Un acontecimiento para un futuro [Pasado - Rose]

Una nueva isla a visitar en mi viaje a los Blues, descendí desde el Grand Line y sinceramente me resultaba un paseo cada lugar al que iba, muchos novatos en cantidades industriales, no es que fuese el mejor, pero estaba por encima de la media. Ampliaba mis dominios de Caza, pocos eran los que se escapaban de mis garras. Sin embargo me encontraba en una isla dominada principalmente por el Gobierno, fácil de darse cuenta por las patrullas de marines por la calle, los piratas, si es que había, estarían mas ocultos, en suburbios o similar... No tendría demasiada acción por la seguridad del reino.

Recién llegue a la isla, dejando a mis espaldas el astillero. Caminaba por uno de los caminos del puerto vistiendo con mi clásica indumentaria para evitar llamar al atención, con una sudadera amplia y grande para ocular mis amplias alas negras, cuya capucha estaba puesta para que mi rostro no fuese tan visible y obviamente los cuernos de mi frente, unicamente se visualizaba una sombra oscurecida de la silueta de mi rostro y el resplandor de mis ojos cuyo iris son blanquecinos. Las miradas de algunas personas se centraban en mi, como diciendo “un forastero...” un desconocido que ocultaba lo máximo posible su rostro y sus rasgos. Mis pasos fueron conducidos hasta una zona comercial donde bastantes civiles la poblaban, compraban frutas, patatas; pero yo no quería solo eso, sino también abastecerme de municiones para las balas de cañón del barco y las armas de mis compañeros que les pagaba por sus servicios, pero en una ciudad gobernada por marines no venderían armas obviamente... Tendría que buscar en el mercado negro, contactar con alguien, moverme por los bajos fondos. Pero ya que estaba aquí...

Me acerqué a una tienda que vendía barriles de todo tipo, ya fuese con ron, cerveza como incluso agua para los viajes en la mar. El local estaba vacío y el hombre regordete de mediana-avanzada edad, el dueño seguramente, estaba en la puerta fumando un puro. Detuve mi caminar al ver el cartel y me interesaba, girando mi cuello hacia la derecha y acercarme en dos pasos quedando de lado a par de metros, sin buscar contacto visual directo. -¿A cuanto el barril de agua?- Tras mi pregunta aquel sujeto dio una amplia calada a su puro para acabar expulsando todo el humo en mi dirección cubriendo mis alrededor, no tosí, estaba acostumbrado. -Para ti... a 10 mil berries el barril.- Quizás un poco caro, pero no se le veía muy agradado de tenerme como cliente, casi que buscaba espantarme.......

-¡Sonrían! ¡Recuerden sonreír siempre! ¡Sayonara!!- Decía para colocar la guadaña en mi espalda y cargar con cuidado una bolsa mediana la cual estaba llena de dinero y joyas. Terminaría saliendo por la ventana del edificio aterrizando unos cuantos metros de altura flexionando mis piernas para amortiguar la caída. –¡Fue una gran colecta la de hoy!- Soltaría una pequeña risita  colocando un rostro genil para comenzar a correr. Pronto los gritos se harían presente por todas partes. -¡Ladrona!! ¡Ladrona deténganla! ¡Detengan a Red Rose!!- Gritaban a los cuatro vientos las personas afectadas del pequeño centro comercial, era pequeño pero pude sacar lo suficiente. Yo me encontraba corriendo a todo lo que daba con mi bolsa. Mantenía esa típica sonrisa amable en mi rostro, realmente disfrutaba esto, es divertido estar en persecuciones. Total, no por nada me dicen la gran Red rose. - ¡Atrápenla! ¡Deben detener a la ladrona!- Los civiles comenzaban a a alarmarse por lo que yo debería tener cuidado también. -¡Rayos! Parece que están muy molestos… Pero si no robe mucho… Solo mira esta bolsa.- Decía de manera normal y tranquila, como si no hubiese pasado algo muy malo.

