Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
Conectarse
Estadísticas
Tenemos 1 miembro registrado.El último usuario registrado es Admin
Nuestros miembros han publicado un total de 6463 mensajes en 1355 argumentos.
Últimos temas
Hermanos {2/4}
Élites {44/50}
OPBS © Se encuentra protegido por una licencia de Creative Commons No-Commercial 4.0. Skin desarrollado por Yosuka Akane. Todo el contenido del foro fueron obras de la administración. De la misma forma, las historias de los múltiples personajes del foro pertenecen a sus respectivos autores. Agradecimientos especialmente por los diversos tutoriales a: Asistencia Foroactivo, Savage Themes, Glintz Y Serendipity. Por Imágenes a las múltiples fuentes usadas: Deviantart, Zerochan, Tumblr Entre Otros. Módulo del Perfil por Mikae, ¡Muchas Gracias!. Se Prohíbe la copia parcial o total del contenido expuesto en el foro. Se Original.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Mis demonios [Kotori Miura - Presente].
Página 3 de 3. • Comparte
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Mis demonios [Kotori Miura - Presente].
Recuerdo del primer mensaje :
Había pasado ya casi tres semanas desde la aventura en St. Poplar, tras ello la relación entre Eden y Kotori parecía haberse fragmentado de manera definitiva, ella ya no se acercaba tanto como antes e incluso ya no existían esos pequeños detalles como las invitaciones para cenar, en parte eso le trajo paz al ronin, aunque por otro lado ahora sentía un extraño vacío, ¿acaso le agradaba todo lo que la rubia hacía antes?, seguramente, empero, trataba de convencerse que todo eso era solamente una ilusión, un fragmento del pasado que no necesitaba sacar a flote. Desde una perspectiva más objetiva, lo único que sucedía entre ellos es que Miura le recordaba a Natsumi, eso era todo, ella era un reflejo de un fantasma, no es como que fuese realmente especial para el Ouka, incluso con sus detalles como aquellas expresiones raras o su aparente preocupación, ella solo estaba siendo el reflejo de algo que Eden no necesitaba recordar en su vida, un error que cometió y que no necesitaba volver a repetir, al final de cuentas la mujer había demostrado que solo estaba interesada en su trabajo, ¿no?, ella era también como un perro, siguiendo órdenes cuando bien podía facilitarles a los dos las cosas.
El siguiente destino por consiguiente fue la isla Banaro, aquel lugar alejado de las autoridades, un centro relativamente común para criminales y bastante tranquilo, en realidad no existía una razón particular para llegar allí, solo que necesitaban un par de provisiones para alcanzar la isla Karakuri, más allá de Baltigo, isla que notoriamente no podrían pisar salvo buscar meterse en una pelea inmensa contra la revolución, cosa que ni siquiera el gobierno como tal se planteaba hacer de manera tan abrupta. En todo caso, el albino comandó a casi todos sus hombres a dirigirse al pueblo al centro de la isla para ir por las provisiones, no era conveniente que supiesen que un Ouka y una vice-almirante estaban en el lugar, eso podría generar pánico o hasta malos entendidos con los posibles criminales de la zona y desencadenar eventos que serían más perjudiciales que benéficos para todos, además, era buen momento para recabar algunos datos de la isla de modo que el chico decidió salir a explorar el lugar, encontrándose que era un sitio bastante común, incluso menos interesante que Spider Miles, ahora comprendía porque no se movía mucha gente por la zona, salvo para cazar búfalos o algo así.
Aprovechó la soledad de aquel sitio en la isla para sentarse sobre una roca y mirar al cielo, estaba despejado y el sol brillaba con fulgor bañando toda la zona, salvo la gran pradera y algunos árboles regados la verdad es que no existía mucho por ver, aquellos enormes peñascos de roca que le daban el nombre a la isla existían en todas partes así que no era necesario darles crédito y estando a cierta distancia de la playa y sobre todo de su barco estaba casi seguro que la rubia no se iba a plantar en ese sitio, lo que le permitía pensar que hacer si llegaba a final de aquella corriente sin que ella se hubiese decidido a redactar el informe. Por un lado, lo peor que ella podría decirle a los almirantes es que había actuado de una forma agresiva en St. Poplar, estos le podrían regañar o en todo caso el mismo almirante de flota le daría algún sermón, aunque estaba bastante seguro que, salvo cometer acciones bastante notorias en contra de la estabilidad, no le iban a separar de su cargo, no era misterio que aquel grupo de corsarios no pasaba por el mejor momento y prescindir de él implicaba tener a un enemigo más.
Por un momento su mente voló hasta Henry, la única persona que en cierto modo consideraba como un amigo, ¿estaría navegando en la Grand Line todavía?, hace meses en Drumm había entendido que uno de sus planes era buscar entrar en Impel Down para sacar a su madre, ¿habría reflexionado sobre ello?, según las recompensas había incrementado un tanto la suya, aunque no demasiado para ser considerado un supernova, eso le daba tanto satisfacción por pensar que no le mandarían a capturarlo como un objetivo prioritario, como cierta preocupación, pues igualmente podía significar que al final estaba desistiendo de sus metas, esto último, independientemente de la opinión del chico que estaba allí sentado, implicaba que quizás juzgó mal a ese hombre, tal vez no era tan decidido como creía, eso sin duda sería decepcionante.
