Fria Exploracion [Annery - Lilian - Mishael]

Isla Minion... no sabia mucho honestamente de la misma, lo poco que sabia de ella eran meras y simples historias, no unas muy grandes o si quiera, "buenas" de ella, y al no ser buenas no queria decir exactamente malas en el sentido de que tenia mala fama la isla, si no mas bien de que las historias de ahi eran literalmente malas, la isla era pobre, estaba en ruinas, por lo que nada de la misma se le podria llegar a sacar algun tipo de provecho, pero bueno, fuera como fuera, por una u otra cosa ellos habian terminado por llegar a dicha isla, con ideas no muy claras ni con la mejor de las suertes, pero de alguna u otra forma deberian de sacar provecho de la desgracia... o asi es como lo veia el mismo en dichos momentos. El rubio suspiraria, mientras que se acomodaba la bufanda que llevaba en aquellos momentos, la isla era una de clima nevado, por lo que era complicado el estar con... "libertades" por asi decirlo de alguna forma, esto debido al frio y la nieve del lugar, por lo cual es que es complicado todo aquello.-Espero y estes bien abrigada.-Sabia que su hermana era demasiado... descuidada muchas veces, por lo que era su deber por asi decirlo de alguna forma, el cuidar de ella y ver que no cometiera algun tipo de fallo o similar, eso implicaba tambien los tipicos descuidos que podria llegar a tener en cualquier momento, eso era algo comun en ella desde que era mas pequeña, y por lo cual es que el era asi de cuidadoso con ella.

El observaria a la Rubia mayor, su vestimenta tenia algunas modifiaciones debido a el clima, por lo que al menos estaba seguro que no estaba pasando frio ella en aquellos momentos pero, ¿que deberian de hacer ahi?, segun tenia entendido estaban cercas de lo que era el pueblo de la isla, aunque sinceramente el mismo no inspiraba confianza, pues muchas informacion llego a saber del mismo, especialmente de la mala fama de esa zona.-Bueno... hay que andar con cuidado, ¿alguna idea por donde empezar?.-Las opciones no eran muchas... pero confiaba en que se le podria sacar algun tipo de provecho a la misma, aunque, quien sabe, quizas podrian llegar a tener diferentes tipo de opciones por hacer en dicho lugar

El espeso manto blanco cubría todo el paisaje a su alrededor extendiéndose interminablemente hasta perderse de vista. Lilian tenía la impresión que a cada paso que daba, sus pies se hundían con más profundidad en la nieve dificultando su avance. Agradecía que hubieran pensado en cargar con estos abrigos de piel ya que en el caso contrario, más que un resfriado, podían atrapar algo muchísimo peor- ¡¡Aaachííís!!- Un fuerte estornudo se le escapó involuntariamente y de manera automática se llevó una mano a su boca.

El viento helado provocó que el pequeño cuerpo de la chica se estremeciera, ya que realmente no estaba acostumbrada a tan bajas temperaturas -No me quejo, Onii~- Murmulló jovialmente como respuesta a su hermano mientras se colocaba la capucha del abrigo sobre su cabeza. Ya comenzaba a picotearles las orejas debido al frío que las enrojecía -Menos mal que esta vez no olvidé  tomar la bufanda- Asintió al decir esto y de paso remontaba la prenda  cubriendo parte de su cara y dejando sólo al descubierto la mitad de su rostro. Dirigió su mirada a la esbelta rubia quien los acompañaba para luego mirar a su hermano mayor -¿No deberíamos pasar al pueblo más cercano para informarnos del próximo barco que zarpará?- Propuso a sus compañeros. La suerte parecía haberlos abandonado y ahora se encontraban en una isla que lejos estaba de entrar en sus planes.

El cielo estaba compuesto de tonos grisáceos sombríos, sin embargo aún había cierta claridad, lo que indicaba que el día todavía no terminaba. Más adelante, frente a ellos, se podía distinguir como el camino accesible se cerraba a causa de unas grandes rocas blanquecinas que actuaban de obstáculos. Dejando sólo una dirección posible a tomar, pero algo estrecha. Si lo mirábamos desde otro ángulo, era el sitio perfecto para lanzar emboscadas a los inexperimentados viajeros.

Habían encuentros que no la dejaban de sorprender nunca, de un modo algo inesperado había terminado arribando en el mismo barco que aquel par de hermanos rubios y sin saber tal cual su peculiar dirección a la siguiente isla, el trio de rubios había terminado llegando a una isla invernal, daba gracias que había logrado robarse un abrigo, de lo contrario, ahorita sería una paleta rubia. -En momentos así… odio que Sylpharion sea tan grande…- Sus dientes cascabeleaban un poco, no le gustaba realmente el frío y el llevar aquella gran espada de acero en su espalda, solo le causaba aparte de ser un peso extra, un frío de más pues aquel metal se congelaba en sobre medida y le transmitía dicho frío al cuerpo de la rubia.