Había pasado un tiempo que llevaba corriendo con la bolsa y siendo perseguida por varios civiles pero… Ahora el numero había aumentado a un grupo tan grande que era una turba enfurecida. Se escuchaban los gritos, disparos, y golpeteos de los pasos detrás de mi. Por suerte mia yo era muy rápida lo suficiente al menos para tomar una buena distancia y ventaja de ellos y esquivar sus ataques. Parece que a cualquier lugar que piso termino siendo perseguida por una multitud o por algún tipo raro … Realmente tengo al esperanza de que hoy sea mi dia de suerte, me fue bien con este botín, solo debo deshacerme de la muchedumbre, esconderme un rato y largarme de la isla. ¡Simple! Estaba corriendo en una alargada calle, mi meta el bosque. Ahí  me podría ocultar un buen tiempo, soy buena en junglas y bosque, entrene durante dos años en ellos. Chocaba con un grupo de civiles que había en un pequeño mercado, rayos por que se atraviesan. -¡Permiso permiso! ¡Gracias disculpe! ¡Lo siento!- Decía mientras chocaba a la gente, la cual se asustaba un poco al ver que tenia una guadaña de dos metros y bueno… También al turba enfurecida que me perseguía a toda mecha. Por suerte pasar por ese mercado mejoraría mi situación, de manera que me daría mas chance de escapar. -¡Detengan a esa chica de la guadaña! ¡Es una ladrona y ademas es la pirata Red Rose! ¡Detenganla!- Aunque pronto los gritos de la turba enfurecida se harían presente alertando y levantando malas miradas de los civiles hacia mi y haciendo que algunos intentaran detenerme y unirse a la tuba… -¡Oigan basta! ¡Paren ya! ¡Estoy segura que aquí no hay mas de 1 millon de berries! … O quizás hay 5 no lo sé pero…. ¡No es para tanto!- Me quejaba por la exageración de la gente… Tanta cólera por tan poco dinero vaya…

-Psss...- Expresé al escuchar el precio tan desorbitado del barril de agua. -Gracias, no me interesa.- Obviamente demostraba mi desinterés por ese timo. Sin embargo un inmenso ruido se hizo presente en la calle principal, bastante jaleo se hacia presente, haciendo que me girase quedando de lado al centro de la calle y observar de reojo. Una joven portando una guadañas a sus espaldas que arroyaba con la gente a su paso en la carrera en una huida. A lo lejos, a las espaldas de la mujer con una diferencia de ciertos metros una turba enfurecida con pistolas, orcas y si fuese de noche antorchas. Los gritos que exclamaban dicha muchedumbre era bien clara. La acusaban de robar. “Humm... pirata.” Mencioné en mi cabeza, repitiendo la palabra que gritaron, resultando ser aquella chica una pirata ladrona lo que conlleva... dinero.

Unirme a la turba seria una novatada, luego, son civiles enfurecidos, no saben cazar y obviamente ellos no darán dinero, quien lo entrega es el Gobierno y no estaba dispuesto a compartir. Con un caminar rápido me introduje en el primer callejón posible para evitar la mayor cantidad de gente posible en los alrededores, miré a la izquierda y derecha para comprobar que no cerciorarme que no hubiese nadie. Flexioné las rodillas y salté sobradamente a lo mas alto de una casa llena de flores y jardines en su azotea, una decoración propia en esta isla y concretamente en la ciudad del sol. Mantenia mi sudadera colocada, pues mi idea es viajar de azotea en azotea, para observar la persecución desde las alturas, la lejanía y en las sombras; mi estilo de caza. Observación, estudio, sigilo e ir aproximadamente cada vez mas para acorralar el paso.

Emprendí el primer salto hacia la segunda azotea para correr cerca del borde, intercalando mi mirada en el suelo para correr y no chocarme y luego en la chica para visualizar por donde corría, cuando giraba y por donde se adentraba para no perderla de vista y continuar la persecución evitando ser percibido a todo momento. Mi esperanza en este caso trataba en desearle suerte a la muchacha, con el propósito de que lograse disuadir a la turba, si realmente era buena robando, también lo seria huyendo de civiles como lo serian ellos. Cuando intercalaba la mirada de la mujer al frente, podía vislumbrar como al final de la ciudad, a las fueras se encontraba un bosque por el que seria fácil esconderse. “Interesante” Entendía, o eso creía, el lugar al que pretendía huir, lugar que seria... mi terreno, mi zona de caza.

