Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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C - Calor... odio el calor (Pasado)
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C - Calor... odio el calor (Pasado)
Otro camino mal tomado, era desesperante no saber navegar en los mares y depender de otras personas, por supuesto que las personas no parecían hacer lo que debían cuando eran amenazados con un cuchillo en su cuello y eso se volvería otra lección de vida importante para el sujeto del parche mientras descendía de la balsa y creaba una bola de papel de basura con el mapa que le habían hecho –Donde demonios estoy…- Una frase mas que una pregunta, llego a tierra, asi que no le tendieron una trampa con tal de matarlo perdido en el mar pero de cualquier forma Tian pretendía llegar hacia los Reinos mas prósperos por buenos botines que saquear y ahora estaba en una isla ¿Peculiar? Un aire de tranquilidad se respiraba en el sitio donde descendió, lejos del único puerto de la isla mientras jalaba su barca hacia el interior de la tierra ocultándola con sus pocas pertenencias con matorrales y vegetación, si no sabía dónde estaba, era mejor no dejar las cosas tan a la vista y la exploración asi había comenzado.
El sol resplandecía en lo alto, no era medio dia pero ya sentía el calor de la isla junto la brisa salada del mar, no era desagradable pero tampoco satisfacía lo suficiente, sus pasos le condujeron hasta un pequeño poblado cuando esquivo el ultimo árbol de su camino, la alegra en el cabellos azulados con negro era evidente, su traje de corbata y chaleco sin saco era llamativo pero lo hacían más sus protectores de brazos mientras que los de piernas estaban ocultos bajo el pantalón. La alegría de hace un momento se habría apagado en una cara larga y seria por ver la clase de sitio que había llegado ¿Era un campo eso? Podía ver caminos de tierras con grandes extensiones de plantíos de arroz y agua, pequeñas casas separadas por los mismos y ciertamente muy poca gente o población, nada le atraía, nada le gustaba, jamás conoció un sitio como este tan… aburrido.
Con una isla como esa Tian termino hasta una banca pública con sombra sentado como todo un delincuente, abarcando la mayor parte sin motivo alguno y con su cabeza echada hacia atrás, esa isla era tan tranquila que no despertaba ningún raro deseo de codicio o vicio en el, debía salir de ahí, no había ninguna ganancia en una isla así y ni siquiera había chicas, todas eran ya mujeres adultas y no exactamente eran lindas, todas trabajaban duro, asi como los niños se divertían, de verdad ese sitio no era para el y se lo repetía una y otra vez para pensar en alejarse en cuanto obtuviera comida, agua y un nuevo mapa con una ruta que seguir.
El sol resplandecía en lo alto, no era medio dia pero ya sentía el calor de la isla junto la brisa salada del mar, no era desagradable pero tampoco satisfacía lo suficiente, sus pasos le condujeron hasta un pequeño poblado cuando esquivo el ultimo árbol de su camino, la alegra en el cabellos azulados con negro era evidente, su traje de corbata y chaleco sin saco era llamativo pero lo hacían más sus protectores de brazos mientras que los de piernas estaban ocultos bajo el pantalón. La alegría de hace un momento se habría apagado en una cara larga y seria por ver la clase de sitio que había llegado ¿Era un campo eso? Podía ver caminos de tierras con grandes extensiones de plantíos de arroz y agua, pequeñas casas separadas por los mismos y ciertamente muy poca gente o población, nada le atraía, nada le gustaba, jamás conoció un sitio como este tan… aburrido.
Con una isla como esa Tian termino hasta una banca pública con sombra sentado como todo un delincuente, abarcando la mayor parte sin motivo alguno y con su cabeza echada hacia atrás, esa isla era tan tranquila que no despertaba ningún raro deseo de codicio o vicio en el, debía salir de ahí, no había ninguna ganancia en una isla así y ni siquiera había chicas, todas eran ya mujeres adultas y no exactamente eran lindas, todas trabajaban duro, asi como los niños se divertían, de verdad ese sitio no era para el y se lo repetía una y otra vez para pensar en alejarse en cuanto obtuviera comida, agua y un nuevo mapa con una ruta que seguir.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
La tarde iba de maravilla, estaba en extremo entusiasmada con el sol que con una leve intensidad le tocaba la piel, por alguna razón esto le hacía sentirse viva, cerraba los ojos y respiraba la brisa salada recordando que estaba ahí porque ella misma era quien lo había decidido, eso era más que suficiente para amar estar en ese pueblo pequeño, silencioso y trabajador, sin embargo no era su mejor foco para robar, las personas parecían en extremo humildes y amables, probablemente su conciencia la mataría si llegaba a robarle a alguna de esas personas... eso y las fuertes mujeres que de seguro la harían puré.
Sin embargo hacía hambre y nadie se alimenta de buenas intenciones, así que se le ocurrió la gran idea de entrar en un bar de mala muerte lleno de hombres borrachos y gente peligrosa, que lo primero que vieron atravesar la puerta fue una mujer de 1.67, piel enrojecida tenuemente por el sol, ojos celestes y cabellera larga del mismo color, con una porción atada con un broche de oro justo entre sus pechos, que permanecían fuera del kimono censurados únicamente por dos conchas falsas que dejaban poco a la imaginación, y por supuesto una figura de sirena, de caderas marcadas, cintura curva y dotes en ambas direcciones, para resumir, era el peor lugar para entrar si pretendía salir.
