E - Eclipse de Venus & Marte (Pasado)

por Invitado Jue Mar 02, 2017 1:49 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Tan tranquila, pareciera que esta mujer ya tenía experiencia en lidiar situaciones que serían de estrés para muchos y al verla en combate podría darse cuenta, no era una mujer común, estaba forjada para estos tiempos duros donde lo que reinaba mas era el caos y la libertad en los mares, más sin embargo ella tampoco parecía controlarse a veces, hizo una pregunta que ciertamente llamo la atención del propio pirata ¿Cuándo fue la última que cumplió años? Desde que se alejó de su isla el ya no contaba esas trivialidades pero con pequeños cálculos podría relucir fácilmente su verdadera edad pero solo daba como respuesta un levantamiento de hombros a tal modo que no sabía qué respuesta tendría que darle. Noto como Sumire se limpiaba de hollín en su camisa que además de tener alcohol ahora se comenzaría a ensuciar, en efecto tendría que conseguirse otra pero le hizo sonreír el comentario de la peli gris buscando marcarle un poco para que pareciera culpable también y finalmente ambos se retiraban del lugar sin decir nada más.

La noche era placentera ¿O seria madrugada? De algún modo la luna brillaba por lo alto, era Luna Nueva el punto donde más brillaba en todo el mes junto a las estrellas que marcaban bien el camino por donde andar, aun mejor que los faroles de la ciudad, personas salían de sus hogares ante los sonidos de alarmas y bomberos clásicos de la época para apagar el fuego mientras los recién conocidos se iban hacia otro lugar, más alejado, más solitario, poco a poco el ruido y sonido del poblado se apagaba para hacerse creciente el de los grillos, los escarabajos y una que otra criatura nocturna pero en especial el sonido de olas de mar golpeando la playa se hacía más creciente y la arena brillaba con particular atmosfera celestial como si fuera plateada. Tian pisaba y sus pies se hundían en arena tan blanca dejando sus huellas, Ciudad Blanca con Arena Blanca, un buen sitio, bastante molesto para moveré y donde se podrían usar más de un truco sucio ¿Esto era lo que quería ella? No le sorprendería.

Tian se detendría en seco sobre un buen punto de la planta observando su alrededor, se sentía cálido a pesar de la hora de la noche, siempre hacia calor en las playas y esa isla particularmente pasaban por un temporal de Verano, pero en efecto la situación era una ¿Qué hablaría Sumire ahora? Cruzándose de brazos el propio hombre solo aguardaba de pie a que se dieran algunas palabras o simplemente empezara a lo que habían venido ambos en aquel lugar, sin decir palabra alguna y solo dando una mirada entre seria y sarcástica como si bien se burlara de ella ¿Cuál sería el resultado de este encuentro? Aun se volvía emocionante querer encontrar la respuesta.

por Invitado Miér Mar 08, 2017 1:23 pm

El roce sutil de los cuerpos, era una chica delgada pero con buena fuerza y musculos preparados, sin duda alguien que valia la pena poder acariciar como ese momento sus suaves muslos en el bar antes que quisieran rómperle la mano, aquel acto de violencia se volvia algo pasional, podia sentir el cuerpo de Airu estar caliente a pesar de la arena o el ambiente y el de Tian tambien lo estaba ¿El trabajo físico que tuvieron? Seguramente mas sin embargo pareciera que el duelo habia terminado pero ¿Ella no se dio cuenta? Seria lo mejor que no lo hiciera mientras la observaba a punto de reir de nuevo por su comentario ¿Le estaba dando ordenes? A Tian le gustaba llevar la contraria pero habia bastante verdad en lo que decía Sumire. -¿Tengo cara de violar mujeres?- Responderia Tian quien estaba excitándose a la situación pero ante una mujer como esta bajar la defensa era recibir un ataque del que debería defenderse. –Si tuviera que violarte, tendría que romperte las extremidades- Argumentando algo seria tan cierto pero a su vez tenia el interés de conocer algo mas por que ella ya no daba pelea, ya no quería vencer ni tampoco parecía querer esforzarse mas, los brazos sin fuerza opositoria lo revelaban.

Tian habría entonces de mover su cuerpor por la arena y empezar a girar sujetando a Sumire para que rodaran alejadonse e internándose mas en las arenas de la playa a un punto donde a pocos metras estaban las olas del mar golpeando. El movimiento de Tian habría hecho que el estuviera acostado en la arena con Sumire sentado encima de el y del bulto que ya tenia con las piernas por los lados del hombre, aun no la soltaba de los brazos, atada en una posición mejor pero ella no podria quejarse, el falso tuerto se levantaría como si realizaras una abdominal acercando asi su cuerpo al de la chica y mirarla frente a frente. –Pero si yo he ganado, entonces quiero que dejes de actuar violentamente conmigo, al menos por hoy…- Sonriendo acercándose poco a poco al rostro de Sumire por observar sus ojos azules mas de cerca y buscando con sus labios los ajenos de forma mas suave y lenta.

