Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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[Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
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[Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Recuerdo del primer mensaje :
El viaje que había emprendido junto con Airu nos había llevado a un peculiar y alejado destino dentro del North Blue, específicamente, a la Isla de Notice, la cual era una de las ciudades más importantes de todos los "Blue's". Todo producto de un aviso que habíamos recibido desde la lejana isla de Ohara, donde habían sufrido un robo que si bien, para mí no era más que algo insignificante, para ellos, erúditos, era algo de vida o muerte. La paga era buena, pero no justificaba el hecho de que posiblemente esta no sería una salida de cacería como estábamos acostumbrados con mi compañera de grisácea cabellera. La información que habíamos obtenido y la única pista que teníamos, era que dos marines habían sido vistos robando dichos documentos, por lo que encontrarlos sería como buscar una aguja en un pajar. Cabe destacar, que no podíamos llegar y matar a dos marines, puesto que eso haría que tuviéramos recompensas por nuestras cabezas y nos convertiría en criminales, no me molestaba el hecho de llegar a ser considerado uno, sino que más bien sería una molestia tener que lidiar constantamente con esas basuras.
- Recuerda, no mataremos a nadie. - comentaba a mi compañera con mi tono de voz serio y grave mientras caminaba a paso lento por la ciudad de Notice junto a ella, mirando siempre al frente y emanando aquella peligrosa aura que causaba que todos se alejaran o temieran de mi al pasar. Caminaba sin saber bien por donde comenzar, el North Blue tenía muchas islas en las cuales esos marines pudieran estar y por ello decidí empezar en la que lograran encontrar más resguardo. ¿Y qué mayor resguardo podría encontrar un marine si no es en una isla gobernada por el gobierno mundial? Y, con más razón, ese simple hecho limitaba nuestras acciones considerablemente.
Decidí que sería buena idea empezar por hacer algunas preguntas en el cuartel marine de esa misma ciudad, para ver si alguno de sus marines habían sido enviados a la ciudad de Ohara. Ante esto habían dos posibilidades, una, que los marines hubieran actuado por cuenta propia, de ser así, la información podría ser facilitada rápidamente si preguntábamos. Pero lo otro, y que tampoco descartaba, era que el Gobierno Mundial diera la orden de robar esos documentos. - Vamos, sígueme. - le dije a Airu con el tono de voz y trato al que estaba acostumbrada, algo frío e indiferente para así dirigirnos al cuartel marine de la ciudad. Sabía que la joven era muy inteligente y sabía como pensaba, por lo que dedicarme a explicar más en detalle no sería necesario.
- Objetivos de la "Tarea":
Objetivo: Recuperar los archivos robados y entregarlos a los ancianos.
Objetivo Opcional #1: Evitar ser reconocido, incapacitar pero no asesinar a los marines.
Objetivo Opcional #2: Robar una copia de cada uno de los archivos sustraídos por los marines.
Nivel requerido: 1 a 4.
Mínimo / Máximo de participantes: 2/4.
Restricción: No asesinar a nadie ni provocar alborotos.
Cantidad: Única.
El viaje que había emprendido junto con Airu nos había llevado a un peculiar y alejado destino dentro del North Blue, específicamente, a la Isla de Notice, la cual era una de las ciudades más importantes de todos los "Blue's". Todo producto de un aviso que habíamos recibido desde la lejana isla de Ohara, donde habían sufrido un robo que si bien, para mí no era más que algo insignificante, para ellos, erúditos, era algo de vida o muerte. La paga era buena, pero no justificaba el hecho de que posiblemente esta no sería una salida de cacería como estábamos acostumbrados con mi compañera de grisácea cabellera. La información que habíamos obtenido y la única pista que teníamos, era que dos marines habían sido vistos robando dichos documentos, por lo que encontrarlos sería como buscar una aguja en un pajar. Cabe destacar, que no podíamos llegar y matar a dos marines, puesto que eso haría que tuviéramos recompensas por nuestras cabezas y nos convertiría en criminales, no me molestaba el hecho de llegar a ser considerado uno, sino que más bien sería una molestia tener que lidiar constantamente con esas basuras.
- Recuerda, no mataremos a nadie. - comentaba a mi compañera con mi tono de voz serio y grave mientras caminaba a paso lento por la ciudad de Notice junto a ella, mirando siempre al frente y emanando aquella peligrosa aura que causaba que todos se alejaran o temieran de mi al pasar. Caminaba sin saber bien por donde comenzar, el North Blue tenía muchas islas en las cuales esos marines pudieran estar y por ello decidí empezar en la que lograran encontrar más resguardo. ¿Y qué mayor resguardo podría encontrar un marine si no es en una isla gobernada por el gobierno mundial? Y, con más razón, ese simple hecho limitaba nuestras acciones considerablemente.
Decidí que sería buena idea empezar por hacer algunas preguntas en el cuartel marine de esa misma ciudad, para ver si alguno de sus marines habían sido enviados a la ciudad de Ohara. Ante esto habían dos posibilidades, una, que los marines hubieran actuado por cuenta propia, de ser así, la información podría ser facilitada rápidamente si preguntábamos. Pero lo otro, y que tampoco descartaba, era que el Gobierno Mundial diera la orden de robar esos documentos. - Vamos, sígueme. - le dije a Airu con el tono de voz y trato al que estaba acostumbrada, algo frío e indiferente para así dirigirnos al cuartel marine de la ciudad. Sabía que la joven era muy inteligente y sabía como pensaba, por lo que dedicarme a explicar más en detalle no sería necesario.
InvitadoInvitado
Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
La noche anterior definitivamente había sido una salvaje, puesto que a medida que me vestía podía ver la cantidad de vidrios rotos, comida y algunas pocas botellas a medio beber. Considerando además que muchos de los muebles estaban destrozados, la cama tenía un par de patas rotas y las sábanas en parte estaban rasgadas, casi como si un felino furioso hubiera estado enredado entre ellas. Sin embargo, la joven no parecía estar muy feliz, puesto que al ponerse de pie, dentro de toda la pereza mañanera, se había lastimado con uno de los muchos vidrios rotos que se encontraba en el suelo, ante esto simplemente la miré para así recibir su molesta mirada y semblante junto con el inofensivo cristal roto que esquivé moviéndome hacia un lado sin dejar de vestirme. Ante eso simplemente sonreí levemente para notar como esta, dando un salto entre todo el mierdal, entraba al baño. Me hubiera gustado entrar con ella para seguir con lo que habíamos dejado pendiente la noche anterior y quizás destruir el resto de la habitación de paso. Pero habían cosas que hacer.
