conocer más información requerían más que solo sus ojos pero no había necesidad de comentarlo, ni tampoco de tener que hablarlo. –Siento haber llegado tan tarde, ¿Cuál es el estatus de la misión?- Rascando su nuca con una sonrisa con algo de vergüenza tratando verse más afable por sus errores. –Oh cierto ¿Y dónde se encuentra el Teniente Simón D.Teppelin?- Mirando de un lado a otro como si no supiera ya eso, en el barco que pronto zarparía, solo era cuestión de tiempo mientras ambos teniente podían platicar un poco antes.
Zona de Celdas.
El Tuerto Pete tan tranquilo y atado en su celda sin perder la compostura a pesar de sus malas manías o forma de actuar, en ese momento a pesar de todo el viaje que realizo se encontraba tranquilo sin hacer nada ni comentar nada, habiendo escuchado lo que comento el capitán del barco Simon, pareciera que lo había calmado, los dos soldados rasos que debían vigilarlo, uno se encontraba en un escritorio por la entrada de las celdas mientras el otro daba rondines para vigilarlo de poco y sorprenderlo si trataba de hacer algo aunque esto no parecería ser pronto ¿O sí? El Tuerto Pete era un aliado de uno de los piratas reconocidos por estos mares y no había mucha información de el aunque algo era cierto, era un hombre bastante perspicaz.
De entre sus dedos una pequeña especie de navaja se asomaba, sutil y sin necesitar grandes movimientos, tratando de hacer algo con la cerradura aunque la labor no era sencilla empezaba a tramar su escape ¿Pero y esa navaja? En retrospectiva uno de los marines de la isla le paso la herramienta mientras lo llevaba jalando, un infiltrado, un espía o lo que fuese, sabia sobre la ubicación del pirata y su ruta, el viaje en el mar llevaría algunos días ¿Qué plan tendrían los Piratas del Tuerto Pete?
Algunos soldados se le acercaron para informarle sobre lo sucedido pero en su mayoría ya lo conocía el rubio quien empezaba abordar el barco y con eso todos los marines a moverse, los tripulantes correrían avisar a su capitán del barco como también seguir las ordenes propias en alistarse para navegar y salir hacia el mar, preparando las velas como sus puestos. Por su cuenta el rubio caminaba en la borda hacia una dirección en particular observando a una persona en particular, sus ojos presentaban un brillo como el anterior aunque de color distinto, sus habilidades con sus globos oculares habían cambiado y es que finalmente había llegado donde requería pero debía presentarse adecuadamente. –¿Usted es el otro Teniente con quien trabajaremos?, oh lo siento. Teniente Arturo Pendragon, un gusto conocerlo Teniente Dragon R. Ashworth - Se acercaba al marine Dragon R. Ashworth, aunque el no conocía su nombre ni tampoco fama alguna, ya lo había visto con el Capitán de la Isla en el punto de reunión, solo fue deducción mientras hablaba como el hecho que los otros marines rasos le dijeron el nombre de los presentes, nada del otro mundo mientras ofrecía su mano para saludarlo.
Una presentación, un nombre, algo formal estaría bien para empezarse a conocer pero el ojos azules ya iba tomando la delantera con eso, sus ojos miraban el interior de su compañero a forma emocional, lo que sentía y que tan cierto era, lo que le daría una rápida forma de conocer detalles que no se veían a simple vista sobre él, sus habilidades para conocer más información requerían más que solo sus ojos pero no había necesidad de comentarlo, ni tampoco de tener que hablarlo. –Siento haber llegado tan tarde, ¿Cuál es el estatus de la misión?- Rascando su nuca con una sonrisa con algo de vergüenza tratando verse más afable por sus errores. –Oh cierto ¿Y dónde se encuentra el Teniente Simón D.Teppelin?- Mirando de un lado a otro como si no supiera ya eso, en el barco que pronto zarparía, solo era cuestión de tiempo mientras ambos teniente podían platicar un poco antes.
Zona de Celdas.
