Un objetivo común [Pasado - Ra's, Tic Tac y Frank]

por Invitado Lun Mar 27, 2017 9:26 am

Spider Miles – En el atardecer, anocheciendo.

Una visita concreta a Spider Miles, una isla básicamente llena de desechos basada en ser un contenedor a tratar las aguas negras y reciclaje, era de saberse de las continuas reuniones criminales de esta isla así como su escasa vigilancia del gobierno de aquí, algo extraño al ser bastante conocido y un rumor extendido. ¿Corrupción? Quien sabe, no soy quien para juzgar mas allá y a tanto no llega mi conocimiento. Las aguas y la corriente me acabó llevando a conducir y seguir la pista de un reconocido pirata junto con su pequeña tripulación... “Los piratas Mostachos locos”, conocidos por su bigotes extravagantes, solo permiten personas que tengan un fornido y varonil bigote, por eso mujeres no entran en la tripulación. Son una tripulación ya reconocida desde las aguas de Grand Line, desde yo provengo, lo que significa que no son personas a tomar a la ligera sino que podrían ser interesantes, aunque quizás no tanto para perdurar en las aguas peligrosas y por ello hayan vuelto a los Blues para reorganizarse.

Mi figura se situaba en la montaña mas alta de desechos de una de las plantas de reciclaje, colocado de forma agazapada, de cuclillas extendiendo mis extensas alas negras siendo una especie de gárgola en vigilancia desde las alturas, posada al acecho de su presa, el rastro de Los piratas Mostachos Locos me llevaron hasta esta propia planta de reciclaje, no había nadie en mis alrededores. Mi cuerpo quedaba parcialmente oscurecido por el bajar del sol al ir anocheciendo y la oscuridad del día cernirse sobre la isla, mi torso quedaba al desnudo unicamente mostrando mis tatuajes, vistiendo unos pantalones negros y rojos donde los colores se fusionan hasta formar unas llamas, una cadena enroscada en mi cintura y otra en la pierna izquierda, mis quedaban colgando a cada lado poseyendo mis clásicas garras de cuchillas de metal para desgarrar la carne.

Pocos minutos quedaban para la oscuridad total, lo que tardase en bajar el sol por completo, momento en el que decidiría entrar a la planta de reciclaje que se podría estar usando como refugio, cuartel, sala de reunión o a saber; de esos mostachos locos.

por Invitado Lun Mar 27, 2017 10:17 am

Había llegado a la isla siguiendo la pista de unos piratas que su jefa había solicitado fueran encarcelados lo más pronto posible. La misión requería habilidades de infiltración así que lo mandó a él siendo el único que se especializaba en algo más que golpear a todo lo que se le pusiera delante. El vertedero apestaba más allá de lo razonable, algo que debería haber vuelto loco a cualquiera que estuviera en el lugar por el tiempo suficiente, eso podría explicar el comportamiento errático de algunos de sus habitantes, aunque el abuso de sustancias alucinógenas y/o deshinividoras parecían explicarlo mejor. Como fuera, por su propio bienestar bloqueó los olores que atribuía a las aguas residuales y a los desperdicios con la intención de poder detectar más allá de los mismos. Había acertado en hacerlo ya que algo en el aire le resultaba familiar, solo que no estaba seguro de qué era.

En la taberna que había visitado en los últimos días se decía que aquella tripulación de piratas bigotones había hecho su guarida en un complejo industrial en particular, donde ahora algunas luces estaban siendo encendidas en respuesta a la caída del sol. Johan se coloca al oeste del edificio principal, procurando tener el sol de espaldas. Las luces que se encendían competían con la del astro moribundo permitiéndole ver algunas siluetas en las ventanas que no reflejaban tanta luz. Usando la mirilla de su rifle de precisión comenzó a investigar el interior de la construcción buscando patrones, centros de reunión o por lo menos algo que asegurase que la información referida era cierta.

por Invitado Mar Mar 28, 2017 8:51 am

Spider Miles - Por la tarde.

Después de amarrar y asegurar el barco al puerto, estaba paseando-me por cubierta cuando escuche que alguien me llamaba desde el puerto, me acerque a la barandilla y era el Capitán del barco mercante, en el cual había llegado a la isla. - ¡Frank!¡Oye!¡Antes de irte a la taberna a beber, baja al almacén y limpia-lo todo!¡Mañana a primera hora cargamos el barco y tiene que estar listo!- me dijo mientras me saludaba junto a su vice-capitán al lado y se iban hacía al bar. Jo como buen “actor” con una de mis sonrisas más fingidas, levante la mano y le grite. -¡Si, Capitán! ¡Cuente con ello!- para luego darle la espalda y dirigirme con cara sería hacía dentro del barco. “Puff... en que follones me meto por una maldita misión...” iba pensando mientras cogía los materiales de limpieza.

