Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
One Piece Blue Sky :: Los Cuatro Azules :: East Blue :: Isla Yotsuba :: Shells Town :: Base Marine
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Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
Recuerdo del primer mensaje :
~ Cuartel General de Shells Town, Gimnasio, 10:30 am ~
Otro día y otra pacífica mañana patrullando las calles de la isla. Realmente me agradaba el simple hecho de saber que todos los civiles viven en tranquilidad, eso quería decir que estábamos cumpliendo con nuestro trabajo, cosa que me gustaba pensar al final de cada uno de mis turnos. Sin embargo, era inevitable pensar que no estaba haciendo muchas cosas en el cuartel. Claro, había tenido la oportunidad de salir un par de veces fuera de la isla dentro de los mares cardinales, pero no había tenido la oportunidad de enfrentarme a alguien que se dedicara a ir en contra de la seguridad de las personas. Rayos, ni siquiera había tenido la oportunidad de pelear o entrenar con alguien. La última vez había sido con ese par de sujetos del gobierno mundial que no hicieron más que confudirme con tantas ideas conspirativas. El simple hecho de recordar aquel acontecimiento me hacía suspirar poniendo un afligido y frustrado semblante.
Ante el término de mi turno, había llegado el momento de ver el día con otros ojos, recordar la razón por la cual me encontraba en ese cuartel. Entonces, llevé mis dos manos con fuerza a mi rostro casi a modo de un para de cachetadas que terminaron por enrojecer mis mejillas. Justo después de eso, mi semblante cambió a uno más alegre y determinado pese al ardor proveniente de la zona golpeada. - ¡Bien! ¡Hora de entrenar! - diría con entusiasmo y con una sonrisa en el rostro para así entrar al cuartel de manera relajada al mismo tiempo que estiraba mis brazos de un lado a otro, preparándome así para mi rutina de entrenamiento. A medida que caminaba, saludaba a todos mis compañeros camino al gimnasio, ellos bien sabían a lo que iba e incluso algunos se me sumaban en el camino, contándome historias y pidiéndome que les enseñara a golpear el saco de arena como yo lo hacía. Ante esto simplemente asentía y respondía con energía.
Finalmente llegamos al gimnasio junto a otros tres o cuatro de mis compañeros, estos no llevaban mucho tiempo en el cuartel, eran casi aprendices de marine, por lo que me miraban con entusiasmo y admiración. Los jóvenes se dispusieron a empezar con sus respectivas rutinas de entrenamiento, por lo que yo tampoco demoraría en hacerlo. Removería mi chaqueta blanca con decoraciones azules dejando ver una sudadera del mismo color. Ya había realizado todos los estiramientos debidos camino hacia el recinto, por lo que sólo quedaba comenzar. Caminé lentamente hacia uno de mis sacos de arena especiales favoritos, hechos para mi debido a que los comunes y corrientes eran destrozados por mis constantes y fuertes puñetazos. Me paré delante de este para así adoptar mi guardia de boxeo clásica, ahora aquel semblante alegre y relajado cambiaba a uno serio y determinado. Los aprendices de marine se dieron cuenta de esto y dejaron lo que estaban haciendo por un momento, puesto que bien sabían que el espectáculo estaba por comenzar.
Finalmente, empecé a golpear aquel saco de arena con suma fuerza, rapidez y precisión, haciendo que el saco de arena fuera sacudido con intensidad de un lado hacia el otro, generando que las cadenas que sostenían el mismo desde el techo chocaran entre sí repetidas veces, ocasionando que el sonido del impacto de mis puños en el saco de arena junto con el sacudir de las cadenas retumbaran por todo el gimnasio. Golpeaba con diferentes combinaciones de golpes, cada una más compleja que la otra, me movía e inclinaba de un lado a otro, imaginando estar recibiendo y esquivando golpes de un enemigo que realmente no existía delante de mí. Mi entrenamiento había comenzado.
Ante el término de mi turno, había llegado el momento de ver el día con otros ojos, recordar la razón por la cual me encontraba en ese cuartel. Entonces, llevé mis dos manos con fuerza a mi rostro casi a modo de un para de cachetadas que terminaron por enrojecer mis mejillas. Justo después de eso, mi semblante cambió a uno más alegre y determinado pese al ardor proveniente de la zona golpeada. - ¡Bien! ¡Hora de entrenar! - diría con entusiasmo y con una sonrisa en el rostro para así entrar al cuartel de manera relajada al mismo tiempo que estiraba mis brazos de un lado a otro, preparándome así para mi rutina de entrenamiento. A medida que caminaba, saludaba a todos mis compañeros camino al gimnasio, ellos bien sabían a lo que iba e incluso algunos se me sumaban en el camino, contándome historias y pidiéndome que les enseñara a golpear el saco de arena como yo lo hacía. Ante esto simplemente asentía y respondía con energía.