El Tuerto Pete tan tranquilo y atado en su celda sin perder la compostura a pesar de sus malas manías o forma de actuar, en ese momento a pesar de todo el viaje que realizo se encontraba tranquilo sin hacer nada ni comentar nada, habiendo escuchado lo que comento el capitán del barco Simon, pareciera que lo había calmado, los dos soldados rasos que debían vigilarlo, uno se encontraba en un escritorio por la entrada de las celdas mientras el otro daba rondines para vigilarlo de poco y sorprenderlo si trataba de hacer algo aunque esto no parecería ser pronto ¿O sí? El Tuerto Pete era un aliado de uno de los piratas reconocidos por estos mares y no había mucha información de el aunque algo era cierto, era un hombre bastante perspicaz.
De entre sus dedos una pequeña especie de navaja se asomaba, sutil y sin necesitar grandes movimientos, tratando de hacer algo con la cerradura aunque la labor no era sencilla empezaba a tramar su escape ¿Pero y esa navaja? En retrospectiva uno de los marines de la isla le paso la herramienta mientras lo llevaba jalando, un infiltrado, un espía o lo que fuese, sabia sobre la ubicación del pirata y su ruta, el viaje en el mar llevaría algunos días ¿Qué plan tendrían los Piratas del Tuerto Pete?
- Datos:
->Pasiva Activa.
Especificacion:
->La akuma permite ver a través de las cosas e identificar energías de todo tipo. Incluso permite ver al interior de las personas tanto de forma física como emocional pudiendo distinguir aliados de enemigos o gente honesta de mentirosos
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Re: Deber (Tarea - Presente)
De un momento para otro las cosas se volvieron bastante agitadas a bordo del barco. De pronto, múltiples marinos comenzaron a correr por ahí, asegurando redes, cargando cañones, etc. Por mi parte, no se me daban esas cosas. Con gusto ayudase pero simplemente rompería algo en el proceso. Estaba solo contemplando el entusiasmo de todos con una sonrisa de punta a punta en mi rostro, algo alegre de ver tantos nuevos soldados entusiastas por servir a la justicia. Sin embargo, una figura sobresalió de entre el resto. Era a quien había identificado de antes como uno de los tenientes que iban conmigo en la misión. Y por orden de eliminación, si estábamos esperando al teniente Arturo ese era Simón. Algo en su persona me da la impresión de que no es un sujeto normal. La verdad no se que es, solo... no parece un sujeto común.
Pero antes de indagar en mis pensamientos profundos y tratar de averiguar qué yonosecua tiene Simón, la persona por la que estamos esperando se hace presente. El teniente Arturo Pendragon se me acerca a saludar de manera amable. - ¡Arturo! No tienes que ser tan formal conmigo, no soy tu superior ¡Jaja! El gusto es mío. -Hacía un ruido tal vez innecesario pero la verdad es lo de menos. Entre compañeros nos cuidamos, y es todo lo que importa, así que no le doy importancia a esas formalidades, a menos que sea con un superior. No di mi nombre no por maleducado, sino porque obviamente él ya lo sabía. ¿Mi fama me precede o es una clase de psíquico? No le di mucha importancia, y solo levanté mi mano derecha cerca de mi cara para un saludo informal.
Cuando el otro sujeto se disculpa no puedo evitar sino darle un par de palmadas en el hombro, no por chico sino por amable. - No te preocupes, de todas formas no has tardado mucho. Las indicaciones son simples, el capitán no vendrá, iremos nosotros tres y debemos llegar a Loguetown con el prisionero. Hay permiso de fuerza letal si la situación se complica, aunque no tiene porque y se procura no asesinarlo de ser posible. - Eso era todo. A pesar de que las cosas podrían complicarse, no tenían porque, puesto que solo ibamos a llevar a un prisionero, pero las ordenes eran claras. Dejé de recostarme del borde y comencé a caminar en dirección del tercer teniente, Simón, mientras le hacía una seña a Arturo de que me siguiese. - Simón se encuentra por aquí, ven. ¡Marinos, hora de zarpar! - Aprovechaba mi posición para no demorar más la espera y dar orden de salida, lo que hizo que varios de ellos gritaran en afirmación y comenzaran a mover todo para zarpar.