Cuando cruzó la puerta obtuvo las miradas que casi siempre había conseguido, no le molestaban pero no era algo que disfrutara, por más que su vestimenta sugiriera lo contrario, llamar la atención no era el objetivo de vestirse así, pero nadie se ha tomado la molestia de preguntar el porqué de su atrevida forma de andar entre la gente.
No había terminado de entrar cuando un tipo había estirado la mano para tocarle el trasero, esta se sobresaltó, se dio vuelta reaccionando sin pensar y le regaló una bofetada en el rostro bien merecida, provocando un silencio largo e incómodo... hasta que rompieron a reír casi todos en el bar
- yo... usted!... esto fue su culpa! -
No estaba muy segura de lo que debía decir, le habían mirado e intentado tocarle, pero jamás habían logrado llegar a palparle y jamás se le habría ocurrido que su reacción sería tan inmediata y agresiva, pero sin importar el porqué, aquel hombre se había enojado demasiado y antes de que atacara Gwyn salió corriendo al ver su rostro enrojecido de ira.
- lo siento!! -
Gritó a toda voz mientras le perseguían, el hombre y dos más, todos con aspecto de pocos amigos y muchos delitos en su historial, así que no dejaría de correr hasta no haber alcanzado una distancia segura, en ese momento ya en medio de la ciudad se detuvo de golpe, su rostro cambió completamente a una mirada fría y segura, su respiración se controló al punto de desaparecer, tomó su arco y una flecha ya estaba en posición casi al mismo tiempo, tensó la cuerda y cuando la brisa guardó silencio... la dejó ir, viajando una distancia enorme, dando a pensar que seguramente habría fallado, sin embargo lo siguiente que se escuchó fue un
- HIJA DE...!!! -
La flecha había caído justo en el pie de uno de los hombres, este no podía ni siquiera dar un paso por el dolor que le había causado, aún así gozaba de mucha distancia por lo que aprovechó para buscar con la vista un lugar donde esconderse.
Sin embargo hacía hambre y nadie se alimenta de buenas intenciones, así que se le ocurrió la gran idea de entrar en un bar de mala muerte lleno de hombres borrachos y gente peligrosa, que lo primero que vieron atravesar la puerta fue una mujer de 1.67, piel enrojecida tenuemente por el sol, ojos celestes y cabellera larga del mismo color, con una porción atada con un broche de oro justo entre sus pechos, que permanecían fuera del kimono censurados únicamente por dos conchas falsas que dejaban poco a la imaginación, y por supuesto una figura de sirena, de caderas marcadas, cintura curva y dotes en ambas direcciones, para resumir, era el peor lugar para entrar si pretendía salir.
Cuando cruzó la puerta obtuvo las miradas que casi siempre había conseguido, no le molestaban pero no era algo que disfrutara, por más que su vestimenta sugiriera lo contrario, llamar la atención no era el objetivo de vestirse así, pero nadie se ha tomado la molestia de preguntar el porqué de su atrevida forma de andar entre la gente.
No había terminado de entrar cuando un tipo había estirado la mano para tocarle el trasero, esta se sobresaltó, se dio vuelta reaccionando sin pensar y le regaló una bofetada en el rostro bien merecida, provocando un silencio largo e incómodo... hasta que rompieron a reír casi todos en el bar
- yo... usted!... esto fue su culpa! -
No estaba muy segura de lo que debía decir, le habían mirado e intentado tocarle, pero jamás habían logrado llegar a palparle y jamás se le habría ocurrido que su reacción sería tan inmediata y agresiva, pero sin importar el porqué, aquel hombre se había enojado demasiado y antes de que atacara Gwyn salió corriendo al ver su rostro enrojecido de ira.
- lo siento!! -
Gritó a toda voz mientras le perseguían, el hombre y dos más, todos con aspecto de pocos amigos y muchos delitos en su historial, así que no dejaría de correr hasta no haber alcanzado una distancia segura, en ese momento ya en medio de la ciudad se detuvo de golpe, su rostro cambió completamente a una mirada fría y segura, su respiración se controló al punto de desaparecer, tomó su arco y una flecha ya estaba en posición casi al mismo tiempo, tensó la cuerda y cuando la brisa guardó silencio... la dejó ir, viajando una distancia enorme, dando a pensar que seguramente habría fallado, sin embargo lo siguiente que se escuchó fue un
- HIJA DE...!!! -
La flecha había caído justo en el pie de uno de los hombres, este no podía ni siquiera dar un paso por el dolor que le había causado, aún así gozaba de mucha distancia por lo que aprovechó para buscar con la vista un lugar donde esconderse.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
Un grito que cortaba el silencio de la atmosfera como un cuchillo afilado, levanto la cabeza de Tian de su letargo para observar o al menos lograr ser testigo de algo que no pasaba todos los días, a los lejos unos sujetos que no contrastaban con el ambiente de pueblo, maldecían a gritos mientras trataban ayudar a otro que estaba en el suelo con algo atorado en su pie; moviendo su cabeza pocos centímetros daría cuenta de la culpable de tal hazaña. Cabello verde azulado en un tono tan único y distintivo que nadie podría olvidar jamás en la vida y seria distinguible desde cualquier lugar del mundo, una estatura promedio para las chicas tan jóvenes con un par de ojos con un azul profundo y a su vez tan claro como el mar en un día brillante pero por si eso no fuese lo único que capto su atención, se deleitaba con las curvas que sobresalían en sus atuendos holgados y el par de pechos que rebotaban con sus movimientos y solamente cubierto por un par de adornos marinos como una sirena al igual que las conchas en sus orejas, en efecto era como ver una sirena en tierra a las cuales solo se les podían conocer y describir en cuentos trágicos, ese tipo de seres que uno se enamoraba hasta ser llevado por las mismas transformándose en demonios para ahogarlos, pero esto era mejor que los libros e imagines que conocía de aquellos seres –Creo que tendré una erecc….- Era tarde, ya había ocurrido y la sirena se alejaría con su arco nuevamente tras haber atacado aquellos sujetos.
