Una bestia en la biblioteca [Pasado-Libre]

La calma reinaba en aquella ciudad del Gran Árbol gracias a que los individuos que llevaban a la Gaviota sobre sus espaldas decidieron establecer una base allí, los ciudadanos podían disfrutar tiempos de paz a cambio de tergiversar los antiguos acontecimientos, siendo un grupo tan minúsculo que sabían la verdad que eran callados a cambio de perdonarles la vida. ¿Pero a qué viene esto? Que la paz falsa que disfrutaban allí seria interrumpida por una especie bastante peculiar no humano ni otra conocida, sino algo nuevo para algunos y otros lo catalogaban erróneamente como un usuario de zoan sin saber el moreno a que se referían. Las huellas de una gran bestia con enormes garras, podían observarse yendo por el camino principal hacia la ciudad con paciencia y sin ningún apuro. Su albina cola se mecía de un lado al otro para que sus suaves orejas se moviesen un poco intentando captar los distintos sonidos de las aves, animales silvestres y como desde lo lejano el ruido de una civilización desarrollando su vida cotidiana se presentaba. Las personas que se toparon con ese animal solo gritaron por el medio para volver sobre sus pasos y advertir al resto de la peligrosa presencia, pero nadie les creía pues de donde sacarían que algo bípedo como si de un licántropo se tratase caminaba a plena luz del mediodía. Un poderoso aullido hizo acto de presencia sobre el horizonte acompañado por una enorme sombra que se acercaba hacia ellos y cada vez era más grande, hasta medir los dos metros. Los miedosos no tardaron en salir despavorido mientras los curiosos solo deseaban ver qué tipo de desenlace tendría aquello.-

Gehehehe ~ -Una sonrisa bastante ronca y picara provino del oji-azul que giraba su enorme cabeza observando con detenimiento a cada uno de los presentes.- Busco diversión y algo de comida -Mascullo sin obtener ninguna respuesta de su entorno, algunos miraban estupefactos como esa especie de monstruo podía hablar como ellos a pesar de poseer rasgos de una bestias como colmillos y garras, entre otras cosas.- Me agrada más la carne cruda y tierna. -Concluyo para que fuese malinterpretado como si desease comerse a los presentes y que el terror se apoderara de cada uno de los humanos, corriendo de prisa llevándose todo por delante y dejando los puestos vacíos. El mink no comprendía muy bien la situación, era algo torpe y bastante estúpido para darse cuenta del error que había cometido aunque tampoco pensaría demasiado en ello tenía unas prioridades bastante básicas como: saciar su estómago en primera instancia. El cual fue logrado gracias a que el aroma de la carne asándose lo dirigió hacia un puesto de comida a tan solo unos pocos metros de distancia de él. No era lo que esperaba pero serviría para saciar el hambre tomando dos enormes pinchos de carnes, comenzando nuevamente su trayecto hacia la gran biblioteca. Tomaría algo de dinero que encontró tirado como también husmeando en los diferentes negocios, tal vez los humanos de allí eran buenos y le habían dejado todo aquello como un obsequio, o ese era su pensamiento.-

Ahora necesito encontrar ese Árbol -Murmuro en voz alta y con la boca llena de comida hasta el extremo de que sus mejillas se expandieron lo más posible sin que nada más entrara allí. Tendría que buscar alguna alma caritativa que no huyese de él para preguntarle, o en el peor de los casos podría usar la fuerza para que soltase todo lo que supiese de ese peculiar Árbol Del Que Todo Sabia-[/b]

Si el niño entraba a las filas de la Gaviota era inevitable que sus caminos se cruzasen como enemigos, pues el Mink deseaba ingresar al bando que poseía mas libertinaje como también a las escorias más aborrecible de este basto mar. Esto lo sabía muy bien pero le pareció mejor ocultar este hecho hasta que no pudiese ocultarlo más llevando, probablemente, un enfrentamiento por la supervivencia. Aunque gracias al oji-azul este pudo seguir con vida un día mas ya que al encontrar absorto en su mundo, no se había percatado que se dirigía hacia un acantilado donde numerosas estacas lo esperaban al final, encontrando una muerte bastante horrible. Si -Fue lo único que mascullo para girar sobre su talón y tomar el camino de la derecha, sin poder echarse a reír en carcajadas, al oír como su interlocutor lo defendería en caso de que una trifulca. Solo le pediría una condición, mantener su lengua en su lugar para evitar mayores problemas.- Intentare mantenerme callado. No te aseguro nada. -Acoto para ahora permanecer en un absoluto silencio escuchando anécdotas del pasado trágico de su guía. Tal parecía que ser Mestizo en este mundo era algo aborrecible naturalmente y por lo tanto, no podían tener una vida tranquila como otras especies, sea cual sea siempre iban marcados con algo.-