Finalmente llegamos al gimnasio junto a otros tres o cuatro de mis compañeros, estos no llevaban mucho tiempo en el cuartel, eran casi aprendices de marine, por lo que me miraban con entusiasmo y admiración. Los jóvenes se dispusieron a empezar con sus respectivas rutinas de entrenamiento, por lo que yo tampoco demoraría en hacerlo. Removería mi chaqueta blanca con decoraciones azules dejando ver una sudadera del mismo color. Ya había realizado todos los estiramientos debidos camino hacia el recinto, por lo que sólo quedaba comenzar. Caminé lentamente hacia uno de mis sacos de arena especiales favoritos, hechos para mi debido a que los comunes y corrientes eran destrozados por mis constantes y fuertes puñetazos. Me paré delante de este para así adoptar mi guardia de boxeo clásica, ahora aquel semblante alegre y relajado cambiaba a uno serio y determinado. Los aprendices de marine se dieron cuenta de esto y dejaron lo que estaban haciendo por un momento, puesto que bien sabían que el espectáculo estaba por comenzar.
Finalmente, empecé a golpear aquel saco de arena con suma fuerza, rapidez y precisión, haciendo que el saco de arena fuera sacudido con intensidad de un lado hacia el otro, generando que las cadenas que sostenían el mismo desde el techo chocaran entre sí repetidas veces, ocasionando que el sonido del impacto de mis puños en el saco de arena junto con el sacudir de las cadenas retumbaran por todo el gimnasio. Golpeaba con diferentes combinaciones de golpes, cada una más compleja que la otra, me movía e inclinaba de un lado a otro, imaginando estar recibiendo y esquivando golpes de un enemigo que realmente no existía delante de mí. Mi entrenamiento había comenzado.
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Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
Llegaba a aquella isla, de la cual ya había escuchado hablar, especialmente de la ciudad que había en ella, Shells town. Como para no conocerla porque como buen hijo de marine había oído hablar de ella y de su seguridad a mi padre, y de lo pacífica y lo bien controlada que está por la base de la marina de la ciudad, por lo que me llena de ilusión que la primera base que visitara en mi viaje fuera una con tanta fama y tan bien preparada por lo que estaba un poco nervioso pero seguro de que aquí podría aprender de todos los marines de la ciudad y quizás poder encontrar gente con la cual vivir alguna aventura en esta isla o quizás mas allá, ya que mi meta no es quedarme solo aquí sino poder conocer muchas islas e ir deteniendo a los piratas mas famosos del mundo, y así poder ir subiendo puestos dentro de la marina y que así mi padre pueda sentirse totalmente orgulloso de mi.
Nada mas poner el pie en la isla noto una seguridad muy similar a la que se siente en Marine Ford, mi ciudad natal, por lo que me sentía como si estuviera en casa, a pesar de ser la primera vez que salía de casa y que pasaba tiempo sin la comodidad ni la seguridad que me daba el estar con mis padres. Lo primero en lo que me fijo es en los habitantes de Shells Town, los cuales me crean una grata sensación debido a su amabilidad y lo cívicos que parecen, a pesar de que me siento un poco observado ya que todo el mundo nada mas percatarse de mi presencia comienza a dirigir sus miradas hacia mi y comienzan a mirarme de arriba a abajo para intentar reconocerme o hacerse una idea de quien soy o de que quiero hacer en su ciudad.
Tras dar una vuelta por la ciudad y callejear un poco por ella me decido a ir a la base de la marina esperando que allí me den mi uniforme y todo lo necesario para comenzar, y ya que mi primer cargo dentro de la marina será de recluta ya tendré tiempo para ver la ciudad con mas detenimiento durante mis turnos de patrulla.
Nada mas llegar allí y tras contar mi situación y todo a los encargados, me llevan a una habitación donde me dan mis nuevas pertenencias que tienen que ver con la marina como el uniforme, además de llevarme a una especie de cambiador donde había bastantes taquillas numeradas, de las cuales me asignan una, donde puedo dejar todas mis pertenencias durante mi turno de patrulla. Una vez ya conocía todo fui a darme una vuelta por la base mientras hacía tiempo para que me tocara patrullar cuando al pasar por la puerta, de lo que parecía ser el gimnasio o el sitio en el que los marines entrenaban en su tiempo libre, escuche un alboroto, como si dos personas se estuvieran pegando, así que entro para saber que ocurre allí y veo a dos personas que estaban peleando, al estar dentro de la base y ver que había gente observando aunque no con mucho detalle imagino que serían dos miembros de la marina y tras ver unos segundos de la batalla y comprobar que la batalla era por puntos dependiendo de donde se golpearan por lo tanto no era una batalla "de verdad", me fluye por el cuerpo una adrenalina de ver que ocurre con la batalla y también por que no decirle de tener mi primera batalla amistosa, como estaban teniendo ellos, aunque a la vez, también me entra la terrible duda de si daría el nivel en una batalla y que quizas aun no esté preparado para ella, por lo que me siento en un banco cercano, alejado de ellos lo suficiente para no recibir algún golpe no deseado por mi parte, y me dispongo a observar con detenimiento y en silencio como transcurre la batalla entre ambos
Nada mas poner el pie en la isla noto una seguridad muy similar a la que se siente en Marine Ford, mi ciudad natal, por lo que me sentía como si estuviera en casa, a pesar de ser la primera vez que salía de casa y que pasaba tiempo sin la comodidad ni la seguridad que me daba el estar con mis padres. Lo primero en lo que me fijo es en los habitantes de Shells Town, los cuales me crean una grata sensación debido a su amabilidad y lo cívicos que parecen, a pesar de que me siento un poco observado ya que todo el mundo nada mas percatarse de mi presencia comienza a dirigir sus miradas hacia mi y comienzan a mirarme de arriba a abajo para intentar reconocerme o hacerse una idea de quien soy o de que quiero hacer en su ciudad.