Esto si era algo por lo que valía la pena quedarse, era una lástima no haber podido ver toda la escena o saber de dónde provenía aquel asunto pero al parecer todo terminaba tan rápido como sucedió, los sujetos a lo lejos ayudaban a su amigo llevándolo de cojo sin poder quitarle la flecha del pie para llevarlo con un médico seguramente, ya no importaba correr pero tal vez vendrían por venganza si uno los esperaba ahí ¿Valdría la pena ese tipo de historia en ver? No, ya había algo más importante que hacer. El cabellos negros azulados se levantó de la banca y con unas cuantas zanjadas rápidas habría llegado a colocarse muy cerca de la chica, mejor dicho a sus espaldas aunque agachando su persona interesado en su atuendo, tomaba con las manos la túnica que tenía encima levantando básicamente su falda para notar la tela de la que estaba hecha. –No esta mojada, ni húmeda….tampoco maltratada ¿Segura que eres una sirena?- Su único ojo visible para el mundo habría de finalmente cambiar a observarla con curiosidad, buscar aquellos ojos azules de la chica que era de menor estatura que el pirata en traje pero no por eso soltaría su ropa y hacer que continuara mostrando más piel como sus piernas ¿Pero cómo llego el ahí sin que ella lo notara? De algún modo pareció estar más concentrada en observar a su alrededor que no se dio cuenta sobre aquello que estaba a sus espaldas, ¿Recibiría un golpe? Seguramente y lo esperaba con ansias en saber que reacción tendría la ninfa del mar.
Esto si era algo por lo que valía la pena quedarse, era una lástima no haber podido ver toda la escena o saber de dónde provenía aquel asunto pero al parecer todo terminaba tan rápido como sucedió, los sujetos a lo lejos ayudaban a su amigo llevándolo de cojo sin poder quitarle la flecha del pie para llevarlo con un médico seguramente, ya no importaba correr pero tal vez vendrían por venganza si uno los esperaba ahí ¿Valdría la pena ese tipo de historia en ver? No, ya había algo más importante que hacer. El cabellos negros azulados se levantó de la banca y con unas cuantas zanjadas rápidas habría llegado a colocarse muy cerca de la chica, mejor dicho a sus espaldas aunque agachando su persona interesado en su atuendo, tomaba con las manos la túnica que tenía encima levantando básicamente su falda para notar la tela de la que estaba hecha. –No esta mojada, ni húmeda….tampoco maltratada ¿Segura que eres una sirena?- Su único ojo visible para el mundo habría de finalmente cambiar a observarla con curiosidad, buscar aquellos ojos azules de la chica que era de menor estatura que el pirata en traje pero no por eso soltaría su ropa y hacer que continuara mostrando más piel como sus piernas ¿Pero cómo llego el ahí sin que ella lo notara? De algún modo pareció estar más concentrada en observar a su alrededor que no se dio cuenta sobre aquello que estaba a sus espaldas, ¿Recibiría un golpe? Seguramente y lo esperaba con ansias en saber que reacción tendría la ninfa del mar.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
Miraba para todas partes, sus ojos no paraban de enforcar distintos lugares para esconderse, tenía que salir de la vista de aquellos hombres y eso era lo que mantenía su mente por completo ocupada, tanto que aún en el silencio del casi desolado lugar, no pudo escuchar como un hombre daba un par de zancadas hasta llegar a la retaguardia de su posición. Gwyn sólo pensaba en "demonios! van a matarme! van a ma..." su ropaje de momento se levantó y sus piernas quedaron al descubierto en un ángulo poco recatado, pero antes de llegar a reaccionar, ya se escuchaban las palabras de un hombre que parecía tranquilo y divertido con la situación.
Giró su rostro con una expresión sorprendida, enojada y avergonzada, era algo que no se esperaba y mucho menos a la mitad de la nada donde teóricamente no debía haber casi nadie, para colmo estaba sujetando sus ropas, prácticamente mirando bajo su falda con total descaro y el muy osado se atrevió a cuestionar si era o no una Sirena, había tocado justo en la herida - Eres un!! - su voz se detuvo y miró los ojos ajenos, era realmente atractivo, sus facciones fueron una trampa fácil para la inexperta Gwyn, pero aún con su rostro enrojecido de curiosidad, no fue suficiente para detener lo que había sido ganado.
Dio un giro sobre su eje después de la corta pausa, tratando de zafar su vestimenta de las manos ajenas y con este movimiento improvisado venía una improvisada patada al rostro del atrevido, no importaba realmente si daba o no en el blanco, la intención no era ganarse otro enemigo, sólo auyentarlo lo suficiente para hacer que se alejara
- ¡No toques mi kimono! -
Fue lo único que se le ocurrió, dejando salir la "intimidante" frase junto con un tono de voz dulce e inevitablemente armonioso.
