Año 230 D.D.G
Tras un periodo de paz el nombre de un sujeto comenzó a surgir entre los piratas hasta hacerse de un renombre mundial… Norman D. Gold, un pirata que en un par de años alcanzó el poder suficiente para consagrarse como un emperador pirata y eventualmente para ser nombrado como rey de los piratas al haber reunido un tesoro inconcebible al cual se le otorgó el nombre de “One Piece”. Durante años el Gobierno hizo uso de todos sus recursos para acabar con este hombre per todo fue inútil y decidieron simplemente dedicarse a contener sus ataques. Gold sin embargo, no parece interesado en destruir al Gobierno o en atacar a sus instituciones, sino más bien en continuar explorando el mundo no conocido estableciendo con su poder una estabilidad no vista antaño en el mundo de la mano de todas las demás facciones. ¿Serás parte del mundo y su avance?. Seguir leyendo...
Conectarse
Estadísticas
Tenemos 1 miembro registrado.El último usuario registrado es Admin
Nuestros miembros han publicado un total de 6463 mensajes en 1355 argumentos.
Últimos temas
Hermanos {2/4}
Élites {44/50}
OPBS © Se encuentra protegido por una licencia de Creative Commons No-Commercial 4.0. Skin desarrollado por Yosuka Akane. Todo el contenido del foro fueron obras de la administración. De la misma forma, las historias de los múltiples personajes del foro pertenecen a sus respectivos autores. Agradecimientos especialmente por los diversos tutoriales a: Asistencia Foroactivo, Savage Themes, Glintz Y Serendipity. Por Imágenes a las múltiples fuentes usadas: Deviantart, Zerochan, Tumblr Entre Otros. Módulo del Perfil por Mikae, ¡Muchas Gracias!. Se Prohíbe la copia parcial o total del contenido expuesto en el foro. Se Original.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
Página 1 de 3. • Comparte
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
"Está bien, pillo el rollo ese de que sea una ciudad de mierda pero esta taberna realmente da asco..." piensa Kaelia mientras observa la escena en un rincón, sola, oculta bajo una túnica con capucha. Parece un monje extremadamente pequeño con un saque sin igual. Lleva ya dos botellas enteras y parece que va para largo. Sin embargo, pequeña como se ve, parece no inmutarse ante el alcohol. Lo toma como si se tratara de leche. Dado que el vaso carga todavía la suciedad de los tres usuarios anteriores se ha limitado a levantar la botella una y otra vez procurando que su rostro no llegue a salir de la oscuridad con la que se cobija. Si pudiéramos ver más allá de la sombra que oculta su cara veríamos como mira intermitentemente hacia la puerta con cierto nerviosismo. Kaelia nunca fue buena esperando o siendo paciente, más bien todo lo contrario. Quizá se adelantó a la hora citada o tal vez el otro está llegando realmente tarde pero, como sea, está teniendo que esperar y eso le consume los nervios.
Sus pies cuelgan un poco de la silla, apenas lo justo para que, al columpiarlos de adelante a atrás, mueva las colillas, así como la ceniza y el polvo acumulados por días sin barrer. Contempla con disgusto la mesa llena de manchas de aceite, círculos formados por bebidas sin posavasos, etc... Ella es una mujer ruda, capaz de sonrojar al más puerco del pueblo pero este nivel de falta de higiene en un bar le resulta deplorable. Tristemente, es deformación profesional por tantos años atendiendo la taberna del pueblo donde vivía con su hermana años ha.
Ha quedado en el establecimiento con un cazarrecompensas conocido. Gracias a ciertos contactos se ha enterado que está interesado en capturarlo... A ella le interesa el botín que el criminal posee. A veces se requiere un poco de política para salir adelante... Y la política hace extraños compañeros de cama.
Sus pies cuelgan un poco de la silla, apenas lo justo para que, al columpiarlos de adelante a atrás, mueva las colillas, así como la ceniza y el polvo acumulados por días sin barrer. Contempla con disgusto la mesa llena de manchas de aceite, círculos formados por bebidas sin posavasos, etc... Ella es una mujer ruda, capaz de sonrojar al más puerco del pueblo pero este nivel de falta de higiene en un bar le resulta deplorable. Tristemente, es deformación profesional por tantos años atendiendo la taberna del pueblo donde vivía con su hermana años ha.
Ha quedado en el establecimiento con un cazarrecompensas conocido. Gracias a ciertos contactos se ha enterado que está interesado en capturarlo... A ella le interesa el botín que el criminal posee. A veces se requiere un poco de política para salir adelante... Y la política hace extraños compañeros de cama.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
“Vaya lata, llevo apenas dos segundo aquí y ya tengo problemas” pensaba Eden con un rostro de enfado mientras un hombre grande le elevaba del suelo escupiendo en su rostro palabras denigrantes respecto a que le iba a tirar todos los dientes, ¿y ahora que hizo?, en realidad solamente toparse con un bruto alcoholizado que iba empujando a todo lo que le cruzaba, para su mala suerte la fuerza del albino –no notoria por su físico- le hizo caer y eso le causó tal problema que ahora estaba a punto de darle un puñetazo en el rostro, ante la aparente indiferencia del chico, acto que solamente le enfadaba más. -¡Escúchame gusano!- gritó el sujeto dirigiendo su enorme puño al rostro del chico y le impactó con fuerza una y otra vez hasta que finalmente le dejó caer al suelo complacido por la golpiza, empero, el albino estaba intacto, de hecho solo miraba al cielo “Bonito día”.