De uno de los bolsillos del abrigo robado, sacaría un pañuelo el cual le pasaría a la pequeña rubia por motivo de escuchar aquel estornudo que le sorprendería y seguidamente le haría reír un poco por el estruendo que había causado. -Salud… pareces un anciano estornudando.- Levemente se rió un poco más tras decir aquello, no olvidaba cuando hace mucho tiempo, el tío anciano de su difunto casi esposo, estornudaba y lo hacía del mismo modo estruendoso que la pequeña.

-¿Creen que haya gente?… quiero decir, gente fuera, al menos yo quisiera estar guardada junto a una fogata en este preciso… momento.- Sus dientes cascabelearon una vez más mientras su cuerpo tiritó del frío, avanzar entre tan espesa nieve le costaba trabajo y el viento helado que soplaba con nieve que caía del cielo, solamente le hacían sentir más frío del normal. -Aunque espero encontremos pronto un lugar para calentarnos o tendrán que dejar un cadáver hundiéndose sobre esta nieve.- Añadiría dándole algo de drama a todo el asunto, aunque se notaba un cierto disgusto respecto al clima.

El rubio observaria el lugar detenidamente mientras que seguian avanzando por el lugar, a pesar de que no Nevaba con gran fuerza en aquellos momentos, debia de reconocer que era complicado el avanzar por el lugar, aunque para su persona aquello era simplemente un fastidio, para sus compañeras si que era un gran problema. Se llevaria una de sus manos a su menton y comenzaria a "frotar" el mismo, una clasica posicion para pensar, o al menos para indicar que se encontraba "quemando" algunas cuantas neuronas, ¿la causa?, el lugar no tenia para nada buena fama, por lo que confiar en las personas del lugar, no era algo... muy facil de hacer. Suspiraria de fastidio debido a ello y simplemente les observaria mientras que ellas hablaban entre ellas.-Es una buena idea sin lugar a dudas... pero tenemos un problema.-Mencionaria mientras que se detenia de un momento, quedando a varios metros de poder entrar a lo que parecia ser un camino estrecho, con mala espina es lo que le daba el lugar sinceramente.-El problema es que en esta isla abundan los Criminales, Piratas y todo tipo de persona de mala espina, esperando algunos incautos para terminar por hacer una emboscada.-Mencionaria mientras que señalaba el lugar por el que estaba posiblemente por entrar, aquello como un ejemplo, aunque pronto hablaria de nueva cuenta, solo que ahora para responder a la rubia mayor.

Es posible, aunque no se si realmente sea buena idea el ir a preguntarles algo, ¿confiaras tu en extraños que estaban quizas de pasada en la isla, cuando vives en una isla en la cual no puedes confiar en alguien?.-Formularia como duda y pregunta el rubio hacia ella, aunque no era honestamente una mala idea aquello, aunque sinceramente no sabia como es que deberian de preguntar eso a las personas.-Bueno, lo mejor sera creo buscar un lugar para buscar refugio hasta que la nieve deje de caer... pasaremos con cuidado por ese lugar, pero mantenganse en alerta, no se sabe lo que hay en el lugar.-Mencionaria, aunque antes de retomar completamente la caminata se detendria para hablar otra vez.-En el peor de los casos... suponiendo que no encontremos una cabaña o similar, ¿deberiamos de quedarnos en una cueva o algo asi?.-Anexaria ademas aquello como duda, pues queria saber la opinion de ellas sobre eso, despues de todo se debia de hacer lo que en conjunto se pensaba... solo esperaba que no se pusieran algo... quisquillozas con ello, pues sinceramente, al menos para el, no le daba nada de confianza lo de las personas o los criminales de la isla.

De a poco diminutos copos de nieve comenzaban a caer lentamente sobre ellos. Antes eran imperceptibles debido a su tamaño insignificante, pero ahora ya se hacía más notable acentuando el paisaje blanco que los rodeaba. Daba gracias una y mil veces que el abrigo elegido tuviera capucha.