Giró su rostro con una expresión sorprendida, enojada y avergonzada, era algo que no se esperaba y mucho menos a la mitad de la nada donde teóricamente no debía haber casi nadie, para colmo estaba sujetando sus ropas, prácticamente mirando bajo su falda con total descaro y el muy osado se atrevió a cuestionar si era o no una Sirena, había tocado justo en la herida - Eres un!! - su voz se detuvo y miró los ojos ajenos, era realmente atractivo, sus facciones fueron una trampa fácil para la inexperta Gwyn, pero aún con su rostro enrojecido de curiosidad, no fue suficiente para detener lo que había sido ganado.
Dio un giro sobre su eje después de la corta pausa, tratando de zafar su vestimenta de las manos ajenas y con este movimiento improvisado venía una improvisada patada al rostro del atrevido, no importaba realmente si daba o no en el blanco, la intención no era ganarse otro enemigo, sólo auyentarlo lo suficiente para hacer que se alejara
- ¡No toques mi kimono! -
Fue lo único que se le ocurrió, dejando salir la "intimidante" frase junto con un tono de voz dulce e inevitablemente armonioso.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
Su rostro se había enrojecido ¿La pena? Era una chica delicada entonces y el hecho de usar el arco ¿En que la convertía? ¿Tsundere? Trataba averiguarlo al observarla directamente, como ya esperaba notaba un movimiento particular de la extraña girándose para quitarse de encima que sujetara su ropaje y a su mismo tiempo una patada tan alta, aun más alta de lo que fue levantado su kimono, como ella lo había llamado y Tian no reacciono a tiempo, tratando de mover su brazo para detener el golpe pero la patada había conectado de forma directa a su rostro y sin embargo las cosas se ponían interesantes por la sonrisa que dibujaba, aunque tarde su defensa, el brazo logro sujetar la pierna que aún seguíria sobre su rostro, su mano la sonstendria de fuertemente, tanto como lo fue esa patada que había dejado su marca roja aun lado pero aun con ese impacto no fue suficiente para lanzarlo a volar, tirarlo o moverlo de su sitio, el sujeto del parche le gustaba combatir y su pierna se movió lo suficiente para amortiguar la patada que entro con todo su daño. –No lo sé…. tienes buenas piernas, pero no hay escamas en ellas- La observaba con su ojo dorado recomponiéndose y aun sujetando la pierna en lo alto, la encimaría sobre su hombro sin soltarla y dar unos pasos para acercarse a ella encerrándola, todo un ejercicio de flexibilidad.
-Pero si vas a dar una patada, entonces procura no dejarte expuesta tras el ataque- Sonriend con gran interes reflejando sus malas intencions, cuando el momento llamaba Tian mordía y no soltaba, en este caso el golpe le invito a una pelea, una pelea que estaba dispuesto a luchar como ganar de cualquier forma o si iba perdiendo, entonces buscaría su huida. Con uno de sus pies se moviera para patear la pierna contraria de la chica, la única que tenía como base para desestabilizarla y hacerla caer, solo entonces la soltaría para poder mover su cabeza al lado contrario donde recibió el golpe, flexionando su cuello aun con el dolor y ardor de la cara. –Eres fuerte y con gusto….- ¡BSSSTTTT! Un pitido lejano llamaría la atención de todos, hombres con una especie de uniforme similar tocaban silbatos y llevaban armas consigo, era un grupo de 5 hombres que habían observado a la chica y gritaban a lo alto “¡Alto ahí mujer!” ¿El pueblo tenia policías? Esto se iba poniendo mejor pero el caso no era ese. – No me gusta esto, vámonos de aquí- Su semblante se volvio serio y centrado, estirando su mano, se la ofrecía aquella chica para que se levantara del suelo o solo le haría un ademan para que ambos se fueran del sitio, en caso que ella hubiese encontrado la forma de no caer por el movimiento del supuesto tuerto. A cualquier forma venían a por la mujer y el no dejaría que intervinieran en su encuentro, al menos seguiría aquella chica ayudándola a escapar para que pudieran enfrentarse, no le había devuelto el golpe por la patada y no se la dejaría ir sin cobrársela.
-Pero si vas a dar una patada, entonces procura no dejarte expuesta tras el ataque- Sonriend con gran interes reflejando sus malas intencions, cuando el momento llamaba Tian mordía y no soltaba, en este caso el golpe le invito a una pelea, una pelea que estaba dispuesto a luchar como ganar de cualquier forma o si iba perdiendo, entonces buscaría su huida. Con uno de sus pies se moviera para patear la pierna contraria de la chica, la única que tenía como base para desestabilizarla y hacerla caer, solo entonces la soltaría para poder mover su cabeza al lado contrario donde recibió el golpe, flexionando su cuello aun con el dolor y ardor de la cara. –Eres fuerte y con gusto….- ¡BSSSTTTT! Un pitido lejano llamaría la atención de todos, hombres con una especie de uniforme similar tocaban silbatos y llevaban armas consigo, era un grupo de 5 hombres que habían observado a la chica y gritaban a lo alto “¡Alto ahí mujer!” ¿El pueblo tenia policías? Esto se iba poniendo mejor pero el caso no era ese. – No me gusta esto, vámonos de aquí- Su semblante se volvio serio y centrado, estirando su mano, se la ofrecía aquella chica para que se levantara del suelo o solo le haría un ademan para que ambos se fueran del sitio, en caso que ella hubiese encontrado la forma de no caer por el movimiento del supuesto tuerto. A cualquier forma venían a por la mujer y el no dejaría que intervinieran en su encuentro, al menos seguiría aquella chica ayudándola a escapar para que pudieran enfrentarse, no le había devuelto el golpe por la patada y no se la dejaría ir sin cobrársela.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
Al parecer su patada había dado en el blanco, realmente no había planeado lo que haría después, no pensó que llegaría tan lejos, se imaginaba que se iría, que evadiría y se retiraría al menos para darle espacio, sin embargo se equivocó, cuando finalmente su pierna tensa logró asestar el golpe le sorprendió la forma en que lo recibió “fue demasiado rápido?...“ se preguntó, pero al ver como ponía su mano en la pierna y la forma tan firme y fuerte con la que la sostenía, lo primero que cruzaba su mente era que se había metido en otro problema y al parecer más grande que el inicial.