Sus orbes se posicionaron en su pequeña figura que se acercó a un lado suyo para poder explayarse mejor, sin la necesidad de alzar la voz y que con eso atrajeran la atención de indeseables seres.- ¿Acaso en esa Isla Swallow existen más seres con alas? -Se apresuró a interrogar en cuanto escucho el nombre del lugar de su origen.- ¿Y en dónde queda? ¿Acaso en este mar? -Volvió a preguntar para saber un poco más del sitio en donde creció, escuchando como navegaba con sus progenitores. Algo parecido a él solo que ellos debían ser nómades a la fuerza por la personalidad explosiva del pequeño Mishael y que los humanos no soportaban ver a una Mink femenina caminando entre ellos. Y mientras más lo iba escuchando se daba cuenta que ellos no era tan diferentes a como se los veían, pues ambos compartieron experiencias malas en la niñez y por alguna u otra razón, perdieron a sus padres: uno a mano de la Marina y otro a manos de los Piratas, ese había sido el sendero donde decidieron separarse.- La primera impresión que das es la de alguien débil y enclenque, que solo con la brisa más calma de verano serias arrastrado como una hoja al viento. Pero por lo que me cuentas, eres más fuerte del o que aparentas. -Dijo sin pelos en la lengua, sin siquiera atreverse a mirarlo tal vez porque empezaría a congeniar con él.-

¿Acaso sabes cómo se llamaba la tripulación de Pirata que te hizo eso? -Concluiría preguntando lo que realmente importaba a los curiosos. Tal vez el trauma había sido tan grande y su mente decidió bloquear todo dato relacionado a ellos, aunque este solo se estaba adelantando demasiado sin tener mucha pista sobre esa hipótesis descabellada.-

Estaba cogiendo el camino mas largo en ese instante, solo por una razón. Y esa era simple, si la gente que estuviera en ese lugar veía al chico seguramente se asustarían y sería todo un caos. ¿Que intentaría mantener la boca cerrada? Bueno, al menos era mejor que un no tengo porque hacerte caso o algo así. Seguí andando por el bosque mientras escuchaba las palabras del contrario. -No, es una isla desierta, solo hay golondrinas ahí.- Dije mientras observaba al contrario sin dejar que esa sonrisa que me caracterizaba mas de una vez desapareciese. -Está en el mar del norte, no tiene mucho que ofrecer, pero es un buen lugar para vivir con calma.- Respondí ante sus preguntas, ya que era mejor hablar un rato mientras caminábamos, o realmente... acabaría durmiéndome del aburrimiento.

Y ahora decía eso sobre mi persona, que parecía enclenque, pero que parecía ser mas fuerte de lo que aparentaba por lo que le estaba contando. -Bueno, en una situación como esa, en la que cada día te duele el culo... y sabes que nadie te va a ayudar y tienes que hacer las cosas por ti mismo... es normal que hiciera esa locura de saltar al mar. Y a parte, necesito hacerme mas fuerte y casi siempre estoy entrenando cuando puedo.- Que solía ser cada día, por cierto. Aún así, no creía que eso fuera a ser suficiente para poder destrozar a aquellos piratas. ¿El nombre de la tripulación? Negué con la cabeza, pero si me acordaba de algo... su bandera era muy... pero que muy... rara. -Recuerdo que la bandera era un esqueleto con forma de plátano... y dos plátanos en forma de cruz detrás de este...- Era... tan extraño que ni siquiera yo me lo podía creer a veces, pero era así. Como para olvidar esa maldita bandera, al menos, el odio que les tenía a esos piratas hacían que los métodos de asesinato de otros quedasen en nada en comparación. -Eres fuerte... ¿te importaría ayudarme a entrenar? No creo que sea buena idea ir aún al árbol... y por cierto, ¿que tipo de archivos buscas? A lo mejor puedo ayudarte con ello si quieres.- Le dije con una sonrisa, puesto que ayudar al prójimo era una de las supuestas tareas que hacía la marina, ¿Cierto?

