Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
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El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
Había pasado ya toda una vida desde que no me acercaba a los mares que me habían visto nacer, era realmente extraño a decir verdad, pues, los recuerdos lentamente regresaban a mi mente aunque no de una manera muy buena, ya que, por muchos deseos que tuviera de volver a ver a mi hermano mayor, el simple recuerdo de como nos habían separado y aun mas, de como mataban a mis padres, era algo que simplemente me dolía, aunque claro, mi nuevo entrenamiento como Demaciano me había dado la fuerza para seguir adelante, convirtiendo ese dolor en fuerza de voluntad para proteger a los demás de males como los que me habían atacado hace tiempo atrás.
Por suerte para mi, mis compañeros de viaje me hacían recordar constantemente que el pasado ya se había quedado atrás, que yo ahora era un guerrero sin igual el cual no le tenia miedo a la muerte y sobre todo, me recordaban que ese viaje era con un propósito muy importante, el cual era proteger a mi hermano de sangre, pues, no había tenido mas que unos meses que había tenido contacto con el por medio de cartas, era claro que no iba a permitir que algo le pasara cuando durante toda mi vida lo había creído muerto, esta ves estaba mas que seguro que no dejaría que nada ni nadie nos volviera a separar con el tiempos de antaño.
Meses pasaron desde que había salido del puerto escondido de mi reino para viajar por los mares, pero por fin en un amanecer, logre llegar hasta mi isla natal, la gran isla de Dawn, en la cual estaba seguro que se encontraba mi hermano, pues, aunque este no deseaba verme por alguna razón, yo había seguido su rastro hasta ese lugar y vaya que me parecía lo mas correcto encontrarlo en el mismo lugar donde todo había comenzado.
Claro que la primera batalla estaba ganada pero no la guerra, dado a que ahora tenia que encontrarlo en la isla, lo cual no seria nada sencillo pues, aunque en nuestras cartas tratábamos de describirnos, era sumamente difícil reconocernos a distancia después de pasar toda una vida lejos el uno del otro, fue por eso mismo que, sin llegar a titubear, hice que mis compañeros de viaje se separan con discreción para buscar por toda la isla a cualquier que llevara el nombre de Andorra, aunque claro, por mi cuenta decidí iniciar en la misma playa donde había partido hace tiempo, solo con la esperanza de que el mismo sentimiento de nostalgia llevara a mi hermano a recorrer esa playa.
No obstante, sin dejar que el tiempo se fuera en vano, llegue hasta la pequeña playa en donde, sin importarme que la gente me viera de manera extraña tanto por mi armadura como por mi falta de preocupación por criminales, me puse a caminar con firmeza por todo el lugar, solo con la esperanza de poder reconocer a mi hermano aunque claro, por si las dudas llevaba en mi mano el símbolo de los Greywolf el cual era inconfundible para los miembros de la familia aunque en este caso seria solo para mi hermano y para mi.
Por suerte para mi, mis compañeros de viaje me hacían recordar constantemente que el pasado ya se había quedado atrás, que yo ahora era un guerrero sin igual el cual no le tenia miedo a la muerte y sobre todo, me recordaban que ese viaje era con un propósito muy importante, el cual era proteger a mi hermano de sangre, pues, no había tenido mas que unos meses que había tenido contacto con el por medio de cartas, era claro que no iba a permitir que algo le pasara cuando durante toda mi vida lo había creído muerto, esta ves estaba mas que seguro que no dejaría que nada ni nadie nos volviera a separar con el tiempos de antaño.
Meses pasaron desde que había salido del puerto escondido de mi reino para viajar por los mares, pero por fin en un amanecer, logre llegar hasta mi isla natal, la gran isla de Dawn, en la cual estaba seguro que se encontraba mi hermano, pues, aunque este no deseaba verme por alguna razón, yo había seguido su rastro hasta ese lugar y vaya que me parecía lo mas correcto encontrarlo en el mismo lugar donde todo había comenzado.
Claro que la primera batalla estaba ganada pero no la guerra, dado a que ahora tenia que encontrarlo en la isla, lo cual no seria nada sencillo pues, aunque en nuestras cartas tratábamos de describirnos, era sumamente difícil reconocernos a distancia después de pasar toda una vida lejos el uno del otro, fue por eso mismo que, sin llegar a titubear, hice que mis compañeros de viaje se separan con discreción para buscar por toda la isla a cualquier que llevara el nombre de Andorra, aunque claro, por mi cuenta decidí iniciar en la misma playa donde había partido hace tiempo, solo con la esperanza de que el mismo sentimiento de nostalgia llevara a mi hermano a recorrer esa playa.