Por suerte –algo inusual en su persona- aquel sujeto estuvo satisfecho y se largó junto a su compañero, tuvo tiempo de levantarse y limpiar sus ropas viejas, era normal que la gente le viese raro, se vestía totalmente como u samurái a la antigua y eso no era habitual de ver en aquella ciudad. La isla era reconocida por ser un nido de ratas, no se referían propiamente a los criminales sino a los cazadores que aprovechaban la fachada para dar captura a todo pobre diablo que tuviese la desventura de llegar allí pensando en un refugio, ciertamente aunque le parecía un servicio a la comunidad dar final a la carrera de ciertos tipos, el hecho de volver una ciudad en una trampa era, al menos para Silverman, algo denigrante que implicaba desplazar a los civiles honrados a otros lares en lugar de dejarlos vivir en paz en su isla natal.
En todo caso, una vez de pie avanzó hasta el bar que se suponía era el sitio de reunión, un compañero que conoció en Micqueot hace meses le comentó que alguien le estaba buscando, ¿para qué?, en realidad no lo sabía, no estaba al tanto de los detalles, pero al parecer alguien quería atrapar a un pirata que le interesaba y eso siempre era la oportunidad de hacer equipo; a diferencia de sus coetáneos, al samurái no le interesaba luchar por capturar a alguien, ya que eso implicaba perder la perspectiva de la tarea, el dinero no le era demasiado relevante sino más bien saber que un tipo peligroso estaba fuera de circulación.
Abrió las puertas y pudo ver el humo de los cigarros que abundaban en las manos de los piratas, estaba acostumbrado a la suciedad pues muchas veces los capturados estaban en lugares así, empero, ahora el problema surgía en identificar a su “compañero”, nadie resaltaba en realidad, salvo un monje enano al fondo que seguro estaba todo paleto y ahogado en alcohol, definitivamente ese no podía ser su compañero. –Jodido- rascó su mentón mientras el dueño del bar le preguntaba si buscaba algo, cosa que atrajo la atención de todos los presentes, en aquellos lares un buscador era casi un sinónimo de problemas, pues si algo no le gustaba a los piratas era pensar que un cazador llegaba hasta sus narices fingiendo no serlo.
Por suerte –algo inusual en su persona- aquel sujeto estuvo satisfecho y se largó junto a su compañero, tuvo tiempo de levantarse y limpiar sus ropas viejas, era normal que la gente le viese raro, se vestía totalmente como u samurái a la antigua y eso no era habitual de ver en aquella ciudad. La isla era reconocida por ser un nido de ratas, no se referían propiamente a los criminales sino a los cazadores que aprovechaban la fachada para dar captura a todo pobre diablo que tuviese la desventura de llegar allí pensando en un refugio, ciertamente aunque le parecía un servicio a la comunidad dar final a la carrera de ciertos tipos, el hecho de volver una ciudad en una trampa era, al menos para Silverman, algo denigrante que implicaba desplazar a los civiles honrados a otros lares en lugar de dejarlos vivir en paz en su isla natal.
En todo caso, una vez de pie avanzó hasta el bar que se suponía era el sitio de reunión, un compañero que conoció en Micqueot hace meses le comentó que alguien le estaba buscando, ¿para qué?, en realidad no lo sabía, no estaba al tanto de los detalles, pero al parecer alguien quería atrapar a un pirata que le interesaba y eso siempre era la oportunidad de hacer equipo; a diferencia de sus coetáneos, al samurái no le interesaba luchar por capturar a alguien, ya que eso implicaba perder la perspectiva de la tarea, el dinero no le era demasiado relevante sino más bien saber que un tipo peligroso estaba fuera de circulación.
Abrió las puertas y pudo ver el humo de los cigarros que abundaban en las manos de los piratas, estaba acostumbrado a la suciedad pues muchas veces los capturados estaban en lugares así, empero, ahora el problema surgía en identificar a su “compañero”, nadie resaltaba en realidad, salvo un monje enano al fondo que seguro estaba todo paleto y ahogado en alcohol, definitivamente ese no podía ser su compañero. –Jodido- rascó su mentón mientras el dueño del bar le preguntaba si buscaba algo, cosa que atrajo la atención de todos los presentes, en aquellos lares un buscador era casi un sinónimo de problemas, pues si algo no le gustaba a los piratas era pensar que un cazador llegaba hasta sus narices fingiendo no serlo.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
Cuando finalmente se abrió la puerta dando entrada al joven samurai, Kaelia se percató que, probablemente, la elección del lugar había sido una equivocación. Luego, pensándolo mejor, consideró que el error consistía en que no dijo nada sobre qué vestimenta llevaría o cómo podían identificarse mutuamente. Ella sabía cómo se veía Edén, era algo bastante notorio, pero no había dado datos sobre su aspecto o identidad temiendo que la caza resultase dañada si esta información se filtraba.
El ambiente, ya denso por el humo y el hedor, ahora se podía cortar con un cuchillo. Uno muy afilado y probablemente mugriento. En un esfuerzo sobre okamico trató de sacar el tono más varonil que su diminuto cuerpo pudiera ofrecer para avisar al nuevo que, efectivamente, él era a quien buscaba.
- ¡Hey, tú! ¡Samurai! Te estaba esperando.
Los parroquianos contemplaron la extraña escena sin más interés: el buscador venía a una cita concertada, una con un hombre extraño oculto tras ropajes poco llamativos... Era el pan de cada día. No era nada extraño encontrar a gente haciendo tratos turbulentos por esta zona, a menudo algún hombre de alta alcurnia o con mucho que perder si se supiera que hacía tratos ilegales acudía al lugar para llevar a cabo sus negocios. Aquellos con más experiencia en el tema buscarían, subrepticiamente, a los posibles guardaespaldas del monje enano dando por sentado que debía haber alguno protegiendo los intereses del extraño. Esto, en este caso, había sido otro error más por parte de Kaelia quien, tristemente, se vanagloriaba de sus capacidades y, a menudo, buena suerte que le ayudaba a salir de algunas de las peores situaciones. Por suerte, Gwyn, su hermana, la había convencido de llevar a cabo el plan con apoyo, de lo contrario, todo podría salir mucho peor.