Curiosamente, entre el silencio, enfado y pensamientos de la peligris, emitió un comentario en voz baja. Al cual puse mucha atención. Me había sorprendido gratamente la joven, ante esto, simplemente me le acerqué para repetir esas peculiares caricias en su cabeza en señal de recompensa. Quizás, más tarde por la noche y dependiendo del avance en nuestra misión, tendría otro incentivo para ella. - Bien, vamos. - le dije con un tono de voz serio y grave para darle la espalda y salir de la habitación una vez estuvimos los dos listos.
Luego de caminar varios minutos, finalmente llegamos a lo que parecía ser el antro o lugar de encuentro favorito de los marines de la isla. No tenía mucha diferencia de un bar de mala muerte, puesto que desde el interior podía escucharse la música, las risas y las peleas. Pude ver entonces, cómo una botella salía disparada desde el recinto pasando muy cerca de mi compañera. Vaya nido de insectos, desearía poder aplastarlos a todos, no sólo por el hecho de que Airu había corrido peligro, sino que también me alteraba el hecho de ver marines haciendo lo que se les diera en gana, actuando como simios sin cerebro, como criminales.
Luego de llegar y estar parados en la entrada un momento, comencé a caminar hasta entrar por las dos puertas de la taberna, haciendo que estas se golpearan con fuerza lo que podría o no llamar la atención de los presentes. Aquello no importaba, puesto que lo primero sería acercarnos a la barra para obtener información. Ante esto, caminé hacia allí, esperando a que mi compañera me siguiera, me dispuse a sentarme en uno de los taburetes para levantar levemente mi mano derecha para llamar la atención del cantinero.
- Estoy buscando a estos dos sujetos. ¿Sabes dónde puedo encontrarlos? - le pregunté mirándole fijamente a los ojos con mi semblante serio, amenazante y poco empático de siempre, mostrando en la barra parte del registro que habíamos obtenido, indicando los nombres de los dos marines que buscábamos. - ¿Por qué los buscan? - preguntó sin mucho temor el viejo hacia mi presencia y de manera curiosa, percibiendo que algo no andaba bien. Siendo este un recinto por y para marines, de seguro los intentaría proteger si le contaba la verda dy no obtendría información. Debía pensar en algo.
Una gota de sudor cayó por mi frente. Di un trago de saliva debido a la estupidez que había venido a mi mente sin pensar mucho. - Ella me pagó para encontrar a su hermano perdido... - pausaría mirando hacia abajo para no mostrar mi semblante serio y amenazante de siempre siendo abordado ligeramente por la frustración de no obtener la información como siempre lo hacía. Al mismo tiempo que hacía la pausa y agachaba ligeramente la cabeza, indicaba con mi dedo índice a mi compañera que se encontraba a mi lado, esperando a que entendiera inmediatamente lo que debía hacer. - La última vez fue visto en Ohara, es un marine que trabajaba con estos dos sujetos, creo que ellos me pueden ayudar a encontrarlo. - terminé por decirle al viejo cantinero, esperando que pudiera reconocer los nombres y, por sobretodo, creer en la historia de mierda que estaba contando. Ahora solo me quedaba esperar a que mi compañera improvisara para hacer que el viejo creyera en nuestra excusa.
Curiosamente, entre el silencio, enfado y pensamientos de la peligris, emitió un comentario en voz baja. Al cual puse mucha atención. Me había sorprendido gratamente la joven, ante esto, simplemente me le acerqué para repetir esas peculiares caricias en su cabeza en señal de recompensa. Quizás, más tarde por la noche y dependiendo del avance en nuestra misión, tendría otro incentivo para ella. - Bien, vamos. - le dije con un tono de voz serio y grave para darle la espalda y salir de la habitación una vez estuvimos los dos listos.
Luego de caminar varios minutos, finalmente llegamos a lo que parecía ser el antro o lugar de encuentro favorito de los marines de la isla. No tenía mucha diferencia de un bar de mala muerte, puesto que desde el interior podía escucharse la música, las risas y las peleas. Pude ver entonces, cómo una botella salía disparada desde el recinto pasando muy cerca de mi compañera. Vaya nido de insectos, desearía poder aplastarlos a todos, no sólo por el hecho de que Airu había corrido peligro, sino que también me alteraba el hecho de ver marines haciendo lo que se les diera en gana, actuando como simios sin cerebro, como criminales.
Luego de llegar y estar parados en la entrada un momento, comencé a caminar hasta entrar por las dos puertas de la taberna, haciendo que estas se golpearan con fuerza lo que podría o no llamar la atención de los presentes. Aquello no importaba, puesto que lo primero sería acercarnos a la barra para obtener información. Ante esto, caminé hacia allí, esperando a que mi compañera me siguiera, me dispuse a sentarme en uno de los taburetes para levantar levemente mi mano derecha para llamar la atención del cantinero.
- Estoy buscando a estos dos sujetos. ¿Sabes dónde puedo encontrarlos? - le pregunté mirándole fijamente a los ojos con mi semblante serio, amenazante y poco empático de siempre, mostrando en la barra parte del registro que habíamos obtenido, indicando los nombres de los dos marines que buscábamos. - ¿Por qué los buscan? - preguntó sin mucho temor el viejo hacia mi presencia y de manera curiosa, percibiendo que algo no andaba bien. Siendo este un recinto por y para marines, de seguro los intentaría proteger si le contaba la verda dy no obtendría información. Debía pensar en algo.
Una gota de sudor cayó por mi frente. Di un trago de saliva debido a la estupidez que había venido a mi mente sin pensar mucho. - Ella me pagó para encontrar a su hermano perdido... - pausaría mirando hacia abajo para no mostrar mi semblante serio y amenazante de siempre siendo abordado ligeramente por la frustración de no obtener la información como siempre lo hacía. Al mismo tiempo que hacía la pausa y agachaba ligeramente la cabeza, indicaba con mi dedo índice a mi compañera que se encontraba a mi lado, esperando a que entendiera inmediatamente lo que debía hacer. - La última vez fue visto en Ohara, es un marine que trabajaba con estos dos sujetos, creo que ellos me pueden ayudar a encontrarlo. - terminé por decirle al viejo cantinero, esperando que pudiera reconocer los nombres y, por sobretodo, creer en la historia de mierda que estaba contando. Ahora solo me quedaba esperar a que mi compañera improvisara para hacer que el viejo creyera en nuestra excusa.
