Red Canvas (PASADO) (PUBLICO)

el sol se ocultaba con su tonalidad naranja-rojiza, las luces de los faroles empezaban a alumbrar las calles mientras el tono rojizo se apagaba poco a poco mientras las estrellas empezaban a aparecer en el firmamento, era una isla de verdad hermosa, seria un buen lugar donde vivir, ademas que era muy tranquila, la gente parecía amable -podría vivir aquí, incluso tener una familia- decía un joven de traje que caminaba cerca de la playa mientras admiraba a esta...
el tipo había pasado por un largo y estropiante viaje para llegar al lugar, donde le habían asignado, aunque parecía ser un miembro del gobierno, no era mas que un recluta marine el cual le habían asignado a la sede  de la isla Red. Al ser recluta no era muy divertido y no había pasado muchas cosas interesantes desde que había entrado a la marina y su asignación actual tampoco era muy emocionante que se podría decir -tsk por que siempre patrullar, es una tarea demasiada aburrida y en este lugar AQUÍ NO HAY NADIE A QUIEN PUEDA ARRESTAR!!!- el hombre gritaba a todo pulmón; justo en ese instante pasaba un anciano en una bicicleta, unos niños pateando una pelota y una madre paseando a un bebe en una carriola; el hombre recobraba la compostura, este también llevaba un largo maletín en u el espalda el cual parecía ser el estuche de algún instrumento musical aunque era muy angosto, coloca el maletín en el suelo apoyándolo con un pequeño muro que dividía la playa de la calle, el tipo apoya sus brazos en el muro mirando al mar, busca un cigarro en su traje, lo coloca en su boca pero empieza buscar el encendedor en su bolsillos sin éxito -maldición olvide comprar el encendedor, bueno que mas da- se queda con el cigarro sin encender en la boca mientras ve las estrellas en el firmamento, el lienzo rojo que pintaba el atardecer en el cielo  se había marchado...
"sigo estando aburrido"   pensó

¿Había dejado el East Blue? Eso parecía, o era un mundo paralelo o hacía tanto tiempo de eso que ni me acordaba yo, siendo un narrador omnisciente. En esta época Kazama ya poseía su interesante y curiosa Akuma No Mi, que le permite crear mundos ilusorios y meter en ellos a gente con tan sólo mirarles, o bastaba que mirasen el rostro del peliblanco para que jugase con ellos. Pero la causa de que el joven llegase a Ciudad Carmesí, era por tratar de llegar a Ohara, la isla del conocimiento. Quería ir sí o sí a la biblioteca esa a informarse. Por otro lado, Kazama caminaba por las calles de esta isla desconociendo sus habitantes, es decir, si era una isla de paso de criminales, si estaba bien protegida por la marina o por el gobierno. Todo ello lo desconocía el peliblanco como hemos dicho, pero de todas formas, caminaba tratando de pasar desapercibido, sin llamar mucho la atención. El peliblanco recién había adquirido su primer wanted de 35 millones, por una confusión que hubo. Dónde en la revuelta que hubo en una de las Islas del East Blue, se le puso precio por su cabeza por estar donde no le llaman. Aunque realmente su cabeza vale eso y más... En la realidad, se pone precio a aquellas personas que puedan suponer un problema para la marina o gobierno dependiendo de su poder y estaba claro que Kazama actual y ciertamente, debería tener más precio por su cabeza, pues a parte de ser un usuario de una akuma no mi cuyo poder te permite ir más allá y eso combinado con un uso diestro y notable de sus 3 katanas.

Rugía el estómago de Kazama ~ ¿Dónde podré comer? ~ Pensaba caminando con su atuendo típico pero vestido por encima con un largo abrigo similar al de Akatsuki de Naruto pero sin las nubes rojas y con la capucha negra ocultándole el rostro.