Tras dar una vuelta por la ciudad y callejear un poco por ella me decido a ir a la base de la marina esperando que allí me den mi uniforme y todo lo necesario para comenzar, y ya que mi primer cargo dentro de la marina será de recluta ya tendré tiempo para ver la ciudad con mas detenimiento durante mis turnos de patrulla.
Nada mas llegar allí y tras contar mi situación y todo a los encargados, me llevan a una habitación donde me dan mis nuevas pertenencias que tienen que ver con la marina como el uniforme, además de llevarme a una especie de cambiador donde había bastantes taquillas numeradas, de las cuales me asignan una, donde puedo dejar todas mis pertenencias durante mi turno de patrulla. Una vez ya conocía todo fui a darme una vuelta por la base mientras hacía tiempo para que me tocara patrullar cuando al pasar por la puerta, de lo que parecía ser el gimnasio o el sitio en el que los marines entrenaban en su tiempo libre, escuche un alboroto, como si dos personas se estuvieran pegando, así que entro para saber que ocurre allí y veo a dos personas que estaban peleando, al estar dentro de la base y ver que había gente observando aunque no con mucho detalle imagino que serían dos miembros de la marina y tras ver unos segundos de la batalla y comprobar que la batalla era por puntos dependiendo de donde se golpearan por lo tanto no era una batalla "de verdad", me fluye por el cuerpo una adrenalina de ver que ocurre con la batalla y también por que no decirle de tener mi primera batalla amistosa, como estaban teniendo ellos, aunque a la vez, también me entra la terrible duda de si daría el nivel en una batalla y que quizas aun no esté preparado para ella, por lo que me siento en un banco cercano, alejado de ellos lo suficiente para no recibir algún golpe no deseado por mi parte, y me dispongo a observar con detenimiento y en silencio como transcurre la batalla entre ambos
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Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
Mi golpe daría de lleno en el rostro de mi elegante compañero de tripulación, haciendo que este cayera al suelo de manera precipitada. Tenía cierto dolor en mi rodilla por aquella última patada y todos las estocadas que recibí en nuestro corto pero épico combate de entrenamiento. Justo después de haberme dado cuenta que había golpeado a mi compañero con todas mis fuerzas y de que lo viera escupier hacia un lado una de sus muelas, me di cuenta que me había pasado y tomado este combate demasiado en serio, por ello, me precipité hacia su posición. - ¡Lo siento, Tic Tac-san! ¿Estás bien? - le preguntaría preocupado inclinándome un poco, pude notar como este estaba de lo mejor, puesto que se puso de pie sin muchas dificultades, realmente la tenacidad de un cyborg era de temer. El hombre se sobaba la mandíbula y sonreía, mostrando esa tranquilidad que llegaba a ser abominable mientras que empezaba a caminar por el cuadrilátero sacando cuentas de nuestro combate.
Ante cada una de sus palabras, asentía con atención, no me importaba ser el ganador, puesto que sólo me importaba adquirir más experiencia y hacerme más fuerte, por lo que realmente sentía que todo había sido una victoria para los dos. El hombre con apodo de onomatopeya de reloj, finalmente me cedió la victoria luego de mucho análisis de situaciones. No sabía que decir, tan sólo quería agradecerle, pero entonces fui abordado en el ring por todos los aprendíces de marine que me pedían consejos y felicitaban por las habilidades que había demostrado. Agradecía a cada uno pero entre que lo hacía intentaba ubicar a mi compañero de tripulación, el cual ya había bajado del cuadrilátero para envainar su espada en el bastón que había usado como arma en nuestra pelea. Entonces, pude recordar el momento en el que su bastón golpeó mi sien e imaginé qué hubiera sucedido si hubiese usado su arma real. De seguro yo hubiese sido el que se llevase la peor parte.
