E - Eclipse de Venus & Marte (Pasado)

por Invitado Jue Mar 02, 2017 1:49 pm

Tan tranquila, pareciera que esta mujer ya tenía experiencia en lidiar situaciones que serían de estrés para muchos y al verla en combate podría darse cuenta, no era una mujer común, estaba forjada para estos tiempos duros donde lo que reinaba mas era el caos y la libertad en los mares, más sin embargo ella tampoco parecía controlarse a veces, hizo una pregunta que ciertamente llamo la atención del propio pirata ¿Cuándo fue la última que cumplió años? Desde que se alejó de su isla el ya no contaba esas trivialidades pero con pequeños cálculos podría relucir fácilmente su verdadera edad pero solo daba como respuesta un levantamiento de hombros a tal modo que no sabía qué respuesta tendría que darle. Noto como Sumire se limpiaba de hollín en su camisa que además de tener alcohol ahora se comenzaría a ensuciar, en efecto tendría que conseguirse otra pero le hizo sonreír el comentario de la peli gris buscando marcarle un poco para que pareciera culpable también y finalmente ambos se retiraban del lugar sin decir nada más.

La noche era placentera ¿O seria madrugada? De algún modo la luna brillaba por lo alto, era Luna Nueva el punto donde más brillaba en todo el mes junto a las estrellas que marcaban bien el camino por donde andar, aun mejor que los faroles de la ciudad, personas salían de sus hogares ante los sonidos de alarmas y bomberos clásicos de la época para apagar el fuego mientras los recién conocidos se iban hacia otro lugar, más alejado, más solitario, poco a poco el ruido y sonido del poblado se apagaba para hacerse creciente el de los grillos, los escarabajos y una que otra criatura nocturna pero en especial el sonido de olas de mar golpeando la playa se hacía más creciente y la arena brillaba con particular atmosfera celestial como si fuera plateada. Tian pisaba y sus pies se hundían en arena tan blanca dejando sus huellas, Ciudad Blanca con Arena Blanca, un buen sitio, bastante molesto para moveré y donde se podrían usar más de un truco sucio ¿Esto era lo que quería ella? No le sorprendería.

Tian se detendría en seco sobre un buen punto de la planta observando su alrededor, se sentía cálido a pesar de la hora de la noche, siempre hacia calor en las playas y esa isla particularmente pasaban por un temporal de Verano, pero en efecto la situación era una ¿Qué hablaría Sumire ahora? Cruzándose de brazos el propio hombre solo aguardaba de pie a que se dieran algunas palabras o simplemente empezara a lo que habían venido ambos en aquel lugar, sin decir palabra alguna y solo dando una mirada entre seria y sarcástica como si bien se burlara de ella ¿Cuál sería el resultado de este encuentro? Aun se volvía emocionante querer encontrar la respuesta.

por Invitado Sáb Mar 04, 2017 7:05 pm

El sabor de su sangre era dulce. El hombre había demostrado tener algo que los demás carecían: valor. Tenía las armas necesarias de jugar al mismo ritmo que ella, cosa que la atraía, de cualquier manera. Airu no era una persona que esté incitada por un aspecto físico bonito, pero al fin y al cabo todo lo que Tian tenía le hacía una persona apetecible para los sentidos de la peligris. La luna brillaba con intensidad, haciendo que la noche se quedase en el crepúsculo más que en la oscuridad, sobre todo en las playas de la isla. Pese a ser de noche, habían varios sonidos que hacían un buen panorama, los grillos y diferentes insectos, junto a la respiración del moreno que tenía al lado, hacían que ese momento fuera un tanto menos agresivo del que parecía anteriormente, aunque todo podía cambiar en un segundo, ya que la cazadora tenía problemas severos en su mente, cosa que el pirata a parte de que no entienda, quizás hasta gustaba de ello. La arena la ponía en una sensación incómoda al tener las botas cubriéndole las piernas, así que no esperó para quitárselas y quedar descalza, dejando de aquella manera ver un poco de si misma, unas piernas delgadas, no musculosas pero algo tonificadas, seguramente normales para una muchacha de su estatura. Sus ojos azules miraron durante un breve momento a la luna, para después voltear la mirada sobre su interlocutor, que obviamente había estado tan callado como ella durante la travesía.