No pudo evitar mufar por lo bajo al oír que en ese sitio no se hallaba la isla de los seres alados, era muy bueno para ser cierto si le decían a la primera en donde encontrarlos encontrando solo aves de menor tamaño. Nada impresionante para su razonamiento. Aunque cada vez que lo escuchaba contar su pasado, los sitios de donde había nacido le hacía acordar más al suyo siendo inevitable que en algunos momentos, su mente se trasladara tiempo atrás, recordando distintas vivencias con sus padres yendo desde las más amenas hasta las terroríficas y que hicieron su personalidad más fuerte. Volvería al presente al notar como una brisa refrescante dio contra su moreno rostro dejando que algunos cabellos que se revelaban al ya de por si rebelde peinado, bailaran al compás de este. Este era unos de los sitios preferidos por alguien que prefería el caos y las peleas, el bosque no prejuzgaba a nadie que osara caminar entre sus senderos siempre y cuando no dañaran nada a sus pasos, o con ese concepto había crecido el Mink para manteniendo un gran respeto a la naturaleza. Cerro sus ojos por un instante inspirando el aire puro del ambiente, inflando a la máxima capacidad su pecho para soltarlo con un sonoro soplido.- Esto es vida ~ -Dejo acompañar aquella frase en voz alta, tratándose solo de un pensamiento que escapo de su mente hacia sus labios de forma involuntaria.-

De pronto detuvo su marcha y sus ojos se abrieron como platos dejando que el pequeño tomase la delantera por unos pocos pasos antes de siquiera poder abrir la boca, ante la sorpresa que le provoco aquello.- ¿Dolor en el trasero? -Murmuro con un tono apenas perceptible para el oído humano, pues hasta para él era un tema delicado si es lo que estaba pensando.- Oye .. Touyu ... acaso tu ... -Casi más estuvo a punto de meter la pata al preguntarle si esos piratas habían hecho algo más que cortar una ala con él, pero la vergüenza que debería sentir y el ser un tema delicado, impidieron que siguiera con su pregunta dejando a la interpretación de cualquier cosa menos a lo que querría referirse.- Piratas dedicados al contrabando de seres vivos y que llevan en su bandera una especie de plátano con más de estos ... Interesante, creo que será fácil obtener algo de información. -Analizo cada una de las pistas otorgada por el niño uniéndolos finalmente en algo que su mente pudiese imaginar y crear un posible enemigo, porque si este lo llevaba al destino correcto podría pagarle con la captura del capitán de esa tripulación para que este pudiese hacer con él lo que le plazca. Pero no le diría nada, solo sería algo que llegado su momento revelaría si era necesario.-

Ahora mismo no puedo ayudarte con tu entrenamiento. -Negó con su cabeza para ponerse a la par de este y continuar con la caminata hacia el Árbol del Conocimiento.- Dicen que el Árbol Que Todo Lo Sabe, así como dice su nombre, tiene todo el conocimiento de este basto mar; y junto a que si es verdad que la Marina guarda todos los registro de aquellos seres que atrapan en nombre de la Justicia, tal vez podría encontrar alguna pista del paradero de aquella persona. -Termino de hablar dando a conocer un poco su objetivo a una criatura que oso abrirse a él, contándole algunas experiencias horribles de su pasado. Pero Mishael no era como el pequeño, su personalidad altanera y buscapleitos se contrarrestaba con algo, su deseo nulo de que las personas supieran de su ser.-

Parecía que el otro iba a preguntar algo, aunque acabo callándose solo diciendo lo que había dicho. ¿Una manera de reorganizar toda la información que le había dado? Posiblemente, pero tampoco iba a preocuparme por eso. Solté un suspiro, no tenía ningún reparo en contarlo, pero siempre que lo hacía mas de una vez salían esas ganas enormes de matar a alguien. Y eso desde luego quería evitarlo a toda costa, seguí caminando por el bosque mientras seguía escuchando lo que el contrario decía. No sabía si aquellos piratas realizaban esa clase de contrabandos, pero tampoco quería seguir con ese tema. -Si, el bosque es uno de los mejores lugares de la isla, es perfecto para entrenar y no molestas a nadie, además, a veces puedes hasta jugar con algún animal.- Mencioné sin dejar de andar y esperando que el contrario no se perdiera ni acabara causando problemas.