InvitadoInvitado
Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Después de la entrada ruidosa de mi compañero, me limité a parar las puertas, y abrir una con mi mano, para después girarme y cerrar la puerta con sumo cuidado. Caminé con pasos pequeños y rápidos detrás suyo, como si no quisiera perderme entre los borrachos del sitio. Pero la verdad era realmente otra, pensaba que si me acercaba lo suficiente a alguno, le iba a soltar una hostia que giraría tres veces sobre si mismo. Así como me quedé detrás suyo y sin hacer aparición hasta que Daddy me metió en el ajo. Estaba mirando a un marine escuchimizado, que bebía su vida tan temprano como aquella mañana. No debería haber pasado las diez, y tenía cara de no haber pegado un ojo en toda la noche. Suspiré un tanto para mirar como había sido descubierta, lo peor es que tenía que hacer memoria en lo que él había dicho, mientras mostraba mi mejor sonrisa y tapaba mis armas por debajo de la barra, con la capa gris que llevaba sobre los hombros. - Sí sí. - asentaba con seguridad aunque no sabía de lo que se trataba. Malditos momentos psicóticos, no me acordaba de una mierda ni había prestado atención siquiera, aunque pronto las voces de mi cabeza me iban a salir al rescate y susurrar lo que el cazador había dicho anteriormente.
- La verdad es que pagué a este inútil para encontrar a mi pobre hermano, pero no veo ningún avance. - lo miré con desprecio, aunque intentaba seriamente no reírme. - Ay... mi pobre hermanito... - mi sonrisa se estaba desvaneciendo, para dejar paso a una cara triste, con las lágrimas a punto de saltar. - Si no fuese por eso no estaría viajando con tal... cabra. Simio sin cerebro. - me tiré sobre la barra llorando, y, aunque mi cara se había visto opacada por la madera que olía a alcohol, él podría haber dicho que en realidad me estaba rajando de la risa. Había visto como su cara se tornaba a otra cosa, y no lo había podido aguantar más. Ante aquella hermosa actuación, el tabernero decidió premiarme con un par de palmaditas sobre la espalda. Si no fuese por la misión, pensaba cortarle los dedos ahí mismo, pero debía pensarlo muy bien. - Pobrecita... pagar para tan mal trato... - susurró un poco, aunque visiblemente intimidado por el moreno. Cogió la lista y miró los nombres que estaban subrayados. Se lo pensó un momento, mientras yo me levantaba de mi actuación y lo miraba con cara de cachorro perdido, haciendo contacto visual con los ojos enlagrimados. - Sí.. Si es verdad que tienen tu hermano quizás deberías irte a la ciudad de Lvneel. El viejo Jonny dijo que se estaba acercando ahí. Aunque el otro se fue hace media hora de aquí, no es una persona de muchos amigos, así que tengan cuidado. - nos decía el hombre, con la mirada aún triste sobre la historia que había contado.
- Oh, que Dios se lo pague... - decía yo, mientras le daba un empujón a mi compañero. - Venga, agradece al buen hombre que te acaba de ayudar en el trabajo. - dicho aquello, y como me tocaba actuar de patrona, hice una señal con la mano de manera que mi capa se quede flotando un par de segundos mientras me daba la vuelta despampanante. Aunque mi mirada aún seguía sobre Donner, quien ahora debía darle las gracias gentilmente al buen hombre. Antes de dar mi primer paso, volví mi cara hacía el tabernero nuevamente. Mi actuación no serviría de nada si no hubiese conseguido una información completa. - Sabría decirme hacía donde se fue? - pregunté con una sonrisa algo triste, intentando apaciguar aquella aura peligrosa que normalmente desprendía - No sabría decir, su padre tiene una herrería al norte de la ciudad, es la única herrería que hay aquí así que no hay pérdida. - decía, mientras que yo volvía a sonreír a modo de gracias, y giraba mi cabeza para mirar al frente, de tal forma que mi coleta azotó la cara de Donner a posta, llenándole la boca de pelos.
- La verdad es que pagué a este inútil para encontrar a mi pobre hermano, pero no veo ningún avance. - lo miré con desprecio, aunque intentaba seriamente no reírme. - Ay... mi pobre hermanito... - mi sonrisa se estaba desvaneciendo, para dejar paso a una cara triste, con las lágrimas a punto de saltar. - Si no fuese por eso no estaría viajando con tal... cabra. Simio sin cerebro. - me tiré sobre la barra llorando, y, aunque mi cara se había visto opacada por la madera que olía a alcohol, él podría haber dicho que en realidad me estaba rajando de la risa. Había visto como su cara se tornaba a otra cosa, y no lo había podido aguantar más. Ante aquella hermosa actuación, el tabernero decidió premiarme con un par de palmaditas sobre la espalda. Si no fuese por la misión, pensaba cortarle los dedos ahí mismo, pero debía pensarlo muy bien. - Pobrecita... pagar para tan mal trato... - susurró un poco, aunque visiblemente intimidado por el moreno. Cogió la lista y miró los nombres que estaban subrayados. Se lo pensó un momento, mientras yo me levantaba de mi actuación y lo miraba con cara de cachorro perdido, haciendo contacto visual con los ojos enlagrimados. - Sí.. Si es verdad que tienen tu hermano quizás deberías irte a la ciudad de Lvneel. El viejo Jonny dijo que se estaba acercando ahí. Aunque el otro se fue hace media hora de aquí, no es una persona de muchos amigos, así que tengan cuidado. - nos decía el hombre, con la mirada aún triste sobre la historia que había contado.
- Oh, que Dios se lo pague... - decía yo, mientras le daba un empujón a mi compañero. - Venga, agradece al buen hombre que te acaba de ayudar en el trabajo. - dicho aquello, y como me tocaba actuar de patrona, hice una señal con la mano de manera que mi capa se quede flotando un par de segundos mientras me daba la vuelta despampanante. Aunque mi mirada aún seguía sobre Donner, quien ahora debía darle las gracias gentilmente al buen hombre. Antes de dar mi primer paso, volví mi cara hacía el tabernero nuevamente. Mi actuación no serviría de nada si no hubiese conseguido una información completa. - Sabría decirme hacía donde se fue? - pregunté con una sonrisa algo triste, intentando apaciguar aquella aura peligrosa que normalmente desprendía - No sabría decir, su padre tiene una herrería al norte de la ciudad, es la única herrería que hay aquí así que no hay pérdida. - decía, mientras que yo volvía a sonreír a modo de gracias, y giraba mi cabeza para mirar al frente, de tal forma que mi coleta azotó la cara de Donner a posta, llenándole la boca de pelos.
InvitadoInvitado
Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Bien, al parecer nuestra conexión había dado resultados, puesto que mi compañera había captado el mensaje oculto en aquella ridícula mentira que había inventado a último momento. Una malísima, propia de alguien que no suele mentir o hablar mucho. Son las desventajas de tomar lo que yo quiera sin preguntar a nadie. Pero ahora, las reglas del juego eran diferentes, literalmente, puesto que nos encontrábamos rodeados del "enemigo".
