¡El primer viaje! [Pasado]

Bajo el astro rey del sistema solar en un día cálido y tranquilo como cualquier otro, el joven de pelo albino tirando para grisáceo llamado Kazama Wales, que después de haber recorrido un tramo largo a través de su bote de doble vela, que le llevó hasta la orilla de la Isla de Yotsuba, se veía obligado a meterse en ella. Lo malo es que Kazama tiene una idea del mundo bastante corta, por no decir nula. No conocía las islas, ni sabía cómo ir a la siguiente de primeras, por lo que una vez llega a una isla, se veía obligado a tener que buscar información comenzando por meterse en la isla y terminar por llegar a una de las ciudades que componían esta isla. En esta ocasión, sólo había una, Shelltown. Kazama había escuchado algo sobre esta, pero no era más que cómo vivían. Simplemente en tranquilidad. Se ve que la marina en esa isla hacía bien su trabajo porque el nivel de criminalidad aquí es bastante bajo, eso le daba seguridad al propio peliblanco, quien se despreocupaba por tener que pelear, una acción que no le gustaba por nada del mundo, lo menos que le gusta a este chico tan noble es pelear, por el simple echo de tener una mentalidad débil, pensando que puede lastimar a los demás. Aunque eso no quiere decir que sea malo combatiendo, pero eso si que influye en sus peleas de tal modo que no puede pelear a su máxima capacidad.

~ Por fin... Creía que no iba a llegar nunca, y encima tengo un hambre... ~ Rugía su estómago por no comer nada en varias horas, que para la suerte del chico peliblanco quien llevaba dos espadas consigo mismo, una a cada lado de su cintura. Casualmente se encontraba frente a un restaurante que se veía bien en cuanto a su estética, tanto por fuera, como por dentro. Estaba bien cuidado, cosa que se puede apreciar si te asomas a las ventanas o a la propia puerta principal. Bien decorado con acuarios y cuadros, varias ventanas a lo largo de las paredes. Por otro lado, en el centro de dicho antro, había una especie de lámpara con una forma similar a la de un candelabro que colgaba del techo, por si se da la ocasión de que llega la noche, y de esta forma, iluminar el local.

Kazama se acercó a la barra y pedió un menú sencillo al camarero que fue rápidamente a la cocina a transmitir su petición. Mientras, se sentaba en una mesa redonda que tenía cuatro sillas, él simplemente se sentó en una de ellas quitándose sus katanas de la cintura y depositándolas a su lado derecho y apoyándolas con la silla de al lado. Al rato, después de unos 20 minutos le llegaba el primer plato, que se lo terminó en 5 minutos del hambre que tenía. Al rato le trajeron el segundo plato junto con el postre. Esos platos no duraron con comida encima ni 10 minutos...

~¡Fiiuuuuu! ~ Llamaba cierta atención, pero no mucha ~ Estoy llenísimo... Descansaré un poco y luego iré a investigar un poco ~ Pensaba el espadachín mientras se estiraba un poco para que le bajase la comida.

Shelltown, 13:45 pm

Por cuestiones del destino, esta vez la travesía del teniente se situaba en una isla lejana a las ubicaciones de la armada donde normalmente se encontraría, desconocía la razón por la cual comenzaba a ser enviado a tareas de reconocimiento en sitios ajenos, pero para él aquello era un asunto que no le correspondía cuestionar e incluso en sus adentros atormentarse pensando en ello, servía a sus ideales y a la causa de la revolución sin rechistar aun, quizás esto se debía a su falta de experiencia en los ámbitos políticos con que se manejaban algunas cosas, la extraña línea que marcaba la paz era tenue entre los bandos que se enfrentaban constantemente, y que solo en pocas ocasiones era sabido por las personas ajenas a estas guerras por poder…- Día 3, aun no logro poder infiltrarme en la base de la marina, obtener la información encargada se está tornando un poco más difícil, no puedo revelarme o de lo contrario pondrían un precio a mi cabeza, y eso no sería bueno – En un pequeño diario escribía, con una pluma vieja y recargado sobre la pared de un callejón yacía, por las prendas que vestía identificarlo como alguien que no fuese un vagabundo o borracho era algo difícil, y esa era exactamente su objetivo como asesino, moverse sin ser detectado, llamar la atención no era una opción en aquella misión.