“No puede ser” cruzado de brazos y todavía a unos cinco metros sentado en aquella roca giró su cabeza a la derecha notando que la energía de la fémina se estaba acercando a un ritmo paulatino, pensó en alejarse, aunque seguramente ella igual lo iba a seguir, no había caso alargar el suplicio de su presencia. Aquí, fue cuando Silverman notó algo extraño, aunque tenía ideas de irse y todo lo demás, su cuerpo no mostraba el menor impulso por evitarla, es más, estaba un poco molesto desde St. Poplar por el hecho de haberla alejado de forma repentina, ¿acaso deseaba que el contacto fuese de nuevo restaurado?, no, era algo más, algo que todavía no alcanzaba a descubrir, solo estaba seguro que se trataba de una cosa emocional, eso era peligroso…ella era peligrosa en ese sentido, si de verdad le estaba permitiendo sentir, ¿acaso no era eso lo que le generaría mayores riesgos?, según su experiencia, así era.
El siguiente destino por consiguiente fue la isla Banaro, aquel lugar alejado de las autoridades, un centro relativamente común para criminales y bastante tranquilo, en realidad no existía una razón particular para llegar allí, solo que necesitaban un par de provisiones para alcanzar la isla Karakuri, más allá de Baltigo, isla que notoriamente no podrían pisar salvo buscar meterse en una pelea inmensa contra la revolución, cosa que ni siquiera el gobierno como tal se planteaba hacer de manera tan abrupta. En todo caso, el albino comandó a casi todos sus hombres a dirigirse al pueblo al centro de la isla para ir por las provisiones, no era conveniente que supiesen que un Ouka y una vice-almirante estaban en el lugar, eso podría generar pánico o hasta malos entendidos con los posibles criminales de la zona y desencadenar eventos que serían más perjudiciales que benéficos para todos, además, era buen momento para recabar algunos datos de la isla de modo que el chico decidió salir a explorar el lugar, encontrándose que era un sitio bastante común, incluso menos interesante que Spider Miles, ahora comprendía porque no se movía mucha gente por la zona, salvo para cazar búfalos o algo así.
Aprovechó la soledad de aquel sitio en la isla para sentarse sobre una roca y mirar al cielo, estaba despejado y el sol brillaba con fulgor bañando toda la zona, salvo la gran pradera y algunos árboles regados la verdad es que no existía mucho por ver, aquellos enormes peñascos de roca que le daban el nombre a la isla existían en todas partes así que no era necesario darles crédito y estando a cierta distancia de la playa y sobre todo de su barco estaba casi seguro que la rubia no se iba a plantar en ese sitio, lo que le permitía pensar que hacer si llegaba a final de aquella corriente sin que ella se hubiese decidido a redactar el informe. Por un lado, lo peor que ella podría decirle a los almirantes es que había actuado de una forma agresiva en St. Poplar, estos le podrían regañar o en todo caso el mismo almirante de flota le daría algún sermón, aunque estaba bastante seguro que, salvo cometer acciones bastante notorias en contra de la estabilidad, no le iban a separar de su cargo, no era misterio que aquel grupo de corsarios no pasaba por el mejor momento y prescindir de él implicaba tener a un enemigo más.
Por un momento su mente voló hasta Henry, la única persona que en cierto modo consideraba como un amigo, ¿estaría navegando en la Grand Line todavía?, hace meses en Drumm había entendido que uno de sus planes era buscar entrar en Impel Down para sacar a su madre, ¿habría reflexionado sobre ello?, según las recompensas había incrementado un tanto la suya, aunque no demasiado para ser considerado un supernova, eso le daba tanto satisfacción por pensar que no le mandarían a capturarlo como un objetivo prioritario, como cierta preocupación, pues igualmente podía significar que al final estaba desistiendo de sus metas, esto último, independientemente de la opinión del chico que estaba allí sentado, implicaba que quizás juzgó mal a ese hombre, tal vez no era tan decidido como creía, eso sin duda sería decepcionante.
“No puede ser” cruzado de brazos y todavía a unos cinco metros sentado en aquella roca giró su cabeza a la derecha notando que la energía de la fémina se estaba acercando a un ritmo paulatino, pensó en alejarse, aunque seguramente ella igual lo iba a seguir, no había caso alargar el suplicio de su presencia. Aquí, fue cuando Silverman notó algo extraño, aunque tenía ideas de irse y todo lo demás, su cuerpo no mostraba el menor impulso por evitarla, es más, estaba un poco molesto desde St. Poplar por el hecho de haberla alejado de forma repentina, ¿acaso deseaba que el contacto fuese de nuevo restaurado?, no, era algo más, algo que todavía no alcanzaba a descubrir, solo estaba seguro que se trataba de una cosa emocional, eso era peligroso…ella era peligrosa en ese sentido, si de verdad le estaba permitiendo sentir, ¿acaso no era eso lo que le generaría mayores riesgos?, según su experiencia, así era.
InvitadoInvitado
Re: Mis demonios [Kotori Miura - Presente].
“Parece que necesita un tiempo para recargar lo que sea que la impulsa, si ella es una mitad máquina debe tener un mecanismo interno que propicia aquella expulsión violenta de aire o lo que sea, eso significa que si la fuerzas a usarla de manera repetida eventualmente queda expuesta” al parecer aquella utilidad que le daba a lo que fuese que la apoyaba en movimientos violentos era bastante puntual, habiéndola observado ya en tres ocasiones se podía hacer una idea bastante clara de su funcionamiento, incluso estaba casi seguro que si se dañaban ciertas partes de su anatomía quedarían inservible, después de todo un sistema que expulsa alguna energía de forma repentina tenía un fallo, si se bloqueaba dicha salida entonces la energía se acumularía en otro pudiendo causar incluso desperfectos en Kotori, eso sin duda no era lo que pretendía, sin embargo, era bueno tomar nota y claro que lo haría.