Pero entonces, pude escuchar y ver cómo mi compañera se tomaba demasiado en serio su papel, tratándome de cabra, simio sin cerebro. Entonces, una vena se hinchó de sobremanera en mi frente y un aura de maldad, rabia y odio empezó a ser emanada de mí. Esta iba aumentando a medida que la chica me denigraba dentro de lo que le tocaba actuar. Realmente podría ser una buena actriz, puesto que hasta se lanzó encima de la barra para llorarle al viejo cantinero que se apiadó de ella, dándole particulares mimos en la espalda. Pero finalmente, escupió la información que necesitábamos, haciendo que aquella aura despiadada disminuyera levemente, empezando así a escuchar lo que el viejo decía aún con la cabeza gacha, hundido en mi rabia y vergüenza.
La joven actriz empedernida ahora agradecía aclamando a Dios, obligándome a agradecerle al hombre, pero no podía, si abría mi boca arruinaría por completo nuestra cubierta. Por lo que lo único que me dignaba a hacer era a apretar mis dientes y puños con fuerza, intentando no explotar y reventarle la cabeza al viejo, sin importarme que pudieran hacerme todos esos marines.
Estaba a punto de levantarme, pero Airu preguntó por otro detalle importante al cual escuché con atención dentro de mi ira. Por fin había llegado la hora de irnos y estaba a punto de levantarme de aquel taburete cuando sentí el coletazo de mi felina compañera en mi rostro. Ya había sido suficiente, ya encontraría la oportunidad de vengarme una vez saliéramos del establecimiento o cuando nos encontrásemos en nuestro tiempo de intimidad.
Lo único que haría, de momento, sería darle un coscorrón o golpe en la cabeza cuando ya nos encontrásemos fuera del recinto y empezar a caminar hacia la herrería que nos mencionó el viejo. Miraría al frente, sin dedicarle una mirada o felicitarla por su buena actuación, eso lo haría después, cuando pagara por la vergüenza que me había hecho pasar. Seguimos caminando, de a poco la rabia iba calmándose un poco, hasta que llegamos a la famosa herrería, afuera, se encontraba un viejo forjando una espada. Ante esto, me le acerqué repentinamente. - Estoy buscando a su hijo. Traigo una misión importante para él desde el cuartel general. - le dije con mi tono de voz de siempre, pero cuando se dio cuenta de la relevancia de la noticia, fue en búsqueda de su hijo quien al parecer se encontraba al interior de la herrería, posiblemente ayudando a su padre por un tiempo. Qué patético.
Luego de unos minutos, el hijo del herrero, uno de los marines que andábamos buscando, venía justo detrás de él, quien finalmente nos vió con incredulidad. - ¿Quiénes son ustedes? - preguntaría agresivamente el marine dando un paso al frente para encararme, ante esto, simplemente retiré lentamente una de mis pistolas para apuntarla repentinamente hacia su abdómen. Debido al ángulo, el viejo herrero no podría percatarse de que tenía un arma apuntando a su hijo. - ¿Dónde están los documentos? - pregunté susurrante y amenazante, ante lo cual, los ojos del marine se abrieron de sobremanera para salir corriendo repentinamente. Estaba escapando. No tardé en reaccionar para salir en su búsqueda, esperando que mi compañera siguiera el paso y me ayudara a atraparlo.
Pero entonces, pude escuchar y ver cómo mi compañera se tomaba demasiado en serio su papel, tratándome de cabra, simio sin cerebro. Entonces, una vena se hinchó de sobremanera en mi frente y un aura de maldad, rabia y odio empezó a ser emanada de mí. Esta iba aumentando a medida que la chica me denigraba dentro de lo que le tocaba actuar. Realmente podría ser una buena actriz, puesto que hasta se lanzó encima de la barra para llorarle al viejo cantinero que se apiadó de ella, dándole particulares mimos en la espalda. Pero finalmente, escupió la información que necesitábamos, haciendo que aquella aura despiadada disminuyera levemente, empezando así a escuchar lo que el viejo decía aún con la cabeza gacha, hundido en mi rabia y vergüenza.
La joven actriz empedernida ahora agradecía aclamando a Dios, obligándome a agradecerle al hombre, pero no podía, si abría mi boca arruinaría por completo nuestra cubierta. Por lo que lo único que me dignaba a hacer era a apretar mis dientes y puños con fuerza, intentando no explotar y reventarle la cabeza al viejo, sin importarme que pudieran hacerme todos esos marines.
Estaba a punto de levantarme, pero Airu preguntó por otro detalle importante al cual escuché con atención dentro de mi ira. Por fin había llegado la hora de irnos y estaba a punto de levantarme de aquel taburete cuando sentí el coletazo de mi felina compañera en mi rostro. Ya había sido suficiente, ya encontraría la oportunidad de vengarme una vez saliéramos del establecimiento o cuando nos encontrásemos en nuestro tiempo de intimidad.
Lo único que haría, de momento, sería darle un coscorrón o golpe en la cabeza cuando ya nos encontrásemos fuera del recinto y empezar a caminar hacia la herrería que nos mencionó el viejo. Miraría al frente, sin dedicarle una mirada o felicitarla por su buena actuación, eso lo haría después, cuando pagara por la vergüenza que me había hecho pasar. Seguimos caminando, de a poco la rabia iba calmándose un poco, hasta que llegamos a la famosa herrería, afuera, se encontraba un viejo forjando una espada. Ante esto, me le acerqué repentinamente. - Estoy buscando a su hijo. Traigo una misión importante para él desde el cuartel general. - le dije con mi tono de voz de siempre, pero cuando se dio cuenta de la relevancia de la noticia, fue en búsqueda de su hijo quien al parecer se encontraba al interior de la herrería, posiblemente ayudando a su padre por un tiempo. Qué patético.
Luego de unos minutos, el hijo del herrero, uno de los marines que andábamos buscando, venía justo detrás de él, quien finalmente nos vió con incredulidad. - ¿Quiénes son ustedes? - preguntaría agresivamente el marine dando un paso al frente para encararme, ante esto, simplemente retiré lentamente una de mis pistolas para apuntarla repentinamente hacia su abdómen. Debido al ángulo, el viejo herrero no podría percatarse de que tenía un arma apuntando a su hijo. - ¿Dónde están los documentos? - pregunté susurrante y amenazante, ante lo cual, los ojos del marine se abrieron de sobremanera para salir corriendo repentinamente. Estaba escapando. No tardé en reaccionar para salir en su búsqueda, esperando que mi compañera siguiera el paso y me ayudara a atraparlo.