La calle era larga y a los lados habían callejones y negocios así que decidí irme por uno de los tanos callejones que habían a mi siniestra. -¡Ni creas que escaparas por ahí maldita!- Gritaban los Civiles enfurecidos, y los muy tontos decidían seguirme. Ahora vendrá mi plan B. Este callejón que escogí, no lo hice por mera coincidencia, en mitad del mismo había otro que conectaba con otro mas, tomaría la dirección de mi diestra, asi retomaría la dirección original que seria ir a las afueras de la ciudad. Correría rápidamente hasta un contendor de basura, donde había un saco igual al que llevo. Lo sujetaría con fuerza y lo lanzaría hacia atrás. Tomaría el que tengo de manera que lo sujetaría con mis manos y apoyaría en mi pecho y correría. De esta manera, ellos no verían que lo tengo y creerían que he soltado el botín. -¡Nuestras cosas! ¡Cuidado idiotas, no toques lo que no es vuestro! ¡Oye! ¡Eso es mio!- Se peleaban entre si mientras se amontonaban los unos a los otros reclamando por lo que era de uno y otro. Pero ninguno había abierto el saco. Cuando finalmente se calmaron y abrieron el saco, solo encontraron un dibujo de mi sacándoles la lengua que decía “Sayonara crédulos con amor Ruby” -¡MALDITA RED ROSE! ¡TE JURO QUE TE BUSCAREMOS HASTA EL FIN DEL MUNDO!!!- Gritarían dominado por la cólera, por mi parte ya yo me encontraba tan lejos, que estaba saliendo del pueblo y adentrándome en el bosque.

-Shihiiihihihih Ya me he librado de ellos.- Decia de manera contenta con una gran sonrisa en mi rostro, finalmente habia llegado al bosque. Estaba totalmente confiada de que ya no tendría problemas, es un lugar amplio lleno de tantísimos arboles. Les tomaria horas incluso días atraparme aquí. Ahora solo debo ir hasta mi escondite, y esperar a que se aburran de buscarme y largarme de esta isla. ¡Otra victoria para la valiente y temerosa Red Rose!

Una casa tras otra, saltando entre las sombras evitando miradas indiscriminadas llegué a un punto en el que mi persecución acababa una casa por detrás de la ladrona, las miradas de los civiles se centraban sobre todo en ella, no alzaban la vista, la fémina de vez en cuando miraba a sus espaldas a sus posibles captores pero no hacia arriba, las azoteas eran mías. La pirata se detenía en uno de los callejones del lugar, en un contenedor de basura del cual sacaba un saco igual al suyo, mi posición quedaba a sus espaldas en la casa de al lado, donde posaba mi mano derecha con la garra en el borde o muro a la altura del pecho. Quedaba algo pensativo sobre cual era su plan, sobre todo al arrojarlo en mitad del camino e irse, llegando pocos segundos después los civiles para pelearse cual animales sin cabeza hasta darse cuenta del engaño. En ese momento negué con la cabeza ante la decepción de estos ciudadanos, un nuevo salto di hacia una casa, para continuar la pista de la mujer.

Mis ojos nunca se despegaron de ella... ni de su retaguardia. Acabé en la ultima casa que daba a la periferia del lugar, en la entrada del bosque, un inmenso numero de árboles de considerable tamaño son los que nos separaba, pero me gustaba iniciar un seguimiento desde las alturas. Mientras ella se alejaba corriendo, bosque adentro, yo di un potente salto, para llegar a una alta y gruesa rama, la cual agarré con las manos y tiré de mi para subir del todo, sin ninguna perdida mas de tiempo reanudaba la carrera de rama en rama, de árbol en árbol, tras la ladrona.

Su camino trazado no me resultaba difícil de seguir, de hecho lo veía bastante evidente. Mi velocidad era superior, los metros se acortaban mas y mas hasta que acabé casi en paralelo a ella desde una altura interesante. En ese momento unas palabras emergieron de la boca de la mujer, cierta confianza se notaba en ella. Un salto en diagonal descendente por mi parte, dejándome precipitar sobre la ladrona. -No de todos.- Palabras en respuesta a la confianza de ella para sorprenderla, desde su perspectiva podría ver a un hombre encapuchado con sudadera. Estiraba mi garra derecha ligeramente hacia atrás como si cargase el golpe, teniendo toda la intención de caer con todo mi peso sobre ella y mi garra como objetivo su cabeza para estamparla contra la dura tierra húmeda del bosque. Pero realmente con mi respuesta la había avisado, también porque quería jugar, ver realmente de que era capaz, darle caza y noa cabar rapido... De si será una presa digna.