-Vaya, parece que al final sí que puedes volar- comentó con una sonrisa a mitad de su rostro moviendo un poco su cabeza como calentando, la realidad es que no le sorprendía mucho que ella pudiese haber evitado aquellos dos ataques, en realidad no estaban destinados a dañarla realmente, claro, si ella se hubiese dejado golpear habría sido culpa suya, pues en ningún momento pensaba que fuese a ser tan sencillo hacerle algo -Aunque comienzo a pensar que esto no va a ningún lado, al parecer eso que haces- señaló a la chica como si tratase de mostrar partes ocultas de su cuerpo que no eran totalmente visibles y sin embargo estaban presentes de un modo u otro. Por otro lado, estaba seguro que aquellos sonidos de sus técnicas iban a llamar la atención de todo el mundo, el poblado estaba a cierta distancia así que tenían unos instantes más, empero, era importante no perder el tiempo.
Volvió a saltar quedando encima del peñasco para ver más de cerca a la chica, su mirada reflejaba tranquilidad y ahora su sonrisa ya no estaba, tuvo una idea quizás un poco malvada, aunque era viable que funcionase debido a la situación -¿Recuerdas lo que te dije?- en ese momento agitó su katana de nuevo empleando la misma técnica que al inicio de sus arremetidas, sin embargo, la misma estaba destinada a ser esquivada y por el contrario, el albino saltó buscando ir a donde la rubia, aunque en ese momento no estaba cargando su arma como una amenaza sino como algo que estaba simplemente presente junto a él, no…en realidad su intención era alcanzar a la chica para sujetarla por un hombro con la mano libre y finalmente tratar de propinar un beso, el mismo que había amenazado con tomar de una forma u otra “Es el momento, espero que funcione, de otro modo supongo que probablemente no tendré una nueva oportunidad, aunque, eso al final no importa demasiado, igualmente, siempre hay un mañana”.
-Vaya, parece que al final sí que puedes volar- comentó con una sonrisa a mitad de su rostro moviendo un poco su cabeza como calentando, la realidad es que no le sorprendía mucho que ella pudiese haber evitado aquellos dos ataques, en realidad no estaban destinados a dañarla realmente, claro, si ella se hubiese dejado golpear habría sido culpa suya, pues en ningún momento pensaba que fuese a ser tan sencillo hacerle algo -Aunque comienzo a pensar que esto no va a ningún lado, al parecer eso que haces- señaló a la chica como si tratase de mostrar partes ocultas de su cuerpo que no eran totalmente visibles y sin embargo estaban presentes de un modo u otro. Por otro lado, estaba seguro que aquellos sonidos de sus técnicas iban a llamar la atención de todo el mundo, el poblado estaba a cierta distancia así que tenían unos instantes más, empero, era importante no perder el tiempo.
Volvió a saltar quedando encima del peñasco para ver más de cerca a la chica, su mirada reflejaba tranquilidad y ahora su sonrisa ya no estaba, tuvo una idea quizás un poco malvada, aunque era viable que funcionase debido a la situación -¿Recuerdas lo que te dije?- en ese momento agitó su katana de nuevo empleando la misma técnica que al inicio de sus arremetidas, sin embargo, la misma estaba destinada a ser esquivada y por el contrario, el albino saltó buscando ir a donde la rubia, aunque en ese momento no estaba cargando su arma como una amenaza sino como algo que estaba simplemente presente junto a él, no…en realidad su intención era alcanzar a la chica para sujetarla por un hombro con la mano libre y finalmente tratar de propinar un beso, el mismo que había amenazado con tomar de una forma u otra “Es el momento, espero que funcione, de otro modo supongo que probablemente no tendré una nueva oportunidad, aunque, eso al final no importa demasiado, igualmente, siempre hay un mañana”.
- Spoiler:
- Eden simplemente realiza un ataque y espera a ver qué hace Kotori, a donde ella se mueva él salta tratando de alcanzarla.
Técnica:
Sanjuroku Pondo Ho (Cañón de 36 Libras): Este ataque se inicia cuando el espadachín coge la espada y la coloca horizontalmente detrás de su hombro, después lanza el brazo hacia adelante como si se tratara de un proyectil de aire comprimido y energía que se acerca en espiral hacia el enemigo. Nivel 2. Requiere 3 puntos en poder y 4 puntos en armas. Lanza una onda que mide 2x2 metros y avanza hasta 7 metros.
Reposo:
Ittoryu: Sanbyaku Rokuju Pondo Ho (Cañón de 360 libras): 1/1.
Eden ahora conoce los movimientos de Kotori en 30% y al haber visto ya 3 veces la misma transformación la conoce al 75%.
InvitadoInvitado
Re: Mis demonios [Kotori Miura - Presente].
La ciborg estaba esperando. Aún le quedaban unos buenos minutos de aquella habilidad extraña de aire comprimido, y pensaba que esto iba a acabar pronto. Quizás y por un segundo, espero que Edén desista ante aquella pelea. No le veía ningún fin. Quizás y si fuera una espadachina, cortarle a trozos varias veces sería una buena idea para agotarlo físicamente, pero lo único que podía propinar es golpes, como si se tratase de un saco de boxeo. Sus ojos miraban con paciencia, no iba a hacer el mismo error dos veces. Quería ver lo que iba a hacer. Le había vigilado demasiado tiempo, y ahora le tocaba a ella. Pero a diferencia, la muchacha no podía permitirse dejar que el ouka la hiera, más que nada porque seguramente no podría curarse unos daños letales, y los graves tardarían mucho tiempo en irse. Lo miraba desde arriba, y la única cosa en la cual podía pensar era estar en la cabeza ajena. ¿Qué es lo que él pensaba? Era una incógnita que le hubiese gustado resolver desde hacía tiempo. Así quizás, se hubiesen ahorrado muchísimo tiempo y esa pelea extraña no estaría sucediendo. Escuchaba las palabras ajenas con desinterés. Quería saber ya el desenlace. En realidad quería poder irse y olvidarle, la sola presencia se hacía extrañamente molesta e incómoda. - Ya ves, que mejor pareja para ti que alguien que pueda volar. - decía con desdén, encogiéndose de hombros un tanto. Obviamente se había referido a compañero, de la misma forma que había dicho al principio de su viaje juntos. Aún así, en aquellos momentos hasta para su oido sonaba extraño.