No obstante, sin dejar que el tiempo se fuera en vano, llegue hasta la pequeña playa en donde, sin importarme que la gente me viera de manera extraña tanto por mi armadura como por mi falta de preocupación por criminales, me puse a caminar con firmeza por todo el lugar, solo con la esperanza de poder reconocer a mi hermano aunque claro, por si las dudas llevaba en mi mano el símbolo de los Greywolf el cual era inconfundible para los miembros de la familia aunque en este caso seria solo para mi hermano y para mi.
InvitadoInvitado
Re: El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que volvería a pisar aquellas tierras donde crecí? Malos ratos y recuerdos era lo único que tenía y luego de obtener mi amada katana recuerdo haber abandonado la misma, más volver me era de obligación, sentía la necesidad de volver a aquellos parajes, sentía desde dentro que necesitaba ir una vez más. Quizás algo me estaba reteniendo en mi aventura, quizás una de las cadenas que me sigue atando en esta isla no permitía otorgarme la libertad que ansiaba. Así que ahí estaba una vez más, bajando de aquel bote con una pobre vela que me había traído desde la isla vecina. Mismo barquillo apenas y podía sostenerme y me sorprendía que me hubiese logrado recorrer tanta distancia en este y que aún flotase, por lo que sin duda el niño malcriado del destino me quería en la isla.
Mis pies se hundieron en la arena al bajarme del bote, inhalando con fuerza para sentir un poco más de tranquilidad y estabilidad, no es como si me molestase mucho el balanceo del bote, sino que llegaba un momento que hacia bien estar con los pies firmes. Habían personas de aquí por allá, algunos miraban con extrañeza al hombre con aires de samurai, pero esto no importaba, pues no era primera vez que veían a un presunto “extranjero” anclar en la isla. Así pues tome la katana del bote y le ajuste a mi cintura, metiéndola por dentro del cinturón, así podría sujetar la funda con la derecha y desenfundar la katana con la izquierda. Lo bueno de ser ambidextro es que podía intercambiar la katana entre manos, también usarla con ambas manos para mayor firmeza.
Las olas arremetían con suavidad las orillas de la playa, oscureciendo la arena y arrastrando consigo lo que traía en la anterior ola. – Huh… Otra vez aquí. – Murmuré peinando mi cabello hacia atrás, dejando que las largas hebras cayesen con suavidad hacia mi espalda y liberando así un poco el panorama el cual antes obstruía. Y ahí me quede por un momento, tomando aire mientras calmaba un poco mi estomago, vistiendo de gala con aquella armadura carmesí de samurai, aunque faltaban algunas piezas de las cuales me había deshacido, ya que, no seguía a exactitud las reglas de los samurai. Sino que emplearía ahora mi propio método, mi propio ideal y mis propias reglas. Me había vuelto un pirata y los piratas hacemos nuestras propias reglas.
Mis pies se hundieron en la arena al bajarme del bote, inhalando con fuerza para sentir un poco más de tranquilidad y estabilidad, no es como si me molestase mucho el balanceo del bote, sino que llegaba un momento que hacia bien estar con los pies firmes. Habían personas de aquí por allá, algunos miraban con extrañeza al hombre con aires de samurai, pero esto no importaba, pues no era primera vez que veían a un presunto “extranjero” anclar en la isla. Así pues tome la katana del bote y le ajuste a mi cintura, metiéndola por dentro del cinturón, así podría sujetar la funda con la derecha y desenfundar la katana con la izquierda. Lo bueno de ser ambidextro es que podía intercambiar la katana entre manos, también usarla con ambas manos para mayor firmeza.
Las olas arremetían con suavidad las orillas de la playa, oscureciendo la arena y arrastrando consigo lo que traía en la anterior ola. – Huh… Otra vez aquí. – Murmuré peinando mi cabello hacia atrás, dejando que las largas hebras cayesen con suavidad hacia mi espalda y liberando así un poco el panorama el cual antes obstruía. Y ahí me quede por un momento, tomando aire mientras calmaba un poco mi estomago, vistiendo de gala con aquella armadura carmesí de samurai, aunque faltaban algunas piezas de las cuales me había deshacido, ya que, no seguía a exactitud las reglas de los samurai. Sino que emplearía ahora mi propio método, mi propio ideal y mis propias reglas. Me había vuelto un pirata y los piratas hacemos nuestras propias reglas.