por Invitado Miér Mar 08, 2017 2:13 pm

- Bastante. - Consiguió contestar ante su pregunta. No lo sabía porque, pero Tian tenía un aura de peligro, al menos así lo veía. Si al principio había parecido un mero ligón, que se pasaba pegado a la barra del bar, ahora se veía con una luz diferente. En tan solo una hora, el criminal pasó de ser un adversario, a ser... realmente lo que él había querido ser desde el principio: ese "Ti-an" con un acento pronunciado sobre la i, ese reconocimiento del que había estado tan contento. El hombre se contradecía solo, y ella lo podía sentir. El hecho de haber arqueado su cuerpo junto al gesto placentero, la hizo obtener lo que su cuerpo buscaba: un contacto físico íntimo. Con él, comprobó también el estado físico del moreno, cosa que ya sabía desde el principio, y no fue una sorpresa para nada. Él podía sentir lo mismo. La tensión sexual, la fina linea que separaba la violencia del placer, el peligro de la pasión. Lo cierto es que para ser un desconocido, iba demasiado bien encaminado. Había parado de protestar porque aquello ya había acabado. Las reglas del juego habían sido claras, y ella podía ver con claridad el hilo de sangre colgando de su boca animal. Con esa aura de peligro, en la luz de la luna y con tan solo un ojo claramente visible, Tian parecía un demonio. No un animal, ni un ser que provenía de ese mundo. Realmente le pareció alguien malo.

Pero las cosas cambiaron, en un impulso del moreno. Su cuerpo rodaba por el suelo, junto al ajeno, y, pese a haber intentado librarse, le fue imposible. Rodaron hacía abajo, allá donde la arena estaba mojada por las olas que más se habían adentrado en la tierra. Ahí donde, si el mar se encaprichaba, ambos podían acabar mojados. Pero la posición había cambiado, él estaba abajo, y ella estaba sentada, encima de su pelvis, con los pies a ambos lados y las manos aún atadas `por las de Tian, en forma de cruz. Era fácil equivocarse, en esa posición. No lo quería, pero su cuerpo aplastaba la masculinidad del desconocido, aún con más fuerza que tan solo las de la simple inercia. Podría haber contestado su pregunta, mas no le daría tiempo. El cuerpo se levantaba para llegar hasta su boca y empezar a besarla con lentitud. ¿Qué tanto podía confiarse del hombre? Seguramente nada. No había tenido ni un recuerdo donde el pirata hubiese peleado de una forma legal. Quizás eso no era más que un truco para embaucarla, ¿quién se iba a fiar de nuevo de él? Aún así dejó que ese beso hiciera su función de esa manera lenta y sentimental. Era raro besar así, pero cualquier novedad atraía su atención. Pero en el momento más débil de ese beso, su mano más fuerte se movió, mientras el cuerpo de la peligris se le echaba encima, de la misma forma que el moreno lo había hecho anteriormente.

Quería que la espalda ajena volviese a tocar la arena, y que su mano derecha volviese a moverse libremente, para así entrelazarse con la otra que aplastaría en la arena, en un punto cercano del parche que este llevaba. - Eso quiere decir que quieres ver mi otro lado... -sus palabras expulsaban una respiración agitada. Realmente su beso la había debilitado, pero no lo iba a reconocer. - aunque te tengo que avisar que violencia es mi segundo nombre. Sin violencia dices... - su rostro se torció en una mueca divertida. Sus ojos azules mirarían las orbes doradas. Tenía una vaga curiosidad, desde que lo había conocido, y esa sería la primera que iba a satisfacer estando en esa posición. Su boca se aproximaría al parche de Tian, al cual retiraría con sus dientes para poder dejar el rostro totalmente descubierto. Su cabeza hizo un movimiento desde atrás hacía adelante, para poder dejar el parche lejos del hombre, y, antes de poder siquiera ver el resultado, su boca se acercó para besar la zona, y seguir con la acción hasta su boca. - ¿Así? - la palabra salía sorprendentemente dulce para los oídos, incluso sin querer.

por Invitado Vie Mar 10, 2017 8:27 pm

Espíritu indomable, no importaba lo que el realizara tratando tenerla bajo control o domarla, ella no cedía de ninguna forma y eso le estaba gustando a Tian por que tenía un fuerte espíritu, mujeres como esas le atraían, le gustaban, que mostraran una fuerza como esa ya que tenía cierta mentalidad el propio falso tuerto, no necesitaba matar mientras quebrara los sueños y espíritus del enemigo, por eso el sujeto del bar no termino con su vida ya que también ¿Quién contaría sus hazañas e historias si morían? Por ello cuando enfrentaba alguien que tuviera el valor de plantarle cara era costumbre de Tian querer destrozarlo y hasta ahora esta mujer mostraba cualidades únicas además de la voluntad, le atraía, en algún momento quería más que solo enfrentarla y por ello termino besándola de forma tan poco común para el cabellos negros, amable.