Él se paró en seco, limitándose a mirarla y esperar algo que la peligris desconocía. Intentó recordar a porqué habían llegado ahí, pero no lo conseguía. Lo único que podía recordar era el sabor de su sangre, y de que, de alguna forma, estaban peleando anteriormente, aunque desconocía el motivo. ¿Entonces estaban ahí para pelear? Muy probable. Tiró las botas en algún lugar cercano, y se quitó la capa, dejando ver su demasiado corto kimono negro y sus armas, obviamente casi nunca se deshacía de esa vestimenta, pero la situación lo apremiaba puesto que el aire era cálido y el terreno podía jugarle una mala pasada en cualquier momento. Hizo contacto visual con su enemigo. Como dos brillos dentro del crépulsculo, sus ojos de depredadora estaban pasando inventario por la cara del moreno hasta llegar a sus labios. Su mano tomó la katana por la tsuba, aunque sin moverla de su sitio inicial. Iba a hacerlo, pero recordó algo que ciertamente había olvidado. El pirata, la había besado. Igual y no habían venido ahí solo a pelear. Poco a poco los recuerdos volvían en si, para traer sobre los labios inexpresivos hasta el momento, una sonrisa de lado, con una tienta maliciosa. Quizás y había que jugar un poco más para ver en que iba a quedar aquello. Antes de levantar la katana unos dos centímetros, la volvió a enfundar en su vaina. - No me acordaba. Es una cita. Estas cosas no se hacen. - decía de manera sarcástica, sabía que no era una cita per se, pero aún así no pretendía atacarle aún. El olor de su sangre se había marchado y, de alguna forma su mente se había quedado nuevamente en el limbo, esperando algo que la vuelva a despertar en cualquier momento.

por Invitado Dom Mar 05, 2017 11:31 am

¿Era necesario hacer lo mismo que Sumire? Notando como se removía sus botas para quedar descalza, no era mala idea pero el falso tuerto observo sus pies donde estaban sus protectores y zapatos, el se mantendría en esa forma por cualquier cosa moviendo ambos pies para tratar de acostumbrarse a la arena que estaría fría a pesar de su blanca apariencia. Observando latente como removia mas y mas atuendos, solo hacia sonreír a Tian por pensar 3 opciones, le estorbaban en combate, sentía demasiado calor o eran pesas ocultas que al removere incrementarían su velocidad y poder, esperen… eso no era mala idea y tal vez el propio criminal podría hacer lo mismo para sobre pasar limites aunque la idea era arriesgada y eso que él no era médico. Todo movimiento de la peligris llevaba un aire de misterio ¿Qué estaba pensando realmente? Era difícil poder definirlo en palabras o justificar sus acciones y en momentos la mirada se perdía como si ella fuese menos que humana lo que le daba un poder de intuición bastante alto ¿Quién era realmente? El ojo dorado de Tian se entrecerraba por lo que parecería que trataría de imponer algo de palabras con tal de captar su atención. –Sumire ¿Sabes lo que se trata un duelo a primera sangre?- Colocando su mano en la barbilla mientras la contraria en la cintura al empezar su explicación. –Es una vieja tradición pirata donde las disputas se resuelven hasta que uno de los contrario tiene una herida que lo haga sangrar o lo derribe sin poder levantar. Esto con el fin de evitar conflictos internos como muertes innecesarias…. Desde luego el perdedor debería aceptar lo que el vencedor imponga, aunque es algo que muy pocos siguen hoy en dia- Con eso había explicado todo, un duelo tan simple donde la supremacía se decidiría por aquel que logre vencer al contrario sin peligros, aunque esa mujer no parecía ser alguien que se midiera, tal vez podría interesarle mas sobre la regla del victorioso sobre el perdedor.