InvitadoInvitado
Re: El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
Los minutos pasaban y no lograba encontrar nada que me ayudara en mi búsqueda, todas las personas en esa isla eran muy similares, mas en esa zona tan pobre donde la delincuencia era la ley, donde teóricamente mi misión era algo que podía cumplir con facilidad ya que por los mensajes de mi hermano el no debía encontrarse en esas condiciones aunque claro, siempre podía a verme mentido solo para no preocuparme lo cual hacia que mi deseo de ayudarlo fuera mayor.
Tal ves una hora fue lo que paso, tal ves menos, solo se que tras un rato de estar caminando por toda la playa, cuidando mis espaldas de cualquiera que quisiera acercarse con malas intenciones, pude divisar a una persona que destacaba entre los demás debido a que llevaba una especie de armadura al estilo samurái. Muchos se preguntarían como es que tenia la sensación de que esa persona era mi hermano, la respuesta era bastante fácil, éramos hermanos, las pocas cosas que llegábamos a compartir cuando éramos niños era que nos gustaba destacar entre la gente, yo sinceramente esperaba que ese fuera el caso y esa costumbre se hubiera quedado entre los dos.
Con una caminata bastante fuerte y decidida, me acerque hasta esa persona buscando llamar su atención pues, aunque confiaba en mis habilidades como guerrero, no quería buscar una lucha innecesaria en esos momentos. No obstante cuando me encontraba a unos cuantos pasos del joven, yo levante ligeramente mi mano para mostrarle de manera silenciosa el símbolo de los Greywolf, todo con la esperanza de que reaccionara y me permitiera saber si el era mi hermano o simplemente era un viajero cualquiera.
Tal ves una hora fue lo que paso, tal ves menos, solo se que tras un rato de estar caminando por toda la playa, cuidando mis espaldas de cualquiera que quisiera acercarse con malas intenciones, pude divisar a una persona que destacaba entre los demás debido a que llevaba una especie de armadura al estilo samurái. Muchos se preguntarían como es que tenia la sensación de que esa persona era mi hermano, la respuesta era bastante fácil, éramos hermanos, las pocas cosas que llegábamos a compartir cuando éramos niños era que nos gustaba destacar entre la gente, yo sinceramente esperaba que ese fuera el caso y esa costumbre se hubiera quedado entre los dos.
Con una caminata bastante fuerte y decidida, me acerque hasta esa persona buscando llamar su atención pues, aunque confiaba en mis habilidades como guerrero, no quería buscar una lucha innecesaria en esos momentos. No obstante cuando me encontraba a unos cuantos pasos del joven, yo levante ligeramente mi mano para mostrarle de manera silenciosa el símbolo de los Greywolf, todo con la esperanza de que reaccionara y me permitiera saber si el era mi hermano o simplemente era un viajero cualquiera.
InvitadoInvitado
Re: El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
Mi mirada se encontraba puesta en mis pies hundidos en la arena, el color amarillento de esta resplandecía con el sol y por escasos momentos llegaba a cegar, podía ver algún que otro rasguño en la armadura cerca de mi pecho la cuales fueron causadas por armas ajenas, mi katana se mantenía en mi cintura sujeta a aquel cinturón, recordaba haberla adquirido en esta misma isla cosa que me traía ese hermoso recuerdo… El día que me impuse al orden natural. Ese día había decidido ser alguien más, ser quien yo quería ser y por fin pude alzarme de entre la escoria que se acumulaba en la isla, ahogándola poco a poco de tanta miseria. Alzando la vista podía ver las personas, algunas con mejor apariencia que otra pero al final eran lo mismo, sus miradas desafiaban mi presencia, algunos me reconocieron casi al instante y prefirieron bajar la mirada pero la nueva generación no, estos querían lo que yo tengo.