Mientras, me acerqué a Simón, preferiblemente con Arturo a mi lado, para saludar y presentarme. - Teniente Simón, soy el teniente Dragon y él el teniente Arturo, un gusto de mi parte. - Le extendí la mano esperando un apretón de manos, para luego seguir hablando. - Disculpe el atrevimiento de dar orden de salida, pero no pensé que quisiera perder más tiempo. - A pesar de todo no me faltaban modales, aunque parezca lo contrario. Y así, la misión en verdad comenzó. Si todo sale bien, no debe de haber problemas, pero algo me dice que no saldrá bien...
Pero antes de indagar en mis pensamientos profundos y tratar de averiguar qué yonosecua tiene Simón, la persona por la que estamos esperando se hace presente. El teniente Arturo Pendragon se me acerca a saludar de manera amable. - ¡Arturo! No tienes que ser tan formal conmigo, no soy tu superior ¡Jaja! El gusto es mío. -Hacía un ruido tal vez innecesario pero la verdad es lo de menos. Entre compañeros nos cuidamos, y es todo lo que importa, así que no le doy importancia a esas formalidades, a menos que sea con un superior. No di mi nombre no por maleducado, sino porque obviamente él ya lo sabía. ¿Mi fama me precede o es una clase de psíquico? No le di mucha importancia, y solo levanté mi mano derecha cerca de mi cara para un saludo informal.
Cuando el otro sujeto se disculpa no puedo evitar sino darle un par de palmadas en el hombro, no por chico sino por amable. - No te preocupes, de todas formas no has tardado mucho. Las indicaciones son simples, el capitán no vendrá, iremos nosotros tres y debemos llegar a Loguetown con el prisionero. Hay permiso de fuerza letal si la situación se complica, aunque no tiene porque y se procura no asesinarlo de ser posible. - Eso era todo. A pesar de que las cosas podrían complicarse, no tenían porque, puesto que solo ibamos a llevar a un prisionero, pero las ordenes eran claras. Dejé de recostarme del borde y comencé a caminar en dirección del tercer teniente, Simón, mientras le hacía una seña a Arturo de que me siguiese. - Simón se encuentra por aquí, ven. ¡Marinos, hora de zarpar! - Aprovechaba mi posición para no demorar más la espera y dar orden de salida, lo que hizo que varios de ellos gritaran en afirmación y comenzaran a mover todo para zarpar.
Mientras, me acerqué a Simón, preferiblemente con Arturo a mi lado, para saludar y presentarme. - Teniente Simón, soy el teniente Dragon y él el teniente Arturo, un gusto de mi parte. - Le extendí la mano esperando un apretón de manos, para luego seguir hablando. - Disculpe el atrevimiento de dar orden de salida, pero no pensé que quisiera perder más tiempo. - A pesar de todo no me faltaban modales, aunque parezca lo contrario. Y así, la misión en verdad comenzó. Si todo sale bien, no debe de haber problemas, pero algo me dice que no saldrá bien...
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Re: Deber (Tarea - Presente)
Esto era estupendo y emocionante para mi, los hombres corriendo por todas partes haciendo lo necesario para el despegue de la nave. Me encontraba en el centro de la misma de hombros cruzado y un semblante de confianza y espíritu. Cuidaba bien que todos hicieran su trabajo como debe ser, no debe faltar ningún detalle o cabo suelto, si los altos mandos pusieron esta misión en nuestras manos, debemos recompensarles por su fe en nosotros. -¡Muy bien chicos! ¡Falta poco, poned esos ánimos en alto!- Decía para motivar a los hombres, pues, siempre es bueno tener los animo en alto y transmitir dicha vibra. Todo estaba mas que listo para el viaje, aun asi se me estaba olvidando lo mas importante… Dar la orden, cosa que uno de mis 2 compañeros se tomo la libertad de hacerlo, además de llegar presentarse y explicármelo. Era un hombre mucho mas mayor, y se le notaba mas capaz, supongo que asi debe lucir un teniente no como yo…
-¡Un placer teniente Dragón!- Decía respondiendo al apretón de manos del hombre, aunque espero que no me la destroce, pues, no cabe duda alguna que por su apariencia la fuerza es lo suyo. –Un placer conocerles a ambos. Supongo que usted a de ser el teniente Arturo.- Decía mirando al rubio que acompañaba al teniente Dragon, Termine por apuntar con mi dedo pulgar a mi pecho con mi mano libre, y con una gran sonrisa dije a ambos. -¡Mi nombre es Simón D.Teppelin! Aunque creo que ya lo saben. ¡Bien! ¡Ya escucharon al teniente Dragón! ¡En marcha!- En ese momento soltarían los amarres que las velas, y subirían la rampa que conectaba a tierra. Finalmente la nave echaría a andar, y todo estaba ocurriendo de manera tranquila como debía. Espero que asi se mantenga… -Bueno, oficialmente ha comenzado al misión, el prisionero se encuentra bajo llave en la celda. Aunque debo admitir que ha estado raro, además de muy tranquilo… Bueno, no debo preocuparme. Después de todo estamos nosotros aquí, así que si algo pasase. ¡Nos ocuparemos!- Luego soltaría la mano del teniente dragón, y miraría a mi alrededor. –Bueno, debo ponerme a trabajar y supervisar que todo funcione bien. – Me daría la vuelta y caminaría al cuarto de navegación para checar que todo esta bien.