-Aunque me sorprende conozcas lo que se hace en una cita, nunca he tenido alguna y eres la primera para mi- Palabras que mencionaba mientras daba pasos por dentro de la arena hasta colocarse cerca de la joven mujer nuevamente, desde luego con sus expectativas de defenderse a lo alto pero lo importante es que quería poder observarla en sus ojos azules inexpresivos y fríos como el beso helado de una muerta, alguien que había visto la muerte como si fueran viejas amigas y encerraban más de lo que parecían. –Mi problema es que no puedo dejar lo que sucedió en el bar sin terminarse, no soy de empates, así que dime ¿Qué harás si llegas a ganar?- Sonriendo con tal amabilidad y rostro radiante por querer conocer las intenciones de la chica un poco más, pudieran ser nada pero si por algo llego hasta ahí es porque su cuerpo hablaba por si solo, solo tras la respuesta que diera el propio criminal adelantaría su pie que se levantaba como cualquier paso normal pero lo buscaba descender con fuerza para aplastar de un pisotón uno de los pies desnudo de la chica, más daño y buscando no escapase mientras su mano más cercana al arma de Airu, se adentraría buscando tomarla de la empuñadura para tomarla y después, con éxito o no, separarse dando pasos hacia atrás con la intención de removerle aquel artefacto peligroso que tenía consigo, después de todo la debilidad de muchos luchadores con armas era la falta de los mismos.

por Invitado Lun Mar 06, 2017 9:27 am

La muchacha miró a Tian de manera larga, intentando entender los conceptos que este exponía. Su mano cogía su barbilla entre los dedos, intentando reflexionar sobre las palabras ajenas. Sonaba divertido, pero a caso no estaba el hombre en desventaja? Al fin y al cabo su daño era cortante, a la primera de cambio hacía saltar la sangre, pero el moreno luchaba a golpes, y grande tenía que ser el golpe para mostrar sangre, él hacía un daño más interno. ¿Porqué iba a proponer algo que le dejaría en clara desventaja? - Uhmm. - dejó salir de su boca un sonido nasal, mirando como la luna aquella noche tenía una forma perfectamente redonda. Quizás era aquello lo que había estado esperando. El empujoncito. A su parecer una muerte no era nunca innecesaria. La gente moría cada día y nunca había escuchado que se necesitase más gente en el mundo, pero si habían muchas opiniones de que las islas estaban hasta sobrepobladas, especialmente por criminales que habrían de morir. Curiosamente, el pirata pensaba algo diferente. Pero poco o nada podía decir con respeto a eso. Habían tradiciones y tradiciones, y era normal que la peligris desconociera gran parte de ellas, especialmente de la facción pirata. Como había dicho antes ellos eran muy diferentes, hasta el punto de ser enemigos por naturaleza. La presa contra el depredador.

- Te sorprendería la cantidad de cosas que sé. - es verdad, había aprendido un montón de cosas al estar con Donner. Las citas era algo normal en la vida del moreno. Le había visto prepararse para varias, aunque ella tampoco había tenido ninguna no iba a decirlo, si no que se guardaría el misterio y la posibilidad de no darle la satisfacción de ser el primero en nada, ya que recordaba como su ego subió en la taberna, anteriormente. Pero él si que lo había dicho, y lo dicho no podía ser retirado. Se estaba aguantando una sonrisa que iba a mostrarse sobre su rostro pasivo, aunque la propuesta seguía ahí. Sus ojos intentaban buscar la mirada del tuerto. No sabía donde quería llegar con aquello. ¿Si no se iban a matar, cual era el objetivo? Pedir lo que uno quería era muy ambiguo, porque seguramente lo que ella quería no se lo iba a dar. Notó como él se había acercado un par de pasos, lo que la llevaría con la mano sobre la tsuba de su arma, obviamente en alerta por el acercamiento ya que Tian, había demostrado no ser de confianza. A parte de ello, aquello ya había empezado. La cazadora había aceptado el reto inútil que este le ofrecía, algo confiada en sus habilidades ya que sus armas hacían un daño cortante, pensó que no será un problema para ella. No era mala perdedora, aunque eso tampoco lo sabía puesto que esa sería su primera competición por algo en especial. Al momento que él levantó el paso, ella también desenfundaba la katana, haciendo un corte horizontal, a la altura del estómago, que al acabar perdía fuerza para acabar apoyada en la katana, casi sin poder sostener el equilibrio con un solo pie funcional, por un periodo corto de tiempo. Su cara se volvió en una de dolor, aunque la arena ciertamente había ayudado, puesto que su pie se enterró entre sus partículas, haciendo que el daño no fuese tan importante, pero suficiente para que su respiración se cortase por el momento.