-Vaya, es una pena... yo que pensé que podría hacerte de guia... pero si no vas a querer entrenar... tendrás que buscarte a otro.- Dije soltando un suspiro decepcionado para luego sonreír al contrario y sacarle la lengua. -Bromeo, voy a guiarte, pero me vas a deber un entrenamiento otro día.- No me estaba metiendo con él, pero desde otro punto de vista, quizás era lo más parecido que estaba haciendo. Escuché las palabras del contrario, algo sobre una persona y que la estaba buscando. -Pierdes el tiempo, estuve ahí en ese árbol pero solo hay archivos de las islas realmente, busqué información sobre aquella banda de piratas y no encontré nada.- Dije para luego pararme y apoyarme en un árbol para sentarme.

-Pero viendo lo visto, cuando me alista a la marina, buscaré información sobre esta persona que buscas.- Le dije para luego levantarme de nuevo y seguir andando, el árbol ya estaba a pocos metros de nuestra ubicación y había una base marine cerca. Me acerqué a estos y amablemente les pregunté si nos dejaban entrar. Se sorprendieron al ver a mi acompañante, pero por suerte, les dije que era un amigo y que era inofensivo a pesar de su tamaño. Nos dejaron entrar, así que nada mas entrar me giré al chico para decirle una cosa más. -Voy a volver a rebuscar por toda la zona, a ver si encuentro la información que quiero, cuando tu acabes... simplemente ven a buscarme.- No iba a hacer que esperase fuera y tampoco en un sitio, era mala idea por lo que estaba viendo.

De ninguna manera se hubiese esperado que el niño reaccionara de forma negativa, en cuanto el moreno desistió a su petición de entrenar. Esto provocaría que el muchacho se reformulara la pregunta y ver que tanto tiempo contaba en su espacio, pues su prioridad seria recaudar información antes de estar tonteando de esa manera pero rápidamente, su interlocutor dejaría entrever que se trataba de una broma, exhalando aliviado por ser así, mas su rostro cambio inmediatamente porque no le gusto para nada.- Con eso no se bromea, niño. -Dijo con un tono serio, el ceño fruncido y una expresión de pocos amigos. Demostrando que las bromas no eran de su agrado si estaban dirigidas hacia él. No se atrevería a mirarle, más se debería sentir augusto consigo mismo porque en ese estado el Mink lo ignoraría completamente pero, sentía la necesidad de contestarle a su respuesta.- Si allí no está algo como la ubicación o alguna información de esa banda entonces no es el Árbol Que Todo Lo Sabe. -Mascullo aún más molesto producto de que sus esperanzas estaban decayendo, pero rápidamente recordaría aquello que necesitaba decirle.- Pero a veces es mejor preguntarle a un delincuente donde se encuentra el otro, esta es la mejor información que podrás hallar. -Concluyo con ese tema para notar como finalmente habían arribado al sitio que tanto anhelaba.-

Un Majestuoso Árbol de proporciones gigantes se alzaba sobre la tierra sin que la población local pudiese disfrutar de su sombra o frutos debido a que los Marines se encargaban de custodiar fuertemente el lugar, sin saber realmente el motivo de aquello. Con un rostro de poco amigos observo la fisionomía de quienes resguardaban la entrada, dejando hablar a su compañero andadas. Ante su sorpresa la entrada no se le fue negada y les permitieron el ingreso a ambos, pero con la condición que no estropearan nada y que dejaran todo en su sitio. Su cola empezó a moverse de un lado al otro, denotando la alegría que esto le provocaba para apresurar su marcha hasta ingresar en el interior del mismo y notar como una enorme biblioteca adornaba el lugar hasta donde la vista se perdía.- No ... puede ... ser ... -Exclamo, a lo que uno pensarían contento y feliz, pero no; el humanoide se encontraba rodeado de los únicos objetos que nunca tuvo la capacidad de comprender, libros. En su niñez le han querido inculcar la filosofía del saber y de irse a mundo imaginarios por este método, pero nunca fue capaz de siquiera leer una palabra.- S- Se ... -Respondió al comentario del pequeño separándose por el momento, para que ingresara por el pasillo central y su cabeza girase ante la enorme cantidad de esas hojas.-

Claramente en su rostro se reflejaba decepción y confusión; su andar era desanimado, dejando caer sus brazos que se balanceaban de un lado al otro con cada paso que daba.- Yo esperaba ... Un ser viviente que me respondiera a mis dudas ... no este ... -Exclamo con tristeza para agarrar el primer libro y ojearlo un poco, percatándose que no había ningún dibujo en sus hojas, arrojándolo al aire acompañado por un aullido. Se encontraba en un callejón sin salida.-