Su katana se colocó de forma similar pero inversa, ahora quizás iba a usar la punta de la misma para causar algo parecido a las técnicas anteriores, o quizás iba a venir a por ella en un ataque frontal, cosa que estaría muchísimo más interesante, y le daría la oportunidad de hacerle daño también. Pero por desgracia, iba a ser la primera opción, y la ciborg voladora tendría que evitar nuevamente el ataque, que tenía la misma fuerza que el primero, cosa que ciertamente la sorprendió, pero eso no la hizo pensar mucho hasta usar sus poderes para dar un sprint hacía abajo, quedando así en el suelo mientras que la onda de su técnica iba dirigida al cielo, donde ella había estado. Fue entonces cuando lo sintió. La mano del hombre estaba sobre su hombro, y sus labios estaban pegados a los suyos. Su mano se colocaba sobre el pecho desnudo de Edén, queriendo quizás hacer fuerza para apartarlo, pero no lo haría. Su cuerpo se vio paralizado por un momento, de la misma forma que se había visto meses atrás en el templo. Estaba hororizada, pero de alguna forma el calor de la otra persona la reconfortaba. Sus ojos se cerraron y se dejó llevar por una fracción de segundo. Era su primer beso, y las fuerzas de su cuerpo eran casi inútiles. Resistirse a su propio corazón hubiese sido una tontería, y la era. Sus manos, colocadas donde el corazón de Edén estaría situado, soltaron una fuerte corriente eléctrica, mientras que la mujer rompía el beso por completo, cerrando los ojos parcialmente. Estaba arrepentida, se estaba arrepintiendo de ello en ese mismo momento y, aún así, era lo mejor.
Su katana se colocó de forma similar pero inversa, ahora quizás iba a usar la punta de la misma para causar algo parecido a las técnicas anteriores, o quizás iba a venir a por ella en un ataque frontal, cosa que estaría muchísimo más interesante, y le daría la oportunidad de hacerle daño también. Pero por desgracia, iba a ser la primera opción, y la ciborg voladora tendría que evitar nuevamente el ataque, que tenía la misma fuerza que el primero, cosa que ciertamente la sorprendió, pero eso no la hizo pensar mucho hasta usar sus poderes para dar un sprint hacía abajo, quedando así en el suelo mientras que la onda de su técnica iba dirigida al cielo, donde ella había estado. Fue entonces cuando lo sintió. La mano del hombre estaba sobre su hombro, y sus labios estaban pegados a los suyos. Su mano se colocaba sobre el pecho desnudo de Edén, queriendo quizás hacer fuerza para apartarlo, pero no lo haría. Su cuerpo se vio paralizado por un momento, de la misma forma que se había visto meses atrás en el templo. Estaba hororizada, pero de alguna forma el calor de la otra persona la reconfortaba. Sus ojos se cerraron y se dejó llevar por una fracción de segundo. Era su primer beso, y las fuerzas de su cuerpo eran casi inútiles. Resistirse a su propio corazón hubiese sido una tontería, y la era. Sus manos, colocadas donde el corazón de Edén estaría situado, soltaron una fuerte corriente eléctrica, mientras que la mujer rompía el beso por completo, cerrando los ojos parcialmente. Estaba arrepentida, se estaba arrepintiendo de ello en ese mismo momento y, aún así, era lo mejor.
InvitadoInvitado
Re: Mis demonios [Kotori Miura - Presente].
Finalmente su acción tuvo éxito, no propiamente el ataque sino aquella intención de alcanzar a la chica y darle un beso, aquello se sintió bien, incluso con los ojos cerrados pudo imaginar algo distinto a lo que pensaba, nuevamente estaba cayendo en un error, quizás, pero eso no le importaba ya, había decidido algo y estaba dispuesto a aferrarse a ello de una manera u otra, elegir un camino y seguirlo era ahora su forma de ver la vida y no iba a desistir por nimiedades como que la marine estuviese en una facción que seguramente no vería con buenos ojos aquella posible unión de dos personas. Así mismo, ahora aprovechando el momento envainó su katana con habilidad para posteriormente colocar su otra mano en el hombro libre de Kotori, en realidad resultaba extraño pensar que ella era una ciborg, al final de cuentas no lucía como tal y tampoco se sentía como una.
-¿Otra vez?- comentó Eden sintiendo una especie de pulso en su cuerpo, no era dañino para su persona pero sí bastante molesto, tanto que le hacía poner sus pelos de punta y eso le causaba una sensación particular en la cabeza, obviamente se trataba de aquella mujer que al parecer ahora le estaba dando una descarga eléctrica continua, misma que estaba afectando a su cuerpo pero sin llegar a nada más, pues el poder de su akuma era suficiente para estar regenerando sus heridas de manera constante sin llegar a proporcionar un daño al chico. -Pensaba que habíamos llegado a una especie de acuerdo- comentó agachando la mirada para ver los brazos de la mujer, así que también podía hacer aquello, sin duda era una cuestión interesante eso de tener una gama de habilidades varias ocultas en su anatomía, seguro que ella poseía bastantes más secretos de los que uno podría esperar.