por Invitado Lun Mar 06, 2017 11:31 am

¿Confuso? Lo fue mientras Tian tiraba su pisotón, ella ataco como podia a distancia tan cercana que el habría podido evitar Sumire desenfundara su arma con acercarse aun mas de lo que ella le habia permitido ¿Quién podría desenvainar si su espada se quedaba atrapada? Pero era seguro que ella buscaría el modo de poder obtener su arma por cualquier método y evitar a Tian la tomase, por poco pudo intervenir su brazo que poseía sus protectores haciendo que el arma resbalara por sus laminas uniformes mientras retrocedía ante el poco éxito que tuvo de quitarle el arma. Nuevamente separados por algunos metros mientras el falso tuerto se colocaba con una posición de batalla con un pie atrás y los brazos levantados pretendiendo usar los puños, este tipo de asuntos no debían durar mucho pero había algo que sentía el propio criminal y le incomodaba ¿Un sexto sentido? Tal vez el solo rompía la cuarta pared pero no podia sentir la misma emoción que antes y la peligris parecía distinta, lo meditaba un momento pero pensó en darle una oportunidad mas.

-¿Qué ocurre? ¿Se pasó tu hora de dormir? ¿Te afecto salir a la intemperie? ¿O te excusaras con tener hambre o estar enferma?- Continuando platicando pero sin embargo esta ocasión no realizaría movimiento alguno, se quedaría expectante, aguardando algún movimiento de la chica, pero habia algo que rescatar de todo esto, el rostro del ojos dorados estaba serio, mas bien sin expresión alguna por no poder sentir lo mismo que sucedió en el bar y esto le molestaba, es a lo que le solian llamar sobreestimar pero tal vez ella no podria aguantar un estilo de vida como lo tenia el falso tuerto y sus atención cambiaba con rapidez como la de una niña que se aburre fácilmente de las cosas. Solo quedaba esperar, necesitaba observarla y conocer que es lo que haría ella mientras daba respiros profundos para estar preparado a lo que vendría.

por Invitado Lun Mar 06, 2017 9:39 pm

Quería aprovechar el acercamiento para dar un sólo golpe que provocaría la sangre del hombre, más eso no pasó. La que había salido perjudicada era ella, quien no pensó que el pirata fuera tan rastrero para atacarle de aquella forma. Su pie dolía, el golpe había sido certero y el dolor punzante, aunque en aquellos momentos tan solo quedaba un malestar general al apoyar el pie sobre la blanca arena de aquel sitio. ¿Porqué se había dejado engañar en aquellos momentos? Quizás no consideró al hombre peligroso, pese a la escena que había montado en la taberna anteriormente. Su espada cortaba la arena y tampoco la dejaba apoyarse demasiado, puesto que el filo se enterraba más bajo su peso, desventaja de haber escogido ella misma tal territorio. - Creo que es lo segundo. - decía, pese a que la mueca de dolor seguía sobre su rostro. Como cuando te dabas con el dedo meñique de uno de los muebles, no era gran cosa pero era suficiente para joderte el momento. - O quizás me aburres. - intentaba destensar el rostro para mostrar una sonrisa torcida, obviamente falsa, aunque sus palabras habrían dado justo en el clavo. Lo que había pasado minutos atrás despertó algo en ella. Había una chispa que no podía ignorar, un deseo oculto quizás. ¿Qué había quedado de aquello?