¡Vaya Vaya! ¡Otro cimen perfecto  para la gran Red Rose, de verdad estaba realmente emocionada, adoro robar y salirme con la misa, eso les enseñara de lo que soy capaz yo. Una chica joven a la cual siempre subestiman. Como dije, no soy tan tonta como ellos creen. ¡NOOO! Yo he planeado todo a la perfección, el robo, el cambio de bolsas y el venir hasta el bosque. ¿Van  a negarme que fue un mal plan? Fue tan estúpido que funciono. ¿Por qué? Porque la gente no cree que una “Niña bonita” sea capas de hacer tales hazañas. ¡Ilusos ingenuos! Pronto la gran red rose les demostrara de lo que un poco de imaginación y fe, pueden lograr. Aunque por suerte mia… No todo seria color de rosa… No todo seria color de rosa…. Escucharía un sonido que era una contradicción irónica a mis palabras. -¿Huh? ¿Ah?- Voltearía toda despistada para ver como una bestia con garras y encapuchada vendría hacia mi desde arriba, terminaría saltando unos cuantos metros hacia atrás aunque dada a que no pensé muy bien las cosas termine resbalando y arrastrándome por el suelo. Me levantaría poco a poco Sobando mi cabeza. –¿Qué fue eso?? Ayy….. Mi lindo traje esta manchado de tierra…. ¡Espero que estés feliz! Imbécil…..!- Diría totalmente enojada, pero luego voltearia  miraria mejor para ver la figura de un sujeto corpulento, bastante alto y con garras y una apariencia de que no es nada confiable…

-¿Eh? ¿Quién eres tu, de donde saliste?- Fue lo primero que dije al verlo, para acto siguiente el hombre de la capucha se pusiera en posición de combate o eso parece… -Oye amigo… Te ves enojado o algo asi… ¿Solo son ideas mías? Bueno…. Sabes que… Me estas asustando…- Decía mientras retrocedía un poco hacia atrás lentamente para tomar distancia, pues, mi arte de combate depende de ella. Una guadaña con un palo de apoyo de dos metros, ideal para acabar con sujetos raros acosadores de bosques. -¿Quieres una parte del dinero? Pues busca tu dinero, este es mío, me esforcé mucho para robarlo.- Decía mientras abrazaba mi bolsa y le sacaba la lengua. Al final, terminaría colocándola con cuidado en el suelo, alejándola un poco de ambos. –Bueno  Garritas-san, no sé qué problema tienes conmigo, pero tus garras y aparición no me dan buena espina. – Decía mientras lentamente sacaba la guadaña del broche de mi espalda, de manera que dejaría caer el pesado metal sobre el suelo y ese se fracturaría un poco. –Supongo que debes ser otro  marine o  cazador novato que se quiere hacer famoso capturándome… Pues para tu información te informo que has sentenciado tu muerte. –

Comenzaba a caminar a los lados del hombre, manteniendo una distancia de 3 metros de el siempre. Mientras daba cada paso giraba el arma con una gran precisión y habilidad, eso seguro lo espantara. -¡Bien! Sere honesta contigo, estoy de buen humor, si te vas, podrás tomar unos cuantos berries y no te lastimare. ¿Tu nee chan no es tan mala cierto?- Sentencie finalmente al hombre parándome a 4 metros de el, y colocándome en posición de defensa con mi guadaña. –No lo repetiré garritas san!-

Llegaba al final de mi destino, por los pelos, por centímetros lograba la joven tirarse al suelo y arrastrarse un poco alejándose de mi, mi garra derecha termino por anclar cada dedo en la tierra, mi rodilla izquierda posada sobre el suelo, quedando en una posición de caballero cuando va a ser nombrado. Quedaba con la cabeza agachada mirando el suelo, lentamente la iba alzando a medida que hablaba, pero no obtenía ninguna respuesta por mi, hablaba demasiado rápido, enlazando una pregunta con otra, una frase con la siguiente.