En todo caso, apenas unos segundos después las dos manos de Eden sujetaron las de Miura y eventualmente las sujetó con cierta fuerza para separarse de un ligero salto hacia atrás casi a ras de suelo tomando distancia prudente de dos metros -Vaya, eso sin duda dolería algo si uno fuese normal- comentó mirando su cuerpo, no estaba nada herido aunque sus pantalones emanaban algo de humo, aunque lo mejor era que su cabello había retornado a la normalidad -Sabes, por un momento creí que te estaba gustando- se cruzó de brazos meditabundo mirando a la fémina y después miró al cielo, pudo sentir con su mantra que algunos habitantes del pueblo ya se estaban movilizando para ir a investigar que sucedía, tardarían algunos minutos claro, aunque por eso mismo no debería confiarse del todo, hacerlo le podría llevar a una sorpresa no muy agradable. -En fin, creo que hemos concluido esto, ya obtuve lo que me interesaba- afirmó bajando sus brazos y colocando ambas manos en los bolsillos de su pantalón para demostrar que no estaba interesado en volver a atacarla o hacer algo en contra de la chica.
Tras lo anterior, se giró mirando rumbo a la playa que era visible varios metros a la distancia -Vuelve al barco y dile a mis hombres que te lleven a donde quieras, después, que partan rumbo a Sanaody, ahí deberán esperarme hasta que yo regrese- pensaba que ahora era mejor ir volando a otras islas, según recordaba el último informe de la marina le estaba dirigiendo a algunas zonas con supuesta actividad revolucionaria, aparentemente esos sujetos comenzaban a suponer un problema que el gobierno mundial quería fuese aplacado por la Ouka de una vez por todas, una buena oportunidad para demostrar que estaba del lado de ellos totalmente.
-¿Otra vez?- comentó Eden sintiendo una especie de pulso en su cuerpo, no era dañino para su persona pero sí bastante molesto, tanto que le hacía poner sus pelos de punta y eso le causaba una sensación particular en la cabeza, obviamente se trataba de aquella mujer que al parecer ahora le estaba dando una descarga eléctrica continua, misma que estaba afectando a su cuerpo pero sin llegar a nada más, pues el poder de su akuma era suficiente para estar regenerando sus heridas de manera constante sin llegar a proporcionar un daño al chico. -Pensaba que habíamos llegado a una especie de acuerdo- comentó agachando la mirada para ver los brazos de la mujer, así que también podía hacer aquello, sin duda era una cuestión interesante eso de tener una gama de habilidades varias ocultas en su anatomía, seguro que ella poseía bastantes más secretos de los que uno podría esperar.
En todo caso, apenas unos segundos después las dos manos de Eden sujetaron las de Miura y eventualmente las sujetó con cierta fuerza para separarse de un ligero salto hacia atrás casi a ras de suelo tomando distancia prudente de dos metros -Vaya, eso sin duda dolería algo si uno fuese normal- comentó mirando su cuerpo, no estaba nada herido aunque sus pantalones emanaban algo de humo, aunque lo mejor era que su cabello había retornado a la normalidad -Sabes, por un momento creí que te estaba gustando- se cruzó de brazos meditabundo mirando a la fémina y después miró al cielo, pudo sentir con su mantra que algunos habitantes del pueblo ya se estaban movilizando para ir a investigar que sucedía, tardarían algunos minutos claro, aunque por eso mismo no debería confiarse del todo, hacerlo le podría llevar a una sorpresa no muy agradable. -En fin, creo que hemos concluido esto, ya obtuve lo que me interesaba- afirmó bajando sus brazos y colocando ambas manos en los bolsillos de su pantalón para demostrar que no estaba interesado en volver a atacarla o hacer algo en contra de la chica.
Tras lo anterior, se giró mirando rumbo a la playa que era visible varios metros a la distancia -Vuelve al barco y dile a mis hombres que te lleven a donde quieras, después, que partan rumbo a Sanaody, ahí deberán esperarme hasta que yo regrese- pensaba que ahora era mejor ir volando a otras islas, según recordaba el último informe de la marina le estaba dirigiendo a algunas zonas con supuesta actividad revolucionaria, aparentemente esos sujetos comenzaban a suponer un problema que el gobierno mundial quería fuese aplacado por la Ouka de una vez por todas, una buena oportunidad para demostrar que estaba del lado de ellos totalmente.
InvitadoInvitado
Re: Mis demonios [Kotori Miura - Presente].
Su piel se erizó al contacto de la fémina. Sus manos intentaron dar un impulso al corazón, el cual supuestamente iba a dolerle bastante, aunque cualquiera diría que ni consquillas le hacía.Habían muchas veces que se sentía como una tonta cuando estaba alrededor de Edén. Desde el momento en el que él sacaba esa libreta y se interesaba por unas letras, a haber llorado cuando pensaba que iba a morir, incluso aquel día se había sentido ya un poco estúpida al combatirle con todas sus fuerzas sin hacerle ni un rasguño. Seguro que el shichibukai se preguntaría porque la habrían puesto en un puesto tan elevado ya que no tenía nada de especial. Pero en aquel segundo, al ver como las manos del chico cogían las suyas, realmente pensó que lo que estaba haciendo era mal. Quizás por el hecho de que dejó de mirarla de forma prepotente, ya no estaba enrabiada. O quizás por el beso que le habían dado. Nunca había sido interesada en ese tipo de cosas. Incluso cuando le estaba mirando desde lejos las muchas veces que nadie la veía. Simplemente pensaba que era lo que él pensaría tan callado, siempre misterioso, dando la impresión de que no era más que un elemento pasajero en la vida de todos. Que no estaba ahí para quedarse en ningún sitio, si no que perseguiría sus propias metas de manera individual. Se preguntó varias veces cuales eran sus metas, y si tendrían algo en común con las suyas.