Sabía que podría estar ahí, en su última carta me dijo que vendría, así que solo sería cuestión de tiempo de encontrarlo y por fin, frente a frente observar cuanto habrá crecido. Así que, esta era la única cadena que podía hacerme doblegar una vez más a aquella isla asquerosa, la única razón por la cual podría volver a pisar tales tierras y tragarme mi orgullo. – Entonces, empece… – Decidido a moverme solo me calle, calle al ver aquella imponente persona acercarme poco a poco hacia mi, detallarlo era la única misión que tenía, incluso podría decir que era más alto que yo y más formado. Un oponente digno, las características necesarias para considerar un oponente digno solo podía empezar a verse través de sus ojos, en aquella mirada decidida y sin temor alguno, eso podía ver en aquel guerrero.
Deje que la sonrisa se mostrase en mi rostro, sentía felicidad, sentía remordimiento y una tristeza repentina hacia revolver mis ideas, estaba parado justo a pocos metros mi propio hermano. – Greywolf. – Dije, con cierta severidad sin siquiera dejarme doblegar por aquella nostalgia. De mi bolsillo saque aquel reloj que hace muchos años atrás mi propio padre me obsequio, un pequeño fragmento cristalino y brillante destacaba en él, un rubí del tamaño de una semilla estaba puesto en el centro de la tapa del reloj. Habiendo mostrado aquel reloj y reconocido a mi propio hermano, no solo por su apariencia y características propias de la familia, sino también por aquel anillo que resaltaba en su mano.
Bajando así la guardia di algunos pasos hacia él, acercándome lo suficiente como para abrazarlo si me lo proponiese, en cambio estire mi puño derecho hacia él y lo mantuve a la altura de mi pecho. El saludo que nos propusimos desde pequeño no era más ni menos que el chocar de nuestros puños derechos, manteniéndolos juntos por cortos segundos. – Hermano… – Mis ojos ardían, el nudo en mi garganta crecía y solo terminaba por sentirme cada vez más pequeño moralmente, no haberlo defendido como quise, apenas recordaba las heridas causadas por aquellos vándalos en él, pero me sentí feliz, ya que le pude crear la ventaja necesaria para que huyese… Y fuese libre.
Sacrifique todo sin pensarlo, actué por voluntad y el deseo de darle más días de vida a mi pequeño hermano, estaba preparado a sacrificar mi propia vida a costa la de él y fue así. Tantos años de sufrimiento, agonía, desesperación y una inmensa soledad solo para el día de hoy, después de tanto tiempo pudiese ver el fruto de mi sacrificio. – No… No te… - Mis palabras se entrecortaban y tan solo quería decirle que nunca más se alejase de mí, que esta vez luchase contra mí contra todo diablo que quisiera arrebatarnos nuestra libertad ¡Nos haremos fuertes, haremos que nadie siquiera piense en retarnos y así descubrirán lo que se siente la debilidad! Debilidad a no poder hacer nada contra una fuerza mayor, debilidad a no poder imponerte en contra del resto, debilidad al tener que servir firmemente a un diablo descarrilado… No se volvería a repetir, esta vez no sería débil, esta vez alcanzaría mis deseos cuanto me lo propusiera.
Sabía que podría estar ahí, en su última carta me dijo que vendría, así que solo sería cuestión de tiempo de encontrarlo y por fin, frente a frente observar cuanto habrá crecido. Así que, esta era la única cadena que podía hacerme doblegar una vez más a aquella isla asquerosa, la única razón por la cual podría volver a pisar tales tierras y tragarme mi orgullo. – Entonces, empece… – Decidido a moverme solo me calle, calle al ver aquella imponente persona acercarme poco a poco hacia mi, detallarlo era la única misión que tenía, incluso podría decir que era más alto que yo y más formado. Un oponente digno, las características necesarias para considerar un oponente digno solo podía empezar a verse través de sus ojos, en aquella mirada decidida y sin temor alguno, eso podía ver en aquel guerrero.
Deje que la sonrisa se mostrase en mi rostro, sentía felicidad, sentía remordimiento y una tristeza repentina hacia revolver mis ideas, estaba parado justo a pocos metros mi propio hermano. – Greywolf. – Dije, con cierta severidad sin siquiera dejarme doblegar por aquella nostalgia. De mi bolsillo saque aquel reloj que hace muchos años atrás mi propio padre me obsequio, un pequeño fragmento cristalino y brillante destacaba en él, un rubí del tamaño de una semilla estaba puesto en el centro de la tapa del reloj. Habiendo mostrado aquel reloj y reconocido a mi propio hermano, no solo por su apariencia y características propias de la familia, sino también por aquel anillo que resaltaba en su mano.