Había transcurrido un buen rato desde que habíamos abandonado aquel lugar, finalmente adentrados en el océano profundo. Yo me encontraba distraído posando mis codos sobre la borda, mirando el horizonte, sintiendo como la brisa del mar chocaba con mis cabellos. Supongo que las cosas han cambiado muchísima a cómo eran en un inicio, aquellos recuerdos de mi, un simple niño llorón que se metía en toda clase de problemas. Bueno… Aun me meto en problemas, pero me siento cada vez mas capas y realizado, además de motivado a llegar lejos. Mi mascota, Boota, no faltaría. Esta saldría de los interiores de mi chaqueta y se postraría en mi hombro derecho. –Esto es vida. ¿Verdad? ¡Boota!- Disfrutaba de este grato dia, aunque no todo seria perfecto.. -¡Señor! ¡Señor! ¡Venga para aca!- Grito uno de los reclutas a los cuatro vientos, rápidamente me traslade a la cámara de navegación. –Ya veo… Debo informarle a los tenientes.- Sin pensarlo me eche a la carrerar saltando el barandal sin necesidad de bajar las escaleras, y corrí hasta llegar donde los tenientes. –¡Problemas! Me están informando que una nave misteriosa con velas negra viene siguiendo! Es muy sospechosa…- Decía mientras acercaba los visores al teniente dragón para que echara un vistazo. -¿De verdad en caso de ser enemigos, serian capaz de atacar la nave? Sería un suicido para ellos… ¿Estare subestimando su poder?-
-¡Un placer teniente Dragón!- Decía respondiendo al apretón de manos del hombre, aunque espero que no me la destroce, pues, no cabe duda alguna que por su apariencia la fuerza es lo suyo. –Un placer conocerles a ambos. Supongo que usted a de ser el teniente Arturo.- Decía mirando al rubio que acompañaba al teniente Dragon, Termine por apuntar con mi dedo pulgar a mi pecho con mi mano libre, y con una gran sonrisa dije a ambos. -¡Mi nombre es Simón D.Teppelin! Aunque creo que ya lo saben. ¡Bien! ¡Ya escucharon al teniente Dragón! ¡En marcha!- En ese momento soltarían los amarres que las velas, y subirían la rampa que conectaba a tierra. Finalmente la nave echaría a andar, y todo estaba ocurriendo de manera tranquila como debía. Espero que asi se mantenga… -Bueno, oficialmente ha comenzado al misión, el prisionero se encuentra bajo llave en la celda. Aunque debo admitir que ha estado raro, además de muy tranquilo… Bueno, no debo preocuparme. Después de todo estamos nosotros aquí, así que si algo pasase. ¡Nos ocuparemos!- Luego soltaría la mano del teniente dragón, y miraría a mi alrededor. –Bueno, debo ponerme a trabajar y supervisar que todo funcione bien. – Me daría la vuelta y caminaría al cuarto de navegación para checar que todo esta bien.