Pensó que se iba a arrepentir. Que quizás esa era la única oportunidad que ambos tendrían de hacer eso. Ahí, en esa playa solitaria, escondidos de los ojos del mundo. Donde se pudiese haber quedado como un sueño. Aquello no tenía porque ser real. Sus ojos se cerraron y respiró fuerte. Al sentir como él le cogía las manos para apartarla, ella también agarraba sus manos, o su antebrazo, pero no para parar su acción. Su cuerpo le iba a seguir ahí donde saltase, dejándose como un peso muerto arrastrar por la fuerza con la cual él saltaba. La electricidad paró, y la piel ajena volvía a su estado natural. Siempre había sentido que estaba siendo dejada atrás, de alguna vez u otra. Se había arrepentido de demasiadas cosas en su vida, desde el día que tuvo uso de razón hizo las decisiones equivocadas. Quedarse en el templo, aceptar su situación, sentirse cómoda aún con un trato inhumano, escoger no pelear aún cuando la vida de veinte personas estaba en peligro. Desde que había salido del templo había decidido seguir sus primeros impulsos. No importaba que la pasaría por eso, se arriesgaría sin pensarlo dos veces. El kimono negro se movía con el viento, así como su pelo. En un momento de silencio, el cuerpo ajeno se paró en el suelo y, por inercia, la cara de Kotori se pegó al torso desnudo del ouka.
Sus brazos pasaban por un lado y por otro de sus costados, cerrándose en un abrazo reconfortante. Su corazón, pese a estar latiendo con intensidad anteriormente, había encontrado su paz. Se sentía como un adiós, pero no le importaba. Edén había robado algo importante para cualquier mujer, pero extrañamente no se sentía vacía. Suspiró, prestando atención a los latidos del corazón cuya intensidad era aún más fuerte que las olas que golpeaba aquella playa. Activó su mantra para sentir lo mismo que Edén. Gente. Con la mirada baja, su cuerpo se separaba hasta darle la espalda y caminar un par de pasos. Escuchó la petición del joven mientras sus ojos azules se perdía en la inmensidad del mar. Estaba esperando a escuchar alguna broma estúpida del albino. Si algo había aprendido era que mostrar demasiado sentimiento con él le hacía convertirse en un niño maleducado. Igual eso poco importaba, puesto que aquello era un adiós. Le permitiría hacer esa última broma a su cuesta si eso le haría feliz, tan sólo le costaban un poco más las despedidas que a la demás gente. Había llorado con Henry también. De alguna forma, encontraba un extraño parecido, aunque no en la misma forma. No lo conocía muy bien, ni tampoco entendía porque aquel espadachín la había abrazado de esa forma. "Esto es calor Humano, Te diré que, di lo que tengas que decir y luego pregunta lo que quieras saber. Deja todo eso salir, permite que entre, no seas terca". Esas fueron sus palabras, palabras que no había seguido entonces. Que no había entendido. Que no necesitaba, no quería conocer ni saber.
"¡Nunca hagas promesas que no puedes cumplir, tomes promesas que te vienen demasiado grandes o juegues con los sentimientos de los demás! Eso es algo muy rastrero, para gente débil. Si no puedes cargar con la responsabilidad, no la tomas. Si no puedes estar ahí para siempre, no hagas notable tu presencia." recordó sus gritos enfadados, culpando a Henry. ¿Estaba jugando con los sentimientos de Edén? Sabía claramente que no podía estar ahí para siempre, y con el ouka aunque no se hubiese tratado de su venganza y todo aquello que pensaba que la iba a apartar de ella, igual no lo podría estar. Para siempre era demasiado tiempo al lado de un inmortal. Igual no lo hubiera conseguido de ninguna de las formas. Aún así, sin querer, poco a poco empezó a hacer notable su presencia. Ladeó la cabeza por un momento, volviendo a la realidad. Silverman conseguía que todo lo que pensaba saber anteriormente, fuesen solo dudas ahora mismo. Sacó su pipa y empezó a fumar. - Está bien. - obviamente pensaba escribir un informe positivo, las cosas hubiesen sido mucho más simples si ambos se hubiesen dejado llevar desde el principio, pero había sido interesante. Ahora, tan solo quedaba adaptarse a la realidad. Seguramente dolería un par de días más, mientras que su recuerdo se perdería en algún rincón de la mente. Eso pensaba. Suspiró de manera larga, tenía que volver ahora. Contactar a Arturo al llegar al barco y encontrarse con él. Después de esos momentos débiles, necesitaba sentirse fuerte de nuevo.
Pensó que se iba a arrepentir. Que quizás esa era la única oportunidad que ambos tendrían de hacer eso. Ahí, en esa playa solitaria, escondidos de los ojos del mundo. Donde se pudiese haber quedado como un sueño. Aquello no tenía porque ser real. Sus ojos se cerraron y respiró fuerte. Al sentir como él le cogía las manos para apartarla, ella también agarraba sus manos, o su antebrazo, pero no para parar su acción. Su cuerpo le iba a seguir ahí donde saltase, dejándose como un peso muerto arrastrar por la fuerza con la cual él saltaba. La electricidad paró, y la piel ajena volvía a su estado natural. Siempre había sentido que estaba siendo dejada atrás, de alguna vez u otra. Se había arrepentido de demasiadas cosas en su vida, desde el día que tuvo uso de razón hizo las decisiones equivocadas. Quedarse en el templo, aceptar su situación, sentirse cómoda aún con un trato inhumano, escoger no pelear aún cuando la vida de veinte personas estaba en peligro. Desde que había salido del templo había decidido seguir sus primeros impulsos. No importaba que la pasaría por eso, se arriesgaría sin pensarlo dos veces. El kimono negro se movía con el viento, así como su pelo. En un momento de silencio, el cuerpo ajeno se paró en el suelo y, por inercia, la cara de Kotori se pegó al torso desnudo del ouka.