La nada. El sabor de su sangre se fue, como el de ese beso que tanto la había molestado. Pelear con él en ese estúpido juego le parecía una tontería. Ella no era así. La mayoría de las veces, buscaba la muerte de aquellos con los que peleaba. Intentó pensar a cuantos había dejado ir con vida, pero no se le ocurría ninguno. Aunque había uno que, ciertamente, su mente olvidó por completo. No tenía recuerdos claros de esa caza, aunque si la persona aún se encontraba con vida quizás hubiese sido porque algo se interpuso en su camino. Sea como fuere, ese no era el momento de pensar sobre eso. Su mirada volvió al moreno que tenía delante. - Quizás si te esfuerzas un poquito, me haráss sentir como antes. - más bien era "quizás si no te esfuerzas". Tan solo esperaba la oportunidad para probar de nuevo su sangre, aunque no estaba la curiosidad como antes, pero sí que ya que se encontraba ahí, le interesaba si el moreno podía respetar las reglas del juego. ¿Porqué no intentarlo? Agitó un par de veces el pie, para que la sensación de entumecida se fuera. Se separó de piernas, con decisión, haciendo un corte al aire con su katana. Ella también estaba preparada. Empezó a correr hacía el hombre. Si algo tenía de bueno la situación, es que la peligris tenía cierta ventaja en la zona. El cuerpo más pequeño, los pies descalzos, tan solo un vestido que pesaba menos de un kilógramo. Emprendiendo un movimiento de zigzag, para confundir al adversario, su cuerpo se acercaba con velocidad hacía el hombre, y, justo cuando llegaría a él, mostraría sus intenciones de atacar por la derecha, empero daría una vuelta de 320 grados para que su espada impacte justo en el lado contrario, en un termino medio entre su codo y su hombro. Eso tan sólo si no era forzada a cambiar sus acciones, en base a los nuevos movimientos de Tian.

por Invitado Mar Mar 07, 2017 2:45 am

Solo quedaba mirándola expectante por conocer si había algo que la impulsara realmente pero no podía verlo con claridad, ya sabía pocas cosas que ella en su actitud abierta y sin restricciones pero hasta ahora parecía actuar de formas tan impredecibles en pocas ocasiones que no sabía si estaba tratando con una bestia o una persona la cual tenía una correa mental que se podía remover o poner en diversas situaciones, era así como Tian imaginaba una correa alrededor del cuello de Sumire con una cadena invisible jalada por una entidad en sombras aun mayor que ella ¿Realmente tenia libertad? El cabellos negros azulados solo mantenía su mismo semblante de posición de lucha, paciente y aguardando a ver un movimiento de la peligris más allá de su boca.

Pronto comenzaría a moverse y eso es lo que llamaba la atención de Tian que solo se mantenía firme, sumiendo y moviendo la punta de sus pie trasero de un lado a otro tratando de hundirse poco a poco en la arena mientras Sumire se acercaba realizando movimientos que bien podrían cansarla por el zigzag que levantaba la arena tras dejar sus pasos y el propio criminal se alistaba para lo que vendría, habría un momento donde ella estaría a tan poca distancia que el actuaba, su pie que estaba adelante se moviera retrocediendo un paso para separar esa poca distancia un poco mas mientras que le pie contraria el cual estaba hundido, se movería alzándose y levantando asi por delante una nube de arena que distrajera o nublara cualquier movimiento que tratara de hacer Sumire pero sin embargo ella misma llevaba un plan distinto que le habría tomado por sorpresa.

Aun con la arena que caería encima de la peligris, esta había girado su cuerpo haciendo que parcialmente el ataque del criminal fuera inútil porque su giro habría evitado que le entrase algo en los ojos pero con la arena encima el resto de su movimiento tendría problemas para terminar de poder encadenarlo. Tian solo trato lo propio juntando sus brazos mientras trataba de interponer de nueva cuenta el protector de mismo, era una ventaja no usarlos a menudo aunque poco se sabría si era una defensa que evitaría el corte, lo que era cierto es que con esa poca distancia no debía perderla. Su brazo contrario que no defendía, habría de salir como cohete mientras el cuerpo del criminal se abalanzaba hacia adelante, buscando atraparla y abrazarla para derribarla directo en la arena, buscaría terminar encimarse en ella y atrapar sus brazos para conseguir sujetarla contra la arena finalmente.