InvitadoInvitado
Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
La había pasado bien. Quizás demasiado bien para su gusto. Pude ver de reojo como el manojo de pelo se le metían en la boca y azotaba su cara. Si hubiese tenido un den den mushi lo hubiese grabado. Había sido épico, y a penas cabía en mi propia piel de la risa. aunque sabía que me iba a llevar una reprimenda al salir de ahí, pero no importaba mucho porque aquello había sido simplemente perfecto. Al salir de ahí, volvía a tomar mi postura un poco atrás, aunque él se adelantó dándome un coscorrón en toda la cabeza mientras me estaba riendo entre los dientes. Si aquello no había sido gracioso, no sé que lo hubiera sido. Pude ver la vena de su frente bombeando sangre como loca, hasta el punto de temblar un tanto, cosa que de alguna manera satisfacía mis ganas de sacarle de quicio algunas veces. Daddy era fácil de cabrear, era suficiente que te salieras de su palabra. Pero aquello iba más de un simple cabreo, era una rabia de impotencia, la más dulce de todas. Seguimos caminando hasta llegar a la herrería, en silencio. Aún ni me había mirado, y mucho menos dirigido la palabra. Sabía que no se le iba a pasar hasta que yo me acercaría a darle algo. O a dejar que me haga algo. Pero para eso no había tiempo en aquellos momentos, y, desgraciadamente, aún disfrutaba de mi pequeño triunfo.
Como el tabernero avisó, no nos costó mucho encontrar la herrería. Ahí, un hombre pasada la edad mediana, estaba trabajando. Me perdí entre las armas que tenía colgada sobre las paredes de coal, pensaba encontrar algo... diferente, pero por desgracia tan sólo un pequeño cuchillo saltó a la vista, cuya empuñadura tenía grabada carácteres chinos. No estaba muy lejos de mi compañero, atrás, a cuestión de segundos. Estaba cabreado desde antes, así que no me hubiese sorprendido que amenazase de una forma más... consistente a nuestro objetivo, un chico bastante joven, quizás de nuestra misma edad. Aunque lo que pasó a continuación, me sorprendió un tanto. El chico echó a correr. Ante mi sorpresa, y obviamente todos saben que reacciono muy mal cuando me dan sorpresas así, tiré el cuchillo con fuerza, queriendo apuntar al gemelo derecho. Mi puntería no es que fuera genial, pero sí que le di en la espalda. Salté de manera alegre, apretando los puños y diciendo un "sí" para mi misma. Por aquellos entonces, el hombre había notado que su hijo estaba siendo perseguido y empezó a gritar detrás de mi, quien ya estaba corriendo detrás de Donner, aunque de pronto recordé algo. No atraer vistas. Mi cuerpo dio un giro de noventa grados, y miró al viejo que empezó a gritar.
Con la ayuda que había dado a Donner seguramente lo pillaría por él mismo, así que me limité a cubrir la bocaza al padre del marine, y presionar el botón que cerraba la única entrada a la tienda cochambrosa que tenía. - Tranquilo, no le haremos nada, sólo queremos jugar un poco. - susurraba a su oído, mientras que le empotraba contra uno de los muros. Pude sentir como algún objeto se le había clavado en alguna parte de la espalda, puesto que el olor ferroso de la sangre me invadía las fosas nasales. Mis ojos empezaron a brillar en la oscuridad de manera diferente. Todo mi sistema cambiaba. Me estaba convirtiendo en un animal, muy de a poco. Relamí mis labios. Lo conocía muy bien, era la sed. Mi mano pasó por su espalda, en un abrazo. Su respiración pesaba más de lo normal. Sentí la humedad del líquido y retiré mi extremidad para pasarla por mis labios. Sangre.
Como el tabernero avisó, no nos costó mucho encontrar la herrería. Ahí, un hombre pasada la edad mediana, estaba trabajando. Me perdí entre las armas que tenía colgada sobre las paredes de coal, pensaba encontrar algo... diferente, pero por desgracia tan sólo un pequeño cuchillo saltó a la vista, cuya empuñadura tenía grabada carácteres chinos. No estaba muy lejos de mi compañero, atrás, a cuestión de segundos. Estaba cabreado desde antes, así que no me hubiese sorprendido que amenazase de una forma más... consistente a nuestro objetivo, un chico bastante joven, quizás de nuestra misma edad. Aunque lo que pasó a continuación, me sorprendió un tanto. El chico echó a correr. Ante mi sorpresa, y obviamente todos saben que reacciono muy mal cuando me dan sorpresas así, tiré el cuchillo con fuerza, queriendo apuntar al gemelo derecho. Mi puntería no es que fuera genial, pero sí que le di en la espalda. Salté de manera alegre, apretando los puños y diciendo un "sí" para mi misma. Por aquellos entonces, el hombre había notado que su hijo estaba siendo perseguido y empezó a gritar detrás de mi, quien ya estaba corriendo detrás de Donner, aunque de pronto recordé algo. No atraer vistas. Mi cuerpo dio un giro de noventa grados, y miró al viejo que empezó a gritar.
Con la ayuda que había dado a Donner seguramente lo pillaría por él mismo, así que me limité a cubrir la bocaza al padre del marine, y presionar el botón que cerraba la única entrada a la tienda cochambrosa que tenía. - Tranquilo, no le haremos nada, sólo queremos jugar un poco. - susurraba a su oído, mientras que le empotraba contra uno de los muros. Pude sentir como algún objeto se le había clavado en alguna parte de la espalda, puesto que el olor ferroso de la sangre me invadía las fosas nasales. Mis ojos empezaron a brillar en la oscuridad de manera diferente. Todo mi sistema cambiaba. Me estaba convirtiendo en un animal, muy de a poco. Relamí mis labios. Lo conocía muy bien, era la sed. Mi mano pasó por su espalda, en un abrazo. Su respiración pesaba más de lo normal. Sentí la humedad del líquido y retiré mi extremidad para pasarla por mis labios. Sangre.
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Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Al fin las cosas tomaban un rumbo más emocionante, ya no había necesidad de hablar, puesto que la misma conducta cobrade del marine lo había delatado, por lo que no dudé ningún segundo en ir tras él. Moría de ganas por plantarle una bala justo en la nuca. Sus movimientos al correr eran muy predecibles y lentos, era un blanco para principiantes, pero en esa área no podía disparar mis armas, puesto que el sonido de estas no sólo causaría una conmoción, sino que también llamaría la atención de las autoridades, cosa que no queríamos por nada en el mundo. - Maldición... - musitaría frustrado y furioso escupiendo hacia un lado, estaba cabreado por no hacer lo que yo quería y más disfrutaba hacer.