Una vez el joven se acercara, le diría en un susurro:
- ¿Edén? Soy yo quien ha solicitado tu asistencia para atrapar a un criminal.
El ambiente, ya denso por el humo y el hedor, ahora se podía cortar con un cuchillo. Uno muy afilado y probablemente mugriento. En un esfuerzo sobre okamico trató de sacar el tono más varonil que su diminuto cuerpo pudiera ofrecer para avisar al nuevo que, efectivamente, él era a quien buscaba.
- ¡Hey, tú! ¡Samurai! Te estaba esperando.
Los parroquianos contemplaron la extraña escena sin más interés: el buscador venía a una cita concertada, una con un hombre extraño oculto tras ropajes poco llamativos... Era el pan de cada día. No era nada extraño encontrar a gente haciendo tratos turbulentos por esta zona, a menudo algún hombre de alta alcurnia o con mucho que perder si se supiera que hacía tratos ilegales acudía al lugar para llevar a cabo sus negocios. Aquellos con más experiencia en el tema buscarían, subrepticiamente, a los posibles guardaespaldas del monje enano dando por sentado que debía haber alguno protegiendo los intereses del extraño. Esto, en este caso, había sido otro error más por parte de Kaelia quien, tristemente, se vanagloriaba de sus capacidades y, a menudo, buena suerte que le ayudaba a salir de algunas de las peores situaciones. Por suerte, Gwyn, su hermana, la había convencido de llevar a cabo el plan con apoyo, de lo contrario, todo podría salir mucho peor.
Una vez el joven se acercara, le diría en un susurro:
- ¿Edén? Soy yo quien ha solicitado tu asistencia para atrapar a un criminal.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
Estaba a punto de preguntar abiertamente si alguien le había llamado, pero justo entonces una vocecilla rara se escuchó desde el fondo y la atención de todos -incluida la de Eden- se enfocó en el enano, al parecer era un enano resfriado. -Ah…- no dijo nada más y avanzó entre las miradas curiosas de los piratas, aunque esto eventualmente se disipó, después de todo estar citado en el lugar era ya una ventaja, los criminales pensaban que se trataba de un sujeto más, por suerte, pese a su fama al parecer nadie le prestaba demasiada atención, el humo del cigarro, la penumbra y el alcohol contribuían a que nadie le tomase demasiado en serio, por no decir que en realidad parecía más bien un chico loco con ropas raras que un cazador con cierto reconocimiento en los mares cardinales.
-Sí, soy yo- asintió ante las palabras del enano que seguía pareciendo resfriado, todavía no era capaz de ver su rostro, estaba aparentemente interesado en no mostrarse y eso, aunque particular era respetable. Eden tomó asiento con tranquilidad y casi al momento el dueño del bar se acercó para ofrecerle algo de beber, estaba ansioso de tomar un poco de sake, aunque decidió declinar y solo pidió un poco de agua, no le gustaba beber cuando se trataba de algún tema posiblemente importante. -No quiero ser grosero- interrumpió antes de permitir que el otro continuase hablando -Generalmente veo el rostro de mis compañeros y por otro lado, esperaba a alguien más…grande- rascó su cabeza, anexo a eso estaba otra situación que no podía obviar -Igualmente debo decirte que no soy un cazador a sueldo, es decir, si vine aquí es solo porque podría ser importante, pero eso no significa que puedas contratarme- a final de cuentas en más de una ocasión le habían ofrecido eso y prefería dejar las cosas claras ante todo.
Se cruzó de brazos mientras su vaso de agua era traído y se giró a ver alrededor ya con mayor calma, los hombres disfrutaban de la aparente seguridad que brindaba el sitio, siendo tantos piratas era tonto tratar de enfrentarlos a menos que se tuviese la fuerza adecuada, así mismo, ahora que lo pensaba, ¿por qué un enano le había citado en una taberna concurrida de criminales?, eso incluso podía ser una trampa, una de tantas que los enemigos de Silverman solían colocar para darle fin, quizás solo estaba exagerando, aunque de ser así pronto lo averiguaría, o al menos eso estaba esperando.
-Sí, soy yo- asintió ante las palabras del enano que seguía pareciendo resfriado, todavía no era capaz de ver su rostro, estaba aparentemente interesado en no mostrarse y eso, aunque particular era respetable. Eden tomó asiento con tranquilidad y casi al momento el dueño del bar se acercó para ofrecerle algo de beber, estaba ansioso de tomar un poco de sake, aunque decidió declinar y solo pidió un poco de agua, no le gustaba beber cuando se trataba de algún tema posiblemente importante. -No quiero ser grosero- interrumpió antes de permitir que el otro continuase hablando -Generalmente veo el rostro de mis compañeros y por otro lado, esperaba a alguien más…grande- rascó su cabeza, anexo a eso estaba otra situación que no podía obviar -Igualmente debo decirte que no soy un cazador a sueldo, es decir, si vine aquí es solo porque podría ser importante, pero eso no significa que puedas contratarme- a final de cuentas en más de una ocasión le habían ofrecido eso y prefería dejar las cosas claras ante todo.