No pudo evitar la curiosidad por saber su nombre y de donde salían ese color de ojos tan intensos, pero eso no era importante, cualquier pensamiento se terminó interrumpido por la exagerada cercanía de su cuerpo y como mantuvo su pierna en el hombro, podría ser una posición difícil pero si de algo gozaba era flexibilidad, no era cómodo pero no le provocaba dolor. Para Gwyn era una situación nueva, fuera de su control pues su mente no reaccionaba lo suficientemente rápido, la presencia masculina la atontaba, la mirada segura y llena de determinación la hacía dudar de todo, para cuando comenzó a notar que estaba del todo expuesta y el roce de las elegantes vestimentas del hombre le acariciaban la piel, algo le hizo perder el equilibrio de golpe y caer sentada en el suelo dejando saliendo del trance del que ella misma se había hecho víctima.
Se quedó en silencio mirándolo con ojos desafiantes, ya no se trataba de hacer lo que quería sino lo que la situación le forzaba, pero justo al abrir los labios sonó un silbato de policía, la mirada de la pirata se giró sorprendida y volvió a mirar al hombre, por segundos se sintió entre la espada y la pared, hasta que vio la mano extendida del joven que acababa de tirarla, la tomó pero se levantó por su propio impulso y comenzó a correr sin soltarle, arrastrando si era necesario al joven de cabellos cortos y aspecto elegante, tenía en cuenta que le habían visto con ella y no permitiría que terminara atrapado en una situación de la que no era culpable.
- Vámonos –
Fue lo único que dijo, si era sólo ella no había problema, pero cuando se trataba de afectar a otra persona ahí si se convertía en su prioridad, así que de lograr llevarse al hombre procuraría adentrarse en la primera callejuela o esquina que pudiera encontrar para comenzar a perderse de la línea de visión de quienes parecían estar decididos a atraparle.
No pudo evitar la curiosidad por saber su nombre y de donde salían ese color de ojos tan intensos, pero eso no era importante, cualquier pensamiento se terminó interrumpido por la exagerada cercanía de su cuerpo y como mantuvo su pierna en el hombro, podría ser una posición difícil pero si de algo gozaba era flexibilidad, no era cómodo pero no le provocaba dolor. Para Gwyn era una situación nueva, fuera de su control pues su mente no reaccionaba lo suficientemente rápido, la presencia masculina la atontaba, la mirada segura y llena de determinación la hacía dudar de todo, para cuando comenzó a notar que estaba del todo expuesta y el roce de las elegantes vestimentas del hombre le acariciaban la piel, algo le hizo perder el equilibrio de golpe y caer sentada en el suelo dejando saliendo del trance del que ella misma se había hecho víctima.
Se quedó en silencio mirándolo con ojos desafiantes, ya no se trataba de hacer lo que quería sino lo que la situación le forzaba, pero justo al abrir los labios sonó un silbato de policía, la mirada de la pirata se giró sorprendida y volvió a mirar al hombre, por segundos se sintió entre la espada y la pared, hasta que vio la mano extendida del joven que acababa de tirarla, la tomó pero se levantó por su propio impulso y comenzó a correr sin soltarle, arrastrando si era necesario al joven de cabellos cortos y aspecto elegante, tenía en cuenta que le habían visto con ella y no permitiría que terminara atrapado en una situación de la que no era culpable.
- Vámonos –
Fue lo único que dijo, si era sólo ella no había problema, pero cuando se trataba de afectar a otra persona ahí si se convertía en su prioridad, así que de lograr llevarse al hombre procuraría adentrarse en la primera callejuela o esquina que pudiera encontrar para comenzar a perderse de la línea de visión de quienes parecían estar decididos a atraparle.
InvitadoInvitado
Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
Y ya estaba incorporada su compañera temporal de escape aunque el cabellos negros azulados no se había esperado ser jalado de la mano que no le soltaban empezando a ser llevado igual que un niño cuando debían correr para no llegar tarde a si colegio. Fue tomado por sorpresa y en momentos se tropezaba al no poder andar con cuidado y tratando de no ser jalado pero al final ella misma también luchaba en eso y ambos terminarían corriendo en una misma dirección de la mano, no había de otra y primero trataba de acomodarse a la velocidad de aquella mujer, era rápida pero solo hasta que sus pies se adecuaron para poder seguirla de forma rítmica y sincronía.