Sentía ser arrojado hacia atrás y su mano que apresaba era enredada entre los dedos de Sumire sujetándose de forma firme uno con el otro, su mano contraria no pudo evitar descender hasta sus caderas y dejarla actuar, Tian se mantenía en calma aun aunque su cuerpo y acciones eran evidentes se estaban enfocando hacia otras cosas, sin palabras dejándola actuar dejando ella removiese el parche que había en su rostro sin menor problema alguno donde sus mechones y cabellos caían del rostro revelando así lo que había debajo. Marcas alrededor de orbe que delataban como pequeñas cicatrices pero en mayor tamaño una que cortaba como una media luna en su ojo, un ojo que mostraba una pupila pequeña y dorada en un mar oscuro y negro donde antes debió existir el blanco de todo ojo humano ¿Posesión? ¿Daño Permanente? La historia relativo a ese ojo podrían ser diversas como misteriosas ya que Tian nunca hablaría de eso pero era evidente que la marcha en su ojo derecho era siniestro como también algo que para un hombre orgulloso de su persona no gustaba de mostrar de forma tan fácil a los demás ¿Cuál era esa historia? Nadie lo sabría pero el ojo estaba en perfecto funcionamiento por que centrarse bien sobre los movimientos de la chica aunque debio cerrarse por un momento ante su beso y uno más suave en sus labio que no pudo encenderlo, tensarse más sus músculos y sobre todo aquellos en donde ella se estaba sentando hace un momento.

Una sonrisa ciertamente se dibujaba en el rostro de Tian por la forma de actuar de Sumire, su mano no dudo comenzar a juntar la falda de ella para exponer más su piel y carne para tocar con más firmeza la piel blanca y fría por el momento. –Exactamente así…- Con su brazo entrelazado, no dudaría en mover la mano y girarla para lograr abrazarla a el, aun si eso significara que debía colocar el brazo de ella detrás suyo, empezaba a sentir el deseo de sentirla, poder acariciarla y empezando poco a poco a saborear nuevamente su piel, su cuello y mejillas como si fuera una clase de animal, lo único que deseaba era saber que sabor tendrían, se estaba dejando llevar por el momento y la ocasión.

por Invitado Sáb Mar 11, 2017 10:36 am

La acción no parecía molestar a la otra persona. Sus labios notaban cierto desnivel en la piel, ya que aún no podía saber lo que se encontraba ahí. Aún así, por su condición pasada y actual, no le hacía ningún asco a casi nada. Habían pocas cosas que la hororizaban, por no decir ninguna a esas alturas. El pirata parecía estar tranquilo, pero su cuerpo se movía a medida que ese beso se alargaba sobre su cara, para acabar sobre sus labios.No sabía porque le estaba siguiendo el juego. Seguramente una extraña curiosidad para ver que es lo que esperaba obtener. O quizás realmente le gustaba estar así con él, le había estado esperando desde la primera vez que sus manos tocaron su muslo con tanto desparpajo, sin ni siquiera invitarla a tomar algo. Era diferente a los demás, y quizás bastante parecido a la persona que la había salvado hacía tres años: Donner. Pero habían claras diferencias. Tian era mucho más sensual. Había podido sentir desde el principio la tensión sexual que este intentaba ejercer sobre ella, pero la había evadido de alguna manera, mientras que Donner era mucho más agresivo, más seco. Sus acciones y sus palabras estaban destinadas a dañar, a pesar de toda la experiencia que tenía con mujeres. Quizás un hombre atormentado, aunque nunca había preguntado porque. Tampoco iba a preguntarle al falso tuerto. Las razones de sus cicatrices no le importaban. El dolor de otros prefería que siguiese siendo su propio dolor. Pero aquello, era sexy.

Sus ojos se abrieron lentamente mientras que daba ese beso, para encontrarse con un ojo diferente a todos los demás que había visto hasta el momento. Una orbe negra de pupilas doradas, que si bien era humana, tenía un aspecto que haría dudar a más de uno sobre su procedencia. Un demonio. O al menos así se veía sobre sus ojos, que volvían a cerrarse con tranquilidad mientras Tian empezaba a tocarla. Era indudable: ella le gustaba. Tal vez solo sean las caricias, pero lo dudaba mucho. Era él quien había querido aquello, y Airu no era quien para negarle una probadita. Al fin y al cabo, la vida para ella se resumía a las necesidades básicas. Comer, dormir, cazar y tener sexo. Escuchó sus palabras al separarse de aquel beso. Estaba complacido. Su brazo aplastó el cuerpo frágil de la peligris contra sus músculos, dejándola sentir su calor pero, a la misma vez también recibiendo más calor de ella. Su nariz respiraba el aire del pirata. El olor la incitaba a hacer mil cosas, y ninguna buena. Su cuerpo se tiró hacía un lado, impulsando al otro para rodar hacía las olas del mar. Sintió como el agua tocaba su cuerpo por distintos lugares, hasta obtener un equilibrio. proporcional. Ambos cabellos estaban llenos de arena y agua, los ropajes estaban manchados, y nada parecía ser lo que era al principio de la noche. El parche se había perdido en algún sitio de la playa. - No tengas miedo... - susurraba mientras miraba sus ambos ojos. Quizás por el hecho de que su orbe era negra, daba una matiz de peligro. - Ti-an~. - empezó a pronunciar su nombre así como él la había enseñado, minutos atrás. Había sentido como el moreno reaccionó al escuchar eso. Esperaba encender la llama nuevamente.

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