Bajando así la guardia di algunos pasos hacia él, acercándome lo suficiente como para abrazarlo si me lo proponiese, en cambio estire mi puño derecho hacia él y lo mantuve a la altura de mi pecho. El saludo que nos propusimos desde pequeño no era más ni menos que el chocar de nuestros puños derechos, manteniéndolos juntos por cortos segundos. – Hermano… – Mis ojos ardían, el nudo en mi garganta crecía y solo terminaba por sentirme cada vez más pequeño moralmente, no haberlo defendido como quise, apenas recordaba las heridas causadas por aquellos vándalos en él, pero me sentí feliz, ya que le pude crear la ventaja necesaria para que huyese… Y fuese libre.
Sacrifique todo sin pensarlo, actué por voluntad y el deseo de darle más días de vida a mi pequeño hermano, estaba preparado a sacrificar mi propia vida a costa la de él y fue así. Tantos años de sufrimiento, agonía, desesperación y una inmensa soledad solo para el día de hoy, después de tanto tiempo pudiese ver el fruto de mi sacrificio. – No… No te… - Mis palabras se entrecortaban y tan solo quería decirle que nunca más se alejase de mí, que esta vez luchase contra mí contra todo diablo que quisiera arrebatarnos nuestra libertad ¡Nos haremos fuertes, haremos que nadie siquiera piense en retarnos y así descubrirán lo que se siente la debilidad! Debilidad a no poder hacer nada contra una fuerza mayor, debilidad a no poder imponerte en contra del resto, debilidad al tener que servir firmemente a un diablo descarrilado… No se volvería a repetir, esta vez no sería débil, esta vez alcanzaría mis deseos cuanto me lo propusiera.
InvitadoInvitado
Re: El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
Alegria, esa era la única cosa que podía sentir en ese momento pues, entre mas me acercaba hacia aquel guerrero, mas podía reconocerlo, pues ante todo, su mirada era inconfundible para mi, esa mirada de quien me había salvado la vida hace muchos años, la mirada de mi verdadero hermano.
Cuando el guerrero sonrió, supe con mas certeza que el era mi hermano aunque claro, cuando el pronuncio nuestro apellido para después mostrarme el reloj que nuestro padre le había regalado, no pude contenerme mas y una gran sonrisa nació de mi rostro, una sonrisa que no había logrado sacar desde que era un infante, esa sonrisa la cual creía había muerto cuando me alejaba hace tantos años en aquel barco, lejos de mi única familia.
Sin dudarlo, seguí la tradición que ambos teníamos al saludarnos con los puños aunque claro, tras hacer eso, no pude evitar abrazarlo con todas mis fuerzas, lo cual provoco a su ves que las lagrimas salieran de mis ojos, pero, esta ves no era de tristeza o dolor, simplemente eran de alegría.
-Jamás dejare que alguien vuelva a separarnos hermano........ya no soy el niño....esta ves me quedare a luchar a tu lado.....aun si tenemos que ir al mismo infierno.....yo estaré a tu lado....cuidando tu espalda y luchando codo a codo hasta incluso mas haya del final-
Fue todo lo que pude decirle a mi hermano cuando el trato de hablarme, sabia muy bien lo que el me quería decir pues yo también lo sentía, no deseaba que nada nos volviera a separar y ahora que tenia la fuerza para combatir a todo mal, sabia muy bien que debía utilizarla para proteger a mi hermano pues, todo mi viaje había comenzado con la amenaza de la asesina por querer su cabeza, cosa que yo no iba a dejar que pasara aunque tuviera que dejar todas mis creencias de lado para ello.
Cuando el guerrero sonrió, supe con mas certeza que el era mi hermano aunque claro, cuando el pronuncio nuestro apellido para después mostrarme el reloj que nuestro padre le había regalado, no pude contenerme mas y una gran sonrisa nació de mi rostro, una sonrisa que no había logrado sacar desde que era un infante, esa sonrisa la cual creía había muerto cuando me alejaba hace tantos años en aquel barco, lejos de mi única familia.
Sin dudarlo, seguí la tradición que ambos teníamos al saludarnos con los puños aunque claro, tras hacer eso, no pude evitar abrazarlo con todas mis fuerzas, lo cual provoco a su ves que las lagrimas salieran de mis ojos, pero, esta ves no era de tristeza o dolor, simplemente eran de alegría.