-El dinero lo tengo frente a mis ojos.- La miraba fijamente desde la sombra que daba mi capucha, percibiéndose solamente el resplandor. Lentamente retiraba cada dedo clavado en la tierra, una perforación perfecta y limpia, reincorporaba mi posición hasta estar totalmente erguido dejando mis brazos rectos, en paralelo a mi cuerpo. -Eres tu.- Terminaba la frase haciendo referencia a ella, seguramente fácil de comprender de mi labor como caza-recompensas. La fémina se situaba a mi alrededor jugando con su guadaña, llamándome novato, amenazándome por mi vida, resultaba gracioso. -Asesinar y robar son cosas distintas ¿Serás capaz?- Obviamente eran cosas distintas, donde un delincuente podía llegar a no desear cruzar esa línea, donde serian capaces de robar pero nunca de matar a sangre fría ¿Ella lo iba a estar? Al decir aquellas palabras di un paso al frente con mi pierna derecha, alzando la cabeza ligeramente y ladeandola, mostrando una siniestra sonrisa.

Al finalizar ese paso llevaba mis manos, con sus garras frente a mi pecho donde rozaba el metal de mis dedos haciéndose de escuchar el afilar del material de manera intimidante. -Vengo de unas aguas que quizás ni conozcas, como para juzgarme de novato.- Mis garras pasaron a agarrar la parte delante de la sudadera y con el filo a desgarrar el tejido. -Te lo voy a mostrar...- En una voz susurrante cuando introducía totalmente los dedos en la sudadera para rajarla entera y estirar mi diestra a la derecha y la zurda a la izquierda, rompiendo toda la sudadera y dejando los trozos a un lado, dejando todo mi torso desnudo al descubierto con los tatuajes visibles, unas amplias negras a mis espaldas se estiraban y unos característicos cuernos en la frente, cuyos ojos se percibían en un iris totalmente blanco. La imagen de un demonio, un ángel caído del cielo... una abominación; se presenciaba ante la fémina.

Sin apenas dar tiempo a reaccionar, flexionaba la rodilla derecha y mi cuerpo hacia adelante con los brazos estirados en una diagonal descendente, para dar un potente y veloz impulso que recorrería la distancia que nos separa en poco tiempo, con mi garrar izquierda golpeé en un sitio clave durante uno de sus giros acrobáticos de guadaña donde apresaba cerca de la cabeza de la guadañar con la palma de mi mano y lo sostenia para inmovilizar su arma, mientras mi derecha en un movimiento horizontal se dirigia hacia el abdomen de la chica para golpear con la palma y a su vez seguir el movimiento hacia la izquierda cual zarpazo para rasgar su vestimenta y causar una serie de 4 cortes, propios de la garra, no seria profundos, pues... aun estaba jugando. Seguramente por el golpeo saldría volando unos metros a sus espaldas, donde soltaría con mi izquierda el palo, para dejar que se llevase el arma, sino, fácilmente podría haberla desarmado, quería dejarle posibilidades, disfrutar... de mi presa.

De verdad este tipo me esta dando miedo… Con todas esas palabras secas y manera fría de ser…. –Oye rarito… ¿Por qué no mejor te pierdes por ahí? Así  me dejas hacer lo que estaba haciendo.- Decía  de manera odiosa al hombre, aunque realmente siento que no le caigo bien o tal vez tenga intenciones macabras conmigo… Lo digo por cómo me hace sentir… Como si yo fuera su presa o algo por el estilo, como si me olfateara, me revisara y se preparara…. De todos modos no dejare que este mequetrefe me intimide. Nunca entenderé por que debo atraer a todos los tipos raros de los blues.. Bueno, para colmo todo estaba por ponerse muy tenso… Especialmente cuando Garritas San comenzaría con su demostración de poder, parece que le afecto lo de novato. –Sabes… Yo realmente solo bromeaba, no tienes que tomártelo a pecho…- Decía mientras veía como el sujeto desgarraba su propia capa con deleite, como si se tratara de papel.