Entonces, me moví entre toda la multitud de jóvenes marines para así salir del cuadrilátero con rapidez y alcanzar a mi compañero. - ¡Tic Tac-san! - exclamé el nombre por el cual se presentó hace un tiempo atrás para luego mantener mi cuerpo firme inclinando la cabeza en señal de respeto. - ¡Muchas gracias por el entrenamiento! - terminé de exclamar completamente agradecido, anhelando poder batirme en combate nuevamente con el hombre pero en otros términos la próxima vez, donde ninguno de los dos sea limitado. Esiperando que mi elegante compañero respondiera a mi saludo, pude ver cómo en una banca se encontraba un recluta sentado, parecía haber observado el combate desde un comienzo. Llevaba años en ese cuartel y nunca lo había visto, por lo que supuse que era nuevo en el lugar.
- ¿Eres nuevo por aquí? - me acercaría hacia el peliazulado lentamente con una leve sonrisa en mi rostro, el cual se mostraba sumamente calmado y cálido. Extendí mi mano derecha en señal de saludo hacia abajo debido a la diferencia de altura. - Soy Lance. - me presentaría al recién llegado esperando que pudiera ayudarlo a hacer de este lugar su hogar así como lo era para mí.
Ante cada una de sus palabras, asentía con atención, no me importaba ser el ganador, puesto que sólo me importaba adquirir más experiencia y hacerme más fuerte, por lo que realmente sentía que todo había sido una victoria para los dos. El hombre con apodo de onomatopeya de reloj, finalmente me cedió la victoria luego de mucho análisis de situaciones. No sabía que decir, tan sólo quería agradecerle, pero entonces fui abordado en el ring por todos los aprendíces de marine que me pedían consejos y felicitaban por las habilidades que había demostrado. Agradecía a cada uno pero entre que lo hacía intentaba ubicar a mi compañero de tripulación, el cual ya había bajado del cuadrilátero para envainar su espada en el bastón que había usado como arma en nuestra pelea. Entonces, pude recordar el momento en el que su bastón golpeó mi sien e imaginé qué hubiera sucedido si hubiese usado su arma real. De seguro yo hubiese sido el que se llevase la peor parte.
Entonces, me moví entre toda la multitud de jóvenes marines para así salir del cuadrilátero con rapidez y alcanzar a mi compañero. - ¡Tic Tac-san! - exclamé el nombre por el cual se presentó hace un tiempo atrás para luego mantener mi cuerpo firme inclinando la cabeza en señal de respeto. - ¡Muchas gracias por el entrenamiento! - terminé de exclamar completamente agradecido, anhelando poder batirme en combate nuevamente con el hombre pero en otros términos la próxima vez, donde ninguno de los dos sea limitado. Esiperando que mi elegante compañero respondiera a mi saludo, pude ver cómo en una banca se encontraba un recluta sentado, parecía haber observado el combate desde un comienzo. Llevaba años en ese cuartel y nunca lo había visto, por lo que supuse que era nuevo en el lugar.
- ¿Eres nuevo por aquí? - me acercaría hacia el peliazulado lentamente con una leve sonrisa en mi rostro, el cual se mostraba sumamente calmado y cálido. Extendí mi mano derecha en señal de saludo hacia abajo debido a la diferencia de altura. - Soy Lance. - me presentaría al recién llegado esperando que pudiera ayudarlo a hacer de este lugar su hogar así como lo era para mí.
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Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
Escucha al joven Lance llamarlo de lejos así que se detiene para atender a lo que tenga que decir. Pretendía ir a ducharse pero el deber va primero.
- Sí, no se preocupe don Lance, he recibido embates peores.
Al ver que se acerca a un recluta nuevo, siente curiosidad por ver qué puede haberle llamado la atención al rubio sobre el marine. Al ver que se presentan, Johan hace lo mismo con una leve reverencia presentándose como Señor Tic Tac, el sobrenombre por el que le gustaba que se le llamara. Sus relojes cantaban al usado ritmo que solían, mientras observaba analizando al peliazul. Francamente, parecía un joven interesante pero no recordaba haberlo visto, ni oído hablar sobre él.
- Bueno, recluta, dígame, ¿Qué lo inspiró para unirse a la marina?
Dado que ahora era parte de una tripulación que estaba todavía incompleta, consideraba que aprender de otros miembros en potencia era la mejor forma de asegurarse de que esta se mantuviera creciendo pero sin perder el rumbo que habían definido desde aquel día en que ascendieron a Kotori. Recordaba la festividad con cariño, pudo haberle costado un fuerte castigo por presentarse sin permiso pero no había recibido ni siquiera una reprimenda. Sí, sus habilidades para actuar encubierto y el hecho de que se presentara en uno de sus días libres como civil debieron paliar el asunto, pero sospechaba que la vice almirante tuvo pare en eso. Conociéndola, probablemente ayudó a mitigar cualquier problema en el que pudo haberse visto envuelto.
- Sí, no se preocupe don Lance, he recibido embates peores.