-Jamás dejare que alguien vuelva a separarnos hermano........ya no soy el niño....esta ves me quedare a luchar a tu lado.....aun si tenemos que ir al mismo infierno.....yo estaré a tu lado....cuidando tu espalda y luchando codo a codo hasta incluso mas haya del final-
Fue todo lo que pude decirle a mi hermano cuando el trato de hablarme, sabia muy bien lo que el me quería decir pues yo también lo sentía, no deseaba que nada nos volviera a separar y ahora que tenia la fuerza para combatir a todo mal, sabia muy bien que debía utilizarla para proteger a mi hermano pues, todo mi viaje había comenzado con la amenaza de la asesina por querer su cabeza, cosa que yo no iba a dejar que pasara aunque tuviera que dejar todas mis creencias de lado para ello.
InvitadoInvitado
Re: El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
El contacto que tenía con mi hermano en aquel abrazo era placentero, tanto tiempo había pasado y ahora podía otra vez estar de nuevo con el único familiar que tenía al alcance. No quería volver a ver a mis padres, no tenía la moral para hacerlo y de seguro estos me verían como la peor caída de la familia, pero no me importaba después de todo mi mejor amigo en esta vida por fin estaba conmigo. Mi hermano era el ser más importante que tenía en esta vida, el único por el cual combatiría la misma muerte y apuñalaría por la espalda al mismo destino con el fin de no perderlo. Palmee su espalda algunas veces en aquel abrazo, queriendo confirmar que realmente era real la persona que tenía en frente y no era más que un espejismo, sin duda alguna era él. – Los dos contra el mundo. – Agregue a aquellas palabras que dijo Garen para mí, luego me separe de aquel abrazo y le mire fijamente por un momento al rostro.
Cuanto había cambiado mi hermano desde la última vez que le vi, había crecido y madurado lo suficiente para saber la situación en la que nos encontrábamos. Ya no era un hombre justo o de buena fama, y no tardaría en escuchar los rumores que se expandía por la isla de mi persona, siendo uno de los hombres más peligrosos de la misma isla, teniendo por igual un expediente de gran infamia. – Esto merece una pequeña celebración. – Le dije, haciéndole una seña con mi mano derecha para que me siguiera, dirigiéndome hacia el bote en el que había llegado y saque una botella de ron a mitad. Luego comencé a dirigirme hacia más allá de la orilla, acercándome a la sombra de unas palmeras acumuladas donde podríamos descansar y charlar. Me tire en el suelo sin importar llenarme de arena, sentándome ahí en la arena en la sombra. - ¿Dónde has estado este tiempo? Cuéntame. – Pregunte, mirándole y luego quitando el corcho de aquella botella para dar un sorbo, luego le ofrecí a este.
Era mi hermano, más realmente no conocía todo lo que era ahora y lo que más temía era que nuestro ideal no fuese igual. Desde temprana edad sabía que no éramos idénticos, sabía que no destacaba las mismas creencias e ideologías entre los dos, más ahora después de tanto tiempo sin siquiera dirigirnos la palabra en persona es cuando menos sabía de él. Quería que me acompañase en mi viaje, que creciese junto a mí y lográsemos tener todo lo que se nos antojase, pero tampoco quería corromper sus ideales y terminar mal influenciando su alma pura. En todo momento me mantuve sin palabras, solo quería escuchar que tenía a decir sobre sus aventuras y donde estuvo, luego tendría mi momento para hablar, para expresar e intentar mostrarle las riendas que quería para mi camino.
Luego de que este bebiese o no, volvería a dar otro sorbo a aquella botella y la pondría en medio de los dos en la arena. En frente nuestro teníamos el ancho mar expandirse de derecha a izquierda, dando un inmenso panorama azul y plagado de blancas nubes por todo el ancho cielo. El viento mecía las palmeras y el silencio ajeno a las voces de los Greywolf era ensordecedor, nada podía interrumpir una charla entre los dos, nada que no pudiésemos ver aún.