Se cruzó de brazos mientras su vaso de agua era traído y se giró a ver alrededor ya con mayor calma, los hombres disfrutaban de la aparente seguridad que brindaba el sitio, siendo tantos piratas era tonto tratar de enfrentarlos a menos que se tuviese la fuerza adecuada, así mismo, ahora que lo pensaba, ¿por qué un enano le había citado en una taberna concurrida de criminales?, eso incluso podía ser una trampa, una de tantas que los enemigos de Silverman solían colocar para darle fin, quizás solo estaba exagerando, aunque de ser así pronto lo averiguaría, o al menos eso estaba esperando.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
Satisfecha por cómo había conseguido manejar las cosas hasta el momento, pivotó en el asiento con intención de acercarse al joven y dar la espalda al resto de la taberna. Ahora que estaba a la vera del cazador, contempló su rostro con tranquilidad. Parecía un joven bastante extraño, sí, pero no excesivamente fuerte. Sabiendo que lo que ocurriría a continuación podía provocar sorpresa en su interlocutor, optó por comenzar haciendo señal de silencio con un dedo sobre sus propios labios, luego, recuperó su tono de voz habitual, más agudo y femenino, aunque todavía en un susurro, ahora incluso más bajo aprovechando la proximidad.
- No actúes sorprendido, soy una niña. Es decir, una mujer... Bueno, algo así. Mi estatura no determina mi fuerza, eso te lo aseguro.
Esperaría entonces alguna reacción de él. Lo habitual en estos casos era que se sobresaltasen, riesen o simplemente la menospreciasen. Claro que, tomando la fama que tenía el cazador, dudaba que fuera su caso. Siempre que no reaccionase de una forma demasiado extraña, Kaelia proseguiría.
- No tengo intención de contratarte, lo que quiero es ofrecerte que hagamos equipo para capturar a un pirata que se ha escapado muchas veces. Tiene fama de ser tan baboso como escurridizo. Yo, personalmente, odio a los pervertidos como él, me parecen repugnantes. Mi papel será el de hacer de anzuelo. No me interesa el pirata o lo que le ocurra, siempre y cuando alguien se encargue de él. Por eso, te ofrezco un trato: yo me quedo con el botín, tú liberas al mundo de un sucio pederasta. ¿Te parece bien?
Tras esto, contempla al joven con una mirada calculadora. Quiere estudiar su rostro para intentar adivinar qué piensa realmente de todo el asunto. La fama de Silverman le ha permitido hacerse una idea de la clase de hombre que era y aquello que lo motivaba, sin embargo, la fama no siempre está en consonancia con la persona.
- No actúes sorprendido, soy una niña. Es decir, una mujer... Bueno, algo así. Mi estatura no determina mi fuerza, eso te lo aseguro.
Esperaría entonces alguna reacción de él. Lo habitual en estos casos era que se sobresaltasen, riesen o simplemente la menospreciasen. Claro que, tomando la fama que tenía el cazador, dudaba que fuera su caso. Siempre que no reaccionase de una forma demasiado extraña, Kaelia proseguiría.
- No tengo intención de contratarte, lo que quiero es ofrecerte que hagamos equipo para capturar a un pirata que se ha escapado muchas veces. Tiene fama de ser tan baboso como escurridizo. Yo, personalmente, odio a los pervertidos como él, me parecen repugnantes. Mi papel será el de hacer de anzuelo. No me interesa el pirata o lo que le ocurra, siempre y cuando alguien se encargue de él. Por eso, te ofrezco un trato: yo me quedo con el botín, tú liberas al mundo de un sucio pederasta. ¿Te parece bien?
Tras esto, contempla al joven con una mirada calculadora. Quiere estudiar su rostro para intentar adivinar qué piensa realmente de todo el asunto. La fama de Silverman le ha permitido hacerse una idea de la clase de hombre que era y aquello que lo motivaba, sin embargo, la fama no siempre está en consonancia con la persona.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
El enano se acercó a su lado y Eden como era algo confiado no hizo nada salvo hacerse a un lado para permitir que tuviese espacio suficiente. Una vez a su lado decidió tomar algo de agua ignorando al pequeño, entonces al escuchar una voz femenina se giró tan solo para observar a una cría y eso le hizo escupir el agua a un costado comenzando a toser atrayendo la mirada de unos cuantos curiosos que eventualmente tras reír pensando que el chico no aguantaba el alcohol volvieron a sus asuntos. La verdad es que aquello no se lo esperaba, Silverman en realidad se consideraba alguien bastante razonable y hasta tolerante, sin embargo, una cosa era aquello y otra muy distinta era carecer de la sorpresa, de hecho, en este sentido, aunque tampoco era muy impresionable, sí que algunas cosas inesperadas, como que una niña fuese su “contacto”, era demasiado para fingir que todo iba como la seda.
Tras unos segundos se recompuso escuchando el resto de la charla, en ese momento tras mirar a la niña comenzó a reír por lo bajo tocándose la cara para tratar de ver si estaba despierto, a veces tenía sueños muy raros, como aquel donde una jirafa le ayudaba a luchar contra una gaviota mutante, pero no, definitivamente estaba despierto, entonces necesitaba tomarse las cosas en serio. -Joder- rascó su cabeza confundido y todavía bastante sorprendido, elevó la mirada para corroborar que nadie estaba vigilando y efectivamente todos los criminales se encontraban inmersos en sus asuntos, por ende, retornó la vista a la pequeña -¿Esto es acaso una broma?- preguntó con seriedad cruzándose de brazos y mostrándose un tanto incrédulo, la primera idea que le venía a la mente era que alguien le estaba jugando una broma, aunque esa posibilidad se iba diluyendo conforme el rostro serio de la chica se asentaba.