-Mmm… - Alzo la vista hacía el frente posando su vista sobre la pared que tenía de frente, y como si estuviese pensando en quien sabe que, cerró el pequeño libro guardando el mismo en uno de sus bolsillos, soltó un suspiro negando con el rostro enseguida, la resignación o siquiera pensar que todo estaba terminado era algo que no debía caber en él, pero sin embargo la inseguridad ante lo desconocido yacía en todo ser vivo, y con justa razón… no quería ser enviado a Impel Down… - Por más que me duela, necesito encontrar algún simpatizante… alguien que quiera ayudarme, ¿Por qué se les ocurrió enviarme solo?, de todos modos no importa, tengo que hacer esto – Recobro su postura retirando el pie diestro con el que se reclinaba de la pared, se postro recto y aprovechando el tumulto de gente que deambulaba por el mercado se inmerso entre ellos para perderse, aunque claro… siempre mirando por donde iba.

Después de un rato de andar su estómago comenzó a emitir pequeños gruñidos que tal parecía solo él podía escuchar, llevo su diestra para sobar leve y al alzar el rostro casi como si lo estuviese buscando sus ojos alcanzaron a observar un anuncio que decía “Restaurante”, y entonces sin dudar se fue a adentrar con una sonrisa disimulada en su mirar. A nadie pareció importarle la llegada del encapuchado, todos se encontraban en sus cosas, algunos comiendo y otros bebiendo, pero el escándalo y el ruido era algo que no sobraba, solo el mesero fue quien percibió a Jagger, siguiéndolo hacía la mesa del rincón a donde se fue a postrar…- Quiero pasta y una botella de vino – No dijo más y tampoco hubo necesidad de que el camarero dijese algo, solo se marchó a por el pedido…- ¿Quién podrá ayudarme? – Reclinó los codos sobre la mesa de madera, y con el rostro oculto por la capucha comenzó a observar a su alrededor, viendo a los presentes.

Distraído con la gente del local y con el estómago lleno, dejaba pasar el tiempo observando el propio local y las personas que lo habitaban, gestos, conversaciones, reacciones... Nada del otro mundo, como era normal en Shelltown, todo está muy tranquilo. Al rato, llegó un hombre de altura decente y de aspecto fuerte pero de gran de misterio ~ Vaya... Ese tipo... Parece muy fuerte... La curiosidad de conocer personas así es muy grande, siento la necesidad de hablar con él... Pero... ~ Inclinó la cabeza cabizbajo, desilusionándose cuando pensaba en sus inseguridades que le impedían hacer miles de cosas como tratar de mantener una conversación con alguien que inspire tanta seguridad y fuerza como ese hombre. Kazama no sabía si era por su indumentaria o por la energía que tenía esa persona por su esencia. Desconocía mucho, pero tampoco le importaba saberlo, por lo que no es ambicioso. Claro, sino tiene una meta ni objetivos ambiciosos, ¿Cómo lo vas a ser? Siempre que pensaba esto se venía abajo, y con ello, sus ganas de volverse más fuerte ~ Tsk... ~ Golpeaba mi cuádriceps derecho con el puño respectivo ~ Mejor que me vaya, de lo contrario me quedaré aquí desmotivado y sin hacer nada... Lo mejor sería que haga algo de provecho... ~

Se levantó y se dirigió a la caja donde se hallaba un camarero preparando una botella de vino ~ Perdona, la cuenta por favor ~ Dije con un tono algo desaminado. Mientras, el camarero servía la botella con el primer vaso al tipo de la capucha que lo tenía a cosa de un metro de distancia de mí. Tras ello, cogió un papelito y me dijo el total ~ Serán 103 berries ~ Saqué una modesta cartera sin mucho dinero y le entregué el dinero ~ Gracias... ~ Terminé de añadir para pasar por delante del encapuchado para irme fuera de aquel restaurante y plantarme justo en la puerta observando a dónde ir ~ Bien... ¿Qué hago? ~

Cuando se dispuso a observar a los presentes con tal de determinar a quién acudiría su mente le hizo una mala jugada, sus ojos habían visto a todos pero por encima sin llegar a profundizar más alla, pero cuando estaba en eso… de repente todo se fue por el excusado, comenzó a divagar en sus adentros sobre diferentes propósitos, aún desconocía que es lo que haría de su vida, esta aun cuando ya se encontraba entrelazada a la causa de la revolución seguía siendo suya, solo que sentía no tener un motivo para vivirla, ¿venganza? no odiaba a nadie, y al parecer nadie le odiaba, ¿fama? Era algo a lo que poco le prestaba importancia, hasta ahora siempre se movía con un perfil bajo y quería que las cosas siguiesen así al menos por otra temporada, después de todo ni siquiera el mismo a pesar de pensar y pensar, sabía lo que le deparaba el futuro, algo incierto en todo aspecto. Estar perdido en sí mismo era una tarea agobiante, y su mente se distrajo de ella cuando el sonido de su estómago irrumpió en el pequeño espacio donde se encontraba, sus sentidos entonces se vieron inundados por dos cosas, el sonido de los pasos del camarero al acercarse y el exquisito olor que podía percibir producto del platillo encargado, la comida fue postrada frente suyo y en un minuto comenzó a degustarla, tomo el tenedor para envolver la pasta, comiendo lento al tiempo que volvía a su tarea de búsqueda.