Cuanto había cambiado mi hermano desde la última vez que le vi, había crecido y madurado lo suficiente para saber la situación en la que nos encontrábamos. Ya no era un hombre justo o de buena fama, y no tardaría en escuchar los rumores que se expandía por la isla de mi persona, siendo uno de los hombres más peligrosos de la misma isla, teniendo por igual un expediente de gran infamia. – Esto merece una pequeña celebración. – Le dije, haciéndole una seña con mi mano derecha para que me siguiera, dirigiéndome hacia el bote en el que había llegado y saque una botella de ron a mitad. Luego comencé a dirigirme hacia más allá de la orilla, acercándome a la sombra de unas palmeras acumuladas donde podríamos descansar y charlar. Me tire en el suelo sin importar llenarme de arena, sentándome ahí en la arena en la sombra. - ¿Dónde has estado este tiempo? Cuéntame. – Pregunte, mirándole y luego quitando el corcho de aquella botella para dar un sorbo, luego le ofrecí a este.
Era mi hermano, más realmente no conocía todo lo que era ahora y lo que más temía era que nuestro ideal no fuese igual. Desde temprana edad sabía que no éramos idénticos, sabía que no destacaba las mismas creencias e ideologías entre los dos, más ahora después de tanto tiempo sin siquiera dirigirnos la palabra en persona es cuando menos sabía de él. Quería que me acompañase en mi viaje, que creciese junto a mí y lográsemos tener todo lo que se nos antojase, pero tampoco quería corromper sus ideales y terminar mal influenciando su alma pura. En todo momento me mantuve sin palabras, solo quería escuchar que tenía a decir sobre sus aventuras y donde estuvo, luego tendría mi momento para hablar, para expresar e intentar mostrarle las riendas que quería para mi camino.
Luego de que este bebiese o no, volvería a dar otro sorbo a aquella botella y la pondría en medio de los dos en la arena. En frente nuestro teníamos el ancho mar expandirse de derecha a izquierda, dando un inmenso panorama azul y plagado de blancas nubes por todo el ancho cielo. El viento mecía las palmeras y el silencio ajeno a las voces de los Greywolf era ensordecedor, nada podía interrumpir una charla entre los dos, nada que no pudiésemos ver aún.
InvitadoInvitado
Re: El recuentro de los hermanos perdidos(Andorra Greywollf-pasado)
El momento era realmente único, mi hermano, el ser que había dado su libertad a cambio de la mía, por fin se encontraba conmigo, apoyando mis palabras con unas palmadas en la espalda y unas palabras que me llenaban de energía pues, durante toda mi vida había vivido por la causa de mi noble reino, luchando por lo que era correcto pero nunca luchando por lo que amaba, en este caso iba a ser lo contrario, esta ves lucharía por mi hermano, buscando protegerlo ante todo mal sin importar lo que pasara pues, al final de todo, solo por el seria capas de ir en contra de todo lo que había protegido.
No obstante tras escuchar nuevamente a mi hermano, me aleje un poco de el para ver que planeaba hacer pues, no me negaba ante la idea de festejar nuestro reencuentro aunque claro, tras ver lo que hacia, yo no pude evitar sonreír con nostalgia, ya que, aun recordaba muy bien cuando de chicos nos quedábamos mi hermano y yo bajo arboles durante horas, viendo únicamente el basto océano. Tal ves fue ese mismo motivo lo que me llevo a sentarme al lado de mi hermano mientras le decía con gran calma.
-Cuando tu me salvaste de los contrabandistas, yo me quede con un grupo de comerciantes durante unos meses, estos me llevaron a tierras muy lejanas, es mas casi desconocidas por muchos de esta parte del mundo.......pero entre tanta lejanía encontré un lugar donde quedarme, un antiguo pero poderoso reino de nombre Demasía, ellos pulieron mis destrezas en la lucha al igual que el sentido del deber, honor, justicia, valor y sabiduría, incluso me gane el titulo del poder de demasía pues no hubo soldado que no representara tan bien los ideales del reino como yo, ni uno tan fuerte que lograra defender a los demás con el fervor que lo hacia-
Mis palabras se acortaron únicamente por unos momentos para dar un buen trago a la bebida que me ofreció mi hermano, aun claro, tras hacerlo se la regrese para seguir contándole mi historia.