Suspiró un momento y cerró los ojos sopesando la realidad, capturar a un criminal era algo útil, sobre todo si se trataba de un ser tan despreciable, empero, pese a su fama Eden no era tan tonto, no conocía nada de la chica, mucho menos le resultaba alguien bondadosa si se interesaba tanto por el dinero que podía obtener, según su experiencia eso solo tenía dos posibilidades, la primera y más probable es que fuera una cazadora recién iniciada…y la segunda que eso siguiese siendo una trampa que le iban a tender como en ocasiones anteriores.
-¿Cómo te llamas?- preguntó primero -No te ofendas, independientemente de si eres o no una chica, no puedo confiar en alguien que no conozco de nada, que encima me cita en una taberna llena de criminales y que, por último, se interesa exclusivamente en obtener el dinero- para el albino el asunto monetario no era en absoluto relevante, sin embargo tampoco estaba a favor de la injusticia, trabajar por nada era algo que ni siquiera su maestro Oku le comentaba, creía en la equidad y eso era bastante distinto a lo que la niña estaba proponiendo -¿Por qué habría de ayudarte a capturar a alguien si vas a obtener todo el dinero?, en todo caso, quizás hasta podría hacerlo yo solo- concluyó esperando una respuesta por parte de la otra.
Tras unos segundos se recompuso escuchando el resto de la charla, en ese momento tras mirar a la niña comenzó a reír por lo bajo tocándose la cara para tratar de ver si estaba despierto, a veces tenía sueños muy raros, como aquel donde una jirafa le ayudaba a luchar contra una gaviota mutante, pero no, definitivamente estaba despierto, entonces necesitaba tomarse las cosas en serio. -Joder- rascó su cabeza confundido y todavía bastante sorprendido, elevó la mirada para corroborar que nadie estaba vigilando y efectivamente todos los criminales se encontraban inmersos en sus asuntos, por ende, retornó la vista a la pequeña -¿Esto es acaso una broma?- preguntó con seriedad cruzándose de brazos y mostrándose un tanto incrédulo, la primera idea que le venía a la mente era que alguien le estaba jugando una broma, aunque esa posibilidad se iba diluyendo conforme el rostro serio de la chica se asentaba.
Suspiró un momento y cerró los ojos sopesando la realidad, capturar a un criminal era algo útil, sobre todo si se trataba de un ser tan despreciable, empero, pese a su fama Eden no era tan tonto, no conocía nada de la chica, mucho menos le resultaba alguien bondadosa si se interesaba tanto por el dinero que podía obtener, según su experiencia eso solo tenía dos posibilidades, la primera y más probable es que fuera una cazadora recién iniciada…y la segunda que eso siguiese siendo una trampa que le iban a tender como en ocasiones anteriores.
-¿Cómo te llamas?- preguntó primero -No te ofendas, independientemente de si eres o no una chica, no puedo confiar en alguien que no conozco de nada, que encima me cita en una taberna llena de criminales y que, por último, se interesa exclusivamente en obtener el dinero- para el albino el asunto monetario no era en absoluto relevante, sin embargo tampoco estaba a favor de la injusticia, trabajar por nada era algo que ni siquiera su maestro Oku le comentaba, creía en la equidad y eso era bastante distinto a lo que la niña estaba proponiendo -¿Por qué habría de ayudarte a capturar a alguien si vas a obtener todo el dinero?, en todo caso, quizás hasta podría hacerlo yo solo- concluyó esperando una respuesta por parte de la otra.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
"De acuerdo. Ya esperaba que algo se torciera pero, bueno, dentro de lo malo esto no era tan malo. ¿No?" Suspiró levemente.
- Mira, entiendo tu postura. Me llamo Kaelia, dudo que me conozcas pero, te seré honesta, soy una pirata de bajo calibre. Pero no te preocupes, básicamente vivo estafando a pervertidos aprovechando mi aspecto. Ahí es donde encajo en todo esto. Además, no digo que no puedas solo pero, seamos honestos, será más fácil capturarlo con la guardia baja.
Lo contempla mientras sopesa sus posibilidades, luego, toma un sorbo de la jarra que tiene frente a ella. Algo le había confundido. No tenía mucha experiencia en esto de quedar con desconocidos pero, si algo había aprendido como mesera es que muchos tratos se forjaban en la taberna. Pero, claro, eso era entre gente mediocre, sin vocación ni color. ¿Y si la gente verdaderamente importante actuaba distinto? ¿Habría demostrado que realmente era una novata al haberlo citado en ese sitio? Bueno, fuera como fuese, ya estaba hecho y Kaelia rara vez se echaba para atrás, mucho menos se arrepentía de haber hecho algo. Siempre miraba al frente segura de sus pasos. Ese era su modo de hacer las cosas y se sentía orgullosa de cómo le había ido hasta ahora.
- Te cité aquí porque una fuente confiable asegura que el pirata está en esta misma ciudad. Escogí la taberna precisamente porque es un lugar concurrido donde un encapuchado pasará desapercibido. Es un sitio neutral para los dos. Además, joder, si voy a ser el puto señuelo necesito que no se me relacione contigo fácilmente. No puedo hacer tratos al descubierto.
Termina haciendo una mueca que recuerda a la de una niña pequeña resaltando, enojada, algo que le parece tan obvio que siente que habla con alguien estúpido. Esto es hecho sin mala intención, claro, pero su papel de niña pequeña a veces toma el control sin que ella pueda hacer nada para evitarlo.
- Mira, entiendo tu postura. Me llamo Kaelia, dudo que me conozcas pero, te seré honesta, soy una pirata de bajo calibre. Pero no te preocupes, básicamente vivo estafando a pervertidos aprovechando mi aspecto. Ahí es donde encajo en todo esto. Además, no digo que no puedas solo pero, seamos honestos, será más fácil capturarlo con la guardia baja.