Había sido algo desconsiderado, nunca imaginé que le iba a sentar mal esa broma. Volvió a llamarme niño, no, iba a controlarme... un poco esta vez. Solté un suspiro escuchando cada palabra del contrario, analizándola para comprender lo que me trataba de decir. Lo miré de forma despreocupada y con algo de curiosidad a lo mejor. -Para empezar, se llama el Árbol del Conocimiento porque hay varios archivos con un montón de información detallada sobre la historia y el mundo.- Esa la primera, que no se hiciera esperanzas, yo me las hice una vez para acabar con las manos vacías, una mañana desperdiciada en la que podría haber entrenado si llego a saberlo.

-Y por lo que cuentas, o tienes amigos que son delincuentes, o eres uno, una de dos... en cualquiera de los dos casos, aún no soy marine, así que mientras no entorpezcas mis objetivos, puedes hacer lo que te plazca.- Le sonreí, pero estaba claro, que si intentaba algo que no me gustaba, acabaría cojo. Y no tardamos mucho en entrar, aunque el contrario no parecía muy contento. Mientras él iba por un pasillo, yo iba por otro. La verdad, fue algo difícil convencer a esos marines, tuve que decirles... ¿como cincuenta mentiras en una sola frase? Que eramos huérfanos y esperábamos encontrar información sobre una medicina que ayudase a curar a nuestros hermanos mas pequeños. Sin duda, esa era la mentira menos creíble que había contado hasta ahora, pero bueno, se la tragaron así que... mejor para mí.

Empecé a ojear los libros que tenían información sobre tripulaciones piratas y todo eso. Pero no había ninguna pista de la que yo buscaba, era lógico, solo debían haber informaciones de las tripulaciones mas famosas en esos tiempos o de las que habían hecho historia. Solté un suspiro para dejar ese libro en su sitio, solo para escuchar un aullido luego. ¿Era Mishael? Debía ser él, seguramente le había pasado algo así que me apresuré a ver que estaba pasando ahí. Simplemente, una cosa que no me esperaba y deseaba que no fuera así, pero viendo como se había comportado el otro... no le veía ninguna otra explicación.

-No sabes leer o acaso no te gusta, ¿verdad?- Dije con una mirada incrédula mientras lo observaba. Volví a soltar otro suspiro mientras empezaba a caminar. -Sígueme, será más rápido así y de paso podré volver a ponerme con el entrenamiento.- ¿Molesto? Hombre, lo estaba un poco, considerando que fue él el que me pidió guiarle hasta este lugar para luego simplemente no encontrar nada. Salí del árbol y me acerqué a los marines con una sonrisa amable. -¿Has encontrado lo que buscabas? Espero que tus hermanitos se recuperen pronto.- Dijo aquel hombre con uniforme, la verdad, seguramente ni le importaba mi vida, pero intentaba hacer ver que era un buen marine. Asentí ante su pregunta para luego volver a hablar. -Por cierto, mi hermano mayor está buscando una persona, ¿nos podrían ayudar?- Le pregunté mientras observaba si el otro me había seguido o no.

Triste se encontraba el lobo al ver que su plan se había ido por la borda, debido a que nunca se hubiese percatado de la realidad de ese sitio, la cual era una enorme biblioteca. Tomo otro libro para intentarlo descifrarlo pero la inexistencia de dibujo en sus hojas, provoco que se mareara por la gran cantidad de letras hasta dejarlo caer justo enfrente de sus pies. Escucho como los pasos de su compañero se acercaba hacia su posición hasta encontrarlo enfrente preguntándole algo por demás de obvio.- Nunca he aprendido a leer ni a escribir. -Se lamentó con un timbre melancólico mezclado con algo de furia por encontrarse tan cerca pero debido a su debilidad, no era capaz de avanzar.- Nunca hubiese imaginado que el Árbol del Conocimiento sería una biblioteca ... ¿A quién demonios se le ocurre llamarlo así? Por qué no algo más sencillo como Biblioteca dentro del Árbol? -Se excusó pero era evidente que la ignorancia, la incredulidad y el excesivo entrenamiento a sus músculos pero no a su mente predominaba en grandes cantidades, en ese moreno ser.-