Pasados unos minutos, el ambiente en el restaurante se fue tornando un poco más intenso, era natural ver a los marines y agentes del gobierno embriagarse en sitios como aquellos, después de todo a pesar de portar uniformes seguían siendo la autoridad y quebrantando su propia ley podían hacer lo que quisiesen, con ese pensamiento era incluso un poco más difícil encontrar a alguien, ¿y si se equivocaba y acababa hablando con un oficial azulado o uniformado? Negó con el rostro de lado a lado dando un sorbo a su copa de vino, resignado entrecerró sus ojos queriendo olvidar los tormentos que le atosigaban, y allí fue cuando alcanzo a vislumbrar la silueta de un sujeto diferente al resto, quien a pesar de portar una vestimenta llamativa no se asemejaba a la del resto, pero se estaba marchando ¿Qué es lo que haría Jagger para entretenerlo? – Ya se – Murmuro llevando una de sus manos hasta por debajo de la mesa, ahí sus hilos comenzaron a danzar, acercándose sigilosamente a su primera víctima…- Veamos de que estas hecho – Volvió a decir para sí iniciando el espectáculo de marionetas, el extraño para él encapuchado se levantó de donde yacía, y apuntando un puñetazo bajo la orden de Saberhagen, se dispuso a lanzarse al peli blanco.

Mientras que desde donde se encontraba, Jagger manipulaba los hilos con soltura, conduciendo un par más hacía los otros que yacían sentados, el sonido del caos y el desconcierto se hizo escuchar, unos se levantaban mientras que otros seguían a lo suyo decidiendo no prestar atención a nada – Primer round – Susurro, estaba listo para desplegar a otros dos títeres más, solo era cuestión de esperar.

Salía inocentemente el joven peliblanco por la puerta del bar como si nada, llegándose incluso a estirarse de lo bien que se había quedado con la comida. Kazama dio su primer paso hacia su izquierda siendo la pierna derecha la que se adelantaba, cuando de pronto, un cúmulo de pasos a un ritmo más alto del común se hizo notar, llamando la atención de Kazama de forma natural aquellos tipos que corrían hacia el mismo joven con la intención de agredirle al parecer ~ Ala... ¡¿Y esto!? ~ Pensaba echándose hacia atrás con un salto rápido para no tener ningún problema y salir ileso. Le sorprendía que fueran a por él de forma tan repentina ~ ¡Eh Ramón, ¿Qué nos pasa?! ~ Dijo uno de los agresores que aparentemente se cuestionaban sus acciones ~ ¡No lo se, estoy flipando! ~ Él otro concordaba con su amigo, pero estos no dejaron de atacar retomando la acometida de forma "sorpresa", obligando a "Kaz" a desenvainar una de sus dos espadas. Estas palabras de ambos sujetos controlados por un tercero, sería una reacción totalmente lógica, ya que parece que son conscientes de lo que pasan, algo que se había dado cuenta Kazama.

Kazama no hizo otra cosa que retroceder una vez más y ayudándose de su espada en la mano derecha para desviar el ataque repentino de esos hombres ~ ¿Cómo es que no entienden la situación? ~ Reflexionaba interesado. Miró hacia el local observando por las ventanas algo de movimiento ~ Hay alguien ahí dentro capaz de... ¿Controlarlos...? ~ Teniando controlados a esos dos patanes, seguía reflexionando ~ Me ha dado la sensación de que esos actos eran voluntarios, pero ellos mismos han presenciado que no lo eran... Lo que refirma mi teoría... Qué hay alguien que los controla, pero tampoco es un control como el mío de ilusiones, es totalmente diferente e interesante cuanto menos, pero seguramente quien sea capaz de hacer eso... Y llegar a estos extremos de atacar a un simple mocoso... No se, quizá lo mejor no sea entrar, no se sabe que puede hacer, ¿Y si me controla? A menos que me mire a los ojos no tengo nada que hacer... Y no me voy a arriesgar porque ni si quiera se quien es y ha venido a por mí directamente, buscándome fuera... ~ Seguía dubitativo ~ Bueno, si quiere algo de mí, que salga... O eso, o me estoy imaginando todo esto y ese hombre es un asesino que no le gusta nada vivo ~ Terminaba por llegar a una conclusión el peliblanco espadachín quien seguía observando a esos dos que seguían discutiendo por la cuestión de sus acciones.