Había transcurrido un buen rato desde que habíamos abandonado aquel lugar, finalmente adentrados en el océano profundo. Yo me encontraba distraído posando mis codos sobre la borda, mirando el horizonte, sintiendo como la brisa del mar chocaba con mis cabellos. Supongo que las cosas han cambiado muchísima a cómo eran en un inicio, aquellos recuerdos de mi, un simple niño llorón que se metía en toda clase de problemas. Bueno… Aun me meto en problemas, pero me siento cada vez mas capas y realizado, además de motivado a llegar lejos. Mi mascota, Boota, no faltaría. Esta saldría de los interiores de mi chaqueta y se postraría en mi hombro derecho. –Esto es vida. ¿Verdad? ¡Boota!- Disfrutaba de este grato dia, aunque no todo seria perfecto.. -¡Señor! ¡Señor! ¡Venga para aca!- Grito uno de los reclutas a los cuatro vientos, rápidamente me traslade a la cámara de navegación. –Ya veo… Debo informarle a los tenientes.- Sin pensarlo me eche a la carrerar saltando el barandal sin necesidad de bajar las escaleras, y corrí hasta llegar donde los tenientes. –¡Problemas! Me están informando que una nave misteriosa con velas negra viene siguiendo! Es muy sospechosa…- Decía mientras acercaba los visores al teniente dragón para que echara un vistazo. -¿De verdad en caso de ser enemigos, serian capaz de atacar la nave? Sería un suicido para ellos… ¿Estare subestimando su poder?-
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Re: Deber (Tarea - Presente)
Ehhhh la sonrisa nerviosa y la gota de sudor en el rostro de Arturo era demasiado evidente por la muestra de amabilidad y su sombra que estaba dando el otro teniente, una persona sencilla pero clara y abierta a tal modo que no tenía problema algo con la impuntualidad del rubio, de hecho ahora que miraba sus facciones ambos tenían un mismo tono de cabello pero claro que en corpulencia y estatura el otro era mayor, Arturo debía observar hacia arriba para poder verlo a los ojos y era una sensación muy extraña que exista alguien mayor que el, por lo general la mayor parte de las personas eran bajas o de misma estatura. De cualquier forma muchos marines se sentirían seguramente más a salvo con un sujeto como el para llevar al custodio y de igual modo verse impresionados por el físico del mismo, seria seguro que Dragón ascendería algunos rangos y no quedarse como un Teniente únicamente.
A pesar de su gran tamaño, sus palmadas no tenían peso o dolor alguno, controlaba bien su fuerza por no haberlo derrumbado de inmediatamente o tal vez ambos tendrían una fuerza similar ¿Seria así? En momentos como estos una pequeña picazón daba en la nuca del rubio por empezar a tener curiosidad sobre que tan fuerte seria el otro Teniente ¿Habría forma de comprobarlo? Pero era sacado de sus pensamientos cuando hablo sobre lo sucedido y ponía más atención, cruzando sus brazos para escuchar todo lo importante que hablaron en este rato, lo cual dejo un poco meditabundo. –Loguetown y fuerza letal….- Tal vez el solo lo pensaba demasiado pero al final se moverían y Arturo seguiría a su nuevo compañero sin oposición alguna con su otro compañero.
Y finalmente alcanzarían a Simón, el Capitán del Barco, los ojos de Arturo aun mantenían su poder mientras observaba hacia el otro Teniente que en persona era similar al propio Arturo, alegre y con pequeñas dudas y sin mentira alguna, aunque cuando se acercó y mientras saludaba a Dragón, Arturo no pudo evitar darse cuenta de algo que comprobó mientras Simón se presentaba. Una pequeña línea se dibujaría mentalmente mostrando que evidentemente Simón era mayor por varios centímetros, entonces Arturo era el más bajo de todos y eso le estaba pegando fuerte por no creerlo. A pesar de sus pequeñas formas de actuar por mostrarse desanimado no perdía dato de las palabras de Simón para darse cuenta que ya tenían al preso bajo llave, aquel sujeto que llevaban encadenada y con vigilancia, solo basto eso para recomponerse y dar un gran respiro. –Un gusto Teniente Simon D. Teppelin, yo soy el Teniente Arturo Pendragon y gracias por dejarnos usar su barco para esta misión y esperemos que sea como ha dicho estando todos nosotros no haya problemas en la misión y estos días que pasaremos en el mar nos llevemos bien- Sonriendo mostrando una sonrisa amable y afable por lo simple pero eficaz que aquella situación iba.