Pero entonces, pude ver cómo un cuchillo proveniente de algunos metros más atrás pasaba muy cerca de mí a una gran velocidad y fuerza, el cual terminó por clavarse justo en la espalda del hombre. De seguro eso no le mataría y me facilitaría las cosas de sobremanera, ante esto calmé mi paso a un caminar tranquilo hasta que llegué a la posición del marine que yacía en el suelo quejándose por el cuchillo que no podía remover por su cuenta. Al llegar, me incliné un poco para posar mi arma de fuego en su cabeza. - Los documentos... Dámelos. - le dije con un tono de voz serio y amenazante, mirándole fríamente con un semblante aparentemente cabreado y muy poco amigable. El sujeto, llorando por su vida, asintió con la cabeza. - ¡Está bien, pero por favor, no me mates! - rogaría poniéndose de rodillas. Maldita escoria, me daban ganas de vomitar cada vez que alguien arrojaba todo su orgullo por la borda para salvar su vida, anhelaba volarle los sesos de un sólo tiro.
El joven marine, desde esa posición y entre lágrimas, reveló la ubicación de los documentos que buscábamos, estos se encontraban en su habitación dentro de la herrería, debajo de un colchón junto a revistas pornográficas. Vaya lugar más ridículo para esconder algo de valor, se notaba que era simplemente un chiquillo todavía. Cuando obtuve la información que quería, le dí un golpe fuerte con la culata de mis pistolas en la cabeza para dejarlo inconsciente en esa denigrante posición. No me preocupaba por la situación del joven, su herida no le causaría ningún tipo de hemorragia si el cuchillo se quedaba ahí. Por ello, me di media vuelta para empezar a caminar hacia mi compañera, quien parecía haber entrado a la herrería con el viejo rehén.
A medida que me acercaba a laherrería no podía escuchar nada, sólo podía escuchar los ahogados llamados de auxilios del viejo que sólo fueron audibles cuando ya me encontraba en la puerta. - Esa mujer... - pensaba suspirando moviendo la cabeza levemente hacia los lados, casi como adivinando lo que estuviera pasando adentro. Por ello, pateé la puerta con fuerza haciendo que esta se abriera de golpe hacia un lado, entré sin apuros para ver la escena. El viejo se había lastimado al parecer durante un forcejeo con la peligris, ahora este parecía estar sangrando desde su espalda, sin embargo, Airu no había tardado en probar la sangre del mismo, puesto que la pillé con las manos en la masa tomando aquel bocadillo de media tarde. - Vámonos, tenemos lo que queremos. - le dije de manera seria y golpeada, esperando a que eso bastara para despertarla, esperando que aquella pequeña muestra de sangre no hubiera despertado a aquel animal salvaje que bien conocía. ¿Debería calmarla? Eso sólo lo sabría en unos segundos.
Pero entonces, pude ver cómo un cuchillo proveniente de algunos metros más atrás pasaba muy cerca de mí a una gran velocidad y fuerza, el cual terminó por clavarse justo en la espalda del hombre. De seguro eso no le mataría y me facilitaría las cosas de sobremanera, ante esto calmé mi paso a un caminar tranquilo hasta que llegué a la posición del marine que yacía en el suelo quejándose por el cuchillo que no podía remover por su cuenta. Al llegar, me incliné un poco para posar mi arma de fuego en su cabeza. - Los documentos... Dámelos. - le dije con un tono de voz serio y amenazante, mirándole fríamente con un semblante aparentemente cabreado y muy poco amigable. El sujeto, llorando por su vida, asintió con la cabeza. - ¡Está bien, pero por favor, no me mates! - rogaría poniéndose de rodillas. Maldita escoria, me daban ganas de vomitar cada vez que alguien arrojaba todo su orgullo por la borda para salvar su vida, anhelaba volarle los sesos de un sólo tiro.
El joven marine, desde esa posición y entre lágrimas, reveló la ubicación de los documentos que buscábamos, estos se encontraban en su habitación dentro de la herrería, debajo de un colchón junto a revistas pornográficas. Vaya lugar más ridículo para esconder algo de valor, se notaba que era simplemente un chiquillo todavía. Cuando obtuve la información que quería, le dí un golpe fuerte con la culata de mis pistolas en la cabeza para dejarlo inconsciente en esa denigrante posición. No me preocupaba por la situación del joven, su herida no le causaría ningún tipo de hemorragia si el cuchillo se quedaba ahí. Por ello, me di media vuelta para empezar a caminar hacia mi compañera, quien parecía haber entrado a la herrería con el viejo rehén.
A medida que me acercaba a laherrería no podía escuchar nada, sólo podía escuchar los ahogados llamados de auxilios del viejo que sólo fueron audibles cuando ya me encontraba en la puerta. - Esa mujer... - pensaba suspirando moviendo la cabeza levemente hacia los lados, casi como adivinando lo que estuviera pasando adentro. Por ello, pateé la puerta con fuerza haciendo que esta se abriera de golpe hacia un lado, entré sin apuros para ver la escena. El viejo se había lastimado al parecer durante un forcejeo con la peligris, ahora este parecía estar sangrando desde su espalda, sin embargo, Airu no había tardado en probar la sangre del mismo, puesto que la pillé con las manos en la masa tomando aquel bocadillo de media tarde. - Vámonos, tenemos lo que queremos. - le dije de manera seria y golpeada, esperando a que eso bastara para despertarla, esperando que aquella pequeña muestra de sangre no hubiera despertado a aquel animal salvaje que bien conocía. ¿Debería calmarla? Eso sólo lo sabría en unos segundos.
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Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Aquello me estaba afectando. Relamí la sangre que había en mis labios. No era dulce, pero tampoco me iba a quejar, puesto que activaba mi cuerpo. - Mierda, no. Debo mantenerme despierta. - decía para mi misma, intentandome aferrar a la realidad un poco. - No... matémosle. - una voz que parecía de niña se escuchaba, también desde mi garganta. Empujé el cuerpo del viejo más hacía la pared, y le solté por completo. Sabía que lo que hice antes lo había asustado, aunque más lo había hecho mis palabras. Notaba su respiración agitada, aunque ya no gritaba. Se había quedado petrificado por el terror. Me apoyé en una mesa y borré la sangre de mis labios, aunque esta había dejado rastro sin saberlo. Tiré algo que agarré de encima de la mesa, en desesperación. - No, no, no. - volvía a repetir, aunque aquella vez era como un grito. Me pasé las manos por el pelo, en desesperación. ¿Porqué ahora? Recordaba las palabras de Donner con claridad. Nada de muertos. Sabía que una vez empezada, no podía parar, o al menos así me sentía ahora. Había jugado anoche con el marine, pero esta vez las ganas estaban acumuladas. Vaya, que destino más estúpido el mío. ¿Iba a estropear la misión? Me tiré sobre la mesa, intentando apretar mis piernas al máximo. Mi cuerpo notó lo que necesitaba, y me lo estaba pidiendo a gritos.