Al ver que se acerca a un recluta nuevo, siente curiosidad por ver qué puede haberle llamado la atención al rubio sobre el marine. Al ver que se presentan, Johan hace lo mismo con una leve reverencia presentándose como Señor Tic Tac, el sobrenombre por el que le gustaba que se le llamara. Sus relojes cantaban al usado ritmo que solían, mientras observaba analizando al peliazul. Francamente, parecía un joven interesante pero no recordaba haberlo visto, ni oído hablar sobre él.
- Bueno, recluta, dígame, ¿Qué lo inspiró para unirse a la marina?
Dado que ahora era parte de una tripulación que estaba todavía incompleta, consideraba que aprender de otros miembros en potencia era la mejor forma de asegurarse de que esta se mantuviera creciendo pero sin perder el rumbo que habían definido desde aquel día en que ascendieron a Kotori. Recordaba la festividad con cariño, pudo haberle costado un fuerte castigo por presentarse sin permiso pero no había recibido ni siquiera una reprimenda. Sí, sus habilidades para actuar encubierto y el hecho de que se presentara en uno de sus días libres como civil debieron paliar el asunto, pero sospechaba que la vice almirante tuvo pare en eso. Conociéndola, probablemente ayudó a mitigar cualquier problema en el que pudo haberse visto envuelto.
InvitadoInvitado
Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
Lamentablemente solo llegué para observar los últimos compases de aquella frenética pelea, la cual estaba tan interesante como pareja y, mientras no quitaba ojo de lo que pasaba para ver si podía aprender algo, maldecía mi suerte por no haber llegado un poco antes y haber podido verla entera.
Tras los últimos compases de ésta, y un golpe un poco desafortunado que hizo que el cyborg perdiera una de sus muelas, la pelea se detuvo, rápidamente el humano se dirigió lo mas rápido posible a preocuparse por el estado de su enemigo que aquella batalla, al igual que todas las demás personas que al igual que yo observaban la pelea, yo, sin embargo me quede sentado, mi desconocimiento del resto de personas me hacia que estuviera un poco vergonzoso y por eso no fui a preguntar aunque si que me preocupaba por su estado.
Cuando todo acabó ambos, el cyborg y el humano que batallaron, intercambiaron unas palabras, las cuales no llegué a escuchar pero supongo que serían a bien, ya que el cyborg no parecía haberse enfadado por tremendo golpe. Tras ello el humano de los dos comienza a andar hacia mi, este hecho me pone un poco nervioso, pero nada comparado como cuando se me pone delante me tiende la mano y se presenta
- Si, buenas, soy nuevo por aquí, acabo de llegar, es mi primera vez en esta isla y es mi primera base de la marina, y encantado Lance, mi nombre es Sandro.
Tras presentarme y observar que el cyborg también se había acercado, me llena de alegría que se hayan acercado a mi ya que quizás yo hubiera sido incapaz, pues se me da un poco mal el comienzo de las relaciones con las personas, aunque cuando las conozco, se me pasa. Éste último me pregunta qué es lo que me inspiró para unirme a la marina, y esa simple pregunta me hace recapacitar sobre eso, debido a que realmente no tengo una inspiración o una meta.
- Bueno, resulta que mi padre es Marine y siempre, desde pequeñito, quiso que yo siguiera sus pasos, así que realmente ese es el motivo por el que me uní y por lo que estoy aquí, pero la verdad es que me gustaría conocer mas islas y personas con las que compartir ese viaje y con los que poder ir cumpliendo misiones que nos encarguen y así ir subiendo de cargo en la marina hasta ser un marine de renombre, conocido y al que los piratas tengan respeto. ¿Y vosotros? ¿por qué os unisteis en la marina?¿Lleváis mucho tiempo?¿Y a que aspiráis?
Ellos se habían preocupado por mi y yo la verdad es que también quería hacerlo para conocer mas acerca de ellos.
Tras los últimos compases de ésta, y un golpe un poco desafortunado que hizo que el cyborg perdiera una de sus muelas, la pelea se detuvo, rápidamente el humano se dirigió lo mas rápido posible a preocuparse por el estado de su enemigo que aquella batalla, al igual que todas las demás personas que al igual que yo observaban la pelea, yo, sin embargo me quede sentado, mi desconocimiento del resto de personas me hacia que estuviera un poco vergonzoso y por eso no fui a preguntar aunque si que me preocupaba por su estado.
Cuando todo acabó ambos, el cyborg y el humano que batallaron, intercambiaron unas palabras, las cuales no llegué a escuchar pero supongo que serían a bien, ya que el cyborg no parecía haberse enfadado por tremendo golpe. Tras ello el humano de los dos comienza a andar hacia mi, este hecho me pone un poco nervioso, pero nada comparado como cuando se me pone delante me tiende la mano y se presenta
- Si, buenas, soy nuevo por aquí, acabo de llegar, es mi primera vez en esta isla y es mi primera base de la marina, y encantado Lance, mi nombre es Sandro.
