Tarea 4.- El hijo del Rey III

** En aquel día traigo el gobierno es solicitado para llevar a cabo una pequeña encomienda de parte de uno de los reyes por lo cual la han aceptado sin objetarse. Siendo entonces que un pequeño grupo de jóvenes fuertes se dirige hacia la isla de Jaya teniendo en cuenta que quizás entren algunos peligros en el lugar, de igual forma están preparados para luchar contra cualquier tipo de problema en esos instantes. Por lo cual aquel joven de rubios cabellos, en compañía de sus demás compañeros de la organización se dirigen aquel lugar después de todo el cómo noble mundial le deja muchas cosas al Rei de Goa por lo que el traer a su hijo de vuelta reflejaran más su pacto de amistad que otra cosa, además que espera que los que lo siguen logren entender aquella posición en la cual se encuentra su persona en esos momentos.
 
Siendo entonces que comienzan a dirigirse ahí dentro de un barco grande que les ha prestado solo por esa ocasión el gobierno por lo cual el chico del ahora Cipher Pol 0 les comenta a sus demás compañeros – Como saben , debemos rescatar a la hija del Rey de Goa lo antes posible ya que si fracasamos de seguro  nuestros superiores nos odiaran al tratarse de una familia real – realmente él no tenía tanto conocimiento de como las familias que no son tenburytos también podrían ser fieles al gobierno y esperar recibir muchas ganancias de parte de los mismos nobles. Por lo que comienza a pensar en una especie de plan que podrán usar para hacer mas fácil y ágil la tarea – Dos de nosotros iremos a entregar el botín a los secuestradores, mientras que los demás estarán encubiertos siguiendo a donde se dirigen esos tipos de esa manera podremos llegar más rápido con la pequeña princesa – comenta esperando que no sea tan apresurada su idea, después de todo a pesar que ahora forma parte de una gran elite de agentes de gobierno quizás aún le falte algo de experiencia para ese tipo de problemas.
 
De igual manera tenían que estar preparados, ya que los delincuentes siempre obtenían lo querían sin importarles que hacen con los rehenes que tenían su favor para hacerse más ricos, es algo que realmente le disgusta al joven de dorados cabellos. Por lo que solo le resta esperar escuchar lo que los demás opinan de su idea y si tenían más sugerencias que hacer ya que a pesar de su rango, trata a todos los demás como iguales sin importarles a qué tipo de Cipher Pol perteneces can en esos momentos, pues cada uno tenía habilidades únicas y poderosas que podían usar para vencer a cualquier enemigo que ese topen en su camino.**

Spoiler:

La noche anterior había llegado un agente a verme a mi celda, luego de tantos años de estar aquí ya era habitual verlos llegar y llevar comida con ellos para mi, esos hombres que gritaban y luego eran parte de mi, tan simple como eso, pero ahora era distinto el agente Smith quería que me uniera a un grupo de otros agentes de traje fuera de mi celda, aquello me ponía feliz llevaba un buen tiempo sin salir y quería cazar algo -Comer fuera es lo mejor- dije mientras sonreía y el agente sin mediar palabra me esposaba, ponía un bozal en mi boca y me subía a una extraña cosa para moverme y sacarme de allí, ese día estaba autorizado para salir a caminar con las personas y como tal debía comportarme, eso siempre decía Smith, pero como era un animal iba como un animal.


Así fue que fui llevado al barco donde me embarcaría, me mostraron la imagen de aquella persona al frente de la operación y lo demás no importaría pues seria esa persona quien mandara. Una vez estuviera en el barco me soltaron y se alejaron aquellos dos hombres que me habian transportado, sin quitar el bozal, al menos esas eran las ordenes de Smith, ya que de quitarme el bozal simplemente me los comería sin pensar ni mas.

Una reunión fue llevada a cabo, una a la que entre en aquel barco donde estaría la persona a mi cargo un hombre blanco llamado Mikaela la verdad no entendía que decían o que hacían yo solo esperaba que quien fuera me quitara la mascara tenia hambre y quería comer algo justo en ese momento en que mi barriga gruñía como si fuera un animal -Tengo hambre, ¿Me lo puedo comer?- pregunté a Mikaela sin señalar a nadie en especifico, tal vez mi tono de voz o mi manera de decirlo o simplemente mi rostro podrían infundir en esas personas el suficiente carisma para que me alimentaran, no había comido desde la noche anterior y era necesario hacerlo.

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