Volví mi rostro hacía dónde se supone que estaba el hombre pasado de edad. Mi respiración era agitada, y mi cuerpo temblaba. Un bocadito más, no le hará mal a nadie. Empecé a sonreír. Sabía que me estaba perdiendo, pero aún así metí la mano detrás de su espalda, y me metí los dedos en la boca. No sabía que Daddy estaba afuera, y su patada derrumbó la puerta, dejando ver el espectáculo sangriento. El hombre clavado en una pequeña cuchilla, que seguramente no atentaría a su vida pero sí dejaría escapar un poco del elixir carmesí que yo ya tenía sobre mi boca y dentro también. Mi cara se fijó en el, aunque mis ojos se cerraron por la llegada inesperada de la luz. Me di la vuelta mientras él hablaba. Me intentaba tranquilizar aunque parecía imposible. Noté que su voz era más seria de lo normal, seguramente intentaba con eso que volviese en mis cabales. Respiré. Me dí la vuelta, aún sin saber que mi boca estaba manchada de un rastro rojo, que se alargaba sobre mi mejilla para desaparecer. Escondía mi mano detrás de mi cuerpo, intentando limpiarla. Sonreí de manera inocente, ladeando la cabeza hacía la derecha. - No hice nada, sólo estábamos hablando. - mis pasos lentos se acercaban a Donner, con la misma voz de niña que había hecho anteriormente. - ¿Vamos, Daddy? - pregunté. No, no era tiempo para desconectar de la realidad. Pero después de esto, le iba a obligar a darme algo de si mismo, si quería que siguiese anclada en el presente.
Volví mi rostro hacía dónde se supone que estaba el hombre pasado de edad. Mi respiración era agitada, y mi cuerpo temblaba. Un bocadito más, no le hará mal a nadie. Empecé a sonreír. Sabía que me estaba perdiendo, pero aún así metí la mano detrás de su espalda, y me metí los dedos en la boca. No sabía que Daddy estaba afuera, y su patada derrumbó la puerta, dejando ver el espectáculo sangriento. El hombre clavado en una pequeña cuchilla, que seguramente no atentaría a su vida pero sí dejaría escapar un poco del elixir carmesí que yo ya tenía sobre mi boca y dentro también. Mi cara se fijó en el, aunque mis ojos se cerraron por la llegada inesperada de la luz. Me di la vuelta mientras él hablaba. Me intentaba tranquilizar aunque parecía imposible. Noté que su voz era más seria de lo normal, seguramente intentaba con eso que volviese en mis cabales. Respiré. Me dí la vuelta, aún sin saber que mi boca estaba manchada de un rastro rojo, que se alargaba sobre mi mejilla para desaparecer. Escondía mi mano detrás de mi cuerpo, intentando limpiarla. Sonreí de manera inocente, ladeando la cabeza hacía la derecha. - No hice nada, sólo estábamos hablando. - mis pasos lentos se acercaban a Donner, con la misma voz de niña que había hecho anteriormente. - ¿Vamos, Daddy? - pregunté. No, no era tiempo para desconectar de la realidad. Pero después de esto, le iba a obligar a darme algo de si mismo, si quería que siguiese anclada en el presente.
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Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Mi compañera, una vez más, estaba al borde de la locura, y por desgracia no en un sentido erótico, sino que más bien uno macabro. Su sed de sangre junto con sus instintos sentidos se agudizaban cuando esta no era saciada en mucho tiempo. Sabía bien por lo que estaba pasando, si llegaba a perder el control debería calmarla a mí manera y eso no haría más que generar un poco más de alboroto, cosa que no queríamos. Mis palabras fueron directas y aparentemente un tanto frías, pero de seguro la joven había captado el mensaje, no era el momento para esto. Ella tenía claro que después podría desquitar sus emociones y anhelos conmigo, pero una vez que nos fuéramos esta isla.
La joven se volteó a verme de manera alegre e inocente, notando así sus labios manchados con líquido vital y además una pequeña pero clara gota de sangre que corría por su mejilla, además que una de sus manos se encontraba escondida detrás de su cuerpo. Realmente estaba a punto de perder el control, pero mi compañera, en un acto de superación y fuerza de voluntad increíbles, logró permanecer en la realidad. Ante el llamado de la joven simplemente suspiré para levantar levemente mi mano haciendo una señal de "espera un poco" para caminar hacia las habitaciones de la familia herrera en búsqueda de los papeles. Entré a la habitación del joven marine para buscar y encontrar debajo de su cama, junto a un montón de pornografía, los documentos robados desde Ohara. No los leería ahora, pero sabía que algo de provecho podría sacarles.
Salí de la habitación para así ver de reojo al viejo herido quien aún se encontraba muerto de miedo por la experiencia que acababa de vivir. Ante esto simplemente le dejé sobre una mesa unos cuantos cientos de berries por el altercado, no quería que llamara a la autoridad local y menos a los marines. Debíamos pasar desapercibidos. Finalmente caminé hacia fuera de la herrería, viendo cómo la gente empezaba a juntarse alrededor del inconsciente marine que tenía un cuchillo clavado en su espalda. Había llegado la hora de irse.
- Vamos. - le dije a mi compañera con un tono de voz serio y frío para empezar a caminar hacia el puerto a un paso relativamente rápido para evitar ser vistos por la gente que se acercaba al lugar de los hechos. Una vez que estábamos seguros, me aseguré de reducir mi paso un poco para así ponerme al lado de mi felina compañera para así poner mi mano sobre su cabeza. Lo había hecho bien. No sólo porque gracias a ella logramos obtener información vital para realizar parte de esta misión, sino que también por mantener a sus demonios en su interior. - Buen trabajo. - le diría con ese tono de voz de siempre, sin siquiera dedicarle una mirada pero si realizando leves movimientos con la mano que se encontraba sobre su cabello en señal de esas peculiares caricias que tanto le gustaban, o eso pensaba.
Seguíamos caminando hacia el muelle, en búsqueda de un barco que nos llevara hacia nuestro siguiente destino, Lvneel.
La joven se volteó a verme de manera alegre e inocente, notando así sus labios manchados con líquido vital y además una pequeña pero clara gota de sangre que corría por su mejilla, además que una de sus manos se encontraba escondida detrás de su cuerpo. Realmente estaba a punto de perder el control, pero mi compañera, en un acto de superación y fuerza de voluntad increíbles, logró permanecer en la realidad. Ante el llamado de la joven simplemente suspiré para levantar levemente mi mano haciendo una señal de "espera un poco" para caminar hacia las habitaciones de la familia herrera en búsqueda de los papeles. Entré a la habitación del joven marine para buscar y encontrar debajo de su cama, junto a un montón de pornografía, los documentos robados desde Ohara. No los leería ahora, pero sabía que algo de provecho podría sacarles.