-¿No quieres un Cupcake? Son ricos y esponjositos… Digo todos aman los pasteli…- Pronto seria interrumpida cuando este loco se apareció frente a mí, dejando en ridículo mi defensa sujetando con su siniestra  mi guadaña.. Intentaba retraer el palo para zafarla de su mano, pero era inútil, estaba atascada… Vaya fuerza.. -¡Ya suéltala y déjame!- Decia para en un instante sentir algo golpear con mucha potencia mi abdomen… -AHHH!!-  La potencia seria exagerada que saldría disparada unos 10 metros de largo a mis espaldas…. Ni siquiera se que me ha golpeado… Supongo que fue su mano o alguna patada, no lo vi venir. Realmente le creo lo de aguas lejanas. Trataría de caer de manera correcta pero me era inútil, terminaría cayendo de espaldas arrastrándome por el suelo unos 3 metros mas… Estaba un poco shoqueda pero trataría de reponerme rápidamente y levantarme.

Levantada, no podía decir que estaba del todo bien, de hecho me tambaleaba un poco, y pondría mis manos en mi estomago…. Fue un golpe muy rudo… Este tipo no juega… Mi arma había salido volando cuando impacte con el suelo, aunque aún no estaba muy recuperada del todo, estaba actuando a mi 50% de capacidades, estaba lenta… Ni siquiera pensaba que garritas san podría ya estar cerca de mi respirando en mi nuca. Luego de recoger mi arma comenzaría a correr.. ¿A dónde?  A Donde sea que este lejos de garritas. –Mi botín…- Decía con desgano al saber que tendría que retirarme y dejar mi botín atras… Comenzaría a correr montaña a arriba, no se si eso sea buena idea, pero no quiero estar cerca de Garritas… Corría toda desubicada, pero aun asi no me detenía.. –Garritas san… Si estas cerca, llévate el dinero y todos felices…. Ya entendí, eres un tipo duro y no debí llamarte novato. ¿Paz?- Decía al aire mientras corría… ¿Por qué? Algo me decía que garritas ya debe estar persiguiéndome…

El golpeo fue todo un éxito, junto con el posible desgarro de su ropa y algún que otro corto no muy pronunciado, pero lo importante era el golpe. -Hablas demasiado.- Palabras que fueron dichas al inicio del golpe, la chica hablaba demasiado, no callaba ni debajo agua, incluso me ponía demasiado nervioso con tanto parloteo. Ni quería su dinero, su precio por su cabeza seria superior, ni estaba de broma, esto es algo muy serio que debería darse cuenta y no jugar como una niña. Acabó aterrizando a una cierta distancia junto con su arma en las cercanías. Seguro que ahora se le quitarían las ganas de intentar hacerme frente.

Lentamente empecé un caminar, un paso y luego otro, con mi cabeza ligeramente alzada y una siniestra sonrisa de medio lado, la luz apenas penetraba en este bosque, mostrando mi apariencia frontal como una sombra y un leve brillo en mis ojos... una imagen aterradora. Le daba un margen para huir siendo justo lo que hizo llevando consigo aquella guadaña y mis pasos seguían continuos pero lentos tras ella. -Que comience la caza.- Murmuraba en voz baja cuando se alejaba, palabras solo dichas para mi mismo. Pasé andando, al lado de un árbol situado a mi izquierda, al cual pose mi mano zurda para pasar de forma descendente y dejando una marca en forma de garra, como si fuese un animal, marcando así... mi terreno, no conocía bien el bosque, pero así si volvía a pasar por aquí lo recordaría, ademas de saber que a mis espaldas quedaba aquel saco de la mujer, su botín, lo dejaría aquí, luego podría serme útil si lo llegaba a utilizar como cebo.