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EL tipo miraba el horizonte con desgana, no había nada interesante para el en verdad que hacer y aun tenia el cigarro apagado... en verdad no conocía a nadie en dicho lugar y su relación con sus compañeros y superiores no pasaba de ahí, de compañeros y superiores, sabia que su plan tomaría mucho tiempo, pero no creyó que en ese transcurso las cosas fueran tan aburridas. toca su maletín con melancolía -tengo tiempo sin usarte nozarachi, que aburrido es esto- dijo mientra volteaba a ver las estrellas; pero de pronto frente a el pasa un tipo con una gabardina negra con una capucha que no dejaba ver bien su rostro, era un atuendo algo misterioso y a la vez llamativo; el pelinegro tomo su cigarro lo dio una mirada y llamo al encapuchado -oye amigo, tienes lumbre?- pedía algo de fuego para su cigarro, aunque en realidad era una excusa para hablar con alguien, ya que sentía aburrido estando allí sin hacer nada y quizás el hombre de la gabardina podría ser algo ineteresante...

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Bajo la luz de la noche y de las farolas, el joven samurái caminaba distraido con los locales que habían en esta isla con la intención de buscar un buen restaurante en el cual poder comer algo, pero no veía un buen local al cual entrar, no obstante, su vida se vio parada cuando un tipo de pelo gris o blanco grisáceo se le aparecía frente a Kazama preguntando si tenía un lumbre. No sabía si era por estar en el West Blue, pero algunos términos no los entendía para nada ~ ¿Lumbre? ~ Sonrió un poco ante el desconocimiento de sus palabras, se veía parte de su rostro a pesar de la capucha y por ende, el joven Kazama podría someterlo en la ilusión, pero no hacía falta. Por el gesto y el cigarro que tenía se hizo una idea de que era lo que quería ~ Ah... Un mechero... ¿No? Lo siento ~ Abría o extendía los brazos ligeramente a la vez que negaba con la cabeza ~ No tengo nada similar ~ Adoptaba una postura informal de nuevo, pero aprovechando que estaba ahí ese sujeto, le preguntaría por algún local ~ Oye, ¿de casualidad no conocerás algún restaurante en el que se coma bien? ~ Se ponía la mano en la tripa ~ Estoy hambriento ~

El muchacho rubio no poseía encendedor alguno, aunque para nuestro amigo de CABELLO NEGRO no le importaba mucho solo quería charlar. luego el rubio pedía información de algún restaurante, estaba hambriento decía y rugir de su estomago lo corroboraba -ummm bueno soy nuevo en la isla, pero me han dicho que por aquí cerca hay un restaurante muy bueno, quizás te pueda acompañar a buscarlo- le proponía el tipo de traje, ya que este pensaba que no era mala idea ir por una que otra copa -mi nombre es Dan, Dan Blackmore- decía en tono amable presentándose...

Se escuchaba el estómago del PELIBLANCO, quien preguntaba por un restaurante a un simpático transeúnte, quien amablemente se iba a autoinvitar para ir con Kazama, quien se sorprendía y a la vez lo comprendía. Pues seguramente iba sólo por el mundo, al igual que el samurái de pelo blanco, pero este muchacho no le iba a hacer ningún feo, después de todo Kazama es buena gente, incluso siendo un pirata, no comprende los valores inmorales que muchos comparten ~ Claro, sólo espero que no esté muy lejos. De todas formas, entraré en el primer restaurante que vea ~ Decía sonriendo aún con la capucha puesta para escuchar posteriormente su nombre, ya que se estaba presentando ~ Yo soy Kazama, encantado ~ Le tendió la mano aún ocultando parte de su rostro, empleando constantemente un tono de voz tranquilo y amigable ~ Vamos tirando entonces ~ Hacía referencia al ir haciendo camino. Pasaba por el lado de su nuevo conocido Dan en busca de un local que vendieran y sirvieran comida. No tardaron mucho en encontrar uno, se veía bastante bien. Cuidado y con un buen logotipo para que entre la gente ~ No se si es este el que decías, pero yo voy a entrar igual, me muero de hambre ~ Se había tirado todo el día sin comer el pobre chico, quedándose sin víveres. Suerte de la suya que encontró esta isla.