Lilian enfocaría su mirada en el pañuelo que le ofrecían delante de sus ojos para luego pasarla sobre la chica ojiverde quien reía de buena gana a pesar de ser evidente la molestia que el frío le causaba - ¡Gracias!- Tomaría la prenda en dos manos y se soplaría con fuerza haciendo resonar un sonido de trompeta en el ambiente para luego echarse a reír tras oír la comparación de su compañera -¿Acaso insinúas que soy vieja?- Soltó en broma siguiéndole la corriente mirándola divertida. Se soplaría nuevamente, está vez de una manera un poco más discreta y le extendería el pañuelo a su dueña con la intención de entregárselo -El anciano le regresa su prenda, jovencita~- El tono de voz que había utilizado era burlón, no estaba segura que la esbelta rubia le gustaría retomar un pañuelo lleno de mocos. Aunque el momento no era el mas indicado para hacer ese tipo de bromas estúpidas, la pequeña rubia creyó que por lo menos esto serviría a hacerlas olvidar durante unos instantes, que dentro de poco, ya no sentirían sus pies.

Al escuchar lo que le respondía su hermano alzaría una ceja para luego mirar a la dirección donde este último había fijado su vista. Efectivamente, ese solitario y estrecho sendero nevado no parecía muy seguro – Entonces crees que si avanzamos mas por ese camino podríamos caer en una de esas… ¿Emboscadas?- La ultima palabra la pronunció con cierto recelo, en verdad no le gustaba mucho si algo así se daba. Cada vez que hablaba, un vapor blanco se le escapaba de entre sus labios acompañando sus dichos- ¿Una cueva?- La mueca que se dibujó en su rostro dejaba en claro que la segunda opción no le hacía mucha gracia. Su avance sobre la nieve se hacía más lento para proseguir -Preferiría mejor una cabaña… No crees, ¿Ann? Se dirigió a la rubia más alta buscando su aprobación.

La situación era fría y desagradable para su persona, en definitiva no le gustaba para nada lo que vivía, más precisamente, el frío que sentía, aunque las bromas de la menor del grupo solamente le hacían reír calentando un poco su cuerpo. -Eh… no gracias, amable anciano, creo que mejor os lo regalo por si gusta luego volverse a soplar la nariz.- Mostrando una sonrisa alegre mezclada un leve gesto de no querer tocar el pañuelo lleno de mocos ajenos, en tono bromista respondía a la peculiar broma que mantenía con la rubia.

Dejando de lado las bromas, el trio de rubios continuaría avanzando entre la espesa nieve, la ojiverde escuchaba atenta las palabras del rubio y en las cuales, se detenía a reflexionar vagamente al momento de desviar un poco su vista, era una pequeña costumbre que tenía cuando meditaba algo; aunque de sus pensamientos tendría que salir prontamente al escuchar la pregunta de la menor la cual estaba renuente a dormir en un lugar que no fuera una cabaña caliente. -Veamos…- Detuvo sus pasos un momento para pararse frente de los rubios hermanos y mirarlos detenidamente, era un tanto liante hacer eso pues tenía que llevar su vista del punto más bajo al punto más alto para poder ver a aquellos ojos zafiros que cada uno poseía. -Si continuamos por ese camino.- Señaló con el pulgar diestro pasando un poco encima del hombro propio al momento que de igual forma, señalaba con la cabeza en la misma dirección. -Existe una gran probabilidad de que tengamos que patear traseros.- Habló como si nada, tal vez ese tipo de expresiones eran inadecuadas para cualquier mujer de “clase alta” e inclusive, hace años le hubieran reprendido por lo dicho, no obstante hoy le daba igual todo ese rollo de los modales y la etiqueta.

-Y si vamos por ahí.- Señaló con el pulgar de la zurda al otro lado de su espalda donde a lo lejos, si mirabas muy detenidamente, parecía ser una cueva o algo por el estilo. -Seguramente nos congelaremos si no encontramos leña para hacer alguna fogata… no obstante…- Hizo una pequeña pausa para seguidamente, bajar un poco el cierre de la parte superior de su pecho dejando a la intermedie gélida parte de sus “amigas” pues de entre ellas, terminaría sacando un mapa. -Mientras estábamos en el barco, a uno de los tipos de ahí se les cayó este mapa de la isla, si retrocedemos un par de metros, podremos tomar una desviación que ya nadie utiliza, o al menos eso escuché en el puerto, si seguimos por ese camino, podremos llegar a una vieja mansión abandonada, nos podríamos refugiar ahí, además seguramente habrán sabanas y esas cosas para mantenernos en calor, y si hay alguien… bueno, igual hay que buscar las formas de entrar en calor.- Habló como si nada y concluyó del mismo modo para después volverse a guardar el mapa por donde lo había sacado y cerrando rápidamente el cierre pues ese frío en aquella zona de su cuerpo, no le era para nada encantador.