La fémina corría como un pollo sin cabeza, no podía ubicar mi posición, pero me adelante en un rápido vuelo, situándome en el lateral de un pequeño sendero con bastantes arboles a sus laterales, estando justo detrás de uno, con la intención de ofrecerle una emboscada al punto que llegase. Su camino se veía continuo y marcado, supuse la dirección que tomaría. -Ahora...- Murmure para mi mismo, cuando veía a lo lejos a la chica correr y calculando el momento. Alcé mi mano derecha con la palma abierta y realice un corte horizontal en el tronco, siendo un corte limpio que lo tajó totalmente, propinando después una patada frontal con mi zurda para empujarlo al frente. “Árbol va...” Pensamiento de una expresión cual leñador que taló un árbol que se precipitaba sobre el camino que estaba tomando la fémina, no tendría como objetivo que cayese sobre ella, sino justo delante para cortar su camino y a ser posible desorientarla, intimidarla y aumentar su temor. Un simple juego de Cazador, mi estilo... jugar con la mente de las presas y perseguirlas. -Aun tienes oportunidad de entregarte y no sufrir daño.- Mi voz resonó en una dirección tras caer aquel árbol, con mis pasos lentos y continuos, con el resonar de la hierba a mis pasos y el tintineo de mi cadena, haciendo aparición desde las sombras para ahuyentar a la fémina, que siguiese corriendo de mi en una dirección que no fuese por el árbol que lo bloqueaba, salvo que pudiera atravesarlo o algo semejante, ya depende de ella.

-Rayos rayos rayos rayos… ¡Rayos!- Expresaba de manera exaltada mientras corría a todo lo que daban mis piernas y por supuesto pulmones. Aquel hombre raro al que llamo Garritas san parece no rendirse. Aunque no logro ver y detectar con exactitud su posición, el sonido de las ramas crujir  y algunas hojas moverse me es suficiente para saber que me está siguiendo… -¡Ya basta de seguirme Garritas San! ¡Esto ya no me divierte!- Gritaba con gran fuerza para que me escuchara, y sabia que lo haría. Por otra parte estaba segura que eso no lo detendría… Simplemente quiero gritarle, estoy molesta porque me está haciendo correr y sudar y me hizo soltar mi botín… Oh… Mi bello botín, tarde tanto planeándolo y robándolo… -¡Eres un idiota!!! ¡Por  tu culpa perdí mi botín! ¡Asesino de botines!- Lo que me preocupaba es que también arruino mi traje con sus extrañas garras…

Mantenía corriendo por un sendero montaña arriba, no tenía ni una pisca de idea a donde me llevaría, simplemente corría por puro miedo y deseo de salir huyendo lo mas lejos de él. De todos modos no estaba muy pendiente del lugar que me rodeaba y por ello pasaría lo peor… No me di cuenta hasta que me vi en el suelo totalmente aturdida… Solo recuerdo un fuerte estruendo seguido de un fuerte golpe… Creo que mi cabeza golpeo el suelo y además algo enorme ha caído… Completamente mareaba intentaba volver en mí, pero no tenia de idea hasta que… -No… Detente ya por favor…-  Suplicaba si…. Total, me sentía muy indefensa  debido al aturdimiento, a no saber que ocurrió  ya que cada vez siento más cerca sus pasos, el sonido de las hojas siendo pisadas, ramas y arbustos y todo eso… El … Realmente es aterrador, no sé qué hacer… Solo quiero que me deje sola… -Déjame sola  por favor… Solo aléjate de mí…. Por favor…Desaparece ya…. Desaparece…- Decia con una voz de suplica mientras me arrastraba por el suelo tratando de escapar, ni siquiera sabia por donde exactamente venia, solo se que quiera moverme de donde estaba… Estaba en un estado mental delicado… Mis miedos, la sorpresa la  adrenalina, todos  esos factores comenzaban a jugar con mi mente, de manera que la desesperación comenzaba a invadirla.

Finalmente me repondría de mi aturdimiento de manera que me levantaría, y al mirar a mi alrededor observaría lo cerca que el estaba… ¿A dónde debo correr? Al norte apuntando al pueblo… Al sur no puedo (donde esta el árbol obstruyendo) Supongo que correré… Al Este… No se que hay en el este, pero debo escapar de el, no debo dejar que me atrape. -¡Déjame en paz maldita sea!! ¡Seguro te envió mi maldita familia!! ¿Verdad? ¡Por que no simplemente me dejan en paz de una maldita vez!! ¡Yo soy libre! ¡ ¡ ¡Libre!!!- Me hacia la idea de que este hombre era un cazador mas contratado por mi molesta familia, de manera que volveria a correr a apuntando al este…. ¿Qué hay al este? No lo se, pero espero que sea suficiente como  para encontrar una salida y escape a este loco…