Desde donde estaba sentado Jagger tenía un punto estratégico, el alcance de sus hilos era amplio y todos los presentes podían servir a su propósito, era capaz de observar cada una de las salidas del lugar y con aquella premisa era imposible que el pirata pudiese escapar sin antes ser interceptado por alguna marioneta humana. Con disimulo el encapuchado movía los dedos bajo las mangas de la prenda que cubría su antebrazo, empleando su otra extremidad para degustar de la comida que le servían…- No ataca, que curioso – Hasta ahora todo marchaba en calma, el extraño seguramente se encontraba algo desorientado por la acción de los hombres del bar pero eso no le importaba al revolucionario, después de todo era imposible que su identidad pudiese quedar expuesta…- ¿Qué harás peli-blanco? – Frunció el ceño mientras en sus adentros pensaba que es lo siguiente que haría, hasta que después de unos segundos una idea cruzo en su mente cual destello fugaz - ¿Hasta dónde llegarás? – Dijo para sí mismo, entonces un par de hilos más brotaron de sus dedos siguiendo el curso de sus iguales terminaron en algunos extraños más que yacían en el bar.

Ahora el conjunto avanzaba junto, era sorprendente ver como la cantidad de ebrios abandonaba el establecimiento con la idea de salir a buscar pleito con aquel extraño, pero lo más asombroso era que quienes danzaban al son de los hilos de Jagger en su mayoría eran borrachos que por sí mismos no se podían levantar, los parpados de aquellos que eran manipulados se veían abiertos por coceduras imperceptibles que tenían por objetivo engañar al extraño, y desde donde se encontraba Saberhagen podía vislumbrar por la ventana como sus títeres bailaban al ritmo de sus dedos…- Algo tienes que saber hacer, por favor, al menos aplaude – Maldecía a su suerte ya que creía que lo que hacía era algo inútil, desconocía si el desconocido posee alguna habilidad que pudiese ayudarle, es más a ese punto ni siquiera había pensado en si aceptaría alguien la propuesta sobre la realidad de su visita a la isla.

Entonces el tumulto de títeres comenzó a moverse, como podían se lanzaban sobre el muchacho de pinta rara, algunos con nada más que sus puños mientras otros empuñaban armas de filo, algunos incluso empleaban armas de fuego, pues ahora con sus dos manos era capaz de maniobrar con mayor soltura.

Veía que la situación se complicaba, varios usuarios de cuerpo a cuerpo, otros con armas blancas e incluso otros con armas de fuego, que para Kazama, sin duda, eran los más peligrosos. Nada más vio que le apuntaba decidió desplazarse tratando de colocarse en una posición clave, donde estaría otro tipo delante de Kazama tapándole, ahorrándose así un buen tiempo de reacción y el tratar de esquivar la bala, de modo que simplemente usó como escudo a uno de esos tíos que venían a por el peliblanco, pero claro, incluso con un balazo, estos se levantaban como zombies. Pues era lo que tenía el poder de la Ito Ito No Mi, aunque esto lo desconocía el joven e inocente Kaz. Que esquivaba y bloqueaba ataques. De echo, en un momento oportuno, probó la idea de sumir a alguno de ellos en ilusiones para detenerles, pero era imposible. Era como si fuera una mano muerta y alguien los moviera. Eso causaba mucha intriga a Kazama quien seguía bloqueando espadazos, desviando balas y esquivando puñetazos. Lo hacía con soltura y agilidad. De vez en cuando empleaba algún movimiento denominado "instantáneos" con su espada pudiendo esquivar o desviar golpes fatales, pero nunca, en ningún momento, Kazama quería agredirlos, además sabía perfectamente que alguien los controlaba, lo que no sabía era cómo.

Bien es cierto que Kazama es un cagón, pero se las ingenia un poco para resolver las cosas de la forma más sutil. Pues el muchacho decidió seguir jugando al juego del hombre que controlaba a las "marionetas", esquivando y esquivando pero dejándose vencer poco a poco, es decir, que se vaya dejando dar cortes y algún que otro golpe tonto para engañar a esa persona. Con esa intención, trató de pasar por la puerta del local y ventanas de la parte que estaba cara a Kazama, para usar miradas disimuladas en medio del combate tratando de encontrar a alguien lo suficientemente sospechoso como para hacer algo en contra suya ~ Hay un total de 4 tipos mirándome ahora mismo... Una chica preocupada, dos tíos interesados más bien por quien sale vivo y otro mucho más tranquilo, y además su ropa no es precisamente la de un caballero honorable, esa capucha ocultando el rostro... ~ Todo esto lo pensaba el peliblanco quien iba echando ojeadas mientras seguía esquivando y esquivando y recibiendo algún que otro corte de alguna espada, apoyándose de los propios enemigos para esquivar golpes, ya sea saltando por encima de ellos apoyando la mano libre y la cual no poseía la katana sobre la cabeza de estos. Era uno de los tantos movimientos que había usado Kazama.