El clima gélido de la isla no era algo que el Mink estuviese acostumbrado y esto se revelaba en las minúsculas telas que llevaba consigo, pero esto no era mayor inconveniente para él, que tan solo se deshizo del hilo que sostenía su largo cabello. Movió su cabeza hacia los lados para que se esparciera de forma pareja y comenzara tapar todo su cuerpo, sintiendo como el calor no tardaba en llegar a su pecho y extremidades. No era tan peludo como sus otros hermanos pero la naturaleza era sabia y le daba otras herramientas para no ser menos que ellos. Ahora con la nieve juntando sobre las partes morenas de su piel y el albino de su pelo, lo habían transformado en un imponente hombre de las nieves que dejaba algunas huellas a su paso, pero la gran mayoría serian tapadas por el horrible clima. Hacía uso de todos sus sentidos para localizar un sitio en donde resguardarse pero su nariz se encontraba helada y sus orejas apenas captaban alguna bestia que pedía, a los gritos, ayuda desde la lejanía porque se estaba congelando. Su mente ya se estaba imaginando que él tendría el mismo final si no encontraba algo en donde resguardarse, sus piernas apenas podía sentirlas por el frio constante pero debía seguir porque en donde se detenía un poco era cuestión de tiempo antes de terminar sepultado por la nieve y con ello, encontrar su tumba allí.-

Observo como unos cuantos metros enfrente suyo, detrás de una barrera de árboles algo no encajaba con el escenario blanco, resaltando bastante con el entorno. ¿Alguna trampa? Tal vez pero con su suerte condenada, no perdía en nada meterse a la boca del león. Pero sería todo lo contrario porque en su rostro no pudo evitar mostrar una enorme sonrisa que dejaban al descubierto sus enormes colmillos, había encontrado lo que parecía ser una enorme casa abandonada porque en algunos tramos se podía notar ventanas destruidas o que la naturaleza ya estaba ganando terreno, con algunas ramas y lianas sobre sus paredes. No lo dudo dos veces y patea la entrada principal para ingresar de un salto, comenzando a sacudirse para sacarse todo el resto de la nieve en su fisionomía hasta en su colita. Un montículo a tener consideración se había formado en la puerta, revelando que estaba viajando con un peso extra.- Ah ~ ... Ahora me siento más liviano. -Vocifero para levantar sus brazos en alto, en señal de victoria mientras sus piernas se movían un poco para entrar en calor, sintiendo como de a poco el entumecimiento producto del frio iba dejando a espacio a un dolor soportable por el momento.- Bien, si mal no recuerdo los Menos Peludos siempre tenían un sitio donde prender fuego en estas casas. -El oji-azul se refería a una chimenea y en su intento por localizarla ya había notado algunos cuadros junto con libros que podrían ser de ayuda para prender el fuego, juntándolas debajo de su brazo dirigiéndose al salón principal que se encontraba en la planta baja luego de cruzar otra puerta doble, donde se unían dos escaleras que llevaban a la parte superior del hogar.-

Bingo -Exclamo en voz alta poniendo algunos troncos secos que se hallaban desparramados en la cocina junto con los papeles que servirían para avivar el fuego. Este sería prendido gracias a sus garras que golpearon constantemente otra roca para lograr una chispa que no tardo en prender gracias a los artilugios que encontró. Se pondría en cuatro patas a medida que su cola señalaba un estado de ánimo bastante feliz, moviéndose de forma constante, soplando con cuidado la pequeña chispa que no tardo en transformarse en una gran llama que ilumino parte de la sala trayendo con ella un reconfortable sentimiento. El humo negro producto de usar otros elementos húmedos y mojados, comenzaría a resaltar sobre el cielo gris y el escenario blanco, invitando a las criaturas sin hogar y que eran asolado por las clemencias de la isla a buscar refugios bajo su techo.-

El les dejaria continuar hablando, pues sinceramente el no sabia muy bien si es que deberia de meterse en ello, pues parecia que estaban mas bien bromeando o similar, aunque a final de cuenta el simplemente observaria las opciones en aquellos momentos mientras que les escuchaba hablar a lo lejos, sencillamente no tenia muchas opciones, al menos a su forma de ver no habia muchas, por lo que era cansado el pensar opciones cuando no les habia. Pronto su hermana dejaria un poco de lado las bromas y se acercaria hasta el y hablaria, comentandole si es que creia que podrian caer en una emboscada si entraban por el camino indicado.-En teoria, asi es, como dije a isla tiene una mala reputacion,por lo que, si quizas no hacemos caso de ello, podria ser un grave problema despues, asi que deberia de tomar medidas sobre de ello.-Terminaria por agregar el rubio, aunque una ceja se alzaria ante la contundente respuesta por parte de su hermana sobre que no queria dormir en una cueva, siendo que preferia dormir en una cabaña y buscaba el apoyo de Annery.-Pero no hay muchas opciones, poco puedes hacer sinceramente.-Agregaria el rubio, aunque pronto guardaria silencio y observaria a la rubia mayor, esperando a ver que seria su respuesta con respecto a toda la charla.