Lo contempla mientras sopesa sus posibilidades, luego, toma un sorbo de la jarra que tiene frente a ella. Algo le había confundido. No tenía mucha experiencia en esto de quedar con desconocidos pero, si algo había aprendido como mesera es que muchos tratos se forjaban en la taberna. Pero, claro, eso era entre gente mediocre, sin vocación ni color. ¿Y si la gente verdaderamente importante actuaba distinto? ¿Habría demostrado que realmente era una novata al haberlo citado en ese sitio? Bueno, fuera como fuese, ya estaba hecho y Kaelia rara vez se echaba para atrás, mucho menos se arrepentía de haber hecho algo. Siempre miraba al frente segura de sus pasos. Ese era su modo de hacer las cosas y se sentía orgullosa de cómo le había ido hasta ahora.
- Te cité aquí porque una fuente confiable asegura que el pirata está en esta misma ciudad. Escogí la taberna precisamente porque es un lugar concurrido donde un encapuchado pasará desapercibido. Es un sitio neutral para los dos. Además, joder, si voy a ser el puto señuelo necesito que no se me relacione contigo fácilmente. No puedo hacer tratos al descubierto.
Termina haciendo una mueca que recuerda a la de una niña pequeña resaltando, enojada, algo que le parece tan obvio que siente que habla con alguien estúpido. Esto es hecho sin mala intención, claro, pero su papel de niña pequeña a veces toma el control sin que ella pueda hacer nada para evitarlo.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
Comenzó a rascar su cabello con bastante insistencia, algo que hacía cuando estaba pensando demasiado las cosas, que ella fuera una pirata en realidad no le importaba mucho, después de todo dudaba que una niña tuviese demasiados crímenes en su historia, a la mejor incluso era solo un caso de una pequeña rebelde que buscaba vivir su propia aventura para después regresar a casa. Ahora, todavía quedaba el hecho de no sacar nada de aquello, ayudar al mundo por supuesto que era la premisa de Eden, salvaguardar la integridad de los civiles era una de sus metas en esos momentos, aunque nuevamente llegaba el cuestionamiento, ¿sería el mismo de la chica?, ella podía estar interesada solo en el dinero y no importarle dañar a los civiles si la cosa se ponía chunga, algo que solía suceder con bastante frecuencia en la vida del cazador.
Tras unos instantes se recargó en la mesa adoptando una postura más meditabunda con los ojos cerrados, ahora mismo estaba teniendo una discusión mental que seguro habría sido de lo más cómica en la vida real. Por un lado, pensaba que era mejor ayudarla, al final de cuentas seguro que la pobre iba a hacer lo que le viniera en gana, sin su ayuda hasta podrían matarla, de ser así se sentiría terrible y responsable por ello. Por otro lado, algo le decía que ayudarla podía ser un craso error, empezando porque no le conocía de nada y que ella admitía sin temor alguno ser una pirata, una que bien estaba usando su físico para causar una impresión sencilla, a saber, quizás hasta era una especie de asesina serial que solo buscaba el caos del mundo utilizando sus encantos de pequeña para fingir lo contrario, algo rebuscado, pero no por ello imposible, a decir verdad.
“¡Joder, ¿qué hago?, esto es demasiado complicado!” sujetó su cabeza y elevó su mirada al techo como tratando de encontrar allí la respuesta, negó suavemente y volvió a pensar sin darle mucha bola a la actitud de la enana. Quizás se mantuvo con ese problema por al menos cinco minutos hasta que finalmente se calmó, retomó su postura y suspiró con gran pesar, estaba ya teniendo una resolución, no era seguramente la más deseada, aunque le resultaba la más adecuada dada las circunstancias. -No entiendo mucho porque haces esto, si eres pirata no deberías estarte reuniendo con cazadores, mucho menos en un bar, este no es sitio para menores- posó sus orbes sobre ella -Sin embargo, te ayudaré, capturaremos a ese sujeto, obtendrás el dinero pero luego de eso…- se acercó a ella y entrecerró los ojos -Voy a llevarte con tus padres o tus tutores, eres una niña mala y necesitas ser educada- sus palabras no mostraban duda alguna, estaba plenamente convencido de ellas, tras su aventura lo mejor era retornarla a su hogar para buscar que ella estuviese a salvo y sobre todo, que pudiese continuar una vida digna en lugar de estar por la vida fingiendo ser una especie de niña rica caprichuda.
Tras unos instantes se recargó en la mesa adoptando una postura más meditabunda con los ojos cerrados, ahora mismo estaba teniendo una discusión mental que seguro habría sido de lo más cómica en la vida real. Por un lado, pensaba que era mejor ayudarla, al final de cuentas seguro que la pobre iba a hacer lo que le viniera en gana, sin su ayuda hasta podrían matarla, de ser así se sentiría terrible y responsable por ello. Por otro lado, algo le decía que ayudarla podía ser un craso error, empezando porque no le conocía de nada y que ella admitía sin temor alguno ser una pirata, una que bien estaba usando su físico para causar una impresión sencilla, a saber, quizás hasta era una especie de asesina serial que solo buscaba el caos del mundo utilizando sus encantos de pequeña para fingir lo contrario, algo rebuscado, pero no por ello imposible, a decir verdad.