Salí de la habitación para así ver de reojo al viejo herido quien aún se encontraba muerto de miedo por la experiencia que acababa de vivir. Ante esto simplemente le dejé sobre una mesa unos cuantos cientos de berries por el altercado, no quería que llamara a la autoridad local y menos a los marines. Debíamos pasar desapercibidos. Finalmente caminé hacia fuera de la herrería, viendo cómo la gente empezaba a juntarse alrededor del inconsciente marine que tenía un cuchillo clavado en su espalda. Había llegado la hora de irse.
- Vamos. - le dije a mi compañera con un tono de voz serio y frío para empezar a caminar hacia el puerto a un paso relativamente rápido para evitar ser vistos por la gente que se acercaba al lugar de los hechos. Una vez que estábamos seguros, me aseguré de reducir mi paso un poco para así ponerme al lado de mi felina compañera para así poner mi mano sobre su cabeza. Lo había hecho bien. No sólo porque gracias a ella logramos obtener información vital para realizar parte de esta misión, sino que también por mantener a sus demonios en su interior. - Buen trabajo. - le diría con ese tono de voz de siempre, sin siquiera dedicarle una mirada pero si realizando leves movimientos con la mano que se encontraba sobre su cabello en señal de esas peculiares caricias que tanto le gustaban, o eso pensaba.
Seguíamos caminando hacia el muelle, en búsqueda de un barco que nos llevara hacia nuestro siguiente destino, Lvneel.
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Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Daddy había aceptado. Ya había acabado todo, aunque ahora debía pedir mi precio en cuanto llegase a un sitio seguro e íntimo. Las ganas de matar se habían quedado ahí, las voces aún seguían en la cabeza, y estaba haciendo un gran intento en no dejarnos al descubierto. Aunque parecía algo tranquila, en mi interior se estaba desencadenando una lucha que intentaba a todas costas, cesar. Mis ojos seguían al hombre para después sentir como, a medio camino, su mano se posaba sobre mi cabeza, revoloteando mi flequillo y haciendo que mi cuerpo se tranquilice un tanto y desde mi boca se dejaba escuchar un sonido nasal, parecido al de los gatos. Me sentía bien por un momento, mientras que la herrería y todo aquello había quedado atrás. El olor de la sangre se había perdido, o mejor dicho yo intentaba perderle el rastro de la forma que mejor podía. Y sí, la verdad es que el hecho de terminar parte de nuestra tarea me alegraba un tanto, o quizás me demostré a mi misma una vez más que lo podía hacer, pese al hecho que había empezado como un animal.
Había cambiado un montón en aquellos años. Desde que Daddy me encontró, habían pasado ya tres largos años, que realmente me habían hecho algo más humana a ser posible. Aún así, dejaba al descubierto mi carácter peculiar demasiadas veces, y, de no ser por la ayuda del moreno, seguiría siendo un animal. Cogí su mano mientras caminaba. Me sentía insegura. Sentía que si perdía contacto físico con él, mi cuerpo daría un giro de 180º y volvería a aquel sitio que había dejado para acabar lo que había empezado. Lo miré de forma larga, mostrando parte de mi miedo en mis ojos, y buscando los suyos para encontrar una respuesta. Al llegar al muelle, cogimos el barco que nos llevaría a nuestro próximo destino. Me gustaba cuando había trabajo, aunque era una meta poco certera para mi, tanto tiempo que no se me permitía matar. Aún así Daddy me dejaba jugar un tanto, y eso era lo que realmente importaba a fin de cuentas. Nuestra relación se había convertido en una especie de amistad, o quizás más que una amistad. Nos entendíamos de una sola mirada, y también entendíamos las necesidades de cada uno, lo que hacía más fácil nuestra convivencia y el trabajo juntos.
Había cambiado un montón en aquellos años. Desde que Daddy me encontró, habían pasado ya tres largos años, que realmente me habían hecho algo más humana a ser posible. Aún así, dejaba al descubierto mi carácter peculiar demasiadas veces, y, de no ser por la ayuda del moreno, seguiría siendo un animal. Cogí su mano mientras caminaba. Me sentía insegura. Sentía que si perdía contacto físico con él, mi cuerpo daría un giro de 180º y volvería a aquel sitio que había dejado para acabar lo que había empezado. Lo miré de forma larga, mostrando parte de mi miedo en mis ojos, y buscando los suyos para encontrar una respuesta. Al llegar al muelle, cogimos el barco que nos llevaría a nuestro próximo destino. Me gustaba cuando había trabajo, aunque era una meta poco certera para mi, tanto tiempo que no se me permitía matar. Aún así Daddy me dejaba jugar un tanto, y eso era lo que realmente importaba a fin de cuentas. Nuestra relación se había convertido en una especie de amistad, o quizás más que una amistad. Nos entendíamos de una sola mirada, y también entendíamos las necesidades de cada uno, lo que hacía más fácil nuestra convivencia y el trabajo juntos.
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Re: [Tarea: Recuperando Información] Let's play hide and seek my kitty ~ [Airu]
Nuestro caminar seguía por las calles de la ciudad en dirección al puerto. Habíamos conseguido pasar inadvertidos con mucha suerte y todo estuvo a punto de irse a la mierda por los salvajes instintos de mi compañera, quien supo mantener su bestia interior en calma por el momento. Sabía que en cuanto estuviésemos a solas en el barco, aquel lado salvaje quedaría descubierto y esto podía saberlo justo en el momento en que la peligris tomó mi mano para así mirarme fijamente con sus penetrantes ojos llenos de inseguridad y miedo. Suspiré un tanto, no correspondí el agarre de su mano, pero si le dedicaba constantemente frías miradas para que sus ojos encontraran lo que buscaban.
Finalmente, llegamos al puerto, lugar donde busqué la primera embarcación que fuera hacia la isla de Lvneel. Como siempre, los barcos mercantes siempre tenían lugar y camarotes para los viajeros a cambio de una buena suma de dinero. Sin perder de vista ni alejar de mi lado a mi compañera, pagué la tarifa debida al capitán de la embarcación y así subir al navío, directamente hacia nuestro camarote. Al entrar, cerraría la puerta con llave, puesto que bien sabía que con mi compañera necesitaríamos toda la privacidad posible.
Finalmente, llegamos al puerto, lugar donde busqué la primera embarcación que fuera hacia la isla de Lvneel. Como siempre, los barcos mercantes siempre tenían lugar y camarotes para los viajeros a cambio de una buena suma de dinero. Sin perder de vista ni alejar de mi lado a mi compañera, pagué la tarifa debida al capitán de la embarcación y así subir al navío, directamente hacia nuestro camarote. Al entrar, cerraría la puerta con llave, puesto que bien sabía que con mi compañera necesitaríamos toda la privacidad posible.
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