Avanzando tanto como para meterse en algún momento entre calles del poblado, tratando de perderse para no quedar a la vista, aunque un poblado tranquilo como este no había gente para la cual poder ocultarse, se necesitaría más de un sitio seguro, también para ese momento Tian ya no necesitaría seguir atrás al poder correr junto aquella chica y tampoco deseaba eso, empezaba a poner más velocidad de algún modo logrando asi colocarse enfrente de ella, no perdería ni siquiera en algo como eso pero ¿A dónde debían ir? No había sitio, no había lugar, aunque hubiese hogares y construcciones, había también mucho espacio en blanco y solo en ese momento observo con detalle un pozo, ¡aja! El pirata no lo pensó 2 veces, no había decidía o dudas en el mientras jalaba ahora el aquella chica para pegarla a su cuerpo y de un extraño movimiento recogerla mientras seguían corriendo para saltar directo hacia el pozo. –¡Rápido agarra la soga!- Dicho así su salto haría que ambos cayeran hacia el pozo con velocidad, todo dependería entonces si esa mujer fue lista para tomar la soga que usaban junto a un balde para acarrear agua porque eso sería su escape de ambos.
Lo siguiente que podía escucharse solo era un “splash” que nadie fuera del pozo habría percatado, afuera del pozo al poco tiempo vendrían los guardias, ya separados tratando de encontrar aquella mujer y al tipo que estaba con ella por haber huido juntos, miraban de un lado a otro pasando en ocasiones cerca el pozo pero nadie se le ocurría mirar a su interior. –Phew… eso fue divertido ¿Quieres hacerlo de nuevo?- De buen humor y flotando en el agua del oscuro pozo donde solo había poca luz para poder observarse, la chica estaría también flotando ahí, a menos que no supiera nada pero no era algo que el hubiese tomado en cuenta antes de arrojarse a ese sitio. –Bueno, esperemos a que se vayan antes de salir….- Era todo lo que comentaba mirando a su alredor, no había escaleras internas como otros pozos y las paredes estaban demasiado húmedas como lograr escalar, solo habría una manera de subir y eso dependía de la sirena.
Avanzando tanto como para meterse en algún momento entre calles del poblado, tratando de perderse para no quedar a la vista, aunque un poblado tranquilo como este no había gente para la cual poder ocultarse, se necesitaría más de un sitio seguro, también para ese momento Tian ya no necesitaría seguir atrás al poder correr junto aquella chica y tampoco deseaba eso, empezaba a poner más velocidad de algún modo logrando asi colocarse enfrente de ella, no perdería ni siquiera en algo como eso pero ¿A dónde debían ir? No había sitio, no había lugar, aunque hubiese hogares y construcciones, había también mucho espacio en blanco y solo en ese momento observo con detalle un pozo, ¡aja! El pirata no lo pensó 2 veces, no había decidía o dudas en el mientras jalaba ahora el aquella chica para pegarla a su cuerpo y de un extraño movimiento recogerla mientras seguían corriendo para saltar directo hacia el pozo. –¡Rápido agarra la soga!- Dicho así su salto haría que ambos cayeran hacia el pozo con velocidad, todo dependería entonces si esa mujer fue lista para tomar la soga que usaban junto a un balde para acarrear agua porque eso sería su escape de ambos.
Lo siguiente que podía escucharse solo era un “splash” que nadie fuera del pozo habría percatado, afuera del pozo al poco tiempo vendrían los guardias, ya separados tratando de encontrar aquella mujer y al tipo que estaba con ella por haber huido juntos, miraban de un lado a otro pasando en ocasiones cerca el pozo pero nadie se le ocurría mirar a su interior. –Phew… eso fue divertido ¿Quieres hacerlo de nuevo?- De buen humor y flotando en el agua del oscuro pozo donde solo había poca luz para poder observarse, la chica estaría también flotando ahí, a menos que no supiera nada pero no era algo que el hubiese tomado en cuenta antes de arrojarse a ese sitio. –Bueno, esperemos a que se vayan antes de salir….- Era todo lo que comentaba mirando a su alredor, no había escaleras internas como otros pozos y las paredes estaban demasiado húmedas como lograr escalar, solo habría una manera de subir y eso dependía de la sirena.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
Su mano fue lo suficientemente firme para sujetar a su ahora compañero de huida, las pisadas iban una tras otra de la forma más acelerada que podía y ella en especial era buena para las escapadas, estaba “entrenada” para ese tipo de situaciones aunque nunca ha logrado acostumbrarse del todo a la necesidad de conflicto que tiene la gente en la piratería “con lo simple que es una conversación…” pensaba con frecuencia, pero el estilo de vida que había elegido era bello y conflictivo lo quisiera o no.
De un momento a otro la vista se vio interrumpida por la espalda del hombre en traje y sólo pudo imaginar que tomaría su camino y le dejaría a su suerte, quizás era lo mejor, así ella podría distraerlos lo suficiente para que pudiera escapar y librarse de la situación, pero estaba muy equivocada y los planes del caballero eran mucho más interesantes que eso
- Que haces?! –
Su cuerpo fue recogido de su movimiento de carrera como si fuera una pluma entre los brazos fuertes del hombre y el terror se apoderó de su expresión cuando vio que la idea era lanzarse al agua de un profundo pozo del pueblo, en ese momento un grito hizo que su cuerpo reaccionara y su brazo se estiró con todo lo que pudo para tomar la soga, sin éxito… aún así la suerte no la abandonó y con la punta de uno de sus dedos rozó el balde de agua que cayó abajo junto con ellos y la soga atada al este.