“¡Joder, ¿qué hago?, esto es demasiado complicado!” sujetó su cabeza y elevó su mirada al techo como tratando de encontrar allí la respuesta, negó suavemente y volvió a pensar sin darle mucha bola a la actitud de la enana. Quizás se mantuvo con ese problema por al menos cinco minutos hasta que finalmente se calmó, retomó su postura y suspiró con gran pesar, estaba ya teniendo una resolución, no era seguramente la más deseada, aunque le resultaba la más adecuada dada las circunstancias. -No entiendo mucho porque haces esto, si eres pirata no deberías estarte reuniendo con cazadores, mucho menos en un bar, este no es sitio para menores- posó sus orbes sobre ella -Sin embargo, te ayudaré, capturaremos a ese sujeto, obtendrás el dinero pero luego de eso…- se acercó a ella y entrecerró los ojos -Voy a llevarte con tus padres o tus tutores, eres una niña mala y necesitas ser educada- sus palabras no mostraban duda alguna, estaba plenamente convencido de ellas, tras su aventura lo mejor era retornarla a su hogar para buscar que ella estuviese a salvo y sobre todo, que pudiese continuar una vida digna en lugar de estar por la vida fingiendo ser una especie de niña rica caprichuda.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
Al parecer, Edén estaba teniendo un serio problema con la situación. ¿Qué le incomodaba tanto? Kaelia no lograba entender por qué no aceptaba el trato y ya. No podía ser que la cosa fuera tan difícil de entender. Él no buscaba el dinero, ella quería librarse de un pervertido y ganar dinero para proseguir con su carrera de pirata. ¿Por qué le costaba tanto simplemente decantarse por el sí?
La joven comenzó a sentir ansiedad, nuevamente, al ver cómo actuaba aquel hombre. Trató de calmarse tomando un poco del vino que todavía quedaba en la mesa, luego comenzó a columpiar los pies pero los minutos eran eternos. Comenzó a pensar que, seguramente, debió escoger a otro cazador, uno quizá más interesado por el dinero con quien hubiera tenido que compartir la recompensa pero con más agallas... O menos escrúpulos, lo que sea que funcionara para que dijera que sí rápido. No le gustaba perder el tiempo con tonterías, si por ella fuera ya estarían dando caza al bucanero pederasta.
Finalmente, Edén parecía estar resuelto y contestó a la proposición. Todo era hermoso, todo era maravilloso, casi perfecto, hasta que "¿¡El muy cabrón acaba de decirme que me llevará con mis padres!? No puede ser que este tío sea tan imbécil. Tranquila, no te sulfures, respira profundamente. Desde afuera podía verse cómo inspiraba hinchando lo más que podía su caja torácica, chiquita de todos modos, para luego sacar el aire lentamente. "¡Bien! ¿Ya estás más tranquila? Podemos empezar diciéndole a este HIJO DE PUTA QUE SE VAYA A....". Golpea la mesa con el vaso, luego toma la botella y aprieta el cuello hasta dejarse los nudillos rojos, los dedos blancos.
- No. Soy. Una. Niña. Tengo más de 18 años aunque no lo parezca... Si hace falta te enseñaré una identificación pero, por el bien de la cooperación que llevaremos a cabo, no vuelvas a sugerir algo como eso. ¡Es más! Estoy dispuesta a cederte parte de las ganancias con tal que no saques el tema de nuevo. ¿Capish?
Consigue decir todo esto con un susurro ronco que, si algún dios griego hubiera escuchado, hubiese pensado que se trataba de una versión más pequeña de la caja de Pandora siendo abierta y soltando la calamidad sobre la Tierra.
La joven comenzó a sentir ansiedad, nuevamente, al ver cómo actuaba aquel hombre. Trató de calmarse tomando un poco del vino que todavía quedaba en la mesa, luego comenzó a columpiar los pies pero los minutos eran eternos. Comenzó a pensar que, seguramente, debió escoger a otro cazador, uno quizá más interesado por el dinero con quien hubiera tenido que compartir la recompensa pero con más agallas... O menos escrúpulos, lo que sea que funcionara para que dijera que sí rápido. No le gustaba perder el tiempo con tonterías, si por ella fuera ya estarían dando caza al bucanero pederasta.
Finalmente, Edén parecía estar resuelto y contestó a la proposición. Todo era hermoso, todo era maravilloso, casi perfecto, hasta que "¿¡El muy cabrón acaba de decirme que me llevará con mis padres!? No puede ser que este tío sea tan imbécil. Tranquila, no te sulfures, respira profundamente. Desde afuera podía verse cómo inspiraba hinchando lo más que podía su caja torácica, chiquita de todos modos, para luego sacar el aire lentamente. "¡Bien! ¿Ya estás más tranquila? Podemos empezar diciéndole a este HIJO DE PUTA QUE SE VAYA A....". Golpea la mesa con el vaso, luego toma la botella y aprieta el cuello hasta dejarse los nudillos rojos, los dedos blancos.
- No. Soy. Una. Niña. Tengo más de 18 años aunque no lo parezca... Si hace falta te enseñaré una identificación pero, por el bien de la cooperación que llevaremos a cabo, no vuelvas a sugerir algo como eso. ¡Es más! Estoy dispuesta a cederte parte de las ganancias con tal que no saques el tema de nuevo. ¿Capish?
Consigue decir todo esto con un susurro ronco que, si algún dios griego hubiera escuchado, hubiese pensado que se trataba de una versión más pequeña de la caja de Pandora siendo abierta y soltando la calamidad sobre la Tierra.
InvitadoInvitado
Re: The girl is a trap (pasado; Eden y Kaelia)
Eden se distrajo porque un viejo estaba cantando algo respecto a los pechos de una sirena, aquello le hizo arquear la ceja, sin duda la cultura de los piratas era interesante, aunque no por ello menos nociva, justo entonces volteó para ver a la niña que parecía estar atragantándose con algo, o tal vez eran los efectos del alcohol, ¿qué clase de padres tenía que le dejaban tomar siendo un bebé?, iba a necesitar una larga charla con los mismos. -Sabes, no tienes buen aspecto, eso te pasa por no cuidarte, pero descuida, cuando encontremos a tus padres seguro ellos te van a regañar- y tras dicho aquello se puso en pie distraído de la situación real, así era Eden, generalmente no prestaba atención a los detalles, se podía distraer con suma facilidad y omitir los peligros a su alrededor, aunque, cuando uno era inmortal en realidad la palabra peligro era demasiado subjetiva.
