Día administrativo. [Pasado con Tomoe]

Cuartel General de Loguetown
Oficina de atención al cliente.
15:30 Horas. Día parcialmente nublado.

El gran cuartel general de Loguetown, el sitio donde descansaba una conocida Base Marine. Era un imponente edificio de varios pisos con algunos jardínes extensos y numerosos campos de entrenamientos localizados en su parte posterior y por supuesto con una entrada prohibida. Por los laterales de esa estructura, existían otras más pero de solo un piso y bastante pequeñas en comparación a la principal, que era allí donde entraban tanto civiles como marines y uno que otro agente del Gobierno, vistiendo los típicos trajes y sombreritos.

Al entrar, se vería un amplio vestíbulo, pinturas colgadas en las paredes, fotos de algunos vice-almirantes conocidos, del Almirante en flota y de los 3 almirantes, además de los cargos generales de la facción más uno que otro retrato. Del techo colgarían algunas lámparas empotradas al susodicho, proveyendo de la suficiente iluminación, el suelo de la base estaría muy bien pulido y limpio, además habrían numerosos filtros de agua para los civiles o trabajadores como así mismo varios asientos de madera distribuidos uniformemente por toda el área.

En la parte lateral izquierda del vestíbulo se podrían ver también varias cintas delimitadoras y entre ellas una fila de personas vestidas muy diferentes del uno con el otro, demostrando que no eran marines, si no lo contrario: Civiles. Cada uno hacía la fila ya que más adelante habían varios cubículos que poseían dos asientos, un escritorio y por el otro lado un Marine con un Den-Den Mushi y materiales de oficina que tenían la función de atender a cada uno de los que hacía fila. Watts Litsz era uno de esos civiles; vestía su gorra habitual de la Marina, el uniforme muy bien cuidado y la camisa por supuesto dentro del mismo pantalón. Su pelaje negro con detalles azul marino estaban a la vista pero había buscado la forma de aparentar la enorme melena que estaba a lo largo y ancho de su rostro, ya que podía asustar a la gente. El deber de esos cubículos era el brindar atención al público, para que así, cada persona pueda poner en marcha sus quejas o solicitar una investigación por parte del ente regulador de leyes.

Un civil se levantó del asiento, despidiéndose del Mink. - Siguiente por favor... - Expresó el susodicho y para su asombro fue el hecho de que "cierta señora" regresó, cumpliendo así su tercera visita para ese día. - !! No puedo creeerlo !! ¿Otra vez usted señora? - Aquella mujer era pequeña, su piel se veía como pasa y llevaba una sombrilla debidamente cerrada, sus vestimentas eran las habituales, nada especial. La razón de su visita era una que ya veía venir el Mink. - H-Hola pequeño... he regresado. - Expresó, y Watts soltó un suspiro de decepción y fastidio, quizás era molesto pero la verdad es que se veía más que gracioso. - Adivino señora Margereite, su gato Ram lo han secuestrado de nuevo, ¿verdad? - Mencionó el recluta con cierto aire de ironía y molestia, clavando su codo derecho sobre el escritorio y sosteniéndose la cabeza con la mano.