Con una postura melancólica seguiría al joven hacia la entrada, donde esos Marines le habían permitido la entrada, para realizarle un par de preguntarle haciendo más fácil su búsqueda. Es un genio. -Pensó para si mismo. El caballero asintió ante el interrogante del pequeño para que fuese el Mink quien se adelantase, dando un paso y tartamudeando en primera instancia al no saber muy bien que preguntar, ya que estaba a punto de revelar que era un familiar de la persona a quien buscaba, quien llevo una vida llenas de crimines antes de que naciera.- Estoy buscando los registros de aquellos Piratas que hayan atrapado en New World. Posiblemente eso nos ayude a buscar más pistas de la cura hacia nuestros hermanitos. -Se excusó al final porque la expresión que había puesto el sujeto, era más que obvia, extrañeza total hacia el interrogante de ese muchacho. Pensaría unos segundos antes de dar su veredicto final.- Lamento informarles niños que esa información no haya en este lugar. Nuestra jurisdicción son los Blues y algunos Sitios de Grand Line, esa información está afuera de mi alcance. -Se excusó el hombre mientras acomodaba con más firmeza su rifle contra su hombro.- Para ello necesitas viajar a los cuarteles de New World, aunque niño ... para acceder a esos documentos si o si necesitas ser un Marine y más de alto cargo. Para los civiles está restringida esa información. -Concluyo. Era más que evidente ese punto pero el Mink desconocía con que jerarquía o reglas se manejaban los humanos y las distintas instituciones gubernamentales.-

Si es asi ... Entonces no tengo nada más que hacer aquí. -Su viaje a esa isla no había dado ningún fruto, solo mas inconveniente en obtener información de esa persona. Dejo escapar un suspiro largo y prolongado, para darle la espalda molesto a todos los presentes dando unos pocos pasos alejándose de ellos.- Touyu ... ¿Tu tienes que preguntar algo más? -Cuestiono con un timbre molesto. ¿Ahora que debería hacer?-

Vaya, así que no había aprendido a leer ni a escribir. Me hubiera gustado pensar que eso era raro, pero para mí, desde luego no. Al fin y al cabo, si habían personas que sabían leer y escribir, debería haber otra que no. Intenté contener mi risa ante sus palabras, realmente tenía razón, pero... -Porque biblioteca dentro del árbol... queda raro y no suena muy bien, por lo que no atraería a mucha gente para hacer turismo.- Le respondí con una sonrisa ante sus quejas molestas y bueno, faltaba ver como conseguir completar mis objetivos en ese instante.

No parecía que fuera a entrenar conmigo así porque si, pero tampoco parecía ser de los que se tomaban muy bien las bromas. Tras salir, el contrario preguntó a esos marines algo que hasta a mi me extraño. Pero me daba alguna pista de lo que podía hacer... entrenar, alistarme a la marina y conseguir el rango mas alto. Y tras la respuesta de aquellos marines observé al otro irse algo molesto no sin antes decirme si tenía que preguntar algo. -No, igualmente, cuando me aliste a la marina y consiga mas cargos puedo encontrar esa información.- Dije con una sonrisa mientras lo miraba con algo de optimismo. -Y de paso, podré buscar información sobre esa persona, hermano.- Era mas que nada para que se lo creyeran lo de nuestros hermanitos. Luego me fui y le hice una señal al otro para que viniera. Seguía andando por el bosque. Quizás el contrario tras esa decepción se iría de la isla, pero podía darle unos cuantos consejos antes.

-Solo voy a darte una idea, total, no pareces malo ni nada de eso, a parte... si hubiera llegado a saber que eras alguien en quien no podía confiar... te hubiera guiado hasta ese acantilado con pinchos... y esta vez... si que no es broma.- Dije con una sonrisa mientras me volvía a apoyar en un árbol y me sentaba en el suelo. -No se si se te habrá ocurrido, de intentar infiltrarte en la base de la marina del New World y buscar esos datos... aunque claro, necesitarías robarlos y buscar a alguien que pudiera leértelos, o siempre podrías aprender a leer. En cualquiera de los dos casos, siempre hay mas de una opción, así que puedes pensar en aliarte con algún pirata o revolucionario, o lo que sea que busque esos archivos.- Hice una pequeña pausa para agarrar con firmeza la empuñadura de mi katana y observarlo fijamente a los ojos. -Yo haré lo que pueda por mi parte, mientras no llegues a entorpecer mis objetivos, podrás seguir viviendo libre un día más.- No estaba bromeando, pero tampoco era una amenaza, era un... consejo por así decirlo.