-Vamos pues, no tengo todo el día- le comentó a la cría, iba a ayudarla a cumplir su sueño infantil de ser la heroína mala de una historieta, le parecía genial que las niñas tuviesen alguna especie de meta fantasiosa, aunque ella estaba excediendo los límites, se iba a poner en riesgo por algo muy tonto a su parecer, aunque para eso estaba él, para ser capaz de protegerla en caso que las cosas no fuesen bien. “Ahora que lo pienso, ni siquiera le he preguntado donde está su casa, seguro es una de esas niñas que se escapa por querer hacerse la ruda, ¿pero qué pasa con esta juventud?, ahora todo mundo quiere fingir que es una especie de combatiente milenario, seguro que es por esas malditas historietas de las que hablaba Natsumi, según ella los niños de la actualidad las leen mucho”.
Anduvo hasta salir del lugar y una vez hecho se detuvo esperando a la enana, no sabía mentir demasiado bien desde luego, ¿dieciocho años?, eso no se lo creía nadie, parecía una de esas pubertas que apenas sale a las siete de la noche y regresa a las ocho. -Oye niña, ¿y ahora a dónde vamos?, no tengo idea de cómo moverme en este lugar y para ser honesto tampoco me agrada demasiado- como toda ciudad de la perdición se podían ver ebrios en todas partes, mujeres de la vida galante acompañando a otros hombres hasta algunos moteles y encima, puestos ambulantes dedicados a la venta de armas, explosivos y hasta mascotas exóticas, todo eso le causaba cierto escozor de conciencia, por una parte pensaba que su deber era darle captura a todos, aunque por otro estaba seguro que muchos de ellos eran simplemente cazadores encubiertos a la espera de poder capturar a sus presas sin demasiado peligro, algo que en definitiva era mucho más inteligente aunque no muy bien visto.
-Vamos pues, no tengo todo el día- le comentó a la cría, iba a ayudarla a cumplir su sueño infantil de ser la heroína mala de una historieta, le parecía genial que las niñas tuviesen alguna especie de meta fantasiosa, aunque ella estaba excediendo los límites, se iba a poner en riesgo por algo muy tonto a su parecer, aunque para eso estaba él, para ser capaz de protegerla en caso que las cosas no fuesen bien. “Ahora que lo pienso, ni siquiera le he preguntado donde está su casa, seguro es una de esas niñas que se escapa por querer hacerse la ruda, ¿pero qué pasa con esta juventud?, ahora todo mundo quiere fingir que es una especie de combatiente milenario, seguro que es por esas malditas historietas de las que hablaba Natsumi, según ella los niños de la actualidad las leen mucho”.
Anduvo hasta salir del lugar y una vez hecho se detuvo esperando a la enana, no sabía mentir demasiado bien desde luego, ¿dieciocho años?, eso no se lo creía nadie, parecía una de esas pubertas que apenas sale a las siete de la noche y regresa a las ocho. -Oye niña, ¿y ahora a dónde vamos?, no tengo idea de cómo moverme en este lugar y para ser honesto tampoco me agrada demasiado- como toda ciudad de la perdición se podían ver ebrios en todas partes, mujeres de la vida galante acompañando a otros hombres hasta algunos moteles y encima, puestos ambulantes dedicados a la venta de armas, explosivos y hasta mascotas exóticas, todo eso le causaba cierto escozor de conciencia, por una parte pensaba que su deber era darle captura a todos, aunque por otro estaba seguro que muchos de ellos eran simplemente cazadores encubiertos a la espera de poder capturar a sus presas sin demasiado peligro, algo que en definitiva era mucho más inteligente aunque no muy bien visto.
InvitadoInvitado
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» The brave little trap [Pasado]
» The Twisted Tale of a Happy Little Girl. [Libro de Fics]
» Kaelia Nezaros ID
» La Belleza que Estafa (Pasado) - Kaelia Nezaros
» ¿Un día normal?[Pasado-Privado Hibiki/Kaelia]
» The Twisted Tale of a Happy Little Girl. [Libro de Fics]
» Kaelia Nezaros ID
» La Belleza que Estafa (Pasado) - Kaelia Nezaros
» ¿Un día normal?[Pasado-Privado Hibiki/Kaelia]
Página 1 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Sáb Abr 22, 2017 1:56 am por Invitado
» Temporali RPG - Afiliación Élite
Vie Abr 21, 2017 5:56 pm por Invitado
» Comunidad Homosexual | Eternal Pleasures | REALES | SPORT & UNIVERSITY | APERTURA | ÉLITE.
Vie Abr 21, 2017 4:19 am por Invitado
» Breves Anuncios Administrativos.
Vie Abr 21, 2017 12:25 am por Admin
» En busca de Skypiea y los Diales [Parte 1 - Conquista]
Jue Abr 20, 2017 2:16 pm por Invitado
» Ausenciaaaa :c
Jue Abr 20, 2017 1:19 pm por Invitado
» ¿Que le robarías al de Arriba?
Jue Abr 20, 2017 9:10 am por Invitado
» Búsqueda de colaboradores.
Miér Abr 19, 2017 10:22 pm por Invitado
» Tarea 4.- El hijo del Rey III
Mar Abr 18, 2017 2:28 pm por Invitado