Sus brazos pasaban por un lado y por otro de sus costados, cerrándose en un abrazo reconfortante. Su corazón, pese a estar latiendo con intensidad anteriormente, había encontrado su paz. Se sentía como un adiós, pero no le importaba. Edén había robado algo importante para cualquier mujer, pero extrañamente no se sentía vacía. Suspiró, prestando atención a los latidos del corazón cuya intensidad era aún más fuerte que las olas que golpeaba aquella playa. Activó su mantra para sentir lo mismo que Edén. Gente. Con la mirada baja, su cuerpo se separaba hasta darle la espalda y caminar un par de pasos. Escuchó la petición del joven mientras sus ojos azules se perdía en la inmensidad del mar. Estaba esperando a escuchar alguna broma estúpida del albino. Si algo había aprendido era que mostrar demasiado sentimiento con él le hacía convertirse en un niño maleducado. Igual eso poco importaba, puesto que aquello era un adiós. Le permitiría hacer esa última broma a su cuesta si eso le haría feliz, tan sólo le costaban un poco más las despedidas que a la demás gente. Había llorado con Henry también. De alguna forma, encontraba un extraño parecido, aunque no en la misma forma. No lo conocía muy bien, ni tampoco entendía porque aquel espadachín la había abrazado de esa forma. "Esto es calor Humano, Te diré que, di lo que tengas que decir y luego pregunta lo que quieras saber. Deja todo eso salir, permite que entre, no seas terca". Esas fueron sus palabras, palabras que no había seguido entonces. Que no había entendido. Que no necesitaba, no quería conocer ni saber.
"¡Nunca hagas promesas que no puedes cumplir, tomes promesas que te vienen demasiado grandes o juegues con los sentimientos de los demás! Eso es algo muy rastrero, para gente débil. Si no puedes cargar con la responsabilidad, no la tomas. Si no puedes estar ahí para siempre, no hagas notable tu presencia." recordó sus gritos enfadados, culpando a Henry. ¿Estaba jugando con los sentimientos de Edén? Sabía claramente que no podía estar ahí para siempre, y con el ouka aunque no se hubiese tratado de su venganza y todo aquello que pensaba que la iba a apartar de ella, igual no lo podría estar. Para siempre era demasiado tiempo al lado de un inmortal. Igual no lo hubiera conseguido de ninguna de las formas. Aún así, sin querer, poco a poco empezó a hacer notable su presencia. Ladeó la cabeza por un momento, volviendo a la realidad. Silverman conseguía que todo lo que pensaba saber anteriormente, fuesen solo dudas ahora mismo. Sacó su pipa y empezó a fumar. - Está bien. - obviamente pensaba escribir un informe positivo, las cosas hubiesen sido mucho más simples si ambos se hubiesen dejado llevar desde el principio, pero había sido interesante. Ahora, tan solo quedaba adaptarse a la realidad. Seguramente dolería un par de días más, mientras que su recuerdo se perdería en algún rincón de la mente. Eso pensaba. Suspiró de manera larga, tenía que volver ahora. Contactar a Arturo al llegar al barco y encontrarse con él. Después de esos momentos débiles, necesitaba sentirse fuerte de nuevo.
InvitadoInvitado
Re: Mis demonios [Kotori Miura - Presente].
Kotori se mantuvo cerca de él y aquello se le hizo extraño aunque bastante agradable, hasta el punto que pudo abrazarla por primera vez, aquel abrazo le hizo recordar tantas cosas, lamentablemente no del todo buenas, empero, eso a diferencia de hacerle apartar o enfadar, era como una rectificación, ahora el albino estaba entendiendo que los fantasmas de su pasado eran simplemente eso, sombras que vivían dentro de su mente, todo ese tiempo siempre estuvo vagando entre aquellos recuerdos, cargando con aquella culpa atroz que le consumía y le obligaba a hacer cosas para tratar de enmendarse o en su defecto, a alejarse a las personas que le movían sentimientos por miedo a retomar una historia ya concluida, aunque eso evidentemente era una tontería. “Al final de cuentas Oku y Sakura siempre tuvieron razón, tal vez solamente faltaba un poco de tiempo” cerró sus ojos un momento recordando a Natsumi y casi como si el viento se llevase esa sombra ella se esfumó de sus recuerdos, no la estaba eliminando ni olvidando, eso era algo imposible para alguien como Eden, no obstante, aquello era el claro símbolo que ahora ella ya no pesaba más en su mente.
Finalmente cuando ella se separó y comenzó a fumar, él simplemente le mostró una tenue sonrisa y sin decir mucho colocó su mano diestra en la mejilla de ella -¿Lo ves?, no era tan difícil aceptar lo que sentías- le comentó y tras ello elevó un poco la vista a la distancia, los habitantes ya estaban algo cerca y quedarse allí era peligroso, había llegado el momento del adiós, aunque en lugar de ser algo definitivo sería una cosa pasajera, después de todo, estaba seguro que volverían a encontrarse, al menos eso deseaba. Él no creía en el destino ni en nada similar, aunque debía admitir que a veces la vida era bastante curiosa, pues nunca llegó a creer que una mujer de la marina, que venía de una isla con un templo desconocido, encima que era distinta a él y que incluso parecía haber intentado hacerle daño de verdad -por no omitir el hecho de que era una ciborg- podría hacerle reaccionar de su letargo.