Se sujetó con todas sus fuerzas al hombre y no se soltó por más que cayeron al agua, el kimono no acompañaba a las piernas por culpa del agua le hacía flotar más de la cuenta y lo único que lo mantenía en su lugar era el cinto grueso que rodeaba su cintura, los brazos rodeaban el cuello ajeno y las piernas se amarraban a los costados de él, procurando no caer al vacío infinito que en su mente significaba el agua oscura del agujero
- te volviste loco???! No sé nadar! Hacer esto de nuevo, estas demente?! –
Estaba aterrada, su corazón no paraba de palpitar, su cabellera empapada y toda su anatomía mojada le hacía ver como una sirena… excepto por el hecho de no poder nadar y estar aferrada como gato al hombre que podría dejarla a su suerte.
De un momento a otro la vista se vio interrumpida por la espalda del hombre en traje y sólo pudo imaginar que tomaría su camino y le dejaría a su suerte, quizás era lo mejor, así ella podría distraerlos lo suficiente para que pudiera escapar y librarse de la situación, pero estaba muy equivocada y los planes del caballero eran mucho más interesantes que eso
- Que haces?! –
Su cuerpo fue recogido de su movimiento de carrera como si fuera una pluma entre los brazos fuertes del hombre y el terror se apoderó de su expresión cuando vio que la idea era lanzarse al agua de un profundo pozo del pueblo, en ese momento un grito hizo que su cuerpo reaccionara y su brazo se estiró con todo lo que pudo para tomar la soga, sin éxito… aún así la suerte no la abandonó y con la punta de uno de sus dedos rozó el balde de agua que cayó abajo junto con ellos y la soga atada al este.
Se sujetó con todas sus fuerzas al hombre y no se soltó por más que cayeron al agua, el kimono no acompañaba a las piernas por culpa del agua le hacía flotar más de la cuenta y lo único que lo mantenía en su lugar era el cinto grueso que rodeaba su cintura, los brazos rodeaban el cuello ajeno y las piernas se amarraban a los costados de él, procurando no caer al vacío infinito que en su mente significaba el agua oscura del agujero
- te volviste loco???! No sé nadar! Hacer esto de nuevo, estas demente?! –
Estaba aterrada, su corazón no paraba de palpitar, su cabellera empapada y toda su anatomía mojada le hacía ver como una sirena… excepto por el hecho de no poder nadar y estar aferrada como gato al hombre que podría dejarla a su suerte.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
A pesar de lo divertido que fue todo, si costo un poco para mantenerse a flote con esa mujer de apariencia oceánica sosteniéndose como podía de él, apretando su cuello en tal punto que le costaba respirar y las piernas sujetándole por encima, todo como si fuera una mujer koala que además le estaba gritando en aquel pequeño lugar donde solo había agua. Tian solo cerraba sus ojos tratando no quedarse sordo pero en algún momento tuvo que mover sus manos como pudo y poder tapar su boca de esta chica que estaba invadiendo su espacio personal pegando su cuerpo y atributos al cuerpo del contrario. –Silencio… ¿Quieres que nos encuentren?- Tratando de calmarla pero algunos pequeños forcejeos ocurrían y a momentos se sumergían en el agua pero lograban salir a flote gracias al sujeto del parche que sabía como mantenerse en el agua, no le agradaba que se sujetaran de el aunque fuese para salvar su vida como lo hacía aquella chica quien no podía saber ni siquiera como nadar. –Una sirena que no sabe nadar ¿Qué tan inútil eres?- Hablando por lo bajo, tratando de evitar hacer eco y sus voces salieran al exterior, un gran suspiro brotaba de los labios del pirata. –Bien solo agárrate de mí, saldremos cuando ya no haya nadie afuera- Al final el no quería que su duelo se terminase pero esto ya era un problema de resistencia que no estaba dispuesto aguantar, no era problema estar ahí dentro del pozo pero no toleraba que alguien se abrazara de el, mientras que con su diestra se sostenía del balde con la cuerda que ella pudo bajar y solo por eso ya no era tan mala como parecía, al menos podrían mantenerse ahí un rato.
Habrían pasado 10 minutos o 15, tal vez un poco más o solo 5 minutos pero era difícil mientras sus cuerpos estaban húmedos en el agua sin saber que ocurría afuera, Tian debía admitir que le gustaba sentir el cuerpo delgado y contorneado de esa mujer encima para buscar ser un pervertido como ponerle las manos encima y remover las conchas con las que se cubria, mas sin embargo tenia aun en mente la idea de primero saldar lo del combate antes que cualquier cosa y eso no se lo quitaría nadie y ni siquiera un cuerpo seductor como el de ella que ¿Quién era ella?. –Es verdad ¿Cuál es tu nombre, sirena? Si estaremos aquí unos turnos, hablemos un poco- Tratando de hacer un poco de platica en voz baja como si fuera lo más simple del mundo eso ¿Qué más podían hacer? -¿Por qué atacaste aquellos sujetos? o solo dime tu color preferido, platícame tu historia- Con eso estaría bien para comenzar, conocer y saber, daría ideas sobre quien era ella y que clase de forajida seria, para lanzar flechas y huir de la autoridad, ella sería buena criminal pero no parecía ser esa clase de mujer, no para el ojo dorado.