Spider Miles - En el atardecer.

El almacén brillaba tanto que hasta dolía la vista de lo que brillaba. - Parece ser que me he pasado...- me digo a mi mismo mientras me rascaba la cabeza, agarraba mi chaqueta negra y salía del almacén. “...es hora de poner-se en marcha, sino no llegaré a tiempo mañana” sumido en mis pensamientos salí a cubierta y baje al puerto. Para con paso firme y siempre por las sombras dirigirme hacía la ciudad. Estuve callejeando durante unos minutos, cuando dí con un grupo de hombres, todos ellos parecían piratas y hablaban fuertemente sin preocuparse por si alguien les escuchaba. - ¡Espabilar cabrones, el jefe quiere todo esto en su despacho esta misma madrugada! ¡Y ya sabéis como se le pone el mostacho cuando no esta todo preparado cuando el quiere! - dijo uno de ellos, que parecía ser el cabecilla, mientras golpeaba unas grandes cajas de madera, dentro de unas furgonetas con el remolque al descubierto. Para luego saltar de la furgoneta y junto a los demás entrar dentro de una de las casas abandonadas que habían por la zona.

“Esta es mi oportunidad...” me dije al darme cuenta, que si me metía en una de esas cajas de madera, me llevarían directo al despacho o edificio donde se localizaba mi objetivo. Con mucho cuidado me acerque a las cajas y me introduje dentro de una de ellas. “Vale, ya estoy dentro... ahora solo debo esperar..” me dijo encogido en la caja. Al cabo, de más o menos, 5 minutos ja medio adormecido empecé a escuchar otra vez las voces y los pasos de los piratas. Noté como cargaron los dos últimos paquetes, se subieron en la furgoneta, encendieron el motor y nos pusimos en marcha, después de eso me quede dormido provocado por el aburrimiento de esperar quieto dentro de una caja y el cansancio acumulado de todo el día.

por Invitado Mar Mar 28, 2017 10:39 am

El tiempo pasó y el momento llegó.

La oscuridad se volvió casi absoluta salvo por las 4 luces de las calles y alguna que otra del propio edificio. Salté desde los residuos o restos que serian reciclado hacia la parte alta, tipo azotea del complejo ayudado de mis majestuosas alas como si fuese un mismo ave, un cuervo en la noche. La planta de reciclaje tendría aproximadamente unas 3 plantas de alturas. Camine hasta una puerta que daba acceso al interior del edificio y este obviamente a la propia azotea, descendía con cuidado por unas escaleras hasta el siguiente piso, giraba la manivela para acceder a dicha planta con cierto cuidado, unicamente abrí unos centímetros para observar con un ojo lo que podía, pero mis oídos captaron dos voces. -¿Por que esos bigotudos se les va a permitir estar en el sótano?- Mencionaba un empleado de la planta que iba apagando las luces interiores, dejando las exteriores en caso de robo. -Porque han pagado muy bien, el jefe es quien lo ha permitido, nosotros callamos y obedecemos ya está.- En cambio al otro le daba igual por ser simplemente una orden, no importaba nada mas. Aquellos dos terminaban su labor y se iban, apenas los veía, pero si escuchaba sus pasos a modo de eco. Con ello sabia aproximadamente en que parte estaban, en el sótano.

Una vez se marcharon e hicieron las labores que quedaban, habiendo pasado unos minutos me acabé dignando a salir de allí estando en la planta interna mas alta del complejo. “Ahora buscar como llegar al sótano y que parte de este...” Miraba a todos lados buscando por donde ir. El lugar era bastante grande y desértico a primera vista, caminando entre distintos tipos de maquinaria entre las sombras que proporcionaba la oscuridad de mi entorno. Localicé las escaleras que bajaban al segundo piso y seguidamente conectaban con el primero y la cero, la inicial, pero no había acceso al sótano desde aquí. Una nueva puerta era atravesada con sigilo estando en la entrada o en la zona principal del complejo, con algunos transportes aparcados dentro de la misma con numerosas cajas de todo tipo en los alrededores. Mis ojos y oídos captaron la luz de una puerta abrirse con escaleras abajo saliendo de allí un hombre de espeso bigote y graciosamente de apenas 1,60 de tamaño, todo un retaco. -Vamos lentorros. Hay que bajar las cajas ¿O como pretendéis cenar?- Un grupo de 4 hombres mas, siendo un total de 5 terminaron por subir las escaleras, todos como característica de la tripulación llevaban grandes bigotes. -Si si enano, ademas el pollo tiene que ser para el Jefe, sino se enfada y cuando su mostacho se mueve como una lombriz... miedo me da.- Uno de ellos habló acercándose rápidamente a una de las cajas para cargarla con ambas manos y bajar por las escaleras, el resto harían lo mismo y lo seguirían, al parecer el cargamento que traían o al menos ese específicamente seria sobre todo comida para pasar la noche.