~ Hola buenas noches, mesa para dos por favor ~ Decía educadamente el joven peliblanco con un tono más neutro. El camarero señaló y dijo la mesa para que ambos protagonista se sentaran. Una vez echo esto, el amable camarero preguntaba por las peticiones, o sea, que iban a querer y demás ~ Me gustaría que me trajera varios entrecots, cómo 5 o 6, zumo de... Mmm... Piña para beber y... Ya está por el momento ~ Quería reponer proteínas el joven peliblanco y algo refrescante para beber. Al peliblanco le encantan los zumos y por otro lado, no le gusta el alcohol ~ Y usted, ¿Qué va a tomar? ~ Le decía al pelinegro llamado Dan.

Una vez que le hallase dicho lo que quería el nuevo conocido de Kazama, este mismo preguntaría por la vida de Dan, para que no fuese aburrido, ya que había conocido a alguien, que menos que conocerlo ~ Y bien Dan, dime, ¿A qué te dedicas? ~ Decía levantándose de la silla para quitarse sus 3 espadas, las cuales llevaba dos a su derecha y la restante en la parte izquierda de la cintura.

Off:

-yo solo quiero un ron en las rocas- el joven pelinegro solo deseaba beber un poco después de tan larga jornada de estar patrullando la zona y sin éxito de arrestar a alguien...
mientras se sientan su nuevo conocido le preguntaba acerca de su vida al mismo tiempo ve que este era algún tipo de espadachín al ver sus 3 espadas; Dan sonríe mientras acomoda el gran maletín a a lado de el -yo? soy un pirata- este mentía para ver la reacción de Kazama, era costumbre de el engañar y molestar a otros era algo ya parte de su naturaleza; después llegan las ordenes de los dos a su mesa, el servicio era realmente rápido en ese lugar quizás era por eso la gente decía que era un excelente lugar -y tu a que te dedicas Kaza, puedo llamarte Kaza?- el pelinegro preguntaba mientras revolvía su trago con un ligero movimiento de muñeca.

Kazama, después de que su nuevo conocido pidiera algo de beber, para esperar a la comida, no vio el porque no a hacerle algunas preguntas, para conocerlo. El peliblanco le pregunto si a que se dedica, como respuesta, que era pirata ~ ¿Qué? ¿Y esto? ~ Decía en su mente pero aparentando no estar pensando en otra cosa que en escucharle, aunque en el fondo si sabía lo que decía. En fin, al parecer, al comer la Sakkaku No Mi o fruta de la ilusión, le permitía a parte de crear ilusiones, saber la verdad y la mentira. Pues de alguna forma, la mentira es una ilusión, una virtualidad aparentemente real pero falsa. Si te mienten y te dicen algo que no es y te lo crees, digamos que vives engañado y de alguna forma u otra, esta habilidad de la fruta permitía saber cuando alguien estaba mintiendo y Kazama lo sentía dentro de él, la falsedad en sus palabras ~ ¿Por qué tendrá la necesidad de mentirme? Evidentemente no es pirata, ¿Será un cazador? ¿Del Gobierno? ¿Marine...? Mm... Quién sabe ~ Aunque realmente le daba igual.

Por otro lado, ese tipo preguntaba a Kazama a que se dedicaba y tratando de tener una confianza más cercana para acortar el nombre del peliblanco a "Kaza", algo que le parecía muy feo, en todo caso y si fuese "Kaz", pero no iba a decírselo ~ Eh... No, no puedes ~ Le decía sonriendo y acordándose de que le había mentido y evitando contestarle dando prioridad a eso ~ ¿Y eso que has dicho que eres pirata? Cuéntame más, estoy interesado ~ Decía con cara de simpático el samurai y usuario de 3 espadas, quería comprobar hasta que punto iba decidido a mentir.