Tras presentarme y observar que el cyborg también se había acercado, me llena de alegría que se hayan acercado a mi ya que quizás yo hubiera sido incapaz, pues se me da un poco mal el comienzo de las relaciones con las personas, aunque cuando las conozco, se me pasa. Éste último me pregunta qué es lo que me inspiró para unirme a la marina, y esa simple pregunta me hace recapacitar sobre eso, debido a que realmente no tengo una inspiración o una meta.
- Bueno, resulta que mi padre es Marine y siempre, desde pequeñito, quiso que yo siguiera sus pasos, así que realmente ese es el motivo por el que me uní y por lo que estoy aquí, pero la verdad es que me gustaría conocer mas islas y personas con las que compartir ese viaje y con los que poder ir cumpliendo misiones que nos encarguen y así ir subiendo de cargo en la marina hasta ser un marine de renombre, conocido y al que los piratas tengan respeto. ¿Y vosotros? ¿por qué os unisteis en la marina?¿Lleváis mucho tiempo?¿Y a que aspiráis?
Ellos se habían preocupado por mi y yo la verdad es que también quería hacerlo para conocer mas acerca de ellos.
InvitadoInvitado
Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
El joven recluta se había presentado como Sandro, no era un nombre que uno escuchara todos los días, en especial que me recordaba a cierto cantante que había escuchado alguna vez cuando era niño. Por alguna razón a mi padre le encantaba oírlo pese a esa permanente voz temblorosa con la que entonaba sus canciones. Pero sea como fuese, puse atención a la directa e interesante pregunta que le hizo mi compañero con apodo onomatopoyético temporal, ante eso simplemente reí un poco manteniendo ese cálido y alegre semblante de siempre debido a la facilidad que tenía el hombre de elegante hablar y vestir para dirigirse a las personas.
Escuché atentamente las palabras del recién llegado, lo que inevitablemente me hizo sentir un poco de nostalgia al recordar cuando mi padre me trajo casi a rastras por primera vez a este cuartel marine cuando tenía sólo cinco años. No quería convertirme en un uniformado, quería dedicarme al boxeo así como él mismo lo hacía en su tiempo libre, sin embargo, el mismo me enseñó ese día que debía usar mis puños para proteger a los demás y a ejercer mi propia justicia, la cual llegaría a encontrar si seguía mi corazón. Una pequeña sonrisa melancólica apareció en mi rostro, haciéndome pensar y preguntar lo siguiente. - ¿En dónde estará? - pensaría en mi padre, el Vicealmirante Jack Storm, a quien no había visto desde hace ya muchos años, más específicamente, desde que finalicé mi entrenamiento para entrar a la marina. El joven peliazul terminó su historia para luego arremeter con varias preguntas. – Llevo en la marina mucho tiempo, quizás cinco años. Mi padre es un oficial y mi madre una médico retirada de la marina, ellos me enseñaron todo lo que saben para que pudiera unirme cuando tuviera la edad apropiada. Aspiro llegar a lo más alto y así poder mostrarle al mundo la justicia en la que creo. – terminaría por decir con un tono de voz sereno y amigable, esa historia tendría la finalidad de informar a mi compañero de tripulación de elegante labia. Tenía curiosidad por saber qué diría.
Escuché atentamente las palabras del recién llegado, lo que inevitablemente me hizo sentir un poco de nostalgia al recordar cuando mi padre me trajo casi a rastras por primera vez a este cuartel marine cuando tenía sólo cinco años. No quería convertirme en un uniformado, quería dedicarme al boxeo así como él mismo lo hacía en su tiempo libre, sin embargo, el mismo me enseñó ese día que debía usar mis puños para proteger a los demás y a ejercer mi propia justicia, la cual llegaría a encontrar si seguía mi corazón. Una pequeña sonrisa melancólica apareció en mi rostro, haciéndome pensar y preguntar lo siguiente. - ¿En dónde estará? - pensaría en mi padre, el Vicealmirante Jack Storm, a quien no había visto desde hace ya muchos años, más específicamente, desde que finalicé mi entrenamiento para entrar a la marina. El joven peliazul terminó su historia para luego arremeter con varias preguntas. – Llevo en la marina mucho tiempo, quizás cinco años. Mi padre es un oficial y mi madre una médico retirada de la marina, ellos me enseñaron todo lo que saben para que pudiera unirme cuando tuviera la edad apropiada. Aspiro llegar a lo más alto y así poder mostrarle al mundo la justicia en la que creo. – terminaría por decir con un tono de voz sereno y amigable, esa historia tendría la finalidad de informar a mi compañero de tripulación de elegante labia. Tenía curiosidad por saber qué diría.