Habrían pasado 10 minutos o 15, tal vez un poco más o solo 5 minutos pero era difícil mientras sus cuerpos estaban húmedos en el agua sin saber que ocurría afuera, Tian debía admitir que le gustaba sentir el cuerpo delgado y contorneado de esa mujer encima para buscar ser un pervertido como ponerle las manos encima y remover las conchas con las que se cubria, mas sin embargo tenia aun en mente la idea de primero saldar lo del combate antes que cualquier cosa y eso no se lo quitaría nadie y ni siquiera un cuerpo seductor como el de ella que ¿Quién era ella?. –Es verdad ¿Cuál es tu nombre, sirena? Si estaremos aquí unos turnos, hablemos un poco- Tratando de hacer un poco de platica en voz baja como si fuera lo más simple del mundo eso ¿Qué más podían hacer? -¿Por qué atacaste aquellos sujetos? o solo dime tu color preferido, platícame tu historia- Con eso estaría bien para comenzar, conocer y saber, daría ideas sobre quien era ella y que clase de forajida seria, para lanzar flechas y huir de la autoridad, ella sería buena criminal pero no parecía ser esa clase de mujer, no para el ojo dorado.
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Re: C - Calor... odio el calor (Pasado)
Al inicio fue un forcejeo, una lucha encarnizada entre el miedo, el infinito abismo del mal (el agua del pozo), ella y su acompañante, que ya no estaba contento con la situación, o al menos sus gestos y su forma de hablarle le daban suficiente referencia de su estado de ánimo… cosa que le importaba un comino pues el miedo era el principal plato de esa cena llena de sabores que ocurría en su mente cada vez que el agua le cubría aunque fuera por segundos.
La mano del joven logró ponerse por momentos sobre su boca y le dio un buen motivo para no gritar, realmente no quería que los atraparan, así que guardó silencio aún en ese forcejeo terrorífico hasta que finalmente se calmó y el caballero empapado le dio amablemente su cuerpo como boya para permanecer flotando “todo estará bien…” se repetía constantemente en su mente para poder calmar los músculos y lograr que el hombre flotara con tranquilidad, ayudado por el cubo que era prácticamente el que salvaba al joven de ser ahogado por la “Sirena”.
Hubo un largo silencio de calma, no podía evitar mirar su ojo aunque fuera de costado, su cabellera era extraña y contrastaba intensamente con el dorado de su solitaria mirada, con el rostro delicado, con el negro de su parche, con sus cejas levemente fruncidas y sus labios que rompieron el silencio en ese momento con una pregunta casual
- Gwyn… Gwynbleidd… ese es mi nombre… aunque no todos quieran o puedan pronunciarlo –
Dibujó una sonrisa inocente, sincera y honesta, no había nada en ese momento que le hiciera sentir que debía mentir, no le ofendían sus insultos ni su mal carácter, no era algo a lo que no estuviera acostumbrada, además… probablemente ese hombre se iría por su camino o le mataría, en cualquiera instancia su rostro y su mirada ya habían quedado grabados en la mirada celeste de la supuesta sirena.
- Y no soy una sirena, ya debes haberlo notado, pero ellas son fuertes, míticas, hermosas y viven mucho tiempo… lo suficiente para no temerle a nada –
Su rostro podría decirse que se iluminó al nombrar a sus “ídolos” y llena de emoción y admiración dijo algo que nadie le había preguntado jamás, aún cuando nadie lo preguntó en ese momento
- Ni siquiera a los hombres extraños… ¿cuál es tu nombre? –
Esta última frase la trajo a la realidad, observando directamente al joven que aún era un gran misterio, pero que con algo de caballerosidad (o así lo veía Gwyn) le sujetaba para evitar que terminara de hundirse “¿Porqué?... “ cruzó su mente como una estrella fugaz que aparecía de pronto y se llevaba la atención de Gwyn por momentos.
La mano del joven logró ponerse por momentos sobre su boca y le dio un buen motivo para no gritar, realmente no quería que los atraparan, así que guardó silencio aún en ese forcejeo terrorífico hasta que finalmente se calmó y el caballero empapado le dio amablemente su cuerpo como boya para permanecer flotando “todo estará bien…” se repetía constantemente en su mente para poder calmar los músculos y lograr que el hombre flotara con tranquilidad, ayudado por el cubo que era prácticamente el que salvaba al joven de ser ahogado por la “Sirena”.
Hubo un largo silencio de calma, no podía evitar mirar su ojo aunque fuera de costado, su cabellera era extraña y contrastaba intensamente con el dorado de su solitaria mirada, con el rostro delicado, con el negro de su parche, con sus cejas levemente fruncidas y sus labios que rompieron el silencio en ese momento con una pregunta casual
- Gwyn… Gwynbleidd… ese es mi nombre… aunque no todos quieran o puedan pronunciarlo –
Dibujó una sonrisa inocente, sincera y honesta, no había nada en ese momento que le hiciera sentir que debía mentir, no le ofendían sus insultos ni su mal carácter, no era algo a lo que no estuviera acostumbrada, además… probablemente ese hombre se iría por su camino o le mataría, en cualquiera instancia su rostro y su mirada ya habían quedado grabados en la mirada celeste de la supuesta sirena.
- Y no soy una sirena, ya debes haberlo notado, pero ellas son fuertes, míticas, hermosas y viven mucho tiempo… lo suficiente para no temerle a nada –
Su rostro podría decirse que se iluminó al nombrar a sus “ídolos” y llena de emoción y admiración dijo algo que nadie le había preguntado jamás, aún cuando nadie lo preguntó en ese momento
- Ni siquiera a los hombres extraños… ¿cuál es tu nombre? –
Esta última frase la trajo a la realidad, observando directamente al joven que aún era un gran misterio, pero que con algo de caballerosidad (o así lo veía Gwyn) le sujetaba para evitar que terminara de hundirse “¿Porqué?... “ cruzó su mente como una estrella fugaz que aparecía de pronto y se llevaba la atención de Gwyn por momentos.
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