por Invitado Sáb Abr 01, 2017 2:30 pm

Tras un buen rato esperando que la fábrica se silenciara, al menos en los pisos superiores, pudo ver cómo un joven se introducía en ella. No tenía bigote, no parecía ser uno de los trabajadores. Comenzó a sospechar lo peor. Quizá no era el único que estaba trabajando en cazar a los piratas, quizá fuera precisamente un cazar-recompensas. En dado caso, le daba igual colaborar. Su trabajo era llevarlos ante la justicia, no era necesario hacerlo solo y no le importaba que alguien más se llevara un dinero por asistirlo. De todas maneras, él tenía un sueldo mensual que le bastaba para vivir sin problemas ni carencias. El problema vino cuando una figura alada descendió no muy lejos de él para entrar por otro lado al mismo edificio. Aquel ser era inconfundible, el ángel caído había llegado para obtener la recompensa. Ahora la idea de entrar le resultaba todavía menos apetecible. Aquel hombre había intentado chantajearle en el pasado, infructuosamente, pero no por ello le caía mejor. La idea de tener que trabajar nuevamente con él le causaba una extrema pereza. Por otra parte, debía cumplir su deber y eso iba más allá de sus preferencias. Levantó el rifle para así guardarlo y sacar la katana del bastón. Redujo el ruido de sus engranajes hasta conseguir un silencio casi absoluto mientras se deslizaba entre los escombros para alcanzar la puerta del lugar.

Era la entrada trasera, la entreabrió levemente para observar cómo un grupo de cinco personas discutía frente a una escotilla que parecía conducir al piso inferior. El lugar estaba lleno de cajas y contenía maquinaria que ahora reposaba apagada tras el día de trabajo. La escena permitía que entrase con sigilo para luego ir pasando del amparo de una caja a otro, convirtiéndose en una sombra más del lugar mientras escuchaba cómo hablaban de... ¿"pollo"?

por Invitado Miér Abr 05, 2017 3:48 pm

Spider Miles, Anocheciendo.

Un frenazo y un fuerte estruendo me despertaron. Abrí los ojos asustado, pensaba que me habían localizado. Pero todo lo contrario, seguíamos en marcha. - ¡Pam! ¡Te he dicho quinientas veces que no vayas tan rápido por aquí, debemos llevar estas cajas al muelle de la fábrica! – escuché que el que parecía el jefe le llamaba la atención al conductor, junto a lo que había parecido una colleja. –Pero señor… si vamos para el muelle no nos dará tiempo a llegar a la fiesta de esta noche… ¿No se enfadará el capitán?- preguntó de forma nerviosa uno de los chicos que iban también en el camión. – No, tranquilo, son órdenes del capitán. Es mejor que no bebamos, estén preparados.

Spider Miles, poco después.

-¡Para!- medio chillo el que parecía el cabecilla, para seguir diciéndole al conductor. – Ya decía yo que se me olvidaba algo. Tenemos un par o tres de cajas pequeñas con comida para la fiesta, será mejor que la dejemos antes de ir al muelle sino sí que podemos tener un problema. Así que entra dentro de la fábrica. – le acabo ordenando. El coche al cabo de unos pocos minutos se paró y se escucharon como se abrían las dos puertas delanteras y se bajaban tres personas del camión. Así que aproveche ese ruido para moverme y esconderme detrás de las cajas que se habían caído. Acabe de esconderme justo antes de que abriesen la puerta. – Coger una caja cada uno y llevémoslas a la cocina, deben estar esperándonos. – Dijo el cabecilla mientras cogía una de las cajas más pequeñas, sus dos acompañantes hicieron lo mismo, pero uno de ellos se asomó y vio que habían algunas cajas caídas, con lo que volvió a dejar la caja en el suelo y se acercó lentamente hacía donde yo estaba escondido. –Parece que al final si se había caído algo…- dijo mientras se disponía a poner las cajas bien. - ¡Deja eso ahora, ya las colocaremos bien cuando lleguemos al muelle, ahora coge la caja y entra para dentro!- le dijo de forma autoritaria, tanto que el tipo se dio la vuelta sin decir nada, cogió la caja y se fue junto a los otros dos hacía dentro de la fábrica.