InvitadoInvitado
Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
El chico parecía ser bastante amigable, rápidamente ofreció tema de conversación, algo que demostraba que era sociable, eso le ayudaría a encontrar una tripulación, o eso pensaba Johan. Tras escuchar brevemente la historia de ambos el joven cyborg comenzó a cuestionarse qué clase de respuesta debería dar. Las razones de los dos reclutas resultaron ser bastante nobles pero tampoco parecían ser temas delicados, como eran las suyas. No podía simplemente llegar y decir "de pequeño me arrancaron las extremidades así que sentí que debía cambiar el mundo de alguna manera y la marina me pareció un excelente lugar por dónde comenzar". ¿Qué otra opción tenía si no era mentir? La idea le pareció ligeramente vil, no le gustaba mentir, aun cuando se trataba de una mentira blanca. Contempló a sus camaradas por un momento mientras rumiaba sobre todo esto hasta encontrar un término medio que lo satisfacía.
- El pueblo del que yo provengo es tranquilo pero, pese a la presencia de la marina estos no daban abasto para conseguir proteger a todos por igual. Me pareció justo y necesario ayudar aumentando sus números. La idea de proteger a otros siempre me ha parecido un medio necesario para la convivencia entre los miembros de una sociedad civilizada, ¿qué otra cosa podría hacer un hombre sensato?
Bueno, no era una mentira, no había dado demasiada información. Parecía haber encontrado el punto medio perfecto. De todos modos, al chico acababa de conocerlo, no tenía intención de revelar una verdad tan profunda e íntima como era la forma en que había perdido sus extremidades. "La realidad rara vez es agradable, es mejor aferrarse a los momentos bellos, dejar atrás los desagradables y mirar al frente con optimismo."
- El pueblo del que yo provengo es tranquilo pero, pese a la presencia de la marina estos no daban abasto para conseguir proteger a todos por igual. Me pareció justo y necesario ayudar aumentando sus números. La idea de proteger a otros siempre me ha parecido un medio necesario para la convivencia entre los miembros de una sociedad civilizada, ¿qué otra cosa podría hacer un hombre sensato?
Bueno, no era una mentira, no había dado demasiada información. Parecía haber encontrado el punto medio perfecto. De todos modos, al chico acababa de conocerlo, no tenía intención de revelar una verdad tan profunda e íntima como era la forma en que había perdido sus extremidades. "La realidad rara vez es agradable, es mejor aferrarse a los momentos bellos, dejar atrás los desagradables y mirar al frente con optimismo."
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Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
La conversación empezaba a volverse cada vez más agradable, cada uno de los miembros de la misma compartía pequeños fragmentos de su pasado, lo que inevitablemente ayudaba a generar vínculos entre compañeros. Me gustaba tener esa clase de conversaciones, no solo porque soy bastante bueno escuchando, sino que también me gustaba conocer a cada uno de mis compañeros para así tener una razón más para poder protegerlos y ayudarlos en lo que sea.
Mi intensión era continuar charlando, pero entonces, uno de los marines encargados del área de comunicación entre cuarteles entró de manera apresurada, agitado y tomando un respiro una vez que entró al gimnasio. - ¡Lance-san! ¡Tic Tac-san! - exclamaba agitado el joven marine que parecía no tener buen estado físico dada la no mayor envergadura del cuartel. Luego de recuperar el aire, se acercó a nosotros con un papel. - H-Ha llegado esto... N-No luce bien. - comentaría sorprendido y algo asustado, intentando comprender cómo dos simples reclutas recibían un mensaje directo de un cuartel general más grande y de mayor fama. - Muchas gracias, Elvis Tec-san. - le agradecería a aquel marine que bien conocía hace varios años para recibir el dichoso comunicado, estaba curioso por saber qué ocurría.
La cosa no pintaba bien, debíamos irnos lo antes posible hacia Micqueot, puesto que debíamos reunirnos con otro grupo de uniformados bajo el mando del Capitán Cross y partir rumbo a la isla de Notice, puesto que había un asesino sumamente peligroso suelto. Luego de leer la carta, se la mostré a mi compañero de elegante habla para que analizara la situación. - Nos vamos lo antes posible. Vienes con nosotros, Sandro. - le diría a nuestro recién conocido compañero para que nos siguiera hacia lo que sería el inicio de una trama sumamente misteriosa y peligrosa para todos nosotros.
Mi intensión era continuar charlando, pero entonces, uno de los marines encargados del área de comunicación entre cuarteles entró de manera apresurada, agitado y tomando un respiro una vez que entró al gimnasio. - ¡Lance-san! ¡Tic Tac-san! - exclamaba agitado el joven marine que parecía no tener buen estado físico dada la no mayor envergadura del cuartel. Luego de recuperar el aire, se acercó a nosotros con un papel. - H-Ha llegado esto... N-No luce bien. - comentaría sorprendido y algo asustado, intentando comprender cómo dos simples reclutas recibían un mensaje directo de un cuartel general más grande y de mayor fama. - Muchas gracias, Elvis Tec-san. - le agradecería a aquel marine que bien conocía hace varios años para recibir el dichoso comunicado, estaba curioso por saber qué ocurría.