por Invitado Mar Mar 07, 2017 10:38 am

Su cuerpo tenía bastante movilidad sobre la arena, aunque sabía que un mal paso y todo se iría al garete. Las partículas blancas eran escurridizas, y podían provocar una caída con relativa facilidad. Aún así, eso no pasó. La muchacha alcanzó su objetivo, aún en aquella posición, y, al dar un giro sobre su propio eje, la espada de nuevo se encontraba con uno de los protectores. Ella terminó el giro completo de 360º para así acabar enfrentando al hombre cara a cara, con el brazo derecho de la katana plegado entre ellos, haciendo contacto con la parte izquierda del moreno, más no se esperaba a los próximos movimientos. Llevó la mano sobre la pequeña katana que tenía e el lado derecho, haciendo de esa forma de sus brazos se crucen intentando mantener el ataque y prepararse para la defensa, aunque pronto se daría cuenta de que aquello era un error. Con el cabello lleno de arena por los movimientos de Tian, había conseguido que todas sus acciones fuesen certeras menos su posible defensa, que la llevó a estar encadenada entre los brazos del criminal, que ahora se acercaba con la inercia apresando su delgado cuerpo y tirarse encima, haciendo que la cazadora pierda equilibrio, cayendo de espaldas con el cuerpo visiblemente más grande sobre ella. La sonrisa que antes llevaba, por la satisfacción de sus actos, se iba poco a poco desvaneciendo.

Tian se había metido de nuevo, dentro de su espacio personal. La había inutilizado ambos brazos, y hasta se vio obligada a dejar caer la katana de su mano derecha, debido a la posición incómoda. Su peso aplastaba el cuerpo delgado de la peligris, hundíendolo un tanto dentro de la playa. Su pelo había quedado totalmente a merced de las partículas blancas, que buscaban el sitio propicio para esconderse. Por un momento, su rostro estaba serio, más su mirada buscaba un contacto visual directo, sin miedo, aún tras el parche del ojo. - No sabía que tenías tantas ganas de abrazarme. - decía con seriedad, más eso la molestaba bastante. Estaban en un combate, y las maneras de actuar del moreno la descolocaban un poco. Hasta la ponían nerviosa, algo que ni siquiera Donner había conseguido. - Haberme dicho que necesitabas cariño, no era necesario llegar hasta aquí. - con el rostro aún un tanto inexpresivo, su cara se movió de manera rápida hasta quedar pegara con la del pirata, y unida por la altura de los labios. Aquella vez, era ella la que besaría al tuerto, aunque su beso no sería dulce, ni siquiera sensual. Era un beso repulsivo y forzado, donde su lengua se haría camino entre sus labios durante un segundo, para saborearle por completo, acabando por morder su labio inferior con agresividad, tanta que esperaba sentir el sabor ferroso de su sangre.

por Invitado Mar Mar 07, 2017 1:23 pm

Apresada, la había conseguido detener y evitar hiciera más sus movimientos, apresada entre la arena y el cuerpo de Tian como aquella ocasión en el bar lo estaba el sobre la barra y el cuerpo de Airu, un rápido pensamiento en flashback recordaba ese momento donde parecía que ninguno de los 2 gustaba de sentirse preso al notarse como el rostro de la peligris borraba su sonrisa a una totalmente inexpresiva, ambos reaccionando de una forma sarcástica mientras podían verse fijamente el uno al otro, excepto la clara diferencia que Tian no le tenía con una espada en su cuello para poder amenazarle, pero a diferencia del falso tuerto que respondio de forma agresiva por la amenaza, ella lo realizaba alzando como podia su cabeza para alcanzar al mismo en un beso brusco y de poca experiencia como si una niña tratara de hacer algo que no conocía como o no tenia el instinto de ser dulce ¿Parecido a Sumire? Desde luego y de cierto modo le gustaba eso a Tian, no el beso o la falta de sensualidad, si no que de un modo u otro buscaba dar pelea por cualquier medio al que el cabellos negros azulados no cedería terreno y con su cabeza moverla dando un impacto con su frente para que le soltara de la mordida que abrió su labio ¿Qué clase de juego llevaba esta mujer? Necesitaba modales pero Tian no era el mas apropiado para eso ¿O si?

El ojo dorado la observaría sin soltarla y su mirada se volveria mas agresiva, como la de un lobo que esta apunto de atacar descendiendo asi su rostro aprovechando su clara ventaja, su cuerpo acomodándose entre las piernas de Sumire para hundir sus fauces sobre el cuello de la misma dando una mordida donde la marca de sus dientes quedarían clavados, tenia un sabor salado, el sudor del esfuerzo hasta el momento o todo lo que habrían pasado pero no por menos apetecible la carne suave de aquella zona que jamas podia fortalecer ningún humano, lamiendo el mismo hasta llegar a su oreja. –¿Quién necesita cariño realmente?- Susurrandole antes de apretar mas sus manos para mantenerla quieta, abusando de la situación y pudiendo lamer como saborear el costado del rostro de sumiré, dando mordiscos que pasaban de lo agresivo a lo sensual. Asi era como debía hacerse, asi era como tenia que juguetear cuando separo su rostro para observarla y con un rastro de sangre y saliva colgaba de los labios de Tian, algo de arena en su cabello pero simplemente su modo de actuar habia cambiado, un poco pero se mantenia sin decir palabra alguna.