El barco empezaba a desembacar del puerto con un impulso de vientos que lo llevaba hacia mar adentro y todo el mundo se relajaba aunque otros estaban pendiente de sus funciones para mantener el barco en orden y la ruta correcta. Los tenientes pudieron separarse e investigar el barco un poco o al menos eso fue lo que realizo Arturo para poder ver el tipo de navio en el que iba viajando, desde pequeño le gustaron los barcos aunque no sabia nada sobre como construirlos pero le gustaban como eran usados para viajar por el mar de isla en isla. Un llamado con urgencia le solicitaba agruparse, al parecer un incidente habia ocurrido, Arturo llegaría con sus compañeros quienes ya estaban observando hacia la parte posterior del barco, los jardines de la popa, vigilaban con binoculares a mar abierto, el rubio solo basto usar su poder centrando su mirada mientras colocaba una mano por encima de sus ojos como si eso ayudara a observar mejor y poder visualizarlo mas alla de lo evidente y darles el reporte exacto.
A pesar de su gran tamaño, sus palmadas no tenían peso o dolor alguno, controlaba bien su fuerza por no haberlo derrumbado de inmediatamente o tal vez ambos tendrían una fuerza similar ¿Seria así? En momentos como estos una pequeña picazón daba en la nuca del rubio por empezar a tener curiosidad sobre que tan fuerte seria el otro Teniente ¿Habría forma de comprobarlo? Pero era sacado de sus pensamientos cuando hablo sobre lo sucedido y ponía más atención, cruzando sus brazos para escuchar todo lo importante que hablaron en este rato, lo cual dejo un poco meditabundo. –Loguetown y fuerza letal….- Tal vez el solo lo pensaba demasiado pero al final se moverían y Arturo seguiría a su nuevo compañero sin oposición alguna con su otro compañero.
Y finalmente alcanzarían a Simón, el Capitán del Barco, los ojos de Arturo aun mantenían su poder mientras observaba hacia el otro Teniente que en persona era similar al propio Arturo, alegre y con pequeñas dudas y sin mentira alguna, aunque cuando se acercó y mientras saludaba a Dragón, Arturo no pudo evitar darse cuenta de algo que comprobó mientras Simón se presentaba. Una pequeña línea se dibujaría mentalmente mostrando que evidentemente Simón era mayor por varios centímetros, entonces Arturo era el más bajo de todos y eso le estaba pegando fuerte por no creerlo. A pesar de sus pequeñas formas de actuar por mostrarse desanimado no perdía dato de las palabras de Simón para darse cuenta que ya tenían al preso bajo llave, aquel sujeto que llevaban encadenada y con vigilancia, solo basto eso para recomponerse y dar un gran respiro. –Un gusto Teniente Simon D. Teppelin, yo soy el Teniente Arturo Pendragon y gracias por dejarnos usar su barco para esta misión y esperemos que sea como ha dicho estando todos nosotros no haya problemas en la misión y estos días que pasaremos en el mar nos llevemos bien- Sonriendo mostrando una sonrisa amable y afable por lo simple pero eficaz que aquella situación iba.
El barco empezaba a desembacar del puerto con un impulso de vientos que lo llevaba hacia mar adentro y todo el mundo se relajaba aunque otros estaban pendiente de sus funciones para mantener el barco en orden y la ruta correcta. Los tenientes pudieron separarse e investigar el barco un poco o al menos eso fue lo que realizo Arturo para poder ver el tipo de navio en el que iba viajando, desde pequeño le gustaron los barcos aunque no sabia nada sobre como construirlos pero le gustaban como eran usados para viajar por el mar de isla en isla. Un llamado con urgencia le solicitaba agruparse, al parecer un incidente habia ocurrido, Arturo llegaría con sus compañeros quienes ya estaban observando hacia la parte posterior del barco, los jardines de la popa, vigilaban con binoculares a mar abierto, el rubio solo basto usar su poder centrando su mirada mientras colocaba una mano por encima de sus ojos como si eso ayudara a observar mejor y poder visualizarlo mas alla de lo evidente y darles el reporte exacto.
OFF: No continúe roleando sobre el barco que debe aparecer pero dejare a Dragón ponga la situación y describa si hay más o menos barcos, en todo caso puede anotar todo como si yo diera el reporte de lo que observo a varios kilómetros para que anoten todo lo que gusten de elementos.
InvitadoInvitado
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