La cosa no pintaba bien, debíamos irnos lo antes posible hacia Micqueot, puesto que debíamos reunirnos con otro grupo de uniformados bajo el mando del Capitán Cross y partir rumbo a la isla de Notice, puesto que había un asesino sumamente peligroso suelto. Luego de leer la carta, se la mostré a mi compañero de elegante habla para que analizara la situación. - Nos vamos lo antes posible. Vienes con nosotros, Sandro. - le diría a nuestro recién conocido compañero para que nos siguiera hacia lo que sería el inicio de una trama sumamente misteriosa y peligrosa para todos nosotros.
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Re: Tic-Tac! The time is running out ~ ! [Señor Tic Tac]
Tras contarles un poco mi historia y por que estaba allí, a ambos les vi con cara amigable y alegre lo que me hacía sentir muy cómodo con la situación, a pesar de que acababa de conocerlos y lo primero que había visto de ellos era como se zurraban.
A la vez ambos se dispusieron a contestar a mi sucesión de preguntas, solamente esperaba no haber sonado muy violento y maleducado por meterme donde no me llamaban, por haber tocado algún tema sensible para ellos, pero la verdad es que me interesaba saber cual era su propósito en la marina y el motivo por el cual estaban ahí. Así que mientras me contaban cada uno su historia yo intenté mantenerme lo más atento posible, no quería perderme ningún detalle de sus narraciones, ni aparentar que no me importaba lo que me contaban.
Al parecer uno de ellos, el que no era cyborg, también tenía a sus padres dentro de la marina, aunque su madre ya estuviera retirada, lo que me hizo sentir un feeling especial ya que, aunque salvando un poco las distancias, ambos estábamos allí mas o menos por el mismo motivo, nuestros propios padres nos lo había inculcado desde pequeños. El cyborg por su parte ansiaba poder proteger a todo el mundo de la misma manera en su pueblo natal, lo que me parece muy valiente y un gran gesto por su parte, ambos la verdad es que me hicieron sentir algo especial mientras contaban sus historias y yo no les podía quitar el ojo de encima mientras lo hacían.
Justo nada mas terminar, de hablar apareció muy apresurado un marine, lo que chafó mi intención de preguntarles por su nombre, ya que aun no lo conocía, pero por golpe de suerte el Marine los dijo "Lance" y "Tic Tac", ahora solo me quedaba saber a quién pertenecía cada uno, pero seguro que tendría tiempo de saberlo. Mientras yo pensaba el Marine les había entregado a ambos un papel con muy mala cara y algo grave. Resultó ser que debían ir a otra isla Micqueot a unirse a otro escuadrón de marines para cazar a un asesino muy peligroso allí, ambos empezaban a caminar hacia la salida cuando de repente el humano se giró y me preguntó si les acompañaba, yo a pesar de los nervios de mi primera misión y de un poco el miedo que da decidí aceptar sin dudarlo e intentando aparentar seguridad, no podía dejar escapar esta oportunidad y además iba con la mejor compañía posible hacia mi primera aventura como Marine.
A la vez ambos se dispusieron a contestar a mi sucesión de preguntas, solamente esperaba no haber sonado muy violento y maleducado por meterme donde no me llamaban, por haber tocado algún tema sensible para ellos, pero la verdad es que me interesaba saber cual era su propósito en la marina y el motivo por el cual estaban ahí. Así que mientras me contaban cada uno su historia yo intenté mantenerme lo más atento posible, no quería perderme ningún detalle de sus narraciones, ni aparentar que no me importaba lo que me contaban.
Al parecer uno de ellos, el que no era cyborg, también tenía a sus padres dentro de la marina, aunque su madre ya estuviera retirada, lo que me hizo sentir un feeling especial ya que, aunque salvando un poco las distancias, ambos estábamos allí mas o menos por el mismo motivo, nuestros propios padres nos lo había inculcado desde pequeños. El cyborg por su parte ansiaba poder proteger a todo el mundo de la misma manera en su pueblo natal, lo que me parece muy valiente y un gran gesto por su parte, ambos la verdad es que me hicieron sentir algo especial mientras contaban sus historias y yo no les podía quitar el ojo de encima mientras lo hacían.
Justo nada mas terminar, de hablar apareció muy apresurado un marine, lo que chafó mi intención de preguntarles por su nombre, ya que aun no lo conocía, pero por golpe de suerte el Marine los dijo "Lance" y "Tic Tac", ahora solo me quedaba saber a quién pertenecía cada uno, pero seguro que tendría tiempo de saberlo. Mientras yo pensaba el Marine les había entregado a ambos un papel con muy mala cara y algo grave. Resultó ser que debían ir a otra isla Micqueot a unirse a otro escuadrón de marines para cazar a un asesino muy peligroso allí, ambos empezaban a caminar hacia la salida cuando de repente el humano se giró y me preguntó si les acompañaba, yo a pesar de los nervios de mi primera misión y de un poco el miedo que da decidí aceptar sin dudarlo e intentando aparentar seguridad, no podía dejar escapar esta oportunidad y además iba con la mejor compañía posible hacia mi primera aventura como Marine.
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