Su cuerpo se movía por inercia siguiendo la pequeña figura que estaba adelante suyo sin saber muy bien a donde se dirigían, lo cual tampoco importaba demasiado pues su mente se encontraba en otro plano, pensando en las distintas maneras de obtener esa información en un sitio mucho más resguardado que el Árbol del Conocimiento. Su trance se rompería con al oír la voz ajena, ladeando su cabeza para re-agrupar sus ideas y empezar a escuchar en silencio cada una de las palabras que salían de su boca. Apoyo su espalda contra un árbol cercano para cruzarse de brazos, expectante a cada analizas que realizaba con lo vivido entre los dos atinando en grandes medidas el futuro accionar del moreno.- No soy una criatura bondadosa pero tampoco maléfica, hago lo necesario para sobrevivir en este mundo con lo que tengo a mi alcance. -Se excusó, en cierta medida, porque no estaba del todo equivocado pero tampoco estaba dando en el punto exacto del bando que pertenecía ese ser salvaje.- Y por ello, es más que obvio lo que voy hacer. Enfrentarme a enemigos poderosos con el fin de adquirir fortaleza y poder llegar a cumplir ese deseo, pero sé que ese es un suicido hacer tal proeza solo por ello ... Buscare hombres, mujeres, compañeros que compartan mi ideal y me apoyen en mi causa. -Era más que obvio que las declaraciones humanoide era una declaración hacia la piratería, un crimen que sería pagado con la cárcel. Pero ello no le importaba en lo más mínimo, pues su objetivo sería adquirir conocimiento para tal hazaña, ya sea desde lo mental hasta la fuerza, técnicas que le permitan salir con vida.-

Más temprano que tarde llegare a New World y, en el mejor de los casos, secuestrare a un Marine para negociar por dicha información. Eso ya se verá en el momento, pues es un futuro bastante distante por ahora. -Viendo que ya no tenía nada más que hacer con el niño se irguió de aquel árbol, limpiándose la suciedad en su parte trasera, caminando en dirección hacia el muelle con toda la paciencia del mundo.-No hay necesidad de algún entrenamiento entre los dos. Tarde o temprano nuestros caminos se cruzaran y allí podremos divertirnos a nuestra anchas. Hasta entonces, Touyu. Gracias por lo que hiciste hoy. -Aquella sería una despedida entre ambos jóvenes que por azares del destino se cruzaron en Ohara, empezando a cursar dos caminos diferentes: el del crimen y el de la justicia. Esperando que el mañana se encargase de juntarlos nuevamente.-

Tras alejarnos un poco de aquellos marines y haber dicho yo mis ideas y consejos a ese chico, este empezó a hablar. Se parecía algo a mi por lo que decía, yo tampoco me consideraba alguien bondadoso, y tampoco una persona maléfica... bueno, eso último quizás en raras ocasiones se podía ver una pizca de maldad en mis palabras. Aunque intentaba controlarlo. -No me extraña, total, hasta yo que quiero alistarme a la marina creo que hay corrupción en ella. No estoy del todo seguro, pero... si hay gente que se une a la marina por el deber, también debe haber otros que lo hacen por otras metas.- Dije con una sonrisa ante sus palabras, y la verdad... ¿era algo raro que alguien que quisiera unirse a la marina pensara eso? Pues podría ser, pero no iba a descartar todas las posibilidades.

-Entiendo, es un buen plan la verdad y supongo que cuanto mas contactos tengas mas fácil te va a ser encontrar a esa persona.- Le sonreí de nuevo mientras me alejaba del árbol y me preparaba para irme también. ¿Secuestrar? La verdad... o una de dos, o era demasiado tonto o no lo había pensado del todo bien, o incluso se creía muy fuerte. Al menos, era alguien majo y no me negaba la oportunidad de divertirme con él cuando nos cruzáramos de nuevo. Alce la mano para despedirme del contrario y luego irme directo a casa. Tendría que explicarles cualquier mentira a los ancianos o a saber como reaccionarían. Solo esperaba que no llegase a secuestrarme a mi si por alguna de estas acababa ganando fuerza y experiencia, y me asignaban a una de esas bases. No por nada, si no porque acabaría arrancando su carne a mordiscos si hacia falta.