-Si un día me necesitas ya conoces mi número Den-Den- se acercó de nuevo a ella cortando las distancias y se inclinó como para repetir el beso, aunque en ese momento lo propinó en una de sus mejillas para posteriormente alejarse de ella unos cinco pasos -No te metas en problemas, solo los necesarios- mostró una gran sonrisa y estiró sus brazos un momento como preparándose para algo -Por otro lado, dile a la marina y al gobierno mundial que no se preocupen por la actividad de los revolucionarios, yo me encargaré de investigar eso y de actuar si es necesario…adiós, Kotori- en ese momento todo su cuerpo comenzó a emanar una fuego azul que comenzó a transformarlo por entero hasta adoptar la forma completa de un gran ave destellando en flamas azules, el mítico fénix era visto por primera ocasión en su forma completa y sin mediar más palabras alzó el vuelo alejándose del sitio.
Su vuelo le llevó hasta su barco, lugar donde descendió con rapidez para la sorpresa de todos sus hombres transformándose en su modo humano, exigió un cambio de ropas y algunos artilugios que le serían útiles y posteriormente simplemente les indicó que debían obedecer a la vice-almirante en aquello que les dijese, también les aclaró que se volverían a ver y que debían estar atentos a su llamado por si eran requeridos, tras ello de nuevo adoptó su forma animal y salió volando alejándose de la isla con velocidad, era momento de emprender un viaje en solitario.
Finalmente cuando ella se separó y comenzó a fumar, él simplemente le mostró una tenue sonrisa y sin decir mucho colocó su mano diestra en la mejilla de ella -¿Lo ves?, no era tan difícil aceptar lo que sentías- le comentó y tras ello elevó un poco la vista a la distancia, los habitantes ya estaban algo cerca y quedarse allí era peligroso, había llegado el momento del adiós, aunque en lugar de ser algo definitivo sería una cosa pasajera, después de todo, estaba seguro que volverían a encontrarse, al menos eso deseaba. Él no creía en el destino ni en nada similar, aunque debía admitir que a veces la vida era bastante curiosa, pues nunca llegó a creer que una mujer de la marina, que venía de una isla con un templo desconocido, encima que era distinta a él y que incluso parecía haber intentado hacerle daño de verdad -por no omitir el hecho de que era una ciborg- podría hacerle reaccionar de su letargo.
-Si un día me necesitas ya conoces mi número Den-Den- se acercó de nuevo a ella cortando las distancias y se inclinó como para repetir el beso, aunque en ese momento lo propinó en una de sus mejillas para posteriormente alejarse de ella unos cinco pasos -No te metas en problemas, solo los necesarios- mostró una gran sonrisa y estiró sus brazos un momento como preparándose para algo -Por otro lado, dile a la marina y al gobierno mundial que no se preocupen por la actividad de los revolucionarios, yo me encargaré de investigar eso y de actuar si es necesario…adiós, Kotori- en ese momento todo su cuerpo comenzó a emanar una fuego azul que comenzó a transformarlo por entero hasta adoptar la forma completa de un gran ave destellando en flamas azules, el mítico fénix era visto por primera ocasión en su forma completa y sin mediar más palabras alzó el vuelo alejándose del sitio.
Su vuelo le llevó hasta su barco, lugar donde descendió con rapidez para la sorpresa de todos sus hombres transformándose en su modo humano, exigió un cambio de ropas y algunos artilugios que le serían útiles y posteriormente simplemente les indicó que debían obedecer a la vice-almirante en aquello que les dijese, también les aclaró que se volverían a ver y que debían estar atentos a su llamado por si eran requeridos, tras ello de nuevo adoptó su forma animal y salió volando alejándose de la isla con velocidad, era momento de emprender un viaje en solitario.
InvitadoInvitado
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» King Again [Kotori Miura - Presente].
» Duda razonable [Kotori Miura - Presente].
» Kotori Miura ID
» My fair lady all over again... (Señor Tic Tac, Kotori Miura)
» My fair lady all over again... Again (parte dos, prólogo) (Señor Tic Tac, Kotori Miura)
» Duda razonable [Kotori Miura - Presente].
» Kotori Miura ID
» My fair lady all over again... (Señor Tic Tac, Kotori Miura)
» My fair lady all over again... Again (parte dos, prólogo) (Señor Tic Tac, Kotori Miura)
Página 3 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Sáb Abr 22, 2017 1:56 am por Invitado
» Temporali RPG - Afiliación Élite
Vie Abr 21, 2017 5:56 pm por Invitado
» Comunidad Homosexual | Eternal Pleasures | REALES | SPORT & UNIVERSITY | APERTURA | ÉLITE.
Vie Abr 21, 2017 4:19 am por Invitado
» Breves Anuncios Administrativos.
Vie Abr 21, 2017 12:25 am por Admin
» En busca de Skypiea y los Diales [Parte 1 - Conquista]
Jue Abr 20, 2017 2:16 pm por Invitado
» Ausenciaaaa :c
Jue Abr 20, 2017 1:19 pm por Invitado
» ¿Que le robarías al de Arriba?
Jue Abr 20, 2017 9:10 am por Invitado
» Búsqueda de colaboradores.
Miér Abr 19, 2017 10:22 pm por Invitado
» Tarea 4.- El hijo del Rey III
Mar Abr 18, 2017 2:28 pm por Invitado