-Sabes, en cada lucha que tuve, siempre te mantenía en mi mente, te juro que no paso ni un solo segundo en el cual no recordara el sacrificio que hiciste por salvarme, es por eso que jamás le di la espalda a nadie, siempre luche sin temor a la muerte justo como tu me habías enseñado, claro que tras lograr recibir una de tus cartas no te niego que no hubo ni un solo segundo en el cual no desee buscarte para llevarte al reino para tener una vida mejor, claro que hubiera pasado si no fuera por culpa de la asesina............-
Por unos momentos mis ojos se desviaron con algo de torpeza mientras acomodaba mis ideas para decirle a mi hermano sobre su persecutora
-En el reino enemigo, existe una gran asesina, no hay hombre que no se resista a sus encantos, ella es maestra de la seducción, el engaño y sobre todo en el arte de matar....durante años hemos peleado sin lograr vencernos, su hermosa..... pero poderosa danza de cuchillas es un pase directo a la muerte, es por eso que cuando supe que venia a por ti hermano, decidí dejar mi reino para protegerte, es por eso que te seguiré a donde quiera que vayas hermano, sin importar el camino que tomemos, mi meta será que tu alcances la tuya pero basta de hablar de mi, ¿Qué ha sido de tu vida?-
Dicho eso sonreí con un cierto pero muy leve sonrojo en la cara el cual no era provocado por la bebida, tal ves era mas bien provocado por el echo de hablar de la asesina aunque claro, solo esperaba que mi hermano pensara que era mas por la bebida ya que no quería que mis sentimientos se interpusieran con mi deber y mi hermano.
No obstante tras escuchar nuevamente a mi hermano, me aleje un poco de el para ver que planeaba hacer pues, no me negaba ante la idea de festejar nuestro reencuentro aunque claro, tras ver lo que hacia, yo no pude evitar sonreír con nostalgia, ya que, aun recordaba muy bien cuando de chicos nos quedábamos mi hermano y yo bajo arboles durante horas, viendo únicamente el basto océano. Tal ves fue ese mismo motivo lo que me llevo a sentarme al lado de mi hermano mientras le decía con gran calma.
-Cuando tu me salvaste de los contrabandistas, yo me quede con un grupo de comerciantes durante unos meses, estos me llevaron a tierras muy lejanas, es mas casi desconocidas por muchos de esta parte del mundo.......pero entre tanta lejanía encontré un lugar donde quedarme, un antiguo pero poderoso reino de nombre Demasía, ellos pulieron mis destrezas en la lucha al igual que el sentido del deber, honor, justicia, valor y sabiduría, incluso me gane el titulo del poder de demasía pues no hubo soldado que no representara tan bien los ideales del reino como yo, ni uno tan fuerte que lograra defender a los demás con el fervor que lo hacia-
Mis palabras se acortaron únicamente por unos momentos para dar un buen trago a la bebida que me ofreció mi hermano, aun claro, tras hacerlo se la regrese para seguir contándole mi historia.
-Sabes, en cada lucha que tuve, siempre te mantenía en mi mente, te juro que no paso ni un solo segundo en el cual no recordara el sacrificio que hiciste por salvarme, es por eso que jamás le di la espalda a nadie, siempre luche sin temor a la muerte justo como tu me habías enseñado, claro que tras lograr recibir una de tus cartas no te niego que no hubo ni un solo segundo en el cual no desee buscarte para llevarte al reino para tener una vida mejor, claro que hubiera pasado si no fuera por culpa de la asesina............-
Por unos momentos mis ojos se desviaron con algo de torpeza mientras acomodaba mis ideas para decirle a mi hermano sobre su persecutora
-En el reino enemigo, existe una gran asesina, no hay hombre que no se resista a sus encantos, ella es maestra de la seducción, el engaño y sobre todo en el arte de matar....durante años hemos peleado sin lograr vencernos, su hermosa..... pero poderosa danza de cuchillas es un pase directo a la muerte, es por eso que cuando supe que venia a por ti hermano, decidí dejar mi reino para protegerte, es por eso que te seguiré a donde quiera que vayas hermano, sin importar el camino que tomemos, mi meta será que tu alcances la tuya pero basta de hablar de mi, ¿Qué ha sido de tu vida?-
Dicho eso sonreí con un cierto pero muy leve sonrojo en la cara el cual no era provocado por la bebida, tal ves era mas bien provocado por el echo de hablar de la asesina aunque claro, solo esperaba que mi hermano pensara que era mas por la bebida ya que no quería que mis sentimientos se interpusieran con mi deber y mi hermano.
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