Espere unos minutos para confirmar que no me verían y salí del camión detrás de ellos. “Aunque no me lleven directo al tal Mostacho, por lo que han dicho van a la cocina, ahí seguro que hay mucha comida, mmmm…” pienso animada-mente ya que me encanta comer y esa podía ser una buena oportunidad “Según he escuchado van hacer un banquete, seguro que hay mucha comida” pienso con una gran sonrisa en mi cara mientras sigo a esos tres y me voy escondiendo en las sombras.

por Invitado Vie Abr 07, 2017 12:18 pm

Contemplaba desde las sombras los acontecimientos, como cogían las respectivas cajas e iban escaleras abajo en dirección al sótano de la fábrica. El ultimo que cargaba las cajas, haciendo maniobra para posar la caja sobre la escalera y con una mano tratar de buscar el pomo de la puerta, no sin antes mirar atrás y a sus respectivos alrededor para cerciorarse de que no había nadie allí, por acto reflejo me aparte del lugar donde estaba escondido para quedar detrás de la maquina totalmente y no ser percibido de ninguna de la manera, agarró dicho pomo y tiro de él para cerrar la puerta tras de sí.

No podía ver nada, pero me quedé allí unos segundos, quizás algunos minutos sin salir hasta esperar totalmente a que esas personas que bajaban por las escaleras lo hiciesen totalmente para evitar cualquier incidente que me delatase o descubriese. Habiendo pasado un tiempo relativamente aceptable, con total soltura y sin ya disimulo al no ver a nadie, o al menos eso creía yo… Me dirigí hacia la puerta que daba a las escaleras abajo, pegue mi oído a la puerta para hacerme a la idea de que no había nadie, abrí la puerta y descendí las escaleras lentamente, las voces de los individuos en aquel lugar se hacía presente ante el eco de una zona tan cerrada.

Las escaleras desembocaron en 4 paredes con 2 puertas, una a la izquierda ay otra a la derecha. Me pegué a la derecha y la abrí lentamente, pudiendo visualizar una especie de comedor con una mesa alargada y varias personas alrededor de ella, todos ellos con un súper mostacho extravagante, algunos jugaban a las cartas como mero pasatiempo hasta la hora de la cena. La cerré y fui a la izquierda, de igual modo con cuidado la abrí y mire dentro dejando un mínimo especio, se trataba de una cocina casera, algo cutre, nada elegante, pero simple y eficaz… -Yiiianananana… nananana.- Se escuchaba el tarareo de un hombre bailando mientras con las sartenes hacia buen manejo de ellas, lanzando una tortilla al aire y cazandola, mientras con otra mano iba dando la vuelta a un pollo, a sus espaldas otro fuego con una olla de tipo sopa. Lo mejor de todo es que estaba solo, un autentico crack… yo intento freír un huevo y se me quema. –Uhmm…- El hombre de mostacho con perilla, pareciendo el malo de Peter Pan, paró de mover las sartenes y se llevo la diestra al estomago. –Va a ser hora de ir al baño.- Bajo la fuerza de los fuegos a modo lento para evitar que se le quemase y por una puerta de la misma cocina se fue a otro lugar, seguramente al baño.

Siendo este mi momento, abrí la puerta de par en par cuando se marchó. Olí saboreando cada sartén y olla, este hombre desde luego sabía que hacía. Alcé mi mano derecha con la respectiva garra y con una sonrisa macabra un veneno era segregado en mi misma mano, con tonalidad morada, hasta que cayó una gota sobre el caldo de la sopa. Este veneno no mataría, obviamente, pero sí que crearía un interesante ardor estomacal, así como la necesidad de vomitar cada X tiempo. Que fácil seria someterlos así. Con el pollo lo que hice fue clavar la punta de mi garra para introducirlo y con el resto de la comida igual.

La cisterna del váter sonó. “Tengo que irme”. Miré a mí alrededor rápidamente y cogí una segunda puerta de la cocina. Había tres en total, la que daba a las escaleras, la que daba al baño y esta ultima que me llevó dentro de la despensa o almacén de comida…

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