Aunque con curiosidad, observaria como es que ella baja el cierre de su ropa, rebelando parte de su piel, aunque de ahi sacaria un mapa y daria algunas instrucciones de lo que podrian hacer, aparentemente habia una tercera opcion, y posteriormente de ello, volveria a guardar el mapa de donde lo saco.-Por que las mujeres guardan cosas ahi?.-Intrigado, le preguntaria a su hermana en voz baja.-Bueno, entonces tomemos esa tercera opcion, es mejor que nada, asi que, vamos a ello.-Dicho aquello, comenzaria a caminar junto con ellas hasta terminar por llegar a la mansion abandona que Annery les habia dicho, sinceramente era mejor de lo que esperaba.

La expresión divertida de la oji-verde, más la media mueca que acompañó a su esperada negación logró que la pequeña rubia se riera por lo bajo mientras guardaba el pañuelo -Respetaré sus deseos, amable damisela- Soltó como repuesta entre risillas siguiendo todavía con aquella imitación de “anciano” y de está manera continuar su tortuoso avance sobre la espesa nieve. De vez en cuando tenía que sacudir un poco su capucha ya que sentía como la copos de nieve comenzaban a formar capas pesadas sobre su cabeza.

Mientras continuaba con su avance escuchaba su hermano responderle a su interrogante. Tenía razón, en estas condiciones climáticas tan catastróficas, era una gran desventaja ser arrinconados en una emboscada. Lilian llevó sus menudas manos cerca de su boca y dejó que su aliento tibio chocara contra su piel helada provocando un cierto escalofrío. “Debí haber tomado guantes” Pensó para sí misma entretanto se detenía en su marcha para prestar atención al diálogo de su compañera. Cada vez que esta última señalaba una dirección con su dedo, la cabecita repleta de rizos rubios la seguía con la mirada curiosa. La palabra “cueva” resonó en su cabeza como una fórmula desagradable, entreabrió sus labios para protestar mas esto no fue necesario ya que la esbelta rubia parecía tener un as bajo la manga. Sus ojos siguieron el movimiento de sus manos y se sorprendió cuando comenzó a abrir el cierre de la parte superior de su atuendo provocando que se sonrojara levemente y mirara de reojo a su Hermano. Lo jaló de una manga logrando que se mantuviera más o menos a su altura y de está manera  bloquearle la vista con una de su manos -¡Mejor no mires Onii!- Hacer esto fue inútil porque de todas formas tuvo el tiempo suficiente de ver un poco más de lo que la alta rubia ofrecía.

Dejando escapar un suspiro soltó a su hermano,  se inclinó levemente hacia él y con una mano escondió su boca como si de un secreto de Estado se tratara y le susurró en voz baja- ¿Debe ser porque los hombres no pensarían en buscar ahí? Más no debe ser en todas las mujeres ya que… hay ciertos inconvenientes- Al formular esto llevó sus manos a su pecho sintiéndose inexplicadamente derrotada -…¿Porque soy casi plana?- Inflando sus mejillas dejaría está pregunta en suspenso para dar un saltito y casi salir disparada a la dirección opuesta de donde  Annery  mencionó que se encontraba aquella mansión abandonada -¡Vamos! Tenemos que llegar lo antes posible- Ya anhelada calentar su cuerpo aunque sea un poco y tener un techo sobre su cabeza. Más se detuvo al darse cuenta que no estaba acompañada y que sus compañeros se encontraban pasos más atrás -¡Eh! ¡Espérenme!- Exclamó mientras se apresuraba intentando alcanzarlos más la nieve persistía a dificultarle su avance. A lo lejos se podía notar la imponente mansión en ruinas, parecía que los pasos de los años habían hecho mella sobre ese lugar, el abandono de aquella propiedad era evidente. Era su imaginación…¿ o lo que ella veía en el cielo era humo que provenía de la chimenea? Mientras caminaba lentamente observando a su alrededor, una huella particular sobre la nieve llamó de repente su atención, parecía fresca. Buscó a su hermano y Annery con la mirada viendo que ya se disponían a entrar estando ellos delante de la puerta de madera. Se puso en cuclillas para analizarla mejor y se percató que extrañamente se asemejaba a un pie humano... pero el doble de grande.