por Invitado Mar Mar 07, 2017 5:49 pm

Su frente dolía. Imposibilitada a hacer nada en aquella situación, se había tenido que comer el ataque frontal que el tuerto le había lanzado con la cabeza, en él soltar el labio que aún estaba por cortar, y perder el batalla. Sabía que, según las palabras de Tian, lo había perdido. Aquel beso repulsivo era su único chance de hacerle daño, nuevamente, cosa que no pasó, y simplemente la cabreó más. Sin contestar a las palabras del moreno, sus ojos se perdían en un lugar del cielo, mirando hacía arriba y de lado, dejando expuesto su cuello pálido en un gesto de rechazo. No quería que el hombre le robe otro beso. ¿Es que acaso en un barco podían liderar dos capitanes? Estaba acostumbrada a poner las pautas, y a domesticar, más el tuerto no estaba dispuesto a acatar ordenes. Sus manos apresaban más sus muñecas, para asegurarse que no podía hacer nada, como si le leería la mente en el momento que quería escaparse. Podía sentir como su cuerpo estaba justo entre sus piernas, seguramente con la posibilidad de tocar todo su indefenso cuerpo, y con tan solo un par de telas entre ellos. Ojala y una de sus rodillas se hubiesen hallado entre las piernas del moreno, aunque seguramente ni eso hubiese valido en ese momento. Estaba totalmente a su merced, y el pirata se encargaría de hacerselo saber muy pronto.

- Ah... - un suave susurro involuntario se escapaba de sus labios, más allá de la repulsión y el asco que sentía al tener a un desconocido encima de ella. Podía sentir el daño de su boca pegada a su cuello, cosa que le hizo arquear la espalda y presionar su cuerpo a la altura de sus entrepierna. No era Sumire, Airu empezaba poco a poco a sentir ese instinto primario, por primera vez en su vida a la fuerza. No había una pauta establecida por ella, ni siquiera por sus sentidos. Tian se encargaba de hacer las pautas ahí mismo, y, aunque no dejase de ser repulsivo, su cuerpo era fácil movido por el hecho de que la habían hecho daño de una manera placentera. Su cuerpo se mantuvo tenso y arqueado a lo largo de los lamidos. Sus ojos iban a comprobar, aún desde aquella posición, la boca de labios carnosos manchados de un pequeño hilo de sagre y saliva, que hacía que el hombre pareciera un depredador en la luz de la luna. Sus ojos no podían cerrarse ante tal escena, ni tampoco podía luchar contra sus instintos, que se habían encendido al máximo, mucho más que antes en la taberna, y demasiado como para ser apagados con un solo juego.

No le importaba haber perdido, el juego nunca había sido de su interés, aunque solo lo probó para ver una vez más, su sangre. Pero de la misma forma que ella había probado el líquido vitar del criminal, ahora era ella quien lo hacía, y no de la misma manera. Inspiró con fuerza, y cerró los ojos. No era muy partidaria a que la hagan daño, de alguna forma, pero el pirata pudo sacudir su cuerpo en tan solo unos segundos. Para cuanto abriría sus ojos, estos volverían a brillar con ansias. El animal había despertado. - ¿Qué quieres ahora que ganaste? ¿Violarme? - dijó divertida, aunque no iba a mostrar que la idea era, cuanto menos, apetecible. Su cuerpo había vuelto a la posición inicial. Sus muslos intentaban relajarse después de haber levantado casi todo su cuerpo de aquella forma, aún bajo el peso de Tian. Estaba totalmente incapacitada, si no seguramente hubiese hecho ya alguna acción impulsiva. No quería estar bajo los hechizos del criminal, de hecho hasta convencida era que si no fuera por sus acciones, el hombre no hubiese representado ningún tipo de interés. Pero había algo en común, que no había encontrado de aquella forma anteriormente.

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