Pero todo el numerito de esquivar y recibir golpes sólo tenía la intención de meter a ese "sujeto" desconocido en una ilusión. Pues desde el primer momento en el que ese hombre llegase a mirarle al rostro, por poco que fuera, iba a caer en su ilusión y por ser su propia habilidad, él lo iba a saber perfectamente si está en la ilusión o no.

Habilidades Usadas:

Se escuchaba el estridente sonido de las armas de filo al chocar y el sonido de las armas de fuego al detonar, era cuestión de tiempo para que los agentes del orden diesen con el lugar donde se originaba el caos, y la situación que por ahora estaba bajo control se podía ir al garete de un momento a otro, aún seguía el encapuchado manipulando a las marionetas humanas, con los movimientos sutiles de sus dedos siendo este movimiento imperceptible, de reojo era capaz de vislumbrar las siluetas de sus títeres al atacar, algunos caían solo para levantarse de nuevo, los ebrios que se veían sin consciencia llevaban los ojos abiertos por pequeños filamentos casi invisibles, y mientras el caos reinaba en el lugar solo pocos se podían dar cuenta de lo que pasaba, el dueño del restaurante aterrado se escondía bajo la barra, con un den den mushi en una mano llama espantado a los uniformados…- ¡Ayuda, se han vuelto locos! – Y en un instante Jagger dejo de prestar atención al peli blanco quien de una u otra forma se había encargado de quitarse al enjambre de encima, pero no sin dejar un desastre en el interior del restaurante, donde las sillas quebradas y las mesas partidas ahora adornaban el lugar…- Es hora de salir de aquí – Dijo en sus adentros cuando por la ventana fue capaz de vislumbrar de reojo la llegada de los marines, marchando cual pelotón iban desfilando hacia el establecimiento, separándose con tal de cubrir la entrada delantera y trasera…- Mierda, es demasiado tarde – Se quedó allí sentado, haciendo que los movimientos de los muñecos que manipulaba cesara, de moverse atacando a quedarse quietos solo parados.

-¡Soltad las armas! ¡Todos al suelo! – Un par de los dos primeros agentes entraron al establecimiento apuntando con armas de fuego a los presentes, cambiaban de sitio la mira solo para que nadie pudiese escapar, Jagger negando con el rostro maldijo la poca importancia que presto a la situación, pues de haber hecho las cosas de la forma correcta esto no hubiese terminado así…- Ven conmigo si quieres vivir – Exclamó hacía el extraño, entonces hizo un giro rápido para terminar por saltar atravesando la ventana, el sonido de los vidrios al romperse sirvió de distracción para generar la oportunidad de escape, las marionetas de carne dejaron de actuar, viéndose únicamente la silueta de Saberhagen abandonando el establecimiento.

A esas alturas el tiempo para detenerse a esperar al peli blanco ya esfumado estaba, si el extraño le había seguido o no era algo que desconocía, no quería voltear, su instinto le decía que tenía que perderse entre todo y todos antes de volver a dejar ver su silueta, con velocidad se desplazaba entre las calles aun siendo perseguido por uno que otro uniformado, pero su agilidad podía más que la lentitud de los adversos, quedando claro ese hecho por la forma en que el guerrero se desplazaba ahora por las paredes, trepando con facilidad saltaba hasta llegar a los techos, mismos que empleo para ahora comenzar a desplazarse entre los puntos altos de la ciudad, se escondía entre las cornisas pero aun desde donde yacía no era capaz de vislumbrar al extraño con quien hace un rato había jugado, ¿sería ese el fin? Negó en sus adentros no queriendo creer que todo estaba por terminar, hasta que un extraño sonido proveniente de su den den mushi de bolsillo le hizo alertar…- Jagger-san, tienes que salir de Shelltown, las órdenes han cambiado – La comunicación se cortó y soltando un suspiro Saberhagen no tuvo otra opción, miro hacia el cielo de la ciudad por última vez, antes de comenzar a moverse entre techos hasta el lugar donde ocultaba el barco con el cual viajaba, ¿su destino? Era ahora incierto, lo que sabía tenía que hacer era reportarse con sus superiores, al menos la información obtenida podría ser de ayuda.

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